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capítulo 10

La mañana estaba fresca, bastante pero hacía frío, se levantó y se bañó con total tranquilidad, luego bajó, los sirvientes ya habían hecho el desayuno, sería una mañana ajetreada, mas aun con el viaje, solo esperaba que el viaje fuera más tranquilo.
Johnny aún no había despertado, pero no había problema después de todo él también tenía que preparar las maletas que necesitaba llevar, ropa cómoda más que nada, zapatos para el lugar a donde iba a ir, y cosas para camino.
Hablaría con los sirvientes una vez más, y escribiría una carta para su prometida  la cual, no se vió tan convencida con que vaya a Egipto. En un momento tan cercado para la boda.
De todas formas la convencio, y con ello también le dejó a ella una suma de dinero el cual sería para la boda, y que ella se encargaría de los arreglos, y que si llegaría para esas fechas.

Al terminar de preparar las maletas se fue al cuarto de Johnny quien al llamarlo no respondió a la primera, y tampoco a la segunda, asi que decidio entrar en silencio, dado que las horas eran pocas para el viaje, al entrar lo encontró aún durmiendo, se acercó a él, y lo llamó suave — Johnny es hora de levantarse — era gracioso para Diego, dado que Johnny hacía gestos de estar molesto por levantarse — Arriba, no hay tiempo — Le seguía insistiendo, para luego acercarse más y quitarle un poco de cabello de la cara — Arriba bello durmiente — Le dijo tratando de no reírse fuerte, y con ello de apoco empezó a abrir los ojos — Buenos días, espero hayas descansado muy bien — le dijo.
El otro observó a Diego, quien lo tenía muy cerca — ¿Cuando entraste? — le dijo, algo calmado, mientras se frotaba los ojos con sueño.
— Hace un momento, toqué varias veces tu puerta y no respondias, así que entré y me encontré a una princesa esperando el beso de un príncipe para despertar — dijo Diego haciendo alusión a los cuentos para niños, donde una princesa dormía. Por otra parte Johnny estaba empezando a ponerse rojo de la vergüenza.
— Acaso me besaste — le dijo, el tono de voz expresaba lo contrario a lo que sentía, si lo beso, no se iba a quejar, pero tampoco debía de decirlo tan directo.
— No, solo esperaba ver que tanto te enojabas, pero ya veo que no mucho — Se rió leve, mientras observaba a Johnny levantarse de la cama.
— Iré a bañarme — Dijo para luego entrar al baño, mientras Diego miraba a su alrededor, mirando que cosas podrian llevar, y buscaba las maletas que eran para Johnny, al cabo de un momento, el susodicho salió con la bata de baño y le dijo a Diego — ¿A qué hora salimos?
— En la tarde, te espero afuera, ven a desayunar — El otro solo asintió, mientras buscaba la ropa que se pondría.

Después de unos minutos, Johnny bajó a desayunar, charlaron un poco, y luego subieron de nuevo al cuarto de Johnny, donde prepararon la maleta de este, con todo lo necesario.
Diego observaba a Johnny bastante, como si algo estuviera mal en el ambiente, más decidió no preguntar qué le ocurrió, era mejor así, ya que podía ocurrir alguna pelea innecesaria en un momento que nadie necesitaba.

Las maletas se encontraban listas, y con ello el cansancio llegó, ambos se encontraban sentados en la cama de Johnny mientras se relajaban, Diego no hablaba aún y Johnny tampoco. Más el ambiente se sentía extraño, pero Brando no entendía porque motivo estaba así.
Hasta que después de unos Johnny habló — Diego — Le hablo, mientras mantenía su mirada en el suelo, el susodicho observó a Johnny mientras este seguía distraído. Johnny estaba poniéndose nervioso, sabía que Diego le miraba, pero no se atrevía a devolverle la mirada, más aun cuando su mente le estaba diciendo que era el momento de decir lo que sentía.
Diego al ver que no respondía trataba de analizar lo poco que sabía de Johnny o quizás el comportamiento de este, imaginando que Johnny sentía miedo de salir, aquel lugar era seguro, y cualquier movimiento en falso fuera podía poner en peligro la vida de ambos, creyendo que la conclusión era esa, tomo la mano distraída de Johnny y le dijo — Si sientes miedo, recuerda que estoy aquí para ti — el otro observó a Diego, nervioso por lo repentino que fue todo, mas eso no era lo que estaba pensando, y estaba en una discusión interna si debía decirlo o no, quizás ahora no era el momento. Y solo asintió a lo que Diego dijo, solo por ahora se lo guardaría, quizás más adelante pueda decirlo. 

La hora había pasado muy rápido, ambos salieron a ver los caballos que los llevaría a la estación más cercana. Estaban solos, dado que la mayoría de los empleados de la casa estaban ocupados, era en estos momentos en donde más se notaba que tenían más en común, Diego sabía lo que hacía y Johnny le seguía el ritmo. Quizás era una conexión extraña, pero ahí ambos se entendían sin decir mucho. Y a Johnny le gustaba, si es que el aire hablara muy seguro diría que estos dos se conocían lo suficiente. Tanto que parecía que alguna vez en sus vidas pasadas fueron amantes.

Ya ambos estaban listos para irse, la servidumbre estaba despidiendo a la persona por la que trabajaban, pero la prometida no llegó, Diego espero un rato más, pero nunca llego, asi que no tuvieron de otra que tomar el coche e irse para la estación más cercana, Johnny observó a Diego mirado afuera pensativo y triste, la prometida no había llegado para despedirse de quien decia que seria su futuro esposo, y Johnny sintió celos otra vez, sabía que los pensamientos de Diego estaban inundados con la imagen de aquella mujer. Como deseaba ser él quien inundara los pensamientos de Diego.
Y Johnny pensó “realmente Diego amaba a su prometida”, y si esa afirmación era correcta, sería más difícil conseguir algo de Diego. Johnny ya había aceptado que le gustaba Diego era obvio, pero le dolía que este pensara en otra persona, le dolía el corazón.

Trato de distraer su mente y no mirar a Diego en otro el camino, lo tenía cerca pero tan lejos al mismo tiempo, todo hubiera seguido así, hasta que el cochero paro indicandoles que había llegado, se bajaron, y vieron cómo tomaban las maletas para que vayan en tren, hasta que lleguen a las embarcación que los llevaría a Francia donde el camino seria lo mas largo.
Mientras entraban a donde sería sus asientos observaron a varias personas acaudaladas entrar a los suyos, lo bueno era que no compartían el lugar y cada uno tenía su propio vagón.
Se sentaron juntos el lugar era solo para ellos, hasta que Diego habló — Johnny, no te sientes ¿observado? — Eso sorprendió al mencionado, el cual negó con la cabeza — Creo que alguien nos observa desde hace un buen momento — Miró a Johnny directo a los ojos, y este le devolvió la mirada — Y siento que es un usuario de Stand — Esto puso en alerta a Johnny y Diego. — Sabían que cuando llegaran al barco quedarían vulnerables a cualquier ataque, tanto por la desventaja dado que Diego no podría usar su Stand y disparar entre las personas era arriesgado.
Miro por la ventana — Donde más viste esa mirada — Diego pensó un poco, analizando o recordando donde sintió la mirada más intensa.
Miró a Johnny — En la estación del tren, trate de buscarlo con la mirada, pero no vi nadie sospechoso —.
Y era cierto que Johnny no sintió nada — Pero ¿crees que puede estar en el tren ahora mismo? — Diego dudo.
— No lo se, una vez entramos aquí, no sentí más la mirada, pero por el momento debemos de esperar y antes de que entremos al barco quiero que ambos vayamos a buscarlo, pero juntos, siento que si nos separamos puede ser peligroso — Johnny asintió, para luego sentir como Diego lo abrazaba de los hombros. — Johnny cuando salgamos no te sueltes de mi, puede que uno de los ayudantes de Valentine nos haya encontrado, aunque espero estar equivocado — Fue lo último que dijo, para luego sentir que Diego mantenía el abrazo, y luego tomaba uno de las manos de este, como si tratara de sentir que este era real, que esté Johnny era el verdadero.
— ¿Pasa algo más Diego? — Le pregunto, dado que el abrazo y las manos de Diego sobre las suyas lo estaban poniendo nervioso.
— No — Le dijo — Pero no te separes de mi. — para luego enredar sus dedos en las manos de Johnny, este otro sentía su corazón latiendo a mil, y dejo que Diego le abrazara, un poco mas y sentia que podia sentir el calor de Diego mezclados con el de él.


Toda la vida en tren estuvieron abrazados, Johnny no se quejaba, pero Diego parecía no querer soltarlo, salieron con ambos tomados de la mano, y tal y como dijeron, buscarán a ese usuario.
Por el momento no sintieron la mirada, hasta que anunciaron que era momento de abordar el barco, en ese lapso corto aun así Diego no soltó la mano de Johnny, no le importo que ya varias personas le observan mal, solo siguió sosteniendo las manos del otro.
Al llegar a su camarote, lo compartirán. Estarían muy juntos en ese viaje, dado que cuando zarparon Diego volvió a sentir la mirada, entonces supo que aquel usuario solo trato de mantenerse desapercibido.
— Johnny — Le llamó el otro solo le miraba mientras estaban sentados la cama, para suerte de ambos era una cama grande dado que Diego había pedido una matrimonial, le costó más caro pero era más seguro, aunque Johnny estaba que le explotaba la mente, iban a dormir juntos dado que se encontraban cansados, lo bueno es que no tardarían mucho tiempo en el barco, era un tramo corto.
Y en efecto, ambos se durmieron tratando de descansar lo posible, y después agarrarían una habitación en un hotel para poder comer tranquilamente.

Al despertar Johnny vio a Diego el cual lo abrazaba, y sintió cómo su corazón empezó a latir más rápido, no podía sentirse más feliz, pero su felicidad no duró mucho dado que se sintió observado y peor fue cuando miró hacia la puerta y ahí se encontraba un Stand que le helo la sangre, no dudo en despertar a Diego, quien rápidamente se levanto y observo donde Johnny estaba apuntado para disparar.

Aquel stand estaba helando la sangre de ambos, no por el hecho de que los estuviera atacando, sino por la forma de este, Johnny ya estaba preparado para lo que venga, y Diego estaba ya con el rostro empezando su transformación, hubieran atacado pero aquel stand pero este hablo — No teman — Empezando a acercarse, notando ambos que eso solo era una parte del tamaño, moviéndose de forma errática, ojos observandolos a los dos, moviéndose y este ser siguió hablando — Anoten con rapidez, no se los repetiré otra vez — Y se quedaron a escuchar, dado que algo los detiene para atacar.

Esa cosa les hablo, mas no dio indicaciones, solo les mostró cómo hacerlo, ambos quedaron sentados en la cama pensado, tenían ya la certeza de que eso no era un stand, peor aun ESO hablaba, y los estaba obligando a hacerlo, les dijo que si no obedecían serían castigados por toda la eternidad. Solo asintieron y obedecieron, entonces Johnny le contó el suceso de ver a un hombre el cual se le hizo muy parecido el suceso, pero no era igual, ESO que vieron sabían que era algo más grande, y que no mentía ante el castigo que les impondría. Pero todo esto debían de hacerlos juntos, ahora los dos quedaron involucrados, primero debían buscar a Gyro y Hotpants, y ahora debía que obedecer a ESO.
Diego miró a Johnny y asintió, estando de acuerdo con hacer aquello, en su corazón saben las consecuencias que se daria si incumplian, pero ahora solo se miraban preocupados. Y que eso no era un Stand, era algo más allá del entendimiento mismo, imposible de explicar.

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