«Comprensión de que nuestra vida deja de tener sentido para nosotros»
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Artemisa

—No pueden hacerlo—escucho a Wanda nerviosa a mi lado mientras muerdo mi lengua para evitar los temblores de mi cuerpo ante la ola de pánico que me recorre

—Por favor es peligroso—digo en un intento de que entren en razón pero tanto Fury como Tony no parecen tener chance de cambiar su desicion

—Tenemos a todos los demás Vengadores en caso que pase a mayores, nada puede salir mal—asegura el moreno pero es difícil creerle ¿Qué puede saber? No nos conoce de nada para tener la seguridad que demuestra

—Siquiera han tenido un entrenamiento completo, no saben pelear ni conocen sus límites—Natasha dice ya al borde de la histeria al igual que Steve a su lado

—Agentes, les ruego que se mantengan al margen como sus entrenadores ayudarán a tener la situación bajo control—explica el moreno al posar su único ojo en un serio semblante

—Iremos a la azotea, sin objeciones—demando un determinado Fury al señalarnos

Tanto Wanda como yo los seguimos de mala gana, no por ser las más jóvenes tenían el derecho de mandarnos como se les diera la gana.

Se ve asustada de igual forma, ninguna quiere causar destrozo alguno por lo que tomo su mano en un intento de calma pero sólo me mira igual de angustiada tratando de sonreír en vano, al menos tenemos el apoyo moral de la otra.

Una vez arriba Tony se adhiere a su traje al igual que Sam, mientras los demás toman sus armas, rodeando nos en un círculo lo suficientemente amplio para permitirnos movernos libremente.

Los miro y se me revuelve el estómago pero esta vez por desesperación al recordar los dos muertos en mis manos, si pierdo el control podría ser el fin de Wanda y es lo que menos quiero, era una chica demasiado buena como adorable, no merecía pasar un desmán por mi causa.

—Tranquila, no dejaremos que se lastimen—dice ahora Natasha al acercarse en un intento de transmitir calma, nisiquiera los nervios que su voz me provoca están presentes en este momento,  están dormidos con el nido en mi estómago y garganta

Nos formamos mientras los agentes nos analizan de lejos, preparados ante cualquier amenaza.

—Pueden comenzar chicas, sin temor

Con Wanda nos vemos por última vez a los ojos, pidiendo disculpas ante cualquier resultado que se nos presente.

Ninguna de las dos quiere iniciar hasta un grito de Fury nos hace reaccionar, sin previo aviso y en cuestión de segundos.

Corro en su dirección pero cometo el error de mirar el escarlata de sus ojos, me pierdo completamente en ellos, sólo escuchando un "Lo lamento" de ella en mi cabeza.

Y como en mi sueño, nuevamente veo la estrecha y lúgubre habitación que me aterroriza, lo que aumenta al no ver señales de vida a mi alrededor al estar sumida en una inminente oscuridad.

Veo mis manos y brazos llenas de heridas profundas que parecen moverse, duele mucho.

Llego de un salto a la pequeña cama al sentir esos pasos otra vez pero en este caso el hombre de negro venía con un grupo de similar vestimenta como masa corporal.

Llevándome de mis heridos brazos por las instalaciones hasta dar con lo que parece ser mi peor pesadilla o mejor dicho mi padre biológico.

El terror se convierte en pánico y mis sentidos se nublan ante este irrevocable sentir.

—Te vas a comportar niña—la mirada del hombre que los dirigees cínica y siniestra por lo que sólo puedo asentir estática en mi lugar

Me toman de los brazos una vez más y sin emitir gemido alguno los sigo para que no aprieten su agarre.

—Hija—Me dice acercándose, a la vez que les hace una seña a los de negro que me suelten—¿Cómo estás cielo?—su voz me da náuseas

—Estoy bien—respondo rápido para no enfadarlo y él me toma de las muñecas para examinarlas

—Cada vez sanas más rápido—sonríe y acaricia éstas—Bien mi niña, hoy tendremos otra lección

Sólo afirmo con mi cabeza, cuando me toma de la mano hasta afuera donde tenía diferentes celdas con distintos animales salvajes gruñendo, incluyendo caimanes.

—¿Papi?—digo aterrada a lo que el sólo ríe

Me suelta para irse a las alturas con los hombres dejandome sola frente a las celdas que comienzan a abrir y cada uno de los animales no dejaban de mirarme con la baba excurriendo de sus colmillos

—¡No quiero! por favor—les suplico entre gritos desesperados los cuales no toman en cuenta

Ellos sólo ríen y veo como el científico aprieta un botón que hace sonar los collares de los animales en sincronía, provocando que pierdan la cordura y se avalanchan hacia mi.

Solo atino a correr hasta donde mis piernas me permiten pero me tropiezo al intentar llegar a alguna zona segura.

Veo como sus ojos parecen perdidos, al igual que los míos y no creo que por iniciativa propia ataquen, veo como usan un collar similar al mío. Me aterroriza ver a mi padre en las alturas moviendo ese aparato, mirándome directo a los ojos.

—Ataca—Me advierte pero yo no puedo reaccionar

Sin más da los volteos a los aparatos y los animales se vuelven agresivos en cuestión de segundos.

Por mi parte siento como algo hace click dentro mío, perdiendo la razón humana, provocando que mi cuerpo adopte diferentes formas letales listas a atacar comenzando con un baño de sangre el cual ya no me aterra e incluso podría decir que me causa cierto placer.

Noto mi temperatura corporal subir al igual que los latidos desenfrenados de mi corazón, mis dedos se extienden al igual que mis dientes, mi vista se hace muy aguda también mi sentido de audición mejora, ya no pienso en nada más y sólo un objetivo me invade pidiéndome a gritos el salir.... Cazar

Como una fiera los atacó a todos, sin dejar alguno vivo, sus garras, colmillos y venenos no alcanzan a rozarme cuando ya he acabado con ellos con sus mismas armas.

Estoy cubierta de sangre sin ya ningún enemigo vivo y al ver la gran sonrisa satisfecha de mi padre en las alturas, me vuelvo a sumergir en una nube Escarlata.

Una chica me ve angustiada y aterrada a la vez pero sigo con la sangre hirviendo, no tengo control de mi cuerpo en estos momentos como para fijarme de quién se trata, en mi mente sólo veo como atacarla con la adrenalina vivaz en mi cuerpo.

Escucho a más personas pero nada impide que fije mi mirada en ella, con furia, analizando mi ataque, nadie se interpondrá en la presa de una bestia.

Reacciono en cuanto veo una nube Escarlata saliendo de sus manos y lo que esquivó para correr en su dirección, chocando con una pared invisible cuando llegó a dos metros de ella.

Siento un grito lleno ira salir de mi garganta en desesperación, simulando un gruñido sepulcral donde junto mis fuerzas lograndome zafar de esta energía y la veo directo a sus aterrados ojos, Ya nada me impedirá acabar con ella.

Me lanzo con garras y colmillos incrustados de veneno dispuestos matar pero otro ser se imterpone, y la armadura que posee evita que llegue a su piel pero a un segundo ataque no podra, me digo inmersa en la adrenalina que me invade.

—¡Artemisa!—Escucho el grito desesperado de Wanda lo que me hace volver en mi

Y lo primero que veo mientras intento regular mi respiración es como tengo mi mano en un gran agujero con el hierro acabado de Ironman, lo veo aterrada y luego a Wanda que está a sus espaldas, asustada.

¿Y cómo no hacerlo? Estuve a milímetros de...

Me salí de control otra vez, me regaló al agarrar mi cabeza entre mis manos con fuerza, casi la lastimo. Las lágrimas inundan mis ojos y caen cuando veo como el resto está escondido en algunos escombros que seguramente derribe en mi inconsciencia, mis piernas no me responden, sólo pidiendo dejarme caer al suelo para llorar en éste.

Les dije que perdería el control, soy un monstruo uno, que creo su propio padre.