▫️ Capítulo 7 - Un secreto -▫️
Al fin va a pasar, voy a tener una cita con Dylan. No tengo palabras para describir lo que siento, la emoción me invade, espero que esa emoción no me falle, porque todo lo que espero es que salga bien. Llevo puesto pantalones negros con un cinturón, blusa blanca con las mangas transparentes, un collar, y zapatillas blancas cómodas, retoco el maquillaje y salgo a caminar por la habitación. Me pregunto ¿qué llevará puesto? ¿le gustaré? Comentarios positivos, negativos, y también de duda acerca de mi apariencia, y lo que será la noche en especial, no desaparecen. Las voces en mi cabeza consideran que servirán para no tener expectativas altas en lo más mínimo, pero vamos, quiero que salga bien esta cita.
Tocan la puerta y mi corazón pega un brinco. Mi mano toma mi bolso y abro, ahí lo veo a él usando: jeans, botas negras, una camiseta negra con tres botones, y una cadena plateada rodeando el cuello. Me despido de Sarah con un, rápido y efectivo, nos vemos cuando llegue. Bajamos hasta ir a su auto. Subo al asiento del copiloto y el silencio entre nosotros me da el impulso de besarlo, no es tan largo y apasionado, pero de todas formas me lo devuelve mimoso y blando.
-¿A dónde piensas llevarme? -susurro ante nuestra distancia.
Su mano baja a la curva de mi cintura y hace cariño en mi piel.
-Es sorpresa, amor. No puedo decirte. Escucha, quizás no sea mucho, me superaré en el futuro, pero, ojalá te guste. -me sonríe.
La palma de mi mano le acaricia la mejilla y mis dedos le rozan los labios. Le desabrocho dos de los botones de su camiseta y le sonrío.
-Así se ve mejor. No me puedes decir ¿de verdad? ¿es tan importante que sea un misterio para mí?
-Sí, es importante. Abróchate el cinturón, iremos de paseo por la ciudad.
Nos pasamos todo el paseo hablando y viendo la iluminada y hermosa ciudad con la luna asomándose. Autos, taxis, semáforos y personas en la calle. Dylan se estaciona en Subway para comprar sándwiches. Reviso mi teléfono notificaciones y mensajes y respondo lo que puedo y tengo ganas de responder. Diez minutos más tarde llega él con la comida, huele delicioso y ya tengo ganas de comerlo. Salimos de ahí y está vez espero que vayamos al lugar, le he preguntado, pero se rehúsa a darme detalles.
Entonces espero, y espero hasta que cruzamos a la izquierda y veo carros detenidos, muchos de hecho, por los alrededores. Al menos conseguimos puesto.
Miro a Dylan asombrada.
-¿Esto es lo que creo que es?
-Lo es, amor. Estamos en un auto cine. Sorpresa.
-¡Aah! siempre quise estar en uno de estos. Gracias, gracias ¡gracias, cielo!
Le entrego besos por toda la cara y me paso a su asiento, quedo en sus piernas mientras lo lleno de amor.
-Ey, ey, calma. Sabía que te gustaría, por eso lo hice.
-Sí, me encanta. ¿quieres que comamos ya?
Nos acomodamos en el asiento de atrás.
La película se está poniendo interesante, hasta que:
-Allie, ya puedes mirar -tengo la cabeza escondida en su pecho, y miro. Me vuelvo a asustar.
-No me hagas eso -me cubro la cara con mis manos.
-Ya puedes mirar -no sé si creerle.
-No voy a caer otra vez.
-Lo digo en serio. -Niego con la cabeza-Allie -Me toma las manos, y las coloca en su regazo-. Tranquila, nada va a ocurrir, es sólo una película, todo está bien. -me pone un brazo sobre el hombro. Mucho mejor.
Al cabo de una hora de salir del auto cine, y disfrutar de nuestra comida, unas cuantas vueltas de noche por la cuidad nunca vienen mal ¿cierto? en el camino compuesto por luces rojas, amarillas y verdes, comenzamos a discutir la película dentro en el carro.
-Aún no puedo creer que te hayas asustado.
-Sí, me asusté. Pensaba que la película era de suspenso, pero resultó siendo de terror.
-Sí, lo siento fue mi error. Falta algo más para esta noche. Si creías que íbamos al cine y listo, pues no.
-Dylan Martin, estás lleno de sorpresas. -no estoy equivocada con eso.
Nos dirigimos al lugar sorpresa. No creo lo que estoy viendo. Estamos en la playa. Nos quitamos los zapatos y caminamos por la playa, la fresca brisa me desordena el cabello, pero no es problema y el sonido de las olas crea un ambiente tranquilo.
-Esto es hermoso.
-Sí es hermoso -dice, siento su mirada sobre mí-¿me das tu teléfono?
-Sí, toma -se lo entrego y me lo tira en la arena. Me quedo boquiabierta-¿qué diablos hiciste?
-¡A que no me alcanzas!
-¡Oh, sí lo haré! -Ambos corremos bajo la luz de las estrellas. Lo agarro por atrás y él cae. Tengo el teléfono en mi mano-Sí, sí. ¡victoria! -exclamo y él me pone sobre la arena, me hace cosquillas y suelto risitas-. ey ¡detente!
-Oblígame -sigue con las cosquillas.
-No seas un tonto y dame el teléfono -digo aún con las risas. Él deja el cosquilleo y me besa despacio. Esta vez yo lo beso y le quito mi celular de las manos.
-¿Crees que puedes salir de esta? -pregunta divertido.
-Claro que puedo -me levanto y lo empujo a la arena. Salgo corriendo hacia el carro y me acuesto en la puerta tomando aire-¡Já! Tengo el teléfono.
-Como si me importara -tira de mi cintura y me besa, ruidos involuntarios salen de mi boca ya que me deja sin aliento, tanto así que concordamos en entrar al auto-. Oh no. Tomaremos un desvío, tengo que llenar el tanque de gasolina. No te importa si llegamos un poco más tarde ¿o sí?
-No, descuida.
La estación de servicio no está tan lejos después de todo, algo que alivio mi pensamiento de llamar una grúa en caso de emergencia. Dylan se estaciona, apaga la camioneta y baja. Reviso mis mensajes y redes sociales, y también mi rostro en el espejo. Un suzuki swift revolution azul, se aproxima a la gasolinera y de este baja una chica. No es tan alta que yo, tenemos el mismo tono de piel, ella tiene los ojos y cabello más oscuros que yo. Pero ¿quién será? Dylan la saluda con un beso en la mejilla, deben conocerse desde antes, quizás es una conocida de la secundaria. Por lo que mis ojos pueden averiguar, están charlando y yo espero con paciencia.
Dylan entra al auto y gira la llave, dejando que el aire acondicionado llegue de nuevo, pero apago el de mi lado, ya que no siento la necesidad de un aire frío en mi cuerpo.
-Allie ¿qué pasa? -no le presto atención-Allie, amor, dime. Te ves... extraña.
Lo estudio de arriba abajo, inhalo y exhalo. Y sonrío, pero es una sonrisa forzada y falsa. Hasta en una cuadra de distancia se darían cuenta.
-¿Extraña? no, yo estoy bien, cielo. Podemos irnos ¿por favor?
-Sí, lo que digas.
En el camino, él me acaricia la pierna ¿de qué se trata todo esto? sacudo de mi cabeza las ideas erróneas que poseo, y treinta minutos después, con ayuda de música, llegamos. Son las once de la noche, y hoy, no hay luna llena. Me bajo del auto y sin querer cierro la puerta con fuerza.
-¡Ey! -detengo mis pies y lo veo-amor, ten más cuidado ¿sí?
-Sí, lo siento. Lo hice muy fuerte, pude haberlo hecho peor.
-El seguro lo tiene todo cubierto, pero gracias por disculparte. -él camina hacia mí, toca la mejilla y besa en la frente-Eres hermosa cuando te enojas ¿lo sabías?
-No estaba...molesta.
-¿Ah, no? cariño, en todo el camino viste la ventana, no tiraste a verme ni una sola vez, algo te molesta.
Era desgraciadamente inteligente. Sabía cuándo estaba mal, sabía leerme.
Le tomo de la mano y nos vamos a su habitación. Le suplico que cierre la puerta así él no quiera.
-Tengo una pregunta. -poso una mano en su escritorio.
-De acuerdo ¿cuál es? -deja las llaves en su mesa de noche. De pronto me arrepiento de haber dicho "tengo una pregunta".
-Podemos jugar primero videojuegos antes de hablar ¿no quieres? -No había prestado tanta atención a su lugar de raros libres hasta ahora: tiene un televisor con pequeño librero debajo, el sofá gris, tiene libros, buenos debo destacar, y videojuegos, montones de ellos. Y a pesar de ser una propuesta tentadora para él, me dice que no.
-Dime el problema. Cuéntame y lo solucionaremos. Si es complicado, ya veremos qué haremos, pero por favor, cuéntame.
Me cruzo de hombros y cuido mi compostura.
-Bien ¿quién era esa chica?
-¿De quién hablas? -no sabe de quién le estoy hablando. Debe estar bromeando.
-Ojos marrones, cabello negro, piel blanca de estatura promedio y tiene un auto azul.
-Oh, ella es... Olivia. Ella es mi exnovia. Nos conocimos hace dos meses atrás. Mucho antes de qué supiera mis sentimientos hacia ti, claro.
-Espera un segundo ¿cuándo pensabas decírmelo?
-No lo sé -se pasa la mano por la nuca-, no encontraba el momento indicado.
Me volteo, siento mis lágrimas caer, vuelvo a mirarlo.
-Allie... -me toma por los hombros.
-¡¿Qué diablos te pasa?! todo estaba bien... la película, luego la playa y ahora esto.
-Quieres la verdad, no lo sé. No lo dije porque no me parecía importante.
-Ah, no te parecía importante. Para mí, sí lo es ¡se supone que nos tenemos confianza!
-¡Y nos tenemos confianza! -me espeta de vuelta-¡lo hice porque te quiero!
Abre sus brazos y me los pone alrededor. Me besa en el pelo.
-Está en el pasado, ya no importa. Me importa el presente, tú.
-Puede que el pasado no importe, pero debes compartirlo conmigo.
-Lo lamento mucho, pero debes creerme.
-Eso no es suficiente. ¿Acaso me crees estúpida? ¿no te importa o qué mierda?
-Allie, por favor, contrólate...
Niego con la cabeza y río breve.
-¿Controlarme? no me digas eso. -le digo con el tono más neutro que tengo antes de ir hacia la puerta con mis lágrimas a la vista.
-Si hay algo que pudiera cambiar, lo haría, que pudiera hacer...
-No, Dylan. No hay nada que puedas hacer o decir, sólo aléjate.
-Si eso es lo que quieres... lo haré, así me duela en el corazón. -dice con voz triste.
-Si, es lo que... quiero. Sabes, hay que saber la verdad, aunque a veces haga daño -remuevo mis lágrimas con mi dorso: -. Buenas noches.
Llego a mi cuarto trotando, Sarah está sentada en su cama con su celular en mano, ya en pijama y tal parece, sin preocupación. Sé que mi maquillaje está arruinado, sin embargo, eso no me interesa en lo más mínimo. Ella se levanta boquiabierta, al ver mi aspecto.
-Allie ¿qué pasó? ¿por qué esa cara?
Seco las últimas lágrimas que caen sobre mis mejillas. Y ella agarra mis temblorosas manos.
-La verdad no lo sé. Solo peleamos. Él no me lo dijo, no me contó sobre ella.
Me abraza y soba la espalda, junto con palabras cómo: "tranquila, saca todo" "aquí estoy yo y siempre lo estaré"
-Estarás bien, tranquila yo estaré contigo. -me repite Espero que sus palabras me impacten de la forma en la que deseo.
-Gracias. -susurro-Gracias por estar.
Luego de que termino de sacar mis sentimientos por unos largos minutos, más no horas, Sarah va a dormir. Lavo mi cara, me visto con la pijama y acuesto con las luces ya apagadas.
No voy a dormir, tengo muchas cosas en mi cabeza todavía. Demasiadas. Acerca de Dylan y... todo en general. Quizás tenga razón, y no sea importante ya que es el pasado, pero para mí lo es. Y aunque sea del pasado, me importa tanto cómo el presente.
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Hola! Cómo están mis queridos?
Bum! Capítulo actualizado AAAHHH.
En fin, qué fue lo que:
Les gustó de la actitud de los personajes?
No les gustó de la actitud de los personajes?
Cuéntenme y fangirleamos.
Intrigados por lo que pasará?
Hasta la próxima actualización.
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