Aran caminaba tranquilamente por la tierra de fuego, en una de sus manos descansaba el colgante de aquel dragón, y dentro de el, el mapa del "Continente Elemental". El príncipe había aceptado el plan del híbrido sin rechistar, la verdad no era tan mal plan, y evitaba que Mike tuviera que ver a Lilith... Mike, de solo pensar en él, el joven príncipe sentía calidez dentro de él, planeaba hacer esto de forma rápida y volver con el antiguo, cuanto antes mejor. Pero también planeaba sacarle toda la información posible a Lilith, si ese mapa existía significa que hay más cosas como ese mapa, y eso solo significa peligro, es algo que amenaza la delgada paz entre todo los reinos... Si ese conocimiento cae en malas manos podría iniciar otra guerra. Aran sacudió su cabeza y vio al frente, ya estaba delante del volcán de Lilith; vio a ambos guardias, elementales de fuego que portaban grandes lanzas, estos al verlos se pusieron en guardia.

—Descansen.—ordeno desde el interior del volcán Lilith.

Sin decir nada los guardias volvieron a ver al frente, dejando a Aran entrar; el príncipe solo siguió su andar hasta detenerse delante de Lilith, la reina de fuego solo lo vio sin mucho interés... Hasta que noto el colgante que llevaba en su mano.

—¿De dónde sacaste eso?.—le gritó una alterada Lilith.

—Se le cayó a tu dragón, pero vine a traerte lo.—le respondió con calma el príncipe.

—¿Viste lo que está adentro?.—le pregunto Lilith con calma.

—Un mapa bastante peculiar, su majestad.—le respondió serio.

—¿Así qué le pareció peculiar?, Príncipe.—replicó igual de seria.

—Lilith, ¿Dé dónde salió ese mapa?.—le pregunto el príncipe.

—Un forastero.—le respondió seria sin ocultar nada.

—Ese mapa...—comento Aran.

—Si cae en malas manos empieza una guerra... Por eso lo lleva mi chica.—le interrumpió Lilith.

—Así que tampoco quieres que otra guerra inicie... Lilith, ¿Quién hizo esto?.—repitió el príncipe.

La reina de fuego solo soltó un suspiro pesado y le indico al príncipe que se sentará, este creo una silla con la roca del volcán y se sentó delante de Lilith.

—Tu hermana te contó de "Él", ¿Cierto?.—pregunto Lilith.

—¿"Él"?... ¿El explorador?.—pregunto Aran algo sorprendido y recibió un asentamiento como respuesta.—Me contó lo necesario de él...—añadió con un tono algo oscuro.

—Bueno, él...

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Joash yacía dentro del mar, no muy lejos de la playa, pero el agua ya lo cubría hasta su cintura, por su parte Elizabeth solo había metido los pies al mar, los metía y sacaba del agua hirviente con una clara expresión de dolor. Por su parte Mike descansaba sobre la arena, esperaba a que Aran regresará de su viaje... El antiguo había estado revisando el mapa y viendo a su alrededor, podrían ir hacia el oeste, hacia esa pequeña formación que estaba cerca del reino de tierra, era un sitio que estaba alejado de los elementales de fuego... No debería haber algo de propiedad de ellos en ese sitio.

—No estás concentrada.—regaño Joash a Elizabeth.

—¡Claro que no, me estoy quemando!.—le replicó la chica.

—Yo estoy bien, y estoy muy adentro.—le dijo con calma.

—¡Tu ya habías hecho esto antes!.—le gritó algo molesta.

—Elizabeth concéntrate en el mar, no en la temperatura, entra sin pensar mucho acerca del calor y verás como se enfría.—le señaló con calma el híbrido.

—Claro y después estaré toda quemada, esto es demasiado peligroso entiende lo.—le replicó la chica.

—Elizabeth... No has sacado tus pies del agua.—le señaló el híbrido sonriendo.

Con rapidez la chica vio a sus pies, y en efecto seguían pisando el mar hirviente... Pero ya no estaba caliente, el agua estaba tibia.

—Estabas concentrada en gritarme, así que no notaste el calor inicial, tu cuerpo tampoco, así que inconscientemente usaste tu magia para bajar la temperatura y no notar nunca ese calor.—le explico Joash con calma.—Con hacerlo solo una vez te acostumbras a la sensación.—añadió tranquilo y salió del mar.

—Tienes razón.—comento Elizabeth y se adentro un poco más al mar, el agua seguía tibia.

—Ven Iza, vamos a comer.—le gritó Mike y saco carne ahumada.

El trío se sentó sobre la arena dispuestos a comer, pero a la lejanía pudieron ver como Aran se acercaba; ya volvía, pero tenía un semblante serio, muy serio incluso para él. El príncipe se acercó en silencio y se dispuso a sentarse cerca de Mike, tomo algo de carne y aún sin decir nada la devoró.

—¿Tan mal te fue?.—se atrevió a pregunta Joash.

Una mirada de pocos amigos viajo hasta el híbrido, mientras que la mueca de molestía de Aran solo seguía creciendo.

—¿Quién dibujo el mapa?.—le pregunto Joash ignorando su molestia.

—El explorador.—respondió a secas.

Esa corta respuesta bastó para que el híbrido se quedará en silencio y su expresión de desinterés desapareciera, en cambio una sonrisa algo nerviosa había aparecido en su rostro; los hermanos solo veían expectantes a ambos elementales, ¿Quién era ese tal explorador?.

—Oigan.—los llamo el antiguo.

—El explorador fue el único ser del "Continente Humano" que pudo venir hasta las tierras elementales, y no solo vino hasta aquí, el vivió aquí por un tiempo.—les explico Joash.

—Esa persona dibujo el mapa.—añadió Aran.

—¿Por qué haría eso?. ¿Dónde está ahora?.—pregunto Elizabeth.

El ambiente permaneció en silencio, lo único que lo rompía era el sonido del mar y las olas chocando entre sí; entonces no había respuesta a esas preguntas, el explorador podría estar vivo o muerto, y la razón de creer ese mapa... Era incierta, o eso parecía. Elizabeth suspiro frustrada, no habían descubierto nada realmente útil, aunque sinceramente no esperaba encontrar algo como una conspiración entre elementales para acabar con su propio mundo, eso era algo impensable, los elementales no empezarían una guerra solo por poder o terrenos...

—Estaba viendo nuestro mapa... Podríamos dejar este sitio tan cerca de Lilith y ir a otro lado.—comento Mike.

—¿Sí?. ¿Adónde iríamos?.—pregunto con interés Joash.

Sin decir más nada Mike tomo el mapa y señaló la pequeña "T" que formaba el espacio geográfico de las tierras de fuego,  ese sitio estaba algo alejado de donde estaban ahora, y estaba muy cerca de las tierras elementales de tierra.

—Nunca me he adentrado a ese sitio, el bosque es algo espeso y hay rumores de que hay más bestias ahí.—comento Joash.

—¿Qué bestias?.—pregunto Mike.

—Espíritus de fuego y golems de magma. También se han visto fénix sobrevolando la zona.—le respondió sin muchos ánimos.

—¿Qué tan peligroso puede ser?.—le pregunto Elizabeth.

—No puede ser peor que morir hervido.—le respondió con su tono habitual.

—Entonces salgamos de aquí, estaremos más cerca de tu antigua casa si necesitamos suministro y estaremos lejos de Lilith.—dijo decidida Elizabeth.

—Si, desde ese punto solo sería caminar unas pocas horas hacia el sur y llegaríamos.—señaló Joash.

—Entonces está decidido, iremos hacia allá y viviremos ahí hasta que salgamos de estas tierras.—dijo con una pequeña sonrisa decidida Aran.

—Tomen sus cosas, nos vamos ya.—dijo con autoridad Elizabeth.

En ese momento el cuarteto se separó, cada quien fue por su lado a buscar sus cosas para poder partir. Mike fue por la comida y su bolso para poder partir, pero en medio se su tarea Aran le interrumpió.

—¿Ocurre algo?.—le pregunto un confuso Mike.

—Ya me decidí.—dijo un serio Aran.

Mike lo vio confuso, pero antes de que pudiera reaccionar o decir algo, unos labios callaron los suyos; Aran lo estaba besando, y Mike gustoso correspondió ese beso y abrazo al príncipe, al fin estaba pasando. Mientras que ambos chicos compartían su amor, Joash terminaba de tomar sus cosas y Elizabeth lo veía.

—Sinceramente, ¿Qué tan peligroso es?.—le pregunto la chica.

—No sera un infierno... Pero tampoco será divertido.—le respondió el híbrido.

—¿50/50?.—pregunto algo preocupada.

—Así es, pero estaremos bien.—le respondió con una sonrisa torcida.

—Si... Así será.—comento no muy convencida.

Mientras que ambos chicos volvían feliz por su amor mutuo, los híbridos veían el futuro (peligro) incierto, lo mejor que podían hacer era seguir con el viaje y esperar lo mejor.

Continuará...

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Hasta aquí este nuevo capítulo, espero les haya gustado, estrellita y compartir ayuda, y hasta otra amigos.