Amistad y amor.

Punto de vista de Taylor J.

Tenia que afrontar la "disforia" que sentía en estos momentos conmigo mismo una incongruencia con mi género y toda mi vida, engañándome en sentir felicidad en tener un miembro entre las piernas, sintiéndome que engañaba a Eleine.. ella era una buena chica y no podía seguir soportando esto, ya llevaba 2 semanas en su casa y su tía ni se imaginaba que yo estaba allí, dos semanas desde la pelea en mi casa cuando le había contado a mis padres todo y había confesado que jamás había sido feliz siendo quien soy.

Ya estaba tramitando mis papeles para ser responsable legalmente, emanciparme y apenas me quedaba algo de dinero de lo que había ganado en ese concurso y me ayudaba a costearme la parte del proceso.

Habían sido 4800 sin impuestos. ¿ Quien lo imaginaría? aunque no sería suficiente para vivir solo y para continuar estudiando a menos que trabajara a tiempo completo...

Enfrentar la transición solo era difícil, ya le había dicho a mis padres y desde entonces ellos no me habían hablado más y mi novia, Eleine pensaba que era por las notas y por salirme del equipo. No podía dormir cada noche tranquilo con el peso de mi consciencia. La miraba a mi lado pequeña e indefensa, aunque no era tan alto, para ella yo era un gigante, solo nos separaba 5 cm de diferencia de altura.

Sin tocarla, ella dormía tranquila a mi lado, con sus largas pestañas y su cabello alisado, baje a la cocina y mire a la tía de Eleine sentada con su teléfono y una taza a su lado.

— Yo.. dije incómodo, en ningún momento esperaba que ella estuviera aquí.

— Tranquilo, se que duermes con la mocosa desde hace varios años ¿Tenían sexo a los 12 no? —- pregunto y yo negué avergonzado, por mas que ella era un saco de hormonas andante, nunca habíamos hecho algo así hasta que yo tenía unos 15 ... Eleine seguía siendo unos meses menor que yo... y la respetaba. — No soy idiota, no me mires así pequeño... Pase por la universidad y se todo esto. — Dijo ella sonriendo, apenado empecé a retroceder cuando escuche mi nombre— Javier, vi que hay varias cosas masculinas... creo que es tu ropa, en la lavadora. Dijo ella sonriendo y yo trague en seco.

— Yo... — tartamudeando buscando alguna respuesta sonreí nervioso mientras frotaba mis palmas — en mi casa se descompuso.

— Tranquilo no te estoy acusando. Solo... me siento preocupada por ti y por Eleine, tu.. ¿tienes problemas en casa? Pregunto ella curiosa

— Yo.. todo esta bien. — mentí descaradamente con una sonrisa.

— Respuesta equivocada. Dijo ella sonriéndome .— Puedes confiar en mi, te quiero tanto como quiero a Eleine, si no fuera así, no te permitiera estar aquí, se que vives aquí.

— Yo me iré pronto.. estoy buscando un apartamento o algo... que se adapte a mi presupuesto. Respondí nervioso

— Tranquilo no te estoy echando. Puedes quedarte el tiempo que quiera. Solo quiero que sepas que si tienes algún problema puedes contar conmigo. Eres un buen muchacho, has ayudado tanto a Eleine, ella es una chica torpe y rebelde y gracias a ti a mejorado tanto su carácter y no se... en verdad vi el cambio desde que están juntos, ella no tiene una vida fácil, su padre la ignora, mi hermana está en su mundo y yo no soy la mejor figura para cuidar a un niño... y con el secuestro de hace años, la cosa se complicó allá en Nueva York y el abuelo solo la quiere lejos para protegerla, tu en verdad la has ayudado mucho mas de lo que yo pude. Gracias, si se quieren casar ahora tienen mi apoyo.

— ¿Casarnos? Pregunte sorprendido.

— Si.. es lo que siempre ella me habla, imagina su boda a todo lo alto, con un camino de flores y un vestido pomposo. Lo ha estado planeando desde que son niños. Es algo que le hace ilusión— dijo ella sonriendo. Trague en seco ante esas palabras, de por sí ya estaba incomodo y sabía que tenía que hacer algo para decirle la verdad.

Era el momento no podía hacerle eso a una chica tan genial como Eleine.

(...)

— ¿Recuerdas la primera vez que vinimos a la playa? Pregunto ella sonriente, Eleine tenía puesto un delicado vestido de flores blancas y amarillas, aunque llevaba un traje de baño veía como se marcaban sus pechos en el escote pronunciado, la brisa jugaba con su vestido y con su cabello, tanto que lo ató en una coleta alta dejando algunos rizos, yo la miré sonriendo era hermosa , no merecía sufrir así.

— Si, parece que hubiera sido ayer. Jamás me imaginé que saldría con la chica más genial del colegio. ‐ respondí, con una sonrisa cubriéndose el rostro en un acto de ternura suspire... era ahora o nunca - Yo.. Tengo que decirte algo, tal vez no te vaya a gustar...pero...

— Yo también tengo que contarte algo. —me interrumpió emocionada.

— dilo tú primero.

— ¡Estoy embarazada!. Gritó ella y sintiendo como la tensión se me bajaba, casi con la quijada que se me salía.

— pero.. pero..— murmure con ese tartamudeo de la impresión — tu tienes 16 y yo 17... — respondí nervioso.

— Pronto cumpliré 17 y además ...

— Pero.. tu te estabas cuidando, yo igual... yo y además no tenemos dinero para tener un hijo.- Le interrumpí.

— Corrección yo tengo dinero para tener un hijo, lo que significa que ambos tenemos dinero para un hijo — dijo ella sonriendo, — nos podemos casar antes de que la barriga se note. Dijo ella sonriendo.

— ¿Barriga? Eleine... – no puedo casarme así. Yo.. la mire y su rostro cambió. Yo.. —dije nervioso, era ahora o nunca... callar para siempre, con un hijo en camino.. – voy a cambiarme de género.— grité firmemente y ella me miro sorprendida.

— Tu.. ¿ es un chiste no? Pregunto ella riéndose.

— Yo.. no. Yo quiero ser mujer, yo siento que siempre fui mujer. Se que no tengo lo suficiente para el cambio hormonal pero... yo todo este tiempo.

— Pero... ¿eso no se quita con un ibuprofeno?— preguntó confundida

— No Eleine, no voy a tomar ibuprofeno para ser hombre otra vez... he ido a un psicólogo para tratar mi disforia creo que le dicen así.. me decidí. Yo .. tengo disforia de genero.

— A mi me dio eso, te lo juro que con protector gástrico y antibiótico...

— No Eleine, eso es difteria, y a ti te dio fue amebiasis que fue distinto porque no lavaste la lechiga— dije y mire su rostro sorprendido, llevándose las manos al vientre- ¿ocurre algo? Pregunte y ella se miro sorprendida.

— Yo... me duele el vientre,— se levantó rápidamente el vestido y mire una pequeña mancha en su ropa interior.

— ¡Estas perdiendo al bebé.! Cargándola, corrí al auto y la llevé a emergencias, estaba nervioso mientras ella seguía en shock sin quejarse, solo arrugando su rostro y con las lágrimas en su rostro.

(...)

— ¡Por favor. Necesitamos un médico! ella estaba mal!— ordené nervioso. Corrió un enfermero y la llevaron adentro, desde afuera nervioso y en menos de 20 minutos salió una enfermera.

— Puede pasar, dijo ella- yo entre nervioso y la vi cabizbaja.

— ¿Esta bien, doctor? ¿Y mi..— Pregunte nervioso, era un doctor algo mayor

— siéntese joven. Dijo muy serio. Me sentí avergonzado, nervioso y asustado no sabía que carajos sentía en ese momento.

— no estoy embarazada. Murmuraba apenada.

— pero... ella tenía un retraso , muy normal en mujeres de su edad, si continúa presentándose el próximo mes tendrá que venir para hacer mas pruebas. Todo fue que le bajó su periodo y por lo visto tiene ya una indigestión desde hace días.

— ¿Estabas mal? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Estas mejor? La bombardeé de preguntas y el doctor interrumpió.

— Lo esta, le dimos una inyección para los cólicos y ya esta mejor. Pero para que no pasen otro de estos "momentos " es mejor que tengan presente los métodos de cuidado anticonceptivos.— dijo sacando un puñado de condones de la gaveta y ella bajo la cabeza avergonzada.

— ¿ estas bien? Pregunte confundido y ella asintió

— ya sabe señorita se lo tiene que tomar cada 8 horas y recuerde que tiene que relajarse. Mucho de estas situaciones pueden reflejarse en su vida, el estrés no es algo fácil y no es lo ideal para que una joven esté así tan joven

— gracias doctor. Murmuro en voz baja levantándose, sin mirarme se despidió del doctor — vámonos, dijo muy seria mientras caminaba a la salida, ya fuera del consultorio la mire preocupado, jamás la había visto así. Un cambió realmente en ella, tanto en su rostro como en su estado anímico.

— ¿estas bien? Pregunte confundido.

— ¡Solo quiero ir a bañarme e irme a casa! Dijo ella caminando rápidamente a pagar la consulta. La mire sorprendido, en todo el camino a casa no dijo nada, miraba la ventanilla confundida e incómoda. –¿ estas?... pregunte nervioso y ella me miro fulminándome. — Okey no diré nada —

Al llegar a casa, ella entro al baño y no salió luego de una hora, con su pijama azul de estrellitas y sus pantuflas rosadas me miro muy con los ojos enrojecidos y una toalla en su cabello ¿ se había vuelto a quemar con los ojos con el champú? Me pregunté.

— Tu.. eh...— dijo ella nerviosa,— lo siento, me adelante con lo del bebé fue algo... de verdad te amo. Y no lo hice apropósito solo... . dijo ella nerviosa— Pero tenía las náuseas, el retraso, el vómito.. todos los síntomas.

— Eli, ¿si te sentías así porque no lo hablaste conmigo? Pregunte mientras le tomaba las manos.

— han sido semanas difíciles, no se si me quieres yo.... pero.. esto... nosotros.. ¿Qué somos? Pregunto ella casi con sus lagrimas en sus ojos. yo la miré aún sin saber que decir.

— ¿ Somos.. almas gemelas.? Respondí sonriendo ella me miró con esa sonrisa fingida.

— ¿Eres .. gay? Pregunto ella

— Yo.. no creo, jamás me he sentido atraído sexualmente hacia chicos.. o chicas, hasta que llegaste tu.. y—

— ¿Lo nuestro fue real?.

— Siento que es real.. solo que yo... no me siento cómodo conmigo mismo, yo no soy así, cuando estoy a tu lado me siento tan celoso de que eres libre, eres .. perfecta y yo, no estoy dañado pero.. necesito ser quien soy. Yo no soy esto. — Dije señalándome. Ella me miro y se levanto de la cama.

— Tú duerme aquí, yo... iré a dormir en la cama de mi tía.

— Me iré mañana.. yo... — dije nervioso.

— No lo hagas. Solo déjame procesar todo.— me interrumpió mientras tomaba su almohada y se iba, me dejó solo en esa gran habitación.

Y mire mi alrededor, había tanto de nosotros aquí, mirando la pared llena de fotografías, nosotros juntos en vacaciones, en la playa. La mayoría de la memoria de mi teléfono era de sus fotos.

Yo había dañado lo más bello que había pasado en mi vida, por una decisión egoísta, pero tenía que vivir mi propia vida y no podía a arrastrar a Eleine a esta miseria.

(...)