Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23. Afrontar las consecuencias

El ángel guía a Gretel hasta el huerto, ella siente un escalofrío al darse cuenta que es justo el lugar donde ocurre la masacre, deben ser ya las 5 o 6 de la tarde, el sol comienza a bajar, el aire sopla más frío y ella comienza a temblar temiendo que su creciente valentía se desplome en cuanto vea a los hombres. Llega a una extensión grande de tierra donde aún no se planta nada, da unos pasos para adentrarse más, está completamente al aire libre, ahí no hay nada que la oculte y su ángel se detuvo pasos atrás, ya está sola en esto, ni siquiera él podría salvarla de la muerte, se sostiene el costado a causa del dolor pero decide ignorarlo y seguir su camino.

Cuando llega justo al punto medio de la extensión de tierra comienza a oír voces, y pequeños llantos, el ruido aumenta y no puede evitar sentirse rodeada, ya que a pocos pasos vienen sus trabajadores, las personas a las que les confío el patrimonio de sus padres, trayendo a rastras a dos pequeñas niñas que ya tienen las rodillas raspadas y el rostro rojo e hinchado a causa de las lágrimas. Ellos no tardaron mucho en notar su presencia.

— ¡Dejen a esas niñas en paz ahora!— Gretel se mantiene firme y los hombres lucen impactados por unos instantes, no se esperaban verla ahí, los trabajadores se miran entre sí cohibidos, hasta que el capataz Samaniego toma las riendas del asunto.

— Pero señorita Cortez, ¿Qué hace aquí?— el capataz Samaniego le habla intentando sonar educado.

— ¿Qué hago aquí? ¡Está es mi tierra! Por años mis papás se esforzaron para que El paraíso se convirtiera en lo que es ahora, y ustedes osan tomar ese trabajo y convertirlo en este infierno, ¿Con que derecho se proclaman ser los dueños del huerto y su gente? No son más que unos malditos que se aprovecharon de la vulnerabilidad de las personas, pero eso se acabó.

Los hombres escuchan atentos, en algún punto soltaron a las niñas que ahora yacen en el suelo intentando contener las lágrimas. Ellos lejos de verse preocupados, sonríen abiertamente y avanzan hacia ella con el sigilo de un depredador.

— No, no, no, pequeña ¿Es que no lo entiendes? Esto nunca fue tuyo, te dejamos vivir por simple caridad, ¿Qué más quieres?, Ahora tienes dos opciones o te regresas a tu castillo de oro y te encierras en tu mundo como hasta ahora lo haz hecho, o te quedas y afrontas las consecuencias de tus actos, además de que vas a saber quiénes somos nosotros.

— ¿Las consecuencias de mis actos? Se atreven a culparme por esto, cuando los malditos inhumanos que han hecho estas atrocidades son ustedes, son unos cobardes eso es lo que son, no se atreven a aceptar su culpa, van por la vida arruinando todo y son tan miserables que...— Gretel se calla abruptamente a causa de la cachetada propiciada por el capataz Samaniego, el ardor se extiende en todo su rostro, y al sentir un sabor metálico en la boca escupe la sangre que brotó de la herida.

— Te di la opción de irte no puedes negarlo, pero decidiste jugar a la valiente, y ahora no tienes idea de lo mucho que voy a disfrutar hacer esto, por años te he visto crecer y el tener que soportar el no poder tocarte o siquiera verte ha sido una tortura— Gretel intenta retroceder pero el capataz la sostiene fuertemente de los brazos causándole mucho dolor— ve a esas niñas y acepta el daño que haz hecho, las tomaba a todas ellas por no poder tomarte a ti, pero eso se acabó— la acerca con movimientos bruscos y enterrando su cara entre su cuello, el capataz aspira su olor por unos segundos, hasta que el desenfreno se apodera de él y la muerde causándole una gran herida, la sacude con ira y dándole otra cachetada la tira al suelo.

Gretel aprieta los dientes para no soltar un grito, los movimientos abrieron de nuevo la herida de su costado, la sostiene intentando detener la sangre pero es imposible, ya está bañada en ella, todo su cuerpo le duele, se siente débil, tanto que no puede levantarse, a lo lejos ve al ángel que con rostro preocupado la observa, intenta sonreír para él, pero le resulta imposible.

Comienza a escuchar voces a gritos y ruido de gente corriendo, Gretel sonríe para sus adentros, ese siempre fue su plan, los trabajadores iban a estar tan ocupados desencadenando su ira en ella, que no notarían que ya no estaban solos, solo hasta que ya fuera demasiado tarde para que se prepararán, cuando la gente del pueblo los hubiera rodeado.

Para ese punto ella ya podría dejarse morir en paz.

~~~•~~~•~~~•~~~

~Isa 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro