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Capítulo 11💥

Él 

....

Ya   eran pasada las 12 de la noche y era que empezaba a sentirse que había gente en el lugar, luego del partido había decidido ir al bar de mi amigo, aquel renuente que se había ofendido porque habían eliminado a la selección Rumana del futbol y por eso su nivel de acidez, estaba más fuerte de lo normal prohibiendo pasar el partido en el bar y por eso, todos se habían abstenido de ir al lugar.

— Dominic, no puedo creer que tu aún creas que mi equipo no merecía ir a la final, estas vetado de mi bar— reclamó Nate Poopa, un hombre de mediana edad, mientras golpeaba su vaso sobre la mesa yo me aparté y cruce los brazos, mi amigo pelinegro y barbudo, a pesar de la cantidad de barba que le cubría el rostro podía ver lo molesto que estaba y suspire.

— Me da igual que me prohíbas la entrada al bar. Sabes que yo no vengo a bares y tu eres el que me obliga a venir siempre— le reclamé sarcástico mientras jugaba con el trago, aquél whisky seco quemó mi garganta con su sabor y carraspee un poco por la sensación, por lo visto era algo adulterado y de baja calidad, el hombre refunfuño frunció el ceño.

— Siempre quieres ganar en las discusiones, eres exacto a tu padre ¿ninguno de tu familia puede dejar de discutir con los demás hasta tener la razón? — sonreí avergonzado —por eso no hubieras servido como un sacerdote, tienes suerte que te saliste del seminario— se burló y yo levanté la ceja.

— Me Salí porque mi padre seguía metiendo al negocio a mi hermana y si no me daba cuenta ellas serian las esposas de la mitad de los mafiosos de la zona— le respondí de mala gana al recordar al hijo de puta que abandono sus hijos para después hacer negocios con ellos al crecer.

— Entiendo... a pesar de no ser la historia completa, tampoco te sienta ser cura, eres muy bonito para eso— me señalo el rostro con esa risa burlista.—ese rostro dice portada de revista, estas a tiempo de salir de la casa parroquial y buscar un futuro como modelo—

— Siempre con tus estupideces, querido Nate— respondí cortante y lo ignore, no le importaba mi vida privada y si, era la historia por la mitad pero no me arrepentía ya; si no hubiera hecho eso, no me sintiera acompañado en este momento —

Unos gritos y chillidos femeninos, me llamaron la atención y mirando a la barra una chica que estaba gritando, bailando y contorneándose con un hombre alto dirigiéndose a la pista.

— Otra loca mas — se quejó Nate molesto—estas niñas ya tienen 21 y hacen cualquier desastre, mas bien debería ir a ver porque esa pequeña no luce de 21, otra mocosa con carnet falso y me voy a la quiebra— dijo mirando a la muchacha, la chica bailaba enérgicamente mientras estaba en compañía de un hombre de aspecto extraño, con tan sólo ver sus rizos la reconocí enseguida

— Te aseguro que tiene mas de 21... ya debe estar en sus 28 o 27 años.

— ¿La conoces? Pregunto Nate Sorprendido —¿ en que momento la conociste? Si has pasado mayor parte de tu vida rodeado de hombres— dijo riéndose.

— Mi pasado, ella es un "extraño" pasado— dije sonriendo y la miré detallando la mujer que estaba a unos metros iluminada por las tenues luces, se notaba mas "adulta" no era la misma adolescente delgada que había sacado del lago y que me costó una infección estomacal por tres bacterias y unos 10 kilos menos, seguía teniendo su misma sonrisa característica que nunca dejaría de tener, esa sonrisa amplía con los ojos achinados y aquellas muecas infantiles, con los rizos revueltos y bailando como una hippie, era algo divertido de ver, al menos era feliz, no como siempre la recordaba huyendo de la realidad y llorando, ella al terminar la canción fue dando saltitos y girando hacía el baño.

Realmente no me dejaba de sorprender.

—¿En verdad conoces a ese tipo de chica? Se ve inestable —dijo Nate tomando un trago de su cerveza — en ocasiones viene aquí y mayormente se va sola, siempre se le abalanza a los hombres guapos claro a mi ni me miraría si estuviera en su camino,— agregó riéndose —al menos tu amiga Mérida...

— No te refieras a Eleine de esa forma, como si fuera una puta— le respondí con aspereza, pero algo me hizo enfurecer mas que la conversación con Nate, era que visto algo que había realizado la compañía de Eleine, agitando el trago me di cuenta del nerviosismo en éste, mirando a ambos lados nervioso y llego la chica del baño y se sentó en la barra llena de alegría.

— Mírala, ya conquistó la pequeña alborotadora, hoy por fin tendrá acción —dijo riéndose.

Yo la miraba casi sorprendido por como tomaba la bebida incitada por el hombre. Mis ojos no dejaban de seguirla, en definitiva ya no era esa niñita que recordaba, luego de un rato el rostro de Eleine cambio y se vio más débil al caminar, el hombre la tomó sigilosamente del brazo y se la llevó a la salida mientras ella se arrastraba con debilidad.

— Vamos, Nate. Ese mal nacido seguro la drogó— me levanté furioso.

— ¿CCómo ? Pregunto extrañado, rápidamente me levanto de la mesa y corriendo hacia la pareja que se iba a la salida.

— ¡Infeliz! Le grité al ver cómo la intentaba arrastrar, lo primero que se me ocurrió por esa rabia que me invadía, fue golpearle el rostro al maldito sin importarme nada.

— Pero... ¡¡Qué demonios!!! Gritó el hombre.

— ¡Drogaste a la chica!- le grité molesto y vi a Eleine que se tambaleaba a los lados con el rostro empapado de sudor.

— ¡No lo hice, maldito!. Si quieres una puta consigue la tuya- dijo el hombre furioso, apreté el puño y este escupió a un lado—metete en tus asuntos, bastardo arabe — me respondió al verme con el puño alzado y me abalance hacía él para gompearle.

— A mi no me hables así, Basura sureña — espeté levantando al muchacho desde el cuello.

— ¡Alto! Deténganse, en mi bar nada de peleas— gritó Nate a un lsdo, dejándolo caer, lo llevé arrastrándolo hacia la salida mientras Eleine giraba dando saltitos a su alrededor emocionada como si viviera en una pelicula.

— ¡Siiii! ¡pelea, peleaaaa!—Gritaba enérgica mientras bailaba en el mismo sitio, mire el rostro de la pequeña y aquella energía se mostraba bajo un manto de sudor.

— Señor, es cierto... mire — intervino el muchacho de la barra con el vaso y Nate lo olió y asintió confirmando mis sospechas.

— ¡¡¡Bastardo!!! Grité furioso mientras golpeaba al hombre con fuerza en el rostro.

— Detente, yo me encargo..— me sostuvo Nate como pudo—si sigues se puede formar un problema con tu estado legal, yo llamare a la policía... a la muchacha llévala a mi casa que es mas cerca y si necesita testificar yo le aviso a mi esposa— el Bartender me arrojo a Eleine como si fuera un costal, esta se reía emocionada y la rodee con mis brazos.

— Ven, te llevaré a que descanses Eli— le dije y ella me colocó su pierna en mi cadera.

— Que guapo eres, mucho mas que el vaquero... ¿tienes novia? Si tienes no importa, no se va a enterar—dijo ella riéndose

— Siempre sigues igual de molesta, ¿ puedes caminar?

— Negándome con la cabeza de lado a lado – llévame como a una princesa— respondió mientras me rodeaba con los brazos – quiero ser tu novia, me gustas. Eres lindo... Me gustan lindos.. — dijo abrazándome dejándome olor su cabello con olor a chicle, tenía el maquillaje corrido y los ojos vidriosos... aún así la encontraba tierna, como siempre había pensado que era ella.

— Sigues siendo la misma— le sonreí y la levanté para irnos del local.

— ¿ Alguna vez te has enamorado? Yo si.. —

— Siento que me vas a contar la historia de tu novio travesti ¿es asi? Pregunte agotado al sentir que cada paso que daba me golpeaba en la espalda— ¿ Qué has estado comiendo? Yo te recordaba menos pesada, mocosa.

— Mi "noviooo" que ahora es novia..— sacudiendo su dedo en mi nariz sonrió — ¡Olvídalo! ya terminamos.. tiene una novia... ¡Esposa! Si... esposa con vagina ¿Y yo? Yo no soy. — se quedó en silenció y sonreí aliviado y que al parecer había quedado callada ...— ¿Cómo sabías que te contaría la historia? Pregunto riéndose —yo vivo en unas cuadras mas abajo... te voy a decir... ¡Todo!— me decía una y otra vez su dirección, su número de cuentas e incluso el número de teléfono y donde tenía la llave de repuestos, ya a pocos metros, al llegar al edificio donde vivía Nate suspiré tratando de tomar aire.

O yo me había vuelto débil desde que había salido de prisión o ella muy pesada.... Por lo visto debía de dejar de comer dulces, ya que todo se le iba a las caderas suaves.

En mis brazos, ella simplemente jugaba con mi rostro y se reía cuando estaba en silencio sin hablar, al menos Nate vivía en el primer piso de aquel edificio viejo de 7 pisos, su esposa me abrió rápidamente y me miró sorprendida.

— ¿Y esa niña? Pregunto la señora Poopa, la esposa de Nate asombrada.

— Es una larga historia, ella vive bastante lejos de aquí y con lo que pesa, cargarla caminando es complicado y en mandarla en taxi no confió... puedo...— dije nervioso al verla sorprendida — yo no lo hice...— me aseguré que no imaginara que era capaz de drogar a esa niña.

— Pasa, pasa...— dijo mirando a la muchacha en mis brazos —¿Ella está bien? Pregunto preocupada

— No se como contarlo, espero a que ...

— ¡¡Eres mi esposo!!! Esta casa esta mucho mas linda, dale la propina al botones ¡¡¡te amo!!! Eres el hombre mas guapo que he visto— grito Eleine sobresaltándome y se bajó de mis brazos, la esposa de Nate, me sonrió nerviosa.

— Señor Eliot, señora Elliot— dijo ella sonriendo siguiéndole el juego a Eleine—pasa al cuarto de huéspedes.— Yo suspire y puse los ojos en blanco mientras ella se arrojaba a mis brazos.

— Te voy a hacer mio— ronroneo de forma seductora.

— Cállate Eli. Dije en voz baja — ella se sonrió y empezó a besarme el cuello, la dueña de la casa estaba detrás de mi riéndose, no iba a decir que no sentía nada al sentir los delicados labios de Eleine en mi cuello, me prendía demasiado, la señora al abrir la puerta rápidamente la arroje en la cama casi que cómo un saco de papas y suspire tratando de calmarme y pensar en algo que no sea mi miembro que se levantaba en ese momento – en verdad tu eres..— la señalé molesto.

— Les traeré agua y sabanas limpias— dijo ella saliendo de la habitación.

— ¿Ya es el momento? Que salvaje eres.— Dijo sonriéndome, sin darme cuenta, ella se empezó a desnudar rápidamente y se le lanzó encima de mi.

— Tómame señor guapo, quiero tener un hijo que tenga esos hermosos genes, mi principe.—Dijo besándome en los labios, mi cuerpo reaccionó y sosteniendo su espalda desnuda sentía como me emocionaba más, aquella piel suave y delicada y esos labios con sabor a tequila y cerveza.

— ¡Demonios! ¿Qué te dieron? Joder... ¿Acelerantes de caballos o que mierdas?la empujé en la cama y me subi las mangas de la camisa.

— Tengo que hacer algo contigo... ‐- dije pensativo y ella me miraba con picardía — quédate alli y no te muevas. ¿Entendido? — ella asintió sonriendo y mi mirada le recorrió el cuerpo desnudo.

— En verdad... — suspiré agotado, ya no era una niña pequeña, quién tenía enfrente era una mujer drogada de 28 años, no pude evitar mirar un poco su silueta y aquél cuerpo redondeado, su vientre abultado y ella emocionada se quitó la ropa interior y la miré acalorado aquellos pequeños y sobresalientes pezones—dios, esto es pecado— pensé tragando en seco, tenía que actuar rápido o terminaría siendo violado por ella... ¿Y lo peor?, me gustaría.

Me coloqué encima de ella y la miré nervioso, aquella sonrisa pícara y sus labios carnosos, esa muchacha de piel bronceada natural casi dorada hacía que cada vez me doliera la entrepierna de solo verla.

— ¡Eres guapo! Me gustas —dijo ella mordiéndose los labios y toqueteándome todo.

— Eli,eres una tonta — le dije mientras tomaba el extremo de la sabana y la envolvía, como pude la arreglé en una especie de tabaco a lo que entro la señora con varias sabanas y sonrió al verme encima de ella dándole los últimos toques.

— veo que no lo necesitaran...— se burló dejándolas a un extremo, me dejó en la habitación, pálido y apenado, mientras la pequeña se movía como un gusano tratando de sacar sus brazos me quejé golpeando el colchón.

Al final, ya cansada ella se acostó en mi regazo y la mire con cariño apartando sus rizos de su rostro, aquella muchacha de cachetes redondeados y nariz corta redondeada, tenía rasgos tiernos e infantiles aún.

—En verdad eres una tonta- dije acariciando su rostro— siempre buscas ponerte en peligro, lo haces desde que te conocí y aún ni te das cuenta de quién soy, por lo visto esa memoria de pez es mas fuerte de lo que imaginaba, pero... con lo que habíamos pasado, prefería su pequeña memoria.— me reí y bese su frente cálida apartando los rizos humedecidos por el sudor.

Espero no volver a verte otra vez, Eleine Brooke.

Se feliz... Lo mereces.

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