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CAPÍTULO O4

Jueves por la mañana, había que recalcar que ( TN ) se había levantado más tarde de lo usual, después de todo, llegó bastante cansada a casa y tarde, había que admitirlo, así que se llevó una pequeña bronca e interrogatorio por parte de su padre.

Miró la hora en su teléfono, las once de la mañana, algo tarde para lo que ella solía levantarse, aunque no fue simplemente eso lo que le llamó la atención, tenía un mensaje de Instagram, no solía recibir demasiados, pero al ver de quien era no pudo evitar reír. Anoche, Kaminari le había pedido sus redes y, bueno, ahí se veía para qué lo quería, para poder hablar con ella.

"Hey, irás hoy a la playa?? 🤔🤔"

Le preguntó, releyó el mensaje unas tres veces fácilmente, se estaba pensado bastante la respuesta y el joven parecía esperarla ya que salía que aún estaba en línea.

"Eh, sí, claro"

Respondió, una respuesta algo seca para todo lo que había estado pensando, había que admitir y puede ser que el chico se lo tomase algo mal, ya pensaba que tal vez las cosas no estuviesen saliendo tan bien como él suponía que estaban saliendo.

Con dificultad salió de la cama y bajó a desayunar, a pesar de que el día anterior había sido lluvioso, la gente volvía a ir a la playa con total naturalidad

"En ese caso, allí te espero, lindura 😉"

Ante aquella respuesta rodó los ojos, por lo que veía, el chico era todo un salido, pero caía bien, era extrovertido y simpático, al contrario de ella, una persona introvertida y simpática también, aunque no aparentemente, tenías que conocerla en profundidad.

"Me parece perfecto"

Respondió en un intento de seguirle el juego; No obstante se sintió bastante estúpida, así no era ella, ¿qué estaba haciendo?

No tardó mucho más en bajar a desayunar, su padre estaba bastante solitario en la mesa, con una sartén de huevos revueltos, tostadas y una taza de café. Al ver a su hija bajar por la escalera no pudo evitar mirarle con sorpresa:
──Ya pensaba que no te ibas a levantar en lo que queda de día── dijo dándole un sorbo a su taza.

La menor suspiró mientras se acercaba a la fila de armarios para hacerse un té. ──No te costaba nada venir a despertarme── comentó metiendo la bolsa en el agua caliente.

──Viniste tarde, así que quería dejarte descansar── respondió encogiéndose de hombros.

La chica negó sentándose frente a él, agarró un tenedor y comenzó a pinchar de la sartén. Realmente pensaba en que tenía su padre en mente para hacer hoy, después de todo, le dijo que harían una actividad distinta cada día y ayer no pudieron ir, así que tenía cierta curiosidad por saber qué le depararía esa mañana.

A diferencia del día anterior, la playa estaba soleada como de costumbre, el sol brillaba en lo alto y sus rayos golpeaban con potencia contra la arena y el agua, las gaviotas sobrevolaban el cielo en grupo, las olas rompían en la orilla y las risas de los niños acompañaban, era el ambiente perfecto de una playa y el calor hacía que meterse al agua fuese más apetecible.

Abriéndose paso entre la gente, la familia Reiji logró encontrar un sitio donde poner la sombrilla y dejar sus cosas, hacía un buen día, así que la idea de estar hasta tarde en la playa no era muy descabellada.

──Voy a darme un baño, no te alejes mucho de las cosas── le advirtió mientras se deshacía de la camiseta.

──Sí sí── respondió la chica sin mucho interés, su atención había sido devorada por el libro de entre sus manos.

Mas no duró mucho tiempo así, ya que había otra cosa que le interesaba más que su libro. No muy lejos de donde ella se encontraba, había una zona donde la corriente era mayor por lo que no podían haber bañistas, en cambio, esas olas eran aprovechadas por un grupo de surfistas, no era peligroso hacer surf allí y aunque las olas no fuesen muy grandes, era lo suficiente para poder divertirse; a pesar de todos los jóvenes que allí se encontraban con sus tablas, uno en especial llamó la atención de ( TN ), sin duda, aquella cabellera rubia con una mecha de un rayo en su flequillo no iba a olvidársele jamás. Los movimientos sobre la tabla en las olas eran sutiles, como si llevase toda una vida realizando aquel deporte, descartó la idea en cuanto lo vio caer al agua siendo devorado por la ola que venía detrás, en ese momento debe de admitir que una leve sensación de preocupación la consumió; No obstante, al verlo sacar la cabeza del agua ese sentimiento de tranquilidad volvió a su cuerpo, se había preocupado por él y no iba a negarlo.

Tal como ella lo miraba a él, Denki la miraba a ella, desde que la vio aparecer en la playa, sus ojos no se habían despegado de ella, así que decidió lanzarse a las olas con tal de impresionarla, aunque en el último momento aquella idea lo abandonó, dado que perdió el equilibrio cayendo estrepitosamente al agua, mas estaba tranquilo ya que había podido tener unos segundos de gloria cuando aún estaba sobre la tabla y eso le servía.

Tras agarrar su tabla, salió del mar moviendo la cabeza hacia los lados con tal de deshacerse un poco del agua, la cual escurría por la punta de sus mechones y por su cuerpo, había que admitir que se sentía algo intimidado por los hombres de su alrededor, todos tenían unos cuerpos tonificados y abdominales marcados, haciendo que incluso el agua que escurría por sus cuerpos se viese atractivo, en cambio, el joven Kaminari estaba allí, había que reconocer que no estaba nada mal físicamente, pero era lo normal para un chico de su edad que llevaba al rededor de seis meses siguiendo un duro entrenamiento para convertirse en héroe y parecía que daba sus frutos.

Por otro lado, después de haber estado unos largos minutos pensando, ( TN ) decidió levantarse de la silla de playa en la cual estaba, guardó su libro en su bolsa y se acercó al chico para saludar, a fin de cuentas, era la única persona que conocía allí, así que no veía el hecho de saludar como algo muy descabellado que tuviese que pensar dos veces antes de hacerlo, aunque lo había pensado antes de actuar, lo admitía.

──Por un momento pensé que tus mensajes habían sido mentira── bromeó el chico viendo como la joven se acercaba hacia él mientras que colocaba la tabla junto a muchas otras que había allí.

──Me ofende que pensases eso de mí── respondió a la vez que se llevaba una mano al pecho haciendo una ligera pose dramática fingiendo haberse ofendido por aquel comentario.

Aquello fue algo que hizo que él soltase una leve risa, no cabía duda de que aquella joven era ciertamente peculiar, con una personalidad especial, atractiva y algo que la hacía atrayente a sus ojos, quitando el hecho de que era mujer y eso ya la hacía linda para sus ojos, pero, como se ha dicho, tenía algo más que lo atraía a querer conocerla mejor.

──Entonces disculpe mi confusión, señorita── se podía decir que aquel chico era un idiota el cual suspendía hasta el recreo, pero había que admitir que tenía cierta habilidad en literatura y con las palabras ──Para compensarla, ¿le gustaría dar un paseo junto a mí?── preguntó tendiéndole la mano.

Ella puso su mano sobre la de él asintiendo con la cabeza: ──La verdad es que sí me gustaría dar un paseo junto a ti── admitió, se notaba que aquellos días en la playa la estaban reformando, al fin y al cabo estaba dejando un poco de lado aquella faceta tímida, aburrida y trabajadora, disfrutaba aquellos días como cualquier joven de su edad haría.

Aquella respuesta hizo que el chico sonriese, una amplia sonrisa que no tardó en cautivar el corazón de la joven, era brillante, como el sol que brillaba a sus espaldas sin temor.

Bajo una sombrilla, un hombre contemplaba la escena con una sonrisa en los labios, aunque no fuese junto a él, estaba consiguiendo que la joven saliese y disfrutase de su adolescencia, así que con eso le era más que suficiente y, admitía, que aquel joven era buen chico, por lo tanto, no debía de temer de con quien se juntaba su hija, su pequeña ______, además, sabía de sobra que sabía cuidarse sola.

━━━━━━━ ⚡ ━━━━━━━

──Entonces, ¿desde hace cuánto haces surf?── preguntó la muchacha.

Ambos caminaban por la orilla del mar, las olas rompían a sus pies y de vez en cuando el agua les salpicaba las piernas, mientras tanto, sus manos seguían suavemente unidas, como si a ninguno de los dos le incomodase ese hecho, cierto era.

──Hmmm, déjame pensar. Desde hace...── pareció que estaba haciendo cálculos mentales, pero rápidamente presentó su respuesta ──, dos horas── concluyó sonriendo, parecía orgulloso de ello.

La muchacha lo miró sorprendida, recordaba bien sus movimientos, como si fuese una foto que se quedó grabada en su cabeza, estos eran sutiles y firmes, eran los de alguien que sabía qué estaba haciendo.

──Pero si parecías todo un experto── respondió mientras reía, le costaba pensar que aquello era cosa de dos simples horas.

Su respuesta lo hizo alegrarse internamente, había conseguido lo que se propuso, impresionar a la chica, podía decirse que al fin le había salido algo bien.

──Bueno, un mago nunca revela sus trucos── dijo guiñándole un ojo. En esos momentos la miró y después se le ocurrió una idea ──Tu padre me dijo que te marcharás de vuelta a la ciudad── comenzó a hablar. Un hecho que a ______ se le olvidó por completo ──. Así que esta tarde, tú y yo vamos a hacer surf y no acepto un no por respuesta── añadió sin apartar aquellos ojos ámbar de ella.

Él mismo se lo había dicho, no aceptaba un no por respuesta y, aunque pudiese negarse, ella aceptaría su proposición de todos modos, porque realmente quería quedar con él.

──Me parece bien, quedaré contigo esta tarde── le sonrió levantando los ojos de la arena para poder verle, sorprendiéndose de que él la estaba mirando a ella.

Ambos apartaron con rapidez la mirada, había sucedido un extraño choque de miradas entre ellos, pero parecía que no le había desagradado a ninguno, incluso, el joven apretó suavemente la mano de ella contra la suya.

Cualquiera que los viese, pensarían que son una empalagosa y tierna pareja de recién enamorados y el resultado tampoco es que se alejase mucho de eso.

Una bonita tarde se cerraba sobre ellos, tal y como habían acordado en la mañana, allí se encontraban ambos para hacer surf. La marea había aminorado y el mar estaba casi en completa calma y había que reconocer que no había mucha gente, así que no deberían de sentir miedo por hacer el ridículo sobre las olas.

Ambos adolescentes dejaron sus cosas sobre la arena, a fin de cuentas estarían practicando allí cerca, así que no tendrían que tener miedo por sus cosas, ya que estarían al pendiente de ellas.
Denki se quitó la camiseta dejándola sobre su mochila, terminarían varias veces en el agua, por lo que no le hacía mucha gracia mojarse la ropa. Por otro lado, ______ no se quitó nada, dejando un poco desilusionado al chico, ella llevaba unos pantalones cortos para agua y la camiseta encima, por lo que el joven Kaminari había podido comprobar cada vez que la veía en la playa, era que la muchacha no se quitaba la camiseta, suponía que tendría sus razones, así que se abstendría a preguntar.

El chico se alejó unos momentos para acercarse a una especie de puesto donde estaban las tablas de los surfistas, así que agarró la suya bajo el brazo y fue a donde estaba la joven.

──Bueno, ¿lista para tu primera clase de surf?── preguntó.

La chica suspiró asintiendo, había aceptado hacer eso con él, así que ahora no podía echarse atrás en su decisión.

Fueron juntos hasta la orilla, el agua estaba bastante más caliente que por la mañana, era una sensación agradable, daban ganas de quedarse allí, sintiendo como el agua te acariciaba los tobillos con la mirada perdida en el horizonte viendo como los barcos más alejados desaparecían, era una pequeña sensación agradable.

El muchacho puso con delicadeza la tabla en el borde de la arena y el agua para que no se moviese mucho mientras comenzaban a practicar, simplemente se mecía suavemente con el romper de las olas.

──Aquí comienza la clase con el entrenador más guapo de todos── dijo acercándose a ella para tomarla de la mano y ayudarla a subir a la tabla sin que se cayese nada más empezar.

Así fue, ______ se agarró con ambas manos a los antebrazos del chico para poder sujetarse. Nada más poner un pie sobre la tabla se le resbaló el pie sutilmente, sin duda aquello sería más difícil de lo que pensaba. Una vez tuvo ambos pies sobre la tabla suspiró, tenía las piernas medio dobladas y la mirada fija, a pesar de que no estaba ni tan siquiera en el agua, le estaba costando un mundo.

──Y-yo no puedo hacer esto── dijo la joven negando con la cabeza, ya había llegado a la fase de arrepentirse sobre sus decisiones.

──Si ni tan siquiera hemos comenzado── respondió el joven, el cual no la soltaba. Movió con sutileza la tabla para estar un poco más sobre el agua.

Ante ese movimiento, las piernas de la joven Reiji se doblaron casi cayendo de espaldas al agua, pero logró sostenerse, también con la ayuda del joven que hacía lo posible para que ella no se cayese.
Espero a que la joven se adaptase a estar sobre la tabla antes de hablar:

──Bien, ahora que puedes sostenerte, voy a soltarte── le anunció.

Eso hizo que la joven abriese los ojos elevando su mirada de sus pies a los ojos del chico.

──No me sueltes, Kaminari, por favor── dijo aferrándose más fuerte a él, admitía que no le hacía tampoco mucha gracia mojarse. La próxima vez pensaría mejor sus decisiones antes de aceptar o rehusar planes.

──Sí que voy a soltarte── comentó, ante la desesperación de la joven, le dieron ganas de molestarla un poco y eso haría. ──Te estás manteniendo sobre la tabla, así que ya tienes la base── agregó mientras suavizaba poco a poco su agarre sobre ella.

Eso hizo que el cuerpo de la chica se tensase, ya se estaba viendo en el agua y empapada hasta los huesos.

──¡D-Denki, no, por fav-!

Antes de que pudiese terminar la frase, se escuchó un seco y lábil chapoteo. Como bien suponía ______, se había caído al agua; pero con lo que no contaba era con haber arrastrado al chico consigo, así que, ahora mismo, ambos estaban en el agua, empapados y en una posición un tanto comprometedora; al contrario de Denki, el cual tenía toda la cara pintada de un tono carmín, ______ no se había dado cuenta de eso.

──¡Te dije que no me soltases!── le reprochó la joven.

En ese momento, Kaminari se preocupó, realmente esperaba que la chica se hubiese enfadado con él, pero, por las risas que vinieron después de sus palabras supo que había sido todo lo contrario.

──Eres un bobo── dijo alargando el brazo para poder salpicar al chico.

Eso hizo que este echase el cuerpo hacia atrás quedando sentado sobre sus rodillas, esa acción hizo que soltase el cuerpo de la joven, el cual había quedado atrapado entre el cuerpo de él, la arena a la espalda y un brazo a cada lado de su cabeza.

Así concluyeron la tarde, salpicándose y chapoteando en la orilla del mar, lo que había comenzado con una supuesta clase de surf, había terminado en desastre, aunque bueno, había logrado sacarle unas risas a la joven, así que, para él, tan desastre no había terminado aquello.

Aunque no podemos ignorar el hecho de que al haberse mojado, la camiseta de ______ transparentaba lo que había debajo, pudiendo ver el cuerpo que dicha camiseta escondía, Denki no pudo evitar echar una mirada fugaz a su cuerpo, llevándose una grata sorpresa, ya que había descubierto que, mirase por donde la mirase, aquella joven era perfecta ante sus ojos.

© GARDNER, 2O2O

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