Eduardo estaba perdido, no sabía dónde se encontraba en esos momentos. Lo último que recuerda es estar en su casa jugando vídeojuegos junto a su recién reconciliado amigo Diego, cuando de un momento a otro hubo un apagón de luz. El acompañado por Diego se dirigieron a ver cuál era el problema, Eduardo había estado manipulando la caja de fusibles, sin embargo, parece que cometió un error, ya que de repente la caja de fusibles reventó, él se acuerda que toda la electricidad se dirigió hacia él y que Diego gritó algo que no pudo nada porque estaba agonizando debido a todos los voltios que recibió su cuerpo. Para que se hagan una idea de la situación de Eduardo, imagínense que te están friendo vivo. Se puede apreciar una silueta flotando por lo que parece la nada, solo era puro vacio.

—¿Donde estoy? —pregunta Eduardo—. Lo último que recuerdo es...es...

Eduardo se queda pensando durante algunos minutos.

—¿Acaso estoy muerto? —piensa Eduardo—. ¡No! No puedo estar muerto, aún tengo que detenerlos. No.... no es que tenga que detenerlos, debo hacerlo y también tengo que encontrarlos a ambos. Mi camino no puede terminar aquí... ¿Verdad? Vamos, muévete, abre los malditos ojos. Haz algo, lo que sea. ¿Hola? ¿Hay alguien allí!

—¡Cállate! —exclama alguien.

Eduardo abre los ojos sorprendido, ya que no se esperaba que su pregunta recibiera algún tipo de respuesta, mucho menos que fuera una voz tan grave y profunda. Eduardo pensó que estaba totalmente sólo en este lugar, pero sus ojos se aclararon un poco y pudo darse cuenta de que estaba en un túnel, y poco a poco empezó a caminar con cautela hacia la luz.

—Sé que normalmente una persona cuerda no haría lo que estoy a punto de hacer, pero... nunca dije que estuviera cuerdo, digo, me estoy acercando a la luz, y según muchas películas y muchos doctores cuando uno esta a punto de morir va a la luz, y probablemente me este a punto de matar, pero ¡Hey!. tal ves pueda descansar —reflexiona E durado y finalmente después de caminar con cautela a través del túnel alcanza la luz.

Eduardo logró abrir los ojos después de que la luz tan intensa se aclara, sin embargo, lo que pudo ver lo dejó en shock, no se lo podía creer.

—Tu eres... —dice Eduardo.

—Veo que me has reconocido, ¿Verdad? Bueno eso hace las cosas mucho más fáciles ¿No lo crees, chico? —comienza a hablar alguien.

—No, no, no, esto no puede ser cierto. Debo estar soñando, si definitivamente estoy durmiendo, seguro que después de que la electricidad me alcanzara y me golpeara me desmaye y quedé inconsciente, si, eso debe ser es la única respuesta lógica que puedo pensar en estos momentos —piensa Eduardo en voz alta.

—Eres divertido muchacho —dice la figura—, pero eres muy ruidoso así que mejor cállate. No te mataré .

—Esto es imposible —susurra Eduardo con una voz sin emociones y una cara de pocos amigos.

FLASHBACK

Se puede ver a un Eduardo de 10 años junto a un hombre de aproximadamente 25 años.

—A ver si entendí —comienza Eduardo—. Me estás diciendo que existen criaturas de tal poder y tal tamaño. ¿Estás bien de la cabeza?.

—Así es Eduardito, y una de esas criaturas es el Perro eléctrico —explica el hombre.

—¿Perro eléctrico? —duda Eduardo—. Me parece un nombre estúpido y poco original, ¿no lo creés, Hermano?.

—Bueno, ese es el nombre que los humanos le damos, aúnque, imagino que ese no será su Nombre Real —agrega su hermano.

—Bien Vasyl, sigue contando —pide Eduardo.

—Bueno, como iba contando antes que me interrumpieras —continua Vasyl—. El Perro eléctrico es una de las tantas criaturas de un poder tan intenso. Dicho poder puede prestarselo a un humano con la capacidad física y mental cómo para soportar toda la energía que esté puede otorgarle al usuario.

—Woooow ¡Es increíble! —se sorprende Eduardo—. ¿Puedes contarme sobre las demás criaturas? ¿Si? Por favor, si, si, ¿Si, Vasyl?.

—No —se niega Vasyl.

—¿Qué! ¿Por qué no? —cuestiona Eduardo—. ¡Vamos! Soy cómo tú hermano menor, Vasyl. Tu puedes ¿Que te cuesta?.

—¡No! —reitera Vasyl—. Si te estoy contando esto es porque tu padre y el líder creen que estás listo para saber este tipo de información. No son cuentos para niños. En fin, ve a la cama, mañana tenemos el día lleno de trabajo.

—Está bien, Vasyl —obedece de mala gana Eduardo.

FIN DEL FLASHBACK

—Tu eres el Perro eléctrico ¿o me equivoco? —duda Eduardo.

—Exacto niño, sin duda esto va a hacer las cosas más fáciles —responde el perro eléctrico.

—Bien, bien, creo que nos hemos demorado mucho tiempo en las presentaciones, ¿no lo crees así? —consulta Eduardo—. Quiero saber algunas cosas, cómo por ejemplo... ¿Dónde estoy? o tal vez sería interesante y muy útil saber, ¿por qué estoy aquí?.

—Voy a ser directo contigo —comienza el perro eléctrico luego de quedarse viendo a Eduardo por unos segundos que para el chico parecieron horas—. La versión corta es que te estás muriendo y ahora estamos en tu subconsciente, de hecho si no fuera por tu resistencia inhumana y que tu amigo te llevó con una rapidez asombrosa a la clínica ya estarías muerto.

—Espera, espera, espera —dice Eduardo luego de quedarsele viéndole al perro eléctrico con una cara sin emociones durante unos segundos—. Recapitulemos un momento, me estas diciendo que tu, una criatura legendaria estás aquí con un simple mortal en sus últimos momentos de vida. Dime, ¿qué es lo planeas realmente?.

—¿Tu hermano mayor adoptivo te contaba historias sobre mi, no? Así que deberías darte una idea —dice el perro eléctrico.

—Quieres que yo... —deduce Eduardo algo dudoso.

—Veo que te diste cuenta, tu cuerpo será perfecto para mí poder. Lo que quieres es detenerlos, ¿verdad? Y para lograrlo necesitarás mi poder —razona el perro eléctrico—. No te bastará con inteligencia solamente. Niño, ¿aceptarás ser el nuevo Electrick man?.

—Si acepto tendría la fuerza necesaria cómo para derrotarlos, pero tendré que hacerme cargo de muchas responsabilidades como Electrick Man —pienaa Eduardo para luego decir—. Bien, acepto.

—No te arrepentirás mocoso —afirma el perro eléctrico.