Capítulo 6 💥
Una visita.
....
— Niña.. atiende la mesa 5 y deja de comerte las nueces— me ordenó Doris con una nalgada haciéndome aterrizar de mis pensamientos. Con las bandejas en el brazo me acerque a una pareja de ancianos que estaban sentados sonriendo como un par de jóvenes enamorados.
— Buenos días, el almuerzo... los envidio — dije avergonzada por interrumpirlos.
— Es nuestro aniversario— respondió la señora mientras le daba la mano al señor, ¿Era raro sentirse así? Conmovida por el romance en el aire.
— ¡Enserio? Felicitaciones, ¿Ya cuantos años juntos son? Pregunte curiosa.
— Son 10.. nos conocimos en el geriátrico, nunca es tarde para el amor.— me respondió el señor mientras le ponía sirope a los panqueques de la señora.
¿O sea se habían conocido tan mayores?
Conociendo mi suerte, posiblemente tendría que esperar 80 años para estar con alguien... Un "alguien" que seguro quisiera matarme por la herencia o tan solo por engañarme.
— la casa invita los batidos tienen extra avena como lo pidieron — les sonreí ellos me miraron llenos de sorpresa.
— Gracias jovencita, que amable y bella eres.
Orgullosa por mi acción, me fui saltando hacia la barra enamorada del amor.
— ¿Otra vez lo hiciste? Me Pregunto Doris levantando la ceja.
— Estaban de aniversario ¿Acaso no es lo mas tierno? Pregunte sonriendo mientras la abrazaba.
— ¡Tierno mi trasero!— espetó— Tienes que aprender a manejar un negocio, si fuera tuyo ya estuviéramos en la quiebra— me regaño y yo apreté los labios.—comes como tres personas y además regalas la comida.
— Lo siento — le respondí en voz baja haciendo puchero.
— Ay pequeña, se nota que eres una niña rica — me sonrió resignada —¿Ya atendiste a los padres de ese niño? Siempre que lo veo esta solo — señaló al pequeño, aquél muchacho sentado en la mesa leyendo un libro. Yo lo mire detallando su estilo y por algún motivo me parecía extrañamente conocido, ¿Sería algún vecino?.
— ¿Puedo tomar mi descanso?
— Igual lo vas a hacer así diga que no.— me respondió, por lo visto yo era bastante "transparente" . Yo tomé un emparedado y lo corte por la mitad, era un clásico club house, con un vaso de té helado, me senté frente al niño.
Detallándolo, el niño era tierno, de cara bastante fina y ojos grandes color verde oliva, sin olvidar señalar sus cejas pobladas y pestañas largas, parecía tener unos 9 o 10 años y a su lado estaba un bolso grande.
Con aquel libro de Harry Potter según la portada y sonreí ya que habían pasado años desde la ultima vez que leí uno...
— ¿Harry potter?¿ Ya murió Sirius black? Pregunte curiosa y el niño levanto su mirada del libro fulminándome con la mirada.
— Lo que faltaba. No me hagas spoiler Señora— me reclamó de forma cortante y yo sonreí.
— ¿Es enserio? Hay unas 7 películas sobre el libro – me burle y el muchacho se puso rojo de la rabia.
— ¡Tonta!
— Tu eres triple tonto y no me ganarás — le dije, por lo visto discutir con niños era mi pasión, pero a pesar de todo; él me recordaba a mi pasado... Asi que hice lo mas maduro que se me ocurrió — Tu niño... ¿me quieres ayudar a comer? Es que estoy en una dieta donde me lleno el plato y luego lo divido así adelgazó- dije sonriendo el levanto su mirada del libro y me miro inspeccionándome.
— ¿No tiene pepinillos? Preguntó interesado.
— No. Los odio. Dije sonriendo.
— Sabes... es una regla tonta—murmuró tomando el pedazo de emparedado ... — Yo te veo igual gorda— me señalo y yo arrugue el rostro.
— ¡No estoy gorda!. Dije tratando de no gritarle al mocoso.
— Si tu lo dices. Dijo él hundiéndose entre hombros, ¿Debía quitarle el emparedado de vuelta?.
— ¿Y tu padres ? Pregunté curiosa, el muchacho palidecido con la pregunta.
— Ya vuelve mi papá, ¿Acaso no lo viste?
— Ya veo. Yo me conocía esa respuesta, y por lo visto este era un fugitivo de su hogar.
El muchacho comió rápidamente y yo termine con hambre por lo poco que había comido y sin darme cuenta él hasta se había bebido mi bebida, mientras trabajamos se hacia la hora de cerrar y el niño aun seguía en la mesa con su libro.
— ¿Que haremos con ese? Pregunto Doris señalándolo.
— Yo me ocupo de él, escapó de casa y no tiene nada de dinero por lo visto. Yo veo como lo ayudo — dije mientras iba cambiarme.
Ya lista, salí y no vi al niño por el lugar- ¿ Seria que se iría a su casa? Pensé, al menos no sería mi problema, pero ya cuando iba caminando unas cuadras mas abajo mire al muchacho parado pensativo mientras ocultaba sus manos en su abrigo.
— Ey niño.. lo llame corriendo hacia él, me miro incomodo y miró a los lados.—Si es contigo- Harry Potter —le dije saludándolo enérgica.
— ¿Que paso? ¿No te han dicho que eres molesta? Preguntó molesto y yo levante la ceja sorprendida.
— ....Wow, — exclame— Si me lo han dicho...¿Y a ti no te han dicho que eres muy gruñón para tu edad? Ignorándome siguió su camino por lo visto sin rumbo y lo seguí.
— ¿Y tus padres? —y ante aquél nerviosismo que mostraba cada vez que le nombraba a sus padres, me confirmaba que era un niño que había huido.
— Ven, vamos a mi casa vivo cerc y tengo pizza —dije señalando la caja.
— No puedo irme con extraños.— señaló con obviedad.
— Me llamo Eleine brooke, soy mesera en el restaurante — dije extendiendo mi mano y eél me miró aun confundido.
— Joseph, me dicen Joe...
— No somos extraños, ven— insistí sonriendo-
— ¿No te han dicho que es peligroso meter extraños a tu casa? Preguntó el niño.
— Mmmm cuando conoces a alguien por tinder y se acuestan en la primera cita... — me detuve y este arrugó el rostro con asco — no... no...,olvídalo ¿Okey? vamos — insistí y Joe puso los ojos en blanco.
— Yo creo que mas idiota eres tu que yo— murmuro y yo le sonreí para abrazarlo, apartándome me siguió de lejos .
Al llegar a casa el niño dejo su maleta en la entrada y miro el lugar con una mueca en su rostro. Por lo visto alguien era un inconformista con la vida.
— ¿Jamás limpias? Me Pregunto asqueado y yo levanté la ceja cuestionándome las razones de haberlo ayudado.
— Cuando tengo tiempo. Me fui a la cocina y detrás de mi él me seguía observando todo.
— Esto parece una escena del crimen, incluso creo que el metro era mejor lugar para dormir ‐ se quejó apartando una caja vacía de cereal de la mesa y sentándose.
— No tengo mucho tiempo de limpiar ¿Feliz? Un momento... ¿el metro dijiste? ¿Ya dormiste alli? Le Pregunte curiosa y preocupada, y su silenció... alli me di cuenta que si lo había hecho y suspiré, no se veía como un niño de la calle. —Entiendo, yo una vez me fugue de casa.. bueno mas de una vez. —le sonreí—, necesitas dinero si vas a escapar— y esté arrugó su rostro incomodo y sin comprender – Si, enserio puedes robarle las joyas a tu mamá o los gemelos a tu padre los empeñas... y ¡Voilá! Pero que no sea con los rumanos de la calle, esos gitanos se llevan todo y no te dan tu dinero — le aconseje recordando como me robaban varías en la calle cuando decidía fugarme de casa.
— Eres bastante inmadura ¿No te lo han dicho?
— Lavate las manos o no comes si vas a criticarme— le respondí molesta, mirándome a la expectativa por lo visto quería que le dijera donde hacerlo.
— Al fondo del pasillo— le señale, rápidamente se bajó de la silla y fue a lavarse.
....
Flashback
— Eleine, ¿ Otra vez te escapaste? Preguntó el muchacho de unos 14 años y la niña sonrió orgullosa, aquella niña de abrigo verde esmeralda y grandes rizos, resaltaba bastante en aquellas calles llena de pobreza y de indigentes.
— Si, ¡es odio estar en casa, prefiero estar en este lugar, contigo! — le respondió sonrojada.
— No deberías estar aquí... no es un sitió to para niñas pequeñas- te llevare a casa. Ven — le insistió tomándole de la mano.
— ¡tu también eres un niño!
— Tengo catorce, así que ven niña...— la trató de llevar hacía él.
— ¡No quiero! ¡No quiero!. ¡No! me quiero quedar contigo, puedes adoptar, puedo ser tu otra hermana.
— Tengo 3 hermanas, ya es suficiente con ellas— le respondió tratando de llevársela arrastrándola del brazo.
— Yo puedo ttrabajar y mira — dijo orgullosa sacando del bolsillo un collar de brillantes. El muchacho lo volvió a guardar y la miró molesto.
— no seas tonta, ven‐ la tomó en sus brazos y la cargo, a pesar de que ella tenía apenas 8 años, ambos se veían como algo mucho mas de su realidad. Para Eleine, el muchacho no era solamente el frio monaguillo de la iglesia, y para él, a pesar de las acciones sin sentido e infantiles que ella hacía,le daba sentimiento, ya que él sabía que era vivir sin el amor de su padre.
Mientras Eleine jugaba pellizcando el rostro del muchacho, para ella le resultaba bastante bonito casi como un príncipe. El pequeño inmigrante tenía ya varios años en New York que había aprendido a camuflajear su acento, había llegado en un barco lleno de inmigrantes que habian escapado de la pobreza en Europa, llegaron buscando un esposo y un padre que tenía 10 años que había ido a América para un "mejor" vivir.
Pero alli estaban, él la cargaba con todo su esfuerzo para lograr llevar a la pesada niña en sus brazos para regresarla a su casa.
Mientras ella le decía que la llevara de paseo, a cualquier lugar... Menos a casa.
......
— Hey, hey, hey — me llamo el niño, y levanté la mirada
— ¿ si?.
— ¿En que pensabas? Pregunto curioso.
— nada.. sólo pensaba.— suspire y él me miró como si estuviera esperando una mejor respuesta— No hablemos de mi, ¿ Ya estas limpio? Le Pregunte y este asintió. Sirviéndole una rebanada de pizza y yo tome la mía nos sentamos a comer.
— ¿ Por que eres buena conmigo? Ni me conoces—dijo escéptico.
— Yo se lo que es fugarse, las calles son muy peligrosas si no estas acostumbrado y se nota que es tu primera vez fugándote, ni tienes dinero.— me burle y este arrugó la frente molesto.
— ¿Vas... a llamar a la policia? Pregunto nervioso
— No, por algo debiste haberlo hecho... ¿No es cierto? si quieres regresar yo te llevo, no tengo problemas— le contesté hundiéndome entre hombros sin importancia, Joe me miraba sorprendido, como si no esperaba esa respuesta.
— Yo, tengo ya 2 días sin que voy a casa. Dudo que me extrañen.—me respondió mientras escarbaba los vegetales de la pizza.
— Te puedes quedar aquí el tiempo que necesites. Es mejor que dormir en el metro‐ le respondí con una sonrisa.
— Te puedes meter en problema, dirán que me secuestraste y te meterías en problemas— me dijo nervioso.
— Siempre estoy en problemas con la ley—le guiñe el ojo—¿ Y que edad tienes? Pregunte curiosa.
— Tengo 9.. cumpliré 10 en... 4 meses — me respondió contando con los dedos y yo me reí por eso gesto tierno.
— ¿ enserio? Puedes ser mi hijo incluso.
— ¿Que edad tienes?
— 27.... Digo 28— rectifique dije recordando mi edad, esto era uno de esos momentos en los cuales siempre me olvidaba de cuantos años tenía.
— Dos cosas: primero; eres muy idiota para tener esa edad. Y segundo, no puedo ser tu hijo— respondió haciéndome muecas.
— Si, si puedes.— le afirme— Una vez me paso algo así con mi ex, ya hasta tenia nombre... se iba a llamar Julius — dije sonriendo y éste me miro incómodo. — Lo siento,ese tipo de historias son para mayores de 18— me reí cubriéndome el rostro avergonzada.
— Eres tonta, mi papá jamás saldría con alguien como tú.. aunque eres muy parecida a la vecina, eres...— me respondió con bastante acidez en sus palabras y me sentí molesta y ofendida.
— ¿ Cómo que con alguien como yo? ¿ Y por que quisiera salir con tu padre? ¿Ah?— le desafíe
— Eres: fea, gorda y además actúas como adolescente, yo dudo que cualquier hombre quisiera casarse contigo.— me señalo con los dedos mientras comía los bordes de la pizza.
— Miren a este mocoso.— Dije llevando mi mano a la cintura— Es increíble, hablas como mi abuelo, estas usando casi las mismas palabras que él, si quieres te dejo en mi casa y que ellos te cuiden. Son perfectos los dos —le respondí sorprendida y él levanto la mirada a apenado, por lo visto se dio cuenta del peso de sus palabras.
— ¿ estas molesta?.
— No.. para nada — menti sonriéndole de forma sarcástica.
— Ya veo y ¿Porqué antes te fugabas de casa? ¿No estas algo grande para hacerlo? Preguntó sorprendida.
— Lo hacía cuando era igual que tu, y la verdad lo hacía para llamar la atención... Y si supieras que nadie me buscaba.. ¡Nadie!.. todos sabían que volvería a los días o me dejaban en el hhotel como un paquete—.
— Mi papá tampoco me buscaría a él no le importó, mi mamá también me abandonó y la abuela...esta viviendo en Italia.. con mis tías, aquí no tengo a nadie.— me dijo en voz baja.
— Te puedo enviar a Italia ¿Tu crees que es un delito?— Pregunte curiosa.
— Lo es.
— Ya entiendo... pero la cosa no debe ser tan mala... ¿O si? A veces uno exagera todo —le dije riendo y él meneo la cabeza a los lados – Yo exageró siempre y soy orgullosa... el orgullo es lo peor que hay. — le respondí con sabiduría.
— Ya veo, debería regresar. Te miró... Y es como no quisiera estar en un futuro—. mirando a su alrededor yo quede me muda en ese momento. ¿Tan mal es mi presente?
— Termina de comer y a dormir.—me fui a mi habitación incomoda. Por lo visto tenía mucho que pensar sobre mi triste vida.
Al otro día, al despertar me encontré con un sitió distinto ¿Y mi sala? ¿Qué le paso a todo? Corriendo por el mobiliario encontré todo limpio y por lo visto había sido obra del muchachito, rescaté un gato y resultó ser Blancanieves
— ¿Qué paso aquí? Pregunte Sorprendida y Joe me sonrió.
— Mi padre me dijo que siempre ayudara al prójimo y tu necesitas mucha ayuda, me iré a mi casa. Ya creo que debería enfrentar a mi padre y dejar de huir de las cosas.— dibujo balanceándose de atrás hacia delante.— Eres un gran ejemplo para mi. Orgullo sonreí y corrí a ayudarlo para sacar las bolsas enormes para llevarlas al contendedor.
— Entonces como tu ejemplo.. dime ¿Por qué? ¿Por mi carisma? ¿Por mi pelo? O...
— Eres lo que no quisiera ser. Eres una buena persona, pero... muy inmadura. ¿Sabes? huir es de cobardes y ningún hombre en mi familia lo fue... Y si tu has huido toda tu vida... recorcholis— me respondió con frialdad, haciéndome sentir que me bañaba con una cubeta helada ¿estaba a tiempo de arrojarlo por el contenedor o no?.
Luego de eso, Joe esperó a que me alistara y ambos salimos del departamento, si tan solo hubiera sido verdad aquella vez que tuve un retraso en ese momento... Actualmente tuviera un hijo de la edad de joe.
Tendría un hijo, y una ex esposa... ¿Extraño?.
Joe parecía bastante ser inteligente y no era feo, su padre seguro lo había educado bien y no parecía ser un niño abandonado y con falta de afecto como éste decía que era.
— Dime la verdad, Joe, ¿Por que huiste? Le Pregunté y este esquivó mi mirada.
— Decirlo en voz alta suena tonto— me respondió sonrojado.
— Veamos.. yo me escape de mi casa porque... — traté de recordarlo—bueno, una vez me escapé porque ... —me detuve y sonreí, recordé lo estúpido que sonaba en voz alta y tampoco sabía porqué a ciencia cierta lo había hecho—mis padres no me llevaron a la fiesta de aniversario de algo tonto en el museo.
— Eso es tonto. Dijo el mirandome arrugando la nariz.
— Hay otras peores... yo me escapaba cada vez que quería y siempre regresaba... siempre... con el rabo entre las piernas.
— ¿Sigues haciéndolo? Preguntó y yo me quede en silencio.
Al llegar al restaurante, Joe se separó de mi y siguió hasta su casa. Esas palabras se quedaron grabadas en mi mente y se repetían en todo el camino.
¿ Yo seguía escapando?
.....
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