El sonido de esos hermosos pájaros combinado con el sonido de las hojas de esos árboles moverse por el fuerte viento eran una música agradable para los oídos de los que vivían en esa parte de la montaña.

Las mantas que colgaban eran quitadas y puestas en la cesta por una mujer de cabellos rubios y ojos grises.

Hanae sonrio al estar escuchando las leves risas de unos pequeños jugar a las atrapadas en el jardín donde estaba ella.

Niño- ¡Atrapame!.

Niña- ¡Espera, no vayas muy rápido!. -Hizo un buchero la pequeña de 5 años con su hermano.

Hanae suspiro con una sonrisa mientras que dirigió su mirada a la manta que quitaría, le quita los ganchos para así poner la sabana en la cesta.

Niña- ¡Mamá, mamá mira mi hermano!.

Niño- ¡Yo hago trampa!.

Hanae- Yoriichi. -Ella mencionó el nombre del pequeño que se detuvo apenado.- Vengan los dos.

Ambos gemelos con cabeza baja se dirigieron a su madre.

Hanae solo veía los cabellos rojos de esos gemelos mientras que tenían sus ojos rojos al suelo.

Ambos gemelos fueron parecidos a su padre algo que le alegro a Hanae después de todo se ven adorables con las mismas características que Tanjiro.

Hanae- Yoriichi Kamado.

Yoriichi- Si mamá...

Hanae- Hanako Kamado.

Hanako- Si mamá...

Hanae- Ambos son mis queridos hijos, no entiendo por que se molestan entre ustedes si pueden ir a molestar a su hermana mayor o su padre.

Ambos niños sonrieron con un gran entusiasmo al saber las intensiones de su madre quien le sonreía a ambos con malisia.

Hanae- Papá está allá.

Al ella señalar a un hombre de melena roja y larga atada en una coleta alta los niños sonrieron al ver a su padre haciendo carbón.

Hanae soltó una risa al ver como sus dos hijos iban corriendo hasta el hombre.

Yoriichi/Hanako- ¡ATRAPADO!.

Ellos se lanzaron al hombre quien sorprendido cayó al suelo con sus dos pequeños encima de el, los tres soltaron unas grandes y divertidas risas mientras que Hanae se acercaba a ellos con una risa leve y suave al ver como su esposo y sus dos hijos se divertían.

Tanjiro- Mis pequeños rebeldes, ¿acaso no ven que estoy preparando carbón para vender?.

Hanako- Pero queremos jugar, papá.

Yoriichi- Por favor... -Pidió ambos al pelirrojo quien se sentó en el suelo para así ver a su esposa acercarse con una sonrisa.

Tanjiro- ¿Por que no van a molestar a su madre?.

Hanae borro de golpe su sonrisa y sabía que ella al ser delgada y pequeña que el hombre los gemelos la derrubarian y así fue al solo sentir como los dos se lanzaron a ella.

Tanjiro soltó una carcajada al ver como Hanae estaba en apuros siendo abrazada de cariño y amor por sus dos hijos.

Hanae- Mis pequeños esperen... -Dijo al sentir como sus hijos le hacian cosquillas.

Tanjiro- Oigan, guardenme espacio.

El hombre se lanzó teniendo cuidado de no poner su peso sobre su mujer e hijos apoyando sus manos en cada lado de la cabeza de la rubia.

El hombre solo beso su frente teniendo la mirada sonrojada de ella, pero luego sonrio causando una hermosa escena que enamoro aún más al pelirrojo, el junto sus labios con los de Hanae en un beso tierno.

Yoriichi- Mamá, papá no de besen enfrente de nosotros. -Dijo el pequeño tapando los ojos de su hermana.

Hanako- Es cierto.

Tanjiro con Hanae se separaron con una risa divertida al escuchar a sus gemelos.

Niño- ¡Mamá, papá, están aquí!.

Un niño hizo que la familia los viera, sorprendidos y allí vieron a un rubio de ojos rosa como los de su madre acercarse aún tomando la mano de su madre.

Nezuko- ¡Tanjiro, Hanae!.

Hanae- Nezuko. -Sonrio ella siendo ayudada por Tanjiro quien la tomó de la cintura al solo jalarla ayudándola a levantarse del suelo.

Zenitsu con Nezuko y el pequeño hijo de ambos caminaban acercándose a la familia.

Nezuko- Yoriichi, Hanako. -Sonrio ella abrazando a sus sobrinos.

Zenitsu- ¿Y al tío Zenitsu no le van a saludar?.

Los niños se separaron de su tia para abrazar a su tío quien los recibió con un fuerte abrazo tierno.

Hanae- Pequeño Nagatsu.

Nagatsu- ¡Tía Hanae, Tío Tanjiro!.

El pequeño solo abrazo a sus tíos con ternura al igual que sus primos.

Nezuko- ¿Y Sara?.

Hanae- Dijo que iría a recolectar vegetales.

Nezuko- Tal y como hago yo. -Sonrio el recordando cuando tenía la misma edad que sara.

Tanjiro- Esa chica esta creciendo, me asusta. Ahora tiene 10 años pero parece como de 14.

Hanae- Así somos todos, crecemos sin darnos cuenta. ¡Vamos, Prepararé la comida!.

Nezuko- ¡Yo te ayudo!.

Ambas mujeres con una sonrisa entraron a la casa.

Zenitsu- Deberías de ver a Sara, tal vez este en peligro.

Tanjiro- Zenitsu, ya deja el trauma con los demonios. Ellos ya no existen, además Sara puede defenderse sola.

El hombre con su única mano palmeo el hombro del rubio con una sonrisa.

Tanjiro- Pero tienes razón, iré a ver que sucede.

Zenitsu asintio con una sonrisa convencido que su sobrina iba a estar bien.

Tanjiro camino alejándose de su casa para dirigirse al bosque cerca de allí.

Mientras que buscaba a su hija adoptiva, miraba a cada parte del bsoque.

Hasta que escucho una risa de una chica. Supo que era ella, el se acercó hasta las risas que transmitía la rubia para así ver sorprendido como la luz del sol iluminaba la parte en donde ella estaba.

Sara se encontraba riendo por los comentarios que hacía el hombre de 27 años a aquella pequeña que conoció y cargo cuando tenía 1 año.

Giyuu- Espero que te vaya bien en eso.

Sara- Si lo espero también, solo que estoy nerviosa, no lo sé como lo tomará mis padres... quisiera decirles mis intensiones pero...

Giyuu- Entonces ve y dicelo a Kyojuro, tal vez el te ayude en lo que quieres.

Sara- Pero... quisiera aprender con ayuda de mis padres.

Tanjiro- ¿Giyuu, Sara?.

Ambos miraron al hombre de coleta alta quien se acercaba a ellos, Sara se levantó del césped en donde ella con Tomioka estaban sentados.

Sara- Padre. -Dijo ella con leve sonrojo y nervios.

Tanjiro- Giyuu, me alegra verte nuevamente.

Giyuu- Igual yo, Tanjiro. -Sonrio el hombre de coleta al igual como lo tenía en su juventud.

Sara- Emm.. padre, ¿Escuchaste lo que dije?.

Tanjiro- Si un poco... pero... ¿en que necesitas ayuda?.

Sara mordió su labio para así ver a Giyuu quien sonrio para asentir.

Sara- Padre... quisiera, quisiera que me entrenaras tal y como antes lo hacías.

Tanjiro se sorprendió al escuchar a Sara decir eso.

Tanjiro- Pero, cielo, mírame... no estoy en forma para entrenar y no hay necesidad de hacerlo. Los demonios ya no existen desde hace 7 años.

Sara- ¡Si lo se!... pero... esque, supe de parte del Tío Giyuu que tu cargaba la respiración solar que era del primer espadachin en crear una respiración.

Tanjiro- Si, es cierto.

Sara- Mientras que Mamá utilizaban la respiracion de la llama tal y como el tío Kyojuro.

Tanjiro suspiro rendido para así sonreír al ver el espíritu que ella cargaba.

Tanjiro- Tranquila, lo haré. -Decidido a entrenarla sonrio.- Pero no creo hacerlo bien.

Giyuu sonrio al ver a Tanjiro aquel chico débil que conoció, ahora era un hombre, un padre aquel Cazador que logró derrotar a Muzan con los demás.

Hanae quien estaba escondida sonrio al haber escuchado esa conversación.

Sabía que su hermana menor era capaz de todo con solo proteger a su familia, tal y como ella haría.

(.....)

"Aquellos días de paz eran tan libres que se sentían que podríamos morir tranquilos sin necesidad de morir por causa de un demonio. No ya no, ya no nos preocupaba los demonios, pasaron los años haciendo que esa guerra contra el líder de los demonios, Muzan Kibutsuji fuera olvidándose con el pasar del tiempo y porque lo escribo de esa manera, bueno, se que en las próximas generaciones a largo plazo no sabrán sobre la gran aventura que mi mejor amigo, mi actual esposo y compañero de vida y yo pasamos...

Chico- Haciendo de esa historia una historia de aventura y una romántica romántica donde dos jóvenes amigos mantenían un mismo destino cruel y doloroso teniendo a sus únicas familias como sostén de vida. Me enamore de aquel pelirrojo con una gran y dulce sonrisa que transmitía paz y sinceridad. Así nuestro vínculo jamás fue roto desde el momento que nos confesamos".

El chico de cabellos rojos cerró el libro con una sonrisa, tan admirado por ese libro que su tatarabuela dejó como recuerdo de su época.

Chico- La tatarabuela era una admirable persona al igual que el tatarabuelo.

Mujer- ¡Hijo, apresúrate o llegaras tarde a la escuela!. -Escucho el chico desde la cocina de la primera planta.

Chico- ¡Ahora voy!. -Dijo el desde su habitación.

El chico pelirrojo se miró al espejo algo que se sorprendida pero no tanto esque el logro tener los genes parecidos a su Tatarabuelo, Cabello negro con puntas burdeos con unos ojos rojos oscuros.

El suspiro para así tomar el libro y guardarlo en el cajón de su mesa de noche y salir de la habitación.

Mujer- Sumihiko recuerda llegar a tiempo y no meterte en problemas.

Sumihiko- Lo se, madre, tranquila. -Dijo el dándole un beso a la rubia de ojos rojos.

Mujer- Espera, debes de comer.

Sumihiko- Solo llevare un Onigir, hasta más tarde.

El corrio hasta el pasillo aún sosteniendo su alimento, pero el al ya ponerse sus zapatos alzó la mirada y miró de reojo aquellos cuadros que se observaban en la pared. Eran los recuerdos de las fotografías de sus antepasados, al igual que estaba los aretes de Tanjiro y las dos espadas de Hanae y el recién mencionado.

Sumihiko- Me pregunto, ¿cómo habrán sido los Tatarabuelos?, ¿que color les gustaba?, ¿que comida era su favorita?... ¿como eran realmente?. -Pensó observando la fotografía grupal que todos se tomaron un tiempo después de la batalla contra Muzan.- Vaya... que sentimental me he puesto.

El sonrio para ver únicamente a la mujer de cabellos rubios opaco y ojos grisáceo y al hombre de cabellos rojos al igual que sus ojos.

Sumihiko- Jamás dejaron de amarse... según mi bisabuela, sus padres jamás dejaron de amarse ni alejarse, murieron juntos como una hermosa pareja que todos quisieran tener. -Pensó el para así alejarse y tomar la perilla de la puerta gkrandola para abrirla.- Fue, es y siempre será una historia de amor entre dos jóvenes amigos que tuvieron el mismo destino y se enamoraron por sus sentimientos tan bondadosos. -El salio de su casa para empezar a correr sintiendo el aire chocar en su rostro e ignorando a las personas y sonidos de los autos.- Ambos tenían...

Un vinculo que los unia siempre.

|| Fin ||

(.......)

Vaya hasta a mi me encanto esta historia, no se ustedes. Pero bueno hasta aquí concluyo esta historia y no te vayas porque más adelante habrán un capitulo de curiosidades y especiales de como fueron la realidad de algunas cosas y de cómo pasó.

Por ejemplo: de cómo es que Hanae logró entrenar la respiración de agua, etc.

Muchas gracias por leer esta historia.