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Capítulo 19 💥


En confianza.

....


¿Por qué el peligro siempre estaba detrás de ella? No habían pasado ni 20 años desde ese suceso que jamás borraría de mi memoria y aún el mal no la dejaba tranquila.

Es bastante reflexivo como Dios me mostraba la forma en la qué al vivir incluso bien, no ser malo y que apenas conocíamos el mundo igual sufrías. Era algo que no entendía hasta que me integré en el seminario y busque dentro de mi las respuestas que tanto ansiaba. Por ejemplo, Mi padre el poco tiempo que compartió a mi lado me entrenaba para ser frío y sobre todo a no tener que dudar si la situación lo ameritaba, había sido hijo de un villano y no me perseguían como a la pequeña que solo buscaba amor de sus padres.

Y aún así, el maldito no murió asesinado como imaginaban que terminarían, con referencias en las películas de la mafia ambientadas en New York o Italia donde a cualquier rastro de mafia en tu sangre venía un carro y te descargaba una pistola. Vivió hasta los 60 y algo posiblemente y murió por el colesterol. Ni yo sabía con ciencia cierta su edad, ni me importaba. ¿Qué me enseñó él? No mucho la verdad, a disparar sin temblar o dudar, y él tenia algo que siempre presumía ante todos y era cómo su ley:

" Quería proteger a todos en el barrio"; pero no de gratis, su protección era un arma de doble filo. Tanto como protegía a los demás y cobraba, por el otro lado entregaba a sus hijos a quien pudiera por beneficios.

Primero fui yo y al menos aquél ser me ofreció al abuelo de Eleine, no como un esclavo sexual o algo enfermo que asociaban con "entregar", iba a hacer mi primer trabajo, de día iba a la escuela y a misa y en la tarde vigilaba a su nieta, que incluso había al mismo colegio que yo y había sido expulsada. era un trabajo "facil" y el viejo confiaba en mi mas que en un cuarentón para que cuidara a una niña pequeña. No me quejé de este trabajo, pero los siguientes no fueron tan agradables, y aún así intentaba todo lo que podía para no arrastrar a mis hermanas y como me arrastraba mi padre a la oscuridad sin protegerme, al igual que a Tony con sus hermanos mayores y sus propios problemas, yo tenía que proteger sus intereses y sus inversiones.

Esa tarea de cuidar a aquella niña de casi la edad de mis hermanas, me hizo darme cuenta que desde el momento en que decidí cuidarla y arriesgar mi vida por ella, tenía siempre un impulso inexplicable me decía que la buscara y no la dejara sola.

¿Ignorarla? Lo intentaba, lo intenté desde que vi siendo arrastrada por unos hombres o cuando que la seguí en aquel parque y la vi tambaleándose en el puente.

¿ Intervenir O no?

Siempre podía retirarme, dejarla a ella sola y retroceder. Incluso en este momento sabía que yo podía defenderme y Joe ¿Pero Eleine? Ella era una joven delicada y tierna.

Mis pensamientos de cómo ella iba a lograr defenderse si estaba sola me atormentaban. Joe estaba feliz por decirle que no saliera a la escuela esta semana, pero mi corazón dividía sus deseos de proteger a mi hijo y en proteger a aquella mujer.

De alguna forma mis pies me llevaban sin rumbo y al despertar estaba frente a la cafetería donde ella estaba de turno.

Con su rostro enrojecido estaba golpeando a alguien que al parecer no quería pagar la cuenta, con dos señoras mayores tomándola del brazo y ella escupiendo al hombre en el rostro, éste la empujo cayendo a un lado, rápidamente reaccioné corriendo para entrar a defenderla, pero Eleine se las traía, esa mujer era...

Con un golpe en seco la trigueña arrojó la cafetera casi a un lado del hombre solo fallando para asustarlo.

¿Acaso esa maniática era la débil y delicada florecita que me preocupaba cada noche?

Esa mujer era una loca y recordaba como había luchado a mi lado al momento que nos atacaron los dos hombres, más altos que ella y todo eso de la mano de unos tacones enormes se defendió.

Mis dilemas eran terribles en estos momentos, aparté de querer protegerla al sentir deseos por esa mujer sabía que no estaban permitidos: no pertenecíamos a la misma clase social y yo simplemente fui un desertor del seminario y tampoco que era un millonario, simplemente tenía poco dinero en el bolsillo y una cuenta de ahorro para la universidad de Joe. No era alguien que podía codiciar sus labios, si comprarle unos tacones de lo que ella quería desviaban mi presupuesto anual en una gran curva. Era difícil no sentir nada, y a pesar de haber crecido bajo los valores católicos no podía negar la frase de mi primo Tony al verla arrojar patadas y rasguños a aquél hombre.

"Eleine tenía el mejor culo que había visto y podido tocar" ... al tener esa clase de pensamientos me sacudí nervioso, pero era la realidad, al verla de adolescente y aún yo perteneciente al seminario me di cuenta de eso.

Esa vez no podía negar que era una muchacha sexy y no lograba comprender como su novio había cambiado aquella preciosa muchacha, por volverse mujer.

No entendía este mundo y creo que nadie lograría entenderlo, tal vez solo Dios sabia como hacía las cosas.

......

Eleine.

¿Saben como uno siente que la vida va de mejor en mejor?

A pesar del incidente con el helado de hace varios días, decidí dejar de tomar productos de lácteos que sean mas de 1 litro y que no este en casa.

Continuando en el grupo de manejo de la rabia era imposible creer que me iba increíble, había pasado al noveno paso con mucho sacrificio y cambios en mi vida.... Algunas trampas en mi cuestionario acerca de lo que hacía día, día... pero yo estaba calmada, relajada, ya no discutía con los clientes ni los maldecía en mi mente... Bueno, eso no pasaba tan seguido. ¿Pero sin trampa quien no ganaba y terminaba todo mas rápido? Solo faltaban unas clases mas y me iría de ese lugar y no tendría que recoger basura a un lado de la carretera que dividía la ciudad, o limpiando el césped del Central Park.

Dominic se había liberado del grupo, y siempre iba a buscar... "me", sí, lo volvía a decir en mi mente y sonaba tan extraño:

¡¡él me buscaba!!

Su presencia era una sombra llena de frases cómo respuestas al estilo de : "estoy de casualidad en éste camino" "yo no estoy aquí por ti"... Siempre iba "casualmente" a mi lado en silencio pero tampoco me molestaba.

Esa misma semana había decidido hacer una cena para ofrecerles en agradecimiento por... su baño.

....

Esta mañana me había tocado limpiar el departamento para que no dijeran que yo era una cerda hippie que vivía en desorden. Todo parecía en orden, solo no tenía que levantar las alfombras o abrir los armarios y gabinetes porque se sorprenderían.

Además con fantástico menú que yo misma había preparado, y la sorpresa en sus rostros fue notorio.

— ¿ Puré ... de papas? — preguntaba Joe con una mueca y yo asentí emocionada. —¿ vegetales de microondas...? y eso es... ¿Pizza y carne congelada? — señaló con la misma mueca de asco que me sorprendió.

Yo no había cocinado carne.

— Si, la hice todo con mucho amor para los dos..

— ¿ eso era mezcla deshidratada de puré de papas? ¿ Acaso sacaras pastel de mezcla rápida como postre?— preguntó sarcástico.

— ¿No te gusta el pastel de chocolate? Fue rápido y en el super dijeron que era rico.

— Eleine... ¿cómo te explicó? esta comida simplemente esta llena de— y antes de continuar Dominic le cubrió la boca y sonrió.

— Se ve deliciosa, veo que le pusiste mucho empeño... a la ¿Carne?— dijo tomando el muslo de pollo. ¿ por qué todos decían que era carne?.

— Es pollo frito.. yo misma lo hice...vamos sírvanse con confianza.— los incite. Si, el pollo estaba algo quemado que los hizo creer que era carne, pero aún se podía comer.

— Yo...

— Estas ansioso de comer hijo.. vamos come..— le ordenó Dominic sonriendo mientras le llenaba el plato, me sentí feliz y él se dio cuenta y suspiró.

— Agradezco la comida, Eleine, se ve deliciosa... la próxima comida yo cocinare — dijo sonriendo mientras tomaba el pollo en su mano. y le sacudía lo negro.

— ¿ Hay una próxima comida?— Pregunté sorprendida-

— Si en mi casa... cuando tu quieras, incluso puedes quedarte alli si lo... — antes que continuara Joe lo golpeó molesto y lo miró incómodo. — me avisas...— y el muchacho me fulminó con la mirada.

— Solo no vayas a comer tanto helado... porqué el desagüe no soportara semejante

— Hijo come el pollo— rápidamente Dominic le cubrió la boca con un pedazo de pollo, yo lo miré incómoda y avergonzada.

— No le hagas caso, él es demasiado ... "imposible".— se disculpó y el niño le imitó haciéndole mueca.

— Tu tampoco eres una persona facil... así que ambos son iguales.— suspiré y como si se disculpara sonrió avergonzado.

Luego de un rato en silencio, tomó un panecillo y lo lleno de mantequilla.

— Sabe mejor de lo que esperaba.— dijo probando el pan y yo lo mire sorprendida

— ¿ mejor de lo que esperabas? ¿Qué quieres decir con esto?—

— Nada.. solo, me gusta de verdad... sabe bien...— se defendió nervioso y le sonreí.

Tal vez no era momento de decirle que el pan lo había comprado y por eso sabía bien.

Tenía tanto tiempo que no cocinaba para alguien... que había olvidado esta sensación de estar al menos compartiendo la mesa con una familia... era algo que nunca había conocido a ciencia cierta, lo mas cercano a una reunión con todos los miembros de mi familia había sido en la cena de año nuevo con cientos de desconocidos.

Recordaba a mi tía e incluso a Taylor.

— ¿Y tus padres dónde están? Preguntó curioso Joe

— No tienes que ...

— Tranquilo... ellos están divorciados y tengo una tía y al abuelo, aunque él... Es complicado — respondí pinchando el pollo, viendo como sangraba significando que estaba medio crudo.

¿Ahora como lo sacaba de la mesa?

— Yo extraño a mi abuela así que deberías verlo.. si sigue vivo y ser felices como familia.

— mi abuelo sigue vivo... pero siento que no me va a querer ver.

— ¿Por que no lo haría? Mi abuela sigue queriendo a mi papá así haya dejado los votos y mis primos están presos y su mamá aun los quiere...

— Tienes razón... pero es difícil, mi familia es complicada...— respondi, y peor aun yo era quien lo complicaba todo.

Sintiendo la calidez de la palma de Dominic sobre mi mano y evitando la mirada de Joe, entrelazo sus dedos con los mios y sonrió.

— Yo te apoyo, si quieres... podemos ir y lo visitas.

— Yo también quiero ir.. quiero saber quien es el abuelo de la loca.— Dijo enérgico y Dominic soltó mi mano para golpearlo en el hombro.

Me sentía extraña, era divertido estar a su lado, ver un Dominic mas relajado con su hijo, sonreír y esas peleas como de dos gatos me hacían reir. Los envidiaba, aquél niño tenía un padre que se desvivía por él y yo tenía uno que me había reclamado hace meses que me había gastado el dinero de mi manutención....

¡ De mi puta manutención! ¿Qué pensaba? Si veía ese dinero en mi cuenta obvio lo gastaría porqué era mio.

Después de comer y arreglar la cocina, Dominic tomó sus cosas y llevó al niño a su casa, despidiéndose de mí.

En el cuarto suspire emocionada y al salir de la ducha vestida observe en el suelo debajo de la mesa de noche, algo brillaba allí. Al momento de agacharme escuche el timbre y me levanté sorprendida-

Con los rizos revueltos cayendo sobre mis hombros y una toalla en mi mano me asomé por el ojo de la puerta.

— ¿Dominic? —

Curiosa abrí la puerta y me observó nervioso

— Deje mi billetera.. dijo apartándose y me sonrió — Bonito vestido— . me señaló mi ropa de dormir, que apenas era una camisola de tirantes de color negro y mis hombros empapados, tomé la toalla y envolviendo mi cabello me daba cuenta que Dominic observaba o lo que hacía. —¿ le abres la puerta a todos luciendo asi.

— ¿Así Cómo ?

— Sex... Descubierta...— carraspeo incomodó y yo levanté la ceja.

— Eras tu al otro lado, por lo general no recibo visitas... o a nadie.. — respondí de alguna forma sintiéndome nerviosa.

Estábamos solos, no esta vez no había un Joe, una Marina... estábamos solos, tomándome de la mejilla acarició casi rozándome con la punta de su dedo. Su tacto cálido me hacía electrizar, deslizándose hacia mi cuello ajusto su mano tomándome con delicadeza. Era un momento extraño entre nosotros... esa tensión sexual, cuando la respiración en el aire se volvia más densa, yo no era una persona de decir "amo a ese hombre", habían pasado años desde que había sentido amor.

Pero aquel castaño musculoso e impactante frente a mi, lo que menos me hacía pensar era en amor o esos sentimentalismos baratos, su presencia cada vez me producía en mi pecho y en cada centímetro de mi cuerpo una especie de ¿espasmos?. Ese sentimiento y esa sensación que nunca sentía por alguien y ni siquiera recordaba si lo viví de adolescente.

Su respiración profunda y acercándose hacía mi, inmóvil con los brazos a los lados esperando ese momento, congelada y pasmada, me coloqué de puntillas, cerré los ojos esperando su beso.

— No duermas con el cabello mojado... y déjalo con los rizos, te queda mejor que alisarlo. — dijo con su voz gruesa y besándome con ternura en la frente.

Abrí los ojos y lo vi alejarse, cerró la puerta, y con la boca abierta procesando aquel simple beso en la frente sorprendida me asomé por el ojo de la puerta y él estaba frente a mi.

— Sé que estas alli, Eleine... no confíes en nadie y cierra bien la puerta— vi como se alejaba hasta perderse en el pasillo. Dejándome alli, parada con mis piernas temblando de emoción

¿Qué mierdas me paso? Me preguntaba. tanteando mis labios, al sentir el deseo de tan solo ser tocada tan fuerte, ansiando sus labios y su cuerpo. Me sacudí la cabeza y fui a tirarme al sofa a calmar el fuego que sentía.

"Inhala, exhala... todo es mental"

Pero..

En ningún momento lo vi buscar la billetera, siquiera la había visto ¿Solo vino a calentarme e irse?

Tome el teléfono y lo mas inteligente fue escribirle a mi amiga Pasión, tenía que distraer mi mente, mi corazón...y mi vagina que ansiaba a ese hombre.

Pasión era la estrafalaria agente de deportistas que había estudiado en la misma universidad que yo y se sabía mi vida mejor que yo, al igual que sabía la suya.

— Cuéntame Eleine... ¿ ya se te mojaron las bragas por el monaguillo? . Pregunto riéndose y yo gire los ojos.

— Cállate tonta... yo... no es monaguillo, ni se siquiera que carajos es... pero, ¿Sabes que dijo?

— ¿Qué?

— Dijo que podía acompañarme a ver a mi abuelo y...

— ¿Y? Amiga, nunca es mala idea regresar a tu hogar.— me respondió emocionada.

— Livy, estas en el pueblo donde naciste haciendo una venganza.. son dos historias distintas no...— le corregí

— Tal vez, pero si sé que necesitas por un momento retroceder. Yo lo estoy haciendo, duele... pero era necesario, cuando acabe esta mierda prometo visitarte.

— ¿Lo juras? Te extraño mi oxigenada amiga— dije haciendo puchero.

— Siempre. Ánimos mi periodista. Tu puedes lograrlo y recuerda, si necesitas sexo tengo un catálogo de veinteañeros musculosos dispuestos a satisfacerte.— propuso con picardía.

— Vamos Livy, tienen una agencia de talento, no un prostíbulo... y sabes que no me gustan los hombres que sus poros suden testosterona. – me quejé mientras miraba mis uñas, necesitaba una manicura y escuché la risa de Olivia al otro lado del telefono.

— Cierto, te gustan afeminados y por eso siempre Te enamoras de algún gay de closet...

— No siempre... — refusé ofendida.

— Vamos Eleine ese es tu sello... es cómo que si todo lo que tocaras se volviera homosexual, aunque este seminarista como que rompió el patron de "Solo salgo con chicos tiernos", ya te veré toda agnóstica casándose en la iglesia y siendo madrastra...— se burló y me quejé molesta— Eres la competencia de Oliver con su "Yo nunca" .

— Cállate Livy. Chao – le corte el teléfono y me deje caer en el mueble.

No iba a negar que ella tenía razón, pero tampoco se la iba a dar tan fácil. Por mas que hubiera hablado con ella para olvidarme de la maldita calentura que me había dejado aquel gruñón, mi mano bajo buscando mi parte que solo salía a la luz en una playa nudista y en mi ducha.

Terminé satisfaciéndome de alguna forma mis deseos de forma "manual"... quería imaginarme que Nick Jonás venía hacia mi y me tomaba salvajemente en sus brazos y lo peor que así cerrara los ojos esto no sucedía y solo el rostro, sus labios, sus brazotes... todo Dominic estaba presente.

- ....

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