UNIÓN ETERNA P2
ESTOS CAPÍTULOS RECIENTEMENTE LOS ESTOY SUBIENDO AQUÍ. ERAN LOS QUE DEJÉ DE PUBLICAR Y QUE COMPLETAN LA HISTORIA.
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
Advertencia
Capítulo para mayores de edad.
Si el tipo de contenido no es de su agrado, pueden omitir la parte que inicia con ** y continuar después de otros **
PVO POPP
Mientras Eira estaba con Skadi, miré el cuerpo inerte de la chica.
Su pecho no subía ni bajaba y me sentí mal al no haberla ayudado como Dai quería.
"¡Lo siento, Dai!, cuando te enteres de lo que pasó con tu protectora, seguramente vas a decepcionarte de mí".
«¿Quieres ayudarla y al mismo tiempo obtener el poder que necesitas para salvar a tu amigo?», escuché la voz de la mujer demonio dentro de mi cabeza.
"¿Cómo es que puedo oírte, si Eira selló el portal del volcán?".
«Selló únicamente la dimensión donde está mi padre, pero yo sigo en tu mundo... regresando al asunto que nos concierne, ¿quieres que te diga cómo puedes revivir a una diosa?»
"¡No trates de engañarme!... Eira dijo que sólo pueden ser destruidas con ataques divinos o del Inframundo y que al hacerlo, desaparecerán para siempre".
«Eso de desaparecer, no es literal... el cuerpo de las llamadas diosas, al final de cuentas es humano. Lo que verdaderamente desaparece, es el alma, porque ya no es inmortal»
"No importa si sólo se trata del alma... esa diosa ya no respira, eso quiere decir que ha muerto y sin un alma inmortal, no hay nada qué hacer por ella".
«Su cuerpo humano está muerto, pero su alma apenas está empezando a desaparecer... si en algún momento sentiste el deseo de salvarla para cumplir con lo que te pidió tu amigo, lo más lógico sería que me preguntes ¿cómo revivirla?»
"Únicamente el Dios de los humanos podría realizar un milagro como ese".
«Él no lo ve necesario. Tiene a dos diosas que le servirán a pesar de que deje morir a una de ellas», suspiró de impaciencia, «si no te apuras, en verdad no habrá nada qué hacer. Eira puede revivir a cualquier humano que no haya muerto por seres de Celestia, pero no cuentan las almas, aunque sean humanas»
Quería ignorarla, pero la súplica de Dai retumbaba en mi cabeza. Si esa chica muere, será otro dolor que herirá su noble corazón y ya no quiero verlo triste.
"¿Cómo puedo revivirla?".
«Hay un sacrificio que para algunos sería fácil de hacer porque ansían el poder... desconozco si eres ambicioso, pero eso te facilitaría el renunciar a lo más valioso que tiene un ser humano»
"Quiero ser poderoso, pero sobre ese deseo, está el de que mi mejor amigo tenga una vida feliz... Dai ya tiene demasiado dolor en su vida como para sumarle la muerte de la persona que lo protegió y a quien seguramente apreció gracias al tiempo que compartieron juntos".
«Si ese ese es tu verdadero deseo, quizás no quieras hacer el sacrificio»
"Por Dai haría cualquier cosa y si dices que salvando a la diosa también obtendré el poder que necesito para ayudar a mi amigo, entonces sacrificaré lo que sea... incluso mi vida".
«También posees un corazón puro», no había burla en sus palabras, «¡bien!, escucha atentamente... más que revivirla, lo que se puede hacer es devolverle la esencia humana que le quitaron para convertirla en diosa»
"No comprendo".
«Un sabio hechicero como tú, comprende a la perfección lo que estoy diciendo»
"Está bien... sí lo entiendo, pero me parece imposible creer que le pueda regalar la inmortalidad de mi alma".
«¡No te miento!... entrégale la inmortalidad de tu alma y aunque eso no hará que tú seas inmortal, al menos conseguirás que tu alma absorba toda la fuerza y resistencia que les permite usar magia divina»
"¿Le quitaré su habilidad de usar magia divina?".
«No... Astrid no usa magia divina. Su poder es cien por ciento del inframundo. Detener el tiempo es algo que heredó y solamente consume energía vital, no espiritual, como lo hace la divina... a lo que me refería es a que sus almas se unirán por la eternidad y con esa unión viene la ventaja de que tu alma será igual de fuerte que la de ella»
"¿Una unión eterna de almas?", pregunté nervioso por su significado.
«Percibo que Eira y Skadi regresarán pronto. Ellas no te dejarán revivirla por ese absurdo pensamiento de que no es justo que se sacrifiquen vidas humanas en su lugar, así que decídete»
"¿Qué tengo qué hacer?"
«Un pacto de almas»
"¡No pactaré con seres malignos!", grité molesto.
«No sólo se hacen pactos con seres del Inframundo. También puedes hacerlo con los divinos y en ambos casos son indestructibles... ¿continúo con la explicación?», asentí con la cabeza, «sostenla en tus brazos»
Me arrastré hasta ella porque con el hechizo astral, mis fuerzas se estaban acabando. Al levantarla para abrazarla, lo hice con dificultad, pero conseguí sujetarla y su cabeza la recargué en mi pecho.
Su cuerpo estaba helado y su piel más blanca que antes. Definitivamente no respiraba y teniéndola tan cerca, me pareció que era de mi edad, (al menos la que tenía antes de envejecer dos años). Eso significa que la convirtieron en diosa a una edad más temprana que a Eira, (¿por eso la habrá llamado niña cuando estábamos con Dai?).
«Pronto conocerás toda su historia. Sus almas tendrán una conexión más profunda que la tienes actualmente con la adivina, porque la unión que invocarás es la de amor eterno»
"Debes estar loca si piensas que haré un pacto de ese tipo", inmediatamente pensé en Maam y supe que aunque no me ama, no quiero forzarme a amar a nadie más.
«Conozco el motivo por el que no quieres hacerlo, pero también sé que esa niña a la que amas no siente nada por ti... ¿por qué pensar en alguien a quien no le interesas en absoluto?»
"¡Eso no te incumbe!, simplemente no lo haré y punto", iba a colocar a la chica en el piso, pero la demonio preguntó algo que me hizo reconsiderar mi decisión.
«¿El Caballero Dragón tiene qué pagar, por culpa de tu necedad de aferrarte a una esperanza que jamás va a materializarse?... si tu respuesta es sí, entonces vuelve con esa niña y continúa recibiendo su lástima, pero recuerda que sin Astrid, las otras diosas nunca saldrán de esta montaña y así será imposible que abran los portales para ir por tu amigo»
El recuerdo de la conversación que tuve con Maam antes de la batalla contra Vearn, me ayudó a decidirme.
"Qué debo hacer para crear el pacto?".
«Libera lo que te quede de poder mágico. Sin una gota de él, serás un simple humano. Luego te ayudaré a recitar unas palabras en lengua de Celestia para invocar el pacto. Tú alma irá hacia donde se encuentra la de Astrid y una vez ahí, ella te indicará como sellar su unión»
No dije nada, únicamente asentí e hice todo lo que me pidió.
Al recitar las palabras, no pude evitar preguntarme el motivo por el que un demonio conoce el lenguaje celestial, pero dejé de pensar cuando sentí como si me hubieran arrancado el alma del cuerpo para absorberla hacia el de la chica.
El lugar donde aparecí era un sitio vacío. Lo único que brillaba era una esfera dorada que se fue acercando a mí.
–¡Gracias por venir! –la voz de la chica estaba en la esfera –tú también eres como una esfera –se río y de inmediato intenté mirarme, pero no encontré nada parecido a mi cuerpo –el alma no tiene cuerpo, aunque nuestro brillo ayuda a diferenciarnos, y el tuyo es verde.
–Tu falta de sorpresa me indica que sabes la razón de mi presencia en este lugar.
–Sí, y antes de que hagas la siguiente pregunta, te diré que fui yo la que le pedí a Koré que te informara el método con el que puedo regresar a la vida.
–¿Por qué te ayudaría un ser maligno a no morir? –mi desconfianza reapareció con su confesión.
–Porque ese ser maligno es quien me dio la vida.
De todo lo que pudo decirme, eso no me lo esperaba y me quedé sin palabras.
–Koré es la diosa de la fuerza y el tiempo. Su deber era proteger al humano elegido, sin embargo, tuvo una discrepancia con el Dios de los humanos y decidió traicionarlo para servir a un Dios demonio de otra dimensión.
–La leyenda decía que eran tres diosas y si esa mujer es una de ellas, ¿quién eres tú?
–Se podría decir que su reemplazo –su manera despreocupada al decirlo me hizo preguntarme si tiene sentimientos –nunca conviví con los humanos y en el mundo en el que me criaron, ningún ser vivo se deja llevar por sus emociones. Incluso Skadi siente odio por los tuyos y esa es una emoción humana que tampoco conozco.
–¿Por qué puedes leer mi mente si todavía no se sella el pacto? –extrañamente esta mujer hace que mi enojo salga con facilidad y no mido el tono grosero que uso.
–Te enojas porque no quieres unirte con otra mujer que no sea esa niña de la que dices estar enamorado, y la que honestamente no merece que le dediques ni un pensamiento.
–¡No conoces a Maam, así que guárdate tus opiniones! –mi enojo estaba dando paso a la ira, y es que no puedo evitar molestarme cuando alguien que no conoce la bondad de Maam, habla mal de ella.
–Esa niña es buena con todo el mundo, excepto contigo, aunque últimamente le provocas esa emoción que llaman lástima y además, no confía para nada en ti, mientras que tú, tontamente la defiendes porque crees en ella.
–¿Cómo puedes saber lo que piensa de mí si no la conoces?
–Sí la conozco, y la conozco tan bien, que sé que está enamorada del hombre al que llaman guerrero inmortal.
En esta forma no tengo un corazón que reciba una nueva herida de decepción, pero creo que mi alma fue la que absorbió el duro golpe de la humillación.
"Incluso una diosa o lo que sea, está informada de lo patético que soy".
–Te pido una disculpa por lo ruda que fui. Mi excusa es que, al no estar familiarizada con los sentimientos humanos, soy demasiado franca y no pienso en que mis palabras son incómodas.
–¿Qué falta para que sellemos el pacto de unión de almas?
–No es buena idea que te guardes lo que te lastima. Si continúas haciéndolo, la confianza que le tienes a esa niña comenzará a desaparecer.
–¿Quieres olvidarte de ella y puedes responder lo que te pregunté? –mi voz era muy seria y por un segundo me sentí mal porque esa chica no tiene la culpa de lo que me pasa.
–¿Estás seguro de que quieres entregarme la inmortalidad de tu alma? –no respondí y ella suspiró –antes quiero que sepas que esta unión no podrá deshacerse nunca, bueno, sí se puede romper, pero tu jamás recuperarás tu alma inmortal y cuando mueras, no renacerás porque tu alma...
–Desaparecerá para siempre –finalicé por ella –no es difícil comprender que el pacto es para devolverte humanidad con un alma inmortal y un cuerpo mortal... Es algo así como un intercambio entre los dos. Eso significa que envejecerás y reencarnarás como lo hacen los humanos, pero en mi caso mi cuerpo seguirá siendo mortal para contrarrestar tu debilidad física –la última parte la intuí.
–Dai dijo que eres muy listo, pero no le creí –exclamó con sorpresa –es exactamente como has dicho, aunque no debes preocuparte. Mientras nuestras almas estén unidas, tendrás la misma resistencia que la mía, y te permitirá incluso usar magia divina o del inframundo y eso es algo que sé que deseas conseguir para ayudar a tu amigo.
"Sí. Deseaba más poder para ayudar a Dai, pero no es fácil renunciar a la inmortalidad de mi alma... tenía la esperanza de que si en esta vida no podía estar con Maam, en la otra mi sueño quizás se hubiera hecho realidad".
–Estás a tiempo de negarte... la magia de mis hermanas es más fuerte que la mía. Yo solamente puedo liberarlas de sus cadenas durante nuestra misión de proteger al humano de corazón puro, y es debido a que manejo la magia del inframundo, pero ni con esa habilidad soy capaz de destruir al Dios demonio.
–¡No voy a negarme! –mi voz adquirió un tono decidido –no hay futuro con la persona que amo y dudo mucho que las cosas sean distintas en otra vida, así que lo mejor es pensar en la única que tendré y con ella voy a ayudar a que Dai se libere de todo el peso de la responsabilidad que le heredaron los dioses como Caballero Dragón.
–Cambiarás tu felicidad por la de tu amigo... es lo que ustedes llaman bondad, ¿verdad?
–No soy bondadoso, pero en el tiempo en que no supe nada de Dai, analicé el motivo por el que fue perdiendo su sonrisa en el pasado y quiero que la recupere porque es quien más merece ser feliz.
Hubo un silencio tenso de parte de la chica.
Sin una forma física que me indiqué lo que está pensando, me preocupé porque podría arrepentirse de hacer el pacto.
Después de un largo tiempo, su esfera empezó a acercarse.
–Esta unión es como las que hacen las almas de aquellos que se aman –su voz era muy dulce y con un tono compasivo que me demostró que es algo que ella tampoco hubiera querido hacer –yo no tengo a nadie a quien amar, pero tú sí y cuando nos unamos, será como si nos hubiéramos convertido en amantes... en todos los sentidos.
–¿Es el único pacto que puede salvarte? –tenía que preguntar porque en verdad no quería llegar a tanto.
–Es el más conveniente si es que deseas tener la capacidad de usar magia celestial... sabes que es la única que puede hacerle frente a la del Inframundo y con ella lograrás apoyar a tu amigo para que no vuelva a sacrificarse.
Ahora el que se quedó en silencio fui yo.
–Escucha hechicero, si lo prefieres, cambiamos el tipo de pacto. Eira es muy poderosa y como has visto, bastante resistente a pesar de que también recibió heridas astrales.
–No quiero verla herida nuevamente, ni a ella, ni a Skadi... tampoco a ti porque le prometí a Dai que te salvaría –no sé cómo logré moverme para terminar con la distancia entre las dos esferas, pero mi voluntad es grande cuando se trata de mi querido amigo –¡sella el pacto!
–¡Lo siento! –su sinceridad me hizo sentir paz, (al menos no me uniré para siempre con alguien malvado).
Su luz dorada creció hasta cubrir todo el lugar y cuando me envolvió, sentí una calidez igual a la de un abrazo.
La chica usó el mismo lenguaje celestial con el que entré a este sitio.
Ella preguntó que si le entregaba la inmortalidad de mi alma por amor, (en mi idioma) y en el momento en que acepté, su esfera y la mía se fusionaron.
**El color de su aura dorada se combinó con el verde de la mía y poco a poco empecé a sentir que recuperaba mi cuerpo, pero me tensé al darme cuenta de que abrazaba una figura femenina, (con delicadas curvas y de suave piel). Al ser consciente de que ninguno llevaba ropa, dejé caer mis brazos a los lados, sin embargo, la chica me apretó más fuerte ocasionando que una parte de su cuerpo, (bastante generosa), se aplastara contra mi pecho.
Esta mujer no mintió cuando dijo que seríamos como amantes en todos los sentidos. Nuestras almas no fueron las únicas que se unieron en ese momento.
Sé que algunas veces me comporto como un pervertido y me dedico a exaltar la belleza de las mujeres, pero conforme mis sentimientos por Maam aumentan, mis deseos románticos son únicamente para ella.
Esto quería vivirlo con la persona amada, pero si ese anhelo ya se había destruido, perder mi primer beso con alguien por quien no siento nada, fue peor de lo que pensé.
La chica sujetó mi nuca para evitar que escapara de su beso y movía ansiosa sus labios sobre los míos.
Abrí los ojos luego de varios intentos infructuosos por escapar de su excesiva manera de sellar nuestra unión.
Su fuerza es superior a la mía y me sentí como un guiñapo ante esta mujer que parecía querer dejarme en claro que incluso mi cuerpo es suyo, pero aunque eso sea cierto, necesitaba demostrarle que todavía era dueño de mi corazón y que ella jamás tendría esa parte de mí, así que invoqué la poca magia astral que me quedaba y alcancé a afectar su alma lo suficiente para que me soltara.
–¡Eres bastante frío! –la muy descarada ni siquiera intentó cubrir su desnudez y fui yo quien tuvo que darle la espalda –aunque tienes la capacidad de elevar el calor de cualquiera con ese cuerpo bien formado que tienes.
–¡Qué rayos dices! –grité alterado por mi estupidez de olvidar que tampoco llevo nada puesto y usé Ruura para esconderme detrás de un pilar.
La risa de la chica no se detenía y esa actitud me hizo pensar que siempre termino siendo la burla de las mujeres.
–No me estoy burlando –su voz sonó demasiado cerca y de reojo vi que en efecto estaba volando hacia donde me encuentro –me reía porque no entiendo el motivo por el que te avergüenzas de tu cuerpo –se puso frente a mí y giré el rostro para evitar que mis ojos detallen su figura –no eres como los otros machos que he conocido en mis seiscientos años de vida.
–Tienes experiencia, pero yo no, así que por favor, ¡déjame en paz! **
–¡¿Qué haces Astrid?! –el día de hoy Eira ha perdido varias veces la paciencia, pero ese grito se escuchó realmente furioso.
–¡Maldición! –dijo la chica al tiempo que cubría su desnudez con una túnica diminuta –yo estaba...
–¡Retírate! –Skadi le ordenó, y por increíble que parezca, la chica la obedeció inmediatamente –hay muchas cosas que tienes qué explicar, niño –utilizó un hechizo para devolverme mi ropa –¿creciste?, es que tuve que ajustar las medidas anteriores.
–Yo te lo explico después –Eira se apresuró a responder –hermana, lo mejor es que descanses. Mi magia no puede devolverte tu poder astral –se me acercó para sujetar mi brazo –¡ven!, necesitamos hablar.
Skadi entrecerró los ojos, pero en lo que llevo de conocerla, jamás cuestiona a Eira y esta no fue la excepción.
Al quedarnos solos, apareció un sillón y supe que la plática sería larga.
Aún estaba conmocionado por lo que pasó y relaté las cosas sin querer precisar la intimidad que compartí con esa chica.
Eira se hincó frente a mí cuando terminé y colocó sus manos sobre las mías.
–Astrid no debió obligarte a crear ese pacto.
–No me obligó. Lo hice porque Dai me suplicó que la salvara, pero nunca esperé que aparte de darle la inmortalidad de mi alma, también iba a... bueno, tú me entiendes.
–Popp, no te martirices. Astrid ha vivido seiscientos años más que tú. Es inmadura en muchas cosas, sin embargo, en otras es bastante despierta. Para ella esa clase de entrega no significa nada.
–Y eso es lo que me enfurece –me solté de sus manos y apreté los puños –perdí un momento especial con una persona que ni siquiera entiende lo que es entregarse en cuerpo y alma.
Eira iba a responder, pero la chica pidió hablar a solas conmigo y ella aceptó dejarnos y se fue a descansar.
–¿Me permites sentarme a tu lado? –su voz denotó nerviosismo y al no responderle se sentó lo más retirada de mí –te dije que no comprendo las emociones humanas... En serio no quería ofenderte con mi risa después de nuestra unión. Ese error te hizo pensar que no valoré lo que sucedió entre nosotros, pero estás equivocado. Me reí para no demostrarte que me habías humillado con tu frialdad.
–¿Cuál frialdad? –volteé a verla y la encontré mirando al frente con una expresión triste.
–Puedo sentir una gran calidez dentro de ti, pero cuando nos unimos, creaste una barrera helada que intenté derrumbar robándote un beso y ni así me correspondiste... Lo que me produjo tu rechazo es lo que llaman humillación... es la primera vez que un macho me hace algo así y también es la primera vez que estoy con uno de mi raza... honestamente esperaba que fuera especial.
–Supongo que para ninguno lo fue –no pude evitar decirlo con reproche –es el precio que pagamos por ser egoístas.
–Tienes razón... yo quería vivir y tu ansiabas más poder. Ambos obtuvimos lo que deseábamos, así que no deberíamos estarnos culpando por un momento de decepción que no se repetirá.
–¡Exacto! –me puse de pie –¡nunca más se repetirá! –me fui sin dedicarle una mirada y salí de la montaña para despejar mi mente.
El viento helado golpeo mi rostro y los recuerdos de mis noches con Maam aparecieron para torturarme.
Fueron únicamente momentos en los que mis dedos se deleitaron con la suavidad de su cabello. Mis pulmones se llenaron de su dulce aroma, mis ojos admiraron su hermoso rostro y mi corazón sentía una gran felicidad solamente teniéndola recostada en mis piernas.
No voy a negar que alguna vez me imaginé que nos besábamos con pasión y aunque no llegamos a más, mi cuerpo reaccionó a mi deseo por ella.
Son anhelos que cualquier adolescente tiene a veces.
La primera experiencia es algo que pasaría de todas formas, aunque no fuera con Maam, pero jamás me imaginé que la viviría a la fuerza y sin ningún sentimiento de por medio.
–¡Maldita sea! –grité con toda mi ira y me elevé por los aires.
Aún no me recuperaba de la pérdida de mi energía y tengo muy poco poder mágico, pero si no sacaba todos los sentimientos negativos que se acumulaban dentro de mí, no lograría olvidar el error más grande de mi vida.
–¿Acaso no fue suficiente que se quedara con la inmortalidad de mi alma? –exclamé furioso –solamente tendré esta vida y ya he desperdiciado muchas cosas.
Ascendí más allá de las nubes para evitar que la superficie resultara dañada en mi necesidad de liberarme del resentimiento.
Expulsé toda mi aura mágica con un hechizo de hielo que es la primera vez que utilizo, (Mahyado).
Corrientes de aire frío giraron con rapidez a mi alrededor y después descendieron, pero no quise detener el hechizo ni siquiera con el peligro de que llegara a las aldeas cercanas a la montaña de Eira.
–¡Popp, detén tu hechizo! –Skadi apareció frente a mí. Su voz era tranquila y hasta podría jurar que tenía un tinte amable.
Poco a poco disminuí la intensidad de las corrientes. Mi frustración no se había aplacado, pero al menos ya no sentí la necesidad de destruir todo lo que estuviera a mi alcance.
Las malditas lágrimas que resbalaron por mi cara me confirmaron que como hombre no soy nada y las limpie con coraje.
Un tierno calor me envolvió y de inmediato me aferré a la persona que me estaba ofreciendo un hombro para llorar como un niño por última vez.
–Soy patético, ¿verdad? –pronuncié enojado por mi debilidad.
–Conocí a varios machos humanos. Todos fueron malos y crueles. Jamás derramaron una sola lágrima por nadie y disfrutaban ver el dolor en los demás –Skadi acarició mi cabello con ternura –tus lágrimas demuestran lo fuerte que eres. A diferencia de los que se contienen por orgullo, tú expresas tus verdaderos sentimientos y son realmente hermosos porque no lloras por ti, sino por las personas que amas –puso un dedo en mi mentón para alzar mi cara –tus lágrimas son por esa niña que está en tu corazón –limpió delicadamente las que salían debajo de mis ojos –eso es lo que te duele. Haber perdido la oportunidad de entregarte por completo a ella.
No fui capaz de responderle, sin embargo, asentí porque tenía razón.
–Yo... yo no quiero seguir siendo así –me separé de sus brazos y eliminé todo rastro de lágrimas –ahora soy un adulto y ni mi alma, ni mi cuerpo, se salvaron de crecer... Los hombres no les dan importancia a esas niñerías y es lo que tengo qué hacer... Olvidar y continuar con mi vida –la miré y quedé impresionado por la amabilidad que reflejaban sus ojos azules como el mar –¡gra... gracias, Skadi! –dije apenado por haber permitido que una mujer fuerte me viera destruido por una tontería.
Skadi no dijo nada. Únicamente me observaba con atención y tuve la necesidad de escapar.
No contaba con mucho poder mágico, pero mi obstinación fue más grande e intenté descender solo. Skadi jaló mi brazo para pasarlo detrás de sus hombros y sujetó mi cintura.
–Si te permito bajar sin nada de energía, voy a tener que recoger tu cuerpo con una pala –su tono serio regresó, al igual que su mirada enojada.
La lentitud con la que estaba descendiendo me pareció extraña, (¿seguiría cansada por la batalla?).
–Disculpa, ¿te puedo preguntar el por qué odias a...
–¡No te lo diré nunca! –contestó molesta.
Cuando estuvimos en la entrada de la montaña, me soltó y caí al suelo por la falta de energía.
–¡Eres demasiado brusca! –sobé mi trasero porque enserio me dolió el golpe.
–Es lo que te mereces por no esperar a que Eira o yo, resolviéramos el problema de Astrid.
–¿Ahora me vas a regañar? –me puse de pie para acercármele –creí que ya te caía bien.
–Me caerás bien cuando consigas superar mis poderes mentales, pero con las tonterías que haces, dudo que lo logres –caminó adentro sin esperarme.
Sonreí porque más que enojo hacia mí, Skadi está enojada con ella misma.
"Al menos obtuve tu simpatía y creo que con eso se compensa todo lo malo que me pasó".
Entré con la intención de buscar a Eira para que me indique en dónde dormiría, pero la chica me obstruía el paso, así que la esquivé, sin embargo, se apresuró a sujetar mi brazo.
–¡Suéltame! –se lo traté de decir calmadamente.
–Vi a Eira construyendo lo que me imagino es una habitación para ti. Te voy a llevar para descanses.
–Yo puedo ir solo –jalé mi brazo para obligarla a soltarme, pero me apretó más fuerte –¡te dije que me soltaras! –alcé la voz.
Sin poder mágico, me valí nuevamente de mi energía astral y conseguí zafarme. Después me encaminé a buscar a Eira.
Sé que no estoy siendo justo con ella.
Antes de sellar el pacto, me advirtió lo que pasaría y hasta intentó convencerme de cambiarlo, pero no quise porque necesito ser capaz de usar magia celestial por el bien de Dai.
"Tal vez más adelante le ofrezca disculpas, pero ahora mismo no puedo ni verla".
Pensé que con tantas cosas me sería imposible conciliar el sueño, pero en cuanto me acosté en la cama que Eira elaboró para mí con su magia, me quedé dormido un día completo.
Al reponer mis energías, tomé a Merle en mis brazos porque regresaríamos a Papunika.
Me estaba despidiendo de Eira y recibía sus recomendaciones para despertarla, cuando la chica se apresuró a tomar mi cara entre sus manos. El tener ocupados mis brazos, le dio la oportunidad de besarme.
–¿Qué rayos haces? –me moví con fuerza para que me soltara.
–Me despido de mi novio, ¿qué más podría hacer? –lo dijo mirándome como si sus tonterías fueran ciertas, y yo el idiota que no las entiende.
–¡Nosotros no somos nada! –mi rudeza sigue apareciendo con ella y no comprendo el por qué.
–En realidad somos más que novios, pero como a ti te molesta la palabra "amantes", lo voy a dejar como noviazgo –su sonrisa me previno que lo mejor es no continuar peleando con alguien que únicamente ve lo que quiere ver.
Con ese panorama, me despedí sólo de Eira, pero acordamos que nos veríamos en unos días para tratar el asunto de Dai, (había que investigar si continuaba en el volcán, o se lo llevaron a otro lado).
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