Siguiendo con Mystoria y Gestalt.

Se encontraba caminando junto con el hombre de cabellos negros, mientras que curioso veía todo en el lugar, estaba sorprendido, ante todo lo que estaba viendo.

Tan concentrado estaba que sin notarlo, tropezó con alguien y al alejarse para disculparse, se dio cuenta que había topado con un chico también de cabellos negros con ligeros matizes verdes oscuros, que estaba siendo sostenidos en una cola de caballo baja con flequillo, pero su rostro estaba cubierto por una máscara extraña, únicamente pudo ver de él sus ojos, de un color negro profundo los cuale rápidamente aparto y se fue de ahí, dejando al chico asombrado.

Gestalt: ¡Hey! ¿No se supone que venias detrás de mi? - preguntó mientras se acercaba.

Mystoria: pe-perdon me distraje - se disculpó.

Gestalt: te recomiendo no alejarte hasta llegar al castillo, aquí podrías perderte fácilmente y podrían robar tú alma - le advirtió mientras volvía a tomar su mano y comenzó a llevárselo.

Mystoria: ¿ro-robar mi alma? - preguntó alarmado.

Gestalt: así es... veras, este lugar tiene mala fama por ser visitado por brujas y magos malvados, que no dudarán en engañar a alguien noble para robarle el corazón, te lo digo porque ya vimos un caso así - le dijo mientras Mystoria por primera vez en su vida se sintió aterrado, por lo cual se le pego a Gestalt y no se le despego en todo el camino, sin darse cuenta de que viéndolos estaba el hombre con el que había chocado, que a escondidas comenzó a seguirlos.

Tiempo después de eso y pasados unos minutos en completo silencio, llegaron a las puertas de un castillo que se encontraban abiertas, cosa que le confundió, ¿por que estaba así? ¿No tenía miedo de que pudieran matarlo así más fácil?

Gestalt: no le importa, no te preocupes - le dijo mientras seguía caminando.

Mystoria; ¿escuchaste mis pensamientos? - pregunto.

Gestalt: lo e estado haciendo todo el tiempo por seguridad - le aviso mientras Mystoria serio le dijo.

Mystoria: Oye, leer la mente sin el permiso del propietario es de mala educación ¿sabes? - pregunto serio.

Gestalt: ¿eso te dijo el viejo Krest? Yo lo hago por la seguridad del Señor además dime ¿que me puede pasar si leo tu mente? Únicamente te la pasas pensando en conejos y perritos - se burlo mientras el peliceleste sonrojado se cubrió en rostro, haciendo reír al otro, para después ambos seguir con su camino.

Aunque grande fue su sorpresa al entrar a aquel palacio, una fila larga de personas con máscara que esperaban impacientes a algo, Gestalt dejo de caminar y vio al frente, así que Mystoria también lo hizo, para después ver como había un hombre de rodillas en el suelo, frente a él las mismas cosas que él traía en su bolsa.

Mystoria: ¿reliquias falsas? - preguntó confundido.

Gestalt: así es... como sabes siempre vienen magos embusteros a pedir favores valiéndose de cosas falsas, porque las verdaderas nadie sabe donde están a excepción de los líderes de cada clan además... que ellos no soltarian sus reliquias por cualquiera y más por el señor - informó mientras Mystoria sorprendido lo veía.

Xx: ¡le juro que se mi error señor, pero realmente estoy desesperado, le daré mi mano si así lo desea! - gritó mientras Mystoria sorprendido escucho como todo el mundo comenzó a reír.

Gestalt: no es un mago muy bueno, ni siquiera poderoso ¿de que servirian sus manos?, así que, ¿que dirá señor? - preguntó en un susurró para después escuchar una pequeña risa y seguido de eso una voz, una que Mystoria reconoció retumbó en la sala.

Écarlate: ni hablar de una mano, más teniendo en cuenta que ni tú patética vida vale un solo centavo aquí - fue la respuesta que el hombre escondido de todo el mundo dio.

Mystoria: ¿Écarlate? - preguntó confundido, mientras sentía cómo su corazón comenzaba a latir al mil por hora ¿por qué? No, no podía ser él... tenía que haber un error además de que tampoco lo veía.

Gestalt: magos, ya escucharon al señor, hechenlo de aquí - pidió mientras volvía a tomar del brazo a Mystoria y comenzaba a acercarlo hasta donde estaba el hombre anterior, que prácticamente fue arrastrado hasta la salida - ¡Salgan todos y cierran las puertas! - ordenó mientras todos ni lentos ni perezosos hicieron lo pedido.

Cuando las puertas del castillo fueron cerradas, Gestalt prácticamente tiro a Mystoria al suelo, haciendo que el peliceleste cayera de rodillas delante del trono de aquel lugar, que se encontraba cubierto por un montón de telas rojas, lo que si pudo distinguir ahí fue que había alguien sentado en ese lugar, con una pierna encía de la otra, se veía impaciente.

Gestalt: señor le traigo al mago que pidió capturar en cuanto llegara - aviso.

Mystoria: ¡¿Qué?! - gritó confundido.

Écarlate: vete... déjanos solos - ordenó mientras el otro asintió y rápidamente se fue de ahí, el silencio que se quedo en la habitación fue intenso, el cual Mystoria rompió después de suspirar y pregunto.

Mystoria: ¿Tú eres Écarlate no es así? - pregunto, el pelirrojo aún oculto entre esas cortinas sonrió, para después decirle.

Écarlate: no lo se, sube y compruébalo - le pidió.

Mystoria nervioso por esto se puso de pie ¿que clase de juego era ese? Fue lo que se preguntó mientras sacudía su ropa, para después comenzar a ascender por aquellas escaleras, ¿que era eso que sentía? ¿Estaba nervioso? ¿Por qué? ¿Por que desde que Écarlate llegó a su vida sentía ese revoloteo en su estómago?

Tan concentrado estaba que cuando pudo darse cuenta, ya se encontraba delante de las cortinas, donde vio al hombre ponerse de pie y a paso elegante acercarse, el por su parte bajo la cabeza aun intentando descifrar esos sentimientos en él, cuando vio que el hombre estaba parado frente a él, de forma suave levantó la vista...

Únicamente para darse cuenta que en efecto, era él... Se trataba de Écarlate, el mago escarlata estuvo junto a él todo el tiempo, Écarlate sonriendo hizo una pequeña presentación.

Écarlate: ¿Que solicita de mi un mago usuario del hielo tan poderoso como tú? - preguntó mientras Mystoria lo veía sin saber como responder.

Continuará...