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— ¿¡Te acuerdas cuando quemaste el arroz!? — exclamé sentándome a su lado y dándole una botella de cerveza
— Con que hablaremos de eso — dijo sonriendo — si hablamos de las veces en que malogré la comida esta conversación será larga —
— Claro que sí, siempre terminaba enojado por tu culpa, siempre malogrando la comida, ¿Recuerdas lo que esa vez hice? —
— Claro que sí, me pegaste muy duro en la cabeza — dijo riéndose
— En mi defensa, tenía hambre — dije sonriendo
— ¡No tienes defensa!, ¡Me quedó doliendo por dos días! — exclamó indignado
— ¡Y a mí me quedó doliendo el estómago ¡, ¡Me moría de hambre! — exclamé riéndome al ver su cara de disgusto
— ¡Tú tampoco te salvas!, ¡Cuando te tocó hacer tallarines terminaron hechos una masa rara y pegajosa! —
— ¡Al menos no malogré la sarten con el intento de huevo frito! —
— ¡Al menos no dejaba que el agua se evaporara por completo de la olla! —
— ¡No era mi culpa que me distrajeras! —
No sé cuanto tiempo estuvimos hablando, tampoco sé cuantas botellas de cerveza tomamos, solo sé que no parábamos de reír, no parábamos de contar cosas absurdas que hace mucho habíamos vivido, era agradable revivir antiguos recuerdos.
— Jungkook... —
— Dime — dije sintiéndome algo mareado, creo que ya había tomado más de siete botellas
— Te extrañé —
— Tú te fuiste — dije sonriendo — me dejaste —
— No me gusta esta vida, además aún recuerdo todas las veces en el día del padre Omega en que lloraste, donde te preguntabas el por qué tu madre se fue sin despedirse, ya tengo respuestas... —
— ¿Viste a mi madre? — pregunté viendo mis manos
— Sí, hablé con ella y le pregunt... —
— No quiero saber, no quiero saber nada de ella — dije dejando la botella a un lado
— Pero... —
— No, mejor hablemos de otra cosa — dije sonriendo — mejor hablemos de tu relación con Jin, por que, oh, vamos, yo sé que son algo — dije viéndolo fijamente
Viendo su rostro duro, su cuerpo, sus ojos. Cada parte de él veía diferente a antes, se veía más sexy, me estaba enloqueciendo por más que lo negara.
— ¿Eso te importa? — preguntó también sonriendo
— No... —
— ¿Seguro? —
— Sí, no me molesta — dije volviendo a agarrar mi botella para tomar — pero... sí, me interesa — dije tirándome encima suyo
Nos empezamos a besar, yo encima de él, ambos fundiendo nuestras bocas con desesperación, ambos sintiendo como la saliva descendía por nuestras comisuras. Sintiendo como sus manos empezaron a meterse debajo de mi ropa, mi corazón no dejaba de latir con ferocidad, sintiendo como mi camisa empezó a ser desabotonada con rapidez.
— Jungkook... — susurró cerca de mi rostro
No respondí, solo me alcé, sintiendo de inmediato algo duro bajo mío que me hizo despertar y darme cuenta de qué pasaba.
— ¡Mierda! — exclamé separándome de él, cayendo en el proceso
— Jungkook, espera — dijo poniéndose de pie para intentar tocarme
No lo permití, me solté de su agarre y corrí a mi habitación, encerrándome sin pensarlo.
— Jungkook, escúchame — lo escuché decir pero no respondí, estaba mareado, estaba histérico y muy acalorado como para decir algo
Mi cuerpo cayó al frente de la puerta, me quedé escuchando su voz, tocaba la puerta y suplicaba para que le abriera, pero no lo haría.
— Sé que eres omega —
— Tae-taehyung... — dije tapando mi boca, sentía mis manos temblar
— Por favor, quiero hablar contigo — dijo volviendo a tocar la puerta — Jungkook, he venido por alguien... — lo escuché decir con la voz suave — por tí —
No respondí, estuve todo el tiempo sentado en frente de la puerta, todo ese rato viendo la completa oscuridad de mi cuarto, sintiendo aún mi corazón algo agitado. No sabía por qué diablos lo había hecho, no sé por qué es que besé a Taehyung si se supone que eso no estaba en mis planes, no quería, pero lo hice y ahora me siento completamente estúpido.
A la mañana siguiente salí lo más temprano que pude, debía de ir a ver a Yoongi y además no quería ver a Taehyung, me sentía avergonzado, no quería ver ni a Jin.
— Llegaste — dijo Yoongi viéndome desde la entrada
— Así es... ¿Lo pensaste? —
— Me diste tiempo, recién van dos días —
— Dos días son mucho — dije viendo como suspiró
— Es difícil, unirse a un clan es algo muy comprometedor, prácticamente te casas con el clan y todos lo que lo conforman —
— Lo sé... — dije sonriendo — no te preocupes, te daré un poco más de tiempo pero... — iba a explicarle algunas cosas pero la llegada de un mensaje me interrumpió
>> No voy a explicar por qué te estoy escribiendo, tú ya sabes por qué <<
— Maldición —
— ¿Pasa algo malo? —
— Namjoon, eso pasa — dije viendo como Yoongi retrocedió un poco
— No tengo familia, eso es bueno, no hay nada con lo que pueda amenazarme pero... temo por mi vida — dijo sin expresión — además no podría soportar estar toda la vida encerrado en este lugar, no es malo pero puede ser algo estresante —
— Voy a arreglar esto, tal vez logre llegar a un acuerdo — dije viendo a Jimin a lo lejos — ¡Alista el auto!, ¡Quiero a dos alfas!, ¡Ahora! —
— ¡Sí, jefe! —
>> Nos encontramos en el muelle <<
— Ya lo sé, idiota — dije tirando mi celular en el auto
— Tranquilo, solo hablaremos... eso espero — dijo Momo viendo preocupada
— Con Kim Namjoon nunca nada de tranquilo — dije viendo a Jimin — ¿Tienes tu arma? —
— Nunca salgo sin ella —
— Todos tenemos nuestras armas, jefe — dijo Yuna
Luego de media hora llegamos, estaba atento, Kim Namjoon no era un alfa muy tratable, era algo idiota, muy idiota. Se cree superior que uno y siempre para fumando, además cree que me puede vencer, es un idiota.
Bajamos del auto y al entrar al muelle vi a Namjoon con sus alfas, tres alfas a su lado. Ni bien me vio sonrío con superioridad, yo también hice lo mismo, no me quedaría atrás.
— Kim Namjoon — dije poniéndome en frente de él
— Jeon JungKook — dijo tirándome humo en la cara — creo que ya sabes de qué va esto —
— No, realmente no — dije sonriendo
— Mira, un hombre tuyo me estuvo vigilando, en mí zona, eso está prohibido —
— Prohibido mientras no rompan las reglas, y adivina... rompiste una — dije viendo como su sonrisa se borró — está prohibido vender drogas en nuestro territorio, vimos a tus alfas —
— Me tengo que ganar la vida, tengo una familia que mantener — dijo riéndose — además lo dices como si fuera un delito gravisimo, tu abuela tiene clubes llenos de omegas prostituyendose, también trafican drogas y armas, además de extorsionar a políticos — dijo viéndome fijamente — hacemos lo mismo Jungkook —
— Tienes razón, pero cada uno tiene su territorio y si no lo respetas debes de pagar el precio — dije viendo como miró atrás mío — ¿Cómo deseas pagar? —
— Te daré la vida de uno de mis alfas — dije señalando al más joven — tómalo a él —
— ¿Me crees idiota? — pregunté sacando mi arma — hicimos un pacto, no sangre —
— No me importa, mira, me han rechazado y me encuentro de malas — dijo acercándose a mí — así que acepta lo que te doy —
— Vete a la mierda — dije tirándole un golpe con el arma — ¡NO ESTOY JUGANDO!, ¡SABES COMO ES EL PAGO!, ¡ASÍ QUE NO TE HAGAS EL IDIOTA! —
— ¡TU MUGROSO SUBORDINADO TAMBIÉN ROMPIÓ LAS REGLAS!, ¡TÚ TAMBIÉN DEBES DE PAGARME! — gritó intentando golpearme pero Jimin se puso en frente mío — con que tus sobordinados te protegen, débil — dijo sonriendo — mira mi mejilla, ese es mi pago, ahora tú deberás de dar el tuyo... y yo elegiré cuando lo cobro — dijo retrocediendo — hasta la próxima —
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