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Tarea

Era sábado por la mañana, normalmente seguiría en cama a esta hora, sin embargo, estaba esperando a todos afuera de la preparatoria, pues teníamos una tarea de investigación en grupo, y ahí era donde habíamos acordado reunirnos. En mi mochila llevaba algunos sándwiches, la videocámara con la que estaría grabando, un par de linternas y algunas baterías extra.

—Hola Sam —Me saludo Sara.

—Hola —Respondí al verla— ¿No se supone que vendrían temprano? —Murmure.

Al parecer no escucho lo que le pregunte, ya que se acercó y me dio un beso en la mejilla, al igual que siempre, esa típica forma de saludar. Siempre me ha parecido un poco divertido ver cómo tiene que ponerse de puntillas para alcanzar a las personas; no me malinterpreten; es que ella es muy bajita.

—¿Llevas mucho esperando? —Me pregunto.

—No… No mucho —Le respondí— Solo una hora —Dije entre dientes.

—Qué bueno —Dijo sonriente— ¿Has visto a alguien más?

—No —Respondí— A nadie, solo a ti.

—¿No has intentado llamarles? —Pregunto mirándome.

—No puedo —Le respondí— Mi celular se descompuso...

—Cierto… —Respondió sin ganas— Lo siento, yo los llamare.

Por un momento rebusco entre las cosas de su mochila, cuando encontró su celular, me sonrió y haciendo un gesto se alejó para hablar por teléfono, por lo menos se alejó suficiente para que yo no escuchara, no supe con quién hablo, pero no tardó mucho en volver sonriendo.

—Al parecer ya no tardan en llegar —Declaro triunfante— ¿Me acompañas a la tienda?

—Está bien, vamos —Respondí— También quiero comprar algo.

Fuimos a una tienda cercana a la escuela, Sara compro tres botellas de agua mientras que yo me prepare una sopa instantánea y compre un refresco, cuando salimos Claudia y Daniel ya se encontraban fuera de la tienda, esperándonos.

—¡Hola Clau! —Se emocionó Sara al verlos— ¡Dani!

—Hola —Le respondió Daniel.

—¡Hola Sara! —Respondió Claudia abrazándola— Hola Sam —Dijo al verme.

—Qué bueno que llegaron —Dije bromeando— Llevábamos una hora esperando.

Sara me dio un golpe en las costillas y luego todos empezaron a reírse; Bueno… yo realmente llevaba una hora esperándolos; Sara amablemente les ofreció de las botellas de agua que había comprado, en cuanto a mí solo les ofrecí refresco, la sopa era solo mía.

—Solo falta Jordán —Dijo Claudia molesta— ¡Siempre llega tarde!

—Todos llegaron tarde —Dije entre dientes.

—¿Dijiste algo Sam? —Pregunto Claudia.

—No —Respondí enseguida— No dije nada…

Luego de que terminara mi refresco y la sopa que había comprado llego corriendo Jordán, todos nos habíamos sentado a esperarlo bajo la sombra de un árbol, Claudia y Sara parecían muy enojadas con él, pero aun así dejaron que él se explicara, luego de eso ellas al parecer aceptaron la excusa de ayudar a su abuela, aceptaron su retraso y lo saludaron normalmente.

—Bueno —Dijo Jordán— Es hora de que vayamos a grabar el video.

—Si —Respondió Daniel— Ya es bastante tarde.

Finalmente, todos nos dirigimos a la vieja escuela de artes que se encontraba cerca, algunos alumnos aún se veían entrando y saliendo. Antes de llegar a la entrada principal Jordán se volteo para hablarnos.

—Esperen aquí —Dijo tranquilo— Hablare con el guardia para que nos deje pasar.

Claudia y Sara se quedaron calladas, mientras yo y Daniel solo asentimos, entonces Jordán se dirigió solo a la entrada de la escuela, luego de unos minutos hablando con el guardia, nos hizo una señal y todos nos acercamos, el guardia nos saludó y nos dejó pasar sin preguntarnos nada. Siempre he querido saber cómo es que Jordán logra hacer esas cosas.

—Vamos —Dijo Jordán entusiasmado— Por acá esta la entrada a los túneles.

Luego de caminar por un largo pasillo decorado con columnas de roca llegamos a una parte que parecía más antigua que el resto del lugar, las puertas parecían ser de una madera muy vieja, algunas incluso eran puertas dobles que aparentaban ser muy pesadas, me parecía un muy buen lugar para grabar.

—Ya llegamos —Dijo Jordán señalando una vieja puerta doble— Esta es la entrada al sótano de la escuela, adentro esta la verdadera entrada a los túneles.

Claudia y Sara miraban con asombro la enorme puerta de madera, Daniel al igual que ellas parecía bastante sorprendido, Jordán solo sonreía triunfante.

—Deberíamos grabar aquí —Dije mirando a los demás— Es un buen fondo y hay buena luz, es perfecto para la presentación del equipo.

—Tienes razón Sam —Me respondió Claudia— Sara, tu serás quien presente al grupo.

Sara asintió, todos pusieron sus mochilas en una parte donde no se vieran y luego se pusieron de pie frente a la puerta, luego de unas cuantas indicaciones empecé a grabar.

—Buenos días, mi nombre es Sara y soy la representante del primer grupo, estos son mis compañeros, Jordán, Claudia, Daniel —Dijo señalando a cada uno— Y Sam, quien estará grabando nuestra presentación, la cual trata de los antiguos túneles creados en la revolución para repartir suministros, en estos momentos nos encontramos frente a la entrada a estos túneles.

Con una seña les indique que todo había salido bien y deje de grabar, los demás sonrieron mientras volvían a tomar sus cosas discutieron un poco de donde seguiríamos grabando.

—Ya que estamos aquí ¿Por qué no entramos a grabar en los túneles? —Propuso Jordán entusiasmado.

—¿No está prohibido? —Pregunto Sara preocupada.

—Nadie lo sabrá —Insistió Jordán— Vamos, será genial incluirlo en el video.

—Realmente sería interesante agregar unas cuantas tomas —Hable.

De un momento a otro, todos se giraron para mirarme, Sara parecía asustada, Claudia algo insegura, en cuanto a Daniel parecía darle lo mismo y Jordán estaba entusiasmado por lo que dije.

—¿Nadie leyó la leyenda que les envié? —Reclamo Sara asustada— Se supone que nadie sale cuando entra ahí.

—Solo son historias —Le respondió Jordán— Obviamente hay una salida, los usaban para entregar provisiones —Dijo riendo.

Sara estaba asustada, Claudia miro por unos momentos a Daniel, quien ahora parecía más entusiasmado, entonces se volvió para ver a Sara, que seguía indecisa acerca de acompañarnos.

—¿Vamos? —Le pregunto.

—Está bien —Respondió resignada.

Cuando Sara acepto Jordán se acercó a las puertas, y de un empujón las abrió de par en par; Realmente no pensé que estarían abiertas; Sara entro tomando a Claudia de la mano, en cuanto al resto solo entramos caminando y cerramos las puertas detrás de nosotros. Pronto Jordán encontró un viejo apagador, al presionarlo las luces parpadearon por un rato antes de lograr encenderse, frente a nosotros había unos cuantos escalones de piedra, las paredes estaban húmedas y mohosas, todo apestaba a viejo y humedad.

—Parece que no vienen a limpiar muy seguido —Bromeo Jordán.

Claudia paso junto a él, dándole un codazo cerca de las costillas, mientras ellos se organizaban yo saqué la cámara y empecé a hacer algunas tomas, de las cajas viejas y algunos objetos antiguos cubiertos por el polvo.

—Sam —Me llamó Daniel— Encontramos las escaleras para bajar a los túneles.

—Ya voy —Respondí.

En cuanto me acerque Jordán y Daniel estaban intentando mover un estante de madera que parecía bastante viejo, cuando lograron quitarlo pudimos ver claramente unas viejas escaleras de tierra que desaparecían entre las sombras, enseguida todos sacaron linternas de sus mochilas, así que abrí mi mochila y saque las que había estado cargando; ahora comprendo por qué Jordán nos pidió traer linternas, seguro que planeo esto de entrar a los túneles desde antes; Le pase una linterna a Claudia; que al parecer olvido traer una linterna.

—¿En serio vamos a bajar? —Pregunto Sara temerosa.

—Todo estará bien —Le dijo Claudia dándole unas palmadas en la espalda— No te preocupes.

—Creo que contar aquí la leyenda que Sara encontró le dará un toque extra de misterio —Dije.

Sara parecía agradecida de aun no tener que bajar, Jordán parecía considerar lo que dije por un momento.

—¿Quién contara la leyenda? —Pregunto.

—No lo sé… —Respondí— ¿Qué tal si la cuentas tú?

—Creo que es una buena idea que la cuente Jordán —Dijo Claudia.

—Está bien —Respondió Jordán— La contare yo.

Jordán se puso de pie, dándole la espalda al viejo arco de piedra que anunciaba la entrada a los túneles, el lugar apestaba a humedad, goteaba agua de algunas partes del techo, y en algunas partes había crecido moho por la pared, había algo de eco, pero era perfecto para un efecto tétrico, apuntaron a Jordán con las lámparas y empezamos a grabar la leyenda de la criatura inmortal.

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