
Capítulo 14
Sentada a su lado, me acaricié la barriga y él me sonrió tierno mientras conducía.
_ ¿Ya te sientes un poco mejor? – le sonreí.
_ Si ya. Contigo todo malestar se me pasa
_ Jejeje, eso me agrada, por cierto, tengo una sorpresa para ti. Están ahí atrás
_ ¡¿Una sorpresa para mí, Joey?!
_ Si jejeje. En cuanto lleguemos y sí es que te sientes mejor, los disfrutarás
_ Oh mi Joey – tomó mi mano con cariño.
_ Te amo Margarita – lo miré perdidamente.
_ Y yo a ti mi Joey
Me ayudó a bajarme de su auto, yo sin soltarme de su mano, él me sonrió y me llevó hasta su casa.
_ Y aquí es donde vivo hermosa...
Miré fascinada su casa y él me miró tierno.
Miré su cómodo sofá y deseé solo sentarme en el.
Joey lo advirtió.
_ ¿Quieres sentarte? Ven, vamos a que descanses
_ Si, por favor...
Me sostuvo con cariño de la mano y yo sentándome, me costó el hacerlo. Puse una mano en la cintura e hice una mueca, pues sentí que la espalda se me iba a partir y di un suspiro. Joey me miró y se sentó junto a mí.
_ ¿Estás bien?
_ Si, esto ya es normal, descuida
Encantado, se acercó más a mí y tomó otra vez mi mano, lo que a mí me fascinó y le sonreí.
_ ¿Tienes hambre?
_ La verdad es que sí. No te espantes, pero últimamente como mucho
_ Eso es bueno. Debes alimentarte muy bien para que los dos estén sanos y fuertes
_ Pero creo que yo he exagerado
_ Jejeje, tranquila – acarició mi mejilla – Si lo dices por tu supuesto sobrepeso, yo no encuentro que lo estés – le sonreí apenada.
_ ¿Lo dices en verdad?
Me miró fijo a los ojos, lo que me derritió por completo, y él me sonrió todo galán y apuesto.
_ Estás muy bella
_... Gracias...
_ Sé lo sensible y vulnerable que estás y que quizás no me creas, pero estás muy preciosa. Si supieras las ganas que tengo ahora de hacerte mía
_ Oh Joey
Lo abrasé fuerte, mimada y él tierno me abrazó y acarició mi espalda.
_ Te amo mucho hermosa
_ Y yo a ti mi Joey
Sonrió y acarició con más cariño mi espalda.
_ ¿Dónde te duele? – sonreí vibrante.
_ Más abajo, justo en la cintura – bajó sus manos hasta mi cintura.
_ ¿Aquí?
_ Si...
_ Shuuu tranquila. Ya pronto se te pasarán todas esas molestias – más lo abrasé y él cerró los ojos, disfrutando ese abrazo y me amó con locura.
Nos sonreímos y yo le robé un beso, el que él feliz me recibió.
Al cabo de besarlo, me sonrió extasiado.
_ Me encanta cuando me besas
Le sonreí con rubor y de pronto me dieron muchos deseos de ir al baño.
_ Oh. Necesito pasar a tu baño, o si no, me orinaré aquí – sonrió.
_ Anda ¿Puedes levantarte?
_ Si, tranquilo, pero debo ir si o si
_ Está allá al fondo ¿Necesitas que te lleve? – me dio vergüenza.
_ No, no es necesario, puedo ir sola
_ De acuerdo jejeje, te esperaré aquí
Caminé lo más rápido que pude a su baño y Joey se quedó sentado en el sillón observándome tierno.
Luego aprovechó y fue a buscar aquello al auto.
Me miró con destellos y yo me perdí en sus profundos y seductores ojos celestes.
Me acerqué lentamente hacía él en el sofá. Pude al fin sentarme de nuevo y di un suspiro y él sonrió.
_ Qué alivio. Estaba que me orinaba
_ Me imagino que si
_ También últimamente me dan más ganas de orinar que de lo habitual
_ Es por el embarazo – tomó mi mano - ¡Cielos! Si que deben pasar cosas las mujeres así en ese estado, pero independiente de todas ellas, es muy dulce y maravilloso – le sonreí.
_ Si, es muy bello y lo es más cuando ese hijo es de la persona que uno ama – me miró perdidamente.
_ Es lo más hermoso que puede existir – le sonreí y él me destelló con sus maduros ojos y se acercó más a mí – Si ambos aquel día cuando nos conocimos, hubiéramos hablado de lo que teníamos en mente, quizás podríamos haber hecho este bebe los dos íntimamente
Lo miré embelesada y él me sonrió intenso y todo seductor. Yo me imaginé aquello y deseé que solo me besara...
Me llené de suspiros, él me miró vibrante y comenzó a besarme.
Jugamos con nuestras lenguas y al cabo, él me miró locamente y yo me perdí en sus ojos y encanto.
_ ¿Te lo imaginaste hermosa?
_ Si mi vida
_ Hubiera sido maravilloso – le sonreí apenada con aquel deseo.
_... Pero igual podemos hacerlo...
Sonrió anhelante e interesado y sus ojos brincaron de deseos.
_ Jejeje, pero ¿Tú cómo te sientes? ¿Te dijeron algo acerca de mantener o no mantener relaciones? – más me sonrojé y sonreí con vergüenza.
_... De hecho, me aconsejaron que tuviera el máximo sexo posible, más ahora que voy a entrar al último trimestre por lo del parto... - me sonrió más que intenso y seductor.
_ Vaya así que – me susurró al oído – Tenemos que hacerlo muchas veces – me estremecí y lo miré toda derretida y con pudor a la vez.
_... Sí, pero no sé como lo haríamos – sostuvo mi mejilla con cariño y me susurró en los labios –
_ Shuuu tranquila. Buscaremos la mejor forma, no te impacientes
_ Oh Joey...
Alcancé a susurrar su nombre y él volvió a besarme con ganas y mucho cariño. Yo lo abrasé y deseé que más me besara y mi corazón y alma vibraron al unísono.
Le hablé en sus labios.
_ ¿Quieres ahora?
Me miró afán y volvió a sonreírme.
_ Pero antes, debes comer ¿No tenías hambre?
_... La verdad es que si
_ Jejeje, espera, en seguida vuelvo...
Lo vi salir y contemplé su ancha espalda. Me llené de deseos por él.
Solo quería que me hiciera suya y sin poder evitarlo me lo imaginé desnudo, cómo sería y más deseos sentí por él y me llené de suspiros, de risas y me ruboricé por completo.
Me acaricié la barriga y solo quise que volviera a mi lado.
<< Oh Joey >>
<< Solo quiero, tengo muchas ganas de que me hagas el amor >>
<< Quiero acostarme contigo >>
Entró con una pequeña caja y yo nerviosa y deseosa, me había recostado en el sillón, muriéndome por él.
Joey me miró y se me acercó. Vio mis mejillas rojas y sonrió. Se encuclilló junto a mí.
_ ¿Te sientes bien mi amor? – no podía mirarlo.
_... Si... - tocó una de mis mejillas.
_ Estás roja ¿Segura que te sientes bien?
_ Si – suspiré.
Me sonrió tierno y me extendió lo que me tenía.
_ Mira, aquí están, ten. Espero que sean de tu sabor preferido
Me morí de ansias y más lo quise. Me enderecé de un suspiro y le sonreí más que feliz y con antojos.
_ ¡Son chocolates! ¡Chocolates!
_ Si. Son de frambuesa. Ojala que te gusten
_ ¡Sí! ¡Me fascinan! ¡Oh!
Me miró perdidamente y se sentó junto a mí. Yo más que antojada, los abrí y comencé a comérmelos, bombón tras bombón.
Me observó comer y yo estaba en un éxtasis del que nadie podía sacarme. Él me sonrió.
_ ¿Están ricos?
_ Mucho. Mmm ¡Están deliciosos mi amor!
_ Haremos esto dos veces al mes, para que así no tengas problemas de dulce o algo así ¿Te parece amor? – me chupé los dedos.
_ Sí, estoy más que de acuerdo. Te amo Joey – lo abrasé fuerte y él ardió de deseos por mí y suspiró con ansias.
_... Mi amor. Siéntate aquí en mis piernas – me susurró y yo lo miré; me volvieron esas ganas de...
_ ¿Seguro? Porque estoy enorme y...
_ Solo siéntate aquí en mis piernas. Vamos, siéntate
Me miró intenso y yo me acomodé. Él deseoso, abrió las piernas y yo me senté entre medio de ambas.
Sentí el roce de su entrepierna y estallé de deseos y abrí la boca sorprendida. Joey me sonrió sexy y ardiente. Me susurró:
_ ¿Estás cómoda así? – más me estremecí.
_... Si... - suspiré – No puedo dejar de comer
_ Anda, sigue comiendo tus chocolates. Disfrútalos
Me miró todo seductor, lleno de deseos y yo amándolo más y más, me eché otro bombón a la boca. Él tierno y apetente acarició mi barriga, lo que más me volvió loca.
Suspiré y sonreí; él me observó, movió su mano en mi barriga con más deseos y yo me recargué en su pecho. Abrí más las piernas.
Joey sonrió apasionado y yo suspiré con vergüenza.
_ Estoy muy enorme
_ Shuuu, disfruta. Querías que te acariciara y ahora lo estoy haciendo y no me detendré
_...
Feliz sonreí, volví a suspirar y él besó mi hombro; me acarició más y más toda la barriga y me susurró:
_ Te amo. Te amo tanto hermosa
Otra vez suspiré y comenzamos a besarnos. Acaricié una de sus manos en mi barriga y ambos le hicimos cariño a nuestro bebe.
Nos sonreímos y él movió sus manos con todo anhelo en mi barriga, cuando a mí de pronto me dolió y solté un gemido.
_ ¿Qué pasa hermosa?
_... Me patea... Está pateándome – más me acarició. También quería sentir al bebe.
_ Si. Está moviéndose
_... – me miró.
_ ¿Estás bien?
_... Me duele...
Me miró preocupado.
_ ¿Quieres que me detenga? – suspiré.
_ No... pero necesito recostarme... Llévame a tu cama, quiero acostarme...
Me miró intenso.
_ Bueno, acostémonos entonces ¿Puedes levantarte? – moví la cabeza con un sí.
_ Si...
Necesitaba recostarme urgente, aún sentía dolor y nuestro bebe no dejaba de patearme; solté otro gemido y él acarició mi mejilla.
_ ¿Segura que es solo eso cariño?
_... Si... es que está muy grande... Ahora se mueve mucho...
_ Tranquila. Vamos, te llevaré a mi dormitorio ¿Puedes caminar?
_... Creo que sí...
_ Ven conmigo
Ayudó a levantarme y yo pesada, me apoyé mimada de su hombro y caminamos así hasta su cama...
Solo quería estar con él, que hiciéramos el amor, pero en su cama, no en otra parte y anhelándolo, el bebe volvió a patearme y sonreí.
<< Ya lo sabes hijo >>
<< Él es tú papá >>
Joey no me soltó de su brazo y abrió la puerta.
_ Este es mi dormitorio amor
_... – vi la cama y solo quise acostarme en ella.
_ Adelante, ven conmigo
Me llevó hasta ella y yo por fin pude sentarme...
_ Que cómoda es...
Sonrió y yo me agaché para sacarme los zapatos, pero él me lo impidió.
_ Espera. Yo te los sacaré...
Le sonreí y él tierno se agachó y me quitó los zapatos.
_ Ahora sí que descansarás preciosa – le sonreí embelesada.
_ Gracias mi vida – me sonrió tierno y se sentó junto a mí.
_ Es más, yo también me quitaré los míos
Lo vi sacarse también sus zapatillas y luego volvió a sonreírme, anhelante.
_ Anda, recuéstate y ponte cómoda, que no hemos terminado con lo que habíamos empezado
Le sonreí con destellos y me recosté lentamente sobre su cama. Me acomodé de lado y sonreí con ilusiones y amor.
Joey me miró todo varonil e intenso y se acostó junto a mí y a mi espalda; volvió a tocarme la barriga y me la acarició.
Sonreí perdidamente y él me miró apasionado.
_ Me encanta que hagamos esto
_ A mí también. Solo tú amor mío
_ Soy tan feliz de ser el padre de tu bebe
Sonreí más enamorada; suspiré y él todo seductor me susurró al oído:
_ Te amo Margarita
Solté otro suspiro y él movió con más anhelo su mano en mi barriga. Lo miré perdidamente.
_ Yo también te amo – me sonrió tierno.
_ ¿Así te gusta?
_... Si...
_ Adoro esto
Sonreí más que feliz y enamorada de él y él me acarició y acarició. Luego me susurró al oído:
_ Quiero verte hermosa
_ No. me da pena – volvió a sonreírme tierno e intenso.
_ Vamos, me tienes como un loco. Sácate el vestido y yo me desnudaré para ti - eso fue lo que más quise. Le sonreí y le susurré en sus labios:
_ Hazlo tú. Sácame tú el vestido
_ Oh, ya no puedo más hermosa
_ Ni yo...
Comenzamos a besarnos muy apasionados. Sentí su mano meterla bajo mi vestido, bajo mis bragas y me acarició con fervor. Ahí yo me estremecí de deseos.
_ Te deseo hermosa. Solo quiero sentirme dentro de ti
_... – lo miré preocupada – Pero mi amor ¿Qué pasa si me duele? Hace mucho tiempo que yo no...
_ Shuuu tranquila mi niña hermosa. Seré muy dulce
_... Te amo mi amor
_ Y yo a ti. Y quiero demostrártelo
_ Hazme tuya mi Joey...
Volvió a besarme, yo traté de abrazarlo y él se desbrochó sus jeans y luego seguimos besándonos...
_ ¿Estás cómoda así?
_ Si...
_ Perfecto, entones así lo haremos...
Volvimos a besarnos y él deseoso levantó mi pierna, la colocó junto a la suya y se aferró más a mí, lo que me llenó de deseos y placer.
Besándonos sin parar, él acarició todo mi cuerpo desnudo y yo más que entregada a él, gemí en sus labios.
Me embestía tan apasionado y a la vez lleno de preocupación y cariño. Me sonrió intenso, yo me perdí en sus profundos ojos celestes y acarició mi transpirada mejilla.
_ Eres mía mi amada Margarita, solo mía
_ Oh mi Joey
_ Anhelaba tanto tenerte así
Volvimos a besarnos y nos abrazamos fuerte, sin él aún salirse de mí.
Miré todo su cuerpo desnudo, el que me volvió loca y acaricié sus pectorales; se los besé con deseos y él sonrió tierno y excitado. Acarició mi espalda.
Con más ganas, me subí arriba suyo y comencé a montarlo, lo que a él le fascinó y me miró perdidamente.
Coloqué una mano en el respaldo de su cama y eleve las embestidas. Ambos gemimos y nos miramos con deseos. Él sostuvo mi cintura y me ayudó a moverme sobre él, lo que más nos excitó a ambos.
Miró con ternura mis pechos, me los acarició y yo me reí con vergüenza.
Acaricié su transpirada frente y él me sonrió con delirio.
Me sedujo con sus profundos ojos maduros y los dos acabando, nos sonreímos agotados y con la respiración entre cortada.
Sudados, yo aún estaba sobre él. Joey volvió a sonreírme y acarició mi mejilla húmeda.
_ Te amo mucho más por esto hermosa. Eres increíble
_ Y tú el mejor de todos – sonrió sexy.
_ Es un halago – lo miré apenada.
_ Hacía años que no estaba con un hombre
_ Lo noté y me encantó que fuera así – le sonreí.
_ ¿Cuándo volveremos a hacerlo de nuevo? – sonrió más intenso y movió las cejas.
_ Jejeje, cuando quieras. Podemos volver a hacerlo ahora si lo deseas
_ Jejeje, me gustaría, pero me preocupa el bebe – sonrió tierno.
_ Ven aquí
Me abrazó fuerte y yo lo abrasé plena, con todo mi corazón. Besó mi cabeza.
_ Soy tan feliz teniéndote así, antes y ahora, en mis brazos Margarita. El haber vuelto a verte hoy y que me vayas a dar ese hijo por tu amor me hace quererte y amarte con todas mis fuerzas.
_ Mi Joey, mí amado Joey. Eres el único a quien siempre he amado – acarició mi mentón.
_ Lo sé mi vida y me siento tan afortunado de haberte conocido
Me dijo y me besó perdidamente. Nos abrazamos y nos acostamos otra vez lentamente en su cama.
Dormida profundamente a su lado, Joey me miró todo enamorado y acarició mi rostro.
_ Oh Dios. Cuanto te amo Margarita – sonrió.
<< Este bebe lo podríamos haber hecho fácilmente los dos con todo nuestro amor >>
<< Por fin podré ser padre y junto con la única mujer que he amado >>
De pronto, miró el relicario dorado, con forma de corazón, en mi cuello y con atención lo observó y lo tomó.
Me miró y lo abrió. Sus ojos vibraron de cariño y ternura al ver una foto suya en mi relicario.
_ Que dulce mujer me resultaste ser hermosa. Cuanto te amo
Me susurró y comenzó a besarme.
Respondí a su cálido e intenso beso, lo abrasé con todo mí ser y él me aferró a sus brazos.
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