Desde que el rey abrió la ya mencionada carta, pasaron varios días, durante ese lapso de tiempo este se preguntó día y noche << ¿Qué hice mal? >>, una parte de su ser aborrecía la actual situación que estaba sucediendo, pues en menos de un mes, había perdido el amor de su vida, quién ahora planeaba casarse con el rey de Nadarra; a su hija, que, aunque una vez completada la unión entre su actual pareja y el rey del reino contrario regresaría a su hogar... al castillo, junto a él, su presencia le resultada detestable.

Su hija curiosamente tenía un gran parecido con su actual pareja, eran casi gemelas, a no ser porque su esposa al rozar casi los 40 años de edad (38 años para ser exactos), empezaba a notar unas pequeñas arrugas y patas de gallo, nada que se notase desde lejos.

Esta similitud, le hacia odiar a su propia hija, sabía que, en caso de tenerla delante, la estrangularía con sus propias manos, imaginando que asesinaba a su esposa y luego culparía a un sirviente del castillo para limpiarse las manos... al fin y al cabo lo podía hacer, era el rey, nadie se cuestionaría lo ocurrido, de lo contrario lo ejecutaria.Pero por otro lado aún amaba a su esposa.

Antes de dormir cuando ya cerraba los ojos, recordaba los momentos de su juventud, cuando iba a visitar a su amada a pesar de que su padre le prohibiera hacerlo en repetidas ocasiones y se quedaban conversando horas desde una pequeña ventana que daba al exterior del castillo, siempre tratando temas cotidianos, como sus deberes como futuros reyes, sus pasatiempos, sus gustos, etc., pero luego de varios días de visitar a su actual pareja, hubo una noche donde luego de tocar la ventana repetidas veces por donde siempre hablaban los dos, nadie respondió. En ese instante se cuestión si había hecho algo mal, por lo que decidió retirarse, pero cuando estaba a punto de hacerlo una voz lo detuvo:

­~ ¡Espera!, príncipe Ray, un momento ~ cuando el príncipe se dio la vuelta, se quedo boquiabierto, ella llevaba un vestido realmente hermoso, con varias piedras preciosas y una cola de tela que llegaba hasta el suelo, casi como un vestido de novia. En ese momento aún intentado procesar la situación no supo que decir, por lo que envés de pronunciar algo solo salió un gracioso tartamudeo. Mientras más pasaba, la princesa se iba acercando cada vez más a él, hasta que estuvieron los dos frente a frente.

~ ¿No pensabas irte así, sin más, verdad príncipe Ray? ~ ante la pregunta el príncipe intento decir algo, pero fue rápidamente silenciado por un beso, uno que sellaría su historia de amor y daría paso a un futuro como rey y reina... como le gustaría revivir esos momentos y repetirlos una y otra vez. Pero ahora ya no podía hacerlo, por lo que solo existían esos momentos en lo más profundo de su memoria.

A la mañana siguiente, luego de reflexionar varias horas mientras miraba al techo se preguntó repetidas veces: ¿En realidad quería que todo acabase así?, ¿Simplemente esperaba y esperaba, hasta la llegada de la dichosa carta que declaraba que su esposa, curiosamente ya no era más su esposa, ¿y ya?, ¿Ella tiene su final feliz y el se queda a cargo de una niña que ya ni ama, con un reino al punto del colapso?, no... no lo podía permitir, quería que ellas sufriesen, quería escuchar sus gritos, mientras poco a poco se apagaban, hasta que dejarán de respirar.

Estimulado por el deseo de sangre, Ray se levantó de su cama, se vistió rápidamente (sin procurar que su ropa y aspecto esten presentables) y bajo hacía la sala del castillo, pasando por los jardines, hasta llegar a la oficina del pergaminero.

Ahí se encontró a Noah Miller. En el primer momento que lo vio el rey pensó: << ¿No es un trabajó demasiado difícil para un chico de su edad? >>, en su mayoría las personas que se ofrecían para este puesto eran eruditos y sabios de la tercera edad, quienes disfrutaban de la calma de ordenar los pergaminos, escribir cartas reales y del silencio en general, varios factores que pensarían que era aburrido para un niño, en ese momento consideró que talvez haya sido el aprendiz del verdadero pergaminero y se dedicaba a realizar tareas menores, como administración o encargarse de traer el té, por lo que dispuesto a preguntar el rey grito:

~ ¡Ey! Tu niño, ¿Cómo te llamas? ~ ante esto Noah fijo su mirada al ruido procedente de su espalda, un poco asustado, en ese momento se encontraba concentrado leyendo un pergamino muy interesante, por lo que no se percató del sonido de las pisadas del rey, intentando no hacer esperar más al mismo, este respondió:

~ Me llamo Noah... Noah Miller mi señor ~ lo dijo mientras hacia una reverencia, mostrando el mayor respeto posible.

~ ¿Miller?, eh, así que eres hijo de Kevin Miller, el noble, sino me equivoco ~ Noah alzo la mirada y asintió ante la pregunta.

~Así es señor, soy su hijo, a que... ~ antes de que Noah pudiese seguir el rey dijo rápidamente.

~ ¡Si!, ¡Si!, no me importa lo demás, quiero saber donde se encuentra el pergaminero encargado del puesto, se supone que debería estar presente todo momento en caso de una emergencia diplomática ~ Noah simplemente hizo una mueca, casi imperceptible.

~ De hecho, señor... yo soy el pergaminero a cargo ~ lo ultimo lo dijo casi a modo de susurro, por miedo a ser reprendido.

~ ¿Tú?, no me hagas reír muchacho, a menos que quieras ser condenado a muerte en la guillotina ~ Noah simplemente dio un pequeño chillido, mientras movía sus manos frenéticamente en forma de negación.

~ ¡No señor!, no quise ofenderlo, pero temo decirle que es verdad, recibí el puesto de pergaminero hace no mucho ~ el rey lo miro extrañado, para luego caminar rápidamente hacia él, cogerlo del cuello de la camisa y levantarlo hasta que el chico quedó a la altura de sus ojos.

~ Mira muchacho, me estás empezando a colmar la paciencia, sino me dices la verdad ahora mismo, te degollare personalmente aquí y ahora, asi que deja de jugar conmigo ~ Noah empezó a temblar mientras veía como el rey sacaba una pequeña navaja de su bolsillo y la colocaba en su cuello.

~ ¡LO JURO, SEÑOR! ¡LE JURO QUE ESTOY DICENDO LA VERDAD! ¡SI QUIERE REVISE LA FIRMA DE LOS ULTIMOS PERGAMINOS, SOLO EL PERGAMINERO OFICIAL DEL REINO TIENE ACCESO AL SELLO DEL REY! ~ Ray bajo bruscamente al chico y se dirigió a la mesa principal donde se escribían los pergaminos, fijandose que efectivamente se encontraba el sello oficial del reino, junto con una firma y una descripción, que ponía: Noah Miller, Pergaminero Oficial del Reino de Cainhurst.

Una vez comprobado, el rey se dirigió nuevamente al chico, quién aún seguía temblando, con algunas lagrimas en sus ojos, y lo levanto nuevamente hasta la altura de sus ojos.

~ ¡OK! En ese caso vas a escucharme bien, ¿oíste? ~ Noah solo asintió. ~ Dije... ¡QUE SI OÍSTE BIEN! ~ esta vez Noah dijo que sí, alto y claro.

~ Muy bien, entonces esto es lo que vas a hacer, vas a redactar una carta de extrema urgencia para mi esposa, actualmente se encuentra en el reino de Nedarra, por lo que, en la misma, describirás con sumo detalle como es que se la necesita urgentemente en el reino, por lo que un carruaje la recogerá hoy por la noche, sin rechistar, ¿Entendiste? ~ ante esto Noah dijo un fuerte << ¡Si su majestad!>>, para luego ser soltado nuevamente del agarre.

~ Excelente, un mensajero vendrá por el escrito en unos momentos, así que te recomiendo que comiences a escribir ya, de lo contrario no dudare en buscar a una persona más apta para el cargo y que siga con vida para entonces ~ Noah solamente asintió con la cabeza y se levantó rápidamente, para empezar a trabajar.

El plan del rey se iba llevar a cabo y por fin podría saciar su sed de venganza, pero nunca pensaría en las consecuencias que esto traería a futuro, no solo para él, sino para el reino por igual.

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Al cabo de un rato, Noah, logró acabar el escrito ordenado por rey. Él siempre ponía una especial atención a todos sus trabajos, cuidando que la letra esté perfecta y correctamente alineada, el lenguaje utilizado sea lo más formal y cordial posible y que la simetría del pergamino se cumpla en todo momento... pero cuando vio el pergamino que tenia en frente, simplemente se asqueo de su trabajo, parecía un trabajo hecho por un niño, con borrones y manchones en la mayor parte del pergamino, una caligrafía horrible que por poco se entendía, y una simetría inexistente, tanto en los bordes como en las filas.

Recordó como mientras hacia el encargo no paraba de temblar y lagrimear... nunca había sido una persona valiente ni mucho menos, y debido a su posición en la sociedad como noble nunca había estado en una pelea antes, por lo que, lo que paso hace un rato junto con el rey, lo dejo traumatizado, solo podía pensar en como el lo sujetaba del cuello, mientras su aliento se iba poco a poco debido a la presión, sin mencionar la afilada punta de ese cuchillo que brillaba a pocos centímetros de su garganta, amenazándo con matarlo.

Debido a esto estuvo en shock incluso después que este bajara el ya mencionado cuchillo, e incluso cuando este se fue, por lo que escucho las ordenes que este le había dado a medias... no sabía si había hecho bien su trabajo, pero ya no había nada que pudiese hacer ahora, no podía repetir el pergamino, por que de lo contrario moriría, no podía modificarlo por que ya no había espacio suficiente para aumentar algo o recursos para mejorar el aspecto. Solo esperaba que el pergamino termine siendo lo suficientemente útil como para salvar su cabeza.

Mientras Noah consideraba eso, escucho como de repente se abrió la puerta de su oficina, dejando ver a un chico escuálido, en ese momento supo que era el mensajero real, por lo que envolvió el pergamino, puso el sello y se lo entregó al muchacho, aun con las manos temblorosas, por fin su tortura había acabado, ahora solo tocaba esperar una respuesta del rey o de alguno de sus guardias.

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Tal como quería el rey, la carta llego a Nedarra antes del atardecer, por lo que el carruaje llegaría en la madrugada, de ese mismo día, la reina aun extrañada por la situación, supo que no había forma de oponerse a sus deberes, por lo que le encargo a su amante que termine de preparar todos los papeles necesarios para su divorcio en lo que iba y venía de su viaje. Se alistó como siempre, con varias joyas y vestidos de telas costosas, y preparó a su hija de igual forma, ellas siempre estaban presentables, al fin y al cabo, era la única forma en la que una mujer podía sobresalir en ese tiempo. Cuando por fin llego el carruaje, la reina y su hija se subieron al mismo y a paso lento fueron llevadas al castillo, donde debido a la hora las dos quedaron dormidas poco después de haber partido, al fin y al cabo era un viaje pacífico... o eso pensaban ellas.

A la mitad del camino el carruaje paro bruscamente, haciendo que tanto la reina como la princesa se despertarán, su madre le dijo a su hija, que no haga ruido y se quedara quieta, seguramente el conductor se había quedado dormido y se despertó de golpe, haciendo que el carruaje se detenga así o un árbol se había caído en el camino, producto de las fuertes lluvias, no obstante al poco después de haberse detenido, alguien disparó, matando al conductor, para luego escucharse como su cadáver caía al suelo, curiosamente el mismo no había muerto instantáneamente, por lo que un segundo disparo se escuchó.

Alarmadas las dos mujeres no sabían que hacer, no podían abrir la puerta porque entonces sus captores las verían y no podían quedarse en el carruaje de lo contrario las encontrarían fácilmente... estaban en una ratonera, no había oportunidad de escape, por lo que una vez se dieron cuenta de eso, fueron presa fácil del pánico, empezando a temblar y a llorar intensamente, aunque no hacían ruido, puesto que aún tenían la esperanza de salvarse a pesar de todo lo que habían oído.

De improvisto la puerta del carruaje se abrió de golpe, lo que simplemente ocasionó que tanto la princesa como la reina se asustarán aún más. Sin siquiera tener la oportunidad de forcejear un hombre alto y robusto, las sacó del carruaje a la fuerza, sujetando su fino y perfectamente peinado cabello provocando que este se arruine, para luego botarlas al camino de tierra, que curiosamente estaba enlodado, provocando que sus vestidos se mancharan... todo había quedado arruinado. Luego de que ocurriese esto se escucharon unos audibles aplausos, mientras alguien no muy lejos decía:

~ ¡Eso si que fue un espectáculo, ¿No es así familia? ~ cuando la reina volteo para ver hacia delante pudo reconocer la cara de su esposo, pero en está envés de ver una cara de preocupación o angustia, veía una cara de felicidad y regocijo, por lo que lo primero que se le paso por la cabeza fue preguntar.

~ ¿Ray?, Qu... ¿Qué significa todo esto? ~ ante esta pregunta el rey simplemente sonrió aún más, mientras se arrodillaba cerca de su esposa, quien se encontraba aún en el suelo.

~ ¿Esto querida? Es nuestro regalo de aniversario... ~ a continuación el rey empezó a reír a carcajadas, casi ahogándose por la potencia en cómo se reía.

~ Esto... esto es tu regalo de partida, ¡TANTO DE LA RATA REPUGNANTE QUE ERES TÚ, COMO EL DE TU ASQUEROSA HIJA! ¿CRESS QUE PODRÍAS DEJARME ASÍ POR QUE ASÍ?, pues no... ~ ante esta afirmación la hija del rey, pregunto: << ¿Mamá de que esta hablando padre? >>, la reina no supo que responder, por lo que no dijo nada, pero no fue necesario porque su padre respondió.

~ Estaba planeando dejarme, solo para casarse con el rey de Nedarra y dejarte bajo mi cuidado, para librarse de cualquier cargo o culpa... ~ la hija solo se limitó a ver a su madre con desprecio y asco al mismo tiempo, pensando en como la había podido traicionar así su propiamadre, pero en eso el rey dijo.

~ Suficiente... ¡Atenlas de manos y pies y llévenlas arrastrando hasta el punto que acordamos, no se olviden de amordazarlas, no quiero que nadie sepa que estamos aquí! ~ ante el mandato dado por su esposo, la reina solo pudo gritar << ¡NO! ¡POR...! >> antes de que pudiera terminar un guardia le había puesto un pañuelo en la boca, mientras la ataba, dejando un pequeño sobrante de cuerda en la parte de sus pies, misma que fue atada al carruaje. Cuando todo estuvo listo uno de los guardias grito << ¡Vamos! >> provocando que tanto la reina como la princesa sean arrastradas por el camino, quitándole poco a poco pedazos de piel, que dejaban al aire libre una carne roja... el sufrimiento solo iba a empeorar.

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¡Hola a todos aquí Andrew X! quiero que sepan que cada vez que vaya a introducir un personaje va a ver una historia de origen detrás del mismo, para entender un poco más la razón de su comportamiento o actitudes,  pero debido a que solo los personajes principales tienen historia de origen y solo son dos entonces solo va a ver una historia de origen más.

Con eso me despido adiós a todos, no se olviden de comentar, dar estrellita y si a alguien le gusta el libro compártanlo, ahora si me despido.