Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Ocho: "Un mundo nuevo."


—Señor, de verdad, ¡las rocas se están moviendo! —Grito un cadete dando veracidad a las palabras de su compañero.

Luego de los gritos las rocas sacaron patas y comenzaron a atacar a cada explorador. Las rocas eran tantas que cada uno tenía unas 3 para cada quien.

Conor estaba atento y notó de lo que sé trataba. ¡Eran arañas o algo parecido!. Criaturas de nombre Aquioks, con tamaños desde 60 CM de altura hasta 1.5 Metros promedio, con patas afiladas, mordidas potentes, una fuerza brutal con hasta 1000 KG de presión y alta resistencia por su exoesqueleto con forma de roca. Sin duda estas criaturas eran depredadores nocturnos.

Una batalla interesante comenzó pues, Conor dijo que, de ser posible, no mataran a ninguna.

Eso fue complicado teniendo en cuenta la misión de preservar sus vidas pero, siguieron la orden como fue dada y comenzaron a tratar de adecuar su estilo de combate para ahuyentar o defenderse sin dañar a las criaturas.

Era divertido ver a los Cadetes, Soldados y Destructores pelear con sus distintas armas hechas para matar y despedazar pero, haciendo la lucha muy sensible y reprimiendo sus deseos por luchar.

Cada quien detenía los golpes potentes como podía. Todos disponían de sus armas especiales, lanzas de doble cuchilla, espadas, lanzas, arcos y flechas, hachas, mazos, Chakrams, hojas dobles, cadenas y guantes de guerra. Todas armas muy resistentes por sus materiales especiales por lo que, los golpes de las arañas no les hacían ni rasguños pese a ser fuertes. Así es como se protegían de tales golpes.

Había un destructor clase 2 que destacó pues, se enfrentó a una araña gigante de 1.80 metros con unas patas robustas y muy llena de fuerza, tanto que sus ojos brillaban de ira en esa estrellada noche pero al joven eso no le intimidaba.

El joven destructor mostró sus garras al pelear con sus hojas dobles contra la monstruosa criatura que tenía en frente. Tal criatura le atacaba con sus patas o le embestía pero, si el destructor no evitaba el impacto saltando, lo frenaba de golpe cruzando sus espadas improvisando un escudo y, aunque la bestia le hacía retroceder rascando algo del suelo donde estaban, jamás le votó dando así lugar a que el desenfrenado destructor arremetiera a la araña rocosa con un sinnúmero de ataques múltiples de sus hojas dobles haciendo caer de lado a la gran bestia y para finalizar, el destructor la tomó desde su exoesqueleto y la levantó con una fuerza llena de barbarie dejándola boca arriba sobre su cabeza sujeta con sus dos manos que, tras un impulso, lanzó lejos a la criatura haciéndola dar un par de vueltas hasta que chocó contra un árbol.

Al final, el destructor hizo huir a no sólo esa araña, sino a varias detrás de ella por su agresividad y sus ataques que no las mataban pero, hacían que las arañas cuestionaran sus instintos de lucha y se marcharán temiéndole.

Entre todo el bullicio nocturno del combate un soldado comenzó a notar que faltaban militares, esto le asustó y lo gritó a sus compañeros.

—¡Estas arañas están secuestrando a algunos de nosotros, aquí faltan compañeros! —Gritó sin decoro el agitado soldado.

Otros rápidamente notaron eso y apresuraron su actuar contra las arañas por lo que, intensificaron su presión sobre las arañas haciendo que otras se fueran reduciendo así su número.

La noche comenzaba a espesar por nubes que cubrían la luna cada tanto, no obstante, aún con la oscuridad en contra, un destructor notó que Conor no estaba, Conor había desaparecido.

Fue en ese momento que el pánico inundó a varios de ellos perdiendo la concentración.

—¡¿De verdad han derrotado al Rey?! —Cuestionaban con pavor los militares confundidos entre la espesa oscuridad.

—No me importa como sea esto, ¡acabaré con estas malditas arañas de una vez! . —Exclamó un soldado clase 1 con mucha determinación y molesto por el cansancio de estar luchando contra un enemigo que no cesaba.

Al instante este soldado lleno de fuerza y concentró tales fuerzas haciéndose uno con el gran mazo que cargaba. Seguido a eso, tras sujetar el mango con fuerza y tener sus ojos cerrados buscando dentro de si mismo, el liberó luz de sus manos que rápidamente pasó a su mazo lo que se tradujo en que logró cargar energéticamente su arma especial y por eso, con gran fuerza levantó el mazo para impactarlo brutalmente contra el suelo rompiéndolo y haciéndole temblar a 50 metros a la redonda. El impacto había sido sin duda fuerte y deslumbrante pues, luz salió del golpe y hizo billar las grietas del suelo, mismas que espantaron a las arañas.

Muchos se sorprendieron por la técnica usada por su compañero y quedaron anonadados del poder de dicha técnica pero, la admiración les duró poco pues, las arañas que se marcharon volvieron y más intensas esta vez.

Las arañas en sus instintos de animales sin conciencia salieron huyendo pero, también los instintos les hicieron recordar que, esa montaña era su hogar y que los dragones eran invasores por lo que volvieron para recuperar su territorio.

—¿No recuerdan lo que vimos al entrar a este lugar?, grandes árboles con robustas ramas. ¿Tan difícil fue entenderlo que sólo los de clases altas lo percibieron? —Se escuchó a Conor hablar sin saber desde donde lo hacía.

Todos los militares estaban confundidos y comezón a gritar el nombre del monarca con tal de tener a su rey de vuelta y recibir instrucciones de su actuar.

—Les preocupa que yo no esté cuando el o objetivo de la misión es precisamente volverles independientes. Soldados que puedan responder como se debe en múltiples situaciones de alto peligro. —Criticó el desaparecido Conor.

Enfadados y preocupados algunos soldados comenzaron a criticar a Conor y decirle que lo que estaba haciendo era para nada gracioso y Conor al ver esos comportamientos no tuvo más remedio que perder las esperanzas y revelarse.

—Mientras eviten que las arañas les arranquen el páncreas, ¿podrían voltear a ver hacia arriba? —Dijo Conor un poco decepcionado pero sorprendiendo a quienes le creían desaparecido.

Tras sus palabras, todos los que estaban en tierra vieron no sólo a Conor posado muy tranquilo sobre una gran rama de un árbol, si no a las siluetas de todos aquellos que creían desaparecidos que sorprendentemente eran los altos mandos que acompañaban de ambos pueblos.

Los oficiales, Sargentos y Comandantes que estaban en las ramas sólo observaban aquellas caras anonadadas por la imagen que estaban teniendo y la auto vergüenza que se habían generado.

—¿Ahora lo entienden? Espero y sí. Ya suban de una vez y dejen a esas arañitas en paz. —Comentó y pidió Conor a sus exploradores que estaban en tierra.

Pronto los militares saltaron a las ramas y cada uno se sentó en ellas observando como las arañas no podían escalar por sus patas y peso que no les dejaban. Siendo así, Conor tubo tiempo de explicar.

—Quizá lo tomen como regaño pero, es verdad. Deben analizar su entorno. Donde anden, no importa que, deben analizar cada cosa que les rodee y estar atentos a cualquier ventaja, solo así sobrevivirán y como pudieron ver, solo los de rangos mayores fueron capaces de percatarse que el camino no era por el suelo. Aprendan y continúen mejorando, esa es la verdadera forma. —Dijo Conor con un tono medio fuerte para generar impacto en sus exploradores y así estos pudieran entender.

—Lo lamento mi señor, como Destructor clase 3 me siento apenado de mi débil comportamiento y le pido disculpas en nombre de mis compañeros. —Dijo avergonzado Lortz Puw, el destructor que fue el primero en entender lo de la libertad que Conor les daba cuando estaban en el palacio.

—Sí, no te molestes. Ni tú ni nadie pida disculpas, mejor, analicen todo lo que hicieron mal y arréglenlo. Sí no pueden por ustedes solos tomen por referencia a los de rangos más altos y no los imiten, supérenlos, es una orden. —Explicó Conor algo decepcionando pero esperanzado aún así que las cosas fueran a mejor.

Luego del regaño y corrección que Conor les aplicó a todos los que se quedaron peleando, Conor orientó que debían encontrar la forma de acomodarse en los árboles si querían dormir, de lo contrario, pasarían en vela por lo que cada quien busco una rama fuerte y trataron de acomodarse fallando en el intento. Fallaron de forma vergonzosa pero, fue idea de Rashii Balto que un soldado se convirtiera en Humidrag y congelará todas las ramas creando plataformas donde poner las mochilas y poder dormir.

Esa noche el fue elogiado por Conor al ver su destreza al encontrar un remedio a la situación; si bien es cierto que Conor sabía que eso es lo que debían hacer, quería dejar que alguien lo lograra y por suerte fue así.

Cuando las estructuras estuvieron hechas allá por las 8:30 de la noche, Conor pasó a decir algunas palabras de interés.

—Sé que muchos pueden sentirse mal por lo dicho sobre las arañas y su real incompetencia al encontrar una forma de no ser atacados sin matarlas. Aún con eso, es destacable cada estrategia de cada uno. Sin lugar a dudas el estilo único de todos fue espectacular el ver como contenían su fuerza y actuaban deslumbrado cada vez más. Debo aplaudirles eso, ¿verdad, Rosh? —Exclamó su admiración Conor ante el desempeño de sus exploradores y pidió el aporte de Rosh Cumbet, comandante clase 2, uno de los miembros más fuertes y audaces del grupo.

—En efecto. Esta turba de jóvenes me han dejado impresionado pues, en los entrenamientos no se notaban tan creativos y feroces. Sin duda me han dejado un buen sabor de boca y ¡¿el chico que logró usar el poder de su mazo?!, ¡eso fue brutal!, así mismo el tipo que se batió con la araña más grande y furiosa. Sublime chicos y chicas, si que prometen. —Contó el comandante Rosh levantado el ánimo de todos  con una gran sonrisa carismática en su rostro ya algo arrugado de unos 129 años.

—¡Muchas gracias, señor!, ¡es un honor señor! —Respondieron todos al unísono.

Más tarde una destructor preguntó por la técnica que uso el chico del mazo y otros se le sumaron pues eso generaba intriga entre los exploradores.

—¿Por qué no dejan que el se los cuente?. hey tú, el del mazo, te llamas Darwin Dew, ¿no? Ven acá y cuéntanos. —Dijo Conor llamando a Darwin el cual arreglaba sus cosas en su plataforma y se sorprendió al escuchar el llamado de Conor.

—Voy en seguida su majestad. —Dijo algo nervioso.

Ya cuando estuvo ahí pudieron hablar de forma amena mientras todos agudizaban su audición.

—Lo único que supe es que estas armas son especiales y aprovechan mejor el poder y la energía, así como mostró en los entrenamientos y se indicó en una sección de su libro. Tras meditarlo sentí como si pudiera acceder a mi poder de fuego con esta forma, la antropomórfica. Además, si podemos usar la técnica de la bengala haciendo chispas con las manos, significa que producimos algún tipo de energía por lo que lo probé hasta que supe que funcionaría y sin temer lo usé para generar un terremoto pequeño que ahuyentara a las arañas, eso fue lo que hice. —Explicó Darwin algo titubeante pues Conor le parecía intimidante.

—En efecto. El ha dicho el secreto. Mañana practicaremos esto mientras avancemos por la siguiente pradera. —Afirmó Conor dando veracidad a todo lo explicado por Darwin el cual se alegró al escucharlo.

—Sólo hay una anotación que quiero hacer y es que, ese no fue tú poder de fuego, no sabemos que es, parece magia o el poder de fuego pero la verdad es que no sabemos. Esa energía es misteriosa, tanto que solo algunos seres pueden captarla y usarla según su capacidad. Sin duda es raro pero ella está ahí sin que la percibamos y de hecho, si no es que alguien interactúe con ella, no haría ningún cambio pero, al ser manipulada puede cambiar muchas cosas. —Explicó Conor asombrando a todos los que oían.

Pronto fueron a dormir y apagaron las fogatas que habían puesto a arder para tener luz. Así optaron por dormir tranquilos sin miedo a lluvias pues era primavera y no eran muy frecuentes en esa zona.

La noche estrellada les dio cobijo a todos los ya cansados, quizá ni exhaustos pero si tenían desgaste por todo lo vivido en un día. Cada quien recordó su hogar y lo serca y lejos que estaban a la vez de él. Poco a poco pasó la noche y la luna alcanzó su punto más alto y sus rayos de luz atravesaban partidos por las frondosas hojas de los grandes árboles donde descansaban, así, estaban rodeados de rayos de tragaluces naturales que no permitían que estuvieran en completa penumbra y que se irían moviendo según la luna lo hiciera.

Ya en la mañana cuando la luna terminó su turno y el sol nació resplandeciente como el alma de un guerrero glorificado por sus hazañas, cuando los pajaritos comezón su melodía y las arañas fueron a dormir; fue entonces que los murciélagos dejaron las frutas para dar paso a las mariposas y abejas por las flores. Tal hermosa mañana dio lugar a una mariposa de alas moradas para que entre su vuelo se posara sobre la nariz de Conor despertándolo por el cosquilleo y con el todo su grupo de exploradores también despertó y muy listos para más aventuras.

Derritieron todas las plataformas donde durmieron y comenzaron su rumbo por sobre las ramas.

De salto en salto avanzaban libremente, algunos un poco más duros y otros muy flexibles que parecían deslizarse por el aire con cada moviendo.

Las hojas eran azotadas por la fuerza del viento que arrastraba cada uno, las ardillas huían al ver esas extrañas criaturas columpiarse y saltar por el lugar y así mismo, las telarañas que arañas normales habían sido creadas por la noche fueron deshechas por los vientos acarreados. No había duda de que era fantástico verles moverse pero ninguno como aquel chico con el que el rey peleo en el palacio.

Joss Faxer, ese era el nombre de ese soldado que se movía como el viento. Los demás al verle se percataban el como se veía como si volara o nadara pues, con sus manos se sujetaba suave de una rama para dar una vuelta de 360 grados y impulsarse para salir propulsado a otra la que tomaba como un pasamanos estirando un brazo tras otro sin miedo tras la secuencia de ramas y de pronto, solo se dejaba caer para sujetarse de otras ramas de más abajo sacudiendo todo a su paso, alborotando los pajarillos que ahí estaban y trayendo consigo un gran impulso.
También ocurría que, cuando un tronco se oponía en su vuelo, se lanzaba a el y con una flexibilidad extraña se sujetaba de la corteza cosa que le hacia descender dando vueltas sobre el tronco hasta apuntar a una rama cercana y con sus pies puestos como patines sobre el trono se lanzaba. Un gran salto sin duda donde se le veía pasar más de 13 metros sobre el aire entre hojas que caían por el estruendo, manteniendo una respiración liviana y sintiéndose uno con el entorno, así es como conseguía sujetarse para seguir rumbo a la pradera después de la boscosa montaña.

Después del espectáculo que el dió y los demás siguieron, llegaron a un punto donde los árboles fueron acabando y las ramas se volvían delgadas, por tanto, era peligroso seguir en el aire así que frenaron para descender al suelo y ver lo poco de la montaña que les quedaba, a lo mucho unos 100 metros.

Ya una vez a faldas de la montaña vieron un valle curioso.

El el lugar habían menos pasto que antes y más rocas grandes. También podías ver más plantas cantadoras, unos árboles de fruto de fuego, cariñosas y algunas Grandes tortugas Dexamení.

—¿Qué son esos frutos en ese árbol que tiene como unas "venas" rojas en su tronco y ramas? —Preguntó una señora sargento clase 1 que les acompañaba como parte de los de mayor rango.

—Esos son árboles del fruto del fuego. Las líneas son venas de verdad pues ellos crean una sustancia que depositan en sus frutos que son muy escasos. Esto frutos hay quienes pueden aprovecharlos de diversas formas extrañas y se le conoce como fruto de fuego porque su líquido es muy volátil y si combinas ese líquido con otro puedes crear armas explosivas. —Explico Conor mientras avanzaban.

Mientras avanzaban algunos notaban lo diferente de las tortugas del lugar. Aparte de ser grandes y rápidas, comían tierra lo cual era extraño.

—¡Oigan todos, vean esto...! —Señaló un cadete rango dos.

Eso fue cuando algunos se tomaron la libertad de observar de que hablaba el novato con emoción y vaya que si había algo sorprendente.

—¡Pelea de tortugas! —Gritaron varios mientras observaban a dos machos peleando por la posesión de una hembra.

Ambos machos Dexamení eran enormes, de 1 metro de altura y con caparazones que cambian su forma extrañamente.

Una de las tortugas moldeo su propio caparazón para crear una especie de pico de lanza al frente con el cual en vestir a su contrincante mientras el otro se añadía un tipo de casco con filos para herir al oponente. Así fue como la quelonica batalla comenzó.

La tortuga con lanza fue con mucha fuerza, así como un soldado de esgrima con alta ofensiva, con mucho coraje y precisión fue que encajó el primer golpe rompiendo un costado de la tortuga con casco derramando algo de sangre pues alcanzó su piel interna.

Ante el daño, la acorazada que optó por las cabezazos como arma de aniquilación decidió volver a formar el caparazón creado un tipo de Búnker de apariencia más resistente que, comenzó a andar rápido por ahí.

Pronto fue que esta acorazada golpeó como un toro embravecido hasta hacer titubear a su contrincante. A este no gustó de su nueva desventaja por lo que dejó la lanza para crear como dos alerones naciendo del caparazón con el fin de cortar al enemigo pues, se veía un tipo de filo. Dicha estrategia de la criatura cuadrúpeda funcionó haciendo varios cortes en el caparazón y derramando sangre desde dentro aunque se reconstruyera el caparazón.

Llegó un punto del combate donde el Búnker andante dejó de moverse y se quedó quieto reduciendo un poco más su tamaño. La otra tortuga vio con extrañes a su oponente y fue a embestirle sin temor usando ésta vez el casco que el oponente había optado.

Un gran estruendo se escuchó y la bulla de los dragones festejando el aparente logro de la tortuga fue escuchado pues, este acorazado espécimen había puesto de cabeza al otro ganando así.

La tortuga derrotada selló la parte de sus patas quedando como si una piedra redondeada se tratara. El vencedor fue a ver a su contrincante cuando esté al tenerlo tan cerca optó por una última estrategia inesperada y complemente mortal. Fue así como desplegó una gran aguja desde el caparazón atravesando cuál brocheta a quien parecía le había ganado dejándolo terriblemente herido derramando muchísima sangre. Todos gritaron impresionados al ver como la tortuga que inició con un casco y terminó en forma de roca, ganó de forma brutal y mortífera a su oponente el cual probablemente muera desagrado o en el mejor de los casos quede sin caparazón por todo el daño.

Al final el mancho ganador se fue a descansar con el aprecio de las hembras presentes y disfrutando de un festín de tierra con algunas rocas pues ese era su alimento por alguna extraña razón.

—¡Eso fue una locura!, ¡UNA LOCURA!, quiero más. —Gritó con fuerza e insinuó uno de los Destructores.

—No me esperaba un final tan grotesco. —Comentó Rashi.

—Niño, para enemigos que son demasiado fuertes para ti es cuando tienes que ganar con ingenio y con una carta especial. Si no tienes preparado algo en caso de que todo falle entonces no sobrevivirás. Aprende una gran lección de esas tortugas. —Explicó un señor de 150 años ahí presente siendo este un comandante rango 1 de nombre Force Mcdrack.

—Muy bien dicho comandante. Sin duda se puede aprender algo de esto. Por cierto, hablando de aprender, debo enseñarles como usar sus armas cuando reciben energía. —Dijo Conor que escuchó lo que dijo Force.

—Oigan, a la tortuga que perdió se le hizo como granulado el caparazón desintegrándose de apoco. —Señaló un soldado.

—Ah cierto. Las Dexamení tienen caparazones cambiantes a base de la arena y rocas que comen para mantenerlo fuerte y resistente. Ellas cambian de forma y se mantienen gracias a unos nervios esparcidos por una baba nerviosa presente en toda la espalda que manipulan los fragmentos procesados de roca que forman el caparazón, de ahí que puedan cambiar sus formas. —Aclaró Conor mientras sacaba su espada señalando a todos que debían ir con el a un sitio de por ahí para las prácticas.

Ya alejados un poco del área de las tortugas, cerca de donde hay varias rocas de dos metros formando como múltiples barreras, optó Conor al subirse a una roca por mostrar el aprovechamiento del potencial de cada arma de los exportadores.

—¡Posición de combate, ahora! -Ordenó Conor.

En eso, como en un segundo de vio un despliegue magnífico donde: Los espadachines desenvainaban con elegancia, los arqueros apuntaron con decoro, los de hachas las empuñaron con barbarie, los que usaban cadenas las hicieron estremecer con el sonido del mental titilante, los de lanzas erguieron su postura listos para atravesar, también los de hojas dobles demostraron su ferocidad, los de Chakram alistaron su lanzamiento y todos los demás mostraron sus armas con brillantes ante aquel radiante sol de esa mañana dando indicios del gran poder que cada uno guardaba en sus manos.

—Hermoso. Cada uno tiene un arma que por si sola es mortal si se emplea bien pero, sus armas no quedan sólo ahí. Estas armas pueden aprovechar el poder propio de cada uno junto con otras energías. Pará activarlo no hace falta más que concentración y volverse uno con el arma, tanto así que ya no es un arma sino una extensión de ustedes. Sí consiguen acercarse un poco a esa unión al menos, entonces podrán hacer lo que hizo Darwin. —Explicó Conor con una voz de mando fuerte y clara haciendo temblar el alma de sus hombres inciertos ante una práctica que hasta ahora se les hacía desconocida.

Las palabras de Conor desconcertaban un poco a los soldados pero el explicó de forma simple como antes: "La energía especial es parte del ambiente y si conectamos con ella podemos cambiar nuestro destino pues es como si abriera las puertas del paraíso" fue lo que dijo para explicar la naturaleza del poder que trataban y luego dijo: "Saben la técnica de las bengalas, ahora, solo hagan que la energía de esa bengala corra siempre por su arma y habrán encontrado la clave". Fue sencillo de decir y relativamente, también fue sencillo para algunos militares que en dos horas lograron pasar la energía a sus armas pues, al menos, unos 60 lo lograron y fue suficiente para Conor por lo que levantaron sus mochilas y siguieron avanzando.

Muchos no entendieron el actuar de Conor pues, en esas horas hicieron prácticamente nada y los que lograron algo fue hacer que sus armas brillaran explotando y dañando el terreno de su alrededor por la energía liberada lo cual para algunos fue una broma de mal gusto y una pérdida de tiempo. Aún así, nadie reclamó por lo que no se detuvo su andar en la dirección que Conor señaló.

Su paso era rápido, cubrían mucho terreno en muy poco tiempo, tanto así que casi 13 kilómetros los caminaban o trotaban en una hora logrando acortar distancias sin duda.

Mientras iban por ahí unos exploradores conversaban.

—No entendí el objetivo de esto. No lo logré y los que "lo hicieron" están igual, lo que hicieron no cambia nada. Tú lo Lograste y estoy seguro de que sabes lo que digo y aún más loco es que Darwin pueda hacerlo mucho mejor que ustedes aunque no sea tan poderoso y su clase no muy alta. —Cuestionó muy confundido Gont Ritz, un soldado clase 2 que no entendió lo que pasó hace unos minutos.

—Vaya, pues no sabría decirte. Se siente diferente sin duda, hacer esto es algo especial pero practicamos muy poco y casi sin instrucciones por lo que cada quien hace lo que puede pero, por más buenos que seamos, no controlamos esto y ese chico sí puede. Sé que estuvo explicando como lo hizo pero debe haber algo más, no puede ser tan simple... Por otro lado... Te puedo mostrar como lo hice yo para que tú lo logres y al menos estemos igual, ¿quieres? —Comentó también confusa Wanda Magnos, una destructora clase 3 mientras combinaban cuesta abajo.

—Por favor, aunque se vea inútil quiero hacerlo para no quedarme atrás. Vamos, enséñame todo lo que sepas para ya no necesitar linternas en la noche... —Pidió Gont y aprovechó para burlarse a la vez.

—Pues mira, yo, en mi caso uso un arco y flecha así que trato de sacar la energía que usamos en las bengalas y trato de pasarla al arma pues parece que esta lo absorbe por si misma, como una especie de conductor. —Explicaba la destructora mientras mantenían un paso firme tras las colinas.

—Veamos, ¿sí?, sí puedo hacerlo. Al menos me sale a voluntad estos destellos de las manos, puedo crear la luz de bengalas pero no sé cómo transferirla. —Decía el soldado mientras generaba algunos destellos de energía.

—Pues ahora sólo sujeta en posición de ataque tú arma; mira, te mostraré con mi arco pero sin usar una flecha. —Dijo Wanda mientras sacaba su arco para similar disparar.

—Ve esto, imaginaré que tengo una flecha lista para lanzarse y así mostraste. —Dijo Wanda al sostener su arco y estirar la cuerda que propulsaba las flechas.

—Bien. ¡Muéstrame como pasa esa energía de ti a tú arco! —Exclamó entusiasmado Gont.

En los segundos que la arquera tomó una postura de combate siendo imponente y simulando perfectamente como si tuviera una flecha abrazada por sus dedos lista para surcar el aire rompiéndolo rápida y fuertemente; justo cuando ella comenzó a emanar energía de sus manos que correría por su arco como chispas sobre un rastro de pólvora fue que Conor desesperado gritó con fuerza:

—¡Al suelo todos, Ya! —Fue el grito desgarrador de Conor lanzándose junto al pasto y los demás sin entenderlo le siguieron.

Siguiendo la continuidad de los rápidos sucesos de un par de segundos: Justo al lanzarse todos una especie de rayos emergieron sobre los dedos donde Wanda sujetaba la cuerda del arco y al hacerlo, lo soltó por miedo al escuchar a Conor gritar y ver los rayos que aparecieron en el aire junto a ella.

El soltar la cuerda del arco provocó un espectáculo peligroso pues, cual halcón, se pudo ver surcar el aire una flecha envuelta en llamas arrastrado rayos de energía en su cola dejando impactados a todos y cuando dio con árbol le incendio haciéndolo explotar en un expectaculo de llamas y luces donde solo quedó un cráter como de 20 metros con su alrededor ardiendo cuál orno. No obstante, por deslumbrante que haya sido no quita el hecho de que si Conor no ha pedido a todos agacharse, unos 10 exploradores que estaban en la trayectoria de la flecha hubieren quedado muy mal heridos con daños irreparables.

La chica, asustada por lo que hizo sin saber, soltó su arco dejándolo caer al suelo y ella atónita se quedó paralizada mientras salían lágrimas de sus ojos y temblaba hasta que colapsó y se desmayó pero, evitando que cayera, Gont le sujetó entre brazos y la cargó hasta un lugar sin mucho pasto donde dejarla descansar.

Poco a poco, los sorprendidos militares se fueron levantando de uno en uno al ver a Conor haberse puesto de pie antes. Conor fue hacia la chica a verificar lo ocurrido y corroborar una duda sobre su salud.

—Buag, me lo temía, ha quedado inconsciente por la técnica que utilizo. No despertará ahorita, quizá hasta la noche. —Explicó Conor al revisarla.

—¿De verdad, señor? pero, ¿ella estará bien? —Preguntaba temeroso Gont y sintiéndose algo culpable porque el le pidió que le mostrará.

—Sí estará bien pero deberás cargarla junto a su mochila, Conviértete en Humidrag para que puedas hacerlo al mismo tiempo. Después de todo, tú pediste que lo hiciera hazte responsable. —Ordenó Conor algo serio.

Pronto siguieron caminando hacia el siguiente pueblo a unos 20 kilómetros de ahí en el que esperan estar ahí para parar a comer y descansar. Mientras avanzaban por el campo como era de esperar alguien tuvo el valor de preguntar...

—Conor, ¿qué fue eso que hizo esa mujer? —Preguntó Zhornil Volt, el soldado clase 1 del pueblo de hielo que pidió comida a Conor mientras estaban en el palacio.

—Escuchen todos. Lo que está chica hizo fue muy peligroso e incluso pudo costarle la vida a alguien pero, aún así, mostró un punto muy importante de esto, la experimentación. No les di muchas instrucciones porque al igual que lo hizo Darwin, quiero que lo descubran por su cuenta. Cuando lo haga les explicaré realmente lo que sucede y como ya vieron, el poder de estar armas junto a la energía especial es abrumador. —Comentaba Conor a forma de respuesta.

—Oye oye, pero al menos dinos cómo hizo ella eso, ¡porque ni siquiera tenía una fecha en la cuerda del arco! —Exigió Zhornil.

—Está bien, les diré. Gracias a la energía, ella pudo similar que lanzaba una flecha pero más que una simulación, la energía le permitió recrear tal cual como si en verdad estuviera una flecha creando una de energía pura lista para ser lanzada.

—Eso es una maldita locura, ¿realmente es posible eso? —Dijo con asombro Zhornil.

—Sí y tan posible como lo viste. Esa es una técnica avanzada para arqueros y por eso ella se desmayó pues no está acostumbrada al uso de la energía especial y menos en la cantidad que utilizó para ello pero, sí ella sigue practicando y avanzando poco a poco, un día hará cosas aún más poderosas. Lo mismo va para ustedes. —Explicó Conor y luego dejó de hablar con sentándose en el camino.

—Ya veo, debo procurar alcanzar un nivel así también. —dijo Zhornil.

De ahí continuaron a paso rápido y constante todos pero sin dejar de pensar en las armas y el gran poder que hasta ahora ignoraban.

Kilómetros y kilómetros de montículos, árboles, llanuras y montes algo empinados les fueron compañía, pero, al final siguieron la dirección de un río hasta que por fin pudieron llegar a un pueblo donde el río pasaba pero, lo raro es que era un pueblo anfibio pues había un lago grande frente a ellos, rebozando de aguas que fluían dando vida a la vegetación y animales del lugar; en ese mismo lago, estaban decenas de casas hechas con bambús de la zona y fijados con trozos resistentes de pasto reforzados con sabía.

En esa comunidad de aparentes pescadores que estaban al rededor de aquel lago de unos 400 metros de largo y unos 200 de ancho estaban un grupo amigable pero juguetón de Kappas.

Las Kappas son criaturas pequeñas, como de un metro o menos de altura. Tienen apariencia de tortugas antropomórficas con brazos, piernas y una cabeza también cubierta de un exo cráneo con cuernos. Sus ojos son como de peces, tienen escamas esparcidas por el cuerpo pero no por todos lados, tienen mayormente colmillos en su boca con una lengua como de serpiente al mismo tiempo que no tienen nariz pero, si branquias en cuello que pueden respirar tanto fuera como dentro del agua y poseen garras largas en sus manos y pies que son palmeados.

—Hey Kappas, ¿qué tal el tiempo de hoy eh? —Saludó Conor de forma informal.

—Gaarrr, el calor no es nada cómodo, de ahí que estemos nadando más de lo habitual. —Contestó uno de ellos.

—¿Qué necesitan de los Kappas, viajeros del sureste? —Preguntó otro.

—Pues hemos venido para comprar unos cuantos peces, cocinarlos y seguir adelante. —Explicó Conor.

—Gaarrr, los peces son mejores crudos y con algas, ¡ñam! —Exclamó otro de ellos.

—Quizá para ustedes pero nosotros los preferimos cocinados, ¿cuanto por 200 libras de peces? —Preguntó Conor.

—Si tienes dos monedas de plata será suficiente, viajero y así, podrás tener los peces que deseas. —Respondió el Kappa con el que negociaba.

—Es un trato justo, toma. -Dijo Conor mientras lanzaba las monedas a las manos del Kappa.

De pronto el Kappa fue corriendo sobre sus patas y manos como un perro a ordenar dar 200 libras de peces a los exploradores a puertas de su anfibia comunidad.

No fue mucho lo que tardaron cuando, entre 10 Kappas en sus espaldas, traían sus canastos con las 200 libras de peces repartidas con un aroma intenso pero fresco y escamas que brillaban ante los rayos del sol de medio día.

—Vaya, transportar todo eso será complicado o quizá no. Tú el de las herramientas, ven aquí. —Dijo Conor llamando a uno de los encargados de transportar herramientas.

—¡Sí señor! —Respondió el explorador.

—Saca de tú mochila un par de sacos, con 3 bastará para llevar la carga y necesito 3 de ustedes que los lleven, ¡ahora! -Pidió rápidamente Conor el cual fue atendido al instante.

Sin titubear hubieron más voluntarios para llevar los sacos con peces al mismo tiempo que los sacos estuvieron fuera y llenos de peces, listos para ser transportados.

—Gracias Kappas, siempre se puede contar con ustedes. Tengan una moneda extra y espero vernos pronto. —Dijo Conor dando la moneda y marchándose del lugar a través de un monte seguido del lago.

Cuando estuvieron fuera del alcance de los Kappas, se encontraron en un punto de reunión con una figura conocida, con el chico que iba transformado en Humidrag que tubo que adelantarse y ocultarse para no ser visto. Además de todo eso, el sería el que cocinara de forma casi instantánea los peces para comer.

Una vez que el calor del Humidrag dio sabor a aquellos peces, todos comieron pronto sin temor a alguna espina y aprovechando un río secano llenaron cantimploras y lavaron los sacos que, estaban sucios por los peces. Cuando todo eso se hizo, siguieron su camino.

Conor sentía que el plan de ahorro de comida le estaba saliendo perfecto pues, al detenerse en un poblado para conseguir comida externa les hacía ahorrar sus provisiones que venían limitadas y cualquier error o pérdida podría dejar en hambre a sus exploradores por lo que, el plan de ahorro era perfecto para prevenir ese factor.

Su caminar avanzó, mucho la verdad y cuando el atardecer les encontró en un llano, sobre un monte que recién trepaban vieron un pleno atardecer precioso. Aquellos rayos de sol naranjas y rojizos como hojas de arce en otoño contrataba de forma hermosa con aquella hierba verde que ondea por el susurrar del viento sobre la pradera y estos mismos signos indicaban a los animales del alrededor que era hora de dormir así como a otros de despertar. Por su lado, los aventureros dragones cogieron aire hasta el fondo de si mismos y preparando su último impulso, levantaron paso para avanzar sobre la llanura donde veían aquellas pocas nueves naranjas que se perdían llegando al horizonte.

Conor había pedido que esta noche fueran más audaces y no se separaran por nada del mundo. Tal fue su preocupación que ejecutó una formación donde los más fuertes van a las orillas del círculo preparado y los más débiles al centro para evitar cualquier baja y darle tiempo a los más lentos para entrar en combate o acción de ser necesarios pues, según Conor, estaban muy cerca, demasiado de hecho del lugar donde comienza el famoso "Sendero de Midert" el que indica que estas en dicho territorio y por ende, la actividad de otras razas es mayor.

Al emerger la noche los coyotes no tardaron en comenzar a aullar por los montes y los murciélagos en sobrevolar los cielos pero, más ameno fue cuando un sinnúmero de luciérnagas se extendía por todo aquel campo dando una tenue pero linda luz que daba algo de sentido al pisar sobre el suelo.

Como esto era considerado entrenamiento no se usaba iluminación de ningún tipo para así mejorar la visión de los militares.

En un momento dado, Wanda despertó luego de su gran sueño por haber ejecutado una técnica avanzada del combate de arquería.

—¿Do-Donde estoy?, ¿Gont eres tú?, tú forma Humidrag se me hace parecida, un momento, ¡¿por qué esta de noche y que demonios pasó?! —Preguntó Wanda desconcertada por lo ocurrido y entre las sacudidas del miedo se callo de los brazos ya algo cansados que la cargaban.

—¡Alto!. —Ordenó Conor tras la vuelta de Wanda.

Pronto Gont y Conor explicaron lo ocurrido y así mismo Conor comentó el castigo que debería cumplir por su imprudencia en los días posteriores. Claro que fue felicitada por su curiosidad pero, había que sancionar un comportamiento imprudente al manipular una energía no conocida sin ser supervisión, de ahí el castigo.

Algo curioso es que, pese a dormir durante todo el día, Wanda se sentía cansada aunque eso no le impidió integrarse al grupo y avanzar pero sí, el agotamiento era obvio y necesitaba dormir para reponerse de verdad.

En otros asuntos, a Gont se le pidió permanecer como Humidrag hasta llegar al punto de descanso para así no desperdiciar piedras Onaclov y así ser más eficientes.

Pasó un rato que para algunos ya se hacía largo pero, al fin, llegaron a la zona de descanso.

Un terreno medio regular, sin pasto pero rodeado de muchas rocas grandes cubiertas en parte de tierra y con rocas pequeñas en el suelo. Ante eso, Conor le pidió a Gont que creará una plancheta en el piso por sobre las rocas dejando el suelo como una cerámica grande; también se le pidió hiciera que al rededor hubieran fragmentos de hielo frágil y filoso para herir a cualquiera que se acercará además de escucharlo llegar por el crujir del hielo.

Una vez acomodados todos Gont pudo tomar forma humana de vuelta y acomodarse el también. Cuando eso pasó y a nadie le faltó ni ir a defecar por los alrededores, cuando todo estuvo listo, entonces durmieron para despertar antes que el sol al siguiente día.

Gracias al cielo, esa noche no hubieron problemas por lo que durmieron a gusto hasta las 5 de la mañana, hora en la que Conor estipuló levantarse para cumplir una misión importante: Cumplir con el aseo personal de cada uno.

Todos tenían dos días enteros de no bañarse por lo que el olor ya era notorio entre ellos además, los más de 100 kilómetros recorridos les hacia liberar sudor por montones y eso, con el tiempo molestaba. Siendo sinceros, todos ahí estaban preparados para no bañarse hasta en una semana de ser necesario pero, en vista de un río a 5 kilómetros del lugar y ya que todos cargaban jabones, ¿qué más daba una limpieza?

Así fueron todos con plan de asearse en un río de un tamaño aceptable para tomarlos a todos y permitirles limpiarse. En ese lugar de aguas tranquilas todos tuvieron que perder la pena y ganar respeto por los demás al acceder todos a bañarse al mismo tiempo en ropa interior. Hombres y mujeres, sus físicos y sexualidad era lo de menos pues, en cuestión de 15 minutos todos se habían bañado.

Al final se dividieron en dos pues no había tanto espacio y, una vez bañados y cambiados, comieron para luego continuar la marcha.

El estrepitoso andar de cada uno levantaba tierra en sus botas y hacia rodar las rocas de lo que hasta ahora eran terrenos y más terrenos cambiantes del entorno. En ocasiones con un pasto muy alto y en otras únicamente rocas, con ríos en abundancia o momentos donde no se veían ni nubes que contuvieran agua entre esos prados mayormente verdes. Todo había sido así en los últimos dos días hasta que...

—Oye, oye, no te adelantes Lortz, podría ser peligroso. —Dijo una soldado clase 1 con su cabello blanco al aire y unos ojos del mismo color solo superados en magnificencia con la habilidad con las cadenas que dicha soldado tenía, esta era Dornny Mails; con 50 años era una joven habilidosa del pueblo de hielo pero algo tímida y preocupada por sus compañeros.

—Oh Dornny, gracias pero no debes preocuparte. A como fuere, lo que se tope conmigo no me supondrá peligro más bien, todo lo contrario, ¡yo seré su verdugo! —Exclamaba Lortz rebosando de confianza mientras avanzaba más rodeando el camino que subía y bajaba rodeado de árboles y arbustos.

—Como tú digas, solo no te lastimes por favor. —Pidió Dornny y siguieron avanzando.

Como su paso era rápido no tardaron en posicionarse sobre un lugar en especial. Justo sobre un montículo estaban unas rocas con inscripciones brillantes en ellas. Desde su perspectiva, se notaba la inscripción "Aquí empieza Midert" y cuando pasaron por delante de ellas al voltear se leía "Aquí termina Midert".

—Bueno, ya que nadie está aquí, me complace darles la bienvenida a Midert, tierras repartidas por varias razas pero dominada en parte general por Gugwes los cuales son como osos que caminan sobre dos patas como si fueran hombres; visten pantalones rasgados pero, dominan muchas riquezas y dominan técnicas de combate semimagicas como de fuerza bruta. Esos y otros factores los vuelven dominantes por estos lugares así que con cuidado al ver a alguno de ellos. —Comentó Conor.

Todos se sorprendieron al ver que el sendero de Midert era un camino pequeño en línea recta siguiendo los terrenos ya vistos pero, aún así, algo ya hacia sentir en otro lugar aunque no supieran realmente el por qué de dicha sensación. Al final, comenzaron a andar por ahí con deseos de encontrarse a alguien o algo diferente.

Más o menos una hora más tarde, a eso de las 09:30 de la mañana se percataron de la altura en que habían estado todo el tiempo pues, presenciaron un gran acantilado de unos 500 metros en descenso hasta tocar el suelo del valle que le seguía.

El sendero que habían seguido se dividía en dos rodeando el acantilado y se unía justo abajo para continuar un poco más y encontrarse con algo aún más sorprendente.

Se podía escuchar el bullicio a lo lejos. quizá el balbuceo de los niños rogando por dulces a sus atareadas madres que sólo pensaban en las cosas del hogar o quizá, era la discusión de aquel señor cascarrabias de barba frondosa que se quejaba frunciendo el ceño y alzando su voz porque el precio al que le vendían el hacha que buscaba le parecía exagerado.

Quizá podía ser que aquel nuevo trabajador dejó caer el jarrón de barro Qilin haciendo que cientos de pedazos de este se esparcieran por todo el suelo como polen en primavera. También estaban los más grandes, con sus negocios repletos de múltiples cosas pues en la variedad está el éxito pero, para lograrlo se requiere esfuerzo, quizá por eso se escuchaba el como interactuaban los empleados para llevar y vender mercadería por el lugar.

Como era de esperarse, mientras más los exploradores se acercaban, se percataban de más cosas y es que, se oía el graznar de patos y el pillar de gallinas; Podía verse por los caminos perros que buscaban los restos que las carnicerías desechaban y quizá el sonido peculiar de alguna criatura acompañante de algún excéntrico comprador. La verdad es que pese a no ser ni de cerca el más grande de su tipo, para los Dragones, representaba algo fuera del mundo en que vivían pues ver tantas cosas y especies al mismo tiempo les desconcertaba haciendo que su curiosidad saltase y ansiara entrar al lugar, aquel lugar ajetreado lleno de la vida comerciante, aquel lugar curioso y desconocido era el Bazar Mayog de clase 3.

—Con que esto es un bazar. Es como un mercado pero gigantesco y eso que Conor dice que los hay más grandes y lujosos. —Decía Rashi mientras se acercaban a una de las entradas principales.

—Fascinante. De haber sabido hubiera traído algo de oro y no sólo plata. —Dijo Joss mientras en mente tenía la idea de comprar algo curioso.

—Jeh, me alegran sus reacciones a este lugar y es qué, anhelaba mucho traerles por aquí y quizá nos quedemos dos días por acá. —Comentó Conor justo cuando llegaron al gran portal que daba la bienvenida a todos los visitantes a través de sus inscripciones brillantes en un naranja vivido sobre el portal en forma de arco de piedra con flores en las bases.

—Sí que se ve bien trabajado pese a los probables muchos años que tiene esto. Impresionante. —Destacó Darwin.

Allá iban todos ellos. Como era de esperarse los locales se sorprendieron al ver un grupo tan grande de una sola especie la cual no lograban identificar pues no coincidían sus rasgos con alguna conocida aunque, sus vestiduras también estorbaban. Mientras avanzaban por aquella calle de tierra libre de rocas sus pies podían descansar y sentirse aliviados mientras sus ojos se deleitaban viendo todo lo que había por ahí.

Orquídeas, tulipanes, margaritas, rosas, sandías, zanahorias, cebollas rosas, cebollas blancas, papas, nueces, maníes, remolachas, ajonjolí, mantecados, chocolates, galletas, pan artesanal, tortillas, tacos, vestidos de seda, sacos de piel, perfumes de lirios, panales con abejas, miel, perros, serpientes, medicamentos, plantas de brujería, plata, oro, rubíes, cuchillos, navajas, machetes, agua, refrescos, arroz, baratijas, zapatos, chanclas, jarrones, maquinas de moler, ralladores y cientos de productos les rodeaban en los múltiples puestos esperando a que alguien les comprase.

Era un poco incómodo la movilidad por las calles de todos aquellos que andaban por ahí; en sus compras se sentían raros al ver pasar a los exploradores aunque, alguien en particular no sintió esa extrañeza y más bien se le despertó su curiosidad.

—Que linda Hoz, ¡se ve preciosa! —Dijo un pequeño niño perteneciente a la especie Yaguareté-Abá los cuales son como hombres tigres capases también de hacer algunos hechizos.

—¡Podrías herirte si la tocas así que ni se te ocurra!. Por cierto, gracias por el cumplido pero, es peligroso, ¿y tú madre?, ve con ella. —Pregunto Modrak Lukz, Sub general del ejército. El fue quien en su momento alentó a Joss a pelear contra el rey.

—Lo lamento, solo me llamó la atención, es que es preciosa. —Contestó el infante.

—¡Yey, Yey, Yey! —Repetía la madre de aquel niño al ver donde estaba mientras ella se acercaba para traerle.

—¿Es este su hijo?, es muy entusiasta e inteligente. —Declaró Modrak ante la madre.

—Sí, tiene una afición por las armas, en especial por las Hoces pero no puede manipularlas. —Explicó la madre.

—Oye niño, ¿cuantos años tienes?, Tengo 13 años, ¡cuando cumpla 17 me haré un experto! —Dijo con entusiasmo el niño.

—¿Por qué quieres ser un guerrero? —Preguntó Modrak con curiosidad.

—Porque así podré defender a mi familia y el pueblo entero de los ladrones que aparecen cada tanto. Un día secuestraron a una niña, ¡no planeo dejar que ocurra otra vez! —Contó con determinación.

—Tú motivo es noble, tienes mi bendición para lograrlo. Ojalá el destino nos junte de nuevo en unos años y espero persistas en tú misión, los fuertes debemos proteger a los débiles, no lastimarlos y si eres de palabra, ¡da todo por tú causa! —Exclamó Modrak inspirando al niño que se sentía iluminado y casi podía sentir el futuro donde el se veía todo un protector.

Los tres se despidieron y tomaron caminos diferentes luego de eso.

Más tarde el grupo de exploradores llegó a una fuente donde, una preciosa ninfa con sus cabellos color Aqua, su piel celeste, unos ojos grandes y brillantes muy hermosos y unas vestimentas preciosas sobre su escultural cuerpo, danzaba al compas de una melodiosa música haciendo levitar el agua y creando con ella patrones complejos muy preciosos dejando atónitos a todo el grupo pues nunca había visto una danza artística tan sublime.

Entre ellos estaba la simpática Lili Podnerf quien fue la chica que encontró a la cíclope en su momento y en ese entonces dijo algo que a Conor hizo reír contento:...

—¿Sabes, Conor?, Vi arañas de piedra, tortugas que cambian su forma, plantas que silban, enormes Cíclopes, un montón de gente muy diferente y cosas hasta ahora extrañas pero, está mujer danzando tan fluidamente, su exótica apariencia y controlando el agua a su antojo, está mujer que nos tiene fascinados y no solo a nosotros sino a todos los que la observan y le lanzan plata a la fuente, ella me hace declarar que todo esto es más de lo que nunca imaginé pues, ¡cada cosa es más maravillosa que la anterior!. Sin duda alguna todo esto es...

Un mundo nuevo."

[Nota 1: Les traigo regalo visual para los lectores, no es nada del otro mundo pero es un mapa de Gueghelldak entero para que se hagan una idea del viaje que recorrerán los dragones y otras especies a lo largo de la historia. Sin más preámbulo, aquí tienen:

>>En el primer hemisferio serca del polo Sur se ve una inscripción que dice “Aquí es Radial” la peninsula donde justo señala es Radial<<


Nota 2: Y hasta aquí el capítulo de estas casi dos semanas.

¡Muchas gracias personita fantástica por haber leído hasta aquí!, para mi es un placer enterarme de tú presencia por aquí y agradezco infinitamente el apoyo cuando compartes la historia para que juntos exploremos lo que les depara a los Dragones.

Ya estoy trabajando en el próximo capitulo donde pasará algo importante, no te lo vayas a perder.

Como siempre, si quieres puedes comentar tú opinión y si gustas ayudarme puedes señalar errores que tú hayas notado siempre con respeto. Cuidate linda persona del otro lado y nos vemos pronto. Bai. ^^/]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro