Capitulo Dieciséis: "¿Alguna vez habías visto algo así?"
Ya eran como las 7 de la mañana en el Bazar, según la tradición, a esa hora estarían despertando los dueños de tiendas luego de la ajetreada fiesta comercial de la noche anterior y deberían prepararse para hacer limpieza del desorden que habrían dejado las multitudes. Naturalmente los niños hijos o nietos deberían andar correteando por las cayes viendo si a algún viejo adinerado se le cayó alguna moneda de oro y así mismo, se debería estar preparando el “desayuno de la prosperidad” el cual es una comida emblemática que simboliza la prosperidad luego de la fiesta comercial. En esa mañana en el Bazar muchas cosas deberían haber ocurrido de formas muy diferentes y con otros aromas en el aire pues, en lugar de aquel delicioso aroma de las flores Taia que se usan en el desayuno de la prosperidad, aún olía a ceniza y carne quemada.
El Bazar había quedado en escombros, todo se había vuelto una gran pila de porquería y ahora era irreconocible pero, ese no fue el cambio más drástico que produjo la noche anterior pues, al fin y al cabo, los edificios se pueden volver a construir pero, una vez que te metes con los corazones de gente inocente, está jamás vuelve a ser la misma.
Habían familias incompletas, faltaba un hijo, una madre, una abuela o un tío pero sin duda faltaba alguien y el dolor era inmenso. Algunos comenzaban a asimilarlo, entender la perdida y mala suerte que tuvieron por lo que sus lágrimas poco a poco se iban apaciguando. No obstante, eso era para los más fuertes, los que tenían una visión más amplía de la vida y entendían que cosas así pasan a diario y que a cualquiera le podría tocar pero, la mayoría no entendía eso, la mayoría se preguntaba: ¿Por qué los dioses les habían castigado de esa forma?, o ¿Qué habían hecho para merecer tal sufrimiento? y aunque alguien hubiese encontrado respuesta a semejantes preguntas, eso no hubiera calmado ningún dolor ya que, pese a absolutamente todo, nadie merece que le arrebaten a un ser querido, nadie merece perder a quien ama.
Así estaba la gente del Bazar, cabizbaja, aún llorando pese a la preciosa mañana que la naturaleza les ofrecía y mientras ese escenario existía, algo llamó la atención de un niño que cuidaba de su madre quien dormía luego de una ardua noche atendiendo heridos.
—Hey, ¡Mami, Despierta!, mira al norte, ¡¿no son esos los Dragones que nos salvaron?! —Dijo el hermanito menor de Macry, ambos hijos del ahora desaparecido señor del Bazar.
—Eh... ¿Dragones? —Dijo la señora que apenas llevaba a lo mucho una hora dormida.
—¡Los dragones han vuelto! —Se le escuchó a la multitud que les veía venir.
Macry, quién no había dormido en toda la noche pues estaba ayudando a las familias repartiendo alimento y medicamentos, se detuvo un momento a admirar a lo lejos como aquellas bestias que el admiraba traían a su hermana sana y salva.
—Termina esto por mi por favor. —Dijo Macry a uno de los hombres de su padre que ahora estaban a su mando.
Macry rápidamente se fue a la espera de su hermana que venía sobre el lomo de Rashi. A la espera se le sumaron su madre y su hermanito junto a otras personas que, pese a todo, estaban felices de ver que la niña estuviera bien. Unos instantes después los Dragones descendieron y el reencuentro fue posible.
—¡Macry!, ¡Te extrañé hermano, los extrañé a todos! —Dijo la niña muy emocionada de reencontrarse con su familia que no dejaba de abrazarla y besarla de felicidad.
—¡Nosotros también mi vida, no sabes la falta que me hiciste! —Dijo la madre entre lágrimas.
—Yo también te eché de menos, tenía miedo de que ya no jugáramos juntos otra vez. —Dijo el hermano menor con su vocecita quebrada.
—Oh mi Saly, sabía que vendrías de vuelta, tú sonrisa es demasiado hermosa como para que desapareciera. —Dijo Macry con una cara de alegría enorme.
Tanto Dragones como los demás que presenciaban el reencuentro hicieron silencio durante la familia lo necesito hasta que estuvieron satisfechos.
—Mamá, dale de comer a Saly y atiende a los heridos que traen con ellos, yo debo atender unos asuntos con Conor. —Dijo Macry y se fue a un lugar apartado para hablar en privado con Conor.
...
Ya en el lugar, la conversación empezó, Macry como representante del Bazar y Conor en su forma alfa como Rey de los Dragones y de Radial.
—¿Mi padre está...? —Preguntó Macry con pocas esperanzas.
—Probablemente muerto. No tenemos su cadáver pero es posible que haya sido asesinado pues sabemos por testimonio de tú hermana de que el líder de los Sátiros, ordenó que se lo llevarán lejos para concluir su venganza. Lo más probable es que lo asesinaran lejos de tú hermana para no hacerle daño pues, pese a todo, se portaron muy bien con ella, su único problema era con tú padre al que seguramente maratón y destruyeron el cuerpo pues tienen las capacidades para ello. —Explicó Conor tratando de ser breve para no lastimar tanto a Macry.
—Entiendo, solo espero no haya sufrido mucho. —Dijo Macry con la voz entrecortada.
—Tomate tú tiempo para asimilarlo, créeme, sé lo duro que es que te digan que tú padre ha muerto. —Dijo Conor intentando ayudar.
—Mi madre, mi hermano y yo nos preparamos para recibir esta noticia durante toda la noche así que no te preocupes, podemos seguir hablando. —Dijo Macry limpiándose las lágrimas.
—Supongo que querrás saber de Roy, el líder de los Sátiros.
—Conozco la historia de los Sátiros y sé por qué se llenó de tanto odio, la verdad, pese a todo lo que hizo, me compadezco. Roy era un gran sujeto que solo quería lo mejor para su madre y hermanita y eso me recuerda a mi pero, diferente a el, yo no me llevaré de odio, no seré como el. —Dijo Macry mostrándose benevolente para con Roy.
—No lo asesiné para que tú y tú pueblo lo juzgaran o decidieran que hacer con el. Es un sujeto que está terriblemente loco y dañado por el odio y sentí que tú serías el único capaz de poder decidir su destino. —Dijo Conor a Roy.
—Gracias por el halago pero, el Rey aquí es usted señor, usted debería saber de eso. —Dijo con modestia Macry.
—Quizá pero, yo sé atender los asuntos de mi reino, Radial, mientras que, lo qué pasó en el Bazar es tú jurisdicción y está ahora bajo tú mando como el nuevo dueño y señor de estás tierras. Es más, si me permites, estoy seguro que la corona de Midert estará muy de acuerdo con un nuevo señor del Bazar como tú. —Dijo Conor alentando a Macry para hacerse cargo de la situación.
—Sube a mi lomo, Macry, te mostraré de lo que hablo. —Dijo Conor invitando a Macry a volar con el.
Macry accedió y Conor se contentó pues de esa forma logró distraer a Macry para que no prestara atención a lo que había dicho pues, había sido muy directo. Conor alzó vuelo y empezó a pasear por los aires a Macry quien como si fuera un niño disfrutaba de la vista.
—¡Esto es asombroso, ustedes los Dragones son asombrosos! —Dijo Macry emocionado.
—Mira a tú al rededor, todo esto está a tú cargo ahora; todas estas tierras y las personas que en ellas habitan dependerán de ti ahora que tú padre ya no está, ¿Estás listo para eso, Macry? —Preguntó Conor tratando de hacer conciencia en Macry sobre lo grande que sería su nueva responsabilidad.
—Pese a que mi padre me estuvo preparando desde muy pequeño, aún no me siento listo, no creo poder con semejante carga. —Contestó Macry mientras observaba el paisaje.
—Ellos más que nunca necesitan un líder pues, a partir de hoy, nada será igual. —Dijo Conor tratando de hacer nacer valentía y liderazgo en el corazón de Macry.
—Pero ¿y si los defraudo?, ¡¿qué tal si me vuelvo codicioso como mi padre?! No quiero que algo así pase, además, si un ataque así volviese a ocurrir, no tengo las fuerzas para defender. —Reflexionó Macry.
—¡Sujétate con fuerza! —Exclamó Conor y al instante voló con gran velocidad alejándose del Bazar y siguiendo rumbo a Radial.
Luego de unos minutos donde ninguno habló, Conor se aproximó lo suficiente como para que a a lo lejos se vieran las barreras que rodeaban Radial y, un poco más allá, algunas edificaciones.
—No sé si alcances a verlo pues los Gugwes no tienen una vista tan aguda como la puede tener un dragón pero, luego de esas montañas frías y ese gran muro, está mi reino, mi gente. Allá está la gente que quiero y deseo proteger; allá está la gente que confía en mí y que espera que los guíe a un futuro mejor. —Dijo Conor conmoviendo a Macry quien jamás había visto ese lugar pues, era tierra de nadie y de muy difícil acceso.
Conor se alzó a gran altitud, unos 2 kilómetros, lo suficiente para que su silueta se hiciera pasar por un ave y así, cualquiera de Radial que lo viera, no le reconociese.
—Ahora estamos volando sobre Radial, esa que está allá es una de las 3 grandes ciudades del pueblo de hielo. Míralos, trabajando como siempre, seguro ellos no tienen ni idea de lo que en un futuro le espera a este reino y, lo peor es que, todo esfuerzo que hacen hoy, mañana no valdrá nada. Justo ahora, casi todo lo que uno de ellos haga para si mismo será en vano. —Dijo Conor consternado a Macry.
—¿De qué habla señor Conor? Suena terrible. —Preguntó Macry para entender.
—Radial está condenado. Todas esas montañas y valles están malditos con la bendición de muchos minerales valiosos y plantas especiales nunca antes vistos y, por eso, varias Razas han puesto su ojo codicioso en estás tierras. Ellos ya las investigaron, ya saben que vale la pena invadir, por eso, ahora solo están creando fuerzas para atacarnos y no será un solo ataque ni una sola raza pues, según mi informante, hay al menos 10 razas que están dispuestas a todo por hacerse con Radial. —Explicó Conor con pesar.
—¡Pero ustedes son fuertes!, ¿acaso hay razas que puedan hacer frente a un ejército de miles de Dragones? —Preguntó Macry extrañado.
—Me extraña que no lo sepas pero, en la actualidad, hay varias razas capaces de hacernos frente. Toma por ejemplo a ese Sátiro que el solo derrotó a mis mejores hombres y a mi mejor mujer. Un solo sátiro tenía semejante poder siendo una raza de clase media. Sé que, por decirlo de alguna forma, eres fan de los Dragones pero, ya no somos lo que cuentan las leyendas, ahora somos mucho más débiles y 10 invasiones seguidas no podremos soportarlas y menos si razas como los Jörmundgander, los Golems, los Gembus, Los Byakkos, los Ras o incluso los Cupidos llegarán a estar involucrados en el ataque. —Dijo Conor recordándole a Macry la realidad del mundo el que vive.
—Tienes razón solo que pasé por alto a esas otras razas por el casi escaso contacto que se tiene con ellas de este lado del mundo, después de todo, siempre he vivido aquí y de la mayoría de ellos solo los he visto en libros. —Se explicó Macry.
—Te entiendo pero, fue bueno que lo recuerdes y espero lo tengas en mente siempre. —Advirtió Conor y dio la vuelta para volver al Bazar.
—Gracias aunque, tengo una duda. Señor Conor, ¿por qué me cuenta todo esto? —Preguntó el joven heredero.
—Porque te necesito. —Dijo el Rey de los Dragones dejando impactado a Macry.
—¿Qué cosa?, ¿por qué usted necesitaría de alguien como yo? —Dijo Macry muy confundido.
—Porque eres el único que tiene el poder para salvar a mi pueblo... ¡Macry, ayúdame por favor! —Suplicó Conor.
—¡No estoy entendiendo, por favor, sea claro! —Pidió Macry.
—Disculpa, me exalte. Macry, ahora jefe máximo del bazar Nipoa, le pido que acepté el cargo que su padre le ha heredado y ayude a mi pueblo en sus últimos tiempos viviendo en estás tierras. Se lo pido, de Rey a Jefe máximo, bríndeme su ayuda. —Dijo Conor seriamente de forma muy formal.
—Vuelvo a preguntar, ¿cómo podría yo ayudarle? ¿acaso no ha visto que ustedes nos ayudaron? ¡si no podemos con un ataque terrorista aleatorio, ¿cree usted que podremos contra una guerra por recursos?! —Preguntó Macry con impotencia.
—Macry, no le pido que nos acompañe en armas, por el contrario, nosotros le asignaremos soldados a su disposición para proteger el Bazar pero, a cambio, sean nuestros ojos y oídos en el mundo mientras abandonamos estás tierras. Créame, usted y su pueblo serán recompensados grandemente antes de nuestra partida. —Expresó Conor su intención de alianza.
Macry se detuvo a pensarlo y justo comenzó a recordar la figura casi angelical de Conor apareciendo entre el humo la noche anterior. Macry pensó en todo lo que los Dragones arriesgaron ayudándolos y revelando su identidad pero, una idea cínica le vino a la mente.
—¿Es por esto que nos han ayudado todo este tiempo? —Cuestionó Macry.
—Para nada, Macry. Con quién quería hablar desde el comienzo era con tú padre para entablar un acuerdo comercial para que el fuera el primero en obtener recursos especiales de Radial pero, como sabes, las cosas han cambiado y si me permites decirlo, creo que el futuro del Bazar está mejor en tus manos pues, tú eres mejor persona que tú padre y de eso no hay duda. —Mintió Conor sobre sus intenciones de hablar con el padre de Macry.
—Ya veo, entiendo. Cuénteme señor, ¿qué ganaría la gente del Bazar? —Preguntó Macry.
—Lo siento pero, no puedo entrar en detalles si no eres oficialmente el jefe del Bazar. —Jugó Conor con la mente de Macry.
—Con que así están las cosas, entonces, ¿duda usted de que pueda ser Jefe del Bazar?, ¿cree que hay alguien más que pueda con el cargo? —Le dio la vuelta Macry.
—Que bueno que seas un chico astuto, eso te hará falta siendo Jefe pero, si quieres que crea tu convicción, anda, pronúnciate sobre ese pueblo y declararlo como tuyo con todo lo que eso conlleva. Vamos, Macry Montalig, se el hombre que esa gente espera que seas. —Provocó Conor al joven heredero justo cuando regresaban del Bazar.
—Con todo respeto, calle y observe. —Dijo Macry con confianza.
Luego de que aterrizaron tras haberse ido por 2 horas, Macry fue donde su pueblo con mucha determinación y se propuso a hacer una declaración cuanto menos atrevida ante todos los presentes.
—Regálenme un poco de su atención, gente del Bazar, debo hacer un anuncio importante. —Dijo llamando la atención de todos los que estaban despiertos.
—Primero que nada, debo pedir disculpas pues, el ambiente no es nada propio para hacer anuncios de índole políticos pero, primero que nada, debo anunciar que a partir de este mismo instante yo seré “el Señor del bazar”. Ahora seré su jefe pero, más que un jefe, un líder y estaré con ustedes hasta el último momento pues, ustedes son mi pueblo, ustedes me han dado todo y es momento de devolver cada buen gesto que recibí de cada uno. Sin duda, tengo miedo, es un trabajo grande pero, estoy dispuesto a enmendar los errores de mi padre uno a uno hasta que el bazar no solo vuelva a estar de pie si no que brille más que nunca. —Dijo Macry lleno de nervios pero con una voz enérgica tratando de levantar el ánimo de la gente.
Algunas personas se vieron contentas por la declaración pero, una gran parte se vio indiferente pues, unas simples palabras al viento no traerían de vuelta lo perdido la noche anterior.
—Macry, tú lo dijiste, no es un buen momento. —Dijo su madre pidiéndole que se detuviera.
—No, aún tengo otro anuncio que hacer. —Respondió el joven.
—Pueden pasar por alto lo que dije anteriormente pues, no es tan importante, lo que yo diga no cambiará mucho pero, quiero que sepan que hoy hemos sido bendecidos pues, Conor, el Rey de los Dragones, en un acto de buena voluntad, ha decidido ayudar al bazar comprometiéndose a no solo reconstruirlo si no que, ¡donará también más de 50,000 monedas de plata para restaurar la economía de los más afectados!, ¿No es esto maravilloso? —Dijo Macry arriesgando todo para probar que tan de su lado estaba Conor y cuanto estaba dispuesto a ayudar a su pueblo.
Todos al escuchar eso, tanto gente del bazar como Dragones, quedaron totalmente atónitos ante semejante declaración y empezaron a murmurar imaginando lo milagroso que eso sería pues, literalmente, solucionaría todos sus actuales problemas económicos.
“¡Macry, no has resultado nada tonto y me encanta!” Pensó Conor antes de pronunciarse ante lo que Macry había dicho.
—¡Por su puesto! Todos tendrán nuestro apoyo para restaurar el Bazar pues, es nuestro deber social cuidar de nuestros vecinos fronterizos. —Dijo Conor exaltado siguiendo la corriente y sorprendiendo a todos.
“Entonces es así... Ya veo. Gracias Conor, por lo visto puedo confiar en ti. Yo aún no estoy listo para hacerme cargo del Bazar pero, con tú ayuda y conocimientos, creo podremos no solo sacar adelante a esta gente si no, hacer algo más grande para la prosperidad de la misma. Ojalá así sea pues, le apuesto todo a esta alianza” Pensó Macry dando el visto bueno a Conor quien había superado su prueba.
La gente claramente alabó como Macry había logrado tener buenos términos con Conor y traer semejante ayuda a todo el pueblo que la necesitaba por lo que, los Dragones y Macry, dieron una impresión muy positiva al nuevo pueblo del Bazar que nacería de las cenizas de aquella noche.
Luego de que Conor endulzará más lo dicho por Macry y se ganara el corazón de la gente, dejó de hablar como político en tiempo de elecciones y fue donde Macry.
—Eres sin duda un chico muy astuto, sin duda tienes futuro en este mundo Macry. —Dijo Conor alabando a su ahora socio y aliado político el cual solo se rio muy contento.
—Conor, ¿es en serio todo eso? —Preguntó Rosh perplejo.
—¡Y es solo el comienzo! —Contestó el Rey con entusiasmo.
—Hey chicos, es cierto, no podemos dejar a esta gente así por lo que hay que ayudar. Si no les molesta, ¿pueden venir conmigo a los cielos un rato? —Dijo Lortz Puw quien se había percatado rápidamente de la situación.
—Síganlo, seguro es importante. —Autorizó Conor quien notó que Lortz entendía la situación.
Los Dragones volaron todos tan alto que sus voces no serían escuchadas pues, estado en la forma de Dragones, susurrar les era imposible así que, el aislamiento era el mejor método para la privacidad.
—Dinos Lortz, ¿por qué estamos todos aquí? —Preguntó Daz.
—Escuchen, aquí sin importar nuestra perspectiva, debemos apoyar a Conor pues esta gente aunque ahorita se vea acabada, es la llave que nos abrirá las puertas del mundo que hasta ahora ignoramos. Esa es la razón por la que dimos todo en el combate pasado pues, entregar a la niña con vida y ayudar al Bazar es nuestra carta de triunfo para mejorar nuestro reino. —Explicó Lortz de forma reveladora para varios.
Todos recordaron las palabras de Conor la noche anterior que decían: “Sé que perdimos una batalla pero, con esa derrota se nos abrió una puerta enorme. Hay un joven heredero de las tierras del bazar y sus negocios, así mismo, el tiene poder sobre los grupos minoritarios que se sustentan de dicho bazar. Ese joven llamado Macry espera por su hermana de vuelta y si el la recupera, su noble corazón estará en deuda con quien lo haga posible...” Y hasta entonces recordaron y entraron en razón de la razón de que se esforzaran tanto en la última batalla.
—Oye Zhornil, ¿Qué opinas del semejante manejo que tuvo Conor sobre la situación? Yo creo que mejor no pudo ser pues, improvisando a partir de una tragedia, logró traer aliados y recursos a Radial que el reino calmaba. —Dijo Darwin mostrándose superior pues, se creía ganador de la apuesta que hizo con Zhornil al comienzo de todo.
—Es cierto que hay mérito en sus acciones que sin duda causan asombro, no obstante, yo aún preservo mi postura pues creo que no merece aún el aplauso de Radial pues, debe ganárselo. Somos Dragones, somos un pueblo guerrero, en peleas podemos sobrevivir sin el por lo que, si quiere nuestra aprobación deberá ganársela con un mérito equivalente. —Explicó Zhornil seriamente.
—¿Exactamente a qué te refieres con que nosotros podemos solos? ¿No estuviste en la lucha pasada como para que no vieras que todos estuvimos a punto de morir a manos de técnicamente un solo hombre? —Reclamó Daz.
—Pero...
—¡Pero nada! Vamos, Zhornil, aterriza de una, ¡vez por favor! Hay que reconocer que el hombre está haciendo lo mejor que puede porque sí, es un completo extraño que es mestizo entre 3 razas y con costumbres e ideas muy diferentes a las nuestras pero, el sabe algo importante, ¡el domina la verdad del mundo y sabe que el Radial que conócelos pronto será territorio de guerra por ver quien se queda con sus recursos! No hay que pecar de tonos, incluso yo que aún tengo mis dudas tengo que aceptar que es lo mejor que nos pudo pasar y antes de que digas algo, te recuerdo que soy del pueblo de hielo y nosotros fuimos los últimos en aceptar su poder sobre nosotros pero, al final, lo aceptamos porque no hay de otra, todo sea por sobrevivir. —Reprochó y expuso Daz con molestia su opinión.
—No puedo creer semejante palabrería pero, por más amigable o buena gente que parezca por tener la verdad, el es lo que tú dijiste, Conor es un extraño cuyas intenciones reales no son claras y que representa un peligro latente para cualquiera porque es capaz de arrancarle el corazón a su mejor amigo y comérselo con tal de lograr su objetivo. No olviden eso jamás. —Dijo Zhornil trayendo oscuros recuerdos a todos de la pasada guerra entre Dragones.
—¡Ya fue suficiente! Deja tus cosas anti-sistema para otra ocasión, Zhornil. El tema principal aquí es que debemos cooperar para que se efectúe la alianza entre el Bazar y Radial. Eso es lo aue importa ahora. —Dijo Darwin parando la discusión y recuperando el tema anterior.
—Cierto, no vale la pena discutir ahora. —Dijo Daz viendo a Zhornil de reojo con una mirada despectiva.
—Arréglense ustedes porque yo no estaré de acuerdo pero, aún así, les ayudaré porque es mi deber pese a todo. —Comentó Zhornil con un tono de desanimo.
—Nadie te entiende, Zhornil pero bueno... ¿En qué estábamos? —Preguntó Darwin.
—Pues, si todos están claros de que a partir de ahorita somos aliados y siervos del Bazar, entonces no hace falta hablar más. —Explicó Lortz.
—Para mi suena bien, después de todo, si esto traerá el futuro que buscamos a nuestra gente, entonces cualquier cosa vale la pena. —Comentó Rak.
—Yo tampoco veo el problema así que, ¿estamos de acuerdo todos? —Preguntó Lili.
En eso todos, incluso Zhornil, asintieron mostrando su disposición a colaborar y por ende, concluyeron su discusión y descendieron al Bazar.
—Bueno Conor, todo está listo así que solo esperaremos ordenes para actuar. —Dijo Lortz.
—Me alegra oírlo. Por cierto, pueden volver a su forma humana o de Humidrag si gustan, puede que se les haga más cómodo. —Dijo Conor a sus soldados los cuales encontraron alivio en lo dicho por su rey.
—Antes de que todo el mundo empiece a des transformarse, decidamos quienes sí y quiénes no podrán hacerlo pues, la forma de Dragón permite cargar muchísimo más peso y remover escombros con facilidad por lo que, usar en conjunto la forma humana y la Dragón es mucho más óptimo. —Señaló Darwin.
—Oh es cierto, buena observación. Entonces, te dejo la organización a ti y a Lortz, juntos dirijan al resto y consigan un buen trabajo. —Delegó Conor confiado en las grandes capacidades de sus militares.
Así, luego de asignar sus roles a cada uno, los militares de Conor y los hombres al servicio de Macry empezaron su trabajo en equipo para restaurar el Bazar. Por otro lado, ambos lideres, Conor y Macry se dedicaban a atender a las personas afectadas de una en una y demostrando que el Rey de los Dragones si quería el bien para ellos. De esa forma, todos empezaron, pese a las dificultades y la moral baja de la gente del bazar, empezaron sin planes de detenerse pues, había que salir adelante ya que, no importa lo que pase, Gueghelldak nunca deja de girar.
...
Las horas volaron y cuando menos esperaban, ya estaban en los últimos minutos del atardecer.
—¿Cómo va todo? —Preguntó Macry a sus hombres y a los soldados que con palas cavaban sin descanso.
—Ya casi terminamos los últimos detalles por lo que todo estará a tiempo. —Respondió un Gugwe siervo de Macry.
—Está bien, es bueno saberlo. —Dijo Macry con una sonrisa tenue pero con ojos de dolor y dando una vuelta para ver lo que ocurría tras su espalda.
El sol estaba a punto de desaparecer en el horizonte y, los últimos rayos de luz que quedaban, bañaban los semblantes decaídos de una multitud marchante con antorchas y canticos fúnebres que despedían a los difuntos que en ataúdes cargaban en hombros. En una mano llevaban una antorcha y, en la otra, una flor especial: La Zhorgrinai. Una flor de dos pétalos envueltos sobre si mismos en forma de “alma” donde un pétalo, el de color blanco, era el espíritu y el otro, de color azul, era el cuerpo. Esos eran los objetos rituales que la la gente de Midert acostumbra a cargar mientras había un funeral.
La marcha era triste de ver pero, como todo en la vida, tenía un lado bello. El ocaso con la luna saliente, las antorchas que ardían sin recelo, la uniformidad de la marcha, los coros de dolor que se oían en los cantos de despedida y los ataúdes llenos de flores aromáticas que iban al frente de la marcha; todos esos elementos hacían del lamentable evento algo precioso. No obstante, por más bello que fuere, las lágrimas y llantos no se ausentaron ni por un segundo.
Luego de un rato, solemne marcha llegó a su destino: Una planicie a unos 2 kilómetros del Bazar donde los siervos de Macry y los militares de Conor terminaron con las justas de cabar las tumbas para el entierro. Mientras la multitud llegaba y rodeaba el lugar todos los militares y siervos se quitaron los sombreros que se habían puesto para trabajar bajo el sol todo el día y Conor y Macry recibieron a la muchedumbre con mucho respeto arrodillándose en señal de honor por los inocentes. De esta forma, la parte del final del funeral daba comienzo.
—Oye, ¿por qué Conor se arrodilla? Se supone que solo se arrodillan los jefes como Macry o todas aquellas personas que tienen culpa en su interior tras la muerte de las víctimas. —Preguntó Joss.
—¿No le oíste? Dijo que quería honrar con su respeto a toda la gente del bazar haciéndole una reverencia a sus difuntos; Conor lo habló con Macry y dijo que no había problema y que la gente del bazar lo agradecería... Ya sabes, es un momento muy duro para ellos y ver que un rey del porte de Conor les honre les ayudará con la carga. —Explicó Lili a su compañero.
A los Dragones este funeral les recordaba a los funerales bélicos que se hacían en Radial donde, los que eran del pueblo de hielo, hacían un “rezo” a sus muertos los cuales se volvían energía haciéndose unos con el universo y, los que eran del pueblo de fuego, entregaban sus muertos al volcán diciendo de forma espiritual que, los que nacieron del fuego, al fuego vuelven. Sin duda, mientras veían como cada ataúd era puesto sobre su fosa y cubierto de tierra los recuerdos del último funeral bélico volvían.
Así pasó poco menos de media hora hasta que cada difunto había sido sepultado, por ende, el ritual ya casi terminaba. Para terminar, los familiares o amigos de cada fallecido arrojaban semillas de flores sobre la tumba y luego estás semillas eran cubiertas de tierra por los enterradores y si algún fallecido no tenía amigos o familia presentes, el Jefe (Macry) debía hacer ese trabajo. Por último, sobre cada tumba las familias ponían las flores Zhorgrinai que traían y en ese punto, el entierro alcanzaba su clímax.
Las flores que pacíficamente fueron dejadas sobre las rústicas tumbas fueron sometidas al abrazador calor de las llamas de todas las antorchas que la gente cargaba y es que, todas las flores que los demás traían también serían quemadas como parte del ritual. La llama que era amarilla como el atardecer se volvió azul como uno de los pétalos de la flor y mientras esta última ardía, un humo blanco y brillante se elevaba rápidamente al cielo. En ese momento cada muerte fue consumada y, la buena fortuna al camino de las almas, había sido deseada para cada fallecido.
En ese punto cumbre del ritual es que la gente se desbordó a llorar y no por el humo pues este no irritaba, sino más bien por la nube de sentimientos que transmitía todo aquello. Ya era de noche, las antorchas alumbraban lo que la luna no podía, la gente se abrazaba mientras veían como las flores Zhorgrinai ardían en su bonito color azul que hacía contraste con el cálido naranja de las antorchas; todo estaba en silencio pues era un momento solemne pero, en el momento correcto, los caballeros que habían cargado a los difuntos empezaron a cantar.
“Gracias por haber existido, gracias universo por permitir haberle conocido. La luz bendiga su camino, el paraíso sea contigo. Nueva vida saldrá de ti y la tierra te recibe con gratitud, nos veremos pronto en tierras de nuevas de gracia y plenitud”.
Los Dragones no lo esperaban pero era parte del ritual y, una vez los caballeros entonaron con voces angelicales aquellos versos, el pueblo les siguió repitiendo junto a ellos dos veces más el cántico fúnebre final. De forma sorprendente, cantar aquello reconfortaba mucho a las personas que incluso entre lágrimas se les veía sonreír, de forma tenue, pero sonreían pues, dentro de sus corazones el cántico entonado era un rezo por el bien de las almas de sus seres queridos y, en ese sentido, ellos estaban contentos de imaginar que sus amados tendrían una mejor vida en el paraíso. Así es como el funeral concluía y tanto los vivos como los muertos podían reposar en paz.
—Lili, ¿qué te pasa? —Preguntó Rak extrañado al ver a su compañera llorando de pronto.
—Nada, solo que es demasiado sublime y conmovedor. —Respondió Lili mientras se secaba las lágrimas.
—Sí, es muy conmovedor. —Dijo Rashi quien también lloraba tras presenciar el funeral.
—Aunque yo no llore como ustedes débiles, debo darles la razón en que esto me llega al corazón. —Dijo Rak abriéndose un poco.
—Es por eso que luchamos, para que tragedias así no ocurran; puede que cada uno tenga razones diferentes para estar aquí pero, al fin de cuentas, ese es el objetivo de Radial. Compañeros míos, no mueran, por favor, todos los que empezamos esta travesía debemos terminarla y sí, será difícil pero, hagamos esto por todos los que en casa nos esperan, ¡vivamos para protegerlos y para que no sufran nuestra muerte! —Expresó Rashi con todo su corazón.
Aunque en su momento no pareciera, a muchos les caló en el corazón lo dicho por el joven Soldado el cual soñaba con un mundo mejor para su madre y hermanos y pese a estar conmovidos, todos guardaron la compostura presenciando el cierre del funeral. La última llama de la última flor quemada se apagó dejando tras su paso y, tras el paso de todas las flores, una preciosa ceniza azul que los lugareños simbolizaban como el cuerpo volviendo a la tierra. Así, con todas las personas abandonando el lugar en silencio o quedándose un rato más, es como el ritual del funeral terminaba oficialmente.
...
Cuentan que aquella noche mucha gente no cenó por falta de apetito y que todos fueron a dormir muy temprano a las afueras de un bazar que había sido limpiando durante el día. Posterior a ello, el tiempo pasó rápido después de aquél día; La gente que no era del Bazar volvió a sus hogares en las montañas o valles, los Dragones junto a los siervos de Macry reconstruyeron una gran parte del bazar y la gente poco a poco lograba aprender a vivir con lo que había pasado casi una semana atrás pues, ya habían pasado 6 días desde entonces. Al final, cuando el llegó el séptimo día Conor consideró que era hora de volver a Radial para informar al reino de todos los cambios que vendrían.
—¿Ya está todo listo? —Preguntó Lortz encargándose del equipaje lleno de provisiones especiales que llevarían de regreso a Radial.
—Por lo visto sí, solo hace falta Conor. —Señaló Wanda quien despertó el día siguiente al funeral y se recuperó poco a poco junto a sus otros compañeros colapsados.
—Cierto, solo termina de firmar los primeros tratados oficiales entre Radial y el Bazar y nos vamos. —Dijo Lortz animando al grupo que deseaba volver a Radial.
—Si es cierto que aquí hay comida deliciosa pero, vamos, extraño tomar té en las montañas de mi cuidad. —Dijo Dornny entusiasmada.
—Sin duda todos extrañamos algo de Radial, en mi caso, quiero ver como va todo en la fábrica de mi madre. —Dijo Darwin.
—Llevamos a penas 11 días fuera y, pese a que el tiempo pasó volando, por dentro de siente como si hubiera pasado mucho más por todo lo que pasó. —Dijo Force de lejos volviendo de la firma de los tratados usando su capa de lado sobre su hombro izquierdo para que le cubriera la ausencia de su brazo.
—¡Comandante! —Exclamaron todos.
—Estamos a punto de partir así que, si deben decirle adiós a alguien, este es el momento. —Contó Force a los soldados.
—Bueno, ya escucharon al jefe, no quiero que ninguno me atrace, ya quiero volver al reino otra vez. —Dijo Rak con tono intimidante.
—Tranquilo muchacho, aquí las órdenes las doy yo y aún estando así te puedo dar una lección de humildad. —Dijo el sub General Modrak quien también volvía de la reunión pero usando un bastón pues, entre todos los afectados por el colapso el tenía el puesto número uno.
—Desgraciado, como digas. —Dijo Rak entre risas de aceptación pues, no era buena idea molestar a Modrak.
—Así me gusta. —Dijo Modrak riéndose un poco.
—Es broma, Destructor, no se lo tome a pecho. Y ya, vasta de charlas, vayan a las letrinas si no lo han hecho que nos vamos. —Aclaró el Sub general.
Luego de eso todos empezaron a despedirse más que nada de las personas con las que habían convivido durante su estancia pero, lo que se suponía era una despedida simple, se complicó porque mucha gente empezó a llegar para agradecer todo.
“¡Gracias aguerridos de Radial, la luz sea con ustedes!” comenzó a gritar la gente que llegaba por docenas. El ambiente se tornó gratificante y muy ameno para los Dragones que, luego de aquello, se sintieron pertenecientes al Bazar.
...
—Muchas gracias por haber aceptado aquel día esta unión, créeme, es lo mejor para ambos. —Dijo Conor a Macry mientras salían del edificio donde realizaron las firmas.
—Ahora lo sé con claridad y aunque aún faltan varios tratados por realizar, aquí comienza mi imperio. —Dijo Macry decidido.
—Quien diría que un joven tan amigable como tú escondía en lo profundo de su ser una ambición tan grande. —Dijo Conor quien estaba sorprendido luego de que en la firma se conocieran mejor.
—Tú quieres destronar a una raza que destronó a los tuyos mientras que yo quiero reorganizar el reino de Midert. Esos tontos del consejo de ancianos del rey demostraron como abandonan las zonas rurales al no haber contestado mi carta pidiendo un apoyo en recursos para restaurar el Bazar; seguramente tienen mejores cosas en que gastar su oro y plata y, aunque sé que ellos van a contestar, siempre lo hacen tarde y yo no puedo permitir que siga así. —Dijo con seriedad Macry.
—Me parece una buena causa y como acordamos hoy, tendrás nuestro apoyo con eso. —Dijo Conor.
—Así es. Es un gran éxodo el que les espera a todos ustedes los Dragones y ni hablar de su último movimiento que supone enfrentar a nada más y nada menos que los Leviatanes, de verdad admiro tú valentía ya que mi misión al lado de la tuya es una cosa pequeña. —Dijo Macry mostrando su asombro.
—Iremos paso a paso y aunque el tiempo no nos favorece, moveremos con cautela cada pieza del tablero con tal de sobrevivir ya que perder no es una opción. Espero que tú también logres restaurar la justicia y unificar la sociedad dispar de Midert, tú gente lo agradecerá. —Dijo Conor alentando a su ahora aliado político.
—Lo mismo digo. —Respondió Macry mientras salían a la luz del día y se preparaban para despedirse.
...
Conor y Macry salieron y se encontraron con toda la gente que estaba en el Bazar pasando a despedir a los Dragones. Halagos, cumplidos y hasta piropos a los más guapos del grupo se escuchaban de parte de la gente que estaba eternamente agradecida con la labor que habían hecho toda la anterior semana. Aún así, los Dragones debían partir si querían llegar pronto a Radial.
—De verdad que todos son personas sumamente especiales; haber convivido con ustedes nos dejó marcados para siempre y ahora siempre estaremos unidos. No se preocupen, estaremos de vuelta pronto con noticias especiales. Gracias por el buen recibimiento y por estar hasta aquí, ¡esto es solo el comienzo y créanme, se vienen cosas mejores! —Dijo Conor al pueblo y llamó a sus militares para partir.
—Nos vemos, socio. —Dijo Macry con determinación.
—Protégelos, ellos cuentan contigo. —Dijo Conor y se marchó.
Más pronto que tarde, los Dragones ya estaban en el aire, transformados en Humidrags y cargando con sus compañeros que aún no podían volar producto del colapso. Aún así, no eran ninguna molestia considerable y podían volar a un ritmo bastante calmado que les permitiría disfrutar del paisaje. La vista era muy hermosa desde arriba y, pese a ser lugares por donde ya habían pasado, la experiencia era totalmente distinta desde casi un kilómetro de altura.
El llano rocoso donde pasaron una noche, el lago de los Kappas, la aldea Cíclope y el gran bosque de las arañas no se veían tan imponentes desde las alturas pero, aún así, esas tierras eran totalmente respetables para los Dragones. Todos los militares iban pensando mientras volaban sobre todo lo que vivieron; para algunos fue como una obra de teatro terrorífica, para otros un parque de diversiones y para otros una experiencia indescriptible pero, nadie podía estar indiferente. Todos fueron marcados aquella noche y haber sobrevivido era la prueba que quizá necesitaban para creer que los Dragones todavía tienen esperanza para alcanzar...
La tierra anhelada.
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[Nota del autor (actuando como si no hubiera pasado nada): Hey y hasta aquí el capítulo final del arco de las exploraciones. Realmente estoy muy, muy, muy feliz de llegar hasta aquí pues es la primera parte de mi novela, mi primera novela. Estoy feliz porque nunca me imaginé tan lejos pese que donde estoy es apenas el comienzo de una gran historia y la verdad, todo esto es gracias a ti que lees esto desde ayer, que lo lees hoy o que lo leerás algún día en el mañana, todo es gracias a ti porque eres mi motivación para escribir; ya lo dije en una ocasión, yo solo quiero hacer sentir y si lo logro estaré feliz.
Y cuéntame, ¿qué tal te pareció el primer arco o qué tal te aprecio este último capítulo?, ¿tienes alguna teoría? deja lo que tengas que decir en los comentarios que estaré encantado de leerte.
Por desgracia, no todo son buenas noticias ni todo está tan bien como se muestra en este último capítulo y es que, la obra a partir de aquí entra en un punto de no retorno por lo que, quiero ser capaz de escribir con prudencia y astucia los capítulos que vendrán en los próximos arcos y así entregar capítulos de mucha mejor calidad pues, las escenas y personajes que vienen lo merecen.
Es por eso que me tomaré una pausa de la escritura y me pondré a estudiar para mejorar mis habilidades al escribir pues es la única forma de perfeccionar mi técnica. La pausa durará como mínimo un mes y a lo mucho unos 3 meses pero, créanme que valdrá la pena. Prometo no defraudar.
Y no, no hay que preocuparse por que la obra quede inconclusa ya que todo está planeando y no haría algo de tan mal gusto como eso. Si publiqué esta historia es para terminarla y ll haré con un final glorioso.
En fin, creo eso es todo. Agradezco la comprensión y el apoyo recibido hasta ahora y espero que solo sigamos en aumento. Gracias de verdad, valen oro.
Por ahora, ha sido un placer escribir este arco durante más de un año, ya nos veremos de nuevo para continuar la aventura. Nos veamos, tengan una linda vida. <3]
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