Era noche de brujas donde los niños reían, usaban disfraces, pedían dulces, las lámparas de calabazas brillaban por las velas llameantes de fuego, un grupo de niños iban de camino a casa de uno de ellos para tener una pijamada luego de una larga noche de recolectar dulces, hacer trucos y travesuras, al llegar pudieron ver a la viejita dulce de la casa antigua fueron con ella para pedirle dulces. Ella muy contenta les daba dulces hasta que le preguntaron:

-señora Choi usted conoce alguna historia de terror? – pregunto el pequeño Jake con entusiasmo.

Ella tratando de recordar una historia fue cuando llego a su mente algo interesante para estos niños traviesos – ok mis niños acérquense les contare una vieja historia que se les contaba a los niños de este pueblo que les provocaba escalofríos así que estén atentos, pónganse cómodos y escuchen bien:

La leyenda cuenta que, en el viejo cementerio de santa Mónica, donde las lápidas gastadas por el tiempo contaban historias de almas olvidadas. Entre esas historias, había una que el viento susurraba cada noche, como un eco lejano que se pasaba entre generación y generación, esa es la leyenda del joven violinista, un alma que no encontró descanso y vagaba eternamente entre las tumbas.

Hace muchos años en la década de 1915, vivía en el pueblo un joven llamado Jung Hoseok, quien desde niño había sido prodigioso con el violín. Su música hechizaba a todos, y decían que cuando tocaba, hasta los árboles se detenían para escucharle. Su talento, sin embargo, no trajo más que envidia. Los otros músicos del pueblo, resentidos por su fama, comenzaron a propagar rumores sobre él, diciendo que había hecho un pacto con el mismísimo diablo para obtener su don.

-pero señora Choi ya no hay músicos clásicos-dijo jaehyun un poco confundido.

-cariño esta leyenda es la razón del porqué- ok continuo.

Una fría noche de octubre, tras un recital particularmente deslumbrante, Hoseok desapareció sin dejar rastro. Estuvo desaparecido casi unos meses hasta que su cuerpo fue hallado en medio del bosque, se declaró como asesinato ya que el pobre mostraba golpes y rasguños pero lo que lo termino matando fue un golpe fatal en la cabeza con una gran roca que destrozo su cráneo, los culpables habían sido los mismos músicos que tenían envidia de su talento siendo condenados a cadena perpetua, todo el pueblo lamentaba la pérdida del musico así que entre todos le organizaron un funeral digno, mandaron además con un gran escultor el crear una estatua a imagen del chico que posa en su tumba, al momento de enterrarlo fue con todo y su violín de madera, pero una extraña noche los habitantes del pueblo comenzaron a notar algo extraño: cada medianoche, una suave melodía de violín flotaba desde el cementerio. Era triste, melancólica, y cualquiera que la escuchaba sentía una presión en el pecho, como si el alma misma del joven se expresara a través de aquellas notas.

Los más valientes decidieron investigar, pero nunca regresaron. Las historias decían que los que se acercaban demasiado al lugar donde se escuchaba el violín eran arrastrados a el mismo inframundo, donde el joven músico vagaba eternamente, condenado por la traición de aquellos que le envidiaban. Otros dicen que cuando había un entierro de un inocente, se escuchaba tocando su violín ya que guiaba esas almas al paraíso.

Pasaron décadas, y la leyenda del violinista se hizo parte de la vida en el pueblo. Nadie osaba acercarse al lugar después del atardecer, pues decían que, si te acercabas demasiado y mirabas entre las sombras, podrías ver al joven, pálido y consumido por el dolor, con su violín en las manos, tocando una melodía que nunca terminaba. Algunos afirmaban que cuando se acerca la fecha del fallecimiento del chico se ve a la estatua moverse de su tumba comenzando a tocar el violín a las 3 a.m.

Y esa es la leyenda del violinista del cementerio mis niños-decía la señora Choi terminando su relato y pudo ver a los niños temblar del miedo.

Pero no todos tenían miedo a la leyenda. Taehyun escucho con atención todo el relato de la vieja Choi y de ahí obtuvo una idea, curioso por naturaleza para descubrir si la historia era cierta, decidió investigar lo que muchos daban por verdad o superstición, tardo toda la noche en convencer a los chicos para ir a investigar los 3 juntos, pero al final lo logro y tomaron la decisión de hacerlo mañana en la noche. Al día siguiente por la noche, los 3 armados de valor se equiparon solo con sus linternas, unos wokitokis y valentía, los tres amigos se aventuraron al cementerio.

-tae esto me está dando miedo recuérdame porque nos convenciste de venir a ver a un fantasma que nos puede jalar los pies? - lo veía esperando una respuesta.

-aceptaron porque al final les tuve que ofrecer la mitad de mis dulces mas las galletas especiales de mi mama

-ya recordé bueno pues recemos que no nos lleven para abajo.

12:30 A.M

Apenas cruzaron las rejas oxidadas, la música comenzó. Era tan hermosa como aterradora, y parecía venir de todas partes y de ninguna a la vez. El viento comenzó a soplar, helado, y las hojas de los árboles crujían bajo sus pies. Pero no retrocedieron; siguieron avanzando, atraídos por las notas, hasta llegar a la vieja cripta en el centro del cementerio.

Y allí lo pudieron ver.

A la luz de la luna, entre las lápidas cubiertas de musgo, estaba la tumba de Jung Hoseok, se acercaron para poder observar mejor y cerca de la tumba pudieron verlo. Su figura era espectral, sus ojos vacíos, pero sus manos, como si aún estuvieran vivas, deslizaban el arco del violín con una maestría que parecía desafiar el tiempo. La melodía que tocaba era la misma que se escuchaba cada noche, estaban paralizados, pero pudieron notar algo diferente: el violinista no estaba solo.

A su alrededor, figuras espectrales se movían en un lento y macabro baile. Eran los espíritus de aquellos que fueron enterrados en el panteón disfrutando de la melodía del viejo violín.

Hoseok levantó la mirada y, por un momento, sus ojos se cruzaron con los de los niños. Ellos sintieron un escalofrío recorrerles la espalda, pero no huyeron. Algo en la mirada del violinista parecía triste, notaron como algunos espíritus se veían pacíficos con su melodía como si les diera un consuelo.

Los niños solo podían observarlo tocar su violín, queriendo calmar su espíritu en muestra de respeto dejaron regalos en la tumba y cuando se veía cerca el amanecer el dejó de tocar. Sus ojos vacíos se llenaron de lágrimas, y, en un último suspiro, volvió a su posición original. La melodía continuó llenando el aire hasta que, lentamente, dejo de escucharse el violín.

Los niños se fueron rápido del lugar para contar su experiencia, pocos les creyeron ya que solo era una leyenda casi ficticia así que ellos se encargaron de seguir transmitiendo la leyenda a los demás niños y personas del pueblo o el exterior.

Pero, aún hoy, algunos afirman que, si caminas por el cementerio en una noche de luna llena, puedes escuchar, muy levemente, las últimas notas del violín de Hoseok, el violinista del cementerio.

Es corto  pero feliz día de brujas