▫️ Capítulo 32 - Toma en cuenta el tacto -
Ha pasado una semana y fue la más extraña en verdad. Dylan y yo acordamos no hablar con el otro en público, hacíamos pensar que nos habíamos peleado y que nuestra relación se estaba haciendo añicos. Una muy buena actuación. Eso era en el día, pero en la noche, él venía a mi cuarto o yo a el de él; veíamos películas, hablábamos hasta que estuviéramos realmente cansados, nos besábamos con tremenda pasión y abrazábamos hasta dormirnos en los brazos del otro. La persona que estuviera en la habitación del otro tenía que despertarse una hora antes que todos los demás, y por supuesto, hacerlo con cuidado. Hoy tenemos cena grupal ya que Jordan debe partir mañana a Canadá por trabajo.
Llevo puesto un vestido ceñido color rojo con tirantes, unos tacones altos de color negro con dos mechones de cabellos amarrados en la parte trasera de mi cabeza y el resto suelto. Dios, dudo que él se vaya a resistir. Salgo del cuarto, camino derecho y abro la puerta del comedor.
Saludo a todos y me siento en la silla. Justo al lado de Dylan. Esto será complicado.
—Todos levanten sus copas, por favor. —ordena Jordan—Bueno, como todos saben, me iré a Canadá en algunas horas, y tal vez, podré irme a comenzar una nueva vida con mi esposa Isobel y mi grandiosa hija. Y si es así, me gustaría que Élise tenga la casa, porque eres una gran amiga que ha estado con nosotros desde siempre. Sé que todos los que están aquí, son mi familia, somos una familia, y lo seguiremos siendo, no importa el camino que tomemos, nos volveremos a encontrar. Élise —fija su mirada en ella—, confiamos en que también será el nuevo hogar de tu familia. —todos alzamos nuestras copas de vino—Salud.
—Salud. —decimos todos al unísono.
Luego de beber parte del vino todos empezamos a comer de la mesa repleta de comida, el señor Martin y Jordan hablan cosas que no logro comprender del todo, y creo que Dylan tampoco por la expresión de su rostro. No es que sea importante, pero me interesa.
A medida que acerco comida a mi boca, siento la mano de Dylan rozando mi piel. Siento que ambos estamos excitados en un momento no apropiado.
Me digo a mí misma que no haga ningún sonido, pero aún no se si pueda hacerlo. Él sigue. Su palma de la mano pasa por mi rodilla y se va al interior del muslo. Me acaricia con los dedos y deja su mano sobre la ropa interior. Lo miro por un segundo, mi mano agarra la suya y la aparta del interior del vestido.
—Disculpen, yo debo ir a dormir. —digo y me levanto del asiento.
—No, está bien linda. Descansa. —dice Isobel con una sonrisa y con Ashley en brazos. Asiento, salgo del comedor y voy a mi cuarto. Cierro la puerta detrás de mí y camino al baño a quitarme el maquillaje. Me seco el rostro y voy a mi cuarto.
—¡Ay, santos demonios! —gruño con las manos en mi cabeza—Dylan me asustaste.
Sonríe y mira al suelo por un segundo.
—¿No te gustó como te toqué o qué?
—¿Gustarme cuando...me tocaste? —gran decisión de palabras, Martin.
—Amor, no eres tonta, sabes que lo hice. —nos quedamos frente a frente—¿me darás una respuesta?
—Am... —Dylan inclina la cabeza—sí me gustó. —susurro bajo.
—Disculpa ¿qué dijiste? ¿puedes repetirlo? nítido, por favor.
—¡Dije que sí!
Asiente y deja un momento en suspenso.
—Te ves exquisita. Si fueras mi presa, no dudaría en agarrarte y comerte.
Dylan me besa y luego su lengua se introduce a mi boca, jugando en mi garganta con finos toques, generando cosquillas en mí.
—Con ese vestido no puedo pensar, o te lo quitas o te lo destrozaré cuando estés en la cama.
Dylan no tarda en agarrarme de los muslos y dejarme en la cabecera de la cama. Saca de sus pantalones un condón. Se quita el mismo y el bóxer.
Yo me acuesto y él viene hacia donde estoy. Nos vemos a los ojos, Dylan me acaricia y besa en la mejilla. Chocamos nuestras frentes.
Suelta una agradable risa.
—¿Me deseas tanto como yo? —pasa un dedo por mis labios.
—Sabes que sí.
Me besa, me rasga el vestido y besa mi estómago. Me lo quito y dejo ver mis pechos.
Él se apresura a besar mi nuca, no puedo evitar soltar un suspiro, pasó mucho tiempo desde la última vez. Sus labios dejan besos por toda la clavícula, baja a mis pechos. Yo le acaricio el cabello.
Mordisquea la parte baja de mi pecho derecho y luego pasa su lengua por mi pezón.
—Dylan... —gimo. Lo hace con el otro. Lo aruño fuerte para que le queden las marcas. Él me besa rápido en los labios, se pone el condón y deja sus manos en mi ropa interior.
—¿De verdad, me quieres ahí? —pregunta.
Le respondo con un simple:
—Sí. —él sonríe travieso, mi ropa interior pasea por mis piernas hasta estar en el otro extremo de la cama. Expando las piernas sobre la cama y espero unos segundos.
Lo veo y está besando mi intimidad. Gimo de placer y dejo mis manos en ambos lados de la cama. Dylan se queda frente a mí. Lo empiezo a sentir mientras él entrelaza nuestras manos y las deja pegadas en la cama. De mí sale un grito con lágrimas incluidas.
—Te dije que te haría gritar.
Me muerdo el labio inferior. Me acerco a sus labios y lo beso. Él se va para atrás y lo hace una vez más.
—Quieta. —una mano me agarra de la cadera y la pega a la cama y la otra sobre mi garganta.
Luego de intensos minutos, él se quita el condón y se aproxima. Respiro entrecortado y le acaricio el cabello castaño. Dylan besa mi mano. Me besa la oreja. Me volteo y él se me monta encima. Miro al lado derecho y veo que sus manos sostienen una soga. Pasa la soga blanca por la cabecera y luego enreda mis muñecas en ella. Les hace un nudo.
La palma de su mano pasa por todo mi cuerpo. Sus labios me besan los muslos y ambos glúteos. Sus yemas pasan por mi espalda baja y provoca escalofríos. Me besa la columna, hombros y pasa su lengua por la parte trasera de mi cuello. Él tira de mi cabello hacia atrás. Suspiro y quedo a centímetros de rostro. Lo beso con intensidad. Dylan agarra mis mejillas y entrega otro beso. Paso la lengua por mis labios. Sonríe de un lado. Me libera las manos y deja la soga en la mesa de noche. Me besa en la frente.
—Es tarde. Mañana podremos seguir con la diversión.
—Perfecto.
Nos acostamos en la cama y quedo rendida en su pecho.
Me despierto más temprano que él para bañarme. Luego de veinte minutos de baño, salgo, y lo veo con las sábanas blancas hasta la cadera y el cabello ligeramente despelucado. Me muerdo los labios. Voy a la puerta y le coloco el seguro.
Me miro en el espejo y lo escucho gruñir.
—Allie... —dice con voz ronca.
—¿Qué tal, angelito? ¿descansaste con los querubines?
Gruñe de nuevo y se levanta de la cama. Viste, abraza por detrás y besa en la sien. Luego en la boca.
—¿Descansar? ¿bromeas? es más interesante visitar a mis colegas del cielo. —ese argumento sería innegable de no coincidir—Hueles increíble ¿es una crema para cabello que compraste recién?
—No, es el olor del shampoo y acondicionador. Me tomé mi tiempo.
Le sonrío. Me quito la toalla y dejo en el tocador. Camino a mis cajones por ropa interior y ropa. Escojo unos jeans negros y blusa azul marino con escote.
—¿Allie? ¿es un nuevo estilo el que traes?
—¿Mmm? —me volteo para verlo mejor—no entiendo lo que dices.
—¿Por qué caminas desnuda por el cuarto?
—¿Te agrada? ¿te molesta? —le pregunto.
—No, no, te ves fantástica, y es feroz, pero... eso es lo mío. —dice apuntándose a sí mismo.
No es el único que puede modelar. Toco su antebrazo y mis dedos le tocan uno por uno como si fuera un piano invisible.
—Tal vez, eso podría cambiar.
Oigo tres golpes a la puerta. Dylan me pega a la pared, a un lado de los cajones altos para tapar mi desnudez por completo.
—Tranquilo, cerré la puerta con seguro mucho antes de que te despertaras. Lo tenía pensado, al igual que las cortinas. ¿por qué crees que no dejé que el sol te despertara? soy una mente maestra, lo sé, guárdate el discurso, lo necesitarás luego.
—No había pensado lo de las cortinas. —desvía la vista allí por unos cortos segundos—Mente maestra, lo certifico y no lo dudo. Qué alivio y que bendición ser yo el que te esconda.
Sonrío y le toco la mejilla izquierda con mis yemas.
—Tú eres el único que podrá verme como soy, Dylan.
Asiente y yo le entrego un pequeño beso en la misma mejilla. Camino en donde dejé la toalla y me cubro de nuevo.
—Espera un segundo ¿qué hora es?
—Es mediodía, ya debemos almorzar. Iré a mi habitación. Nos vemos en el comedor con los demás ¿de acuerdo?
—Eh, sí, de acuerdo. Nos veremos ahí.
—Bien, ya... —camina a la puerta y abre lo mínimo—supongo que debo irme.
—Ey, espera. —digo y él se voltea a verme—Gracias por lo de anoche.
Sonríe travieso y una suave risa entra a mis oídos.
—Siempre me satisface que tengas el placer que mereces.
Treinta minutos más tarde camino hacia la puerta de la cocina. Isobel me pone en la mesa el desayuno de ambos junto con el café.
—¡Feliz primer mes de casados, Isobel! —grita Jordan mientras le entrega un beso en la mejilla—¿qué te parece si vamos a nuestro cuarto y pasamos tiempo juntos? o a otro lugar.
—Sería lindo, pero no puedo, tengo cosas por hacer. —agarra a Ashley.
—Pero solo quiero un tiempo, cariño. Será por unas horas, Ashley estará bien.
—En ese caso, me gustaría ir a la azotea.
—¿A la azotea? —pregunta él con desconcierto.
—Es un lugar increíble para pasar el rato... —apunta Élise—la cama es excelente y es espaciosa para dos personas.
—¿Tú has...estado ahí? —Isobel hace una mueca.
—Sí. —dice de lo más tranquila mirando sus relucientes uñas con esmalte rojo—No con Stefan, pero he estado ahí.
—¿Con... Ivette? —insinúa Dylan tomando del vaso de agua.
«¿Ivette? ¿quién es?»
—Agh, claro que no. Días después de que Stefan se fuera, decidí que no quería sentirme miserable y me fui a un bar y conocí a un muchacho. Al principio tenía en mente a un hombre lobo, porque saben...ellos son sexys —dice con una media sonrisa tímida—, pero no tan sexys como los vampiros. Al final de la noche, me decidí por un hechicero de cabello negro.
—Uf, estoy feliz de que no te hayas decidido por el hombre lobo. Algunos no pueden controlar sus garras y ni hablar del temperamento...
—No hay nada de malo con ellos, Jordan. Ellos no son malos. —interviene Élise con un tono armonioso y no uno estruendoso ni molesto por su opinión personal.
—¿Y... ustedes ya tienen un vínculo? —Isobel apoya sus brazos en el mesón.
—No quiero un vínculo con él, sería una pérdida de tiempo. Y sé que no lo obtuve con Stefan, y... estoy bien sin tenerlo. No quería nada con él excepto una noche. Es un increíble lugar, pueden tener una cena romántica privada, se los recomiendo si quieren hacer inolvidable su celebración.
Jordan le hace miradas insistentes. Ella rueda los ojos, ya la convenció, así que lo siguiente que veo es que ambos salen de la cocina.
—¿Alguna de ustedes sabe dónde está mi papá? ¿o con quién podría estar?
—Oh, sí. —dice Élise mientras tiene a Ashley en brazos—Él me dijo que te dijera que iba a buscar a su esposa que vive en las afueras de Brookville.
—¿Eso es todo? —dice sorprendido—¿no te dio más información?
—No, sólo me dijo lo que escuchaste. —Élise le palmea el hombro y se va a la sala.
Yo me acerco e inclino la cabeza a un lado.
—¿Todo está en orden en su relación?
—Sí, todo en orden. Mi madre salió más temprano a dar una vuelta por lugares del estado, es probable que llegue de noche. No tenías que preocuparte.
—No es nada —se levanta de la silla—¿A dónde vas?
—Quiero estar solo por al menos hasta que él llegué.
—Oh, es por eso que estás vestido casual y perfumado, vas a salir. —deduzco y Dylan confirma lo que digo—¿no te agrada su esposa?
—No, no es nada de eso. Ella es una buena persona y se ven felices cuando están juntos, cómodos con la compañía del otro así haya silencio, eso confirma el hecho que mi madre y él no estaban destinados a estar hasta la eternidad, ahora lo comprendo.
—Tu madre es sensacional por su cuenta, y me alegra que no tengas ningún tipo de odio hacia tu madrastra.
—Sí, a mí igual me alegra. Mi madre se ve con libertad, es aventurera y apasionada y la veo con otra aura, diferente a la anterior. No significa que cuando era un niño no tenía libertad, ni era apasionada, pero ahora… puede hacer cosas que nunca pensó que haría. —él se agacha y agarra mis manos. Encuentro sus ojos—Escucha, como te dije antes yo... quiero estar solo por al menos unas horas...
—No hace falta que me expliques. Todos necesitamos momentos así. Toma el tiempo que necesites, yo me quedaré aquí a esperarte.
—Eres increíble, gracias, muchas gracias. —le sonrío. Él me besa en los labios y sale del comedor.
Élise me entrega un mensaje de texto diciendo que nos veamos en su habitación. Las cortinas celestes dejan que el sol entre a alumbrar. Élise usa un vestido morado oscuro con las mangas transparentes y pulseras doradas alrededor de su muñeca. Su cama matrimonial con sábanas negras, libros de hechicería y un péndulo.
—Qué bueno que recibiste mi mensaje.
—¿Por qué pediste que viniera? —me siento frente a ella y juego un rato con una vela que está sobre su lugar de descanso.
—Sé lo qué pensaste en el desayuno, la duda sobre quién es Ivette. Quería que vinieras para contarte y seguro estás confundida.
—La noche en la que hablamos de tu relación con Sterling... me mentiste.
—Y siento haberlo hecho, no pretendía guardar el secreto ni una vez, pero lo hice. Allie, pensé que sería mejor guardar el secreto de mi atracción hacia las mujeres, pero no fue bueno. Me confesé ante Dylan y luego, el día siguiente fui ante Jordan e Isobel, y… faltabas tú en la lista de personas para contar. Sólo me acosté con el hechicero porque creí que así me sentiría como si estuviera con él, y no fue así, fue diferente. Y puedes pensar lo que quieras de mí, que soy una mujer que busca sexo y sexo, pero no es así...
—Sé que no eres así, Élise, contrario a lo que piensas, yo no pensaría eso de ti jamás, es más, pienso que nadie lo hace. Te has convertido en otra amiga en mi vida y eres de las personas con más fuera interior que he conocido, eres fantástica y te admiro.
—Lo dices con mucha confianza. Cuando le dije a Dylan, me di cuenta de otra cosa, Allie, creo que Stefan tuvo una aventura con Emma.
Parpadeo al escuchar ese nombre.
—¿Con Emma? ¿una aventura dices?
—Sí, al menos eso pienso. Ellos se amaban, la amaba más que a mí. Él no fue el hombre para mí, fue el suyo. Tuvieron un vínculo.
—¿Cómo se obtiene el vínculo siendo vampiro?
—Isobel tuvo que explicármelo porque no entendía. Sterling fue un mortal convertido en vampiro por Emma. Y ya que pasó, están condenados a tener el vínculo hasta la eternidad. Si el vampiro mantiene relaciones sexuales con su pareja ambos tienen la libertad de dejar su marca en el cuello o muñeca de la otra persona, esto es para que el vínculo se haga más fuerte.
—Y por eso ustedes no lo obtuvieron.
—Aprendes rápido. Dylan y tú lo tienen también, o eso creo. —la miro confundida—Allie, tienes mucho que aprender de nosotros ¿alguna vez Dylan se ha metido en tu mente por las noches para ver si estás bien?
—Ahora que hago retrospectiva, de hecho sí ha habido ocasiones.
Sonríe de lado y se acomoda el cabello negro.
—Si tienen la capacidad de entrar a la mente del otro por la noche, y pueden ver su ubicación actual y si se encuentra bien o en peligro, significa que en definitivo su relación se está fortaleciendo. Entrar en la mente del otro significa para todas las criaturas sin excepción, que tienen el vínculo. Algunas criaturas tienen sus propias formas de obtenerlo. Es importante tener en cuenta su tacto, su tacto dice a dónde pertenece.
—¿Cuál eres tú? —pregunto curiosa—¿a cuál perteneces?
—El tacto neutro, es el menos común de las criaturas ya que tienen la regla estricta de no meterse con los otros, pero yo soy hija de una mortal y un hechicero entonces es inevitable en mi caso. Y ya que soy de tacto neutro pertenezco a ambos mundos: Cielo e infierno. Los de tacto caliente como Dylan, pertenecen al cielo y los de tacto frío como Emma, pertenecen al infierno. Estamos divididos.
—¿Y no importa si él es ángel y yo mortal?
—A algunas personas puede ser que sí, pero si pides mi opinión, a mí no me importa. Creo que se a Dylan le olvidó decirte, ¡agh! a veces le gusta demasiado el suspenso, tienes que saber que los demonios siguen allá afuera.
—No les temo a los demonios.
—Espíritu valiente, no muchos lo poseen. Sabemos que los demonios están sueltos, si él se ha metido en tu mente, estás más que protegida.
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Holaa, cómo están?
Nuevo capítulo, no olviden votar y comentar.
Nos vemos en la próxima actualización!
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