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Uno

SeokJin y su mejor amiga de casi toda su vida se encontraban ese viernes desayunando en su lugar favorito. SeokJin sabía que cuando la rubia lo complacía con este tipo de cosas, algún pedido extraño venía debajo de eso. Cómo aquella vez que había preparado una hermosa cena y el motivo había sido que por favor, por favor fingiera que tenian un matrimonio falso exitoso para ver a los ex alumnos de su antigua escuela. Obviamente SeokJin le había dicho que si, para que luego en plena reunió la misma Moonie erupcionara como volcán, haciéndole entender a sus antiguas "amigas" que una mujer puede ser exitosa sin ser La esposa de...o sin siquiera tener en un futuro cercano la idea de ser madre.

Pero esto parecía ser más ligero, sin embargo SeokJin estaba seguro que había algo detrás de todo esto y seguramente tenía que ver con aquella situación la noche pasada en su casa, mientras miraban una película y la rubia lo había presionado por armarse un Instagram personal fuera de la pastelería y su trabajo.

—De acuerdo. Suelta la bomba, Moonie —exclamaba SeokJin, luego de limpiar sus labios tan pulcramente con una servilleta.

—No shé de qué hablash, Jinnie —mencionaba la rubia, con boca llena.

—Pese a que adoro el hecho de estar nuevamente en Paris Baguette Gangnam Station desayunando —Como solía hacerlo con él—. Sé que vas a pedirme algo. Incluso tus pestañas están más rizadas que de costumbre y estoy seguro que es para hacerme ojitos mientras me convences de alguna locura.

Moonie se ahogaba con la comida y SeokJin palmeaba su espalda de inmediato. Luego bebía su té verde y miraba finalmente a su mejor amigo.

—Desearía que no me conocieras tanto

—Desearía que tuvieras estos gestos por puro amor y no chantaje —se burlaba el castaño.

La chica comenzaba a reír para luego ponerse sería y tomar las manos de su amigo.

—Lanzaré una nueva campaña de ropa —exclamaba.

—¡Eso es genial! —felicitaba a su amiga.

Diseñaba su propia ropa para mujeres hacía ya tiempo y gracias a las redes sociales, Moonbyul se había vuelto popular entre la clase baja y media. Popular con sus diseños peculiares, pero hacía tiempo varios hombres querían los mismos modelos en versiones más XL.

—Gracias, bonito. El tema es, pese a que confío que la ropa no tiene género, un hombre de tu contextura no podría usar mi colección púrpura de Primavera porque no hay talles para ellos.

SeokJin asentía despreocupado.

—Eso es cierto, no tiene género pero si medidas ¡UPS! —se burlaba.

Ambos reían y Moonie soltaba sin repetir y sin soplar—: Haré ropa para hombre y necesito que seas el modelo para las fotos que lanzare por Instagram y la web oficial

—No —respondía, seguro y soltándose del agarre.

Moonbyul caía dramáticamente sobre sus rodillas—. ¡Oh, Jinnie! Por favor, por favor

—Moonie, levántate —decía entre dientes—. La gente, nos mira Moonie

—Te necesito a tí

—Moonie, la gente

—Tu cuerpo es perfecto, tu rostro también ¡Por favor, por favor!

—Moonie, levanta-...¡Okey, lo haré! ¡Está bien lo haré! Ahora levántate, mierda —pedía de nuevo entre dientes, sentando a la rubia sobre la silla.

La misma aplaudía, totalmente conforme al respecto—. Y tú decías que usaría mis pestañas extra large

—Ahora entiendo el por qué del pantalón deportivo de algodón —replicaba, mirando las rodillas de la chica.

—Voy a necesitar que uses más tu Instagram, para poner otras fotos que yo no pondré en el mío y así lucir otro modelos

—Dios, Moonie...¿Cuántas fotos piensas tomarme?

— ¿Yo? Ninguna. TaeHyung, seguramente varias

— ¿TaeHyung tu amigo de la universidad? —preguntaba arrugando la nariz—. ¿Te acostaste con él y ahora es tu fotógrafo?

—Es un gran amigo, fue una sola vez el delicioso error cometido —se excusaba—. TaeHyung es relajado. Sabe ser amigo de sus ligues y yo igual

—Él te rechazó ¿No es cierto? —cuestionaba aburrido.

—Le gusta más la polla a pesar de entrarle a todo. No sé puede contra eso, a mí también me gusta la polla

—Dejemos de hablar de pollas y mejor dime para cuando me necesitas. Debo avisar en la pastelería

—Mañana. Comenzamos a las diez ¿Puedes?

—No —soltaba serio—. ¿Por qué siempre-...? ¡Aish! Avisaré a los chicos que estarán sin mi mañana —exclamaba suspirando—. Debes decirme estas cosas con tiempo. Soy el dueño, el jefe.

—Por eso exactamente, puedes desaparecer cuando se te plazca —decía la rubia.

—No, Moonie. Mis chicos y chicas me necesitan

—Jinnie trabajas demasiado —exclamaba de nuevo, probablemente por millonesima vez—. ¿Cuando fue la última vez que viste una polla?

—Ésta mañana —replicaba orgulloso.

— ¿Qué? —la rubia tenía su mandíbula por el suelo.

—Cuando me bañaba. Vi la mía, espectacular —replicaba riendo de su mal chiste y recibiendo un golpe en el brazo.

Eran las nueve y media y SeokJin se encontraba viendo su primer cambio. Moonie era muy buena con sus diseños. Se sentía muy apuesto, al menos servirá para las fotos de su amiga porque no había a quien presumirle absolutamente nada, pero le gustaba verse bien. Aunque esto de que le tomaran fotos, sería un nuevo nivel de incomodidad y se estaba preparando para eso.

Al salir de la habitación donde se había cambiado, llegaba a la sala del fotógrafo, quien todavía no había hecho acto de presencia. Aunque todas sus cosas se encontraban en su lugar y había preparado una mesa con muchas cosas dulces para sus amigos. El anfitrión ausente, no les había abierto la puerta porque le había dado la llave a Moonie para que entrara y acomodara sus cosas—por si él llegaba a estar en el quinto sueño de aquel sábado a la mañana—pensandolo bien, ahora SeokJin dudaba de que el mismo tipo había preparado aquella mesa agridulce para ellos dos.

—Este café sabe excelente —mencionaba a Moonbyul, que se veía con su teléfono tecleando sin cesar—. ¿El tipo aún no despierta?

—Volvió de un crucero, hoy a las tres de la madrugada —respondía la rubia.

— ¿Acaso recordaba que tenía una cita contigo?

—Si, si. Ya está despierto. TaeHyung es un toro —exclamaba, dejando ahora el teléfono y viendo a Jin de pies a cabeza con su ropa—. Dios, te ves precioso

— ¿Un toro? —cuestionaba, mientras Moonie le acomodaba el cuello de la camisa rosa que llevaba puesta—. Me dijiste que es un promiscuo fiestero ¿Te parece sano tener ese estilo de vida?

—Tener una vida sexualmente activa, es completamente sano —mencionaba una voz grave detrás de SeokJin. Éste suspiraba rodando sus ojos—. Debes ser SeokJin, el amigo de Moonie y mi modelo de hoy. Un gusto, soy TaeHyung —mencionaba el chico a su oído.

SeokJin giraba y veía a un tipo que llevaba un conjunto a cuadrille con el color beige predominando como base, que parecía una especie de pijamas y su pelo azabache ondulado, estaba húmedo.

—No soy modelo, solo estoy haciendo un favor —el castaño estiraba su mano y TaeHyung correspondía de inmediato.

—Seokjin, me retracto —mencionaba con voz aterciopelada y sonrisa sensual—. No es un gusto conocerte. Es todo un placer —se inclinaba para quedar más cerca.

—De acuerdo, Taecito —Moonie alejaba al fotógrafo del pastelero—. No asustes a mi niño, te lo pido.

TaeHyung soltaba una risita que podría haber volado la ropa interior de muchas mujeres y hombres, pero que a SeokJin solo parecía haberlo irritado. La rubia abrazaba al azabache y se notaba la limpia amistad. Aunque notaba que el tipo era un jodido coqueto 24/7, porque jugaba con el pelo de su amiga y le hacía sonrisas que eran más allá de simple amabilidad.

—Lameno si los hice esperar ¿Los bocados están ricos? —preguntaba, mientras alcanzaba una banana de la casuela con frutas frescas y le quitaba la cáscara frente a SeokJin, para luego meterla a su boca con sus ojos cafés fijos en el castaño.

—Eso es tan bizarro —soltaba SeokJin con desagrado.

Moonie reía a la distancia, notando que el fotógrafo no tenía otras intenciones que coquetear a muerte con su amigo. SeokJin suspiraba y bebía si café, ignorandolo. TaeHyung giraba para buscar a Moonie tras él y con una sonrisa cuadrada susurraba:

—Es duro. Me encanta —se giraba nuevamente, aclarando su garganta—. De acuerdo, Jinnie

—Soy mayor que tú y no me conoces. Así que el Jinnie, por favor, no.

TaeHyung se acercaba al castaño, acorralandolo entre la mesa y su cuerpo—. No te preocupesguiñaba un ojo y exclamaba—. Tengo un kink con el Hyung.

SeokJin rodaba sus ojos descaradamente y TaeHyung se alejaba riendo estruendosamente.

—Vamos, SeokJin Hyung. Comencemos antes de que quieras golpearme —mencionaba divertido, mientras se alejaba y acomodaba las luces.

SeokJin suspiraba y miraba de reojo a Moonie—. ¿En serio era el único fotógrafo?

—No, pero si de los mejores que conozco —replicaba la chica divertida—. Tiene buen ojo. Déjate llevar, iré abajo a esperar por unas prendas que pedí que me mandarán del estudio porque las olvidé. Por favor no lo golpees —mencionaba, besando la mejilla de su amigo y saliendo del lugar.

SeokJin terminaba su café y notaba como el tipo seguía preparando las luces, ajeno a su mirada inquisidora.

—No soy tan cretino cómo crees, Jinnie —bueno, quizás TaeHyung no era tan ajeno a la mirada de SeokJin.

—No dije nada —exclamaba el castaño, acercándose y viendo cómo el tipo dejaba un sofá blanco muy cómodo en el centro del set de fotos que consistía básicamente en un fondo azul pastel y base blanca—. ¿Para que es el sofá? —preguntaba curioso.

TaeHyung se volteaba con una sonrisa juguetona y exclamaba—. Tengo muchas ganas de tirarte un chiste bizarro en este momento —su voz era definitivamente un poco más baja y más grave de lo normal pero juguetona.

— ¿Cómo podrías decir algo fuera de lugar con mi pregunta? Y supuse que estaría parado para que la ropa se notará como debe —decía, viendo el jean negro con roturas que llevaba y la camisa rosada que le ajustaba con exacta precisión en sus hombros y cintura.

— ¿Has visto tu rostro? —cuestionaba el azabache, acercándose al castaño.

—Estaba limpio ¿Tengo sucio? —preguntaba SeokJin con incertidumbre y tocándose el mismo.

TaeHyung soltaba una risita verdaderamente relajada—. Eres precioso, Hyung —decía, sin una pizca de burla en su voz. SeokJin sentía sus mejillas arder y TaeHyung se cubría su boca evitando sonreír como imbécil—. Joder, te sonrojaste

—Dejalo pasar —agregaba SeokJin carraspeando su garganta y llevando su flequillo hacia atrás. Despeinado su cabello y descubriendo su frente—. Mierda —de inmediato volvía a peinarse pero era detenido por un grito proveniente del fotógrafo.

—¡Quedate así! —soltaba TaeHyung—. Digo, tu cabello. Déjalo así, te da un aire... —TaeHyung se mordía los labios ojeando nuevamente al sujeto—. Es todo un nuevo nivel con tan solo mostrar tu frente

— ¿Eres así veinticuatro siete? —cuestionaba SeokJin hartado.

—Solo si el tipo lo vale

—No uses esa voz conmigo. No servirá, ni tu voz, ni tu mirada. Nada —afirmaba SeokJin.

—De verdad me encanta que seas tan duro —decía TaeHyung divertido, mientras iba por su cámara—. Me pondré serio contigo, Jinnie

—Hy-...

—Jinnie Hyung —se apresuraba a corregirse y veía a SeokJin suspirando. Se acercaba con cámara en mano y sonriendo confiado—. Relájate, hombre. ¿Te han tomado fotos antes? Me refiero a si puedes desenvolverte bien

— ¿Acaso tengo pinta de modelo? —decía con un puchero, mirando alrededor.

Otra risa natural y algo tierna, se le escapaba al fotógrafo.

—Tienes pinta de ser el amor de mi vida —soltaba TaeHyung. SeokJin lo miraba serio—. ¿Muy usado?

— ¿Siquiera piensas antes de hablar?

—De acuerdo, de acuerdo —SeokJin podía no sentirse gusto con el fotógrafo, pero el tipo se sentía todo lo contrario con él—. Ya veo que Moonie te arrastró sin compasión

—Oh, la conoces bien ¿Tú que crees? —SeokJin se sonaba el cuello.

Que tortura, pensaba el azabache al verlo tan jodidamente precioso, pero el tipo parecía inmune a sus encantos.

—Es muy buena convenciendo a la gente de hacer lo que no quiere —exclamaba, tomando a SeokJin del brazo para colocarlo en el centro.

—Llevo más de diez años haciendo lo que se le plazca —se quejaba SeokJin.

—Oh, se nota que la adoras

—Es mi pilar —afirmaba—. Podría haberme pedido que me vistiera de payaso y con un poco de pestañeo de sus bonitos ojos ya me hubiera tenido a sus pies.

TaeHyung reía pero luego dejaba de hacerlo.

— ¿Ustedes tienen algo? —preguntaba abriendo sus ojos. SeokJin lo veía adorable por primera vez—. Bueno, no estoy en contra de los tríos —
mencionaba de inmediato y SeokJin cambiaba de opinión sobre haberse enternecido.

—Que te importa

—Y eso es un no —afirmaba TaeHyung—. Comencemos.

Éste se alejaba y SeokJin finalmente soltaba el aire retenido por tener al tipo tan cerca. ¿Acaso no es consciente del espacio personal?

TaeHyung tomaba su teléfono y preguntaba a SeokJin que le gustaría escuchar. El castaño elegía Fuck, i'm lonely de Lauv feat. Anne Marie y TaeHyung se reía adorablemente, dejando ver una sonrisa cuadrada que casi gustaba a SeokJin.

El chico comenzaba a pasearse al ritmo de la música, cantando la canción en un puchero del que parecía no darse cuenta y luego pedía SeokJin que se relajara.

— ¿Tomarás la foto en algún momento? —mencionaba SeokJin.

TaeHyung sonreía y le cantaba—...Come hold me, come hold me
[Ven a abrazarme ×2]

Con ademán de pedirle un abrazo y por primera vez SeokJin miraba a su costado y sonreía genuinamente por el descaro y una especie de click sonaba.

— ¡Oye, no estaba listo! —se quejaba.

—Créeme que si. Ahora continuemos —pedía con un tono casi profesional.

TaeHyung había notado que Jin no tenía experiencia alguna, la primer canción estaba terminando y apenas había conseguido unas tres tomas porque SeokJin no dejaba de moverse inseguro. Ahora la canción Sue me de Sabrina Carpenter comenzaba a sonar.

—Mírame, bien puedes sonreír o moverte pero muévete con confianza —pedía el azabache.

SeokJin suspiraba y asentía, TaeHyung se alejaba y tomaba varias fotos. Luego volvía a acercarse y cantaba frente a SeokJin—. Feeling my self it can't be ilegal.
[Sentirme a mi mismo, no puede ser ilegal]

SeokJin volvía a sonreír por el descaro de cantarle de esa forma y estar flirteandole, aún cuando debía de estar trabajando. Luego de unas tomas, volvía a cambiarse con un conjunto que Moonie elegía para él y sonreía de oreja a oreja por lo bien que SeokJin hacía lucir sus diseños.
Ahora con la rubia detrás de TaeHyung el azabache parecía mucho más profesional y SeokJin estaba más relajado porque los coqueteos se habían detenido.

No es que no estuviera acostumbrado, pero este tipo era otro nivel de desfachatez. Luego de un par de cambios, SeokJin ya se estaba quedando sin poses, sin caras y sin ganas para hacer frente a la cámara. Moonie volvía a desaparecer para tomar un llamado y los dejaba solos de nuevo.

—Sientate, Hyung —pedía con seriedad—. Cambiemos un poco.

SeokJin asentía y se acomodaba la ropa como podía para que de todas formas se luciera, la luz frente a él se había intensificado un poquito más y TaeHyung la había cambiado lugar. Luego volvía con su rostro serio y profesional frente al castaño. Podría decirse que estaba más cerca que en cualquier otra ocasión.

—SeokJin, mira directo a la cámara —pedia con seriedad.

—Pero la ropa de Moonie no sale en la foto —cuestionaba SeokJin con cierta inocencia.

—Pero tus labios carnosos, si —afirmaba entre la seriedad y el flirteo.

Una combinación extraña que había descolocado a SeokJin.

— ¿Qué dijiste?

—Tus labios, Jin —TaeHyung bajaba la cámara. Estaba de pie frente a Seokjin y alzaba su mano para tomar el mentón del castaño y rozar apenas su belfo inferior con su pulgar, cuando era detenido.

—Creo que te estás sobre pasando —exclamaba SeokJin con seriedad—. Podría tranquilamente denunciarte

—Tienes razón —replicaba TaeHyung—. Lo siento ¿Puedes devolverme la mano, Hyung?

SeokJin lo miraba fijamente y TaeHyung igual, posiblemente con seriedad, pero la tensión entre ambos se sentía en el aire. El agarre de SeokJin se intensificaba y TaeHyung mordía su labio inferior, intercalando entre su muñeca fuertemente agarrada por el otro y los ojos negros que parecían haber consumido el color avellana que SeokJin tenía naturalmente.
Estaban negros, con sus pupilas dilatadas. Igual a los de TaeHyung en ese instante.

— ¿Quieres quedarte mi mano, Jinnie? —otro nivel de apretón—. Ah...tengo otro kink aparte del Hyung, deberías detenerte —pedía con su voz aterciopelada.

— ¿En algún momento te relajas o eres constantemente un provocador?

— ¿Te provoque algo? —preguntaba TaeHyung.

—¡Pedí comida para todos! —Moonie llegaba con bolsas de comidas al estudio de TaeHyung y éste era soltado de inmediato por un SeokJin que se ponía de pie.

Apenas unos centímetros más alto, y ahora estaban nuevamente muy cerca.

—Moonie, ya terminamos aquí —exclamaba SeokJin—. Debo irme ahora.

—Pero me dijiste que anunciaste a tus empleados que no estarías en todo el día —soltaba la rubia yendo tras un Jin que iba hacia el cuarto para cambiarse.

TaeHyung suspiraba, dejando salir el aire retenido. El calor de recién había descendido a la zona sur de su cuerpo. Toda la actitud hostil de SeokJin le encantaba. Debía admitirlo, el tipo no le pasaba cabida y eso lo volvía loco.

Minutos después SeokJin abrazaba a la rubia y se despedía, apenas mirando a TaeHyung y tirando un simple:

—Hasta luego —y un ademán con su cabeza.

—Elegiré las mejores fotos y te las mostraré luego para que me confirmes si a ti te gustan —mencionaba Moonbyul.

El castaño asentía y tomaba su chaqueta para salir de una jodida vez de aquel lugar. Al llegar abajo respiraba de forma agitada por haber tomado las escaleras para relajar su cabeza. Aquel tipo era insoportablemente abrumador. Tenía todo lo que SeokJin detestaba en un hombre. Comenzaba a caminar con dirección a la avenida para poder tomar un taxi con más facilidad, pero una figura se paraba frente a él antes de que pudiera cruzar la calle.

—Hey, espera —TaeHyung y su cabello ya seco pero con sus rulos negros descontrolados—. Dijiste hasta luego —replicaba agitado.

SeokJin negaba, riendo amargamente.
—Fue una simple expresión

—Dijiste hasta luego —repetía.

—Bien, este es el hasta luego. Ahora adiós —respondía SeokJin y lo empujaba con su hombro para seguir su camino pero la mano de TaeHyung lo traía de nuevo hacia a él para no permitirle cruzar.

—Oh, vamos. SeokJin Hyung —añadía—. No me digas que no lo sentiste

— ¿Disculpa? ¿Sentir qué? —preguntaba a la defensiva.

TaeHyung reía—. La tensión entre tú y yo

—Oh, si

—¡Lo sabía! —TaeHyung chasqueaba sus dedos para finalizar señalandolo.

—Se debe a qué quiero golpearte y prometí a Moonie no hacerlo ¿Por qué estás aquí? ¿Te gusta que te reboten?

TaeHyung reía—. No tenía idea de lo que se sentía, es la primera vez que me pasa y es muy excitante —afirmaba. SeokJin resoplaba—. ¡Ahí está de nuevo! Te he visto resoplar por mi culpa toda la mañana

— ¿Y por qué mierda te excitas?

—No lo sé, creo que porque eres jodidamente atractivo. Tomemos algo, no soy tan irritante como crees

—Oh, no tienes idea de lo que yo creo

—Tienes razón ¿A las diez en el centro? Puedes decirme cuánto me detestas con detalles y una copa en la mano

—No soy ese tipo

— ¿Cuál tipo? —cuestionaba TaeHyung.

—Al imbécil que le insistes y termina cediendo por cansancio para meterse en tus pantalones. No estoy a tu nivel ni tu al mío, somos de dos mundos diferentes.

TaeHyung se acercaba y tomaba la chaqueta de SeokJin, coqueteando y usando sus ojos y sonrisa. Aquella combinación que siempre le daba sus mejores resultados.

—Ambos mundos pueden colapsar y eso suele resultar muy divertido —susurraba TaeHyung. Mirando los labios de SeokJin.

—El tuyo y el mío no. No eres mi tipo —afirmaba SeokJin, sin moverse.

— ¿Existe un tipo? No sabía que eras ese hombre que tiene un tipo —mencionaba el azabache con sorna.

—TaeHyung-...

—Oh, dilo de nuevo —gemía el contrario.

—Amigo, hablo en serio. Eres un desastre y yo no quiero eso —afirmaba.

—Oh, no es la palabra con D que pretendo traer a tu vida —el azabache fingía desilusión.

— ¿Y que palabra con D esperas traer a mi vida? —cuestionaba SeokJin apretando su mandíbula.

—Diversión —TaeHyung acercaba sus labios a una distancia que no era amenazante pero era jodidamente cerca y agregaba—. Diviértete conmigo, SeokJin Hyung.

SeokJin se acercaba lo que restaba, ya realmente cansado del tipo. Pero se daba el lujo de rozar aquellos belfos. TaeHyung entrecerraba apenas sus ojos, siempre deseoso a ese tipo de contacto con un tipo que lograba ponerlo. SeokJin había rozado solo un poco y murmuraba sobre la boca ajena un firme—. No.

Se alejaba y paraba un taxi para meterse de inmediato en él y dejar a TaeHyung mareado por su perfume y la reciente cercanía. TaeHyung reía y notaba su cuerpo caliente de pies a cabeza, tomaba su teléfono y...

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