Sara
Mientras seguía a Claudia me sentía más y más asustada, entonces por error patee un escombro y el ruido resonó por todas partes, Claudia y yo no nos movimos, pero el ruido no se detenía, al contrario, se escuchaban pasos cada vez más rápidos.
— ¡Algo se acerca! —Grito Sam— ¡Muévanse!
Jordán y Daniel salieron corriendo primero, entonces al escuchar un horrible rugido no pude pensar en nada más que correr, sin darme cuenta solté la mano de Claudia y salí corriendo hasta llegar a otra intersección de caminos, entonces cuando escuché pasos por todos lados me fui sin pensar a la izquierda, las piernas me temblaban y apenas podía respirar, sabia que las lágrimas se escurrían de mis ojos y sentía la vista borrosa, igualmente todo estaba demasiado oscuro para ver algo.
Escuché de nuevo los pasos y sin saber que más hacer puse la mano sobre la pared y seguí caminando por el pasillo, pegada lo más posible a la pared, en silencio, después de un tiempo dejé de escuchar el ruido de pasos, me aparte de la pared y seguí caminando arrastrando mis pies, esperando encontrar a los demás y no algo más.
De repente tropecé con algo que había en el suelo y volví a caer al piso, el golpe resono en mis oídos, me raspé la rodilla y las manos al sostenerme, sentía que se me cerraba la garganta y no podía respirar, intentaba gritar desesperadamente pero no podía articular un palabra, apenas podía respirar así que me senté un momento, buscando la pared mientras lloraba apoyando toda mi espalda para calmarme mientras me encajaba las uñas en los brazos, «Controlate... controlate» era todo lo que podía pensar, no había forma de hablar con nadie, no tenía idea de donde estaban y ni siquiera sabía si regresar era seguro o como regresar… intentaba desesperadamente recordar el camino pero solo salí corriendo… no tenía idea de que hacer.
Empecé a tocar el piso con desesperación buscando cualquier cosa, y me di cuenta de que no había pisado una piedra, en el camino había un cofre de madera mediano y algo pesado que agarre y lo mantuve apretado sobre mi pecho no se por cuanto tiempo hasta que logre calmarme, entonces decidí seguir andando de rodillas cerca de la pared, arrastrando el cofre, así tarde o temprano me encontraría con alguien o una salida.
Al seguir andando me di cuenta que el camino que había elegido ya solo giraba hacía la izquierda, había perdido la noción del tiempo que estuve andando y solo seguí adelante, en ocasiones me sentía mareada y me sentaba un momento, entonces llegué al final del camino, no había más desviaciones ni a donde ir, solo era un túnel cerrado, la ansiedad volvió y apenas pude controlarla.
Por más que quisiera no podía solo esconderme ahí a llorar, entonces me tranquilicé, ya no escuchaba a nadie, nada fuera de mi respiración y mis pasos, fue entonces cuando recordé que llevaba una mochila, podría usar una libreta para marcar el camino, así que me levanté y empecé a cortar hojas en pedazos para dejar un rastro, ya podía distinguir al menos las paredes en la oscuridad. Había unas piedras que sobre salían y podía sentir una que tenía un extraño símbolo tallado en ella; Talvez sería un mapa en relieve tallado en la pared, pensé; así que use mi libreta y un lápiz para calcarlo en una hoja.
Cuando termine de calcarlo guarde el cofre en mi mochila y me levante, entonces la mochila golpeo la pared, la roca crujió y el piso se empezó a mover y grite cuando me resbale, todo se puso negro de repente.
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