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V

—Necesitamos buscar a esa persona que el está buscando —sugiere una mujer en una llamada grupal donde participa el coronel Rise y mas miembros del consejo—. ¿Tiene manera de contactarlo?.

—¿A Faster man? —duda el coronel Rise—. Pues la ultima vez que hable con el quedamos conque solo yo sabría la ubicación de su casa, pero puedo intentar por otros métodos.

—Encuentrelo —termina la mujer.

—Lo haré, Esther —concluye el coronel Rise y cuelga la llamada.

El coronel Rise saca su teléfono y llama a un numero que tiene muy oculto.

Casa de Eduardo, simultaneamente

—Cómo aún no sabes utilizar tus poderes, tendré que hacerme cargo yo solo de esto... Es un ustedes contra mi solo —razona Diego y recibe una llamada—. Es Rise —contesta—. ¿Si?.

—Asumo que lo estás viendo —comienza Rise.

—En efecto lo hago —confirma Diego mientras deja el celular en altavoz para cambiarse a su traje con su supervelocidad—. Estoy listo para atacar.

—No te llamo para eso, ellos están buscando a un ser capaz de manipular la electricidad a voluntad, según sus palabras, debes encontrarlo —explica el coronel Rise—. Ellos acordaron no hacer daño a nadie que no sea el, pero el personal militar debe asegurarse de que los civiles no se entrometan.

—Entendido, me encargaré —acepta Diego mirando a Eduardo.

—Te mantendré informado —termina el coronel Rise y corta la llamada.

—OK... debemos irnos —dice Diego y toma a Eduardo para luego salir corriendo de casa hacia las afueras de la ciudad.

Eduardo se marea por la velocidad a la que van e inconscientemente termina electrocutando a Diego y provocando que caigan varios rayos por esa zona, lo cual llama la atención de los atlanteanos, quienes se dirigen hacia allá.

—Lo siento —se disculpa Eduardo mientras Diego se levanta, y en cuanto menos se lo esperan, están rodeados por las tropas de Kranin, soldados de armadura blanca y cascos del mismo color.

—Tú —dice Kranin mirando a Diego—. Muevete, o te vamos a mover.

—¡Hey! —exclama un sargento del ejercito—. ¡El trato decía que sólo lastimarían al ser eléctrico!.

—Voy a modificar los términos de nuestro trato... disparen al pueblo —ordena fríamente Kranin.

—¡No! —grita Diego y corre a atacar a cuantos soldados Atlanteanos pueda.

—Supervelocidad... fascinante —se sorprende Kranin y voltea la mirada hacia Eduardo—. Ahora que solo estamos tu y yo.

—Muy bien, hora de que la conveniencia se ponga de mi lado —dice Eduardo y apunta con sus manos a Kranin, esperando que salgan rayos de ellas, cosa que no sucede.

—Juro que haré esto rápido —promete Kranin y le lanza su tridente a Eduardo, quien lo siente venir y por tanto lo esquiva saltando hacia la derecha, pero queda con un corte en el brazo izquierdo.

Eduardo se levanta y es golpeado por Kranin, el cual hace que caiga algo lejos de el, pero antes de que pueda volver a levantarse, le pone un pie encima a su enemigo y se prepara para clavarle su tridente en el corazón, sin embargo, un helicóptero le dispara con sus ametralladoras, por lo que a Kranin no le quedan mas opciones que cubrirse haciendo girar su tridente para desviar las balas.

Kranin da un salto hacia la izquierda y activa su tridente para que lance rayos de energía desde sus puntas, las cuales le dan al helicóptero y este explota.

Nuestro protagonista empieza a correr, pero es agarrado de la ropa por Kranin, quien lo levanta haciendo que de una vuelta en el aire encima de el y lo azota contra el suelo, provocando que se libere una onda expansiva de electricidad que termina empujando al rey de Atlantis, quien para evitar salir volando mas lejos clava su tridente en el suelo.

Eduardo por su parte nota que tiene electricidad recorriendo varias partes de su cuerpo, así que apunta sus manos hacia Kranin, y de estas salen torrentes eléctricos que golpean a su atacante y lo empujan a varios metros de distancia.

Los soldados Atlanteanos disparan rayos láser hacia Eduardo, quien al escucharlos atina a correr, pero en eso empieza a volar muy alto, por lo que intenta estabilizarse para no seguir avanzando y se impulsa hacia los soldados con intención de lanzarles torrente eléctricos desde el aire, sin embargo, no lo logra ya que al momento de apuntar sus manos hacia ellos, deja de volar y termina estrellandose, no obstante, se logra salvar porque cuando toca el suelo, una onda expansiva de electricidad se dispara, lo que hace que los soldados caigan fritos.

—No es lo peor que he visto este mes —susurra Eduardo aterradoramente calmado luego de matar por accidente a los soldados.

Kranin regresa e intenta clavarle como sea su tridente a Eduardo, pero este esquiva sus ataques con suma facilidad y lo golpea en el pecho, lo que provoca que torrentes eléctricos lo empujen hacia atrás.

Eduardo apunta con sus manos hacia Kranin para atacarlo con electricidad, y este hacia girar su tridente frente a si mismo para evitar que el ataque le afecte, pero no resiste mucho, por lo que recibe el torrente y sale volando hacia el cielo.

Los soldados Atlanteanos al haber visto la derrota de su rey deciden emprender la retirada.

Diego regresa donde Eduardo, y nota sorprendido que este logro derrotar a Kranin por si solo, por lo que lo felicita y rápidamente se van de ahí.

—Sumemos una victoria para Faster man y... ¿cómo era? —duda Diego en casa de Eduardo.

—Electrick man —responde Eduardo.

—¡Sumemos una victoria para Faster man y Electrick man! —celebra Diego.

—¿Para los dos? —pregunta Eduardo—. Yo hice todo.

—Tú solo derrotaste al líder y mataste a unos cuantos soldados... de lo cual, ¿te arrepientes? —duda Diego.

—La verdad no, por el hecho de haberme atacado, me concentraré en dominar bien mis poderes para matarlos a todos —dice Eduardo como si nada.

—No estás hablando en serio, ¿o si? —pregunta Diego preocupado.

—Si lo hago —confirma Eduardo.

—¡No puedes hacer eso! —grita Diego—. Esos soldados de seguro tienen familias civiles al igual que los soldados humanos, son vidas como la tuya.

—Te recuerdo que mi familia me tiene abandonado aquí —le recuerda Eduardo.

—¿Y eso es culpa de ellos? —desafía Diego.

—Pues son ellos o soy yo —discute Eduardoy y Diego lo mira con desacuerdo.

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