Todos iluminaron a Jordán con sus lámparas, le hice una señal y comenzamos a grabar.

—Hola, me presentare de nuevo, mi nombre es Jordán —Hablo tranquilamente— Y soy parte del primer equipo, yo les contare la leyenda que encontramos investigando estos túneles —Dijo parándose recto y con una mirada seria— La leyenda del vigilante inmortal que ronda estos túneles... cuentan que esta horrible criatura es un demonio invocado por sectas para vigilar los tesoros escondidos en estos túneles, otros dicen que fue un sacerdote al que maldijeron y lo mantienen vivo con sacrificios —Miro hacia la entrada y luego volvió a mirar la cámara— Cuentan que esta criatura es enorme, horrible y posee una gran fuerza, además aseguran que acabara con cualquiera que se aventure a entrar a los túneles... para proteger sus secretos...

Termino señalando la entrada, hice una señal y terminé de grabar, todos volvieron sus linternas y se miraron unos a otros.

— ¡Eso quedo increíble! —Dijo Claudia entusiasmada— Sentí escalofríos solo de escucharte.

—Quedo muy bien —Dijo Daniel sonriendo.

—Gracias —Respondió Jordán orgulloso— Espero que todos en clase se asusten.

—Bueno, ya podemos entrar —Dije— Sí quieren...

—Yo ahora tengo más miedo... —Dijo Sara en voz baja

—No te preocupes —Dijo Claudia abrazándola— es solo una historia

Mientras la abrazaba le hizo un gesto a Jordán para que trajera sus cosas, Jordán se acomodó frente a la entrada y recorrió con la luz de su linterna el marco, solo entonces me di cuenta de que había algo escrito; pero no podía entenderlo; Daniel y Jordán fueron los primeros en entrar, después las siguieron Claudia llevando a Sara de la mano y yo camine detrás de ellas, bajamos por un angosto pasillo en el que apenas había espació para dos personas, las paredes se sentían húmedas y parecía haber moho en algunas zonas, de vez en cuando podía sentir piedras en el suelo y las escaleras resquebrajadas.

—Seguiremos bajando por otra escalera —Dijo Daniel de repente— tengan cuidado

El eco resonó llevándose sus palabras, entonces llegamos a lo que parecía ser una escalera de caracol, luego de bajar lo que parecía una eternidad alcanzamos a los demás en una habitación.

—No se separen —Dijo Jordán— ya estamos dentro de los túneles... eso creo...

—Eso parece —Respondió Daniel— pero nuestras linternas no alcanzan para iluminar el muro...

— ¿Estaremos perdidos? —Pregunto Sara

—Claro que no —Respondió Jordán- apenas bajamos unos escalones...

El ambiente era tenso, Sara y Claudia parecían asustadas, no había más luz que las linternas, pero no parecía suficiente, apenas podía sentir el aire y la humedad mantenía el lugar fresco, nuestros pasos hacían eco resonando por todos lados.

—Sam ¿Puedes venir? —Dijo Jordán.

Por un momento me congelé, luego me acerqué a él para ver que quería, entonces rebusco en su mochila y me pasó un rollo de cinta plateada.

—Ve poniéndolo mientras avanzamos —Dijo— nos ayudara a volver.

—Claro —Respondí— ¿entonces vamos a seguir...?

El asintió y llamó a los demás, seguiríamos el orden en el que entramos, primero caminamos derecho siguiendo los pasos unos de otros, mientras avanzamos el caminó se volvió más estrecho, hasta ser el ancho de una puerta, entonces unos metros más adelante el camino se dividía en dos.

— ¿Por dónde vamos? —Pregunto Daniel

Sara miro a ambos lados y luego miro a Claudia, podía ver que sus manos temblaban.

— ¿Y si mejor nos va... —Dijo Sara en voz baja

— ¿Y si nos separamos? —Interrumpió Jordán

Todos guardaron silencio ante la repentina pregunta, entonces algo llamó mi atención y me giré dándoles la espalda, intenté grabar algo detrás de nosotros, se sentía como alguien nos observaba, no podía ver nada entre la oscuridad y tampoco conseguía grabarlo con la cámara, entonces alguien me agarro del hombro.

— ¿Entonces con quien iras? —Pregunto Daniel

— ¿Ir...?

— Pon atención —Dijo Jordán— vamos a separarnos ¿Con quién vas?

— No creo que sea buena idea separarnos —Respondí

— Así cubriremos más terreno —Dijo Daniel— y terminamos antes, solo volveremos aquí

— ¡No nos vamos a separar! —Grite

Entonces todos se quedaron callados; no podía decirles lo que sentí... puede ser que realmente no fuera nada y solo se me pegara el miedo de Sara; hasta que Daniel y Jordán se miraron entre ellos.

—Está bien —Dijo Jordán— no nos vamos a separar... vamos a la derecha

Entonces conforme fueron caminando, volví a voltear hacia atrás, donde había estado intentando grabar, y por un momento suspiré de alivio al no sentí nada, solo el vacío, pero al darme la vuelta para seguir a los demás esa presencia estaba de nuevo ahí, lo sentía sobre mis hombros, su mirada clavándose como estaca y esa monstruosa presencia, que me ponía la piel de gallina y no podía moverme, entonces volvió a desaparecer y me apresure a seguir a los demás, ninguno además de Sara parecía preocupado; seguramente no se dieron cuenta de aquella presencia, pensé decirles... pero solo asustaría más a Sara.

Por un tiempo seguimos avanzando por el pasillo, no había cambios, salvo pedazos de madera tirados en el piso y de vez en cuando escombros de algún ladrillo que se estaba resquebrajando, hasta que llegamos a otra división de caminos, esta vez había tres direcciones para seguir.

— ¿Seguimos a la derecha? —Pregunto Claudia

Jordán y Daniel se miraron entre sí, intentaron iluminar los pasillos con las linternas, pero no parecía iluminar mucho.

—Pues sigamos a la derecha —Dijo Jordán

Entonces cuando di la vuelta siguiéndolos lo sentí, ahí estaba de nuevo esa asquerosa presencia que me ponía la piel de gallina.

— ¡Vamos a la izquierda! —Dije sin pensar

— ¿Por qué dices eso de repente? —Pregunto Daniel

—Porque... si seguimos a la derecha solo andaremos en círculos —Respondí— y quieren ver más cosas...

—Tienes razón... —Dijo Jordán— vamos a la izquierda

Todos parecieron algo confundidos, pero empezaron a dar la vuelta y caminar por donde les había sugerido, y al mismo tiempo, detrás de nosotros sentía la presencia de esa cosa merodeando, siguiendo nuestros pasos, mientras más nos adentrábamos el eco del lugar se hacía cada vez más evidente. Repentinamente la presencia de esa cosa desapareció y seguí los pasos silenciosos de los demás, entonces un escalofrío recorrió mi espalda al mismo tiempo que escuchaba un estruendo áspero que parecía venir de todos lados a causa del eco, Sara parecía un fantasma de lo pálida que estaba, Claudia, Daniel y Jordán, todos se quedaron paralizados.

— ¿Qué... fue eso? —Pregunto Claudia con voz temblorosa

—No lo sé... —Respondí en voz baja— ¿Alguien identifico de dónde vino?

Todos negaron con la cabeza y solo me quedaba una idea en mente; debió ser esa cosa... algo hizo; no podíamos volver, habría que encontrar otra salida.

—Sigamos caminando —Susurre

—Solo fue alguna roca o un derrumbe —Dijo Jordán

Podía notar el nerviosismo en su voz, pero siguieron avanzando, ahora mucho más despacio que antes, apuntando las lámparas al piso, y solo de vez en cuando la levantaban hacía el frente para ver el camino, Daniel señalaba escombros y huecos en el piso para que no tropezaran, la tensión era cada vez más, entonces mientras avanzábamos Sara pateo un escombro por accidente y el eco resonó por todas partes, nadie dio ni un paso si quiera, pero el ruido no se detenía, se escuchaban pasos cada vez más rápidos y pesados.

— ¡Algo se acerca! ¡Muévanse!

Jordán y Daniel salieron corriendo primero, entonces al escuchar un gruñido atronador Sara grito y salió corriendo sola, Claudia corrió detrás de ella, y pronto desaparecieron de mi vista, mientras corría mi lámpara se apagó y así seguí corriendo hasta que llegue a otra intersección de caminos, encendí la lámpara un momento, para ver hacia donde fueron, pero no había rastro de los demás y no tenía si seguían juntos, entonces sentí un escalofrío y corrí hacia la derecha, rogando que sea lo que sea que estuviera persiguiéndonos no estuviera viniendo por este camino, apague la luz y empecé a andar tan sigilosamente como fuera posible en la oscuridad, poniendo una mano en la pared y esperando que mis ojos se adaptaran y pudiera ver algo más allá de mi mano.

Más adelante me encontré otra división de caminos, no encendí la luz, gire a la derecha, más adelante el camino volvía a girar a la derecha solo seguí, entonces volví a encontrar una intersección de tres caminos, no podía orientarme y apenas me adaptaba a la oscuridad y seguí derecho, encontré otra división de dos caminos, en ese momento escuche algo detrás de mí y sin pensar seguí derecho y a la derecha en otra división de caminos de repente todo se quedó en silencio y seguí caminando hasta otra división de caminos, en la que directamente fui a la izquierda.

Entonces cuando pensé que ya no había más a donde ir, distinguí una puerta en la oscuridad.