Capítulo 1
—¿Todo listo amor? —dijo mi futuro esposo entrando a la recámara.
—Si amor, lo único que falta es que vaya a recoger mi vestido pero todos los demás preparativos ya están.
Termine de cepillar mi cabello colocando mi cepillo en el mueble, lo mire por el espejo y le sonreí, se acercó a mi abrazándome por detrás apoyando su barbilla en mi hombro.
—¿Te he dicho cuánto te amo?
—Si, varias veces al igual que yo te amo a ti. —dejo un pequeño beso en mi mejilla.
—¿Estás emocionada?
—Mucho, no sabes cuánto ansío que llegue el día. —me voltee para quedar frente a frente, enrolle mis brazos en su cuello mientras él me sujetaba de la cintura.
—Solo una semana y serás la señora de Anderson.
—Eso me haría más feliz de lo que ya soy.
—Te amo tanto cariño. —dijo besándome lentamente, disfrutaba del dulce sabor de sus labios, al separarnos mordió ligeramente mi labio inferior.
—No tienes idea de cuánto te amo, lo mejor que me pudo haber pasado es haberte encontrado, simplemente te amo.
—Y yo a ti Jade eres y serás siempre el amor de mi vida. No veo la hora en que te conviertas en mi esposa.
Chase me alzo en brazos haciendo que enrollara mis piernas en su cadera, camino hacia la cama y me acostó sobre esta, se subió encima de mí, de modo que no me aplastará, besándome lentamente.
—Chase. —logre decir cuando se separó de mis labios para que ambos recuperáramos él aliento.
—Dime amor. —respondió acariciando mi cabello.
—Quiero demostrarte cuánto te amo.
Me levante de la cama sentí como mis mejillas se comenzaban a sonrojar, lo mire nuevamente, Chase se encontraba sentado en la orilla de la cama y no dejaba de sonreírme, deshice el nudo que mantenía amarrada mi bata, la quite deslizándola lentamente quedando con el camisón que usaba para dormir.
—¿Qué haces? —me senté a horcajadas sobre su regazo, coloco sus manos en mí cintura, bese cortamente sus labios mientras pasaba mis manos por su cabello ondulado.
—¿Aun no adivinas que quiero hacer? —le susurre sobre sus labios sin dejarlo de mirar a los ojos, esos ojos miel que tanto me gustaban.
Comencé a desabrochar su camisa lentamente bajo su atenta mirada, entre los dos nos deshicimos de la molesta ropa, nos acomodamos en la cama, me encontraba debajo de su cuerpo, nos besábamos en cada momento, ambos soltábamos jadeos y comenzamos a sudar por el calor de nuestros cuerpos, estábamos haciendo el amor, esto no era un polvo ni un revolcón, lo hacíamos con amor, claramente usamos protección aún no queremos tener hijos, ya habíamos planeado que dentro de unos años más comenzaríamos a formar nuestra familia. Cuando terminamos y llegamos al orgasmo juntos me acurruqué en el pecho de Chase que con sus dedos acariciaba la línea de mi columna.
—Te amo Jade y no tienes idea de cuánto.
—Yo también te amo Chase. —me dio un último beso, no decíamos nada, pero era un silencio cómodo, no se cuando me venció el sueño, pero dormí tranquila abrazada de la persona que más amo.
(...)
—Te ves hermosa. —comento Fabiola, se encontraba sentada en un sofá detrás de mí, ella al igual que yo tenía una sonrisa en sus labios.
—Gracias Fabi. —me mire una vez más en el espejo me encanta este vestido.
—¿Jenni no va a venir?
—No ella tuvo que pasar por su vestido de dama de honor al parecer apenas tienen el de ella listo.
—¿Estas emocionada? Te casas en menos de una semana.
—Lose es increíble. Estoy muy feliz.
—¿Y dónde está Chase?
—Él tuvo que irse a un viaje de negocios, regresa en 3 días.
—Al fin podemos decir que terminamos con todos los preparativos, nunca pensé que serían varias cosas que debes hacer para organizar una boda.
—Gracias por ayudarme, las aprecio mucho.
—Para eso están las amigas.
Después de que mi vestido lo guardaran en la caja lo metimos en mi auto y ya que estábamos fuera decidimos ir por un café a Starbucks. Nos sentamos en una mesa que estaba fuera del local hablando de algunos detalles de la boda y sobre su nueva mascota, a ella le encantaban los gatos y si veía a uno en la calle sin hogar se lo llevaba a su caso, yo la verdad prefiero los perros, aunque no tengo uno.
—Si, pero...—de la nada se quedó callada, la mire extrañada ya que no dejaba de mirar lo que sea que la haya hecho callarse.
—¿Qué pasa?
—¿Te acuerdas de Gael?
—Es mi mejora migo, y siempre hablamos por mensaje ¿Por qué?
—Creo que esta aquí.
—Él se fue a otra ciudad por su trabajo.
—Entonces ese tipo se parece mucho a él.
Voltee a la dirección a la que Fabiola miraba, abrí los ojos asombrada de verlo en este lugar, el volteo a mi dirección en cuanto me reconoció sonrió, camino hasta donde estábamos nosotras, me levante y no pude evitar abrazarlo.
—Jade Brett, un gusto volverte a ver.
—Gael Reece, ha pasado mucho tiempo.
—Cinco años para ser exactos. Hola Fabiola me alegro de verte.
—Lo mismo digo, te has puesto más guapo. —Gael soltó una pequeña carcajada ante su comentario.
—Gracias, tu sigues igual de hermosa como la última vez que nos vimos o creo que incluso más.
—¿Cuándo regresaste?
—Hace unos días, me acabo de instalar. Te iba a mandar un mensaje para que nos viéramos, pero el destino se nos adelantó, has cambiado mucho.
—¿Y tú no? Fabiola tiene razón estas más guapo que antes.
—Entonces ¿Antes estaba feo?
—Yo diría que un poco.
—Rompes mi ego. -coloco una mano en su pecho e hizo una mueca de dolor.
—Sigues siendo igual de dramático que antes. ¿Quieres pasar la tarde con nosotras?
—Claro, mi agenda esta libre.
—¿Ahora eres un hombre ocupado? —me sonrió.
Estuvimos caminando por el centro comercial, a veces entrabamos en alguna tienda y compramos una que otra cosa, Fabiola tuvo que irse ya que tenía que hacer algunas cosas, Gael me acompaño hasta mi departamento me ayudo a subir las pocas bolsas que llevaba conmigo mientras que yo llevaba la caja blanca donde se encontraba mi vestido, dejamos las cosas en mi habitación, luego las guardaría, nos quedamos en la sala para seguir con nuestra platica que teníamos desde hace un buen rato.
—¿Sigues saliendo con Anderson?
—Si, de hecho, por si no te diste cuenta por la caja blanca que traía. -le enseñe mi mano izquierda. —Me voy a casar.
—¿Y cuándo te condenas? —le di un golpe en el brazo. —Ouch eso duele.
—En primera no me condeno y contestando a tu pregunta en unos días.
—Es muy pronto.
—Bueno desde hace 6 meses Chase pidió mi mano, así que no creo que sea pronto y espero que vayas a acompañarme en ese día tan importante.
—No me hago responsable si hago algún ridículo en tu vida. —me sonrió y yo solo puse los ojos en blanco. —Y ¿Dónde está tu futuro esposo?
—Salió por un viaje de trabajo, pero regresará a tiempo para la boda.
—Si no es que ya se arrepintió.
—Claro que no, Chase me ama y sé que él desea esto tanto como yo.
—Si tú lo dices, espero que sean muy felices.
Luego de que Gael se fuera, prepare algo para cenar lo había invitado a que me acompañara, pero dijo que no podía ya que debía enviar unos archivos de su trabajo por la deferencia o algo así, después de que termine de cenar y lave los trastes que había usado tome mi celular y llame a Chase.
*Llamada telefónica*
—¡Amor! —contestó al segundo tono.
—Hola amor ¿Qué tal va todo?
—Muy bien linda, todo está saliendo sin contratiempos. Así que no te preocupes que estaré ahí pronto para volver a estar junto a ti.
—Tengo unas cuantas reuniones y debo supervisar el proyecto.
—Bien, te dejo no quiero que mañana estés desvelado por mi culpa.
—Okey amor, te amo mucho que descanses.
—Tu igual amor, yo también te amo.
*Fin de la llamada telefónica*
Nada podría ser más perfecto, en menos de una semana me casaría con la persona que más amo en este planeta, después de una larga espera por fin se cumpliría uno de mis sueños, creo que nada podría arruinar esto.
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