Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35: "¿Qué me está pasando?: Una noticia especial"

Una castaña platicaba por celular, al tiempo que su rostro cambiaba de expresión al escuchar lo que le decía alguien a través de la línea telefónica.

Pero si hacer un par de semanas te fuiste, dijo Sanae sin darse cuenta.

¿Y ello que tiene?, pensé que te daría gusto que volviera, ya ves que solo pasamos unos días juntos, hasta pensé en festejar ese día especial en familia, aprovechando que mi equipo no juega para ese día, escuchó la castaña.

Día especial, respondió la castaña, al tiempo que sintió un mareo, que la obligo a tomar asiento en el borde de su cama, al tiempo que pensó ¿Qué me pasó?

Sanae, que te pasa, estás extraña desde que volviste de ese viaje, ni siquiera recuerdas en que mes estamos, escucho la joven.

Claro, como pude olvidarlo, pensó la castaña mientras llevaba una de sus manos a la altura de su frente.

Por ello pensé en que sería fabuloso que nos reuniéramos para festejarlo con nuestras madres,..., escuchaba la castaña.

Kojiro, creo que lo mejor es que nosotros les regalemos un bello día a ellas pero de manera independiente...., decía la castaña interrumpiendo lo que su prometido le decía.

En tanto: "España"

Me alegra que estés bien Malena y que estés disfrutando del viaje,..., decía Tsubasa mientras platicaba por celular dentro de un vestuario.

Si lo estoy disfrutando mucho, pero ahora platícame de ti, ¿Cómo va la investigación?, escuchó el joven de cabello desordenado.

No hay novedades, todo sigue igual, respondió con nostalgia Tsubasa.

No te desanimes, tú me prometiste que la cancelación de nuestra boda valdría la pena, y ella solo valdrá si tú la encuentras y eres feliz a su lado, escuchó el joven.

Malena, eres tan buena persona, dijo Tsubasa.

Horas después: "Japón"

En una pequeña habitación una castaña giraba de un lado a otro en su cama, tratando de conciliar el sueño, al tiempo que pensaba: No puedo conciliar el sueño, me siento tan extraña, tal vez deba hablar con alguien. Ya sé, llamaré a Yuka, ella aún debe estar despierta.

La castaña tomó su celular y empezó a marcar el número de su amiga, luego de algunos segundos de espera su llamada fue contestada.

Sanae, amiga, pensé que ya te habías olvidado de mí, escucho la castaña.

Yuka, disculpa por no llamarte antes como quedamos, pero pensé que tal vez podrías estar ocupada con los estudios, respondió la castaña.

A Maki tampoco la llamas, escuchó.

Es que pensé que ustedes pueden andar ocupadas, dijo Sanae.

Bueno, en fin, cuéntame amiga ¿te sucede algo?, porque tú nunca me has llamado a estas horas, escuchó la castaña.

Lo que pasa es que...., decía la castaña.

Minutos después:

Relájate amiga, debe estar ansiosa, no estás estudiando, por lo tanto, sigue tomándote unos días de relax, aún tienes algunos ahorros, ¿no?, me lo dijiste, escuchó la castaña.

Si, si tengo mis ahorros, pero trabajar me hace tener la mente ocupada, por ello lo estoy haciendo, además si tome algunos cursos virtuales es justo por ello, quiero mantener ocupada mi mente, pero tal parece que ni ello me ayuda, es más empecé a sentirme mal desde hace algunos días, pero no es nada grave, no te vayas a preocupar, decía Sanae.

Sanae yo creo que deberías de relajarte más, si quieres trabajar vuelve a casa de tus padres, allí podrías ayudar a tu madre con la heladería, y en cuanto a los estudios, por ahora déjalos amiga, creo que suficiente tensión tendrás cuando retomes tus clases, escucho.

No Yuka, no, yo ya estoy acostumbrada a mi independencia, me es difícil volver a compartir la casa con mis padres, además yo quiero trabajar haciendo otras actividades, no atendiendo en la heladería de mamá, respondió la castaña con calma, al tiempo que pensaba: Además lo hago porque no quiero que papá este hábleme y hábleme de Kojiro a cada momento, ello me hace sentir fatal.

Comprendo, escuchó la castaña.

Sanae y Yukari platicaron por varios minutos, durante los cuales Yukari le comentaba a su amiga sobre su nuevo ciclo de estudios, mientras la castaña no hacía más que escuchar todo lo que su amiga le platicaba.

¿Ya tienes sueño?, escucho la castaña.

Sí, gracias Yuka, sin duda platicar contigo me hizo bien, dijo Sanae.

Qué bueno amiga, tu tranquila, no te tensiones, todo tiene solución en la vida, solo no hay que tensionarnos, escucho la castaña.

Si, tienes razón, no hay que tensionarse, solo así se puede pensar con calma las cosas para poder solucionarlas, respondió Sanae.

Así es amiga, dijo una voz a través de la línea telefónica.

Gracias nuevamente Yuka, ya no te desvelo más, descansa, respondió Sanae.

Bien, hasta dentro de unos días, nos vemos en Nankatsu, escucho la castaña, antes de que su amiga de por terminada la llamada.

Días después:

Eran las tres de la madrugada, y una bella joven de cabello castaño giraba de un lado a otro en su cama, por la falta de sueño.

Hay, que me pasa, no tengo ganas de dormir, debe ser la ansiedad, sí, eso debe ser, tal vez deba de seguir el consejo de Yuka, y cancelar todos mis pendientes y tomarme un descanso, si un descanso de verdad, hay no a quien quiero engañar, un descanso no me quitará esta ansiedad, esta ansiedad que tengo desde que el viaje en el crucero termino, de ese viaje que me hizo revivir momentos, el volverlo a ver, lo que paso, todo me tiene ansiosa, aunque en realidad no debería de tensionarme tanto, él no me reconoció, no lo volveré a ver, lo que paso, paso, quedará como un bello recuerdo que atesorare en mí, siempre soñé con ese momento, con que fuera especial, con alguien especial, como él, y el destino pues te puso en mi camino, después de tanto años, no me arrepiento de nada, de nada, pensaba la castaña, mientras tomaba en medio de la oscuridad del lugar, su celular que estaba en el velador.

¡Tsubasa¡ en estos momentos, ya debes ser imposible para mí, pero al menos me regalaste unos días que nunca olvidare y la mejor noche de mi vida, ello siempre, siempre lo recordare, pensaba la castaña, mientras miraba a pesar de la oscuridad, la foto que estaba en su celular, en donde aparecía ella de niña, junto a un lindo niño que tenía el rostro que irradiaba alegría, mientras levantaba un pulgar.

Luego de algunos minutos, la castaña vencida por el cansancio se quedó dormida, dejando caer su celular sobre la cama.

Horas después:

Ya amaneció, ya amaneció, hoy es un día especial, hoy es un día especial, repetía un pequeño reloj que estaba en la pared de la habitación, donde estaba una castaña.

Ya amaneció, decía alarmada la castaña, sentándose de impulso en su cama, al tiempo que posaba su mirada en el reloj que estaba en la pared.

Tengo que ducharme, cambiarme de ropa, y llamar a mamá para saludarla en su día, luego iré por un pastel y lo llevare para compartir con mis padres, pensaba la castaña cuando su celular empezó a sonar.

Ring ring ring

¿Dónde?, ¿Dónde deje a mi celular?, decía la castaña mientras miraba a todos, lados, mientras pensaba: En la madrugada lo tome en mis manos, debe estar aquí, junto a mí.

La castaña levanto las sábanas que la cubría y al ver su celular, lo tomo en sus manos inmediatamente.

Yuka, dijo la castaña al ver el nombre de la persona que salía en la pantalla del celular, al tiempo que deslizaba su pulgar en la pantalla del celular para contestar la llamada.

Sany, que bueno que ya estés despierta, te llamaba para pedirte un favor,.., decía una voz a través del celular.

Dime, respondió la castaña.

Quisiera que me acompañes por un pastel para mi madre......, escucho la castaña mientras sonreía, al tiempo que un pensamiento vino a su cabeza: Yukari ya está en Nankatsu.

Minutos después:

Entonces así quedamos, en una hora en el parque Nicarioka, dijo la castaña, antes de dar por finalizada la llamada.

Luego de ello, la castaña se acercó a tomar sus accesorios de baño, pero al hacerlo, sintió como si todo a su alrededor girara.

Ay, que me pasa, todo me da vueltas, dijo la castaña mientras se sostenía de la pared, mientras trataba de respirar hondamente para tranquilizarse.

Luego de unos minutos, ya estable, continuo su camino, hacia la ducha, al tiempo que pensaba: No es la primera vez que me siento así en estos, ¿Qué es lo que me esta pasando?

1 hora después:

Un par de jovencitas se daban un fuerte abrazo, tras su encuentro.

Sany, sí que eres ingrata, desde tú regreso de tú viaje apenas nos vemos frente a frente, me debes muchos chismes, aunque tendrán que ser mañana, ya que hoy tenemos que festejar con nuestras mamás, y como yo pienso quedarme tres días, tendremos suficiente tiempo para platicar, decía una joven de coletas sonriendo, tras romper el efusivo abrazo que se había dado con su amiga.

Qué bueno saber que te quedaras por más día amiga, entonces mañana hablaremos, tengo tanto que contarte, decía Sanae con ojos brillosos.

Por tu carita, ese viaje fue muy bueno para ti, y por lo visto tú no me contaste todo de él por teléfono, dijo Yukari sonriendo.

Si, fue muy bueno, luego del viaje del crucero, estuve casi dos semanas por Paris y por otras ciudades, necesita pensar algunas cosas, pero mejor vamos por los pasteles, no hagamos esperar a nuestras madres en su día, ya mañana te cuento todo, respondió Sanae sonriendo.

Si, tienes razón, acoto Yukari.

El par de jóvenes caminaron hacia una pastelería cercana, al entrar a esta Sanae debido al olor de los pasteles empezó a tornarse pálida bajo la mirada preocupada de su amiga.

Sany, ¿te sientes mal?, dijo Yukari con preocupación.

Tengo ganas de......, decía la castaña, mientras llevaba sus manos a su boca.

Sany, ¿Qué tienes?, dijo la joven de coletas con preocupación.

La castaña, solo movió su cabeza de un lado a otro, antes de y echar a correr hacia las afueras del lugar, bajo la mirada sorprendida de su amiga.

Sany, dijo Yukari, saliendo tras su amiga.

La joven de coletas salió tras su amiga castaña lo más rápido que pudo, una vez que estuvo fuera la busco con la mirada, al verla apoyada en un árbol del parque, fue lo más rápido que pudo junto a esta.

Sany, te ves muy mal, ¿Qué te pasa?, dijo Yukari con preocupación al ver el rostro pálido de su amiga.

Me siento fatal Yuka, la verdad, no sé qué me pasa, respondió la castaña igual de preocupada.

¿Desde cuándo te sientes así?, a lo mejor algo de lo que comiste te cayó mal, decía a la joven de coletas, tratando de encontrar alguna respuesta a lo que tenía su amiga.

No comí nada Yuka, no soportaba comer nada, últimamente todo me da asco, me la pasó un tanto cansada, incluso hoy por la mañana me dio un mareo, respondió la castaña.

Vamos al hospital, dijo la chica de coletas.

No como crees, tengo un almuerzo con mamá, estarán mis familiares, tengo que estar allí, además tú también tienes que ir a ver a tu madre, decía la castaña.

Alcanzará el tiempo amiga, pero primero lo primero, vamos con el médico, no te veo bien, respondió Yukari.

Pero....,, decía Sanar.

No hay pero que valga, vamos al hospital, el médico nos dirá que te pasa, dijo Yukari, haciendo una pausa para decir: Sany dime la verdad, ¿Ha pasado algo entre tu prometido y tú?

¡Eh! dijo la castaña sonrojada.

Es que por tus síntomas,..., decía la joven de coletas siendo interrumpida por la castaña.

Podría estar embarazada, dijo con el rostro lleno de alegría la castaña, mientras la joven de coletas la miraba confundida.

Pensé que solo estabas con él por despecho, aunque nunca te lo haya dicho, muchas veces pensé ello pues no te veo como la novia ilusionada, pero me da gusto amiga saber que al fin lo superaste...., decía la joven de coletas sin que la castaña le prestará la más mínima atención pues su mente en ese momento está inmersa en sus propios pensamientos.

Un hijo, un hijo de mi amor prohibido, del único hombre que podré en verdad amar, si ello es cierto, seré la mujer más feliz del planeta, además enterarme un día como hoy de mi maternidad, hará de este día una fecha aún más especial, sería un día de la madre especial para mí, porque, aunque aún no tenga al bebé en mis brazos, ya estaría dentro de mí, sería una futura madre, pensaba la castaña.

Me alegro mucho por ti amiga, el verte feliz me alegra, y de seguro tu prometido se pondrá muy feliz, decía la joven de coletas.

Vamos al hospital Yuca, quiero ver si el tratamiento de fertilización que me realice hace algunas semanas en el crucero dio resultado, respondió la castaña con la mayor calma posible, mientras pensaba: Es la mejor manera para ocultar la verdad de tu concepción mi bebé, es la mejor manera.

¿Te practicaste un tratamiento de fertilidad Sany?, dijo Yukari sorprendida.

Si, respondió con el rostro radiante de felicidad, la castaña.

Pero, ¿por qué?, acaso él no..., decía la joven de coletas algo nerviosa.

No, Yuka, no, tú sabes cómo se dio mi compromiso con él, tenemos distintas maneras de pensar, de ver la vida, es más hace algunos meses vengo tratando de terminar lo nuestro, pero siempre surge algo que impide ello, pero si el tratamiento funcionó, creo que tendré la excusa perfecta para terminar lo nuestro, no creo que quiera hacerse cargo de un hijo que no es suyo, es demasiado orgulloso, respondió la castaña sonriendo.

¿Piensas criar sola a tu hijo?, ese niño podría ser la solución para tu relación con él, después de todo él......., decía la joven de coletas siendo interrumpido por la castaña.

No claro que no, yo no quiero arreglar mi relación con él, esa relación hace mucho que acabó, y él lo sabe, solo que él finge no darse cuenta, y si sigo con él es solo porque no se ha dado la oportunidad de terminarlo todo, como te dije siempre surge algo, su familia, la mía, pero ya no, ya no habrá nada que impida que lo nuestro termine, yo sé que él no es una mala persona, le ha apoyado mucho a mi padre, pero yo no puedo seguir solo por gratitud con él, mi hijo será mi motor para acabar de una vez esa relación, además no seré la primera ni la última mujer que crie a un hijo sola, dijo la castaña mientras caminaba hacia la avenida.

Espera Sany, te acompaño, dijo la joven de coletas.

No es necesario, tienes que comprar el pastel para tu madre, respondió la castaña.

Aún hay tiempo amiga, ya te lo dije, además recuerda lo que prometimos alguna vez, dijo Yukari sonriendo.

Siempre apoyar a la otra, dijo la castaña sonriendo.

Sí, eso hacen los verdaderos amigos, y yo pues soy tu amiga, añadió Yukari.

Lo sé, y yo soy la tuya, siempre estaré contigo cuando necesites de mi dijo la castaña.

Lo sé, respondió Yukari, mientras detenía un auto.

Al hospital por favor...., decía la castaña, antes de subir al mismo junto a la joven de coletas.




Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "El Viaje que lo cambió todo", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que leen esta historia y todas mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios¡

Cuídense mucho (sigamos practicando medidas preventivas que nos  protejan del covid-19 como: Lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento social, alimentación saludable) y cuidemos a los nuestros.

Ahora si me despido, con esta historia será hasta el próximo jueves, Dios mediante, con una nueva actualización de la misma.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro