-¿Cómo estás?, te haz cansado de luchar?

La mujer le escupe en respuesta

-Te irá peor entonces-se acerca luego de apretar aún más profundo en la carne que estaba a sangre viva. Sacando el líquido carmesí como muestra

-Cuando salga de aquí morirás de la peor forma que se te pueda ocurrir, el mismo Cerbero te torturara cada día como alma perdida hasta la eternidad, mientras tu cuerpo no podra ser llorado, tal como el de tu padre-dice alterna, sus ojos están desafiantes a pesar de tener el cuerpo tan lastimado como inmovilizado

-Puedes maldecir pero nunca volverás a ver la luz del sol

-Vendrán a vengarme

-Tampoco darán contigo

-Eres inferior a mi, no sabes de lo que soy capaz...

-No te conviene amenazar-le da un electroshock-Yo estoy sobre ti aquí, ahora sólo eres mi ratita de laboratorio-limpiando la sangre que escupe debido a la fuerza de corriente

La morena despertó agitada con el reciente sueño y se levantó con cuidado de despertar a su acompañante e ir a tomar aire fresco.

Esto era muy extraño, no era ella misma, es decir se sentía como si lo fuera pero era otra persona quien se mostraba, y ni siquiera sabía quién era.

Ciertamente un enredo total...

Ya sabía de ante mano que estos son recuerdos y no una fantasía irreal.

Están visiones le ayudaron a dar con su progenitor pero ahora era distinto.

¿Quién era esa mujer?

¿Por qué sentía que era ella misma?

¿Quién la tenía cautiva?

Una y mil preguntas bombardean su mente mientras abraza sus rodillas una vez sentada en el pasto.

Al pasar un tiempo la ausencia de la morena en la cama es descubierta al sentir el frío a su lado.

Extrañada se levanta y comprueba que no está en el baño o cocina; se comienza a hiperventilar al pensar en que se pudo haber ido otra vez.

Sólo se cubre con un abrigo y un arma que lleva consigo a todas partes para salir enojada, pensando una y mil formas de torturar a la pelinegra si se las dio de profuga otra vez. Pero al divisar su cuerpo a lo lejos se acerca rápidamente.

Tenía la mirada perdida, ni se inmutó con su presencia hasta que se agacha poniendo una mano en su mejilla.

-¿Qué pasa lyubov?

-Ni yo sé, hace tiempo no me pasaba-murmura

- Puedes hablarlo conmigo, pero adentro ya que me estoy congelando-la ayuda a levantarse para volver a su habitación

Se mantuvo sentada por lo que la rusa la hizo acostarse encima de ella como su pequeño refugio. Antes Artemisa le apoyo y escucho en todos sus tormentos, ahora le tocaba estar para su salvadora.

-¿Qué viste que estas tan ida?-pregunta mientras juega con los mechones negros de la chica

-Estaba cautiva pero como otra persona-intenta explicar

-¿Cómo?

-No se, es parecido donde me tenían de niña pero era una mujer esta vez y el hombre que me detuvo no era mi padre

-Pero dices que eras tú

-Eso es lo que me confunde, sentí todo lo que ella-se queda pensante hasta que algo hace click en su cabeza

Se da vuelta dejando la mano alzada de la pelirroja dejando caer los restos de cabello-¡Ya sé!

Se confunde al ver la repentina euforia de la morena-¿Qué?

-Lo que dijo Bruce de esa reencarnación

-¿Quieres decir que son los recuerdos de la Diosa?

-Exacto, por eso hay que volver allí-dice segura

-No irás otra vez-frunce el ceño-no dejaré que te pongas en riesgo de nuevo

-Vamos las dos, si tengo a la mejor espía de mi lado no habrá problema en conseguir la información-sonríe golpeando levemente con su índice la arruga que se formó entre las cejas pelirrojas

-Estamos de vacaciones-le recuerda ahora con los labios fruncidos

Le da un beso corto borrando expresión-Brasil tiene mucho que ofrecer rusa, llegaríamos justo en tiempo de Festival además... No hay mejor panorama

-Suena interesante

-Tendremos samba-se levanta moviéndose al ritmo del tatareo de una canción obligando a la ojiverde a unirse entre risas a su inprovisado baile

-No sabía que bailabas

-Aún no conoces todo de mí

-Tendré que descubrir cada una de tus sorpresas entonces-con picardía la abraza por la cadera

-Significa que aceptas acompañarme-sonríe a la vez que enreda sus brazos en la estrecha cintura de Romanoff

-Sé que me estás chantajeando

-Así me amas-la besa

-Igual me tendrás que compensar-baja sus manos hasta el trasero de la menor

-¿No dejas de pensar sólo en sexo?-ríe

-Así me amas-le susurra al oído para reír de igual forma-tenemos que ponernos al día, no hemos tenido intimidad con los niños cerca

-Son adorables

-Si por eso también es mejor que no te vean tanto

-¿Por qué? Me adoran como yo a ellos

-Los estás corrompiendo

-Sólo han sido travesuras de niños, nos divertimos mucho

-¿Cómo enterrar todos los arcos de Clint?

-Pss... Se los devolví enteros-Dice como si nada

-Pasar escondidos todo el día luego de soltar a las gallinas

-Volvieron todas en la noche-asegura

-O cuando pintaron el traje a Clinton de rosa o también...

-Ya entendí rusa-la interrumpe antes que siga

-Además nos ayudaste con su traje, no te hagas

-Fue graciosa su cara al verlo-ríe imitando la expresión del arquero-lo admito

-Ves lo divertido que estar conmigo-Dice con superioridad, recibiendo un cojín en la cara-¡Oye!

-Acumulaste muchos castigos-intenta decir con voz seductora pero no puede al recibir la almohada de vuelta

-Sueña rusa

-¿Así? Ya verás cuando estemos solas-le lanza otro

Comenzando una guerra de almohadas, persiguiendose en la habitación y cuando una era atrapada sufría de cosquillas a mano armada.

Un juego que las hizo volver a su niñez sin los traumas presentes, sólo risas con besos intermediarios.

Hasta que hicieron demasiado escándalo, siendo regañadas por un molesto agente que las hizo volver a la cama