Micah no entendía las extrañas indicaciones de la chica, todo a su alrededor parecía normal, casas abandonadas y un terreno muy extenso que todos se empeñaban en seguir, no sabía que estaban buscando y todos se negaban a hablar, así que resignado siguió avanzando con el deprimido grupo hasta que la noche estaba cada vez más cerca.

Aún con un poco de luz de día, Gretel y los demás entran a un almacén de comida empaquetada, que les serviría para descansar y comer un poco mejor que los otros días.

Al llegar Karim y sus compañeros comienzan a comer y tomar agua suficiente, Micah no tenía hambre y ya estaba muy cansado de tanto caminar así que se acomoda en un rincón algo alejado a los demás, para poder descansar un poco, apenas cierra los ojos un momento siente una gran pesadez y a los pocos segundos se queda dormido.

Gretel estaba muy hambrienta y cansada que ya deseaba que la noche llegará para poder dormir, ese pensamiento la asalta de improviso y su corazón casi se detiene cuando recuerda que nadie le aviso a Micah que no debía dormirse. Frenética busca al apuesto chico de ojos azules, y se asusta al verlo dormido entre las cajas—. ¡Micah, no! Por favor despierta, no puedes dormirte — sin poder contenerse, el rostro de Gretel se llena de lágrimas, mientras desesperadamente lo mueve y grita.

Karim escucha los gritos de Gretel y corre en su busca, la encuentra hincada al lado de Micah llorando y tratando de despertarlo, se asoma a la ventana y apenas comienza el atardecer, sí se quedó dormido, ya es muy tarde para él.

Para sorpresa de todos Micah no se despierta ni se mueve, Karim se pone al lado de Gretel y la abraza intentando tranquilizarla y le susurra — ¿Es posible eso? Él... ¿Está bien?

— No lo sé, nunca había visto que ésto pasará, es muy extraño, parece que la magia no le afecta.

Asombrados por las palabras de Gretel, observan maravillados y algo asustados al nuevo chico, intentando averiguar qué lo hace diferente. Su asombro aumenta cuando aún dormido Micah comienza a hablar.

— Debes tener cuidado Gretel, este lugar fue creado por demonios y no están contentos por la falta de muertes, ellos saben que ya descubriste como evitarla y mientras tú estés viva nadie más morirá, por eso me enviaron, debo asegurarme que mueras.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque yo soy uno de ellos.

— ¡Qué! Él ocasionó ésto— grita Ceci por primera vez desde que llegó totalmente furiosa.

— Aguarda Ceci ahora podemos obtener todas las respuestas que queramos, sí Micah hubiera querido ya nos hubiera hecho daño— interviene Karim ansioso por saber qué ocurre.

— Los demonios fuimos maldecidos, no podemos matar directamente a los humanos, por eso creamos este lugar, la magia y sus decisiones ocasionan las muertes y así obtenemos lo que ocupamos.

— No entiendo porqué nos dices eso, ¿Qué ganas tú?— pregunta Gretel.

— Los ángeles también están furiosos, se sintieron engañados y quieren destruir este lugar, pero no pueden intervenir porque está fuera de la tierra y de su jurisdicción, ellos pueden ser igual de engañosos y encontraron una salida. Crearon una especie de profecía, es magia que nosotros no logramos entender, pero yo sabía que no debíamos jugar con eso, quería abandonar la tierra, buscar otro sitio, y es por eso que me mandaron a este lugar.

— ¿Para castigarte? Pensé que querían que me matarás.

— Para ambas cosas, nosotros sabemos que nuestra magia no nos puede lastimar, venir aquí no me representaría ningún riesgo, pero le temíamos a lo que nos pudiera hacer la magia de los ángeles. Así que me sacrificaron, me enviaron para que intente matarte y si en el proceso yo moría, estaba bien.

Tras decir eso, el sol se termina de ocultar y Micah despierta sobresaltado.

~Isa 💕