Ante la atenta mirada de los jóvenes Gretel se levanta con determinación en los movimientos y sin pisca de dolor, tanto en su brazo como en el de Micah aparecen espadas, y ella las observa con detenimiento.

— El bien y el mal se enfrentarán... Lo siento pero tengo que sacarlos de aquí— dice Gretel con un tono de tristeza, mientras levanta fuerte la espada y ataca a Micah.

Micah por reflejo levanta su espada y detiene el golpe de Gretel, él es por mucho más fuerte y hábil en lucha que ella, pero se niega a defenderse, no quiere hacerle daño, y es justo ese sentimiento de cariño hacia ella lo que lo debilita haciendo que cada vez se tarde más en detener sus golpes.

Karim observa todo como si en cámara lenta se tratará, algo no está bien, está seguro que debe detener la pelea, pero por más que grita para que Gretel se detenga, ella parece no escucharlo. No tiene sentido, ¿Los ángeles les dieron espadas? Además, ¿Sí Micah representa el mal en la pelea, por qué no está atacando? Su mente da vueltas buscando respuestas, recuerda la profecía y aunque claramente menciona una lucha, no le parece que esto sea obra de los ángeles.

— ¡Gretel para! Los demonios quieren que luchen, los vas a dejar ganar, tú lo dijiste, Micah no es malo, él ya no es un demonio.

Gretel lo escucha pero no piensa darse por vencida, su determinación para salir de ahí la está cegando. Micah en cambio concuerda con Karim, y no planea lastimar a Gretel, así que en señal de paz, arroja lejos su espada y se queda quieto esperando su reacción.

Ella por un momento duda sobre qué hacer, pero ya está arta de aquel lugar y los demonios que los condenaron, solo quiere sacar a los chicos de ahí, así que con todo el dolor de su corazón de nuevo levanta la espada y da un golpe con determinación.

Karim ve la decisión en el rostro de Gretel, así que sin pensar demasiado se arroja en dirección a Micah y lo aparta recibiendo el golpe. Un corte largo y profundo se extiende desde su hombro hasta el pecho, dejándolo tirado en un charco de sangre.

Gretel suelta inmediatamente la espada, y se tira al lado de Karim llenando su rostro de lágrimas — Lo lamento, por favor perdóname, ¡Oh Dios! Por favor, vas a estar bien.

Micah observa la trágica escena sin poderse creer lo que acaba de pasar, un humano se sacrificó por un demonio, nunca en la historia había ocurrido algo así, observa la vida desprendiéndose de aquel cuerpo y sin poder evitarlo su rostro se llena de lágrimas también. Se acerca a su lado y les explica con gran remordimiento — Los demonios se alimentan de las emociones negativas en la muerte, del dolor y la pérdida, ahora con tu muerte será imposible detenerlos y destruir el lugar, perdóname Karim, por todo, por ayudar a construir este lugar, por las muertes y por haber permitido que recibieras el golpe que me iba a matar a mí.

Karim los observa y sonríe — ¿Emociones negativas? Ellos pueden absorber lo que quieran pero no encontraran nada malo, moriré bajo mis propias condiciones y no hay nada que me haga más feliz qué el saber que estarán bien, Micah sácalos de aquí, te perdono, tú ya no eres ese demonio.

Tras decir esas palabras Karim cierra los ojos, recibiendo la muerte sin temor, Micah agacha la cabeza y más lágrimas llenan su rostro, en su interior no encuentra la rabia que le parece tan característica para él, en su lugar encuentra agradecimiento y motivación, esa muerte no les pertenece a los demonios.

Gretel se tranquiliza y observa la escena, así que de eso se trataba la lucha entre el bien y el mal, era una lucha interna. El bien se sacrifica y perdona, y el mal se lamenta. Un demonio llorando una muerte, y un humano con más valor que un ángel, era lo que se necesitaba para ganar.

Gretel se levanta cuando ve que la escena se comienza a desvanecer, los colores y formas son reemplazados por una eterna oscuridad y solo cuando ve destellos color azul intenso se permite tener esperanza.

~Isa 💕