—Creo que ya es un poco tarde.—detuve mi narración mirando por una de las ventanas donde se notaba que el cielo estaba completamente oscuro.

—Si tienes razón, el tiempo se me pasó volando.

—Si quieres mañana puedo seguirte contando.

—Claro ¿Mañana a la misma hora?

—Si, te espero.—nos levantamos del sofá y acompañe a Gael hasta la puerta, me dio un beso en la mejilla y se fue.

Camine hasta mi cuarto y entre al baño, y me metí a la ducha, nada como un baño caliente para relajarme, después me coloqué mi pijama y me acosté en la cama para quedarme profundamente dormida.

(...)

—Amor.—su voz... ese era... me voltee y él estaba.

—¡Chase!.—corrí y lo abrase.—No te vuelvas a ir.

Pero cuando alce la mirada el ya no estaba, a lo lejos vi el coche de Chase corrí hasta él y ahí estaba tirado, comencé a llorar.

—Chase, amor, abre los ojos tienes que despertar, no me puedes dejar.—tenía entre mis brazos su cuerpo ya sin vida.—¡Chase despierta por favor despierta!

A lo lejos escuchaba una voz que me decía "El ya no va a volver".

(...)

Me desperté de golpe, mire el reloj que estaba en la mesita de noche que tenía junto a mi cama, eran las 4 de la mañana.
Comencé a llorar, ese sueño fue tan real y esas palabras se repetían en mi mente "El ya no va a volver" aunque me doliera era verdad, el ya no regresaría pero ¿Por qué mis pesadillas me atormentan con eso? Yo misma me estoy destruyendo y no puedo con esto. Trate de volver a dormir y para mí suerte esa pesadilla no volvió.

Cuando me desperté fui directo al baño, cepille mis dientes, me di una ducha rápida y para vestirme me puse unos shorts cortos, una blusa de tirantes y unas sandalias. Escuche que tocaron la puerta y me extraño ya que apenas eran las 8 de la mañana ¿Quién podría ser a esta hora?

—¿Gael?

—Buenos días.

—Creí que vendrías más tarde.

—Pues vine para que salieras conmigo a desayunar.

—No lo sé, no tengo ánimos de salir.

—Vamos, un poco de distracción no te hará daño.

—De verdad que no tengo ganas.

—No puedes quedarte aquí encerrada.

Lo pensé por un momento, estar aquí significaba recordar a Chase todo el tiempo, lo cual me desanimaba de sobremanera.
Gael tenía razón tenía que volver a ser la misma Jade que disfrutaba de la vida, así como caigo me levanto y debo de comenzar a levantarme poco a poco.

—Está bien, vamos.

Fui por mi bolsa y salimos del departamento. Gael me llevó a un Little Caersaers que estaba cerca de donde vivía, nos sentamos en una de las mesas que estaban afuera del local, después de comer me compro un helado y fuimos a caminar por el parque, me entretenía contándome como le había ido en el tiempo que no nos vimos.
Decidimos sentarnos bajo la sombra de un árbol después de un largo paseo.

—Bien, creo que este es un buen lugar para que continúes con la historia.

—De acuerdo.—me apoye del tronco.—Entonces... él me había retado, y pues yo no me echó para atrás...

*Flashback*

Me quite el vestido y se me quedó mirando.

—¿Qué? Nunca habías visto a una chica en ropa interior.—no me respondió, me di la vuelta y camine hasta la orilla, él se apuró a quitarse la ropa para quedarse en bóxer.

—Ahora tú me impresionaste a mi.—sonreí.

Entramos poco a poco al agua hasta que nos llegó hasta las caderas, decidí meterme toda para ver si así me acostumbraba al agua, al zambullirme Chase se apresuró a sacarme del agua.

—¿Qué te pasa?.—le dije en cuanto me alzo ya que me entro un poco de agua a la boca.

—Perdón, creí que te habías caído.

—A mi héroe.—dije sarcástica.

—Eres una chica muy atrevida.

—Y tú un miedoso yo ya estoy completamente mojada y tú apenas llevas la mitad del cuerpo.

—Estás atenta a mi cuerpo.—mis mejillas se pusieron rojas.

—No me refería a eso, decía que...

—Shh.—puso un dedo en mi boca.—A mí también me gusta tu cuerpo.—se inclinó para besarme pero antes de que pudiera hacer algo lo esquive, le di un leve empujón y cayó al agua, comencé a reír y cuando salió me miró mal.—Eso no fue gracioso.

—Eso te pasa por intentar besarme.—me di vuelta para salir y él me tomo por detrás.—¿Qué haces?

—Bueno, tú me tiraste así que ahora yo te tirare a ti.

—Tú te caíste solo.

—Bueno pero ahora te tengo en mi poder.

—Ni se te ocurra.

—Uno.

—Chase hablo enserio.

—Dos.

—Espera, no por favor no.

—Y...

—Te doy lo que quieras pero ya suéltame.—me removí entre sus brazos intentando zafarme.

—Lo que más quiero es un beso tuyo.—me susurró al oído.

Aflojo un poco su agarre y pude darme vuelta entre sus brazos y me soltó.

—Bueno pero yo te lo doy a ti, cierra los ojos.—los cerró y yo corrí lo más rápido que pude saliendo del agua y llegando hasta donde estaban las cosas, Chase me persiguió, caímos sobre la manta y me comenzó a hacerme cosquillas.—Okey....ya... Ya no me hagas cosquillas.—no podía hablar porque me daba mucha risa.

—Eres muy traviesa.

—Y tú muy terco.

—Yo solo te pedí un beso.

—Pues pides mucho.

—Pues de nuevo te tengo en mi poder y no te soltaré hasta que no me beses.

—Bien.—le di un casto beso en los labios.—¿Contento?

—No, la verdad no.— se acercó a mí uniendo sus labios con los míos, él beso fue tan lento que ere difícil no disfrutarlo, sus labios sabían tan bien, este hombre sí que sabe besar, nos separamos por la falta de aire.—Ahora sí estoy contento.

—Aprovechado.

—¿Por qué?—río.

—Estás sobre mí y no me puedo mover.

—Si fuera un aprovechado haría algo más que solo besarte.—sonrío.—Pero soy un caballero así que no te preocupes que no te haré nada.

Después de eso saco unas toallas me envolví en una, recogimos las cosas, subimos al auto y me dejo en mi departamento, después de una larga despedida entre, me recargue de la puerta y suspire.

—¿Eres tú Jade?.—escuche la voz de Fabi.

—¿A quién más esperan?

Salieron y me miraron asustadas.

—¿Qué te paso? ¿Te hizo algo?—dijo Jenni.

—Lo que pasó fue algo increíble, chicas él es increíble me divertí mucho hoy, fue tan lindo.

—Nos alegra escuchar eso pero ¿Por qué estás así?.—preguntó Fabi, al notar mi cabello húmedo y la toalla que traía.

—Larga historia.—sonreí.

*Fin del Flashback*

—Y así conocí a Chase y así también fue nuestra primera cita.

—Me dejaste sin palabras.—sonreí.—¿Quieres caminar?

—Si vamos y buscamos quien venda unas frituras.

—¿Quieres frituras?

—Por favor.

Nos paramos y caminamos buscando al de las frituras, nos sentamos en una banquita hablando de cosas triviales y el hacia uno que otro comentario haciéndome reír.

—Y ¿Nunca tuviste problemas con Justin?

—Si, la verdad tuvimos una discusión porque descubrí que él me había mentido.

—Estaba comprometido.

—No, más bien no me dijo lo que realmente hacía.

—¿Cómo?

—Déjame contarte bien lo qué pasó, ya que yo estaba tan enojada que no quise volver a verlo nunca.

—Esto ya se puso interesante.—me reí.

La verdad es que si pasamos varias cosas interesantes pensé.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••