XXX "Catarsis"
Así fueron pasando los días en que Natasha hacia lo imposible por no caer en los encantos de la azabache, evitando cualquier contacto físico que le hiciera perder la razón, evitando también hablar más allá de lo necesario. Pero eso no evitaba que siguiera con sus cuidados y atenciones a través de los demás, lo que la azabache notó desde un principio, lo que le dio fuerzas ante la lejanía de la rusa.
Aunque hoy tenía planeado cambiar las cosas, estaba preparada ya que con anterioridad sacó cuentas para quedarse a solas con la pelirroja, cuando los demás salieran por un fin de semana libre.
Dos días que no estaba dispuesta a desaprovechar.
—Iremos de compras—dice con voz campante la castaña junto a la azabache
—lamento quitar tu tiempo con Vision
—Descuida, ya te lo cobraré con intereses
Entraron en una tienda de lencería a buscar algo para la ocasión.
—Mira, ese es para ti—ríe al señalar un conjunto con animal print tan exagerado como fluorescente
—¡Ya! Brujilda esto es serio—frunce los labios
Al rato se decidieron por uno del clásico negro para luego ir por chocolates e ingredientes de la cena.
Aunque volvieron bastante tarde al quedarse conversando por lo que se fueron rápido con el menos mal paciente androide.
Al contrario de la rusa que cuando la menor le da los chocolates, casi se los tira por la cabeza, gestos que ha echo cada dia.
Preparo una buena comida, arreglo la mesa acompañada de flores y velas; todo por su amada.
—Nat, ven conmigo, esta lista la cena—le sonríe pero no surge respuesta
—Me voy a sentar sólo porque tengo mucha hombre
—Como digas
Se mantuvo sonriente al ver que le gustó.
—Deja de mirarme tanto—se queja
—Eso no me lo pidas, amor
—Tampoco me digas así
—Bien—se hace la afectada para poder ir a su habitación y que la pelirroja se preocupe de paso
Ella suspiró dando vueltas en círculos hasta que apareció la chica en la sala.
Quien mantuvo una penetrante mirada sobre los orbes esmeralda, mientras se saca la capa, mostrando su conjunto donde al verla la rusa en ese body con tan pronunciado escote que se adapta perfectamente a la silueta de la menor, resaltando cada curva de éste; no puede evitar sentir una y mil sensaciones que afectarían su cordura.
Se acerca con una sonrisa felina, aprovechando la atención sobre sí, hasta quedar a centímetros de la contraria, quien tuvo que tragar en seco para evitar atacarla ahí mismo.
—Sabes que hay muchas más formas de focalizar la ira—Dice rozando sus narices—me tienes aquí para eso, puedes hacer lo que quieras conmigo
Una considerable cantidad de imágenes comprometedoras con ella siendo protagonista, se le vinieron a la cabeza pero no cedería tan fácilmente.
Aunque toda esa postura se vino abajo cuando sintió los labios de la menor jugando en su cuello con maestría.
—A la mierda—dice para tomar el rostro de la contraria y besarla con intensidad
Era mucho lo que extraño hacerlo, que ahora estaba perdida, no la dejaría intacta con semejante provocación.
No la dejó respirar lo suficiente cuando volvió a devorar su boca con una desenfrenada pasión.
Ahogando el gemido de la pelinegra cuando la estampa a la pared, elevando sus manos, las que sujeto para tener un mejor control.
Succiona, muerde y lame los labios contrarios a su deleite mientras genera una fricción infernal.
—Joder Nat—jadea intentando bajar los brazos
—Ahora no te puedes retractar—dice con la voz ronca
—Estaría loca si lo hiciera—suspira— pero también te quiero tocar, por favor—con los ojos suplicando lo que la hace reír
—Si me lo pides así—libera las manos que se aferran su espalda, resultando ideal para levantar su cuerpo sin que se cayera
Manteniéndose igual de unidas, la dejo en el sillón de la sala, colocándose encima para tironear su ropa.
—Nat—se queja al escuchar el desprendimiento de la tela
—Te compraré muchos más—Dice al rasgarlo en dos sin remordimiento alguno
Y antes que pudiera rechistar, estimula sus senos dando masajes, apretando sus pezones, para recorrer los con su boca, mamando éstos, haciendo que el nudo de su vientre crezca al instante, eliminando cualquier palabra coherente.
Devora su cuello dejando su propia marca como lo hace con cada centímetro a su alcance y baja hasta la intimidad de la chica que ruega su toque.
—tan húmeda por mi—sonríe depositando un beso en el clítoris que la hizo gritar—сегодня вечером я сделаю тебя так много раз так, что ты не запомнишь свое имя, ты будешь произносить Наташу только между криками, пока ты корчишься от удовольствия подо мной¹
La chica se quedó con la incógnita pero le encantaba que le hable en ruso y además podía tener una idea al sentir los dedos jugando con sus pliegues, abriéndose camino a lo profundo de su ser.
Una sensación nueva que la hizo delirar al sentir como entraban y salían.
—¿Te gusta?—pregunta con una sonrisa de lado al ver como asiente—porque no es ni el principio de lo que tengo pensado hacer contigo—Dice aumentando la velocidad de las estocadas mientras roza su punto de placer sin perder de vista ninguna expresión del rostro de la menor
Movió sus caderas ayudando a llegar a su límite lo que al ser notado, para estas acciones de golpe, confundiendola.
—¿Te quieres correr?—sonrie al verla asentir con desesperación—dime que necesitas que te haga—demanda acariciando su vientre con una penetrante mirada
—Follame Natasha Romanoff, te necesito—dice con una voz tan dulce que sumada a sus sonrojadas mejillas, adornadas por su cabello tan negro como la noche cayendo desordenado mientras su desnudo torso sube y baja, una imagen tan erótica que quería atesorar en su memoria por siempre
Besa sus labios con ternura rápidamente para volver a su intimidad.
Ahora penetrando con su lengua haciéndola gritar mientras sus manos se aferran a su cadera, evitando cualquier movimiento.
El clímax se desata en su boca lo que acepta gustosa para volver a besarla, dándole de probar su propio sabor.
Se separan tan sólo unos milímetros para recuperar el aliento, con una mirada a la que le sobran las palabras.
—¿Me dejarías tocarte?—Dice con timidez, sabiendo como tratar con la dominante mayor, con la "inocencia" como mejor arma
La rusa sonríe seductora para sentarse en su cintura con una pierna a cada lado para apoyarse, y así sacar sus prendas una por una sin perder el contacto visual.
Quedando ahora ambas desnudas la pelirroja se dejó ser mientras acaricia la espalda de la azabache, transmitiendo seguridad.
Comprobando que la chica tomo atención a cada detalle que le hizo, ya que lo estaba llevando a la práctica sin problema alguno.
Aunque ésta al oír los gemidos de su amada quiso ir más allá, mordiendo su cuello, con sus manos jugando con su busto ya erecto mientras mueve su pierna, rozando la vagina de la rusa.
Y sirvió ya que los gemidos aumentaban.
—Estas siendo demasiado traviesa—Dice con un casi gruñido para tomarla de la cadera con fuerza
Volviendo a quedar encima y golpear sus feminidades con la misma intensidad, sacándole un gemido a ambas.
Repitió la acción con más velocidad y se separaba para volver de golpe cuando sentía sus gritos al follarla con intensidad..
La tenía derretiendose con cada toque como se había propuesto, su nombre era repetido una y otra vez en distintas notas que la hacían perder la cabeza.
Mordió y tiro de su labio en cuanto la sintió correrse, donde al sentir su humedad mezclarse con la misma, bastaron unos movimientos más para que ella misma se viniera ahogando su propio gemido en la boca contraria.
Se dejó caer para poder regularizar su respiración, con una sonrisa que nadie les podría quitar.
Con cautela Artemisa se libera de los brazos que la tienen prisionera y con la interrogante mirada esmeralda, desciende repartiendo besos en su vientre.
Pidió permiso con la mirada y así proseguir, una sonrisa pícara fue suficiente para hacerlo.
Se perdió en un trance por unos segundos al no saber como empezar.
—No es necesario si no estás lista—dice pero unos dedos rozando su entrada, la interrumpen
—Eres tan perfecta—murmura trazando diferentes formas con sus yemas por sus muslo y abdomen, acompañados de pequeños besos, antes de seguir sus acciones
Al ver como la pelirroja parece disfrutar, muerde su labio, antes de probar su esencia, que tenía cierto sabor agridulce, se dejó llevar por la curiosidad de causar el placer el la pelirroja, explorando cada rincón, probando con cada acción, las sensaciones con diferentes intensidades; tomándose su tiempo, sin prisa alguna.
Hasta que sintió la mano de la rusa enredarse en su cabello y presionar su cabeza.
—Te vez muy gustosa, pero necesito que vayas más rápido lyubov—jaedeando
Con ayuda de la presión en su cabeza por la mano de la pelirroja, sincroniza sus actos al gusto de la mayor y al sentir como empiezan los espasmos, avisando el orgasmo da un pequeño mordisco al clítoris de Romanoff provocando que llegue a su liberación total de un grito, llenando su boca con ese caliente líquido.
Natasha al recuperarse se levanta para atacarla por la espalda, quedando pegada a la contraria mientras muerde su hombro.
—Haz firmado tu sentencia—le susurra al oído comenzando un nuevo vaivén
Así siguieron demostrando su amor mediante la pasión y lujuria, hasta el amanecer como prometió la pelirroja.
Se quedaron acostadas con sus cuerpos acoplados mientras se abrazan bajo una manta sin molestarse en ordenar el caos que dejaron en la sala.
—Creo que tu método fue muy eficaz
—Claro yo te lo había dicho—ríe
—Igual no te podía ignorar todo el tiempo, lo siento si te hice sentir mal—acariciando su mejilla
—No alcance a estarlo, supe en todo momento las atenciones que me dabas, no fuiste muy discreta—sonríe—y amenazar a los chicos para que no me dijeran nada, fue en vano—ríe
—Me haz pillado—besa su frente—pero quiero que me prometas que no volverás a ocultarme nada—la mira directamente a los ojos—yo te escucharé y voy a acatar lo que sea, con tal que confíes en mí
—Confió en ti más que en nadie—posando la mano en su mejilla—perdón si te hice pensar otra cosa
—No es necesario que me lo pidas, entiendo porque lo hiciste, sólo promete hacerlo de ahora en más
—Prometido amor—acaricia sus rojos mechones—entonces hay mucho por hablar
—Algo me comentó Bruce, y además aún no tengo sueño—sonríe
Así se quedaron a ponerse al día hasta caer dormidas en los brazos de Morfeo.
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Nota ¹" está noche te haré mía tantas veces y de tantas formas que no recordarás ni tu nombre, sólo dirás Natasha entre gritos mientras te retuerces del placer bajo mío"
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