Capítulo Dos: "Familia"
Capítulo Dos: "Familia"
—He de decir que estoy totalmente sorprendido. ¿Gente del pueblo de hielo que conozca el manejo de la Energía Especial? Increíble. Por lo visto, eso solo es evidencia de que su Rey ha salido del Reino y probablemente el también sea el responsable de que puedan transformarse sin rocas Onaclov. —Dijo Conor a Dow en una pausa luego de una secuencia de espadazos entre ambos.
—Esto solo es un privilegio para los más leales al Rey y me lo he ganado a pulso pues, aprendí y perfeccioné la técnica. Por otro lado, Ni tú Rey ni nadie parece tener idea de que dominas estas habilidades así que, tú también eres alguien que ha visto el exterior, ¿no? —Preguntó Dow con astucia.
—Se podría decir que soy un emisario de un mensaje importante y, personas como tú solo me estorban en esto. —Respondió Conor.
—Veo que no cuentas nada así que ese secreto de que has estado en el exterior es más importante de lo visto. Bueno, veremos quien domina mejor la técnica de la Energía Especial y cuando te tenga tumbado en el piso me revelarás tú secreto. —Dijo Dow listo para continuar peleando.
Ambos arremetieron con mucha violencia, en particular Conor que estaba molesto porque le incomodaba el actuar de Dow y por haber matado a los suyos. Las espadas de ambos volvieron a chocar entre llamas y trozos de hielo, cada choque era brutal pero, nada efectivo así que Conor cambió de inmediato de técnica y sin pensarla pisó con fuerza el suelo haciéndolo explotar, luego abrió su boca para lanzar una ráfaga de fuego de la que Dow apenas y pudo cubrirse pero, pese a ello, siempre se vio afectado. Aún así, algo de esa proporción no era suficiente para acabar con el por lo que rápidamente se dispuso a lanzar ráfagas de fragmentos de hielo para dañar a Conor el cual con su gran velocidad lograba esquivar todo sin problemas.
Luego de aquello Dow reflejó su frustración creando docenas de esferas de energía que, al contacto con cualquier cosa, explotaban causando daño y congelando todo en una área media. Rápidamente el General de hielo lanzó sus esferas contra su Conor haciendo que este saliera volando para poder esquivar y destruir con ataques de fuego cada una de las esferas. Cuando terminó, volvió a descender a la tierra con un rostro arto y solo entonces estaba dispuesto a acabar con todo.
—Tú fuerza hubiera sido útil en el futuro pero, estás enfermo y no quiero gente así en mis filas. —Dijo Conor volviendo a empuñar su espada haciéndola brillar con fuerza por toda la energía acumulada.
—No entiendo de lo que hablas pero, si quieres volver a intentar ganarme en un duelo de espadas ya sabes que es algo estúpido. —Dijo Dow poniéndose en guardia con mucha extrañeza.
—Lo que digas, inútil. —Finalizó Conor la conversación y de fue al ataque de inmediato.
Conor se propulsó con mucha fuerza creando un mini cráter donde estaba parado y con toda la confianza lanzó un corte contundente. El rostro de Dow perdió toda tranquilidad cuando vió su querida espada partirse en dos ante el golpe de Conor y, hasta entonces, el miedo llegó a el.
Rápidamente comenzó a atacar con ráfagas frías y barreras de hielo para protegerse teniendo la esperanza salvarse pero, antes de hacer algo más Conor ya estaba frente a el y el juicio de su espada caería sin piedad. Así, con un potente corte en diagonal, Dow falleció dividido en 2 partes y Conor se proclamó como el general más fuerte del Reino.
—Sin duda que haya gente manejando la Energía Especial puede ser un problema a futuro, es mejor que les de caza a todos ellos. —Dijo Conor mientras sacudía la sangre de su espada.
Así, Conor se fue de cacería acabando con todo lo que se le pusiera por delante, incluso si venían en grupos pues, Conor no le tenía miedo a nada y cumpliría su objetivo costase lo que costase.
...
La guerra había iniciado, desde el rey Guarren y su legión de guerra, hasta el rey Nerraug y sus caballeros de la muerte, los que no dominaban el poder del dragón por ser dóciles peleaban con espadas y demás armas, los que preferían inteligencia antes que la furia y poder sin control se quedaban como Humidrags, pero sólo unos pequeños grupos de valientes desquiciados se trasformaban para devorar todo a su paso.
Como en cualquier guerra, ocurrían muchas cosas a la vez pues, allá en un montículo estaba una arquera lanzando flechas de hielo atravesando los cráneos de sus enemigos, sin embargo, una de esas mismas flechas era sujetada en movimiento por un soldado de la legión de guerra para salir corriendo hacía un soldado de hielo, que estaba por matar a uno de sus compañeros, clavarle esa flecha justo en el estómago y luego usar su hacha para cortar sus brazos; todo esto mientras, al otro lado de la batalla, un Humidrag de hielo peleaba contra un dragon de fuego, el dragón intentaba rebanar a su contrincante con sus feroces, afiladas y muy ardientes garras. Cada zarpazo era brutal, tenía tanta fuerza que la tierra colapsaba por la presión de sus golpes aún sin tocar algo, la fuerza del impacto era deslumbrante pero, aún así el Humidrag tenía un poco de ventaja por tamaño y flexibilidad, además, usando sus poderes de hielo podía construir estructuras para protegerse o escapar, sin embargo, el dragón intentó una apuesta arriesgada y es que el Humidrag pese a tener alas no volaba bien por lo que el dragón cargo su poder de fuego y enterró su cabeza contra el suelo, así liberó todo su poder contenido haciendo que toda un área de 150 metros a la redonda se volviera un campo en llamas y fundido en lava. Era claro que el Humidrag recibiría el impacto y aunque en los primeros segundos aguantó encerrándose en una esfera de hielo, en seguida, se derritió dejándole expuesto a todo el arriende "campo Infernal" que es como le llamaban los dragones a esa táctica, sin embargo no duró más de 13 segundos puesto que quien la ejecutaba no era un experto y tampoco tenías poder de fuego, había gastado todo ya y debía esperar a recuperar más. Ante esa oportunidad, el Humidrag de hielo que aún seguía vivo, herido pero vivo, se lanzó al dragón cansado creando unas espadas de hielo para herirlo pero, no sería suficiente así que le encerró en un domo para tener algo de tiempo y cuando furioso salió el dragón rompiendo el domo que le tenia cautivo por unos momentos, cuando eso pasó se percato que a su alrededor estaban decenas de púas de hielo eléctrico, puesto que los Dragones de hielo poseían cierta carga energética, esto por su pacto con los demonios, de esta forma todas las púas desde 7 a 11 metros salieron disparadas contra el dragón atravesando su cuello, estómago, pulmones, piernas, brazos, cola, alas, espalda, corazón y por último si aún seguía con vida electrocutándolo y haciéndole explotar en miles de pedazos por doquier. Tales cosas pasaban mientras un Humidrag de fuego usaba su "boomerang del caos", una arma controlada por el de fuego, muy afilada pero controlada con la mente de su poseedor, que salía girando a gran velocidad y así decapitado a muchos de los espadachines, maestros del hacha, arqueros y pistoleros enemigos, así junto a más cosas ocurrían en esa guerra, totalmente sanguinaria y sin rastros de compasión por el otro. Todo era de un carácter de barbarie y cuando la sangre del enemigo caía sobre sus cuerpos se regocijaban al parecer, decir que todo era brutal quedaría corto.
La guerra avanzaba, en muertos, destrucción, sangre y lágrimas, pero no se veía un final claro, estaban muy igualados, quizá antes la legión de guerra expulsó rápidamente a los invasores de hielo pero desde que Guarren es rey las medidas de defensa han bajado, eso porque según el: "No hay razón para ser odiados ni temidos; No deberían envidiarles ni perseguirles por ser diferentes pues, sin razones de verdad no hay odio, solo lloriqueos de niños pequeños", grandes palabras de Guarren pero no lo salvaron de la invasión, verse despreocupado y pensar que podría solucionar todo con diplomacia fue de sus más grandes errores, por ello, su legión se volvió más débil y la "recién" nacida guardia de caballeros de la muerte, que como cazadores y precursores furtivos asesinaban todo a su paso. Sin embargo, no todo era barbarie, bueno, quizá si, pero entre todo eso, en un rincón de la guerra o quizá en toda ella, la verdad es que familias enteras se enfrentaban entre sí y así mismo morían, en brazos de su enemigos o de sus padres pero lo cierto es que morían, todos esperando que las ratas y buitres llegarán por sus restos esparcidos en la tierra como escoria.
Entre todo ese caos...
—Papá, ¡detrás de ti! —Dijo un joven entre la batalla para advertir a su padre, un Humidrag, de que un dragón le estaba por disparar una carga eléctrica de hielo.
El ataque pasó de lado y el padre junto a sus 5 hijos de los cuales 3 eran chicas, atacaron al dragón que le intentó matar. Rápido entre los 6 le rodearon para luego tratar de ahogarle entre llamas y cenizas; estás mismas se usarían como distracción para que el padre pudiera cortar su cabeza de un espadazo al acercarse por el punto ciego trasero del dragón, de esta forma, ese dragón sería el décimo sexto dragón que eliminaban juntos.
—Bien hecho chicos, yo estoy orgulloso de ustedes y el reino esta feliz de tener tan buenos guerreros en sus filas para defender a nuestra gente. —Dijo el padre para animar el espíritu nacionalista y sanguinario de sus hijos.
Todos los hijos e hijas gritaban de júbilo ante las ovaciones de su padre, pero dentro de ellos había uno que gritaba falsamente y una vez nadie le veía, tenia tiempo de ver la sangre en sus manos y el cadáver de la persona la cual habían eliminado. No se sentía bien, para nada lo hacía, no podía ni imaginar como eran capaces de regocijarse de haber matado a otro, "a otro como nosotros", decía el, este mismo es el que le advirtió a su padre del enemigo que le iba a atacar, por lo tanto, el era responsable indirecto de la muerte de ese Dragón.
—Oye Merg, alégrate, si no es por tú buen ojo tú viejo no estaría aquí, ya llevábamos 16 monstruos de estos, quizá llegamos a los 20 y nos honren por ello, ¡ánimo! —Dijo el padre con deseos de animar a su hijo pero solo consiguió hacer que su rostro de lamento se volviera un rostro que expresa puro desagrado.
—No trates de fingir demencia o ignorancia, sabes bien lo que opino sobre todo esto, ¡sabes que odio esta guerra!, todo no debería de ser así y lo sabes, por desgracia no soy capaz de dejarme llevar por mis ideales, te he defendido a ti y a mis hermano por encima de ellos, doy asco. —Dijo el joven Merg con fuerza pero repudiándose a si mismo, a los demás y a la guerra misma.
—Que bueno que no seas tan tonto y sepas que es más importante preservar a tú familia que unos ideales estúpidos sacados de cuentos de hadas, el ignorante de la realidad aquí eres tú, Merg. —Dijo el padre molesto porque esta discusión ya había ocurrido muchas veces antes.
—Tú mismo dijiste que el lenguaje de las cavernas y algunos libros es muy antiguo, símbolos para hablar más cordialmente procedentes de un antepasado de nuestro lenguaje, esa caverna y los libros lo confirman. Todos venimos de un ancestro común pero evolucionamos diferentes con el tiempo y en los tiempos de esas cavernas, en esos tiempos vivíamos juntos como los hermanos que somos, por lo que también podríamos hacerlo hoy, si tan solo... —Contaría Merg con gran emoción y optimismo pero sería interrumpido bruscamente.
—¡Ya cállate, idiota! —Dijo su padre golpeado su rostro.
—No pareces mi hijo, mejor di que tienes miedo, marica. —Terminó de decir su padre mientras estaba furioso.
—lo lamento, lamento no ser un cobarde que tiene que ejercer la fuerza para ganar un conflicto, quizá el rey no haya hecho algo pero haré algo lo juro, incluso si morir es necesario como para cambiar algo entonces lo haré, dejaré de hablar para actuar ahora. -Dijo con mucha determinación soñando con su revolución en medio de la guerra.
—Maldito idiota, eso pasa cuando dejas que los hombres se críen con su madre y esta les vuelve maricas completos, ya no se a quien quiero partirle más la cara, si a ti o a ellos, me has decepcionado, no me vuelvas a llamar "padre".—Gritó con furia y dolor por la traición de su hijo a sus ideales.
Pero, justo en ese momento y sin esperarlo, el combate a muerte de los dos reyes seguía en pie. Tal matanza se presentó sobre ellos, entre golpes, patadas, latigazos de cola y ataques de fuego y hielo colisionando constantemente. Ese combate envolvió a la familia y tras un zarpazo, Merg salió volando del lugar no sin llevarse una imagen terrible de ahí.
Tras Merg ser lanzado, se oscureció su visión mientras volaba por los aires causándole una desorientación que tendría su consecuencia final al caer lejos de ahí golpeándose muy fuerte, perdiendo la vista por instantes y perdiendo la audición. Merg se había desconcertado por los golpes y heridas pero, más que nada por la imagen de su hermana y su padre hechos tiras de carne por la embestida de los reyes y aunque fuera poco probable le gustaba creer que sus hermanos aún seguían con vida. Ahora estaba solo en medio de la batalla con soldados del pueblo de hielo acercándose donde yacía su desorientado cuerpo, en ese entonces Merg se preguntó:
—“Si es cierto lo que cuentan libros y ruinas sobre la unión, ¿Por qué no puede ser hoy?, ellos proclaman que quieren unir todo el reino pero vienen a matarnos sin más solo por defender a nuestra gente de ellos, ¿Qué hicimos de malo?, ¿Qué les hizo cometer toda esta barbarie antes y por qué aún siguen insistiendo?, no quiero morir así, quiero hacer algo de valor en honor a esas leyendas o es que, ¿realmente son solo fantasías?” —Pensaba y se preguntaba Merg al ver aún con su vista turbia a su enemigo avanzar cada vez más hacía el generando dolor y angustia en su ser que ya podía imaginarse el filo del hacha que cortaría su cabeza pues, ese enemigo que veía, cargaba con una.
Dos días antes...
—Escúchenme imbéciles, sabemos que a muchos no les agradan las propuestas bélicas del Rey y pretenden imponerse de alguna forma pero, les traemos una nueva propuesta para que se motiven: ¡Mientras más dragones de fuego asesinen más recompensas recibirán! ¿No les parece grato?, cada cabeza de dragón de fuego valdrá 20 monedas de oro así que aniemnse, podrán vivir mejor después de esto. —Explicaba un sargento del pueblo de hielo a sus subordinados.
—¡Entendido señor, gracias señor! —Respondieron con respeto dichos subordinados.
El pueblo de hielo, un pueblo resguardado por grandes montañas de hasta 6,000 metros de altura. Todas sus edificaciones a excepción del palacio real (que es de roca tallada) son de madera de los árboles que sobre abundaban en la zona, desde el pie de las montañas hasta las simas. La nieve está presente todo el año y aunque allá arriba hay valles lo más común es el terreno irregular por rocas y el hielo de toda la zona. Las casas de estilo cabañas estaban por todos lados y a diferencia del pueblo del Este que tenía una capital y múltiples pueblos pequeños, el Oeste interconectaba cada poblado creando 3 grandes regiones al estilo ciudadela: Oeste total, Noreste y sureste; estas últimas eran de igual tamaño pero menores a la región de Oeste total la cual quedaba de cara al límite del territorio de todo Radial y pasado ese lugar iniciaban otras tierras con otros reinos y además de eso, el Oeste total tenía el palacio real junto a la mayoría de la burguesía del reino.
El pueblo de hielo es muy desigual entre su población. El Rey Nerraug solo tiene una cantidad selecta de 20 comandantes en su palacio que le ayudan a mantener su mando sobre una población donde la riqueza está dividida en el 10% de la población que serían los burgueses del oeste total y el resto son de clase media-baja y baja. Ahí todos producen apenas lo suficiente para no morir de hambre aunque, a algunos grupos se les exige una alta producción para la burguesía pero, las recompensas son miserables a comparación de lo que vale el trabajo en la producción de los recursos. Normalmente, todo recurso está predispuesto a los objetivos y planes del rey el cual, comercia con alguna especie extranjera con la que parece tener buenos tratos para obtener recursos externos. Por otro lado, es obvio que, para mantener el orden y que nadie se revele evitando sus planes, el rey utiliza un régimen militar jerárquico donde cada quien cuida su posición en lugar de tratar de escalar porque, al mínimo movimiento, perderá lo que tenga y en algunos casos, eso también implica la vida.
Bajo ese régimen estaba un soldado junto a un par de decenas con las que gritó “¡Entendido señor, gracias señor!” cuando les hablaron de las recompensas por asesinatos en la guerra que se desarrollaría en menos de dos días sin embargo, la idea a este soldado le parecía despreciable.
—Goul, deberías aceptarlo de una vez, aunque no queremos debemos pelear contra esa gente. Es cierto lo que dices, no nos han hecho nada pero lo harán, cuando vean que estemos en sus puertas y reciban el saludo de nuestros cañones y el abrazo de nuestras espadas, ¿crees que nos invitaran a tomar el té como amigos? ¡No!, nos quemaran vivos sin lastima y siendo así, ¿que más da tratar de sobrevivir y de paso ganar algo de oro? —Le dijo y preguntó Furgh Domt, un soldado de clase 1 al igual que su compañero al cual le decía estas cosas.
Esto lo decía el compañero y amigo de Goul mientras andaban por las calles de la ciudadela luego de escuchar al sargento que dió la noticia de las recompensas.
—No puedo aceptarlo solo porque si y ya está, incluso ponerle precio a las cabezas de los demás es indignante pues, una cuerpo con vida puede generar más de 20 miserables monedas se plata, el potencial de la vida es casi Infinito por lo que valorarla es estúpido, tan propio de seres tan asquerosos como el rey que por cierto, ya que lo dijiste te lo recuerdo, ese dinero que te ofrecen es tuyo ya que el en primer lugar robó las riquezas del pueblo de hielo o ¿ya lo olvidaste? —Contra argumentó Goul Brot, un soldado que pese a todo desde pequeño ha tratado de llevar la contraria al régimen que le gobierna y ahora que hay una guerra se opone pues los motivos le son una burla.
—No lo he olvidado pero esas riquezas queramos o no ya no son nuestras así que, desde esa perspectiva sí me ganaría ese dinero y aunque entiendo tus puntos que se dejan llevar por ese sentido de moralidad que tienes, debes entender que tus ideas son ajenas a este mundo. sólo ve a tú alrededor y mira personas con hambre o durmiendo sobre tablas deseando poder tener la fuerza que tú tienes al ser un soldado de buen nivel y que por eso gozas de ciertos privilegios. —Expuso Furgh.
—Ahg!, lo sé, desde un principio entré al ejército por esto pero ahora que hay guerra no estoy dispuesto a nada de esto. Es una idiotez y lo sostendré por siempre ya que, si nos viéramos aliados tendríamos forma de defendernos contra los mercenarios a los que el Rey les debe favores. —Comentó Goul.
—Jeh, sueñas mucho Goul. sin duda un verdadero milagro debería pasar como para que alguien de allá quiera ser aliado de gente como nosotros porque incluso sí todos no estuviéramos de acuerdo, ¿Todos estaríamos dispuestos a morir por esa causa oponiéndonos al rey? y lo digo porque incluso tú no eres capaz de oponerte directamente o ¿a caso no gritaste con nosotros cuando el sargento termino de decir que las cabezas del otro pueblo tendrían precio? Incluso gritaste más fuerte que muchos pues temes a ser descubierto. —Cuestionó Furgh fuertemente la ideología de Goul.
—Supongo que tienes razón, a fin de cuentas, muchos vendemos nuestra alma a los demonios con tal de no morir, eso es lo que hacen ustedes pero yo, yo al menos quiero soñar que podría cambiar algo, no por un objetivo en concreto pero, solo por odio absurdo no pienso colaborar con la locura de la guerra. —Concluyó Goul.
—Ya veremos Goul y sabes, aunque no lo parezca, te deseo suerte en eso. —Terminó la conversación Furgh quien pese a estar del lado de la guerra entendía a su compañero pues, también tenía corazón.
Así siguieron conversado pero desviándose más del tema hasta que fueron a seguir con los preparativos de la guerra.
—“Admiro su valentía, héroes de la unión, tengan por seguro que sus muertes no fueron en vano, todo tendrá sentido ahora, ¡na pagó̱sei! (congelar) —exclamó con seguridad, paz y poder en el corazón el rey Nerraug las palabras que dieron paso a que todos sus militares empezarán a luchar.
Goul junto a su amigo Furgh empezaron a avanzar con prudencia pero Furgh sentía un impulso desesperado por empezar el festival de sangre pues miraba como en el frente mientras los reyes chocaban arrasando todo a su paso, los demás estaban decapitándose y Furgh pensaba en que estaba perdiendo dinero con el que planeaba ayudarse a sí mismo y su familia aunque, antes de que se fuera a luchar, Goul debía intervenirle sobre lo que haría.
—Oye Furgh, si te vas puede que no me vuelvas a ver. Yo haré lo que pueda por sobrevivir defendiéndome y aunque pueda que dañe de forma leve a alguien no le mataré pero, si tú vas al frente podrías morir horriblemente y no podré despedirme. —Dijo Goul muy preocupado.
—Lo sé y por eso, este es el adiós amigo mío. Sabes que lo hago por tener una mejor oportunidad de vida y si ganamos esta batalla tendremos todos estos terrenos para nosotros y por fin dejaremos la pobreza cosa que a mi familia le vendría bien y si muero horriblemente pues será justo por los pecados que cometeré. Adiós amigo mío, cuídate y mucha suerte en tu ideal y ojalá encuentres lo que buscas. —Dijo Furgh con una pequeña lágrima saliendo de su ojo pues sabía a lo que iba.
—Adiós, compañero. —Dijo Goul entendiendo que Furgh no cambiaría de opinión.
Tras la despedida Furgh empezó su caza para ir recolectando manos que serían los comprobantes que se usarían para reclamar las recompensas. Cuando Furgh abrió el pecho de un Humidrag de fuego con su espada, ese fue el primero; al decapitar a un soldado en forma humana, fue el segundo; mientras arrancó brazos con sus cortes feroces, fue el tercero y así continuó hasta conseguir 10 en su lista. Furgh solo pensaba en la recompensa para que sus sentimientos no le distrajeran por el hecho de que estaba desmembrando seres vivos con familia al igual que el y que gritaban de dolor y por clemencia mientras su fría espada les rebanaba.
Al andar por ahí como cazador presenció una escena peculiar y fuera de lo común: Un grupo de dragones de fuego peleando. Eran 6 de ellos, un que se veía de mayor edad a los demás que era un hombre el cuál discutía fuertemente con el más joven también hombre, de ahí dos chicas y un varón más que expectaban pero, se ponían del lado del mayor. Sin embargo por curioso que le sonara, no quiso averiguar de que se trataba al primer instante y se acercó pero a un tirador que estaba por ahí buscando su onceava víctimas.
Peleó contra el lanzador el cual fue derrotado luego de unos movimientos pues no eran de nível avanzado. Mientras intentaba cortar la mano del fallecido no notó que estubo cerca del grupo que aún discutía y pudo escuchar de lo que tan acaloradamente debatían entre insultos y dicho acto de escuchar el porque de la discusión le hizo soltar la espada del impacto que le generó en su ser quedando atónito unos segundos para retomar su espada dejando el cuerpo de lado y tomar un nuevo objetivo, encontrar a Goul.
Salió corriendo del lugar y fue divisado por aquél grupo que le lanzaron un par de ataques pero no le atinaron por suerte y al notar el peligro decidió emprender vuelo para cubrir más terreno y rápido aunque eso lo expusiera ante el enemigo. Su vuelo fue intenso e intrépido al surcar los aires dejando extrañados a algunos pues tenía enemigos al frente que pudo haber derrotado y no lo hizo pues por ahora nada tenía más sentido que encontrar a Goul. Al paso de unos 3 minutos evitando lanzas y flechas hasta que, en una parte del valle de guerra, encontró a Goul.
Goul estaba algo golpeado pero ayudando a sus compañeros a recuperarse con su hielo sanador mientras todos los demás peleaban aguerridamente los unos contra los otros. Fue en picada rompiendo el aire que se lanzó Furgh por Goul incluso gritando su nombre para llamar su atención aunque, entre ese campo de guerra tan ardiente en combate, no sería al único al que le llamaría la atención.
Furgh ya casi descendía ante Goul quien le esperaba con una sonrisa tras una roca reforzada con hielo hecho por el mismo cuando una gran flecha Halcón (que son más fuertes, ardientes y grandes que las normales) le atravesó el tórax perforando horriblemente un pulmón y dañando las áreas adyacentes haciéndole caer de inmediato a tierra haciendo una pequeña brisa con su sangre esparcida por el viento.
—¡FUUURGH! —Gritó desesperado Goul ante la imagen aquella mientras salía corriendo al rescaté de su amigo.
Goul creo de inmediato una gran barrera de hielo mientras intentaba hacer algo por la vida de su amigo.
—Oye, oye, relájate, me imaginé que algo así pasaría por lo que si venía aquí tendría que renunciar a mi deseo de ya no ser pobre junto a mi familia así que olvídalo y escúchame. —Dijo con una voz que al toser decaía más y perdía aún más sangre.
—Oye no hables, quizá pueda sanarte, no sé como pero ¡tienes que sobrevivir! —Dijo angustiado Goul pues sabía que su amigo estaba muy mal.
—¡Cállate mejor y escucha mi razón de estar aquí la cual es que hay otro tipo como tú!. Sé que dije que era imposible pero lo encontré, anda en un grupo de 6 integrantes, 3 chicas y 3 hombres, el es el más joven y discute sobre el sentido de la guerra así como tú y los encontraras si vas al sureste de aquí. Yo ya no tengo tiempo pero, supongo que tú que aún no has matado a nadie podrás unirte con el y quizá lograr algo grande, eso que ni sabes que es pero, que podría darnos un lugar mejor y de ser así mi familia podría estar mejor. Ahora entiendo en lo que pensabas, ustedes dos me han hecho cambiar de parecer aunque eso no devolverá las vidas que quité y por eso ahora moriré como debe ser. Cuídate mucho amigo mío y espero verte del otro lado algún día. Salúdame a Mamá y a mi herma... —Dijo sin poder terminar Furgh quien aguantó todo el dolor que pudo para no morir y decir lo que quería a su amigo Goul el cual se rompió por dentro cuando vio los ojos de su amigo cerrarse y escuchó su voz apagarse.
—¡Furgh vamos, no te vayas! —Gritaba Goul aplicando su hielo sanador reiteradas veces con esperanzas de que Furgh aún estuviera vivo mientras abrazaba su cadáver manchándose completamente de su sangre.
Goul se resigno y dejó el cadáver de su amigo ahí y rezando una oración especial de los dragones de hielo, el cuerpo se desintegró volviéndose energía que se esparció entre el lugar. Después de eso Goul fue rápido hacia el sureste a buscar a ese sujeto.
Mientras avanzaba por el mar de sangre y viseras del lugar, pudo ver a lo lejos como la batalla de los dos Reyes que, se supone era para evitar que cada rey destruyera a los militares del otro de un ataque, fue que notó que solo su pelea ya arrasaba con varios compatriotas y enemigos de Goul a la vez. Los reyes en vueltos en el furor de su combate bestial seguían un rumbo caótico que los hizo pasar justo donde Goul pudo observar un grupo de 6 que cumplía con lo dicho por Furgh y cuando los reyes pasaron 5 de ellos fueron masacrados totalmente y unl salió volando hasta caer tumbado cerca se una fosa que quedaba más cerca que donde estaban anteriormente por lo que Goul fue de prisa hacía allá.
Una vez de vuelta al presente, Merg se sentía algo raro pero recuperaba la compostura de poco a poco hasta sentirse lo suficientemente bien como para ponerse de pie y divisar a un sujeto con un rostro triste, bañado en sangre, con una Hacha en la mano y que no apartaba sus ojos de el como si analizará como le quitaría la vida.
Merg inmediatamente sacó también su arma para defenderse aunque no estaba seguro de lo que pasaría pues no quería matar a nadie con sus manos, no sé lo perdonaría.
—Oye tú, ¿estás bien? —Pregunto Goul.
—¿Qué clase de pregunta es esa? —Preguntó con miedo Merg lanzándole tierra en los ojos a quién el miraba como su rival.
Resulta que Merg perdió su arma por el golpe del rey así que ahora debía defenderse con sus manos de Humidrag contra el Humidrag de hielo que le parecía amenazante.
—¿Con qué será así eh? —Dijo Goul disponiendo a defenderse.
Merg por su lado se defendía con bolas de fuego para evitar los espadazos de Goul.
—¡Tú no conseguirás dañarme, no acabaré como los dueños de esas sangres que llevas en el cuerpo! —Dijo entre mucho miedo Merg sin saber que eso despertaría el enojo de Goul.
Goul soltó su arma y se lanzó a puños contra Merg reclamándole por lo que dijo mientras lo golpeaba fuerte.
—¡Escucha maldito, no he matado a nadie ni pienso hacerlo!, ¡está sangre que vez aquí es de mi amigo que murió por decirme que en tú miserable familia había alguien que creía en la inutilidad de la guerra pero ya veo que tú no lo eres!. ¡Deshonra! —Gritó Goul mientras batía a golpes el pecho de Merg hasta que le atinó uno en la mandíbula.
Merg escupió sangre junto a un colmillo que se desprendió por el golpe en el piso, lloró un poco por escuchar toda su familia murió y no hubieron sobrevivientes cuando el creyó que quizá sí habían y Acto seguido, tragó fuerte para hablar.
—¿Entonces toda mi familia murió?, al menos mi hermanito y mi mamá están a salvó en los refugios. Por otro lado, siento mucho lo de tú amigo y queiro que sepas que soy yo de quién te habló. —Comentó Merg algo dolido por lo que estaba ocurriendo.
—¿De ti?, pues no lo parece. ¿por qué me atacaste si tú piensas que la guerra está mal? —Dijo Goul calmándose un poco.
—Simple, ¿por qué te defendiste? —Contestó Merg con ingenio pues, eso era algo que ambos entendían: El hecho de pese a estar en contra de la guerra, mostrar sus actitudes.
—Entiendo, mi amigo me lo reclamaba igual, supongo que a ti también tus familiares, ¿no? —Preguntó Goul entendiéndose mejor con Merg.
—Así es. todo porque mis ideas les parecían tontas e ilógicas cuando no lo son.
—Cuéntame lo que tengas que decir sobre esto, te escucho y yo diré que tan lógico suena. —Dijo Goul estando más tranquilo mientras creaba unas paredes que les cubrieran.
—Odio la guerra. Alguien dijo sabiamente una vez que "en la guerra no hay ganadores, solo viudas y huérfanos" y justo me he quedado sin padre ni hermanos. Por eso mismo, yo ya no quiero más de esto, aún más sabiendo que ustedes son nuestros hermanos de raza pues, ustedes solo son producto de una evolución diferente y eso no tiene algo de malo. No deberíamos pelear, en cambio, deberíamos colaborar para seguir adelante en este mundo hostil. de todo esto que dije, si no me crees, hay libros y material arqueológico que dice que le respalda. —Explicó Merg contento puesto que por primera vez alguien le escuchaba seriamente.
—¿Sabes?, nosotros no estamos peleando porque queramos y tampoco por nada de esas estupideces de unificación forzada. La verdad es que se nos impuso hacer esto, de lo contrario moriríamos, ya que el rey tiene tratos con una especie del exterior y si no le hacíamos caso entregaría toda la nación a esas criaturas que más allá de matarnos nos esclavizarían, por ello estamos aquí, dañándoles, matando a sus hermanos y haciendo que nuestro derecho de ser libres tenga precio, la cabeza del otro rey y de ahí nada le importa a “nuestro Rey”. Esta guerra solo es una tapadera para su "venganza" o algo así, por favor perdónenos aunque... ya algunos parecen disfrutarlo pues ofrecieron mejores vidas a quienes cortaran más cabezas. —Explicó Goul con mucha pena y seriedad recordando a su amigo en su última frase.
—No puedo creer esto. ¡al final sí es un capricho!, y es más que evidente que sus tierras son muy grandes y frías, no tienen problema con ello pero, no podríamos haber sabido de que todo era una fachada, de hecho, nadie lo sabe y no lo sabrán si no hacemos algo. Algo evidente es que el Rey Guarren no quiere pelear y se nota, de lo contrario ya hubiera asesinado a Nerraug. Todos saben que el siempre ha sido más fuerte físicamente aunque la mente de Nerraug es inquebrantable, en fin, creo que tengo un plan. —Dijo Merg recuperando de poco a poco la esperanza y haciéndose nuevas ideas de un posible cambio.
En eso Goul se puso de pie y tomaría su hacha al pararse.
—Vaya, entonces dímelo, no quiero seguir viendo este caos, hay que pararlo ya o vomitaré. —Dijo Goul viendo con asco todo el desastre que estaba ante sus ojos.
—Pues, es sencillo. Debemos ir ante los reyes y exponer nuestra alianza, así mostrar la verdad y explicar porque deberíamos unirnos. Si hacemos eso y todo sale bien entonces conseguiremos frenar esto. —Comentó Merg que aún veía en sus manos la sangre de los que ayudó a asesinar.
—Suena muy arriesgado e ilógico como decían tus padres pero, quedaría mejor si mostramos eso que dices que cuentan las leyendas entonces hay probabilidades de que nos creerán además, podríamos contar con Guarren que se ve benevolente y por último, hay que protegernos de todos los que creerán que les hemos traicionado. —Comentó Goul antes de partir hacia los dos Reyes.
—Supongo que con eso el plan está más completo, entonces vemos por ello y demos todo en esto pues, ya perdimos mucho por esto, ¿Qué valen dos insignificantes vidas que los demás hubieran usado de carne de cañón? —Le dijo Merg a Goul el cual asintió mostrando que estaba de acuerdo con el plan suicida.
Ya con el plan puesto en marcha, ya fuera por aire o tierra para despistar a las masas, se dirigieron como a 14 kilómetros de donde estaban, más o menos en esa distancia estaban los Reyes tratando de comerse el uno al otro, aún así no pasaron más de 2 kilómetros y ya habían descubierto su "traición" por lo que les atacaban porque cada bando creerían que el de su bando de había pasado al otro, decenas de Humidrags les perseguían para pelear y cuando ya no pudieron evadirlos más entonces los confrontaron...
"Malditos desertores, ¿cómo traicionan a su rey?" les decían los demás lanzándoles ataques. Por desgracia, aunque se mataban dando explicaciones, el odio y el miedo que tenían las legiones de muerte o guerra era tal que no les dejaba razonar por lo que ante ese callejón sin salida, a Merg se le ocurriría una idea sacada de los libros que estudiaba. la idea que Merg le diría a Goul que lanzarán un disparo que chocara justo antes de llegar a los otros guerreros. Tal cual se pensó, se hizo y, para sorpresa, ese ataque generó una bola de fuego con cristales explosivos de alto poder con la cual se libraron de 80% de sus perseguidores y continuaron, ahora defendiéndose con ataques de ese estilo.
Cuando iban por los 9 kilómetros los reyes les interceptaron estando ellos debajo y justo antes de que algo les pasara salieron volando a lo alto; ambos usando su poder cubriéndose de una Aura de fuego y el otro de hielo. Rápidamente prepararon un ataque que los golpearía a ambos para ganar su atención. Una vez cargado el ataque, se pusieron de espadas y estiraron un brazo cada uno, de forma que parecieran dos brazos normales lanzando un ataque y cuando fue el momento más oportuno dejaron todo su poder de fuego ahí, en un ataque que combina lo mejor de cada elemento y que elevaba mucho más potencia que algún ataque conocido, así tras una gran explosión, en un parpadeo una gran bola de hielo y fuego energético de plasma, saldría justo a explotar junto a los dos reyes, arrastrando sobre primeramente a Nerraug, lanzándoles a unos 300 metros del lugar y provocando un poco de aturdimiento en ambos reyes una vez que explotará la gran bola de poder. El clamor y quejar de los reyes se escucho en gruñidos feroces seguido de palabras imponentes:
—¿Qué demonios son ustedes?, ¿desertores de sus causas?, no lo creo, son muy fuertes he inteligentes, además, en sus rostros no se ve ira, se ve asco, por eso se siente como un reflejo de mi rostro. Supongo que tienen algo que decir, díganlo ya, antes de que el se recupere. Hicieron bien en aturdido más a el. —Dijo Guarren con mucha calma.
—Se-señor, hemos venido a mostrarle que ambas razas pueden no sólo convivir... —Dijo Goul como representante de su raza pero Guarren interrumpiría.
—Calla, creí que dirían algo más importante no obstante, me dicen algo que ya lo sé, a quien deben convencer es a Nerraug el cual ya está volviendo en sí del breve desmayo que le causaron. —Diría Guarren despreocupado.
Y en eso, se escuchó...
—Lamento que hayan hecho tanto como para venir ha decir estupideces, jamás podremos convivir en paz, nos odiamos mutuamente y no cambiará hasta que uno de los dos reinos desaparezca. Somos hielo y fuego, ¡no sean idiotas!, pero bueno, es la locura de la guerra y bueno, yo creo que ahora a los dos les presentaré mis fauces. —Dijo Nerraug muy cínicamente, moviéndose tan rápido que apareció detrás de ambos justo antes de que pudieran responder por lo que fueron azotados por su cola y su espinas; el golpe los lanzó contra el piso, creando así un enorme cráter por la presión logrado herirles mucho por todo el cuerpo.
—Ay, estos dos se ven tan tiernos, jah, me recuerdan a Guarren y a mi si hubiéramos sido criados juntos, gracias al cielo no fue así, ahora les mostraré el verdadero infierno. -Dijo de forma desquiciada y con poco sentido Nerraug.
Sin embargo, antes de poder hacer algo, Guarren lo interceptaría clavándole los dientes y lanzándole lejos para decirle a los dos jóvenes que:
—Ustedes son la verdadera cara de la unión, ¡que todos los que me escuchen les protejan! —Dijo Guarren y se fue a buscar a Nerraug para mantenerle en distancia en lo que alguien venía a socorrerles.
—Oye Merg, fue un placer hacer esta locura contigo, no sé si logramos algo pero creo que al final tendré la muerte que esperaba. —dijo Goul un poco tembloroso en el hablar y con poca fuerza.
—¡No!, ni se te ocurra morirte ahora, aún hay más por hacer, la ayuda está en camino, solo que ya no hay tantos combatientes, han muerto muchos y otros prefieren alejarse de donde esos dos estén peleando. —Dijo Merg pecando de optimista.
—Oh Merg, solo míralos. Nerraug sabe que podemos cambiar algo si es que no lo hemos hecho ya, está peleando con todo y como Guarren no se permite pelear en cerio entonces el perderá eventualmente y si el pierde la unión lo hace, además, si Guarren gana los otros de afuera invadirían sin pensar, sería el mejor momento y ganarían, esto es una ecuación sin solución, nuestro fin se dictó por esta guerra, fue un honor pelear los últimos momentos junto a ti y hacerlo por el bien. —Dijo ya muy agotado Goul.
Pasa un momento donde nadie se entera de algo...
—Carajo, mi familia ni siquiera pudo ver esto, lastima, me hubiera gustado ver sus caras escépticas y pesimistas, pero bueno, para mi también fue un honor, no tengo más honra que morir haciendo lo correcto. Yo estoy igual de lastimado que tú pero aún no quiero morir pero creo que llegó la hora, ¿sabes?, dame tú mano (Goul le dio la mano un poco extrañado), jura que nos veremos del otro lado
—jah, claro que sí. Quiero creer que la otra vida será un lugar donde podamos encajar ya que espero que allá no hayan guerras y por ello, lo juro... además, me gustaría poder ver otra vez a Furgh. —Contestó Goul con poca fuerza.
—Muy bien, entonces yo lo juro también. Por cierto, ¿Quien es Furgh? —Preguntó Merg con una tos fuerte de por medio.
—Un gran amigo al que no pude darle las gracias pero, ahora si lo haré. —Respondió Goul muy débil ya.
—Si es tan importante entonces quiero acompañarte. —Habló por última vez Merg.
—Eso suena muy bien, gracias amigo. —estas serian posiblemente las últimas palabras de Merg y Goul los cuales mientras juraban, planeaban y se despedían presenciaban como Guarren era lanzado lejos estando congelado en gran parte y que un enorme Dragón alfa de hielo y energía venía furioso hacia ellos.
En ese instante, el gran dragón se paró frente a ellos y cargando mucho poder en su mandíbula apuntaría justo al centro del cráter que antes habría creado y así, sonriendo de euforia aunque muy terrorífico de su parte, lanzó un poderoso rayo que congelaría todo y que luego explotaría duplicando el diámetro del cráter producto del gran poder liberado, dando así por concluidas las vidas de los únicos representantes de la verdadera unión. Aquellos dos jóvenes que hicieron lo impensable e increíble; todo fue posible para ellos hasta el final pero nadie pudo estar para su muerte, nadie podrá recordarlos porque nadie entiende lo grande de lo que habían hecho, de esta forma, guardando con ellos el secreto del poder dual que habían descubierto antes que nadie. Nerraug, por otra parte, feliz por haber asesinado a esos chicos, rugiría haciendo que todos temblaran de miedo ante su imponente forma y su perversa mente que solo pensaba en la aniquilación.
—¿Conque los asesinaste?, eres terriblemente despreciable, yo mismo me sorprendo el como te sigo perdonando cosas así y no acabo con tú miserable vida pero, no quiero manchar mis garras contigo. —Dijo Guarren tras volver muy tarde y recordar su pensamiento que no le deja acabar con Nerraug pues el también cree que puede ser su aliado algún día y que, además, no podría matarlo sin saber el por qué del odio que este le tiene.
—No me sorprende, tú si fuiste criado con las costumbres tradicionales, a ti si se te habló de esperanza y tú lo tuviste para ti aunque el no te quisiera, ¡Por eso tús ideales y mente se mantienen sanas! —Dijo Nerraug muy serio y con toques fuertes de amargura.
—No estoy entendiendo, ¿a que demonios te refieres?, y ¿por qué estas hablando ahora en lugar de pelear? —pregunto atónito Guarren al ver la cara de rabia y amargura de Nerraug.
—¿Por qué?, ¡¿me preguntas eso a mi?!... Vaya, es cierto, tú no lo sabes. Fuiste un corderito toda tú vida, incluso al jugar, tenía ganas de ahorcarte de verdad cuando jugábamos a las luchas pero, no era el tiempo y no hubiera podido igual... —Contó Nerraug más cosas fuera se sentido para Guarren.
—Te imploro, habla con claridad, no entiendo lo que dices, lo único que haces es hacerme recordar mi infancia, no juegues con mi recuerdo más preciado o tendré que callarte. —Dijo Guarren enojado.
En eso Nerraug, entre llamas y fragmentos de hielo cristalino; entre llantos y quejas; entre risas de desprecio, entre el cielo oscurecido por el humo y avistando de lejos los buitres que acechaban los cuerpos de los caídos, entre la tierra que se llenaba de sangre, entre todo, caminando con el rostro inundado de perversión, con mucha arrogancia, dijo:
—Me da risa tú enojo, ay, es que eres tan dócil. Te crees tan bien el papel de buen niño, por algo yo siempre era el villano en los teatros caseros, pero bueno, ya basta de recordar el pasado, centrémonos en las ganas que tengo de verte sangrar hasta morir, mi querido hermanito, si tú eres mi hermanito que comía moras con tomate y miel por las tardes. Anda, quita esa cara, aunque no lo asimiles tú eres mi...
Familia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro