06| Justo a Tiempo
Ambos hermanos dormían plácidamente bajo la sombra del árbol; los cerberos veían a ambos descansar desde la lejanía, para las bestias no era normal ver elementales en su hábitat. Alertados por unas ramas que se rompieron, los cerberos vieron detrás de ellos; las bestias se hicieron a un lado para dejar la vía libre, actuaban como si fuesen visto a su rey. Por el camino recién abierto aprecio un hermoso zorro blanco, de casi un metro de altura; el animal se movió con gracia entre los cerberos, dejando revolotear su hermosa cola peinada y se detuvo delante de ambos hermanos, el hermoso animal lamió la mano de Mike y este solo soltó un quejido mientras dormía, de nuevo el animal lamió su mano y está vez logro su objetivo. Al abrir sus ojos la primera cosa con la que se topó el chico fue a un hermoso zorro, no pudo decir nada gracias a la sorpresa que se había llevado; el animal sacudió su cabeza con gracia y entre el pelaje de su cuello se asomó una bolsa que llevaba amarrada al mismo; Mike vio al animal y este se sentó delante de él, esperando e invitándolo a tomar lo que había en la bolsa.
Con solo un poco de desconfianza el chico metió su mano en la bolsa, sintió algo redondo dentro de la misma y lo saco; una manzana, o eso parecía; de un color dorado pálido y con una hoja blanca asomándose de la misma. Mike vio la fruta algo desconcertado, pero el zorro lo vio fijamente, su mirada lo invitaba a probar el fruto; sin esperar más y guiado por el hambre le dio un mordisco...
—¡Elizabeth!.—la llamo de forma enérgica.
—¿Qué pasa?.—le pregunto adormecida.—¿De nuevo?.—añadió con cierta preocupación apenas abriendo los ojos.
—¡Prueba!.—le dijo casi gritando y con una sonrisa.
La recién despierta Elizabeth vio lo que le ofrecía Mike, una manzana... ¿Dorada?; Luego de ver el peculiar fruto vio al lado de Mike, ¡Un zorro blanco!. De nuevo dirigió su mirada a su hermano y este seguía ofreciéndole el fruto con una sonrisa; la chica tomo la manzana y le dio un mordisco; era lo más delicioso que había probado en toda su vida, y después de solo un mordisco sintió como su cuerpo recuperaba parte de sus fuerzas; sin importarle más nada devoró todo el fruto con ansias, luego vio a Mike algo apenada y sonrió, este solo le devolvió la sonrisa. El zorro agitó su cabeza y mostró la bolsa de nuevo, los invitaba a meter la mano; está vez ambos metieron la mano en la bolsa y sacaron más de esas manzanas doradas, y sin dudarlo las devoraron en cuestión de segundos; esto era un milagro.
Luego de haberse comido unas cuantas de esas delicias doradas vieron al zorro sonriendo, era el héroe de ambos; el zorro se acercó un poco más a ambos y exigió su paga por haberlos salvados, caricias. Mike acarició la cabeza del animal sonriendo y Elizabeth acarició su barriga; el animal se dejó acariciar y luego se sacudió para que lo dejarán en paz, y sin previo aviso salió en carrera para alejarse de ambos. Los hermanos se dedicaron una mirada confusa y luego volvieron a ver al animal, este se había parado entre unos árboles, lo esperaba.
—¿Vamos con él?.—pregunto Elizabeth.
—Nos dio comida, no nos devoró, podemos confiar en el.—respondió Mike viendo al animal.
El zorro siguió viéndolos con reclamo ya que no le obedecían, ambos hermanos se dedicaron una sonrisa y sin esperar más se acercaron al zorro; este recuperó su carrera adentrándose cada vez más en el bosque, como si lo conociera de memoria, y los hermanos se dedicaron a seguir a su nuevo guía.
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Corrieron al rededor de una hora sin descansar; esas manzanas sí que llenaban de energía a cualquiera que las coma. Después de ese largo recorrido el zorro había bajado la velocidad, tal vez se había cansado; lo que estaba delante de ellos era un pequeño prado, sin tantos árboles que opacaran el hermoso cielo y su luz, una pocas flores descansaban sobre la pálida hierba y más allá de ellas había alguien. Los hermanos se detuvieron en seco al ver a la persona, pero por su parte el zorro fue corriendo hacia la persona, una chica, está recibió con los brazos abiertos al zorro, lo acarició y lo dejo merodear a su alrededor; los ojos verdes de la chica se posaron de forma indirecta sobre ambos hermanos y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, mientras que el zorro se sentaba a su lado ambos hermanos veían a la chica con incredulidad; era una elemental.
—Nunca antes había visto a alguien por aquí, ¿Quienes son?.—les pregunto de forma tranquila la rubia.
Mike y Elizabeth se dedicaron una mirada de desconfianza y luego volvieron a ver a la rubia; no se había movido ni un milímetro, seguía ahí cual estatua mientras sonreía y acariciaba al hermoso animal.
—Tranquilos, yo no juzgo.—les indico después del silencio.
—Bien, yo soy Elizabeth, y el es mi hermano Mike.—presentó la chica aún desconfiada.
—Elizabeth, Mike, es un placer; yo soy Atena.—se presentó sonriente la rubia.—Ya no somos desconocidos, ¿No es así?.—añadió con amabilidad.
—Ese zorro, ¿Es tuyo?.—se ánimo a preguntar Mike.
—Si, ella es mi pequeña Kali.—les dijo sonriente y acarició al animal.
—Ella nos salvó; si no nos fuera llevado comida fuéramos muerto.—le dijo Elizabeth.—Gracias.—añadió con más confianza.
—Estamos todos para ayudarnos, ¿No?, Elizabeth.—respondió Atena aún sonriente.—Este sitio no es muy seguro, salgamos de aquí, los llevaré al pueblo.—añadió viéndolos.
Ambos hermanos asintieron con la cabeza, en todo caso era mejor ir al pueblo a descansar y hablar que seguir en el húmedo y desolado bosque, habitado solo por bestias. Atena sonrió viéndolos a ambos y se puso de pie junto a Kali.
—Les agradará, es un sitio hermoso lleno de buenas personas.—les informo sin perder esa sonrisa.
—Si tu lo dices.—dijo con una pequeña desconfianza Elizabeth.
—Además, en el pueblo hay más "Doran".—les dijo sonriente y ambos hermanos se vieron desconcertados.—Lo que les dio de comer mi pequeña Kali.—añadió para aclararlo.
—Te refieres a las manzanas doradas.—aclaro Mike.
—¿Manzanas?.—pregunto confundida Atena.
—¿Y el pueblo está muy lejos?.—pregunto Elizabeth para desviar la atención.
—No, realmente no, vengan vamos.—le respondió con una sonrisa de lado.
Atena encabezó el camino mientras Kali iba a su lado; por su parte Mike y Elizabeth los seguían de cerca, era cierto que esto era lo que querían; ir a uno de los pueblos de alguno de los clanes, pero no querían ser descubiertos así, eso podía ponerlos en peligros... ¿Que pensaría un elemental si le decían que ellos venían del mundo humano?. Era un misterio.
Continuará...
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Hasta aquí el capítulo nuevo, espero que les haya gustado, ya saben estrellita y compartir ayuda mucho, los comentarios también inspiran y son divertidos de leer, y ¡Hasta otra amigos!.
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