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Capitulo Diecinueve: Padre

Calles de la capital de Radial, 2:00 de la tarde del segundo día del segundo mes.

De una u otra forma, Lili acabó distrayendose con cosas sin importancia mientras iba por las calles rumbo donde Force. A causa de esto, trató de acelerar sus pasos corriendo pero, se tropezaba. Los tropiezos eran constantes pero no inexplicables. Lili estaba empezando a recordar muchos momentos con el comandante lo cual no le permitía correr tranquilamente así que, para evitar dejar su rostro contra el suelo, empezó a caminar despacio y no contuvo su mente la cual insistía en mostrar momentos que vivió con el viejo Force así como también momentos que Force y otras personas le contaron sobre su niñez al cuidado del Comandante.

...

“La piedra del herrero”, 30 años en el pasado.

Lili conoce esta historia porque tanto sus compañeros como el mismo Force le contaron de a trozos los hechos y ella que no es tonta, solo tuvo que unir cada parte con ayuda de su imaginación lo cual le permitía algo así como volver al pasado. En aquél entonces, La piedra del herrero estaba algo más empolvada, la tensión militar no era tan fuerte, Conor ni había llegado a Radial y a Force aún no le había salido alguna que otra arruga de las que sí tiene en la actualidad. En general, el lugar era más agradable pese a que el 90% de su población en ese entonces era de hombres los cuales en un 70% competían por ver quién tenía la mejor musculatura. Aún no había empezado aquella época de las infiltraciones.

En la puerta de La piedra del herrero estaba un chico escuálido, de voz algo fuerte pero carente aún de desarrollo, su mirada era agradable pese a tener pinta de bañarse día de por medio. Con el, estaba una caja que cargaba en brazos con mucho cuidado. El chico de pelos alborotados miraba hacía todos lados hasta que por fin divisó su objetivo.

—¡Hermano, hermano! ¡Por aquí! —gritó el joven de unos 21 años para llamar la atención de un destructor clase 1 que venía en su busca. 

—Ya te vi, tranquilo, tranquilo. Hermanito, ¿Ahora qué me has traído desde casa? —preguntó el destructor vestido de uniforme mientras se mostraba muy imponente y dominante.

—Mamá te manda comida de la buena, de la que solo ella puede hacer; A nadie engañas, la comida aquí es mala y tú tienes que comer bien para volverte el más fuerte, ¡solo mira esos brazos! Yo jamás podría ser así. —dijo el chico sin desanimarse pues estaba feliz de ver a su hermano.

—Oh vamos, ni te fijes en esto... Tú tienes que interesarte en otras cosas, luchar no tiene que ser lo tuyo ¡Hay cientos de cosas más interesantes a las que puedes dedicarte! No te preocupes por eso... —decía el destructor cuando apareció Force con una niña como de un año en brazos.

—Disculpen, Destructor, abra la puerta por favor, ya verá que vengo algo ocupado. —Pidió Force entre risas.

—¡En seguida, señor! —dijo el destructor quién abrió de inmediato.

—Muchas gracias... Y hey, tú chico, es cierto, hay mil cosas allá afuera a las que puedes dedicarte pero, no seas padre de familia, ¡Luego de unos meses dormir deja de tener significado! —dijo Force bromeando y los chicos se asustaron.

—Nah, tranquilos. No importa el camino que elijas, ya sea ser padre o un guerrero, lo importante es hacerlo con el corazón y sin arrepentimientos. Es así como se vive una buena vida... ¡Cuídense jóvenes! —se despidió Force yendo a su oficina dejando pensativos a los dos hermanos que siguieron hablando un rato más luego de aquello.

Force, se pasaría por los salones de La piedra del herrero vestido con el uniforme de comandante pues ya lo era en aquél entonces. La gente se le quedaba viendo, ya había pasado un año pero era muy raro ver al “Padre bonachón” ser padre de verdad pero, aún con esa sorpresa, no dejaba de deslumbrar la gran apariencia del comandante. En aquél entonces le faltaban arrugas que hoy en día tiene, también no se dejaba la barba lo cual permitía ver ese prominente y bien definido mentón que seguro más de alguna dama deseaba acariciar. Si subimos un poco más la mirada, pues si la bajamos nos desconcentraríamos... con una tierna Lili bebé, nos toparemos con sus ojos cafés claros y decolorados muy bonitos que contrastaban con su cabello de color café muy oscuro el cual estaba rapado de ambos lados y peinado hacia atrás desde la frente hasta la parte superior de la nuca. Era una figura muy masculina que imponía con solo estar presente pero, nada más alejado de su carismática personalidad.

— ¡Comandante! Mucho gusto, ¡deme 5!... Oh... Creo que hoy no se podrá. —saludó un soldado pero se apenó al verle con brazos ocupados.

—Nunca se niega un saludo ¡Venga esos 5! —dijo Force tomando a la niña sobre una de sus manos para chocar los 5 con el soldado generando un sonido hueco fuerte tras el choque de palmas.

—Genial, ¡Sonó de maravilla! Ve con cuidado chico. —dijo Force mientras seguía su camino.

—Wow, ¡fue un choque perfecto! Dicen que si chocas los 5 con el comandante Force y suena así de bien probablemente llegues a ser un gran destructor ¡Estás de suerte hoy, Rosh! —exclamó otro soldado.

—A penas soy un soldado clase 3... Pero quién sabe, me gustaría algún día ser un comandante digno de respeto... No estaría nada mal. —dijo aquél joven Rosh con mucho anhelo.

Al final, después de muchos saludos e intervenciones a causa de su popularidad, Force llegó a la sala donde alguien importante le esperaba para discutir algunas cosas.

—General Solert Haw, nos vemos de nuevo. —dijo Force con asombro tras ver una leyenda frente a sus ojos.

—Has estado algo perdido mi devoto y estimado, Force, mi mejor vasallo pero, ¿No dejas de usar ese exótico perfume tuyo que huele a naranja? Jajaja. —respondió con alegría el general.

—Ya sabe, esto de la paternidad es nuevo para mi y ¡Más respeto, era el perfume de mi padre! Jajaja. ¿Qué hay de usted?, ¿Cómo le va, qué tal la familia? —preguntó el comandante mientras tomaba asiento.

—Estoy feliz, mis dos hijos se están volviendo un orgullo para mi. Werzerk es todo un comandante y su hija, mi nieta, pronto se unirá también al ejército para demostrar de qué están hechos los Haw; Kayle, ¡oh Dios! Una pena estés tan viejo y ella tan joven pero, es la mujer ideal para cualquier comandante que se respete ¡Sus habilidades son de otro mundo! Definitivamente soy feliz con semejante familia por lo que, el día que me vaya, me iré feliz de haber servido tan bien a mi nación que incluso dejé dos grandes retoños 100% leales a mi legado. —dijo rebosando de felicidad el general.

—Me alegro por ti... ¿Ya piensas en la muerte, viejo? Solo tienes 156 años, ¡Aún te falta! —dijo de broma Force.

—Yo en dos años me retiraré... Ya no me siento en condiciones, por desgracia... Bueno, aunque es probable que sirva como General honorario algunos años más pues se vienen cosas intensas pronto, lo he hablado con Guarren y créeme, por fin se puso los pantalones ese niñato. —comentó contento Solert.

—Pero ya vasta de mi, ¿Cómo te va con eso de ser padre? Toda la vida te negaste a las mejores mujeres del reino porque no podías comprometerte sentimentalmente con alguien por el riesgo latente de morir en cualquier momento... ¿Todo eso para que ahora que ya estás viejo se te diera por cuidar de una pequeña que ni siquiera es tuya? ¡No hombre, así no! Te digo que aún estás s tiempo de encontrar una mujer que se haga cargo de esa pequeña antes de que te arrepientas, los hijos no son poca cosa. —cuestionó y comentó Solert viendo con desagrado como uno de sus mejores hombres llevaba meses faltando a trabajar por cuidar de la bebé Lili.

—No digas eso, no al frente de mi. —dijo con total seriedad Force abrazando a la pequeña Lili.

—No sé que ha pasado en este año pero, desde que la recogí aquella noche, nada a sido igual. Recuerdo que ese día la llevé entre llantos al médico. Su piel estaba pálida y fría, casi no parecía que fuera a sobrevivir pero, lo hizo, logró pasar la noche y posteriormente la semana de recuperación, desde ese momento demostró ser muy fuerte. Algo curioso, fue que, siempre lloraba cada que me iba del hospital tras visitarla todos los días y cuando por fin sanó, no quería estar con nadie que no fuera conmigo. No sé que vió en este viejo pero no quiso separarse y así ha sido todo este año; sí, intenté entregarla a otras personas pero nunca funcionó, ella no quería irse. Al final, una noche mientras le daba de comer, me tomó el dedo y no quiso soltarlo. Cuando fue hora de dormir intenté dejarla en su cuna y nada, no quiso nada... Bueno, solo una cosa: Ese día ella durmió conmigo sujetando con su manita mi dedo índice. No sé que pasó pero se sintió muy bien. Siempre me han llamado “Padre bonachón” de broma, cariño o ambos pero, con ningún soldado había sentido lo que esta niña me hizo sentir y... Sé que será algo egoísta de mi parte pero, quiero que ella sea mi hija, quiero que me ame y yo quiero amarla a ella mientras la veo crecer y volverse una gran mujer. Ese día sentí que eso es lo que mi vida necesitaba.

—Dios mío, siento mucho el como me expresé. Mi fiel vasallo, Force, déjame decirte que de todos los que conozco, eres el más honorable. Tú mereces ser feliz y si quieres vivir esa felicidad criando a tú hija, porque desde el día que la recogiste es tú hija, si eso quieres, yo no te lo impediré y menos permitiré que alguien se interponga. Tienes mi palabra mientras esté vivo. —dijo el general extendiendo su mano para estrecharla con la de Force estando orgulloso de esa pasión en el.

No obstante, el deber es el deber y no puedes renunciar porque tienes un deber con esta nación así que, necesitamos que vuelvas a trabajar y servir como siempre. —explicó Solert algo que Force ya temía.

—¿Cómo podré cuidar de ella y servir a la nación? —Cuestionó con angustia Force.

—Llevándola contigo siempre. Si ella será tú hija, entonces andará en tus caminos. Como el hijo del campesino que aprende a arar el campo, ella aprenderá a empuñar una espada. Ese es el destino único destino donde aquellos que nos consagramos a la guerra podemos ser felices  ¡morir peleando junto a los que amamos o sobrevivir juntos! Ese es nuestro destino pactado con la sangre que ya derramamos, una vida normal en este punto es imposible y absurda de soñar. ¡Coge valor vasallo mío, se feliz peleando junto a la hija que amas, empuñando la espada que adoras y gritando cánticos de victoria junto a la nación que sirves por el resto de tus días! —dijo con seriedad y determinación el General Solert Haw tratando de darle ánimos a Force con la nueva vida que le esperaba.

—No tienes que responderme, solo hazlo. Nos vemos en otra ocasión... Por cierto, vuelves al trabajo la próxima semana así que si tienes algo que hacer o pensar date prisa pero, la clave ya te la he dado. Cuídate, cosas grandes se aproximan y como buen vasallo que eres sé que querrás estar en ellas. —dijo Solert tras ponerse de pie e irse de la habitación dejando a Force solo con Lili quién dormía en paz sin saber que su destino se estaba pactando ese día.

...

“Pese a que fue hace ya unos 20 años, aún recuerdo el día que el señor Solert me contó sobre esa conversación y luego Force la confirmó. El me lo contó porque se sentía mal de como abusaban de mi en La piedra del herrero y me pidió perdón por haber presionado a Force para que me dedicara a la guerra... En su momento me enojé pero tiempo después entendí que en el mundo en el que vivo y más en mi posición, no tenía otras opciones. Nunca supe si decir gracias a lo que pasó ese día pero al menos, ahora soy una destructora muy fuerte y puedo sobrevivir gracias a ello... creo que al final Solert tenía razón”

...

“La daga”, hace 15 años durante una noche de invierno.

La respiración estaba acelerada lo cual era molesto pero, el tiritar de sus cuerpos a causa del frío se llevaba el premio a el estorbo por e excelencia.

—Carajo, no me he sumergido completamente y aún así no soporto mis pies... ¡Demonios! Juraría que incluso el mango de mi espada está para morirse. —Se quejó Lili del brutal frío que había esa noche en el gran lago de entrenamiento conocido como “La daga” porque, según quién le puso ese nombre, así se siente una daga de los Dragones de hielo en tú cuerpo.

—Ten cuidado pequeña, mejor que ni te mojes completamente si desde ahorita estás con tanto frío. —dijo un soldado clase 1 líder del equipo en el que estaban.

—Ya se sabía que esta prueba sería terrible pero debemos poder superarla, debemos poder producir calor con nuestros cuerpos, eso sin duda podremos hacerlo si concentramos “falso poder de fuego”. —comentó una Wanda de 25 años, era más joven e inexperta pero bastante intuitiva con el manejo de energías especiales.

—¿Te refieres a la técnica de producir Bengalas? —preguntó Lili confundida.

—¡Exactamente! si intentamos la técnica en una escala más baja, produciremos la suficiente energía calorífica para emitir el calor necesario para contrarrestar todo este frío. —explicó la artista de cabellos muy rizados.

Así pues, todos empezaron a darse calor con sus manos incandescentes pero no lo suficiente para que sus ropas no ardieran en cenizas. No obstante, no todo podía ir a bien pues usar esa técnica tenía una desventaja que, por la necesidad de calentarse, no notaron. Sus manos ahora eran brillantes y era de noche en un lago descampado con algunas piedras entre medio nada más... Hasta ahí todo bien pero todo se tuerce cuando se recuerda que están en un entrenamiento de combate por equipos donde gana el último de estos en pie y ellos acababan de revelar su posición.

—¡Al agua! —gritó el líder de escuadrón tras sentir la lluvia de flechas que se aproximaba.

Todos se tiraron volviendo nulos los efectos del calentamiento pues el agua estaba a unos 3 grados centígrados pues se consideraba una temperatura adecuada para entrenar a soldados primerizos ya que en el campo de batalla las temperaturas de -20 grados o más eran lo común. Estuvieron ahí un rato hasta levantarse un par de metros adelante para despistar al enemigo pero, por desgracia, no todos podían con el fuerte frío. Lili comenzó a perder movilidad y dejó de sentir sus propio cuerpo, aquella sensación se sentía como si la vida se le escapara, es más, casi se desmaya a no ser por que...

—¡Lili! —gritó Force quién apareció como Humidrag enseguida sobre ellos y sin perder tiempo le sacó del agua y se la llevó.

Obviamente eso llamó otra vez la atención de los grupos contrincantes del grupo de Lili lo que hizo que otra vez atacaran de nuevo. Los chicos esquivaron a como pudieron las flechas pero más de un golpe se llevaron junto a lo terrible que era sumergirse otra vez en aquellas aguas.

—Esa chica siempre es un problema... Es muy fuerte, claro, pero le falta desarrollo físico; ella es demasiado joven para estar aquí. —dijo el líder de grupo sintiendo pesar por ella.

Mientras tanto, en las orillas del lago...

—Vamos Lili reacciona, ¡Hija mía, ya estás a salvo! ¡Vuelve! —expresaba con desesperación Force mientras le aplicaba fuego sanador a su hija tratando de que saliera del shock.

Lili estaba acostada sobre una mochila que Force cargaba con ropa y otros utensilios como rocas Onaclov, se le miraba muy apagada y sin su chispa pero, gracias al cielo, pronto, escupió agua y empezó a respirar de forma normal de poco en poco mientras también recuperaba su temperatura corporal. Lili se había puesto palida pero ya el color volvía a su piel así como también la movilidad en sus músculos y gracias a ello, pudo esbozar una sonrisa.

—Papá... —dijo la pequeña chica mientras abría sus ojos y vislumbraba a ese Humidrag tan esperanzador.

—Pudiste haber m... Jamás dejaría que algo así pase. Me alegra que estés bien. —dijo sonriendo el Humidrag.

—Descansa aquí, ya seguirás después tú entrenamiento. —añadió con voz plácida.

—¡Force! Ya hemos hablado de esto, ¡Tienes que dejar de salvarla! Si no dejas esa mala costumbre, jamás podrá salvarse a sí misma. —dijo molesto el sub general Werzerk Haw, hijo de el general honorario Solert Haw.

—Tú no vas a decirme como cuidar a mi hija, además, yo soy el que entrena a este pelotón, tú solo eres un supervisor. —recriminó Force.

—Cuide sus palabras, comandante pues, podría dejar de serlo si intenta pasarse de listo conmigo. Usted decidió meterla a este mundo desde hace muchos años, no se queje ahora de sus decisiones del pasado. —recordó Werzerk.

—¡Su padre me autorizó a esto! —dijo molesto Force tras el constante reclamo.

—Mi padre ya no está aquí y ahora el que manda aquí soy yo, por algo soy el supervisor y me quiero asegurar de que los entrenamientos sean efectivos ¡No puedes seguir interfiriendo! Esa niña aunque sea una niña es una soldado de clase 2, por tanto, su vida está al servicio de la nación así que, por la autoridad que me confiere mi rango, ¡Le exijo que devuelva esa soldado al agua ahora mismo! —gritó muy molesto Werzerk como si tuviera intenciones violentas.

—Cállate maldito incompetente, yo no voy a sacrificar a mi hija como tú, ella no me abandonará como sí hizo Mishéy con los ideales de tú podrida familia. Lili será una gran guerrera pero con libertad y sobre todo felicidad. Es inevitable que no aprenda a defenderse en una nación de guerras como la nuestra pero, que eso no sea impedimento para que ella pueda estar bien y feliz... Ese fue mi compromiso el día que la acepté. —echó en cara Force el he hecho de que Mishéy renunció al ejercicio siendo la mejor militar de su generación por ser feliz al lado de Leinad, el hombre que amaba.

—Perro viejo insolente, ¡¿Cómo te atreves a decirme eso?! —gritó de rabia Werzerk.

—El bienestar de Lili no está en discusión. Ella disfruta del combate, fue así desde que pudo empuñar un palo y vio a una soldado practicando esgrima pero, yo como su padre no permitiré que se lastime y más  cuando tengo permiso para hacerlo. Ya en el pasado defendí a soldados del maltrato de superiores soberbios como tú y hoy con mi hija, el ser más bonito de este mundo, no será diferente... Si tienes un problema con eso, podemos resolverlo justo ahora. —dijo Force con una pasivo agresividad aterradora.

—Si tan desesperado estabas por que alguien te rompiera la cara solo tenías que pedirlo. Es hora de darte una lección, comandante. —dijo Werzerk de forma sádica mientras tomaba una roca Onaclov para transformarse y pelear.

No obstante, desde el centro del gran lago de dos kilómetros de largo, un estruendo aterrador se oyó.
Ese estruendoso sonido repercutió por toda la montaña y provocó oscura corazonada en Force quién parecía reconocer ese sonido.

—¡Detente! ¿Qué fue eso, Werzerk? ¿Tienes idea de qué pasó allá? —preguntó el comandante con desconfianza producto de su experiencia.

—¿De verdad no puedes reconocerlo? Pero si tú fuiste uno de los que les descubrió. —dijo con malicia.

Ahí fue cuando por fin su mente se aclaró lo cual le provocó un temblor en todo el cuerpo y se desestabilizó un poco.

—Eso es inadmisible, ¿¡quién autorizó su uso!? —Preguntó con consternación Force quién estaba en Shock.

—El general Conor y yo consideramos que sería adecuado su uso en los entrenamientos de la nueva generación. Cada día una guerra es más inminente y hay que prepararnos lo más posible ahora que podemos. —dijo de forma honesta Werzerk aunque a Force no le agradaba la idea en lo absoluto.

—Me niego, este es mi batallón y no pienso exponerlos a semejante peligro. Me vale rotundamente las consecuencias, ¡Voy a detener esa abominación antes de que ocurra una masacre! —gritó cerrando la conversación.

—Lili, cariño, ya vuelvo, espérame aquí por favor. Cuida de mis cosas por favor pues lo único que necesitaré y llevaré será mi hacha. Nos vemos en un rato. —dijo Force tratando de minimizar la situación e inmediatamente después le dio un beso en la frente a Lili y salió volando.

—Papá... Ten cuidado. —dijo la tierna Lili quién ya estaba terminando de recuperarse.

Force no escatimó en fuerzas al volar pues en segundos se posicionó sobre el centro del lago confirmando en ese momento su miedo más grande. Gritos de terror brotaban casi tanto como brotaba sangre de las agitadas aguas del lago y un olor fuerte a veneno volvía pesado el aire lo cual solo significaba una cosa, los soldados no estaban solos en el lago. Se dice que los Humidrag no pueden ser tan expresivos visualmente pero ese día se notó el horror en el rostro de Force pues, lo que vi, fue horrendo como pocas cosas.

—¡Comandante! ¡Ayuda, ayuda! —gritaba un cadete que venía en dirección a Force pero, de entre una espesa niebla, salió algo como una pata de cangrejo, con muchas articulaciones, que atravesó al joven lo que provocó un grito casi tan horroroso como aquella pata viscosa que le había empalado y que le dejó caer tras sacudirlo intensamente.

Force trató de bajar su vuelo por el joven pero ya era demasiado tarde, todo su sistema digestivo ya no se encontraba en su cuerpo… Es más, cuando Force le intentó levantar lo notó demasiado ligero y fue cuando se dio cuenta tras ver por el orificio que dejó la herida que, el cuerpo estaba prácticamente hueco sin órganos, casi sin carne; solo habían huesos y piel. Force quería procesar lo visto pero no podía, Los alaridos que provenían de entre la niebla no le dejaban pensar con claridad a tal punto que su equilibrio de vio perturbado al punto de que su vuelo cesó y calló sobre las frías aguas lleno de impotencia.

—Mis muchachos, su sangre, sus sueños… ¡¿Qué les hiciste maldito, Werzerk?! No puedo ni verlos… —Gritó tras ver ahí cerca otro cuerpo de un joven al cual le faltaba la parte izquierda del tórax, posiblemente arrancada por un brazo tenaza y cual mató al instante al muchacho que ahora solo flotaba con un pulmón e intestinos de fuera.

—No quiero, ellos… Ellos son parte de mi, ellos estaban creciendo junto a mi… Ellos podían ser grandes guerreros y tú les arrebataste su futuro glorioso. ¡Maldito seas en todos los rincones de este mundo! —Gritó mientras se intentaba levantar pero volvía a caerse de la impotencia en aquellas frías aguas que empezaban a tornarse rojas por toda la sangre derramada en aquél lugar.

—¡Maldito, maldito, maldito, maldito, mil veces maldito seas Werzerk! No puedo quedarme aquí, ¡Debo evitar que más soldados mueran! Pero… Cuando esto termine ¡Juro que te mataré, bastardo inhumano! —dijo Force con furia, furia que le hizo alzar vuelo y encaminarse por fin a la monstruosidad que estaba masacrado a los jóvenes que apreciaba como pocas cosas en el mundo.

No se veía mucho pues había niebla en el lugar, posiblemente del calor que la criatura emitía de sus fauces pues, la soldado que Force avistó flotando, tenía toda la la cara derretida como carne que hierve en agua hasta deshacerse y además, ambos brazos habían sido descompuestos hasta los huesos, seguramente mientras esa joven trató de cubrirse del mortal ataque. Force vio aquello con horror pero, tratando de mantener la compostura, concluyó que aquello lo debió haber provocado un chorro de agua hirviendo que seguro el monstruo podía arrojar. Sabiendo eso, se dispuso a ir más rápido tras el rastro de la criatura porque en cada segundo que el no la enfrentara, el riesgo de que alguien muriera ahora era altísimo.

Los quejidos de horror y dolor le avisaron donde debía ir, voló de prisa para permitir que sus aprendices pudieran vivir, así tras el aleteo intenso, encontró al monstruo entre vapor amargo y denso. El escenario que encontró fue horrendo, unos 14 cuerpos flotando y latigazos de cola horrorizando con su estruendo; en paralelo habían gritos de sobrevivientes, algunos osados soldados atacando de forma valiente y otros pobres atravesados por los tentáculos del monstruo esperando la muerte con resignación decadente. El Comandante tragó grueso y apretó los dientes, vio el objetivo y se lanzó con sus ataques más fuertes. Force iba lleno de valor y destreza, todo por salvar a los suyos y darles resguardo cual fortaleza. Luego de un primer golpe efectivo para llamar su atención, con su fuego irritó los tentáculos escurridizos, aquello provocó que la criatura liberara a los cadáveres y vivos de imprevisto. Por eso, Force tomó su hacha y adoptó la postura de un héroe en el Armagedón, sin temor y dando esperanzas para escapar a todos mientras el enfrentaría al Amagkijóm.

Amagkijóm, es un tipo de criatura marina bestial y de conducta altamente violenta de 12 metros de largo. La monstruosidad aquella parecía un escorpión marino pero rápidamente te dabas cuenta de que se trataba de otro animal al notar su doble cola con púas y aguijón; a su vez, no poseía brazos de tenaza pero, sí cuatro pares de tentáculos blindados con un semiexoesqueleto que usaban para atrapar y desmembrar a sus presas que luego eran devoradas por su boca la cual sí era de tenaza; por último, ignorando el hecho de que su cuerpo estaba blindado también y tenía 6 ojos que le daban visión de 260 grados, estaba el hecho de que poseía unos cuatro pares de horrorosas patas arácnidas que le permitían levantarse hasta 3 metros sobre el suelo pero, si lo deseaba, podía estirar de forma horizontal cualquier pata alcanzado cualquier objetivo a 15 metros de distancia para, con las partes que nacían al estirarse, devorar a las víctimas con mini tentáculos que absorbían todo rápidamente, penetrando en el cuerpo de la víctima y devorándolo desde dentro de forma horrenda… Así como hizo con el joven de apenas unos instantes. Esa era la apariencia de un Amagkijóm, una criatura que parecía sacada de la peor pesadilla jamás soñada.

—¡Todo el que pueda váyase de aquí ahora y ayuden si pueden a los más heridos! ¡Largo de aquí, desaparezcan y vivan para ver otro día! —Ordenó con dolor Force a todos para que así pudiera pelear tranquilo.

El monstruo se enfocó rápidamente en contra atacar a Force pues, después de no comer en dos días, ahora que por fin pudo, un comandante le interrumpía; para una criatura sin conciencia, eso definitivamente ameritaba un frenesí de ira y consigo una masacre. Con la flexibilidad de una serpiente y la peligrosidad de una jabalina, los tentáculos frontales del Amagkijóm atacaban y esquivaban el hacha de Force pero, lo que no podían frenar era el fuego que Force disparaba desde el aire dañando con fuerza al Amagkijóm pero, no lo suficiente.

“Necesito poder realizar un ataque más potente pero, con civiles cerca, esto podría resultar en tragedia” pensó Force mientras trataba de idear una forma para acabar con la horrenda criatura. No obstante, el Amagkijóm cambió repentinamente sus ataques y comenzó disparar agua hirviendo contra Force aunque, este no intentó esquivarlo y aprovechó la brecha para atravesar el mismísimo chorro de agua lo que le permitió dar un hachazo directo contra el monstruo, dejándole sin uno de sus brazos tenaza y eliminando la mitad de sus tentáculos de raíz. Force se lanzó con el impulso de sus alas hacia atrás evitando el latigazo de ambas colas del monstruo salvándose por poco se ser alcanzado por sus aguijones pero, por desgracia, de lo que seguía no podría salvarse.

Force incluso llegó a esbozar una sonrisa por aprovechar la idiotez de la criatura pues no tenía forma de saber ni entender que a un humidrag (y menos a uno del poder de Force) un chorro de agua hirviendo era un chiste pues, un humidrag podría estar en un incendio y le sería como visitar la playa… Ni se hable de alguien del nivel de Force que podría nadar en lava. De ahí la confianza de Force ante los ataques pero, si algo tienen las cosas a temperaturas muy altas o muy bajas, es que sus aromas cambian y por ende, Force no notó que había tragado mucha agua y, con ella, mucho veneno. Pero, unos instantes después lo notaría cuando, aprovechando una brecha en otro chorro de agua, sus manos perdieron fuerza y sus ojos se nublaron lo que hizo que el monstruo le metiera un latigazo con sus colas tan fuerte que le lanzó a 150 metros del lugar. Ahí Force arrugó su cara y el miedo volvió.

Rápido su cuerpo comenzó a escupir sangre y debilitarse, su hacha se había perdido y sus manos estaban entumecidas, los ojos le ardían y con costo lograba ver sus propias manos de frente… La situación era dura para Force. El comandante, así como sabía que era un Humidrag al cuál el calor no le afectaba, sabía que si se quedaba ahí e ignoraba todo, sus anticuerpos acabarían con el veneno, solo tenía que dejar de actuar y descansar, en una hora o dos estaría bien porque pese a que los efectos fueran fuertes, se necesitaba mucho más para matar a un dragón, solo tenía que descansar… Pero el veneno no afectaba sus oídos y por eso no podía ignorar los gritos de horror que rápidamente volvió a escuchar desde que cayó ahí. No podía, quiénes estaban sufriendo, eran la única familia que le quedaba, sin ellos el no sería nada. Entonces, un recuerdo llegó a su mente.

“Y así es como se ejecuta el Modo Hades, te lo cuento porque estoy seguro que ni tú, ni Leinad, ni Conor ni nadie podría con esta técnica. Yo la cree pero, honestamente creo es una habilidad única que de alguna forma solo yo puedo ejecutar y salir con vida. Si algún día ganar la batalla vale más que tú vida, prueba intentar replicarla pero créeme, no podrás ni acercarte la totalidad de ella…

»Pero me gustaría que al menos tú pudieras usarla, de ahí que te lo cuente, así que toma todo lo que hoy te enseñé como agradecimiento por haber sido tan excelente maestro y sobre todo, un gran amigo…

»Si algún día usas la técnica, sobrevive, las próximas generaciones necesitan de alguien como tú para ser entrenados y volverse guerreros que representen los valores de Radial” Recordó Force el día que Modrak le mostró todo sobre el Modo Hades gracias a que Force fue el único instructor que realmente comprendió las formas de Modrak y decidió graduarlo pese a no ser un gran fiel del protocolo… Después de ese gesto se volvieron muy cercanos como amigos o incluso como hermanos de armas.

—Parece que esa técnica tuya es el pináculo de todo lo que más te representa: La excentricidad.¿ O no… Modrak? —dijo Force quién se intentó poner de  pie teniendo en claro lo que debía hacer.

“Se que si intento replicar tú técnica moriré, es claro. Pero no la necesito completa. Si puedo hacer “hervir” lo suficiente mi cuerpo como para eliminar el veneno de mi cuerpo y sus efectos, entonces estará bien… Aunque después no pueda caminar durante un día o dos, estará bien, ellos lo valen; perdería cualquier parte de mi con tal de que ellos puedan ver otro día” Pensó y su cuerpo empezó a arder siguiendo a medias el método de activación que Modrak le enseñó. Su cuerpo se volvió incandescente y su luz entre la penumbra de la niebla resplandecía como el sol entre las nubes y, Force quién era el único que estaba ahí para presenciar aquello, vió como partes de la propia carne de su cuerpo se desprendían y se volvían llamas de energía… “Si me pasó moriré, debo mantenerlo así y quizá pueda hacer algo para para aprovechar esta energía” Pensaba Force mientras ponía todo su esfuerzo en estabilizar la transformación.

Nunca había practicado aquello pero, pese a que no estaba totalmente estabilizada, a Force le bastó. En ese estado sus venas aún seguían materializadas, incluso podía ver algunas gracias a los músculos que se habían vuelto energía pero, el calor era tal que el veneno seguro desaparecería pronto. Así pues, luego de pensar en las consecuencias, Force se posicionó para ejecutar el que probablemente sería su último movimiento en esa batalla.

Cerró los ojos, no los necesitaba, podía sentir las perturbaciones de la “energía especial” en el espacio (aunque el no supiera que era esa energía) y así dio con el monstruo y su dirección exacta; sintió como capturaba a otra soldado y el solo hecho de imaginar que esa podría ser Lili, su hija, le enfurecía por lo qué tomó esa furia y apuntó sin titubeo. Los pájaros se preguntaron como algo podía volar en una linea tan recta como el lo había hecho esa noche y también las balas de cañón envidiaron la embestida que dio contra la coraza del violento y, ahora, asustado animal.

Ese choque gastó parte de la energía pero liberó a la cadete que empezó a huir junto a sus compañeros y causó que parte de la coraza del Amagkijóm cayera volviéndolo mucho más vulnerable. Aprovechando cada segundo, Force dio un puñetazo con la suficiente fuerza como para que el animal quedara en el sitio que quería pues, cuando el comandante ardiendo se acercó, metió su mano en el agua y sacó su hacha pues, ya había descubierto donde había quedado. Ahora armado, arremetió directo contra el animal que no dejaba de atacar con desesperación; latigazos de cola, disparos de agua hirviendo y intentos de atravesar con sus patas… Todo en vano pues Force aprovechó su temporal nueva velocidad para cortarle 5 patas, los tentáculos que faltaban y hacer dos heridas graves en su coraza abdominal volviendo aún más débil al animal.

La energía se estaba por agotar así que, era hora del ataque final. El animal cojo, optó por serpentear ganado velocidad y agilidad, cosa que le llevaba a una violenta impredecibilidad. No obstante, Force se acercó evitando sus embestidas, le levantó entre brazos, atravesó sus manos en su coraza abdominal y con un aleteo que desprendió aires tan fuertes como de un huracán, se lo llevó volando. Force trataba de controlar al animal y sus sacudidas mortales con sus manos que sujetaban directamente sus nervios pero, la bestia siguió sacudiéndose y cuando todo parecía terminar, cuando por fin Force iba a poder lanzar un ataque definitivo, la energía se desvaneció volviendo su cuerpo al estado original pero, con muchas heridas cual quemaduras en las partes que se habían desintegrado. Ahí se precipitó y lanzó un ataque lineal que la criatura esquivo por poco tras soltarse de sus brazos y, durante la caída, sus colas hirieron las alas de Force al punto que se desplomó perdiendo la habilidad de volar por el resto de lo que durase aquél arduo combate.

Donde cayeron aún había gente y en vista de recuperar energías para sanar y regenerar, el Amagkijóm se lanzó tras ellos. Force estaba algo aturdido por el desplomé pero, al tener sus alas heridas, moverse a gran velocidad era prácticamente imposible y entonces, se dio cuenta que tendría que elegir a quién salvar porque no podría hacerse cargo de todos. Ese momento, ese segundo fue durísimo y aún así eligió salvarlos a todos pero, por más que corrió sobre el agua, no alcanzó a la bestia.

Pero, entonces, una columna de fuego repentina, como un charco de luz en una tormenta, frenó al animal y Force quién nunca dejó de correr, logró alcanzar al animal, tomarlo de la cola y tras girarlo lanzarle lejos los civiles. El comandante se tomó unos segundos para ver a los Humidrags que habían causado la columna de fuego y ahí se llevó una gran sorpresa.

—Rápido, llévense a los sobrevivientes, yo ayudaré a papá… Por favor. —pidió Lili estando transformada por primera vez en Humidrag con un aspecto resplandeciente, llena de un brillo único propio de ella y actuando con gran determinación y habilidad al controlar su primera vez transformada y guiar a sus compañeros para ayudar en aquella delicada situación.

—¡Papá, sujetate de mi! —gritó Lili tras recoger a Force quién se colgó de sus brazos para ir a buscar al Amagkijóm antes de que encontrara más víctimas.

—Lili, tú…

—Papá, perdón, pero no podía dejarte solo así que tomé tus rocas Onaclov y teniendo fé de que todo saldría bien me transformé… Y después obligué a mis amigos a hacerlo. Perdón pero, si no despejarnos el lugar tú no podrás acabar con esa cosa. —explicó Lili eufórica por las emociones del momento.

—Hija… Eres… increíble. Estoy orgulloso. —dijo Force aunque aún no procesaba como su niña de 15 años estaba haciendo todo lo que en ese momento hacía.

—Allá está el bicho, ve por el y yo por los soldados ¡Animo papá, tú eres el mejor! —gritó Lili tras dejar caer a Force sobre el monstruo, acción que le permitió cortarle una cola de un solo tajo y ponerse en posición para finalizar ahora sí la batalla.

Force estaba en guardia, con dolor en sus quemaduras pero listo para terminar y aunque el Amagkijóm trataba de huir, Lili se lo impedía con una llamarada que, al tener heridas expuestas, el Amagkijóm evitaba a toda cosas y a la vez recogía a los soldados y los lanzaba lejos (pero no tanto para evitar lastimarlos) para que buscarán refugio en tierra firme o fueran ayudados por los amigos de Lili. De esa forma, Force por fin estaba viendo aquél momento que jamás creyó que llegaría, el momento donde podría liberar su poder.

—Papá, ya no hay civiles en un área de 300 metros. ¡Es ahora o nunca! —advirtió Lili tomando más altitud para ponerse a ella misma en una zona segura.

—Muu bien, lo haré ahora. Gracias por todo, mi linda Lili, ahora papá se hará cargo de este desastre. —dijo Force retomando fuerzas pese a estar herido pues, la fé que Lili tenía en el le motivaba.

“Para este punto todas estas aguas ya no sirven, están envenenadas y quién sabe que le pase a las tierras aledañas si esto llegase a filtrarse. Por tanto, lo mejor será no solo acabar con este monstruo evaporándolo para que su sangre y fluidos no contaminen más, sino también acabar con toda el agua ya contaminada. Bien, si ese es el caso ¡Tengo el ataque perfecto!” dijo en su mente preparando el punto y final que acabaría con la pesadilla que fue aquella noche.

Respiró profundo y empezó a correr hacia el Amagkijóm y mientras lo hacía, su cuerpo entero empezó a acumular energía al punto de brillar tanto como una colina en una noche de quema antes de temporadas de cultivos. El monstruo sentía que su momento final estaba por alcanzarle así que en un arrebato de valentía cargó embravecido contra Force con ideas de atravesarlo con la cola que le quedaba. Así ambos de dirigieron contra el otro mutuamente, uno serpenteando y el otro embebido en sus llamas pero, no contento con eso, transmitió la mayoría de ese poder a su hacha que también quedo embebida de llamas tan poderosas que, poco a poco empezó a desintegrarse como si el acero del que estaba hecha fuera simple leña. El Amagkijóm no perdió tiempo u disparó chorros de agua para intentar hacer tropezar a Force pero este golpeaba los chorros con su hacha y el agua se evaporaba por lo que esa estrategia solo provocó una gran cortina de niebla que impidió la visión de la criatura la cual, se lanzó contra Force pero, el ya no estaba en el lugar.

“Pensándolo bien, tú solo eres una víctima aquí. Lamento haber ayudado a capturarte aquél día... Si tan solo te hubiéramos dejado ir. Sé por todo lo que hemos peleado y por una herida que te hice en el vientre, que solo querías volver al mar, conseguir comida y tener a la criatura que llevas dentro. Lo siento, yo también solo quería protegerlos a ellos pero, te prometo que trataré de ser mejor padre y maestro para todos y así evitaré que alguien como Werzerk cometa una injusticia y un acto tan deshumanizado de nuevo. Vete en paz. Yo estoy orgulloso de como defendiste a tus hijos.” Pensó Force en los segundos que se encontraba en el aire tras un gran salto que consiguió dar usando sus llamas y así, confundir al Amagkijóm y dar el golpe final con certeza. “Hacha meteoro” le llamaba Force al sacrificio de su propia arma cuando era lanzada a un objetivo estando llena de todo su poder y haciendo honor a su nombre, cuando el hacha atravesó de lleno al Amagkijóm y al instante tocó el suelo, una masiva explosión emergió tan rápido que una gran cúpula de llamas y energía de 500 metros de ancho y 100 de alto se formó sobre aquel lago. Aquél Infernal hervidero duró como 15 segundos donde un brillo carmesí envolvió la montaña donde estaban haciendo que pájaros, venados y tigrillos salieran de sus madrigueras con miedo creyendo que se trataba de un incendio pues, aquél brillo carmesí que en ese montaña provocaba una temperatura similar a un día soleado, podía ser visto con incertidumbre a lo lejos por algunas personas en la capital.

El 90% del agua fue evaporada, el suelo fue carbonizado al punto de dejarlo totalmente purificado, del Amagkijóm solo quedaron recuerdos y Force cayó luego de su salto cerca del epicentro de la explosión. Mal herido, irritado y envenenado un poco nuevamente por algo de agua que salpicó en sus heridas, estaba Force acostado aún transformado en Humidrag contento de haber podido estar una vez más para salvar a los suyos. El miraba al cielo, apreciaba las estrellas cuando entre serró los ojos y se durmió.

...

“El veneno estaba haciendo mucho más efecto que antes pues, las heridas y quemaduras que le quedaron luego del pseudo Modo Hades que utilizó, debilitaron mucho su cuerpo y sus defensas. Recuerdo ir volando a buscarlo apenas las llamas pasaron porque también cayó en ellas antes de que desaparecieran por completo. Force salvó la vida de cientos de jóvenes esa noche incluyendo la mía, realmente fue un héroe aunque el aún hoy se lamente no haber salvado a más.

»De verdad, ¿Por qué estoy recordando esto? En aquél entonces no podía dejar de creer lo bien que había salido esa locura de atreverme a transformarme pero, Force me contaba tantas historias, en el se sentía tanta pasión por la batalla y como disfrutaba transformarse que, supe que hacer... Por el. Oh... En ese tiempo aún le llamaba papá... Oh demonios... Ese día...” dijo Lili mientras caminaba; ya había llegado a la calle de la casa de Force pero, un último recuerdo vino a su mente.

...

Casa de Force, 5 años en el pasado.

Durante una noche, luego de un agitado día, en una casa grande y bonita de tres habitaciones, tres baños, una cocina, oficina, sala de estar, bodega, sala de armas, sala de recreación y jardín trasero, estaban Force y Lili descansando tras la cena. Era una noche tranquila, ellos solos, padre e hija y una celebración.

—Lili, hija mía, ¡felicidades por tú ascenso a Destructora clase 2! —exclamó muy feliz Force.

Esa tarde, se había celebrado una reasignación luego de pruebas a los militares y Lili por fin, después de años de esfuerzo, logró obtener la clase 2 de su rango, Destructora. Se celebró una ceremonia en honor a los graduados otorgándoles la nueva medalla que portarían con orgullo. Lili se veía muy hermosa en traje de gala, durante la ceremonia levantó muchas miradas. En general Lili era un gran ejemplo y motivo de admiración para tanta gente... Realmente no sorprendería a ese punto que en un par de años consiguiera el siguiente rango y es que, Lili, era de las mujeres más fuertes de su generación pero, era como 20 años menor que todas ellas. Todos conocían su historia, todos hablaban de la suerte que ella tuvo de ser encontrada por el conmemorado Comandante Force quién, actualmente tenía el título honorario de “Comandante de la década”. Lili era una celebridad en el mundo militar en aquél entonces, incluso Mishéy Haw llegó a dedicarle unas palabras cuando se cruzó con ella en la gala.

—Lili, estoy feliz por tú logro...vamos que técnicamente tú casi que rompes mi récord o el de Kayle, mi tía así que no pares de superarte, el límite lo pones tú. Aunque... Si algún día no te sientes segura de todo esto, recuerda que eres una persona y como tal mereces libertad. No hay rey ni ley que pueda controlar lo que tú corazón desee así que, sigue tú camino amándolo y cualquier cosa que hagas o decidas, hazla por amor, por amor a tí misma y lo que es mejor para ti. Cuídate, cariño. —dijo Mishéy a Lili en la gala antes de irse para reunirse con Leinad.

Pese a todo eso, Force preparó una sorpresa especial para cuando llegaran a su casa luego de la puesta de sol.

—Force, ¡ya me has dicho felicidades como mil veces hoy! Te vas a desgastar... —dijo Lili con modestia.

—Lo sé pero es que estoy muy feliz y por eso... ¡Te preparé un regalo sorpresa! —expresó Force con una gran sonrisa y una caja de regalo entre manos.

—¡Gracias, Force! ¿Qué será? La caja tiene un buen tamaño para algún colgante, una colección de aretes o incluso algún anillo o pulsera especial... —dijo Lili especulando.

—Es mucho mejor que eso, anda, ábrelo hija mía... ¡Ya verás que cosa maravillosa es! Me costó muchísimo conseguirlo pero es de los mejores materiales. Quizá así te animas a decirme papá más seguido; me gusta oír cuando me llamas papá, es muy lindo... Entiendo que ya no eres una niña, ahora eres una mujer y vaya mujer, una mujer que es “Destructora de clase 2” ¡una maravilla! Y esa maravilla es mi hija...—dijo Force con ilusión mientras Lili intentaba abrir la caja...

—¿Los mejores materiales eh? Okey... Papá, veamos que has traído. —dijo Lili tratando de mantener su compostura pero, realmente había algo desconocido que le emocionaba en todo eso.

—Es... Es... ¿Qué es esto? Parece un dije de algún tipo pero ni idea... —dijo Lili con desconcierto al no topar lo que esperaba.

—¡Es algo fenomenal!, Mira, conocí a una mercader y me dijo que podía fabricar algo que ella llama “Runa de la fortaleza” es un objeto mágico que te pones en el pecho y luego de un pequeño ardor, tú defensa y resistencia aumentan a un punto tan loco como si trajeras puesta una armadura de alta calidad. Ahora que te enfrentarás a misiones más peligrosas quiero que estés mucho más protegida porque tú futuro es brillante y un día serás incluso mejor que yo, ya v... —dijo con rapidez y emoción Force pero fue frenado por Lili.

—¿Entonces es otro regalo militar más, Force? —dijo Lili cabizbaja mientras ponía la runa de vuelta a su caja.

—Eh, sí, por supuesto, ¿Qué más podría ser? —Preguntó Force mientras se le borraba la alegría del rostro tras ver como Lili empacaba nuevamente el regalo.

—Está... Bonito pero, realmente creí sería algo diferente. Force, no deberías preocuparte tanto por mi, puedo cuidarme sola después de todo... ¡Ahora soy una Destructora clase 2! —dijo Lili de forma sarcástica, desinteresada y desanimada.

—Lili, ¿Sucede algo? ¿Preferirías otra cosa como una funda para tú espada o algo que mejore tú concentración? Sé por algunos de tus superiores que desde hace meses has decaído en concentración así que... —Dijo Force sin entender nada pero nuevamente fue interrumpido.

—¡Ya, Force! ¡Ya! No quiero nada de esto. Estoy cansada y no es que quiera vacaciones... Quiero poder ponerme ropa cómoda, quiero, al menos por una vez en la vida, no tener cayos en mis manos por el mango de una espada; Force... No tienes ni idea de toda esta porquería que vivo a diario ¿Verdad? —dijo Lili desahogando su interior dejando sin palabras a Force.

—El otro día pasé por el parque donde me encontraste, hubieron niños que me reconocieron y me adularon diciendo que querían ser como yo... Malditas sean las campañas del General Conor para hacer ver el ejército como algo a lo que aspirar y admirar, por culpa de ellas los niños ahora creen que esto es algo fantástico pero no... A esos niños les dí un abrazo y les dije que valorarán el poder estar en ese parque jugando y no talando árboles para muñecos de entrenamiento como yo a su edad.

—¿Pero cómo puedes reclamar de todo esto? ¿No es acaso lo que siempre has querido desde pequeña? Lili, hija mía, estoy anonadado. —preguntó Force sin entender aún lo que pasaba en el corazón de Lili.

—Hables de lo que yo quise o no porque... Honestamente, no sé cuánto de lo que he hecho ha sido por mi voluntad o por el deseo enfermizo de complacer tus fantasías...

—¿Fantasías?

—Sí, ¡Fantasías de tener muchos hijos como tú que entreguen todo a la causa que decidiste seguir hace ya casi un siglo! Y mira que casualidad, la vida te ofreció una hija cuando se supone nunca te involucrarías emocionalmente con gente normal para no dañarlos con tú estilo de vida pero, cuando tuviste una “hija” decidiste lavarle el cerebro para que perdiera posiblemente una de las etapas más importantes de su vida... ¡Maldición, Force! ¡No tienes idea de lo que envidio a las niñas que juegan con muñecas y que sus padres les llevan a probarse ropa bonita! Force, ¿En qué estabas pensando cuando dejaste que una niña que decías amar como una hija pasara todo eso? Por favor explícame. —Duplicó Lili entre gritos de impotencia mientras se apretaba el estómago por el dolor que le provocaba liberar todas esas emociones.

—Yo te amé, te amo y te amaré siempre, mi linda Lili. Jamás vuelvas a dudar de todo eso. Con respecto a lo que dices... No había otra opción. En las instalaciones del ejército si estás, es por o para algo y lo sabes, entonces tenías que ayudar en algo aunque fuera para permitirme tenerte cerca porque de lo contrario, corrías peligro sola o incluso bajo cuidado de alguien más. Yo soy odiado por mucha gente pese a que hayan otros muchos que me adoren... Yo simplemente quería lo más seguro para ambos... Que pudieras defenderte y ser fuerte para que cuando yo ya no estuviera para ti, tú pudieras sola. Jamás intenté lavarte el cerebro o manipularte, solo que yo no sé de otra cosa... Toda m vida ha sido esto, esta preciosa casa es por el ejército, toda pertenecia de lujo que tenías de chiquita era por lo mismo. Siento mucho no ser tan complejo como los demás padres, siento ser super fuerte y ágil pero no poder jugar ni a la pelota contigo, siento mucho apreciar las vidas de los soldados que entregan sus vidas para que todos los demás puedan estar en paz, una falsa paz y falsa libertad... En este Reino, en este mundo, el más fuerte es quién pone las reglas del juego; siento mucho  no poder cambiar el mundo pero, de lo que no me arrepiento, es de mostrarte la realidad y darte la oportunidad ser más libre que los demás y quizá, solo quizá, poder cambiar el mundo algún día. —dijo Force mientras se acercaba despacio a Lili para darle un abrazo pues, se le notaba Inestable con manos temblorosas y ojos perturbados.

—No puedo, no puedo aceptarlo. Lo siento pero no. Ya estoy harta de que la gente vea mi vida como un ideal, que cuenten que todo lo que me ha pasado es una bendición... Si tan solo me hubieras dejado ahí en aquél parque o alguien más me hubiera rescatado... No quiero esto. Ya no quiero representar un ideal absurdo porque no importa cuantas veces salve el mundo, ¡Jamás nadie me devolverá lo que pagué para hacerlo... ¡No lo aceptaré jamás!—dijo Lili empujando a Force.

—Hija mía... —esbozó Force con lágrimas en los ojos...

—¡Ya no me llames así, viejo; no quiero nada de esto, hoy me largo de la casa, después de todo mis ahorros dan para una casa pequeña pero ya no quiero más de esta porquería... Y por favor, no intentes detenerme, Force, por favor, después de todo, yo ya no te considero un...











...

Lili frenó cuando iba por la acera que conectaba a la casa de Force. El recuerdo de aquella noche fue devastador y no era para menos, desde esa noche, no había vuelto a esa casa y jamás le dirigió la palabra a Force... Es la primera vez que como narradora interrumpo y cuento más allá de lo debido y es que, seguro, para seguir la estructura de este capítulo Lili debería decir lo que pensó tras ese recuerdo pero, yo como hija que también soy y que amo mucho a mi padre, puedo entender el brutal dolor que debió haber recorrido su cuerpo y alma... Pero... Seguro quieres saber lo que ella dijo y pensó, ¿no? Bueno...

“...”







...

—Eh...

Tosió con la garganta seca.

—M-mi cabeza...

—¿Por qué estoy débil? Un momento, donde estoy...

Aún no podía abrir sus ojos de lo pesados que estaban.

—E-ese olor... ¿Perfume de naranja?

La ceguera empezó a desvanecerse.

—Estos muebles, estas paredes... Un momento... Esto es el atardecer o...  ¡¿Está amaneciendo?! —exclamó Lili con su voz recuperada y viendo por una ventana como entraban rayos de sol amarillentos y entonces un gallo cantó.

Entonces Lili supo donde estaba pues, estaba perfectamente conservada y arreglada desde su partida. Su ropa, sus juguetes, su maquillaje, sus sábanas, todo estaba impecable y como debía estar... Lili estaba en su antigua habitación y por ende en casa de Force.

Temblorosa y con angustia se levantó a ver cada cosa porque tenía curiosidad y nostalgia. Aprovechó tras notar sus muñecas y las tomó para abrazar y notó algo inusual... Tenían el mismo perfume que ella les ponía pero estaba fresco, como de una semana o menos de haber sido aplicado. Abrazó la muñeca un poco más y la devolvió a su lugar, luego, abrió un frasco donde siempre guardaba galletas y vaya sorpresa, habían y frescas. Lili tomó una y cuando la mordió, lloró. Al final no pudo terminar la galleta por el llanto así que la devolvió estando mordida y tapó nuevamente el frasco para retirarse en silencio de la habitación.

Lili iba despacio por el pasillo principal que daba a la salida cuando pasó frente a una puerta abierta, era la cocina. Force siempre a esa hora preparaba buen café pero, no había nada y estaba bastante sucio. Entonces Lili se llevó una sorpresa enorme, toda la casa estaba desordenada, como si hubiera ocurrido una pelea de perros dentro...

—¿¡Donde está Force?! Sea o no día libre, el se despierta temprano... ¿¡Force!? —gritó Lili preocupada y se fue a la habitación de el inmediatamente.

...

—No digas eso, hija, no te atrevas... Yo solo quiero lo mejor para ti, para tí y todos aquellos que me importan... Sé que el mundo es un asco, sé que seguro te duele pero, quiero tener fé de que será mejor, quizá mi generación ya no logre nada pero, si puedo apoyar con el conocimiento del pasado para mejorar el futuro, lo haré. ¡Tú, hija mía, tú debes alcanzar las estrellas! —Interrumpió Force para que Lili no pronunciara una frase de la cuál seguro podría arrepentirse...

—Ya no me importan esos ideales, ya no soporto escucharte, por favor, cállate, ¡No quiero oírte más! —dijo Lili estando muy molesta.

...

—¡Force!, ¡¿Estás bien, viejo?! ¡Contesta!, Vamos, ¡No te quedes callado! —suplicó Lili en lo que llegaba a la habitación pero, nuevamente frenó en seco nuevamente con lo que se encontró.

Una habitación destruida a la cual decir la frase “está de cabeza todo” le sería un halago, eso fue lo que descubrió Lili pero, no fue eso lo que le impactó sino Force y su horrendo estado. Maloliente, bañado en sudor y en el alcohol de la botella, de una de las muchas botellas, que tenía por ahí; apenas vestía calzoncillos y su cuerpo mostraba signos de lesiones y heridas por todas partes... Lili quedó fría ante ese cuadro.

—Force... —esbozó Lili con pesadez.

—Despertaste... Que bien. Ya te puedes largar porque no estoy para escuchar tú patética compasión de papel. —dijo el viejo con un tono cínico como ningún otro.

—Gracias por recogerme... Supongo me desmayé en las afueras de la casa... —dijo Lili con pena u vergüenza...

—Los malditos vecinos vinieron a hacer ruido diciendo que toda la calle caminaste casi que delirando hasta caer desmayada así que como parece que soy el único con manos funcionales tuve que interrumpir mi sexta botella por tí... Siéntete especial... No, mejor no, serlo jamás te gustó. Ya lárgate. —dijo totalmente desinteresado y volviendo a tomar.

—Viejo, ¿Por qué demonios estás así? Ya deja esa botella. —preguntó Lili arrebatando la bebida de Force de su mano.

—Oye, deja de joder, niña... Ahora que no puedo empuñar bien mi arma, esto es todo lo que me queda... —expresó con un rostro enojado haciendo por fin contactó visual.

—Hay militares que pelean en soporte usando solo una mano... Tú eres muy habilidoso, seguro sabrás desempeñarte, no puedes quedarte aquí así... ¡Tú eres una pieza clave en el ejército! —dijo Lili tratando de animarlo.

—Ya deja esa mierda, por mi que se jodan todos. Toda una maldita vida dedicada a todos para acabar así como me vez... Cuántos no son grandes hombres hoy y ninguno a venido a ver ¿qué tal estoy? Todos son escoria... —continuó con su indiferencia con tendencia al enojo.

—¡No digas eso! Recuerda que Modrak está entre esos hombres... El es de tus mejores amigos y si no viene es porque apenas y camina! ¡Se más consiente de lo que dices, hombre! —Reclamó Lili.

—Es que eso lo aprendí de ti... Decir mierda y más mierda sin pensar en los sentimientos ajenos y solo los míos... ¡Sí señor! ¿Sabes que es lo peor? Que aún siguiendo el camino de la indiferencia y tratando de alejarse de todo para “complacerte” a ti mismo, estoy jodido. Traté de leer, algo que me encantaba, incluso me interesé por leer sobre magia pero, nada... Solo el alcohol me ofrece una experiencia medianamente diferente, de lo demás no siento nada porque, todo lo que alguna vez amé ¡ya no está! —gritó molesto.

—Y es que ya recordé que nuestra última conversación fue maldita discusión... Y dijiste... Dijiste... ¡¿Dijiste que no querías saber nada de mi?! Lo dijiste tan segura de tí misma y sintiéndolo tan a pecho en tú corazón que lo acepté y logré vivir con ello... Entonces dime, ¡¿A qué carajos venías ayer?! ¡Por qué te esfuerzas en dañarme tanto! —explotó Force colapsando sus sentimientos por lo que empezó a llorar.

—Sentí que debía venir, pensé estarías algo decaído y creí podía volver para animarte pero, jamás creí encontrarte así...

—Ya lárgate... Tú compasión barata no me sirve, no después de lo que dijiste aquel día... Déjame morir solo como el viejo anticuado y solitario que soy... Lárgate y no le digas a nadie, ya no me importa nada de esa mierda... ¡Ojalá todos se pudran en su camino al infierno! Vete ya a disfrutar de tú libertad, a fingir tristeza o a lo que carajos quieras... Yo me arrepiento de todo, nada valió jamás la pena... Ojalá quedarme en la sastrería con papá, ojalá no haberme sacrificado tanto... ¡Ojalá nunca haber pasado aquella noche por aquel p...!  —exclamó lleno de furia pero...

Lili le abrazó antes de poder decir una palabra.

—¡No te atrevas a decirlo! Force, no sabés cuanto lo siento de verdad... Todos estos años... De verdad  perdóname... Te extrañé desde el primer día, no hay a quien no le hablara de lo maravilloso que eres, lo orgullosa que estaba de tí... No fue, no fue hasta que me fui que realmente entendí lo valioso que eras para mi. No debería pero por favor, perdóname, siento tanto haberte herido la última vez y tú solo querías protegerme... ¡Tú siempre has querido protegernos a todos y nadie lo valoró como se debía! De verdad, en nombre de todo aquello que amas, perdón... —dijo Lili llorando y apretando a Force con fuerza.

—¡Quítate de encima niña loca! —gritó molesto, rechazando todo lo dicho pero Lili, quién llevaba 5 años guardando esos sentimientos, ya no podía aguantarse más.

—¡No, Force, no, no te acepto un no por respuesta! —dijo ahogándose en llanto sin poder continuar.

—Y qué quieres que haga, al final tenías razón, ni por la sangre estamos juntos… El tonto fui yo en creer que podría ser bendecido por el amor… ¡Vete, no me dañes más! —suplicó mientras los ojos se le irritaban.

—Es que ni algo tan absurdo como la sangre nos une… Todo esto fue un error, ¡Admítelo! Quizá así te liberes tú también… —dijo Lili sin titubear.

—Lamento cada palabra… No podemos recuperar el tiempo perdido ni borrar las cicatrices de esa noche pero, hoy es diferente. Estoy dispuesta ayudarte a sanar… Sé que te sientes insuficiente… Yo volví al ejército porque se venía una guerra y ahora que estoy de vuelta no se siente lo mismo si no peleo a tú lado… No me importa si no nos une la sangre, ¡Nos une todo lo que luchamos y vivimos juntos! Mutuamente nos salvamos la vida… ¿Por qué más si no fue por amor? Force, por favor, vuelve, ¡te necesito!

—Lili, niña… Por favor, ya bast…

—¡Sin ti no podré alcanzar las estrellas! Sin ti nadie en el reino podrá, jamás nacerá un hombre como tú… Por favor… Ayúdanos porque si no, no habrá quién nos comande a una verdadera victoria. —dijo Lili agotada, casi afónica de tanto gritar y dolida de llorar… En medio de esa debilidad, soltó a Force y cayó postrada en el piso solo para terminar de llorar.

—Lili… —dijo Force volviendo en sí.

—Lili, ¿De verdad está pasando esto? —preguntó pero Lili estaba muda por forzar tanto su voz por lo que solo se le escuchaba toser.

—Mierda, que he hecho… Lili, mírame, por favor, mírame, ya no quiero que te vayas… Eso era el alcohol en mi… O quizá sí era yo, ya no sé… Desde tú partida no supe que hacer, un año después empecé a tomar y ahora con lo de mi brazo tuve una recaída muy fuerte… Perdóname, simplemente estoy muy herido y de tanto golpe mi corazón se ha vuelto duro y cínico. No sé que estoy haciendo… Ayúdame por favor. Te necesito, mi linda… Lili. —dijo Force mientras bajaba de su cama al piso reconociendo lo hundido que estaba.

—Force… Me duele hablar, me duele la garganta pero…

—¡Lo que te voy a decir no me va a doler jamás pues es la verdad y lo mejor para mi! —dijo Lili lista para dar la estocada final a su padre.

—Me duele todo el cuello pero, no me dejes. Lo siento… No lo merezco… Pero por favor vuelve a decirme hija. —pidió Lili con sus últimas fuerzas antes de caer en un ataque de tos.

—¿En serio? ¿Por fin puedo volver a llamarte así? Hija… ¡Tú eres mi hija preciosa! Espera, voy por agua… —dijo Force con una sonrisa, le dio un beso en la frente y sacó agua de una jarra ahí en su habitación.

—Toma, te sentirás mejor, mi niña. Lamento todo esto pero, ¿Aún tenemos tiempo? —preguntó Force entre lágrimas.

—No quiero ya nada de ti, porque tú no eres mi p…

Lili terminó el agua y respiró hondo, se lanzó otra vez a Force y le abrazó como nunca… Tembló todo dentro de ella, sintió el dolor, la pena, la vergüenza y la culpa de sus acciones pero, aún luchando contra todo eso, fue honesta con cada palabra al expresar absolutamente todo lo que sintió aquella vez porque si de algo se arrepentiría en el futuro, definitivamente no sería de las palabras que estaba apunto de decir.

—Y si no hubiera tiempo, iría tras de quién lo controlé para tenerlo. No sé como viví 5 años así pero aquí estoy de vuelta… Gracias por esperarme cada día, gracias por hacerme la cama durante todo este tiempo, de verdad gracias por ser un hombre único, gracias Force Mcdrack, gracias por ser el mejor… Me arrepiento de todo y prometo jamás renunciar a esto… Vamos, ayúdame a cambiar el mundo… No necesito ninguna otra compañía pues tú eres el ideal… Porque tú… —respiró hondo—. ¡Tú eres mi…



















…Padre!







Nota del autor:  Y nos volvemos a ver... y con un capítulo muy cargado de emociones... largo sin duda así que no me pienso enrollar mucho. Seguro no estás para palabrerías luego de esto... solo puedo mandarles un abrazo. Los quiero mucho y nos veremos pronto con más historias de más personajes.

Como siempre, opiniones, críticas y reseñas son muy bien recibidas en los comentarios. Sin más, me despido deseándote una buena vida y recuerda, si hay alguien a quién no le has pedido perdón, hoy podría ser el momento. Bai bai! <3

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