Parte 6
- Tulio se toma su tiempo. -Menciona Bodoque-
- Debe estar muy ocupado. -Responde Juanin-
Ambos (y Carola) han estado esperando a Tulio enfrente de las puertas desde la mañana, ahora está el sol en lo alto.
- ¿Le gustaría que le buscara un sombrero? -Pregunta Carola-
- Por favor. -La mujer obedece y va a la parte trasera del carruaje donde guardan las maletas.-
Hoy es el viaje para ir a las tierras del Reino Cómoda.
- Será mejor que vaya a buscar a Tulio. -Juanin apenas da un paso cuando la puerta se abre.-
Tulio aparece con la mirada baja y camina hacia ellos, Las dos Marquesas aparecen y se quedan esperando en la puerta.
Bodoque se encoge al verlas tan serias.
- Lo siento Bodoque. -Habla Tulio.- Pero este viaje lo hare yo solo... -Mira de reojo a su familia detrás de él-
El conejo no puede pensar en algo que decir, cuando Tulio lo levanta del suelo y lo sube a su hombro como costal de papas.
- ¡ARRANCA! ¡ARRANCA! -Jala a la sirvienta y arrastra ambos dentro del carruaje-
Juanin obedece, sube al asiento y le da la orden a los caballos de irse corriendo.
Solo se pueden escuchar los gritos de las Marquesas.
- ¿¡Que!? -Exclama Bodoque procesando lo que acaba de pasar-
- Ellas no me iban a dejar ir contigo. -Explica Tulio- Era inapropiado y podría dar malentendidos. -
Bodoque parpadea y luego estalla en risa.
- Oh Dios, seré castigado cuando vuelva. -Se lamenta Juanín en la parte de enfrente-
- Yo igual. -Dice Tulio-
Bodoque solo ríe.
Este viaje de diez días no estará tan mal.
Los aldeanos trabajando la tierra, las mujeres llevando el agua en cuencos de arcilla y cuidando a los niños que miraban curioso los nuevos visitantes.
Casas hechas con paja y el paisaje verde que los rodea es una vista magnífica.
- Que horrible. -Dice Tulio al bajar del carruaje y Bodoque lo manda a callar-
- Bienvenidos. -
Saluda el mago del reino junto con una de los habitantes del pueblo.
- Déjenme presentarme; Soy el Mago Calcetín con Rombos Man. -
Se escucha una música instrumental que sorprende a los viajeros.
- Los rumores son cierto. -Dice Juanin- Usted es el mago que maldijo su nombre para que siempre sonará esa música. -
- En realidad no es una maldición, es cierto que nunca podré quitarmela. -
Explica amablemente.
- Y es cierto que tambien, cuando me heche el hechizo a mis once años nunca pensé que sería permanente. -Sonríe- Pero ahora forma parte de mi. -
- Pues... Técnicamente no tienes otra opción. -Opina Tulio-
- Es un gusto conocerlo. -Saluda el conejo que mira enojado a Tulio-
- Pero por favor, permítanme presentarles a La Machi Fresia. -Presenta a la mujer junto a él- Chamana del pueblo. -
- Encantada. -
Saluda con fluidez en su idioma.
- Son bienvenidos a nuestro hogar. -Su rostro es frío y serio para lo que dice- Hemos preparado un Ruca para que se queden el tiempo que guste. -
Muestra uno de los hogares de paja.
- Que amable pero en realidad ya tenemos... -El conejo lo calla con un pisotón-
- Es un honor. -
Contesta Bodoque y da las respectivas presentaciones.
- Nos encantaría quedarnos con ustedes y convivir con los aldeanos. -
Está mirando a la Machi pero sus palabras van dirigidas a Tulio que se ve preocupado.
- Como agradecimiento a su buena voluntad con nosotros. -
Hace un asentimiento de cabeza a Juanín y a Carola.
- Y que nos permitieran unos minutos de su tiempo. -
Ambos sirvientes van a la parte trasera del carruaje.
- Le hemos traído regalos de agradecimiento. -
- Son muy amables. -Su cara sigue fría y sin expresión-
Ambos ayudantes bajan y traen cajas y cajas a La Machi que se van amontonando en sus pies.
- Gracias. -Agradece la mujer- No tenían que traer tantos regalos. -
- No es molestia señora, En realidad esto es lo menos que podemos hacer, darnos el permiso a entrar a su hogar debió causarles muchos problemas.
En verdad espero que los regalos sean de su agrado, investigue para que así fuera. -
Dice Bodoque con una sonrisa de esperanza y ilusion.
- ¿Investigar? -La mujer arquea una ceja y pone atención a los contenidos de la cajas que abren los sirvientes.-
- Así es. -Asiente el conejo orgulloso- Tengo entendido que su gente da más valor al beneficio a largo plazo y que pueda no solo ayudar a uno, sino a toda la comunidad. -
La mujer abre los ojos sorprendida.
- Granos, semillas, madera, herramientas de agricultura y también animales como vacas, ovejas, cabras, gallinas y caballos. -
Sonríe.
- Los animales no deben de tardar mucho, los compramos desde el Reino Cómoda, la cantidad era demasiado grande para nosotros, así que los encargados muy pronto los traerán aquí. -
Sonríe al ver que el rostro de la mujer a cambiado.
Tulio tiene la cabeza agachada y con una mano en su corazón, en verdad le dolió gastar tanto dinero, Juanín le da palmaditas de apoyo.
- Increible. -Murmura el mago con una sonrisa-
La Machi, mucho más abierta pero con cautela, los presentó a la aldea, al parecer tienen un pasado tormentoso con los forasteros pero aun así los recibieron con respeto, incluso se alegraron al conocer los obsequios.
El dia paso conociendo el pueblo, su historia, cultura y participando con ellos en sus actividades (Bodoque le ordenó a Tulio que hiciera lo que le pidieran).
- ¡Cuidado Tulio! -Exclama Juanin aterrado al ver que la filosa hoja de la hacha aterrizó muy cerca del pie de su señor-
- AAAh. -Tulio espantado da un grito- ¡Esto es imposible! -Lo pusieron a cortar madera junto a Juanin y no a podido darle al primer tronco-
Bodoque molesto se para del circulo de mujeres que cosía y fue a su ayuda.
- Será mejor que intercambiemos. -Le pasa el makuñ que estaba cosiendo- Si necesitas ayuda pideselo a Carola. -Lo empuja y toma el hacha para hacer el trabajo de Tulio-
Los habitantes lo miran con extrañeza pero muchos con humor, además Bodoque estaba haciendo un mejor trabajo y Tulio... el lo intentaba pero se chuzaba muchas veces.
Todo pasaba bajo la atenta mirada de la Chamana y el Mago.
En la noche la Machi dio el visto bueno al Calcetín que sonrío contento.
- Disculpen. -Interrumpe el mago en la comida-
Es muy mal visto interrumpir la hora de la comida pero viendo la cara verde de Tulio y las ganas de huir del conejo pensó que sería para ellos un alivio.
No puede culparlos, incluso para él, es muy difícil comer en el mismo plato que todos y sin cubiertos.
Ver donde colocan esas manos en todas partes y después en la comida no es agradable.
- Señores Bodoque y Triviño, la Machi quiero verlos en su Ruca. -
Le da una sonrisa de disculpa a Carola y Juanin, ellos tendrán que seguir comiendo.
- Por favor vengan conmigo. -Felices los guia hasta la entrada de la cabaña de paja.- Yo los espero aquí. -Va a custodiar la Ruca-
Tulio se ve nervioso, es obvio que no sabe cómo tratar esta gente, ni siquiera sabe si debería tocar primero antes de entrar, aunque la puerta es una tela gruesa.
Bodoque decide entrar primero.
La Machi Fresia los saluda e invita a sentarse en los tapetes, los dos forasteros obedecen en silencio.
La mujer les sirve un poco de Muday en unos vasos de cerámica y amablemente se los pasa a cada uno.
- Por favor digan lo que los trajo por estas tierras. -Hablo seria la Machi-
- Queremos hacer negocios con ustedes. -Fue directo Bodoque, se ve que esa mujer siempre va al grano y lo que los hizo pasar todo el dia, no fue una formalidad, si no una prueba de si son de fiar.-
Tulio se mantuvo al margen y solo bebía mientras veía todo.
- ¿Que clase de negocios? -Su cara es tan fría como el hielo-
= Sería una excelente jugadora de cartas. =
- Queremos formar una alianza comercial con ustedes. -
Aclara el conejo.
- Los materiales que ustedes hacen manualmente se están popularizando en los reinos vecinos. -
La mujer iba a decir algo pero el pelirrojo se adelante.
- Por supuesto no hablamos de sus Araucarias o mejor dicho pehuen, tenemos presente la gran importancia que tienen en su pueblo, tenemos entendido que fue un regalo de su dios para protegerlos y alimentarlos. -
La mujer lo mira sorprendida.
- No queremos beneficiarnos de la destrucción de su cultura, queremos encontrar un trato lo más justo posible entre ambas partes. -
- Conejo, no dejas de sorprenderme. -
Admite la mujer.
- Muchos de los forasteros que han venido a estas tierras han causado más daño que bien. -Explica.- Incluso con la buena voluntad de algunos, trayendonos regalos, han sembrado la discordia en este humilde pueblo, siendo insuficientes para toda la gente, la envidia y los celos crecen. -
Lo mira fijamente.
- Los líderes y yo, tuvimos que deshacernos de los regalos antes de que el pueblo se volviera débil por la desunión.
Tu conejo en cambio tuviste la cortesía de pensar en todos con tus regalos, incluso te diste el tiempo de conocer nuestra cultura y participar en ella. -
Aunque lo esté halagando su rostro volvió a ser frío.
- Pero no veo que nos puedas ofrecer en un trato como este. -
Tulio se sirve un segundo vaso.
= Aún no se ha negado a esta idea, espera que la convenza. =
= En mi otra vida, yo contribuí en la destrucción de tu gente. =
= Y cuando me di cuenta ya era tarde. =
= Esta vez remendaré mi error. =
- Tengo claro que el dinero no es de su interés y que sus tierras les da lo que necesitan para sobrevivir. -
Toma un pequeño sorbo.
- Pero hay una cosa que les falta y es seguridad. -
Sentencia, la mujer no muestra ninguna emoción.
- Su pueblo está protegido ante las invasiones de otros reinos por ser parte de las tierras del Reino Cómoda, pero eso no evita los cazadores furtivos y demás vándalos, sin olvidar a las tribus enemigas. -
Otro sorbo.
- Todos sabemos que el rey respeta su cultura pero no le agrada que no se consideren parte del reino y quieran vivir independientemente, que haya magos como Calcetín con Rombos Man -
Se escucha la música.
- Que los proteja es por caridad y sentido del deber que muy pocos tienen, después de todo necesitan comer, el rey solo financia la protección de la tierra de invasores pero no a la gente que no es de su reino. -
Declara.
- Queremos proponer un intercambio, mandaremos guardias a proteger las tierras y ustedes nos lo pagarán a través de las piezas artesanales que construyen, cerámica, telas, instrumentos y demás. -
Otro sorbo.
- Por supuesto también la exclusividad de que solo a nosotros nos lo venderá. -
Tulio se sirve un tercer vaso.
- Me gustaria saber donde conseguirás el dinero para cuidar estas extensas tierras. -
Los ojos de la Machi se desvían a Tulio que bebe como agua la bebida.
- Pero que el temido hijo de los ladrones de tierras este aquí contigo me da una idea. -
Puede verse claramente la decepción al ver que Tulio no los está escuchando.
- Quiero saber cual es el lugar que te corresponde junto a él. -
- Soy su cerebro. -
Contesta y la mujer le cree.
- Machi Fresia, está a todos su derecho de negarse o aceptar nuestra ayuda, le aseguro que cubrir esta área e soldados no es problema, ni tampoco una amenaza, nos iremos y dejaremos en paz a la tribu si no desea nuestra alianza. -
Se instala un silencio en la habitación.
Bodoque toma otro sorbo, la Machi se tomará todo el tiempo que quiera en pensarlo, pero es una mujer lista debe estar al tanto del creciente saqueo y lo popular que son sus pehuen para convertirse en muebles.
La decisión de este asunto ya está sellado desde el comienzo.
Tulio se va servir el cuarto vaso pero Bodoque lo detiene.
- Ya bebiste demasiado. -Sentencia molesto.-
- Bodoque... Encontré a tu gemelo perdido. -Está viendo doble-
- Señor Tulio. -Habla la Machi- El Muday es una bebida alcohólica. -
- . . . ¿Porque no me dijeron antes? -Pregunta aturdido y con cara soñolienta-
Quieran o no, eso relajó el ambiente aunque les moleste admitirlo.
- Mejor sigamos con lo nuestro.
Sera mejor tener un reporte que se estime el costo total por usar los recursos de esta tierra, Documentos que considera los presupuesto de la población, el consumo de materiales y estados financieros que incluyen el costo del procesamiento del material.
Somos trabajadores pero no quiero que afecte negativamente nuestras vidas por el exceso de trabajo, debe tener muy en claro eso. -
La mujer siguió hablando como toda una profesional de los negocios, Bodoque tuvo claro que esta mujer no tenía ni un pelo de tonta.
Ni el conejo tampoco.
La noche se la pasaron discutiendo y hablando de los pormenores de las negociaciones.
Tulio permaneció tranquilo porque se durmió, tiempo después la charla se detuvo al ver como Tulio despertaba tambaleante y se iba sin ninguna explicación, ya era demasiado tarde y fue la excusa perfecta para seguir mañana.
- Tengan piedad. -Ruega Tulio con dolor de cabeza a los niños en su espalda-
Por alguna razón los niños le gustan treparse a Tulio por lo alto que es y al ver lo inútil que es en las tareas de la aldea, lo mandaron a cuidar a los niños.
También es un leve castigo por orinarse en un pehuen anoche y también sacarlo de las negociaciones.
Al mediodía, la Machi y el conejo regresaron con los documentos del acuerdo comercial.
Como el contrato lo estipula, dejarán a cinco de sus soldados para que cuiden el pueblo mientras los aldeanos se preparan para el primer envió de materiales, desde ahí se enviará el resto de los soldados establecidos.
- Niños por favor necesitamos preparar el carruaje. -Súplica Juanin apoyado por Carola al ver a todos los niños jugando en el transporte-
- Me duele todo el cuerpo. -Se lamenta Tulio, es obvio que una vida en el campo no es lo suyo y solo duró un día y medio.-
- Deja de quejarte. -Le dice Bodoque que esta junto a el esperando que los sirvientes termine de empacar- Las experiencias que has aprendido aquí te servirán para fortalecerte. -
- Si tu lo dices Bodoque. -Se ve que no entendió nada- ¿Obtuviste algunos de esos árboles? Son muy populares ganarias muchos dinero. -
- Ufff -Solo con escucharlo se cansa- Te explicare cuando nos vayamos. -Tulio se sintio regañado-
- Bodoque. -Lo llama la Machi- Un placer conocerte. -Mira a Tulio- Y tu enverdad nos dejaste una huella en la memoria. -
- ¿Gracias? -Dice Tulio-
- Por todo el pueblo, agradezco su buena fe puesta en nosotros, no los decepcionaremos. -
Continua Fresia.
- Esperamos volver a verlos por estas tierras. -
Se inclina en una reverencia.
- Oramos por su saluda, felicidad y por qué su unión eche raíces. -Los dos extranjeros parpadean al escuchar lo último-
Cuando la información fue procesada en sus cerebros empezaron a negarlo de inmediato.
- Disculpenme. -Dice Fresia- Fue un malentendido no volverá a pasar. -Se disculpa humildemente- Rezaremos por que tengan un buen viaje. -
- Gracias. -Dicen ambos en automático y la Machi con su permiso se retira para hablar con el mago que los acompañara en el viaje-
- Debes estar feliz de irte. -Habla Bodoque ahora que están solos al recordar sus quejas de ayer-
- Si lo estoy. -
Admite sin pena.
- Pero debo decir que tal vez extrañe a los niños, solo un poco. -
El conejo lo ve con una ceja alzada, tal vez no es demasiado tarde para él.
- Me alegra irnos a la capital del Reino Cómoda, me gustaría tomar un descanso en una cama decente. -
Se lleva una mano atrás de la espalda.
- Me duele mucho la espal... -Siente algo peludo- ¡Araña! ¡Araña! ¡Araña!-Empieza a gritar y entrar en pánico- ¡Quitamela Bodoque! -Se da la vuelta, hay un pequeño niño colgado en su espalda que se aguanta en no reír a carcajadas-
Los aldeanos ríen al verlo y Bodoque baja al niño para conservar el orgullo de Tulio.
- Ya cálmate solo fue un niño. -Avisa el conejo y el niño se va corriendo-
- Disculpenme. -Habla Carola- El carruaje está listo, nos iremos cuando los señores deseen. -
Los aldeanos se despiden alegremente mientras el carruaje se aleja.
Juanin se ve feliz y tararea una canción mientras conduce.
Tulio aprovecho a dormir una siesta en los mullidos y finos cojines.
Calora por su parte sigue tan profesional como siempre pero tiene una sonrisa en sus labios.
- Es increíble lo que hicieron. -Dice el Mago que los acompaña- Pude ver una gran nobleza entre ustedes. -Bodoque sonríe-
= Tener al mago más grande del Reino Cómoda a mi favor es excelente. =
El conejo aprovechó la buena actitud del calcetín para charlar en todo el viaje y tener una relación más estrecha, el mago estuvo impresionado de poder hablar con el conejo tan fluidamente.
A diferencia del Reino Titirilquén, el Reino Cómoda tiene como ley el estudio para todas las clases, así que es normal para el amgo no tener charlas transcendentes con las Damas o Donceles de otros reinos.
Fue una agradable sorpresa tener temas diversos, discusiones y opiniones de politica y demas, con el conejo.
Incluso sintió lástima tener que detener la charla al llegar al reino.
Tulio no dudo tirarse al sofá del hotel de la habitación más cara que consiguió.
Juanin y Carola están ocupados en bajar las maletas.
- Mientras Tulio y yo vamos a informar los permisos de comercio. -Avisa el calcetín- Le pedí el favor a mi novia Rucia que te llevará a conocer la capital. -Informa al conejo-
- Suena maravilloso, se lo agradesco. -Dice el conejo-
= Si me gano el favor de la futura esposa del gran mago tendré un gran poder. =
- Espero no causar demasiados inconveniente. -Finge preocupación-
- ¡Para nada, a Rucia le encantará conocerte! -Anima con sinceridad- Ahora solo falta despertarlo. -Mira a Tulio dormir- Pero si quieres podemos esperar primero a Rucia. -
- Descuida, será mejor que se haga lo más rápido posible. -Camina hacia Tulio- Lo despertaré. -Empieza a mover sus hombros para despertarlo-
Tulio soñoliento abre con pesadez los ojos.
- Tulio despierta tienes que ir por los permisos. -Le dice cariñosamente-
Tulio se para asustado y todos lo voltean a verlo sorprendidos por esa reacción.
- Que actúes así de amable da más miedo Bodoque. -Contesta-
Los dos acompañantes y el mago se tapan la boca para no reír, todos se han dado cuenta, que el conejo tienen un fuerte carácter aun cuando actúe tan dulcemente, el calcetín solo puede pensar en que su novia y el conejo se llevarán de maravilla.
- Tulio. -
El conejo tiene una sonrisa forzada.
- Que te valla muy bien. -
El no puede ir porque no es legalmente la cabeza de este trató de comercio y por ser menor de edad.
- Se que traerás esos papeles de permiso. -El más alto entendió la advertencia de lo que pasara si no lo consigue-
Al final los tres caballeros se fueron en el carruaje y Bodoque solo tuvo que esperar unos tres minutos antes de que le avisaran de que una calcetin lo estaba esperando en el vestíbulo.
- Un gusto en conocerlos, soy Rucia. -Saluda amablemente-
- Igualmente. -Da una reverencia a la Baronesa- Soy Juan Carlos Bodoque pero mis amigos me llaman Bodoque. -Sonríe amablemente- Y ella es mi ayudante Carola-
La mujer mayor lo mira sorprendida nunca antes la han presentado, avergonzada se dio cuenta que se estaba tardando en saludar a la Baronesa que la miraba con una sonrisa.
- ¡Encantada de conocerla! -Tartamudea un poco y da una reverencia exagerada-
- ¡Un gusto! -Ríe la rubia, encantada de la amabilidad del conejo hacia sus criadas- ¿Que les gustaría visitar? El Reino Cómoda tiene excelentes restaurantes y Boutiques. -
- Los restaurantes suenan bien pero me gustaría más conocer sobre la historia del reino. -La joven mujer lo mira encantada.-
= Debe ser un tema muy interesante para también a la futura historiadora. =
- He leído muchos libros de la gran historia de este reino y me encantaría visitar los monumentos. -Continúa el conejo- Después podríamos detenernos a comer. -
- Suena maravilloso, yo te enseñare todo lo que quieras. -Dice encantada.-
Los tres se encaminan por toda la capital con el carruaje de la Baronesa.
- Este es La Catedral del Sol. -
Presenta Rucia.
- Sede episcopal de la diócesis del Sol, La jurisdicción de la diócesis comprende la mitad de la extensión de la actual provincia, siendo la otra mitad parte de la diócesis de la Luna. -
- También consagrada bajo la advocación de la Ninfa del Fuego, Aira, fiel sierva de Dios. -Comenta Bodoque- Es una de las grandes obras del estilo Ocit. -
La Baronesa le brillan los ojos.
- El Parque Dalia o popularmente conocido como el Parque de los amantes o de la Unión. -
Cuenta ilusionada.
- es un jardín histórico y parque público, es nuestra principal atracción turística, alberga numerosos conjuntos Arquitectónicos, escultóricos y paisajísticas, de los siglos de la fundación del reino. -
Cuenta con adoración.
- Pero en realidad, la razón porque el parque es tan popular es por sus Flores de Dalias y su historia. -
Sonríe orgullosa.
- El primer Rey, Octavio de la Cruz.
Fue un gran general que ayudó a construir este reino con otras nueve familias igual de importantes, cuando todo estaba listo, lo último que faltaba era el gobernante, increíblemente nadie podía decirse por los diez candidatos, cada uno tenía todo su derecho por la corona bien ganado. -
Cuenta maravillada.
- Así que se hizo una competencia de Estatus que mediría su potencial como rey y así escoger el mejor para el creciente reino. -
- Esa historia es conocida por todos los reinos. -
Bodoque sonríe.
- En verdad esperaba poder verlo ante mis ojos. -
Acaricia los pétalos de las Dalias, en realidad ya conocía este parque en su vida pasada.
- Es una historia maravillosa, mientras los demás participantes llenaban el reino de riquezas, ganaban popularidad o incrementan el poder del ejército.
Octavio en cambio buscaba comprometerse con una princesa, algo imposible, ¿Porque una princesa decidiría casarse con alguien que ni siquiera es un rey y sin títulos nobiliarios?
Era el menos popular entre los otro nueve candidatos. -
- Lo creían loco y solo lo veían gastando todo su dinero en transformar las única tierra que tenía en un parque en vez de algo más útil para el reino, aun asi lo que lo apoyaban no se fueron de su lado y lo ayudaron en la construcción. -
Continua Rucia.
- Nadie entendía porque hacia eso y que ganaría. -
Sonríe.
- Él constantemente manda cartas al otro lado del mar, pero jamás decían a quien se las mandaba.
Unos daban por perdido a Octavio, la competencia solo duraría seis meses y la magnitud de este parque tomaría mínimo tres años, aun así no se rindió.
Días, noches, lluvias o nublado, siguió construyendo sin detenerse, ignorando lo que se le decía. -
- Los magos admirados por la fuerza de voluntad de ese calcetín. -
Continua Bodoque con una sonrisa.
- Fueron y lo ayudaron sin hacer preguntas, ni pedir nada a cambio. -
La calcetina asiente emocionada.
- Logro terminarlo en un mes antes de que acabara la competencia, la gente quedó maravillada por tan hermoso lugar.
Pero aún seguía siendo el menos favorito para la corona, sería un perfecto monumento para la historia pero sus demás competidores tenían mucho más que ofrecer. -
- Tres días después llegó una forastera, una calcetina cubierta por una capa. -
Sigue emocionada la rubia.
- Fue la primera extranjera en visitar el parque y fue recorrida por el mismo Octavio que le juro que construyó este parque para ella. -
Sonríe tiernamente.
- Pero esto no es una historia de amor. -
- Le pidió un matrimonio político. -
Le sonríe el conejo.
- Le dijo claramente que no la amaba y que la razón por la que le pidió matrimonio fue por el interés de los beneficios que traen por ser la segunda princesa del reino al otro lado del mar. -
- Volverse aliado del reino, le daría un gran poder, no solo militar, si no también comercial.
El reino detrás del mar es dueño de los principales puertos y aliada de Titirilquen, que en esa época era una gran amenaza de invasión junto a Titirifken y Titiritalca. -
- Tener el favor del reino detrás del mar volvería automático aliado de Titirilquén y Titirilahue también aliado del reino detrás del mar, tener el apoyo de ambos reinos establecería al Reino Cómoda y a su rey como tal a los demás reinos, los cuales aún no lo consideraban como tal. -
- Aun cuando dijo esas frías palabras, le pidió disculpas por tan bruscas declaración, especialmente considerando los acontecimientos que le sucedieron recientemente. -
- Aun así, le prometió la vida que se merece, si acepta casarse con él, la respetara, la cuidara y si ella lo desea la amara. -
- Y construyó este parque como una promesa a su palabra y la muestra física de su sinceridad. -
La calcetina mira con admiración el paisaje que la rodea.
- La princesa se quedó por una semana y volvió a su reino, él entonces comenzó a plantar las flores de Dalia que solo florecen en la primavera pero que los magos lograron que permaneciera en todas las estaciones del año. -
- La flor que la princesa conocía en solo los libros y que compartía con su mismo nombre.
El lleno todo el parque de ellas y el día final donde se decidiría al rey a votación del pueblo, la princesa apareció dejando impactados a todos. -
- Muy impactados. -
Ríe la Baronesa.
- La princesa Dalia desafortunadamente sufrió un atentado a su vida, sobrevivió, pero las marcas de ese día quedaron marcadas en su tela de seda con costuras. -
Su sonrisa se borra.
- Su belleza se fue para siempre y no solo eso, ya no podía concebir, todos los presentes les quedó claro cómo pudo conseguir comprometerse con una princesa. -
- Lo de menos era su apariencia, pero no poder engendrar un heredero inevitablemente la había condenado a una vida de soledad, nadie entendía el gran esfuerzo que hizo Octavio por ella, con su condición, casarse con un general sería una bendición. -
El conejo sonríe.
- Pero Octavio tenía en claro que ella tenia mas potencial que criar hijos. -Rucia asiente emocionada-
- El ganador estaba más que claro y Octavio y Dalia fueron coronados como gobernantes. -
Recita la rubia.
- Dalia fue lo mejor que nos haya pasado, demostró ser más que los dotes de sus padres, años de sabiduría de gobernar estaban inculcados en ella. -
Dice orgullosa.
- La Reina Dalia dirigió el reino a su gloria y fue apoyada por el Rey Octavio en todo el proceso, sin ella, el reino no sería lo que es ahora. -
Dice orgullosa.
- Este parque es el origen de todo, le debemos por establecer las bases del reino, aquí mismo empezó la Competencia de los Herederos. -
- El Reino Cómoda siempre a sido cuna de los más sabios y eruditos, desde que el Rey Octavio organizó la primera Competencia de los Herederos entre las nueve familias fundadoras para escoger un sucesor, poner el estatus del saber mas aya de nacer en un hogar privilegiado a convertido este reino en una potencia. -
Su rostro se vuelve amargo.
- Ojala aprendieran los demás reinos que nacer en cuna de oro no es todo. -
La imagen de la princesa aparece en su mente.
Vuelve a la realidad al sentir un suave toque en su hombro.
- Debe ser muy duro para ti. -
La calcetina trata de apoyarlo, debió malentender la situación.
- No quiero parecer chismosa pero conozco los detalles. -Baja la mirada avergonzada- Pero eres un conejo admirable. -
Sus ojos muestran sinceridad.
- Se que podrás conseguir todo lo que quieras si te lo propones. -El conejo rie-
- ¿Incluso la corona? -
- ¡Si claro! -Ríe porque piensa que eso fue una broma y el conejo ríe también para seguir el juego-
- Sabes. -Cambia de tema el pelirrojo- Me gustaría ver la flor que plantaron Mi lady y su amado. -La Baronesa se sonroja-
Entre las parejas enamoradas se tiene la tradición de sembrar una flor de Dalia en el parque, ante la creencia que su amor será bendecido como lo fue el amor de los primeros reyes.
- Aún nosotros no hemos.... -Esta roja- Mejor vayamos a ver la torre de los magos y el jardín botánico que el Rey Octavio construyó como agradecimiento a los magos que lo ayudaron. -Cambia de tema-
El conejo solo sonríe encantado.
El sol se ocultó y la hora de la cena llegó.
- Espero que les gustes. -Dice Rucia- No es muy popular pero es acogedor y mi favorito. -Alaga el restaurante que les ofrece una mesa en el jardín iluminado con antorchas de fuego-
- Es muy lindo ciertamente. -
Le da la razón mientras el mesero amablemente les pasa las cartas y les da un momento para que lo lean tranquilamente.
- Fue maravilloso pasar el tiempo contigo, es una lastima que mañana deba irme, en verdad la pase muy bien este día. -
- Yo también Bodoque. -Contesta Rucia- Me gustaría seguir en contacto, ¿puedo enviarte una carta cuando vuelvas a casa? -
- Me encantaría, yo te enviare la primera carta cuando llegue. -Ambos sonríen-
El conejo debe admitir que se la pasó muy bien, es un buen cambio de los chismes de las abuelas.
El mesero vuelve y se va con una sonrisa y los pedidos.
- Bodoque no dudes en ir a pedirme ayuda si lo necesitas. -
- ¿Te preocupa algo? -
- Bueno... No quiero ser entrometida y se que las circunstancias son muy diferentes pero... -Duda- hace un año recibí el título de baronesa gracias al esfuerzo de mi familia en los negocios. -
Explica.
- Y aunque aquí se le considera el reino de las oportunidades, no fue fácil que me aceptaran, especialmente por gente malintencionada que esparcía rumores sobre mi y Calcetín con Rombos Man. -
Se escucha la música pero los dos lo ignoran, Rucia le está abriendo su corazón.
- Fueron momentos duros que gracias a la familia, amigo y mi amado logre superar y... No quiero ser impertinente pero me gustaría... -
= No pensé que sería tan fácil, al parecer el tema de la discriminación está muy profundo en ella. =
El conejo le sonríe.
- Yo también quiero ser tu amigo. -No podía perder esa oportunidad.-
La Baronesa sonríe encantada y el mesero llega con sus pedidos.
- Recordando la competencia. -Menciona el conejo mientras corta su carne- La competencia va estar muy reñida. -
- Ufff -La rubia se ve cansada- 767 participantes. -Específica- Cada año se debe alargar más la competencia para ir eliminando competidores. -
- Tal vez deban poner una restricción de cuantas concubinas debe tener una casa. -
Años después desde la primera competencia de herederos, la ley abolió el permiso de concubinas para los aristócratas, todo el mundo sabe que esa ley se permitió para poder tener más hijos y crecer las oportunidades de que uno de ellos sea elegido como rey.
- Oh acabar con esa ley. -No es de su agrado esa clase de costumbres, le parecen sumamente cruel e insultantes, especialmente el obsceno número que pueden tener en este reino-
- ¡Lo se! -Admite Rucia- Te confesare algo, tal vez me haga hipócrita pero debo admitir que jamás me importo eso hasta que me dieron el título de Baronesa, para mi era un tema tan común y lejos de mi familia... -Se explica- Que nunca lo tuve en cuenta. -
- Rucia... Acaso tu padre... -Insinúa con cuidado-
- ¡No! El jamas le aria eso a madre, es más bien las mujeres y Donceles que se le acercan que me molesta. -
= No se si eso sera verdad. =
= En mi vida pasado no le puse demasiado atención a eso. =
- Te creo. -
Apoya el conejo, pero tiene dudas, es muy normal en casos como el de la familia de Rucia, ser capaz de tener tantas concubinas que quiera es un símbolo de estatus, tener más de una mujer/doncel demuestra que tanto dinero tiene, es un sueño de muchos varones.
- No puedo imaginarme lo incómodo que debe ser algo así, recuerda, que si necesitas hablar no dude en escribirme. -
Ambos se sonríen, al ver que la calcetina no tiene nada más que decir continúa.
- Me gustaría saber tu opinión del mejor candidato para futuro rey. -Cambia de tema- Es una decisión importante. -La baronesa suspira-
- Es muy cierto. -Asiente con la cabeza- Normalmente los favoritos siempre son los hijos del rey. -
Aclara.
- Pero en mi opinión, es mejor mantenerse neutral y esperar que la competencia comience. -
Bebe un sorbo de vino blanco.
- Entre tu y yo, admito que tengo cierta predilección por el primogénito del Conde Sandoval, es todo un prodigio. -Alaba-
- ¿De verdad? -Finge ignorancia- Yo guardo cierto interés por el doceavo hijo del Duque Aguilera. -
La rubia baja el tenedor sorprendida al escucharlo.
- Nino Aguilera. -Afirma asombrada- Pero a él... -Trata de ser amable- No le a ido bien últimamente. -
- Si. -
Los aristócratas son como las celebridades del reino, todos quieren saber qué sucede con ellos y Nino no es la excepción.
- El pobre ha estado rodeado de tragedia. -}
Su madre falleció, fue envenenado de niño y ahora es físicamente enfermo, su prometida rompió el compromiso y es el menos favorito de su familia.
- Pero que no nos enseñó el Rey Octavio y la Reina Dalia que hay más que ofrece y que en la dificultad no significa el fin. -Recita-
- Es cierto. -Asiente la calceta- Aunque... ¿No te parece un poco sacado de la manga? -Trata de hacerse entender- Nino a pasado sin pena ni gloria. -
- Igual que lo hizo Octavio. -
Sonríe.
- Creo que solo estoy dejando que mis emociones me influencien. -Se excusa- Me gusta pensar que alguien que llegó a este mundo con todo en contra pueda llegar a la cima por el esfuerzo y trabajo duro. -
Rusia se conmueve al escucharlo.
Bodoque recuerda de nuevo su vida pasada, estuvo muy cerca de ser descubierto, por un largo tiempo esquivo esa espada utilizando excusas de su joven edad, personalidad rebelde, atractivo y otras cosas más, aun así con el tiempo la gente de su alrededor se aburría de el o empezaban a sospechar, y antes de que fuera demasiado tarde, se dio cuenta que debía aprender más sobre el mundo y no fingir ser aristócrata.
Debía convertirse en uno.
Ahí encontró la pasión de aprender, se había enfrascado tanto en la banalidad que olvidó que esa clase de cosas, se olvidaban en un parpadeo, en cambio el saber se atesora para siempre.
La cena fue agradable entre charlas y risas, Rucia a la hora de irse de nuevo al hotel le confeso que tenia ganas de llevárselo a su casa y no dejarlo ir.
Bodoque entonces la invito a pasar a esperar a los caballeros, ambos se sorprendieron a encontrarlos tirados en el sofá como si les hubieran chupado la vida.
- ¿Tan terrible fue la reunión? -Preguntó el conejo mientras le entrega su abrigo a Carola-
- No, todo iba normal. -Contesta Tulio- Hasta que en la salida unos asaltantes nos atraparon mientras el mago estaba en el baño. -
- ¡¡¡QUE!!! -Exclama-
Carola deja caer los abrigos al suelo y Rucia corre con su amado para ver si no esta herido.
- Estamos bien. -Contesta de inmediato Juanin- El Gran Mago nos salvó con un gran discurso. -El conejo lo ve confundido-
- ¿Discurso? -Pregunta sin entender-
- Discursos para cada uno que duró todo el dia. -
Afirma Tulio.
- Logró que los delincuentes se arrepintieran y fueron hacer trabajo social para pagar su condena. -
Todos saben que los magos tienen el don del habla pero esto ya es absurdo.
- Ya entiendo porque este Reino también le llaman el Reino de la Fantasía. -Declara-
- Oh Tulio. -
Habla el mago.
- Le llamas fantasía a lo que no puedes entender pero que en realidad es tan cierto, no se necesita apuntar con una espada para que la gente se de cuenta de sus errores. -
Su amada sonríe orgullosa.
- Saber como comunicarte y expresarte, han salvado vidas en toda la historia. -
Rucia se disculpó con Bodoque por no poder quedarse pero tenía que llevar a su amado a descansar, el mago obviamente dijo que no se preocupara pero ella se negó aludiendo que lo conoce bien y de seguro ira a trabajar en vez de descansar.
Todos se despidieron agradeciéndoles su tiempo.
Ahora Bodoque se encuentra en la bañera, Carola agrego cáscaras de pomelo molido al agua, también agrego un poco de extracto de flor de cerezo y aceite de higuera para suavizar su pelaje, comenzó a masajear silenciosamente los hombros del conejo, antes de que cayera dormido en el agua, la mujer mayor le avisó de que era hora de salir antes de que el agua se enfriará.
Diligentemente trajo enormes toallas para secar a Bodoque. Luego, Carola le dio el camisón de lino y lo ayudó a ponerse una bata de algodón.
- ¿Preparo la cama Señor? -Pregunta-
- No gracias, me gustaría leer un poco antes de dormir. -Al ver que la mujer lo iba a seguir se detuvo- No necesito que me sigas atendiendo Carola, ve a descansar, hoy fue un largo día. -
- Esta sirvienta no puede hacer eso. -Se retuerza las manos-
- Tranquila, ve a dormir, esa cama esta esperándote. -
Es mucho más tentador de lo que suena.
Bodoque le pidió a Tulio en la recepción que el cuarto tuviera cuatro habitaciones, para que Juanin y Carola descansaran bien junto con ellos por su fiel servicio, y no los enviara con los demás (Soldados que los acompañan) a las habitaciones de los criados.
- Yo te llamaré si necesito ayuda. -
Por supuesto que lo hizo enfrente de todos los siervos de Tulio, quería que lo escucharan, que vieran lo bondadoso que es con las personas que tienen su agrado, que deseen también tener el favor del conejo, que vean lo generoso y amable que es con las personas leales.
Que vayan también a buscarlo creyendo que les dará recompensas como a Carola.
- Esta bien pero por favor no dude en pedir mi ayuda si lo necesita. -
Dice conmovida, cada vez más está rompiendo ese muro que los separaba.
- Me despido mi señor y que descanse. -Se va del cuarto de baño-
Bodoque sale después de un momento a la sala que conecta las habitaciones, la chimenea sigue prendida e iluminando el cuarto, Tulio también sigue despierto, no se a dado cuenta de su presencia por estar concentrado en construir un rompecabezas, no quería interrumpirlo, sólo tomaría un libro y lo leería cerca del fuego.
Se detiene en seco al verlo sacar un martillo y golpear las fichas en la superficie de caoba de la mesa para que encajaran.
- Me encantan los puzles. -Dice entre risas-
- Santo cielo. -No pudo evitarlo-
- Hola Bodoque. -Saluda al verlo ahí parado- ¿Quieres jugar conmigo? -Lo invita alegre-
- Paso. -Rechaza de inmediato- Voy a tomar un poco de vino. -
Después de ver eso en verdad que lo necesita.
- ¿Quieres una copa? -Ofrece mientras toma una botella del gabinete- Oh no disculpa. -Abre el corcho- Olvide que eres débil al alcohol. -
- No soy débil al alcohol. -Se defiende- Solo me lo temo muy rápido, dame una copa, me ayuda en el juego. -
- Alcohol y rompecabezas. -
Saca dos copas.
- Pero qué buena combinación. -
Le entrega una copa y se sienta junto con él en la mesa.
- Solo beberemos una copa. -No lo quiere ebrio de nuevo-
Ya van en la tercera botella.
- Entonces voy y le gritó ¡Te amo! a la cara. -
Dice entre risas Tulio.
- Cuando me doy cuenta que es su hermana gemela. -
Ambos estallan de risa sin importarles que podrían despertar a los demás.
- Me disculpe pero aun así me dio la bofetada y cuando le pregunte donde estaba su hermana me abofeteó de nuevo. -
El conejo casi se ahoga con el vino por la risa.
- Al final también ella me abofeteó. -Ríe y se sirve un poco más de vino-
- ¡A ver yo tengo algo mejor! -Demasiado vino hizo que se le aflojaran las lenguas-
No saben cómo terminaron en una clase de concurso de ver quien hizo la cosa más embarazosa.
A la mañana siguiente todos se fueron en el carruaje en un profundo silencio, una trato sin palabras entre ambos de no decir nada de lo que dijeron anoche, Juanin y Carola sabiamente no dijeron nada y les prepararon un café con olor a frutas y almendras para que se despejen.
El viaje fue tranquilo hasta que llegaron a la mansión y Tulio se enfrentó a su familia que lo esperaban, Bodoque huyó de ahí lo más rápido posible.
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