Capítulo 3
—Bueno todo comenzó hace cinco años y medio, yo en ese entonces tenía 18 años, tuve que adelantar mi carrera lo cual fue difícil y además tuve que buscar empleado porque de verdad necesitaba el dinero. Después de tanto buscar por fin me habían contratado en una empresa pero...
*Flashback*
Me encontraba caminando por el centro comercial ya que tenía que comprar varias cosas por mi nuevo trabajo de recepcionista, estaba tecleando unas cosas en mi celular y me quede parada en frente de una tienda en la cual había un vestido hermoso, me quede ahí un rato pero tuve la sensación de que alguien me miraba, voltee y estaba un chico que no me dejaba de mirar, vestía un traje muy elegante, cabello castaño y me estaba sonriendo, noto que yo también lo estaba mirando y sin esperar nada más se acercó a mí, lo cual me pareció poco extraño y no pude evitar desconfiar de sus intenciones.
—Hola.—se animó a decir.
—Hola.—dije sin darle mucha importancia.
—Disculpa mi atrevimiento pero me gustaría saber ¿Cuál es tu nombre?
—Perdón pero no puedo decírtelo.
—¿Por qué?—sonrío.
—Pues, porque me educaron para que jamás hablara con extraños.—le devolví la sonrisa y el río.
—Soy Chase.—me extendió la mano, lo pensé por un momento y le estreche la mano.
—Soy Jade.—dije y el depósito un beso en mi mano.—Me doy cuenta de que estoy frente a un caballero.
—Así como yo estoy frente a una dama. Y dado el caso de que ahora ya nos conocemos.—enarque una ceja.—¿Qué?
—Con solo saber nuestros nombres no significa que ya nos conocemos.
—Sabes, tienes razón y para solucionar eso tú y yo necesitamos salir en una cita.
—Oye para tu tren, yo no me refería a eso.—reí.
—Pues qué mejor manera de conocer a la gente que salir. ¿O te di miedo?
—Yo no le temo a nada y si acepto salir contigo.
*Pausa del Flashback*
—Oye espera un momento.—me interrumpió Gael.
—¿Qué?.—me reí.
—Aceptaste salir con un tipo al cual apenas conociste en unos minutos.
—Si.—me encogí de hombros, como si fuera lo más normal el salir con personas que desconoces absolutamente todo.
—Solo porque te reto.
—Bueno digámoslo así.
—¿Qué tal si hubiera sido un mafioso?
—Pero no lo era Gael, además él tenía algo que me inspiraba confianza.
—Estas loca mujer.
—Oye.—me queje, aunque viéndolo de su perspectiva.—Bueno tal vez un poquito ¿Me dejas continuar?
—Bien, continua.
—¿En qué me quede?
—Aceptaste salir con el tipo, concéntrate mujer.
—Pues si evitas interrumpirme, me concentraría mucho mejor.—me enseñe la lengua como una nena pequeña.—Bien, admito que estaba solo un poco emocionada por esa cita...
*Reanudando el Flashback*
Había aceptado salir con Chase aunque sabía era una locura pero algo en el me inspiraba confianza, me dio su número de teléfono y yo le di el mío. Esto era excitante era la primera vez que salía con alguien que no conocía, estaba ansiosa por esto.
Decidí ponerme un vestido no tan corto de color azul turquesa y me planche el cabello para que no se me esponjara.
—Yo pienso que es una locura.
—Concuerdo con Jenni, Jade apenas conoces a ese tipo.
—Lo sé pero si no hacemos locuras ¿Qué sentido tiene la vida?
—Si pero te estás arriesgando ¿Y si es un violador.
—No exageres Fabi. Además si fuera un violador, pues feo no es así que tal vez valdría la pena.
—Jade que estupideces dices.—dijo Jenni.
—No se preocupen, ustedes tendrán un rostro para describir cuando vayan a la estación de policía para reportarme como desaparecida porque él viene para acá, ya le envié mi dirección.—dije mientras le daba los últimos toques a mi maquillaje, mis amigas solo me miraron mal, a veces creo que me tomo las cosas con demasiada calma.
—Bueno por lo menos conoceremos al tipo ese.
—Chase, Fabi su nombre es Chase.
—Si tú lo dices.—protestó.
—Por eso las amo, se preocupan mucho por mí pero créanme estaré bien, se cuidarme sola.
—Si te pasa algo el primer sospechoso será el.
—Okey Jenni.—tocaron el timbre.—Debe ser el.—dije emocionada.
Salí del cuarto lo más aprisa que pude y las chicas tras de mí claro, abrí la puerta y ahí estaba él con un ramo de rosas.
—Buenas noches Jade.
—Buenas noches Chase, pasa.
—Gracias, yo traje esto para ti.
—Muchas gracias son muy lindas.—me las entregó, note que a mis amigas las dejo boquiabiertas.—Chase ellas son mis amigas Fabi y Jenni.
—Un gusto señoritas.—las saludo.
—Igualmente.—dijo Fabi.
—Bueno nosotros ya nos vamos así que ¿Me harían el favor de meter las rosas en agua?
—Claro.—Jenni tomó las rosas y Chase y yo salíamos de mi departamento.
—Que lindas amigas tienes.—dijo mientras subíamos al elevador.
—Lo sé.—bajamos al primer piso fuimos hasta su lindo auto era un Audi negro.—Lindo auto.
—Gracias.—dijo abriéndome la puerta del copiloto para subir, rodeó el auto y se subió.
—Bien ¿A dónde iremos?
—Es una sorpresa.—dijo poniendo el auto en marcha.
—De acuerdo.
—¿No tienes miedo?
—¿De ti? No, creo que tú deberías tener miedo de mí.
—Ja ¿Y por qué debería tener miedo de una joven tan bella como tú?
—Creo que por qué tú no sabes de lo que soy capaz.
—Bueno lo veré esta noche.
El resto del camino nos la pasamos en silencio, hasta que aparcó el coche.
—Bueno aquí es.
—¿Dónde estamos?.—pregunte una vez que ambos bajamos de su auto.
—En la playa.
—Ah, para que nadie pueda escuchar mis gritos cuando me asesines.—se río.
—Tienes una gran imaginación Jade.—dijo sacando algo del portaequipajes.
—Si ya me lo han dicho varias veces ¿Para qué es eso?
—Se me ocurrió un día de campo solo que en la noche y en la playa.—reí.
—Me gusta la idea.
Caminamos por la arena estaba fría pero se sentía agradable, hasta que estuvimos a una cierta distancia del mar, Chase tendió una manta nos sentamos y comenzó a sacar las cosas.
—Debo admitir que me impresionaste.
—Ese era mi objetivo Jade.
—Bueno se podría decir que eres el primero.—río.
La cena estaba deliciosa y hablábamos de nosotros, nuestra infancia y cosas por el estilo.
—¿Hermanos?
—No soy hija única. ¿Y tú?
—Tengo dos Trevor y Alexia.
—¿En qué trabajas?
—Soy contador ¿Y tú?
—Apenas entre a una empresa a trabajar de recepcionista.
—¿Y tus padres?
—Bueno a mi padre no lo conozco y mi mamá por desgracia murió hace dos años.
—Lo lamento, no lo sabía.
—Está bien, hay veces que no debemos deprimirnos por la realidad, si no, no disfrutaremos de la vida.
—Bien entonces que tal si nadamos un rato.
—¿Estás bromeando?
—No.—se quitó el saco y se empezó a desabrochar la camisa.
—Pero no tengo traje de baño.
—Ni yo, pero tienes ropa interior ¿No?
—Chase el agua debe estar helada.
—Vamos o acaso eso sí te da miedo.—lo fulmine con la mirada, deje mis tacones a un lado.
—Yo no le temo a nada.
—Demuéstralo.
—¿Es un reto?
—Apuesta eso.
—Bien, te voy a demostrar que no le tengo miedo a nada, ni siquiera a tus retos infantiles.
*Fin del Flashback*
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro