Eleonor, gracias a la ayuda de Olivia, la hermana de Luke, entró a la habitación de Luke.

—¡Hey, Luke! —dijo algo nerviosa.

—¿Eleonor? ¿Qué haces aquí? Habías dicho que no te dejaban entrar.

—Entonces sí lees mis notas...

—Claro que lo hago... No las contesto —suspira—. ¿Qué haces aquí?

—Vengo por respuestas, Luke.

—¿Qué tipo de respuestas...?

—Sólo respóndeme una pregunta, ¿sí?

Luke suspiró resignado.

—Está bien... ¿Cuál es la pregunta?

—¿Qué sucede?

—¿Eh? Nada.

—No, sí pasa algo, sino no estarías aquí.

—¿No es obvio? Tengo leucemia, obviamente estoy en el hospital.

—Pero... ¿Estás mal? ¿Estás bien?

—Eleonor...

—¡Dime, Luke! ¡Dime! ¿Acaso no crees que estoy muy preocupada por ti? Me salvaste.

—Eleonor, no quiero que te sientas obligada a estar conmigo.

—No me siento obligada, estoy contigo porque quiero estarlo, ¿acaso no lo entiendes?

—Bien... Como ya sabes —suspiró—, bueno, como Olivia te dijo, tengo leucemia; no puedo hacer mucho esfuerzo, me canso demasiado rápido, ya no tengo fuerza y creo que ya no puedo hacer la mayoría de las cosas que solía hacer, pero eso no me... No me entristece, sino me molesta, no puedo estar con las personas que amo, no puedo protegerlas. Mis padres están destrozados, Olivia también lo está y mis hermanos también, sólo que lo disimulan, y eso me enfurece. No me gusta que sufran.

—Luke...

—No, Eleonor, no quiero, ni necesito tu lástima.

—No, Luke, no es lástima, solo quiero decirte que... Como tú estuviste ahí para mi yo lo estaré para ti, Luke, no te abandonaré, no lo haría nunca.

Eleonor depositó un dulce beso en la frente de Luke y se dirigió a la puerta.

—Nos vemos mañana.

Pasaron los meses.

Luke seguía igual, no empeoraba ni mejoraba.

Estaba en la fina linea de la salud y la enfermedad.

Eleonor lo visitaba todos los días después de el colegio, y le daba un resumen de todo lo visto en clase, hasta le compartía uno que otro chisme.

Olivia, que era un año menor que Luke, se hizo muy buena amiga de Eleonor, lo cual puso muy celosa a Taylor.

Por parte de Luke, él se dio cuenta de algo muy importante, estaba enamorándose de Eleonor, lo cual era bueno y malo a la vez, él no sabía cuanto tiempo le quedaba pero lo que él sí sabía era que ese tiempo era poco.

Jake estuvo con él en ese momento, de hecho Jake lo había forzado a aceptar sus sentimientos.

—Jake, ¡ya déjame en paz! ¡No me gusta Eleonor!

—¡Claro que lo hace! Luke, soy el cupido de esta ciudad, no me puedes engañar.

—¡No!

—Luke...

—No me gusta.

—Te encanta.

—¡Jake!

—Sólo acéptalo, ¿te gusta verla sonreír? ¿Te gusta hacerla reír? ¿Quieres que sea feliz? ¿Quieres hacerla feliz? Amigo... Eso es amor.

—¡Bien! Me gusta —dijo Luke—, ya vete, va a llegar Eleonor y no quiero que le digas nada raro.

—Está bien... Tú te lo pierdes.

—Claro.

Y por parte de Eleonor, ella seguía en la ignorancia, cada vez que Taylor y Olivia la molestaban ella se enfadaba.

—¡Por favor, Elle, acéptalo! ¡Estás enamorada de mi hermano!

—¡Sí, Elle! Por primera vez estoy de acuerdo con esta —dijo Taylor.

—No me digas "esta", teñida.

—¡No estoy teñida! ¡Mi cabello es natural!

—Claro, teñida.

—Dejen de pelear —dijo Eleonor ignorando la escena.

—¡Pero, Elle! —gritaron ambas al mismo tiempo—. ¡Deja de copiarme!

—¡Basta! —gritó Eleonor— Me tengo que ir, voy a visitar a Luke.

—¡Uhhh! —volvieron a decir al mismo tiempo e hicieron una mirada cómplice entre ellas.

—No... —dijo tranquilamente—, no es amor.

—¿Entonces qué es? —preguntó Taylor.

—No lo sé, pero estoy segura de que no es amor. Me voy —dijo saliendo por la puerta de la habitación de Taylor.

Pocos minutos después Eleonor llegó al hospital.

—¡Señorita Eleanor! —gritó la recepcionista.

—Es "Eleonor".

—No importa, el otro día se le olvidó esto en su habitación —dijo sacando un collar con una pequeña "E" como colgante.

—Eso no es mío.

—Sí lo es. Ahora tómelo y vaya a ver a su novio.

—¡No es mi novio! —dijo Eleonor alejándose.

Eleonor después de caminar hasta la habitación de Luke, entró y caminó hasta llegar a un lado de la ventana. Al ver que Luke no estaba se quedó contemplando el collar.

—Esto no es mío, ¿o sí? No lo recuerdo...

—Hola, Eleonor.

Eleonor dio un pequeño salto y volteó a ver a la persona que le había hablado.

—Oh, Luke, me asustaste —dijo guardando el collar en el bolsillo de su chaqueta.

—¿Qué traes ahí?

—Oh, no es nada. La loca recepcionista me dio algo que no es mío.

—¿Puedo ver?

—Claro.

Luke tomó el collar en sus manos.

—Oh dios, esto es mío...

—¿En serio?

—Sí, bueno... No lo usaba yo pero sí lo compré, para regalarlo.

—Oh, ¿a quién?

—A ti —dijo devolviéndole el objeto— Lo compré antes de todo esto. Supongo que alguno de los días en los que te iba a visitar a tu habitación lo llevaba para dártelo y supongo que lo olvidé ahí.

—Oh, gracias... ¿M-Me lo puedes... Poner?

—Cla-Claro.

Eleonor levantó su cabello y Luke pasó el collar por el fino cuello de Eleonor. Un momento después de abrocharlo Eleonor se dio la vuelta quedando enfrente de Luke.

—Oh muy cer- —dijo Eleonor pero fue interrumpida por los labios de Luke sobre los suyos.

—Pe-Perdón, yo- No quería... Es que... Hoy comí mucho arroz y quedaron unos cuantos granos en mi boca y quería... Quitármelos con tu boca...

—Luke...

—E-E-Eleonor, lo siento, lo siento, lo siento.

—Luke, tranquilo —dijo riendo— Me tengo que ir... Quedé con Olivia a ir a una parte a espaldas de Taylor, así que...

—Claro, ve...

Eleonor salió de la habitación dejando a Luke completamente solo y arrepentido.

—¡Demonios! Demonios, demonios, demonios, ¿por qué hice eso? ¡Lo arruiné!

—Sí, amigo, lo arruinaste —dijo Jake saliendo del baño.

—¿Qué demonios? ¿Qué hacías ahí?

—Nunca me fui, amigo —suspiro y se puso a pensar en la situación—. La verdad no lo arruinaste, de hecho ayudaste en algo.

—¿Ah sí? ¿En qué? —dijo Luke sentándose en su cama.

—Si te lo digo arruinaría la sorpresa...

—Dime, Jake Oliver Olsen.

—Taylor y yo queremos hacer que Eleonor se de cuenta de sus sentimientos hacia ti.

—Eleonor no tiene sentimientos hacia mi.

—Oh, claro que los tiene.

Luke se sonrojó un poco y le dedicó una sonrisa a su amigo Jake.

—¡Ella es tan linda! No sé como no la había besado antes —dijo Luke.

—¿"Granos de arroz"? ¿En serio? ¿No pudiste pensar algo mejor?

—¡Lo sé! Mi mente se puso en blanco, no sabía que hacer, ni que decir.

—Voy a ver a Taylor... Tengo que contarle de esto.

—Creo que Eleonor le contará.

—Sí, eso es obvio, pero si yo no le cuento ¿que clase de novio sería?

—Adiós.

Y Luke quedó nuevamente solo...

—Oh, ya sé.

Luke tomó su celular y marcó el numero de su viejo amigo Alex. Unos segundos después de haber presionado el botón de llamar la otra linea contestó.

—¿Hola?

—Hola, Alex.

—Oh, eres tú.

—¿Me ayudas con algo?

—Claro... Ya solo me hablas para pedirme favores, ¿qué clase de amigo eres?

—Hey, me preocupo por ti, idiota.

—Y ahora me llamas "idiota". Estoy indignado.

—Ya, entonces... ¿me ayudas?

—Hay una chica que me gusta, y bueno, no quiero lastimarla con lo de mi enfermedad pero al mismo tiempo quiero salir con ella.

—¿Es la que dijiste que te hacía notas?

—Sí.

—Hazle una nota. Dile tus sentimientos y que no te importe lo que pase después. Vive el momento.

—Wow, que profundo.

—Solo hazla, seguramente le va a gustar.

—Okey, bien, lo haré.

—Perfecto. Me tengo que ir.

—Adiós —dijo y cortó la llamada.

Luke tomó la primera hoja y el primer lápiz que se cruzó en su camino, y escribió una carta.

—Bien —dijo en un suspiro mezclado con una sonrisa—, ahora... ¿Cómo se la doy a Eleonor?

Se dirigió a su cama, para poder pensar, pero antes de llegar una punzada se sintió en su pecho y Luke cayó al piso.

Eleonor salió del hospital y en su celular tecleó rápidamente el numero de su amiga Taylor.

—Hey... —dijo Taylor al otro lado de la línea—. ¿Qué pasó, querida?

—Lu-Lu-Lu-Luke me besó.

—¿¡Qué?! ¿¡Como?! ¿¡Cuando?! ¿¡Donde?!

—Hablando, él, yo, collar, beso.

—¿¡Qué?!

—Tú, yo, 15 minutos, Sunshine Coffee.

—Okey.

Eleonor cortó la llamada y caminó, más bien, corrió, hacía el primer taxi que vio para poder llegar al café favorito de ella y su amiga Taylor, Sunshine Coffee.

Minutos después llegó, se sentó en la primera mesa disponible que encontró y ordenó un té de rosas.

—¡Elle! Ahora sí, ¡cuéntame todo! —dijo Taylor sentándose en la silla que estaba enfrente de la de Eleonor.

El rostro de Eleonor se tornó rojo al recordar el momento.

—E-E-Eh... Él me... Él me gusta.

—No pensé que te dieras cuenta tan rápido.

—¡¿Él me gusta?!

—Sí, Elle...

—N-No puede ser...

—Oh, claro que sí.

—¿Pero por qué?

—Para el amor no se necesitan razones, simplemente pasa.

—Pero... Luke, yo no le gusto a él.

—¡Él te besó! Piénsalo, Eleonor.

—Oh por dios, tienes razón, ¿qué voy a hacer? Ya no voy a poder actuar como normalmente lo hago.

—Primero planearemos tu declaración de amor.

—¿¡Qué?! ¿Yo? ¿Declararme? A mi se me declaran, yo no lo hago.

—Hoy cambian las cosas...

Eleonor y Taylor se quedaron el el café planeando su plan "Declaración de Elle".

Mientras tanto en el hospital la enfermera llegó a la habitación de Luke para llevarle la cena.

Al entrar no vio al paciente, lo cual la preocupó. Caminó un poco más cerca de la cama y lo vio. Luke estaba tirado en el suelo.

El tiempo pasó.

—¡Luke! Despertaste, llamaré al doctor —dijo Eleonor al ver como los ojos de Luke volvían a abrirse.

—No... No lo hagas.

—Pero, Luke...

—¿Qué me pasó?

—Te desmayaste el otro día, una enfermera dijo que te encontró tirado en el suelo.

—¿Y mis padres?

—Estuvieron aquí toda la noche y la mitad de la mañana, estaban cansados, fueron a comer y a dormir un poco.

—¿Cuánto... Cuánto tiempo llevo dormido?

—No lo sé... Unos tres días —dijo Eleonor mientras abría una las ventanas de la habitación—. Olivia, Jake y Taylor vinieron ayer a visitarte.

—Oh... Agradéceles de mi parte.

—No, tú lo harás, cuando te mejores.

—Elle, tengo algo importante que decirte...

—¿Seguro que no quieres que llame a algún medico.

—No, ven, siéntate.

—Okey... ¿Qué quieres decirme? —dijo Eleonor y se sentó.

—El otro día, en uno de mis chequeos semanales, me dijeron que... Mi situación empeoró, y por much-

—No, Luke —lo interrumpió—. No quiero esta charla.

—Es necesario que te lo diga.

—¿Por qué? ¿Por qué es necesario? —se levantó de el sillón en donde se encontraba sentada.

—¡Porque te amo! —Luke miró a Eleonor y al notar que ella no hablaría él continuo—, Y sé que tu también lo haces.

—¿Po-Por qué dices eso?

—Yo planeaba decírtelo de otra manera-

—Yo igual —murmuró Eleonor.

—Pero... Las circunstancias cambian —Luke suspiró y continuó—, y en el poco tiempo en el que te he conocido bien me enamoré de ti. Me enamoré profundamente de ti.

—Lu-Lu-Luke, yo... Yo-

—Lo que quiero decir es que... Me queda muy poco tiempo —la interrumpió—, y... Quiero aprovechar ese poco tiempo que me queda para estar a tu lado.

Eleonor abrió la boca para hablar, para responder, pero las palabras no salían de sus labios.

En vez de hablar Eleonor se acercó a Luke, el cual estaba mirando hacía el suelo, con alguna que otra lagrima resbalando por sus mejillas.

La pelinegra tomo las mejillas de Luke, con un suave gesto enderezó a Luke y limpió sus lágrimas.

—Te quiero, Luke.

El chico miró a Eleonor un poco sonrojado y apoyó su frente con la de ella.

—Y yo a ti, Eleonor.

Y ella lo besó.

Al separarse por falta de aliento Luke miró a Eleonor avergonzado.

Se alejó un poco, y con la mirada buscó aquella carta que había hecho el otro día. La tomo entre sus manos y se la dio a Eleonor.

—Ten, no la leas aquí... Por favor.

Eleonor ignoró lo que dijo Luke, tomó la carta entre sus manos y la empezó a leer.

"Hey, Eleonor.

Quiero decirte algo muy importante...

Eres una chica muy especial para mi, igual que la manera en la que nos conocimos. Por una estúpida fila en la cafetería del instituto. Tu y tus amigas llegaron tarde y me pidieron "amablemente" mi lugar. Yo, claro, como todo caballero que soy dije:

—Lo siento, está es una fila para comprar comida para humanos, no para perras.

Aún recuerdo como te fuiste refunfuñando con el rostro rojo por el enojo. Y ahora que lo recuerdo nunca me disculpé por eso... Las únicas que no eran perras en ese grupo eran tú y Taylor. Taylor es pan de dios, excepto con Olivia, no sé porqué esas dos se llevan tan mal.

En fin... ¿Qué iba diciendo? Eres una persona muy especial para mi, y sé lo mucho que te hice lastimé sin querer.

Y ahora... Lo más importante, que debí de haber dicho antes, tu me gustas, Eleonor, no puedo decir que desde el primer momento en el que te vi me gustaste, porque eso es mentira, te vi muy guapa y toda la cosa, pero tu actitud no me encantaba del todo, pero desde que te conocí de verdad supe que me gustabas.

Tu eres, no voy a decir perfecta, te enojas de la nada, dices comentarios descorazonados, y eres un poco presumida. Pero también eres muy linda, no solo en lo físico, eres muy dulce, muy divertida, muy tierna, y también... Creo que si escribo todas las virtudes que tienes nunca acabaría.

Eleonor, amo cada parte de ti, tus defectos y tus virtudes, porque son esas las que te hacen ser quien eres, y amo a quien tu eres, no a la chica perfecta que aparentabas ser.

No te pediré que salgas conmigo... Pero si te pediré que te quedes a mi lado el tiempo que quede.

Atte: Luke, "el chico friki".

—Luke...

—Te-Te dije que no la leyeras aquí.

—Luke... Estaré aquí, contigo, no me iré a ninguna parte —dijo dejando la carta de nuevo en el escritorio en donde Luke la tomó y apoyó su frente contra la del chico.

—Gracias —dijo Luke con una sonrisa— Pero... No quiero que te sientas mal cuando... Ya sabes.

—No lo haré, estaré bien, ¿sí? No te preocupes por eso, ahora enfocate en mi.

—Está bien... —dijo depositando un beso en la frente de la chica.

Poco tiempo después llegaron los padres de Luke y Eleonor se tuvo que ir.

Llegando a casa la chica le platicó lo sucedido a su mejor amiga, Taylor, y a Olivia, la hermana de Luke.