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LXIV "¿Color de Rosa o Carmín?"


--Espero no haber llegado demasiado tarde--escucha a la distancia y su corazón da un vuelco por completo...

No daba crédito a lo que sus ojos le mostraban, ¿Su arduo y reciente dolor la hacían ver la más bella ilusión?...

Porque tanta alegría no podía ser real...

Ese conocido y ansiado regocijo dentro de su pecho, la inconmensurable paz mezclada con su incondicional amor...

Su voz la hizo temblar y al sólo notar que no era una alucinación, sintió como se envolvía en la cuna de sus memorias con su amada.

Estaba aquí...

Su vida había vuelto...

Artemisa estaba frente suyo luego de tanto...

Sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió los deseos de correr a sus brazos pero sus piernas estaban demasiado débiles y su cuerpo aún dolía.

La diosa no estaba lejos de su estado, para salir de su trance de admirar a la hermosa pelirroja que tanto necesitaba, y fue corriendo a su lado mientras sus cristalinas lágrimas dejaban un camino en el suelo.

Y si su corazón parecía explotar dentro de su pecho, lo hizo al ver el pequeño par de bellos ojos que se posaron en los suyos, junto a una sonrisa que le robó el alma...

Era su pequeña Selene, suya y de Natasha...

¿Cómo habían hecho un ser tan perfecto?...

Su cabello corto era pelirrojo fuego, tal como el de su amada, pequeñas pecas decoraban su rostro donde reposaban esos cautivantes ojos marrones que mostraban una galaxia entera en un inconmensurable brillo mientras reía risueña mostrando su sonrisa sin dientes, decorada por esos pequeños labios en forma de corazón.

-Te amo, las amo-fue lo primero que pudo decir la pelinegra entre sollozos para abrazarlas y pegar su frente a la de la rusa quien también era un mar de lágrimas pero de la más gloriosa emoción de la que nunca creyó que sería posible sentir, una sonrisa estaba fija en medio de sus llantos mientras se envolvían en escuchar sus latidos, en sincronía de una perfecta felicidad

Los espectadores también envueltos en lágrimas de emoción decidieron dejarlas tener su momento antes de saludar a la Diosa e interrogarla de su llegada.

Artemisa hizo desprender su energía a la pelirroja que soltó un suspiro de alivio cuando sus dolores desvanecieron por esa conocida y acogedora calidez, su cuerpo ya había mejorado por completo, tal como su corazón que al fin podía estar completo.

Las palabras sobraron, mientras las sonrisas y miradas de afecto expresaban mucho más allá de ellas.

Natasha le hizo un espacio para la diosa acomodarse a su lado, acomodando a su pequeña entre ambas, sin dejar de verse a los ojos ni acariciar sus rostros. Delineandolos en recordar cada una de sus facciones, hasta detenerse en sus labios, terminando con la última distancia que las separaba para alcanzar ese beso que ambas necesitaron cuando creyeron que nunca más se volverían a ver...

Natasha no quería pensar en cómo la menor podría haber aparecido, no, sólo quería seguir disfrutando el momento de volverla tener a su lado y no soltarla nunca.

Pero en la situación en que se encontraban era necesario hacerlo y no podían dejarse llevar por esa ansiada alusión de cuento de hadas ...

Ya tendrían su tiempo en alcanzarlo, porque ahora juntas, la esperanza había vuelto a sus almas.

-Te extrañé demasiado, amor-dijo Natasha al abrir los ojos, encontrando los suyos, mientras sus frentes estaban unidas

Artemisa sonrió dulce -Ya estoy aquí, mi amor y no pienso dejarlas, no ahora que tenemos a nuestra pequeña Selene-dice para voltear hacia la bebé quién rió al posar una de sus manitas en su mejilla y su cuerpo tembló al escuchar un "Si, mami" en su mente, con la más adorable voz que pudiera haber oído

-¿Qué ocurre?-Natasha se preocupa al ver su rotundo cambio de expresión pero al ver la sonrisa con pequeñas lágrimas de emoción en los orbes de la diosa, su preocupación cambia a emoción

-Ella, me ha hablado, la he escuchado en mi mente-la diosa lloró de la emoción y alegría

Cuando la pelirroja frunció el ceño, extrañada y sin entender sus palabras hasta que Selene, tocó su mejilla, viendo la sonrisa de Artemisa en sus ojos y escuchando su voz, sin ella hablar, "Las amo"


Los suaves golpeteos en la puerta, las interrumpen mientras depositaban pequeños besos en la frente de la bebé.

Aretha tenía sus orbes cielo, envueltos en cristalinas lágrimas mientras tomaba desprevenida a su lady, abrazandola fuertemente, había vuelto.

La pelinegra le daba pequeñas palmaditas en la espalda, cuando siente el cuerpo de su escudera tensar, había presentado lo que ella pasó en el inframundo y las separó para posar sus preocupados orbes en ella, mientras la morena negaba, no quería tocar el tema.

Compartieron miradas cómplices una última vez antes que los demás abrazaron a la diosa, hasta que el fruncir de labios de la rusa fue muy notorio, abrazándose a la cintura de su novia en cuanto Aretha jugaba con Selene.

-Artie, no es por romper el momento, pero, ¿Cómo lograste llegar?-murmura Steve

-¿Hay alguna forma de que todos vuelvan?-secunda un emocionado Banner

La azabache baja la cabeza unos segundos, meditando su respuesta, antes de hablar, no quería entrar en detalles, le temía al destino que el oráculo le había planteado...

-Mi padre me liberó antes, de desaparecer de mi aura, por así decirlo-susurra Artemisa al levantar la mirada-lo siento chicos, fue un asunto exclusivo de dioses y aún no sé cómo hacer regresar a todos

-No es tu responsabilidad, tranquila, entre todos encontraremos una solución-Steve le sonríe al apoyar la meno en su hombro

-Respecto a eso-murmura Natasha para su semblante tornarse serio mientra acaricia la cintura de la chica-Creo que es tiempo de que con Artie-suspira-nos tomemos un tiempo a solas, no es por egoísmo, pero ahora necesitamos un poco de paz, más al tener a Selene para cuidar

-No tienen que decirlo-asegura el capitán-Ustedes necesitan su privacidad y calma, veremos como arreglarnos entre nosotros

-Si necesitaran nuestra ayuda, sabrán donde encontrarnos-murmura la pelinegra

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Habían pasado los días como meses en que Artemisa y Natasha temían que la hermosa paz que habían logrado, les fuera arrebatada sin piedad, tal como la calma antes de la tormenta...

Selene era encantadora aunque no la dejara dormir por más de cuatro horas mientras se turnaban en cuidarla, como con Aretha, quien se había quedado con ellas.

Aunque para ser una bebé de semanas comenzaba a crecer y desarrollarse con su entorno aceleradamente. Donde Natasha se había envuelto en un cuadro de pánico hasta que Artemisa y Aretha le aclararon que en algunos inmortales, solía ocurrir. Y aunque la calma le haya tranquilizado, aún tenía esa ligera nostalgia que su pequeña creciera demasiado rápido.

La disfrutaría en cada una de sus facetas hasta que pudiera...

Habían construido la casa de sus sueños en medio del bosque, donde llevaban a jugar a Selene, quien compartía risas con todos los animales que se le acercaban curiosos como alegres, le mostraban respeto, mientras Black y Cupcake, ayudaban a Aretha en su labor de escuderos con la pequeña quien ya tenía la apariencia de una niña de tres años.


-¡Mami Nat!-le niña corrió donde su madre, preocupada mientras le llevaba un pequeño pájaro

-¿Qué pasa, cariño?-la pelirroja la toma entre sus brazos y la menor le muestra

-¿Te gusta?-pregunta emocionada hasta el punto de sus ojos brillar-se llama Ti-Tí, es mi amigo pero Cake se lo quería comer-hace un puchero

-Si quieres, le doy un castigo a ese gato malo-le sonríe su madre al acariciar su cabello

-Pero no seas muy ruda, Eh-recalcó al levantar su dedo y Natasha besar su mano

-Lo prometo

-¡Mami!-la pequeña se removió para que su madre la dejara en el pasto

-¿Si?

-Mira, mira-sonríe emocionada antes de su cuerpo deformarse hasta tornarse en un pequeño gato, parecido a Cupcake

-¡¿Qué...-no alcanza a decir una alarmada Natasha, cuando ve todo negro, quedando inconsciente

-¡Mami!, ¡Mami!-lloriqueó la niña, preocupada al su mamá no despertar

Black llegó corriendo para lamer sus lágrimas antes de salir corriendo a buscar a su dueña.

Artemisa llegó extrañada por el can, quien la tironeaba del borde de su vestido.

Hasta ver la escena y entrar en pánico que debe disimular al ver a su hija llorando.

-Mami Nat, no despierta-dice la pequeña entre sollozos

Artemisa acarició con cuidado los rizos castaños para envolver a su novia con su energía y ella no tardar en despertar, agitada.

-¡Selene!

-¡Mami!-Gritó eufórica la pequeña al lanzarse a sus brazos y ella besar su frente antes de ver a Artemisa con los ojos de par en par

-La niña, el gato, ella.... dos copias de esa bola de pelos... ¡Un gato!-balbuceó Natasha

-¿Qué dices?-murmura la diosa, lejos de entenderla

-Esto, mami Artie, mira, mira- sonríe la pequeña al convertirse en un gato nuevamente y luego en un cachorro como Black

Para su madre verla incrédula hasta que la sonrisa se posó en su rostro y corazón, emocionada.

-Mírate, eres increíble, cariño, ¡Eres muy lista!-dijo Artemisa al tomarla ya en su forma original

-¿Te parece bien, Artemisa del Olimpo?-escuchó la pelinegra a sus espaldas y se tensó mientras Selene le hacía una graciosa mueca

-Cariño, ¿Quieres ir a jugar con la tía Ar?-sonrió dulce la pelirroja para la pequeña corresponder y obedecer, corriendo a mostrarle su descubrimiento a su tía

Para la pareja quedar a solas y Artemisa tragar en seco cuando la mirada de la rusa cambió rotundamente a una inconmensurable seriedad.

-¿Te parece bien?-volvió a repetir, entredientes

-Son sus poderes, cariño, no puedes molestarte por ellos

-Eso no me molesta, Artemisa-murmura Natasha-sólo es una niña, una que nisiquiera tiene un año, ¿Y si se transforma y alguien la ve?-dice para la menor bajar la mirada, no lo había pensado

-La querrán analizar y tratarían de llevársela, y ello solo sería una parte de los peligros que sus poderes conllevan para alguien tan pequeña...-exclama para sentir las lágrimas caer como el abrazo, seguido de un dulce beso de su novia

-Ella nos tiene a nosotras y Aretha, además de que todos los animales le siguen lealmente-murmura la pelinegra al acariciar su espalda-La cuidaremos de todo, ya verás

-¿Y que tal si mañana los chicos vienen con la solución y debamos enfrentar a ese demonio?-exclama Natasha y su cuerpo tiembla, no quería perder a su niña ni a su Artemisa, ni tampoco quería dejarlas solas, y con Thanos de por medio, cualquier posibilidad de Tragedia no es una probabilidad, sino, una realidad, una maldita realidad...

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Las dos amantes se envolvieron en un beso en cuanto la lluvia artificial cayó en sus cuerpos abrazados al desnudo.

Y Artemisa sonrió en medio de estos cuando la rusa la dejó contra la fría pared, para tornarse a una traviesa en cuanto la tomó de las caderas y la elevó para que las enredara en su cintura.

Natasha mordió su labio antes de separarse-yo soy la activa en esta relación, Artie-exclama en su oído antes de morderlo por escuchar la risa de la pelinegra

-Todas las cosas suelen cambiar, cariño-murmura la diosa en en cuanto baja las caricias en el glorioso cuerpo de la rusa hasta su espalda baja, terminando en apretar su trasero

-Estás jugando muy sucio, Artemisa y te advierto que te vas a quemar-murmura Natasha al bajarse de sus brazos y terminarla de acorralarla con un brazo a cada lado de su cabeza

-¿Ah.... Sí?, ¿Y cómo piensas quemarme, Lyubov?-susurró contra sus labios para la rusa no dejar que la besara, al voltearla y atacar su cuello mientras las caricias sucias en medio de los jadeos de la azabache, la fomentan a descender hasta su entrada, mientras se abre camino entre sus pliegues sin previo aviso

-Tus gemidos son demasiado dulces para marcar dominio, cariño, y lo sabes

-Claro que no-iba a regañar la menor pero las palabras se las llevó el viento al Natasha abrir sus piernas de golpe y ella tener que afirmarse a la pared por inercia en no caer cuando de un momento a otro siente una abrumadora calidez húmeda penetrarla-¡Natasha¡-chilló ante la mezcla de sorpresa y placer, sintiendo las vibraciones de la risa de la rusa con ello

-¿Decías Lyubov?-exclama arrogante

-Eres una tramposa-regaña la diosa para terminar sin voz por la lengua de la pelirroja que se abría camino entre sus pliegues

Natasha comenzó a penetrarla con sus dedos mientras se levantaba a besar y morder de su espalda hasta su cuello, aumentando las embestidas en sincronía de los acelerados latidos de la menor.

Los temblores en el cuerpo de Artemisa le avisaron de su pronto orgasmo por lo que detuvo sus acciones de golpe, levantándose y alejándose.

-¿Qué haces?-gruñó agitada la azabache al verla marcharse con una sonrisa

-¿Yo?-murmura inocente la pelirroja mientras se sienta en la cama, abriendo las piernas-nada, Lyubov

La diosa frunció la nariz antes de su mirada volver a tornarse oscura y morder ligeramente su labio inferior al acercarse demandante, sentándose a horcajadas suyo mientras se abraza a su cuello como apoyo para comenzar un conocido vaivén de caderas por lo que Natasha no demoró en apretar su trasero.

Ambas eran un lío de gemidos en cuanto sus movimientos cada vez eran más rápidos.

Sumiendose en el paraíso de un calor infernal mientras sienten el clímax avecinar.

Hasta que la puerta se abrió repentinamente, saltando asustadas por lo que Artemisa cayó de golpe al suelo y ambas pudieron apreciar, con pánico que trataba de su pequeña Selene.

-¿Por qué están sin ropa?-murmura al ladear la cabeza

La pareja de madres se vió mientras buscaban una explicación.

-Nos demostramos cuanto nos amamos-exclama la rusa, sin tapujos

-Nat-regañó su novia

-¿Qué?, Si es la verdad-bufó

-Es algo que podrás entender cuando seas mayor

-Ah, vale-murmura la pequeña para abrazarse más a cupckake mientras el par se ponía unas batas

-¿Qué pasó, cariño?-Le murmuró Artemisa a Selene

-Tuve una pesadilla- hizo un puchero-¿Puedo dormir con ustedes?

-Claro, cielo-exclama Nat para notar la mancha de humedad en la cama y sonrojarse-¿Te parece una pijamada en el sofá, viendo películas?

-¡Sí!-chilló emocionada la pequeña pelirroja

-Entonces ve a elegirla mientras preparamos las palomitas-propuso Artemisa para la niña sonreír y correr a buscarlas

-¿No pudiste poner la llave?

-Igual debemos enseñarle a tocar antes de entrar...

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4 años después.....





Artemisa se removía nerviosa de un lado a otro mientras esperaba la llegada de Natasha, quien había tenido una pista de Clint, partiendo en su búsqueda...

-Mamá, vas a romper el piso si continúas dando vueltas como una león enjaulado-regañó Selene, quien ya tenía la apariencia de una adolescente de catorce años


-Tu madre no da señales de vida-gruñe histérica mientras tira su cabellera azabache hacia atrás

-Y se supone que mamá Nat es la dramática-se burla la menor al cruzarse de brazos y Artemisa lanzarle un cojín

-Mocosa, yo soy la madre hippie y alegre, no me compares con la drama queen-rió y su hija la siguió

-¡¿Quién es una drama queen, Artemisa Warren del Olimpo?!-escucharon una conocida y autoritaria voz alzarse a sus espaldas y sus vellos se erizaron

-¡Estás aquí!-la expresión de la azabache cambió rotundamente a una emocionada mientras se lanza a los brazos de una pelirroja, quien la recibió gustosa en un abrazo para terminar en un beso cargado de afecto

-Ugh, no hagan eso en mi presencia-se quejaba la menor para su madre rusa abrazarla y desordenar sus cabellos

-Con ese afecto que repudias te hicimos-exclama para su hija hacer una mueca

-¡Mamá!

Natasha rió antes de tomar uno de sus mechones pelirrojos y dejarlo tras su oreja, mientras Artemisa toma su mano a su lado.

-Cariño, queremos presentarte a alguien que hace tiempo te quería conocer-sonríe

Un hombre rubio y de aspecto cansado ingresa a la sala, mientras su expresión de melancolía disminuye al una sonrisa posarse en sus labios, con sus ojos cargados de brillo al ver a Artemisa y a la menor a su lado.

-Él es tu tío Clint-dice su madre a su lado y Selene confirma sus sospechas

-¿El tío Clint?-murmura emocionada para abrazarlo mucho antes que pudiera verla venir y la calidez que le brindó, fue de suma paz, envolviendola igualmente-Mis madres hablaron mucho de ti

Clint no pudo evitar recordar a su hija con la ternura de la niña y sus orbes no demoraron en llenarse de lágrimas.

-Es un gusto, conocerte, Selene-susurra mientras su voz se tendía a quebrar, la menor al notarlo levantó la mirada, posando la mano en su mejilla, y pudo ver todo lo que tuvo que pasar estos años desde la desaparición de su familia en medio de polvo

-Debiste sufrir mucho-murmura al acariciar su mejilla, ligeramente-no debes culparte por ello-tan sólo exclama para los tormentos del rubio hacer click y desahogar todo lo que retuvo por años-Pronto podrás volver a verlos y todo se pondrá bien otra vez-sonrió dulce para el hombre corresponder en medio de sus lágrimas, tal como la pareja espectadora, las que no daban más de la ternura por la conmovedora escena

-Nadie aquí te juzgará, Clint-se acercó la diosa con una sonrisa mientras abrazaba al rubio

-Ay, ahora vamos a hacer el almuerzo o algo, antes que me deshidrate por tantas lágrimas

-¿Me puedes enseñar giro al arco?, mi madre me han contado que nunca fallas-pide emocionada y él sonríe, asintiendo

-Selene-escuchó a sus espaldas para su cuerpo sobresaltar-¿Me cambias por un mortal para tus lecciones?

La niña sonrió inocente-Sólo para reforzarlas, tía Ar-aseguró antes de su sonrisa cambiar a una traviesa, oh dioses, cuanto le recordaba a su Lady a su edad-pero podemos aprender mejor de él, ya que eres mejor en la lucha cin espadas o cuerpo a cuerpo

-¡No vuelvas a repetir que un mísero mortal hace algo mejor!-dijo ofendida y la menor rió

-Te desafío a un duelo, mortal-la albina se acercó a Barton con una mirada fulminante y él levantó las manos en son de paz mientras asiente, cohibido

Mientras Selene no pudo aguantar más las ganas de reír con la escena.

Artemisa y Natasha se quedaron acomodando las cosas para el almuerzo mientras la niña entrenaba con la ayuda de Clint.

Cuando el sonido de la puerta las interrumpe, la rusa por inercia fue por un arma mientras la diosa se acomodaba de un lado de la puerta y ella del otro.

Para al abrir ver a un conocido rubio...

-Ay baja eso, mujer soy yo-murmura Steve al levantar las manos al Natasha apuntarle a la cabeza con dos pistolas

-¡¿Cómo se te ocurre llegar sin avisar?!-gruñe la pelirroja

-¡Steve!-exclama Artemisa al abrazarlo

-Que contraste en reacciones-escuchan la voz de Bruce a espaldas de Rogers y se encuentran a una perfecta mezcla entre Hulk y el doctor

-Hola-sonrió tímidamente Banner al rascar su nuca y a pesar de ser más del doble del hombre que conocían, seguía siendo adorable

-¿Qué sucedió?-murmura la pelirroja-estás...

-Verde, si, es una larga historia

-De la que ya nos pondremos al día- sonríe la diosa

-Es como si no existieramos al lado de la mini bestia verde-escuchan a Tony para saludarlo

-¿Mamás?, ¿Ellos son...-murmura la pelirroja de ojos marrones

-Los vengadores, cariño- sonrió Artemisa y la niña salto de la emoción

-Esperen, esperen, esperen-el filántropo alzó las manos-¿Adoptaron una chica?, ¿No habían tenido una niña?

-¿Eres Selene?-preguntó el capitán al reconocer su sonrisa, era igual a la que conoció de esa bella bebé pelirroja y de grandes ojos marrones

La niña asintió emocionada-Y tú debes ser el tío Steve

-Mírate, estás tan grande y bella, toda una señorita-sonríe Rogers y la niña lo abraza

-Esperen, esperen...-Vuelve a hablar Anthony-¿Qué edad tienes, niña?

-Este año cumplo los....

-5 años-Secunda el doctor Banner, sonriendo-es maravilloso

-¡Cinco años!-grita exageradamente el filántropo-¡¿Es menor que Morgan?!, y-murmura-¿Tú sonríes como si fuera lo más normal del mundo?-se voltea a Bruce

-Natasha me llamó desesperada al pasar una semana del nacimiento de Selene, es un asunto de los dioses

-¿Nunca oíste del mito de Venus?-murmura la niña al fruncir la nariz

-Si, pero es lo que es, un mito

-Entonces debes ser muy ignorante-Selene se cruza de brazos

-Anthony Stark no es ningún ignorante, niñita-regañó el filántropo

-Entonces debes ser el Tío Tony-deduce la niña-Mamá Nat me dijo que eras algo.... excéntrico-sonrió

-¿Qué hacen todos aquí?-murmura una nueva voz

-¡¿Barton?!

-Ay, nos ahorraron un viaje-murmura Tony

-Oh no, ahora la casa está llena de mortales, volveré afuera-bufa la albina de ojos cielo

Todos comienzan a hablar entre ellos mientras se ponen al día de como han llevado sus vidas por estos cinco años, cuando la rusa decide que es hora de hablar, al Selene salir a jugar con Aretha.

-¿Por qué han venido, en verdad?

-Encontramos la forma de traer a todos, las necesitamos

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