Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13.

Me sentía frustrada por toda esta situación, en mi mente trataba de idear algo para salvar la empresa de Chase. Tenía miedo de lo que fuera pasar, porque todo indicaba que la perdería ya que no contaba con la cifra necesaria para pagar la deuda.

—¿No te gusta el vestido?.—habló Fabi trayéndome de nuevo a la realidad.

—No, es preciso.—trate de sonreír pero me salió una mueca.

—Pues tu expresión demuestra todo lo contrario.

—Estoy un poco preocupada, es todo.

—¿Por la empresa?—asentí.

—Aunque recorte los gastos al extremo no lograre conseguir el dinero necesario.

—¿Y si tratas de pedir un préstamo al banco?

—Es una cantidad enorme, además sería traspasar la deuda de él señor Vega al banco. No resolvería nada.

—¿Por qué Chase firmó algo así?

—Ya me lo he preguntado millones de veces, ni siquiera sé para que utilizó el dinero, y no puedo creer que tan fácil voy a perder todo.

—Estoy segura de que algo se te ocurrirá, no te preocupes todo saldrá bien.

—Eso espero amiga, esto me tiene tan distraída hasta de mi boda.

—Ah no señorita, faltan menos de dos meses para tu gran día, así que sonríe mucho que nadie te va a arruinar esto.

Me sonrío guiñándome un ojo, le devolví la sonrisa y me mire en el espejo apreciando mejor mi vestido.—Tienes razón, debo de darle a esto la importancia que se merece.

Se me había ocurrido que podría usar el vestido con el que me iba a casar con Chase, pero Jenni y Fabiola rápidamente protestaron; a pesar de que jamás pude llegar a usarlo pero finalmente terminé viniendo a escoger otro.

—Definitivamente me llevaré este.

—Voy a decirle a una de las muchachas que en este instante nos lo llevamos.—tecleó algo en su celular y salió del vestidor.

Las calles estaban algo solitarias y el sol se había puesto hace unas pocas horas, había pasado toda la tarde con Fabi y ahora ambas caminábamos de regreso a mi departamento.

—Jade.—Fabi se detuvo por un instante volteando atrás.—Creo que alguien nos está siguiendo.

No pude evitar sonreírle con un poco de burla.—Si tratas de asustarme no lo vas a lograr.

—No, esto es enserio. Desde hace rato escucho pasos detrás de nosotras.

—No te preocupes, estás conmigo no sucederá nada.

—Gracias, que digas eso me hace sentir tan protegida.—dijo con evidente sarcasmo en su voz.

Puse los ojos en blanco.—Tome clases de defensa personal, así que camina y deja atrás el drama.

Seguimos caminando y nos detuvimos en un semáforo esperando a que cambiara, Fabi me golpeó con el codo para que la mirara, hizo una seña para que volteara la cual ignore y seguí caminando con ella serás mío.

Cuando ya estábamos a unas pocas cuadras volvió a golpearme, puse los ojos en blanco sin detenerme hasta que volvió a hacerlo, finalmente volteé mirando claramente como alguien se escondía de inmediato en un callejón.

—Te lo dije.—susurró Fabi un poco alarmada.

—Espera aquí.—camine en dirección adonde había visto que se escondió el tipo.

—¿Estás loca?.—Fabi me sujeto del brazo deteniendo mi paso.—Podría estar armado.

—Aprendí a quitarle un arma a un asaltante, y quiero ver de quien se trata.

—Tal vez un asesino, mejor vamos a tú departamento por favor ya estamos cerca.

Era evidente el miedo en sus ojos y por la manera en la que se aferraba a mí.—Está bien, vamos.

Se podría decir que casi corrimos para el edificio en donde se encontraba mi departamento, Fabi se quedó un rato más conmigo esperando el taxi que pidió para que la llevara a su casa.

Después de que recibí un mensaje de Fabi diciendo que llego con bien me acosté para dormir, había sido un largo día.

(•••)

—Señorita Brett, el tiempo se acabó y puesto que usted no cuenta con el pagó necesito que firme los papeles en donde me cede todos los derechos de la empresa.

—¿Qué pasa si me rehusó a firmarlos?

-—Señorita Brett, esto lo llevaría a juicio donde claramente saldría perdiendo y posiblemente iría a la cárcel.

—Bien.—apreté mis lentes con fuerza tensando mi mandíbula.

Tomé los papeles para firmarlos pero cuando se los iba a entregar todo a mi alrededor se volvió negro. Estaba sola, no entendía porque y de la nada Chase estaba justo frente a mí.

—¿Por qué lo hiciste?

—¿A qué te refieres?

—Le regalaste mi empresa.

—No, claro que no yo... no tuve opción.

—Pudiste hacer más, pero simplemente te rendiste.

—No, yo lo intente pero estaba en una situación muy difícil.

—No mientas, estabas más preocupada por tú boda que no te intereso en lo más mínimo; ahora todo mi esfuerzo y trabajo se fue a la mierda.

—¿Crees que yo quería esto? Tu dejaste esa deuda de la cual no dijiste nada, así que esto es culpa tuya.

—No, tu deber era salvarla y no lo hiciste, no te importo.

—¡Me quebré la cabeza pensando en alguna solución! Simplemente no había nada que yo pudiera hacer.

—Te odio.

Mis ojos se cristalizaron con esas palabras, no entendía porque me había dicho eso pero realmente me dolía... tal vez podría tener razón... y ¿Si era realmente mi culpa?

(•••)

Desperté algo aturdida escuchando el sonido de mi celular, me tomó unos minutos encontrarlo debajo de una mis almohadas.

—¿Diga?—respondí.

—Buenos días cariño.

—Gael.—sonríe.—Buenos días amor.

—¿Seguías dormida?

—Si, estaba muy cansada. ¿Qué hora es?

—Van a dar las 9, ¿Quieres que vayamos a desayunar a algún lado?

—Claro, ¿Nos vemos en Starbucks?

—Si, te espero ahí.

—Bien, te amo.

—También te amo.

Colgué el celular levantándome para ducharme rápidamente, al terminar lave mis dientes, y busque en mi armario algo que ponerme. Opté por un short algo corto de mezclilla, una blusa color lila de manga corta y unas sandalias negras.

Termine de cepillar mi cabello y lo sujete en una coleta, hacia bastante calor hoy. Tome mi bolsa antes de salir, decidí caminar hasta el Starbucks ya que estaba a unas cuadras de distancia de donde yo vivía.

—Hola hermosa.—él ya se encontraba sentado en una de las mesas de afuera.

—Hola.—le di un pequeño beso en la mejilla y me senté en la silla que estaba a su lado.—¿Ya ordenaste?

—No, apenas llegue.

Un chico vino a tomar nuestro pedido y luego de un rato lo trajo puesto que no había mucha gente.

—¿Cómo están las cosas?

—Bien, todo está bien.

—¿Segura?

—La verdad... no.—suspire.—Al parecer tendré que darle la empresa al señor Vega.

—Ojalá pudiera ayudarte, pero no cuento con el dinero o alguna manera de conseguir la cantidad que necesitas.

—Te agradezco tu intención pero esto no tiene solución, cuando Chase hizo este trato era obvio que al final esto sucedería si no hacia los pagos y ahora todo el trabajo que invirtió se va a perder.

—Tranquila, todo va a estar bien linda lo prometo.—acaricio mi mejilla dejándome disfrutar de tu tacto, se inclinó para poder juntar nuestro labios en un pequeño beso.

Estuvimos caminando por aquella plaza hablando acerca de nuestros planes a futuro, Gael quería mudarse a una casa más grande para tener el espacio suficiente cuando quisiéramos tener hijos.

Tuve una extraña sensación que me hizo voltear encontrándome con la silueta de la misma persona que nos había seguido a Fabi y a mí en la noche.

—Gael, espera un momento.

—¿Qué sucede linda?

—Él chico vestido de negro.

—¿Qué tiene?

—Ayer nos siguió a Fabi y a mi cuando regresábamos a mi departamento.

—¿Estás segura? Tal vez lo confundes con alguien más.

Lo mire con detenimiento notando que él hace lo mismo.—No, no es una confusión. Es él mismo tipo.

Gael miro a la misma dirección que yo y aquel sujeto finalmente se fue en dirección opuesta a nosotros.

—¿Y si lo mandó el Señor Vega?.—deduje, era muy posible que trabajara para él.—Tal vez quiere asegurarse de que no me iré del país o algo parecido.

—Al parecer le interesa obtener la empresa si hace que alguien te siga, pero igual tenemos que estar prevenidos para que nada malo te pase.

—No creo que lo haya mandado con la intención de hacerme daño, es obvio que firmaré los papeles para que él sea dueño absoluto.

—Se que hiciste tu mejor esfuerzo para encontrar una solución, al menos ya no quedó en ti.

—Lo sé.—sujetó mi mano en donde llevaba el anillo, dejó un beso sobre está haciéndome sonreír.

—Cada día falta menos, ¿Estás emocionada?

—Sí, estoy muy feliz de convertirme en tu esposa Gael.—pase mis brazos por su cuello acercando más nuestros rostros.

—En menos de dos meses serás la señora Reece.—sonrió para después besar mis labios de una manera tierna, cuando nos quedamos sin aire nos separamos mirándonos directo a los ojos.

—Te amo Gael.

—También te amo.

Estaba tan agradecida con la vida por haberme dado una segunda oportunidad de amar, ansiaba tanto el día de mi boda y finalmente obtener mi final de felices para siempre.

¿Qué podría salir mal?








🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
🧡Gracias por leer🧡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro