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Capítulo 24: "Sentimientos que reviven"

Un joven de cabello desordenado, decía mientras miraba a una castaña: ¡Hola¡ ¿está disponible?

¡Eh¡ sí, respondió nerviosa la castaña, mientras Tsubasa tomaba asiento, al tiempo que algunos de sus amigos invitaban a bailar a las jóvenes que estaban en la mesa.

¡Hola Tsubasa¡ dijo de manera sexy, una de las jóvenes que aún estaban en la mesa, mientras se cambiaba de ubicación en la misma, para estar más cerca del joven de cabello desordenado.

Tsubasa no respondió nada, solo la observó por algunos segundos como si tratara de buscar en su cabeza algún recuerdo de la joven que lo llamó por su nombre.

¿Me conoces?, dijo dubitativo Tsubasa.

Vaya, sí que eres olvidadizo chico lindo, está bien que haya cambiado de look, y hayan pasado unos añitos desde que nos conocimos, pero tampoco es para tanto, soy Iara, respondía la coqueta joven, mientras sonreía.

Se cambió el look como yo, aunque no me lo cambie tanto, solo me puse unas iluminaciones sobre mi cabello castaño, en realidad como Iara dice sigo siendo la misma, de igual manera él parece no reconocerme, bueno tal vez sea porque en nuestro caso si han pasado varios años, el partió de Japón cuando aún éramos niños, pensaba la castaña, mientras Iara se acercaba a hablarle a Tsubasa interrumpiendo la plática que él joven estaba sosteniendo con ella.

¿Iara?, decía Tsubasa sonriendo.

¿No me recuerdas?, acotaba la joven.

¡Disculpa¡ soy algo despistado, no tengo muy buena memoria para los rostros y nombres, dijo Tsubasa sonriendo.

Lo creo, acoto Sanae en voz baja.

¿Qué?, respondió Tsubasa, posando su mirada en la castaña.

Que yo te creo, yo también soy algo olvidadiza y despistada, decía sonriendo Sanae.

¿En verdad Sa...?, decía Iara, siendo interrumpida por la castaña.

Sakí, Sakí es mi nombre, acotaba la castaña, sonriendo, haciendo una pausa para agregar: Vez hasta tú eres olvidadiza.

La joven miró intrigada a la castaña, pero no la contradijo, solo sonrió, mientras pensaba: ¿Sakí?, ¿por qué se cambió el nombre?

Bueno, disculpa, en verdad, no recuerdo de donde te conozco, dijo con amabilidad Tsubasa.

De Brasil, soy modelo, cuando estuviste en Sao Paulo, grabamos muchos spots juntos, respondió la coqueta joven, mientras intentaba tomar la mano de Tsubasa, haciendo que la castaña sienta molestia.

¡Ah¡ claro, ya te recordé, acoto Tsubasa.

¿Estás en este crucero solo?, acoto la joven, mientras la castaña se empezaba a sentirse incómoda.

No, vine con mis amigos del club, ¿no lo notaste?, respondió Tsubasa con calma.

Hay que gracioso eres chico lindo, no me refería a tus amigos, si no a que tal vez, estás aquí con tu novia, dijo Iara, haciendo que la castaña ponga atención a la plática.

¡Ah¡ no, estoy solo, respondió Tsubasa, mientras Iara sonreía, al tiempo que un joven se acercó a la castaña.

¿Bailamos?, dijo el joven, haciendo que Tsubasa, deje de platicar con Iara y pose sus ojos en la persona que invitaba a la castaña a bailar.

Justo cuando la castaña iba a responder algo Tsubasa se puso de pie, y tomo su mano, al tiempo que decía, con una bella sonrisa tatuada en sus labios: Disculpa, me entretuve un poco, pero vamos a bailar de una vez.

¡Disculpa¡ no sabía que ya se lo habías pedido amigo, dijo el joven, para luego posar su mirada en una desconcertada Iara.

¿Bailamos?, dijo el joven.

¡Eh¡ respondió entre molesta y sorprendida la joven, al tiempo que veía a Tsubasa llevar a la castaña a la pista de baile.

¿Bailamos?, volvió a escuchar la joven.

Está bien, respondió Iara, sin dejar de mirar al par de jóvenes, sobre todo a la castaña que parecía un tanto nerviosa ante la cercanía del apuesto joven de cabello desordenado.

¿Por qué lo hiciste?, decía Sanae, mientras bailaba con Tsubasa.

¿Hacer qué?, respondió sonriendo Tsubasa.

Fingir que ya me habías pedido antes bailar contigo, dijo la castaña con calma.

¡Ah¡ era eso, no lo sé, solo se me ocurrió, me pareció que no estabas muy cómoda con la propuesta de ese joven y yo la verdad tampoco me sentía cómodo con la actitud de tu amiga,..., respondía Tsubasa sonriendo.

Claro, me usaste como puerta de escape, decía Sanae sonriendo, mientras se quedaba estática en medio de la pista de baile, al tiempo que llevaba sus manos a sus caderas.

No lo digas de esa forma, respondió Tsubasa sonriendo, mientras miraba a la castaña, al tiempo que pensaba: ¿Con ese gesto me recuerdas a alguien?, ¿pero a quién?,

Bueno, mejor sigamos bailando, dijo la castaña.

Si, acoto Tsubasa, mientras algunos de sus amigos parloteaban entre ellos mientras bebían una copa.

Se lo ve muy relajado, decía Clemente.

Cómo no va estar relajado, esa chica parece ser de su país, debe haber encontrado muchos temas de plática en común con ella, además hay que reconocer que es bella, aunque de seguro Tsubasa ni lo nota, respondía Gonzalez.

¿Y por qué crees ello?, Tsubasa después de todo es hombre, y es la primera vez que lo veo con tanta química con alguien que no sea Malena, decía Pepe sonriendo.

Si, ello es cierto, por suerte Malena no está aquí, sino de seguro ni hubiera permitido que Tsubasa hable con alguien que no sea ella, acotaba Ahumilla sonriendo.

No exageres, decían los jóvenes sonriendo.

No exagero es la verdad, y ustedes lo saben, Malenita es muy celosa cuando respecta a Tsubasa, acoto Ahumilla.

Bueno, ella ahora no está, y mi amigo tiene que disfrutar sus últimos días de soltero como se debe, además no está haciendo nada de malo, solo platicar, sonreír y bailar con alguien que no es su prometida, agregó Pepe mientras los demás jóvenes asentían.

Tras algunos minutos más Sanae detuvo sus pasos en la pista de baile, bajo la mirada sorprendida de Tsubasa.

¿Qué sucede?, ¿no es así el ritmo?, ¿verdad?, decía Tsubasa sonriendo.

No, no es eso, la verdad, no bailas mal como me decías, lo haces bien, lo que sucede es que ya me tengo que ir a mi camarote, respondió la castaña.

Claro, comprendo, dijo con cierta nostalgia Tsubasa.

Un gusto haber compartido este tiempo contigo, respondió la castaña.

De igual manera, me sentí realmente cómodo a tu lado, dijo Tsubasa, mientras sentía una extraña electricidad recorrer su cuerpo al posar su mirada en la castaña.

Yo tambien, debe ser porque somos del mismo país, agregó la castaña.

Si, tal vez, dijo Tsubasa.

Bueno, que sigas disfrutando de tus días en el crucero, acoto la castaña, con cierta nostalgia en su voz.

De igual manera, dijo con nostalgia Tsubasa.

Adiós, agregó con melancolía Sanae, mientras se alejaba del joven de cabello desordenado, que la miraba partir con la mirada entristecida.

¿Ahora si me concederás una pieza?, decía de manera coqueta Iara, mientras se acercaba al joven de cabello desordenado.

¡Disculpa¡ yo ya estoy por retirarme, solo iré decírselo a mis amigos, respondió Tsubasa antes de alejarse de la joven.

Vaya, se me volvió a escabullir, dijo Iara, mientras veía partir al joven de cabello desordenado.

En tanto:

Tsubasa llegaba junto a la mesa donde estaban algunos de sus amigos bebiendo unas copas.

Chicos, ya me retiro, dijo Tsubasa.

¿Cómo que te retiras?, si ni siquiera te has tomado unas copitas con nosotros, decía uno de los jóvenes que estaba en la mesa.

Sí, es cierto amigo, toma asiento y brindemos por tus últimos días de libertad,.., digo de soltería, acotaba otro sonriendo, haciendo que el joven de cabello desordenado bajara la mirada.

Mis últimos días de soltería, es cierto, en menos dos semanas me caso, pensaba Tsubasa.

Déjalo a lo mejor se cansó tanto baile con la belleza oriental, decía Clemente.

Que se va cansar, si se notaba que disfrutaba mucho cada pieza, la verdad, es que es la primera vez que lo vi tan feliz, sin alguien que no sea Malena, acotaba Gonzalez.

Tienes razón, decían los jóvenes que estaban en la mesa, a excepción de uno de ellos que miraba a su amigo con detenimiento.

Dejen de decir tanta cosa, sin sentido, me voy a descansar, acoto Tsubasa con firmeza, antes de retirarse.

¿Creo que se molestó?, decía Ahumilla.

No, no lo creo, Tsubasa difícilmente se molesta, es solo que creo que ni él mismo noto que es la primera vez que siente tanta química con alguien que no sea su prometida, respondió Pepe con calma.

Tsubasa abandonó el lugar, y se dirigió a paso lento hasta su camarote, durante todo el trayecto no hacía más que recordar el rostro de la joven con la que había bailado durante esa noche, al tiempo que pensaba: Es muy bella y tratable, además sus gestos me recuerdan a los de Sanae, si, son como los de Sanae, es más hasta sus rasgos tiene o será que solo lo estoy imaginando.

Camarote de Sanae:

Una castaña tras cambiarse su pijama, se sentaba en el borde de una pequeña cama, al tiempo que llevaba sus manos a la altura de su pecho.

No puedo aún creer lo que estoy viviendo, yo jamás pensé que me lo encontraría aquí, y menos haberle mentido con respecto a mi persona, pero no me siento lo suficientemente segura para decirle quien soy, además ni me recuerda, no tiene caso decirle que soy su amiga de infancia, no tiene caso..., está más apuesto de lo que imagine, pero sigue siendo tan amable a como lo recordaba, pensaba la castaña, mientras su corazón empezaba a latirle a mayor velocidad.

Al día siguiente:

Una castaña salía del camarote para ir en busca de algo para su desayuno, cuando de repente una voz interrumpió su avance.

Sanae, dijo una voz.

¡Iara¡ respondió la castaña al ver a la dueña de la voz.

¿Vas a desayunar?, acoto la joven.

Sí, dijo la castaña, lo más calmada que pudo.

Pues vamos juntas, además tienes que aclararme algo, decía Iara.

¿Qué?, respondió Sanae, fingiendo desconocimiento.

¿Por qué le ocultaste tu nombre al bombón de Tsubasa Ozora?, ¿no me digas que lo hiciste porque quieres jugar con fuego en el crucero?, y como tienes prometido también futbolista...., decía Iara sonriendo mientras caminaba junto a la castaña.

¿Qué estás diciendo?, claro que no, solo se me ocurrió decirle ese nombre, no sé por qué, solo se me ocurrió, y luego pues ya no pude retractarme es todo, respondió la castaña con calma.

Bueno, no soy nadie para juzgarte, yo también muchas veces me he cambiado de nombre para tratar a los chicos y más cuando he estado de novia de alguien, ya sabes para que él nunca se entere que yo andaba coqueteándole a otro,..., decía Iara, mientras la castaña la escuchaba y sonreía.

Mi intención nunca ha sido coquetear con Tsubasa, respondió la castaña.

Ya Sanae, deja de hacerte la correctita conmigo, yo comprendo que a veces ante un chico lindo como Tsubasa, se nos olvida todo, hasta los compromisos como es tu caso, pero no te preocupes, yo no te juzgo, hay momentos en la vida que están hechos para disfrutarlos sin pensar en nada ni en nadie, sin arrepentimientos, solo hay que disfrutar de esos momentos y ese fue tu momento, decía Iara.

Mejor vamos a desayunar, acotaba Sanae.

Vamos, vamos, decía Iara sonriendo.

En tanto:

En uno de los restaurantes del crucero Tsubasa junto a su grupo de amigos desayunaban mientras platicaban.

¿Y no le preguntaste si estaba soltera?, decía uno de los jóvenes a Tsubasa, haciendo que este sienta molestia sin saber por qué.

No, como se te ocurre que le preguntaría algo así, respondía el joven de cabello desordenado, con cierta molestia en su voz.

Bueno, disculpa, se me olvidó por un momento que estamos aquí celebrando tus últimos días de soltero, pero es que como ayer note que platicabas mucho con ella, pues pensé que tal vez le hiciste esa pregunta, aunque sea por la curiosidad, decía el joven sonriendo.

Pues no, no le hice esa pregunta, yo solo platique con ella de mi país, de los cambios que ha habido en estos años que no he ido por él, es todo, respondió Tsubasa con firmeza.

Bien, pero no te me esponjes amigo, como te dije, yo solo supuse que podrías haber averiguado ello, eres hombre, ella es una chica bella, estaba sola, pues algo de curiosidad debiste sentir, decía el joven.

No la hubiera incomodado con una pregunta así, así sienta curiosidad, acoto Tsubasa.

Tsubasa es todo un caballero amigo, mejor disfrutemos de este delicioso desayuno antes de que se nos enfríe, decía Pepe sonriendo, mientras Tsubasa llevaba una taza a su boca.

¿Tendrá novio?, pensaba Tsubasa, mientras el rostro de la castaña venía a su mente.





Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "El Viaje que lo cambió todo", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que leen esta historia y todas mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios¡

Cuídense mucho (practiquemos medidas preventivas que nos ayuden a disminuir el avance del covid-19 como: Lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento social, alimentación saludable) y cuidemos a los nuestros, solo así contribuiremos a detener el avance de esta pandemia que estamos viviendo en nuestros respectivos países, pandemia que viene infectando a millones de personas en el mundo, causando tensión, dolor y enlutado a miles de familias.

Ahora si me despido, con esta historia será hasta el martes de la próxima semana, Dios mediante, con una nueva actualización de la misma.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.

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