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TRISTEZA P1

Nota

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

PVO MAAM

En un abrir y cerrar de ojos aparecimos en el claro a las afueras de la villa de Nayle.

Me alegró ver que las flores seguían igual de hermosas y creciendo, pero inmediatamente una duda se presentó y no pude evitar hacerle la pregunta.

-¿Por qué no fuimos directamente a la aldea?

-Es que necesitaba decirte algo importante -el Popp serio había vuelto y hasta su aura se percibía fría -Maam, voy a pedirte que por el momento no le digas a tu madre, ni a nadie de tu aldea, que tenemos una relación de pareja.

-¿Y puedo saber la razón? -mi voz tembló ante su petición.

-No es por nada en especial. Solamente quiero evitarte problemas porque puede no ser bien visto que andes con un hombre mayor que tú -ni su intento de broma lograría tranquilizarme después de semejante tontería.

-Creciste por culpa de la magia, pero si somos objetivos, mentalmente sigues siendo menor que yo y lo estás demostrando con esa absurda petición.

Los dos nos dedicamos a retarnos con la mirada.

Hace tanto que no me enfadaba con él porque el amor que le tengo es demasiado grande y no puedo pensar ni siquiera en lastimarlo verbalmente, por eso me costó mucho soportar la seriedad con la que me miró.

-La magia celestial requiere el control total de las emociones humanas -dejó de mirarme con seriedad y ahora lo hacía con un poco de tristeza -no están permitidas las que sienten cariño hacia un grupo específico de personas, porque al usarla, el resultado es una magia insuficiente o nula.

-Lo sé -se sorprendió con mi respuesta -entiendo que debo dirigir mis sentimientos a todas las personas del mundo para poder ayudarlos con esa magia, pero no le veo nada de malo amarte más que a ellos. ¿No te parece injusto pedirme que controle lo que siento por ti, cuando es algo que nace de mi corazón, no de mi mente?

-No se te pide que no ames. Sólo debes equiparar tu cariño para que todos lo reciban.

-Si usas magia celestial, significa que has logrado equilibrar tus emociones -apreté los puños al pensar que reduce lo que siente cada que la invoca -debe ser fácil hacerlo porque tal vez tus sentimientos por mí no son tan fuertes como creí.

-Son inmensos -respondió dulcemente -en todas las luchas que he enfrentado, tú has sido el motivo por el que consigo utilizar poderes tan grandes, pero, aunque mi magia celestial es fuerte, jamás se equiparará a la de los dioses porque mi alma no la resiste por mucho tiempo... Tú fuiste bendecida por el dios de los humanos porque te brindó la capacidad de invocarla sin comprometer a tu alma.

Analizando sus palabras, podría decir que estaba equivocado porque cuando la usé en la batalla contra KillVearn, terminé muy cansada. Aun así, lo único que me dolía era el cuerpo, pero con Popp me dio la impresión de que aunque se movía sin problemas, tenía algo más que no se reflejó a simple vista.

«Su alma perdió años de vida», la amable mujer tuvo a bien aclararme las cosas.

"No entiendo lo que es que un alma pierda años de vida".

«Su alma es mortal, y su duración es igual a la de su cuerpo, que es de alrededor de cien años. Él actualmente tiene diecinueve, pero el tiempo de su alma aumentó un año cuando restauró Papunika, y en la última batalla se le sumaron veinte al sellar los portales... En total ha perdido cuarenta años de vida mortal y sólo le quedan sesenta... La magia celestial lo ayuda a que esa pérdida no se refleje en su cuerpo, pero morirá cuando se acabe el tiempo restante de su alma»

"¿Sólo sesenta años?", para muchas personas sería suficiente vivir ese tiempo, pero de continuar usando su poder en grandes cantidades, podría morir muy joven.

-¿Qué tienes Maam? -Popp me estaba sujetando de los brazos y al mirarlo lo encontré angustiado.

"Tengo que dominar la magia celestial", lo abracé con fuerza por el temor de perderlo, "¡No permitiré que sigas exponiendo tu vida!".

-¡Está bien! -me separé un poco de sus brazos y sequé mis lágrimas -voy a controlar mis emociones humanas, y aunque no me gusta tu idea de ocultar nuestra relación, lo haré si piensas que es necesario.

Estaba por retomar el camino a la aldea, pero como no me soltó un brazo, tuve que permanecer quieta.

Su comportamiento estaba despertando mis miedos y más cuando alzó la mano donde tengo el anillo para mirarlo con demasiada insistencia.

-Tampoco puedes aparecer en la aldea con el anillo -puso sus dedos alrededor de la joya y me la fue retirando despacio.

-¿Estás hablando en serio? -aquí sí usé toda mi fuerza y me solté de su agarre para evitar que lograra quitármelo -si esa era tu idea desde el principio, ¿para qué me lo disté?

-Te dije que sólo tú puedes ser su dueña -revolvió su cabello -no te lo voy a quitar. Simplemente quiero ponerlo en un lugar donde no sea visible.

-Y según tú ¿en dónde lo vas a poner?

-¡Dámelo y lo verás! -extendió su mano y yo retrocedí -Maam, me conoces y sabes que nunca haría nada para lastimarte... Por favor, ¡confía en mí!

Me lo pidió casi al borde de la desesperación, y no me vi capaz de continuar negándome a sus deseos.

Con mucho dolor me quité el anillo para entregárselo. Al hacerlo sentí como si todo lo que vivimos en su aldea hubiera sido mentira y mis lágrimas aparecieron otra vez.

Popp sacó de mi bolsa de viaje el brazalete más pequeño que es parte de mi nuevo atuendo.

Esa pieza es ovalada en el frente. Cuando lo vi la primera vez, pensé que era el más sencillo de los accesorios, porque no tenía ninguna imagen plasmada.

La intriga detuvo mi llanto al observarlo cerrar los ojos para invocar su aura. Juntó ambas piezas e inmediatamente empezaron a fusionarse.

Yo me acerqué y prácticamente le arrebaté el brazalete al imaginarme que el anillo se había perdido para siempre, pero suspiré de alivio al ver que ahora el corazón de esmeralda con sus rubíes alrededor, eran parte de la decoración de la otra pieza.

-Ese brazalete tiene el poder protector del anillo -sujetó mi mano para admirar su obra -te conozco tan bien, que sé que te olvidarás de protegerte a ti misma al luchar por los demás, por eso imbuí el anillo con mis poderes astrales y la poca magia divina que he logrado controlar.

-Todos los accesorios tienen la protección de tu poder divino y astral, ¿verdad? -Popp asintió con la cabeza y se ruborizó un poco.

-Los símbolos son celestiales. Eira me enseñó el lenguaje divino para que pudiera usar hechizos protectores -el recuerdo de nuestra amiga lo entristeció, pero Popp tiene un alma muy fuerte y enseguida me sonrió -Skadi fue más difícil de convencer a la hora de pedirle que me enseñara a crear armas astrales.

-¿Los accesorios también son armas?

-Sí -contestó orgulloso -la magia celestial o divina es igual de fuerte que la del Inframundo. Es complicado ganar con facilidad cuando ambos poderes se enfrentan, sin embargo, la magia astral es la única capaz de darle ventaja a quien la use debido a que sus heridas son peligrosas porque atacan el alma... Estas no se curan a menos de que combines las dos magias, pero para hacerlo debes tener la habilidad de invocar dos hechizos a la vez.

-Como tú lo haces ¿no?

-Y como mi mentor, pero su cuerpo está muy débil por su edad y yo... -se interrumpió.

-Tú ¿qué?

-Soy algo torpe, pero tú eres más inteligente, y con la protección de los aditamentos de tu traje, serás tan poderosa como Dai porque es como si también tuvieras aura Dragontina.

"¿Acaso cree que puede engañarme?", me crucé de brazos y lo miré con el ceño fruncido, "su magia es superior a la mía en estado normal y de no ser porque su alma se debilita cuando usa la divina, podría jurar que también es más fuerte usándola, pero entonces ¿por qué me está dando objetos protectores, si él bien puede ayudarme a combatir?".

-No pienses tanto o te dolerá la cabeza -se acercó a abrazarme -vamos a la aldea para que descanses.

Popp es consciente de que es mi mayor debilidad y lo usa en su beneficio.

Nunca logro escapar del embrujo de sus demostraciones amorosas, y como siempre, dejé de lado lo sucedido cuando me dio un pequeño beso en la mejilla antes de dirigirnos a mi aldea. El problema es que el dolor por su indiferencia emergió de nuevo porque en cuanto pusimos un pie en ella, me soltó la mano para que camináramos separados.

Nina fue la primera en venir a saludarnos y después se unieron los demás pobladores.

Como casi no visito la aldea, me hicieron muchas preguntas respecto a lo que pasó con KillVearn y los monstruos que estuvieron destruyendo los reinos.

Popp me ayudó a contarles la historia, y lo vi tan a gusto conversando, que los miedos que tuve antes me parecieron estúpidos.

"Él sólo desea que me prepare bien para enfrentarme a esa bruja... A pesar de que ya se me puede considerar una adulta, sigo siendo muy inmadura y me pongo histérica porque no entiendo lo mucho que se esfuerza por mí".

Luego de una larga plática con mis vecinos, nos fuimos a mi casa.

Mi madre nos recibió con un abrazo y la vi muy contenta porque Popp vino conmigo.

Teníamos minutos de haber llegado y ella ya quería que probáramos una receta que acababa de aprender y yo sólo rogué porque le hubiera quedado bien, (mi madre es buena cocinera, pero con los platillos nuevos comete muchos errores).

Popp la alabó por el rico sabor y se comió con avidez todo lo que le sirvió.

La noche llegó muy rápido y el desvelo que tenía hizo pesados mis párpados.

Popp y mi madre seguían conversando de las cosas que hicimos estos cuatro meses, y yo me obligaba a mantenerme despierta para escuchar lo que él le decía, pues cambió todos nuestros momentos románticos, por unos que nos hacían ver más como hermanitos compartiendo el día a día, y no como los novios que duermen en la misma cama.

El sueño fue demasiado y a pesar de que Popp dijo que no hiciera evidente nuestra relación, lo jalé para acurrucármele y me quedé dormida sujeta a su cintura.

Un aire frío estremeció mi cuerpo y tanteé la cama buscando el calor de Popp, pero al notar que no había nadie, me incorporé rápidamente.

Lo que más temía se había cumplido, "La maldición de Koré ha empezado a actuar".

Estaba en mi habitación completamente sola. Mi ropa era la misma con la que llegué, y al revisar el armario, encontré únicamente cosas mías.

De inmediato salí de mi cuarto para dirigirme al de visitas y el alma regresó a mi cuerpo al ver a Popp durmiendo en la cama que ocupó la primera vez que vino aquí.

Quería desobedecerlo para ir a acostarme a su lado, pero el temor a su carácter distante me detuvo y regresé a mi cuarto para intentar dormir.

Tenía mucho sueño y aun así sólo pude dormitar, pues me acostumbré tanto a sentir su cuerpo pegado al mío, que la falta de su calor heló incluso mi alma.

Los rayos del sol que anunciaban el amanecer entraron por mi ventana y esa fue mi señal para levantarme.

Salí del cuarto al mismo tiempo que Popp y me quedé impresionada al verlo mucho más lozano que yo.

-¡Buenos días! -tenía buen ánimo porque me imagino que durmió bastante bien -¿Maam? -movió su mano cerca de mi cara -¿qué tienes?

-Nada -iba a escapar a mi cuarto a causa de la decepción, pero tomó mi mano y se acercó para darme un beso en la frente.

-¡Te extrañé mucho! -susurró en mi oído -será difícil esperar una semana para volver a tenerte en mis brazos.

"Astrid dijo que yo soy inconstante, pero es Popp el que cambia de actitud en segundos", y a pesar de ese pensamiento, lo abracé con fuerza.

Estuvimos unos minutos compartiendo el calor del otro, pero el sonido proveniente de la puerta de mi madre lo previno y se alejó de mí con rapidez.

El Popp encantador con las mujeres salió a la luz y se dedicó a ayudar a mi madre con el desayuno entre halagos que la hicieron sonrojar. También platicaron como si tuvieran años de conocerse y hasta su sincronía fue perfecta a la hora de cocinar.

Yo los observaba desde la mesa, pero como mi ánimo no era el mejor, me mantuve callada durante el resto de la mañana.

A mediodía, Popp decidió que debíamos entrenar y el lugar elegido fue el claro a las afueras de la aldea.

Ahí nos sentamos de frente y lo primero que me pidió es que hiciera meditación para invocar mi magia celestial.

Pasé una hora intentándolo sin obtener un buen resultado. Me distraía incluso con el movimiento de las flores y recibí varios golpes en la cabeza de un pergamino cada que me desconcentraba. Esta parte del entrenamiento amenazó con hacer surgir a la antigua Maam que golpeaba a Popp por cualquier cosa, y es que aunque no me pegaba fuerte, sí era molesto que lo hiciera constantemente, sobre todo porque soy su novia y debió ser más comprensivo, (como con Dai). Si no aprendí a usar magia de ataque con el maestro Aván, era lógico pensar que no tengo la facilidad de invocar poderes de alto nivel.

Después de tres horas sin avanzar nada. Popp se dejó caer en una cama de flores, (que increíblemente ellas mismas formaron en el instante en que se movió). Pasó sus brazos detrás de su cabeza y se dedicó a mirar el cielo.

-¿Cómo es que pudiste controlar la magia que selló los portales? -preguntó sin mirarme -hay algo que detona tu poder, pero ¿qué es?

Quería decirle que tengo una teoría, pero estaba segura de que no iba a creerme.

«¡Muéstrale!», la amable mujer habló en tono serio, (casi como si me lo hubiera ordenado).

"Si hago un movimiento en este lugar, estaría incumpliendo con lo que me pidió acerca de fingir que no somos nada".

«Conoces otro sitio en el que nadie los vería»

La mujer no volvió a hablar y yo me quebré la cabeza pensando en cómo le pediría que me acompañara.

-Hay un lugar en dónde podré invocar la magia celestial -dije cautelosa.

-Primero debes aprender a mantener la concentración para que no te distraiga ni el sonido del viento -me lo dijo sin dejar de mirar el cielo.

-Tu siempre me pides que confíe en ti, pero cuando yo necesito que me correspondas de la misma manera, te niegas -mi voz sonó tan desilusionada que se incorporó de inmediato.

-¡Confío en ti, Maam! -tomó mi mano y le dio un leve apretón -¡vamos a donde quieras!

Me sentí contenta porque sería la primera vez que le mostraría el lugar al que únicamente yo he ido, y lo mejor es que se estaría cumpliendo una parte importante del segundo futuro.

Caminé tan aprisa que Popp tuvo que correr varias veces para alcanzarme.

Al llegar al inicio del bosque oscuro, trató de continuar por el camino que conoce, pero le indiqué que debíamos dirigirnos hasta un risco que se encontraba unos metros más a la izquierda. Una vez ahí, yo usé mi habilidad para saltar las rocas y él levitó. Después descendimos y caminamos otros diez minutos.

Aún faltaban pocos metros, pero ya se apreciaba el brillo cristalino del agua del lago.

Popp quedó maravillado al verlo porque hasta los rayos del sol lo iluminaban. También estaba repleto de follaje verde, árboles con frutos comestibles, animales silvestres e increíblemente, las mismas flores que se crearon en la batalla debido a mi magia.

-Nunca creí que existiera un sitio así en el bosque oscuro -se notaba extasiado por la hermosura del lugar.

-Nadie en la aldea lo conoce. Ni el maestro Aván, ni mi madre. El risco siempre ha estado aquí, pero el lago apareció cuando yo tenía catorce años. En ese tiempo ya había recibido la instrucción de nuestro maestro, por eso él no supo de su existencia y como soy la única que se atrevió a escalar las rocas, tuve la suerte de hacer de este lago, mi lugar especial.

-¿Tu lugar especial? -lo preguntó con un tinte de enojo que no me gustó.

-¡Sí!, es un sitio hermoso y tranquilo en el que siempre encuentro la paz que necesito, y ahora que seremos esposos, quiero que tú también disfrutes de su belleza.

Popp se quedó callado demasiado tiempo. Únicamente miraba el lago y como estaba atenta a sus reacciones, lo vi apretar los puños.

-Debiste esperar a mostrármelo.

-¿Por qué?

-Porque es tu lugar especial, y en él deben existir recuerdos maravillosos.

-Y justamente por eso te traje aquí -tenía un poco de temor a causa de su actitud, no obstante, me le acerqué para abrazarlo por la espalda -¿quieres saber cómo invoco la magia celestial?

-Pensé que no sabías hacerlo.

-¡No lo sé!... La magia simplemente aparece cuando mi sentimiento de amor es grande.

-Es imposible. La magia celestial no se puede invocar si el usuario se deja dominar por sus emociones humanas.

Lo obligué a girar para que nos abrazáramos de frente y aunque al principio se negó a cumplirme el capricho, terminó por ceder.

Podía explicarle paso a paso la manera en que mi magia sale a la luz, pero decidí que lo mejor era que lo experimentara él mismo.

Con una delicadeza nada propia en mí, sujeté su rostro para acercarlo al mío y al unir nuestros labios, empecé a besarlo permitiéndome dejar libre a la mujer que lo desea como hombre.

Apenas teníamos unos segundos besándonos, cuando mi cuerpo brilló con el color de mi aura.

Al invocar magia, nuestro cuerpo se cubre de una luz blanca, pero el color de nuestras almas solamente se puede ver con ayuda de las insignias de Aván. Las auras divinas o demoniacas tienen la característica de cubrir a su dueño del color exclusivo del alma, tal como lo hacen las de Eira, Skadi, Astrid, Popp, Dai, Koré, y ahora la mía.

Popp dejó de besarme para atestiguar de lo que soy capaz de hacer con el aura divina. Todo el lugar fue cubierto por ella y la magia comenzó a actuar debido a mi deseo de embellecerlo para él. Las flores que había creado en la última batalla se multiplicaron. Los árboles se llenaron de frutos, el pasto adquirió un verde más intenso. Varios pájaros llegaron atraídos por mi aura y se pusieron a entonar una armoniosa melodía desde las ramas de los árboles, y un arcoíris nació en el lago y se extendió hasta el bosque oscuro.

El rostro de Popp demostró una enorme incredulidad con lo que estaba sucediendo. En este punto ya no importaba si dudaba de mis sentimientos o no, pues el aura había aparecido porque no contuve mis verdaderos deseos.

-¿Ya se respondió tu pregunta de qué es lo que detona mi poder?

-Debí suponer que siendo una discípula compasiva, ese tenía que ser el detonante -guiñó un ojo y sonrió contento -ya que hemos descubierto el secreto de la invocación, pasaremos al entrenamiento para combinar la magia con tus habilidades de guerrera y artista marcial.

"¿Acaso es tonto?... cualquiera se da cuenta de que la compasión nada tuvo qué ver en esto".

Ni siquiera le dio importancia a lo que pensé que iba a ser un hermoso momento. Simplemente caminó de vuelta al risco y sin preguntarme si quería irme, voló para sortear las rocas.

Popp ya había cruzado al otro lado, por eso no se dio cuenta de que las flores se marchitaron, pero yo sí lo vi y además, supe que lo que provocó que murieran, fue la tristeza de mi corazón.

De regreso al claro, descubrimos que las otras flores también se marchitaron.

-Pero ¿qué pasó? -Popp corrió al verlas completamente secas -¿será un efecto secundario de la magia que invocaste en el lago?

-No -respondí seria -no me encuentro muy feliz y eso las afectó.

-¿Feliz? -puso una mano debajo de su mentón y cerró los ojos -a esto se refería Astrid.

-¿Qué dijo esa mujer? -no evité demostrar mi molestia ante la mención de esa tipa.

-Nada importante... al menos no por ahora -me miró preocupado -es indispensable que aprendas a controlar tus emociones.

Como es su costumbre, planea sin considerar la opinión de nadie y desapareció para luego volver con el maestro Aván y el maestro Brokina.

Su idea era que ellos me ayudaran a pulir a la perfección mis habilidades combativas, (él no puede porque no es su fuerte).

Fue así como mis entrenamientos se intercalaron en las montañas de Romos con el maestro Brokina, y otro día en los cuarteles del reino de Karl con el maestro Aván.

Día y noche tenía que aprender a controlar mis estados de ánimo con rutinas de combate combinados con intentos de magia celestial, que involucraban enfrentamientos con monstruos que Popp ubicaba cerca de los reinos, y que tenían el objetivo de vengarse de los humanos porque se sellaron las entradas al Inframundo.

Si bien era cierto que mis habilidades de artista marcial mejoraron mucho, seguía sin ser capaz de utilizar la magia celestial.

Quedaban tres días para mi cumpleaños y Popp decidió detener el entrenamiento.

La confusión se apoderó de los tres porque se notaba tan relajado y satisfecho, a pesar de que no conseguí usar la magia que desea y más nos sorprendimos cuando dijo que nos tomaríamos esos días para descansar.

El maestro Aván quiso hablar a solas con él. Yo los observaba de lejos y vi que Popp debió decirle algo malo porque el rostro de nuestro instructor se mostró preocupado, aunque volvió a serenarse con otra cosa que le mencionó.

-Te has convertido en una mujer poderosa, pero aun así tu semblante es el de una jovencita que tiene miedo de no ser lo más importante para el hombre que ama -el maestro Brokina dijo con una amable sonrisa en su cara.

-¿Por qué lo dice, maestro? -me ruboricé a causa de su comentario.

-Popp siempre se aleja durante los entrenamientos y parece que le da poca importancia a tu avance, sin embargo, cuando tomas tus descansos, te duermes en el piso, y es ahí donde él demuestra lo mucho que te ama.

-¿De verdad? -pregunté ansiosa de escuchar esa parte que desconozco.

-El cansancio que llegas a sentir no es físico, sino mental, y tu carácter está muy influenciado por el comportamiento de ese muchacho. Si él está serio, tú entrenas seriamente. No disfrutas de tus logros porque todo te parece insignificante ante la falta de respuesta de tu pareja... Aván y yo estábamos a punto de regañarlo por reducir tu animosidad, pero empezamos a notar que Popp deja libres sus sentimientos por ti, cuando no eres consciente de ellos... Mientras duermes en ese incómodo lugar, se sienta en el piso para acostar tu cabeza en sus piernas y acaricia tu cabello con mucha ternura, pero si eso no fuera suficiente prueba de que eres lo más importante para él, sus ojos reflejan un inmenso amor que es imposible que finja. Lo extraño viene en el instante en que vas a despertar. Para dar tiempo a que no te des cuenta de lo que pasó, te coloca un hechizo de letargo y se apresura a dejarte tal como estabas y adopta la pose seria que te hace pensar que no le interesas lo suficiente.

Esa información me llevó a mirar a Popp, (que seguía hablando con nuestro maestro con esa seriedad que no me gusta).

En Lankirks siempre se comportó amoroso y no había día en que no gritara su amor por mí a todos sus vecinos.

"¿Por qué haces esas cosas?... ¿acaso es malo que te permitas demostrar tus verdaderos sentimientos con las personas que forman parte de mi vida?".

-Aván apoya mucho a Popp -continuó mi maestro -ellos tienen un secreto que no compartieron conmigo. He intentado sondear a Aván para saber de qué se trata, pero le tiene una fe gigantesca a ese muchacho y aunque no le agrada verte triste, acepta sus decisiones sin cuestionarlo -colocó una mano en mi hombro -si no los entiendo, no puedo aprobar que mi discípula sufra, por eso te estoy contando esto.

-Popp también está sufriendo -tuve el deseo de caminar hacia él, pero lo contuve -por fin estoy aprendiendo a entenderlo.

Popp y el maestro se dieron un fuerte abrazo y luego ambos se acercaron a nosotros.

-Pequeña Maam -el maestro Aván no deja de llamarme así, aunque prácticamente soy una mujer adulta -le estaba comentando a Popp que Flora y yo llegaremos a tu fiesta a medio día si es que no surge algún pendiente.

-Yo sí tengo planeado llegar desde temprano -el maestro Brokina alzó su mano para hacerse notar, (por su baja estatura) -es que mi jefe Chiu nos pidió ir a molestar a Popp y como soy obediente con mis obligaciones, tendré que sacrificarme, ¡lo siento muchacho!

-No... -Popp estaba incrédulo -... no hay problema maestro. Entiendo que tiene deberes que cumplir, aunque el que lo respete a usted, no evitará que le de unos coscorrones a su comandante -sonrió maquiavélico.

-Es justo -el maestro Brokina se rio -será divertido verte luchando con Chiu por el puesto de honor para abrir el baile con Maam.

-Ese ya está apartado -nuevamente el tono de voz de Popp fue serio -bueno, se hace tarde y la madre de Maam nos espera para la cena.

-No crees que ya deberías empezar a decirle suegra -el maestro Brokina está haciendo esos comentarios a propósito -¡sabes Popp!, sería buena idea que se casen el mismo día del cumpleaños de Maam. De esa manera se ahorran gastos y lo mejor es que pueden comenzar a esforzarse en darnos nietos, ¿verdad Aván?

-Lo mismo estaba pensando Brokina -el maestro Aván se rio fuerte -¿recuerdas que Roka y Leila encargaron a Maam antes de casarse?, Leila tenía la edad de Maam y a Roka poco le importó que estuviéramos en guerra y nos convirtió en tíos muy rápido... yo al menos tenía quince en ese entonces.

-¡Qué recuerdos! -suspiró el maestro Brokina -esos dos hacían una linda pareja, aunque Leila siempre fue la que más luchó por su relación porque Roka estaba reacio a revelar que estaban juntos.

-Sí -reafirmó el maestro Aván -pobre Leila, si no hubiera conocido bien a Roka, me seguiría preguntando que le vio para enamorarse de él.

-Es que viene de familia enamorarse de guerreros poderosos -Popp fue el que contestó y los tres lo miramos incrédulos.

Un pesado silencio se instaló entre nosotros. Esto me permitió escuchar cómo se rompió mi corazón y las constantes lágrimas de mis ojos querían salir, pero me forcé a detenerlas.

-Tal vez fue así con Leila, pero con Maam no pasó de ese modo... tú eres hechicero, ¿recuerdas? -el maestro Brokina le contestó un poco molesto.

-¡Sí, tiene razón! -respondió riéndose y puso una mano detrás de su cabeza -ya se metió el sol y en serio tenemos que irnos -tomó mi mano -¡nos vemos en tres días!

No esperamos la respuesta de nuestros maestros porque nos trasladó al claro con rapidez.

En cuanto pusimos un pie ahí, Popp se sorprendió al encontrar la tierra completamente erosionada y se hincó para revisarla.

-Volví a hacerte enojar -afirmó sin mirarme.

-Más que enojarme, me lastimas -estoy tan exhausta de pelear contra sus desaires, que empiezo a quedarme sin fuerzas.

-¡Maam! -se levantó de un salto e intentó sujetarme, pero me hice hacia atrás -¡lo siento!, he estado cometiendo muchos desaciertos contigo porque pensé que era lo mejor para ti.

-¿Lastimarme es lo mejor? -alcé la voz como antes y sentí que mi furia también estaba regresando -¿necesitas destruirme para que tus planes sean efectivos?

-¿De qué hablas? -ahora él dio unos pasos atrás.

-¿Perder la prueba nos dará la victoria?

El aura maligna se liberó y me lancé a golpearlo, sin embargo, logré detenerme al cerrar mis puños para sangrar mis palmas, pero no fue ese dolor el que me hizo caer de rodillas al piso, sino la amargura de no saber si es verdad lo que me aseguró el maestro Brokina.

"Nadie que ame sinceramente, lastimaría cruelmente el corazón de quien dice amar".

Popp corrió hacia mí y trató de abrazarme, pero me removí para evitarlo.

-¡Perdóname, mi amor!, soy un imbécil que toma decisiones estúpidas que lo único que hacen es lastimarte.

Escucharlo decirme "mi amor" consiguió que dejara de luchar y le permití abrazarme.

Nunca me había dado un mote cariñoso como yo lo hice desde el principio de nuestra relación, por eso me emocionó oírlo pronunciar algo que siempre quise que me dijera.

-Sé que no dejo de prometerte cosas que no cumplo, pero esta vez haré todo lo que me pidas -alzó mis manos y al besar las palmas, éstas se sanaron gracias a su aura curativa -si deseas que me marche, lo haré enseguida.

-¿Harás todo lo que te pida? -asintió con la cabeza -si es cierto que cumplirás, entonces empieza por ser ese novio amoroso que me hizo tan feliz en Lankirks.

-Considéralo hecho -besó la punta de mi nariz -¿qué más quieres?

-Quiero que mi madre y todos en la aldea, sepan que eres mi prometido, quiero lucir mi anillo de compromiso otra vez, que paseemos tomados de las manos sin importar que haya miles de personas a nuestro alrededor, quiero dormir contigo cada noche, que preparemos las comidas juntos, que construyas la casa que me prometiste en la batalla contra KillVearn, quiero que pases mi cumpleaños a mi lado, que seas mi única pareja de baile, quiero poder besarte cuando lo desee y que hagas lo mismo, pero sobre todo, quiero que compartas tus angustias conmigo para que te ayude a buscar una solución y así no tengas que cargar con esas difíciles decisiones que amenazan con destruir nuestra felicidad.

-Son muchas peticiones -se rio nervioso -pero te cumpliré las que pueda.

-Las quiero todas y también las que se vayan anexando cuando nos casemos.

-Serás una esposa muy mandona.

-Recuerda que Crocodine te lo advirtió, así que tendrás que acostumbrarte, porque siempre estaremos juntos.

-Siempre -lo dijo más para sí mismo y juntó nuestras frentes -bien, ya que hemos llegado a un acuerdo, comenzaré a cumplir mi promesa -tomó la mano donde está el brazalete y luego de invocar su aura mágica, separó las piezas para recuperar mi anillo y colocarlo nuevamente en mi dedo -no es el orden que mencionaste, pero ya ves que estoy siendo obediente.

-Pues espero que sigas así -giré mi rostro porque seguía molesta.

-¿Cómo haré para que mi futura esposa me crea? -hizo como si le costara encontrar algo, pero después tomó mi mentón para elevar mi rostro -ya sé cómo.

Me besó con pasión y supe que nunca me cansaría de recibir este hermoso contacto, porque así no puede ocultar su amor con la misma facilidad que lo hace con su actitud indiferente.

-Tenemos que ir con tu mamá o pensará que la dejamos plantada -dijo, pero no dejó de besarme.

-Ella entenderá el retraso cuando le digamos que nos comprometimos.

Mi aura divina volvió a liberarse y ambos nos separamos para descubrir lo que haría mi magia.

La tierra del claro recuperó el follaje verde de las flores que ahora sé, creé especialmente para él.

-Sí son tus emociones positivas las que te dejan invocar la magia que se iguala a la celestial. -Popp evaluó las flores y el pasto -No lo creí antes porque Eira dijo que únicamente se permite tener el deseo de ayudar a cualquier ser sin importar quienes son.

-Cuando tú la usas ¿no piensas en nadie en especial?

-No. Al igual que Eira, estoy obligado a mantener a resguardo mis emociones. Si se me ocurre pensar sólo en ti o en cualquiera de nuestros amigos, la bondad sería opacada por el egoísmo, y aunque puedo curar con magia normal, la celestial se anularía -me sonrió al acariciar mi rostro -por fin entiendo la razón de que seas tú a quién el dios de los humanos le dio esta bendición... Sientes tanto amor por todos, que no necesitas ocultar tus emociones.

-En realidad me la dio cuando hice honor al nombre de "discípula del amor" -me puse de pie y le ofrecí mi mano para ayudarlo a levantarse del piso.

-¿Y eso qué significa? -me sujetó fuerte y se puso de pie.

-No es posible que una representante del amor desconozca su propio corazón y se niegue a aceptar lo que siente... Querer a todos no es lo mismo que amar de verdad y más allá de los límites. La magia que me otorgó el dios de los humanos es diferente a la que usan los dioses celestiales, y lo mejor es que no exige el sacrificio de contener tus emociones para hacer uso de ella.

-Entonces también están tratando de darles una lección a los dioses celestiales -se quedó pensativo y luego golpeó su palma con el puño -¡ya lo comprendo!

-¿Qué comprendiste?

-Te lo explicaré después -tomó mi mano y se echó a correr -volvamos a la aldea. Mañana me dedicaré a construirte la casa que me pediste.

La calidez de su alma regresó y hasta su sonrisa volvió a ser sincera.

Había varios de mis vecinos afuera y aunque no nos detuvimos para platicar, decía en voz alta, que lo había aceptado como futuro esposo y que nos casaríamos pronto. Yo me apené por los vítores y chiflidos que nos acompañaron hasta que entramos a mi casa, pero no pude negar que me hizo muy dichosa que cumpliera de inmediato con lo que le pedí.

Con mi madre fue igual de emotivo el momento en que le pidió mi mano, porque lo hizo de rodillas y además prometió que daría incluso la vida con tal de hacerme la mujer más feliz del mundo. Mi madre lloró al escucharlo y los dos se abrazaron cuando lo llamó "hijo".

Celebramos con té y panecillos que mi madre había preparado para Popp, como si hubiera presentido que ese día sería especial.

A la media noche, Popp le preguntó con voz tímida y con el rostro completamente rojo, si podía darme permiso de dormir en el cuarto en donde se está quedando. Mi madre nos observó atenta para descubrir si habíamos dado un paso más en nuestra relación, pero luego sonrió y nos dijo que no podía criticar algo que ella hizo por amor, así que no tendría por qué negarse.

Estaba contenta por el esfuerzo de Popp para corregir sus errores, pero una duda continuaba rondando mi cabeza. No podía quitarme la sensación de que esta felicidad no sería duradera, y no pude conciliar el sueño ni siquiera en los brazos de la persona que amo.

En cuanto amaneció, Popp se levantó a preparar el desayuno y casi tuve que comérmelo entero porque tenía prisa en que saliéramos. Como era muy temprano, no había nadie afuera y caminamos tranquilamente. Su platica era superficial y me di cuenta de que buscaba algo. Enseguida supe de qué se trataba y emocionada le tomé la mano para llevarlo a una zona de la aldea que aún no está habitada, muy cerca del lado del risco del bosque oscuro.

-Aquí quiero que construyamos nuestro hogar -le mostré un terreno amplio de tierra fértil.

-¿Construyamos?

-Sí -extendí mi mano y él la sujetó -yo la diseño en mi mente y tú me apoyas con tu magia para crearla.

-¡Muy bien! -cerró los ojos para liberar su aura y yo hice lo mismo.

Obviamente la diseñé tal y como la vi en el segundo futuro; su amplitud sirvió para que las siete habitaciones tuvieran buen espacio y quedaron repartidas en dos pisos, (poco común en una aldea tan pequeña). El material fue de un tipo de piedra similar al del palacio de Vearn, reforzado con otro creado por la magia astral. El comedor y la cocina por primera vez en una casa de la Villa no estarían juntos, pues ambos tendrían la individualidad que necesitan. Cree una sala, un estudio para Popp y finalmente una media barda rodeando la casa. Las puertas de caoba y las ventanas fueron protegidas igualmente con magia.

Al ver nuestra obra terminada, nos sonreímos y después entramos a verla.

-¡Vamos a decorarla! -le pedí al estar en la que sería nuestra habitación.

-Por el momento dejémosla así -abrió la ventana y el aire que entró movió su cabello.

Me dio la impresión de que su semblante era melancólico, aunque no pude asegurarlo porque me daba la espalda.

-Supongo que prefieres comprar los muebles en Bengana, ¿no? -me puse atrás de él para intentar mirar su rostro, pero no se hizo a un lado.

-La decorarás después de... del asunto que tienes pendiente.

-¿Hablas de la tercera prueba? -mi voz adquirió la misma seriedad con la que él me estaba hablando -tú sabes cuándo y cómo será ¿verdad?

-Sí -me sorprendió que no lo negara -el día después de que cumplas tu mayoría de edad, debes ir a las ruinas del antiguo reino de Alkid.

-¿Alkid?

-El reino de la madre de Dai... Larhart debe conocer la ubicación por Baran... Alkid todavía no está en ese lugar porque él lo destruyó por completo. Los escombros de lo que alguna vez fue el reino, yacen en el fondo del mar. Los dioses lo traerán de vuelta a la superficie porque tenía un enorme coliseo donde los ancestros de ese pueblo se divertían viendo morir a los humanos al luchar contra los monstruos.

-Un horrible escenario para una prueba que determinará nuestro destino -me dio escalofrío pensar en lo que significa que se lleve a cabo ahí -pero Popp, ¿cómo es que sabes todo eso y por qué hablas como si no fueras a estar presente?

-Sí lo estaré, pero yo partiré en la madrugada. Tengo algo muy importante que hacer mientras te alistas para tu prueba -guardó un silencio muy extenso y luego volteó con un semblante relajado y sonriente -no te preocupes, tú vas a ganar y Koré tendrá que cumplir con el acuerdo de no atacar al mundo humano. Con eso aseguraremos la paz de todos durante muchos años y únicamente quedará prepararse para ayudar a Dai a enfrentar a Velzar cuando se rompan los sellos del Inframundo.

-¿A dónde vas a ir el día de la prueba? -mi mente sólo retuvo que no estará conmigo las horas antes de que enfrente a esa mujer.

-Maam -se me acercó para tomar mis manos entre las suyas -pase lo que pase en esa prueba, tienes que mantener tu valor hasta el final. Nuestro mundo no necesita más batallas que lo único que hacen es dejar muerte y destrucción. Lucha con todas tus fuerzas sin importar a quien enfrentes.

Iba a contestar, pero su extraño comportamiento me produjo temor y dudas.

Miré atenta su rostro, "Yo sé que lo amo, pero ¿Popp siente lo mismo por mí y con la misma fuerza?".

"Previniendo que ese necio siga dudando de ti, es por lo que decidí entregarte las semillas", a mi mente llegó el recuerdo de lo último que hablé con Eira, "Has de saber que las flores únicamente germinarán si dos enamorados las plantan juntos, pero no sólo deben sentir cariño, sino amor verdadero y eterno".

"Necesito saber lo que sientes en realidad", dije en mi mente.

-¡Ven! -lo jalé para llevarlo fuera de la casa.

Una vez en el patio, golpeé la tierra para hacer un hoyo.

-¡Has lo mismo con el otro lado! -no lo miré porque pensé que se negaría a mi petición, sin embargo, me hizo caso inmediatamente y usó su magia para hacer surcos de tierra alrededor de la barda.

-¡Listo! ¿ahora qué más necesitas? -fue mucho más rápido que yo y se quedó de pie mirándome sonriente.

"Su magia es demasiado poderosa", me dije al hacer el último hoyo, "ni mi fuerza sirvió para terminar antes que él".

Caminé hacia el lado que le tocó y mientras lo hacía, saqué de mis ropas la bolsa de las semillas de Eira.

Mis manos temblaron en el momento en que le ofrecí la mitad.

Popp se notaba confundido, no obstante, aceptó las semillas sin cuestionar nada.

"Pero ¿qué pasa si no germinan?", ese era mi gran temor, "yo tengo la prueba de que lo amo gracias a las flores que creé para él, sin embargo, éstas necesitan que los dos tengamos el mismo sentimiento y a un nivel demasiado alto".

-¿Qué tienes Maam? -Popp colocó una mano en mi hombro y me sobresalté porque me tomó desprevenida -pareces nerviosa.

-No lo estoy -le sonreí para quitarle esa idea -¡vamos a plantar las semillas!

Los dos nos pusimos de cuclillas. Popp iba a depositar las suyas, pero lo detuve.

-¡Dejémoslas caer al mismo tiempo, y hagamos lo mismo para cubrirlas! -de nuevo evité mirarlo para que no se diera cuenta que estaba aterrada por el resultado que haría que mi confianza en su amor crezca, o en su lugar, sepulte mis esperanzas.

Popp no respondió, sólo mantuvo su puño cerrado a la espera de que acercara el mío para que a la cuenta de tres depositáramos las semillas por toda la barda. Luego las cubrimos usando nuestras manos como pala y para regarlas, él invocó un hechizo que hizo aparecer una pequeña nube de lluvia.

Al terminar, nos quedamos admirando nuestro trabajo como floricultores.

Mi corazón latía demasiado rápido. No sé cuánto tiempo hay que esperar para ver si germinan o no, porque no se me ocurrió preguntárselo a Eira, y sin ese dato, mis dudas no me dejarían en paz, pero me quedé boquiabierta al ver cómo empezaban a salir de la tierra, unas hermosas flores de largo tallo con pétalos color plateado, que resplandecían como si fueran los rayos del sol.

La inmensa alegría que sentí me hizo llorar, y abracé a Popp con todas mis fuerzas.

-¡Maam! -dijo sin aliento -me gusta que me abraces, pero mi cuerpo no es tan fuerte como el tuyo y... y si continúas apretándome así, te vas a quedar sin novio.

-Es que... -le emoción era tanta que me costaba hablar -...te amo más de lo que te imaginas y quiero tenerte cerca de mí.

-También yo te amo -le costó hablar por culpa de mi efusivo abrazo, sin embargo, me permitió quedarme de esa manera un poco más.

"Gracias Eira. En verdad necesitaba estar segura de que Popp me seguía amando. Con esta confirmación, ya no tendré desconfianza de su amor, pues ha dejado de existir esa duda que atormentaba mi alma. De este modo podré combatir con todas mis fuerzas por él, y la familia que formaremos juntos".

*****

Hola

Les dejo la primera parte de este capítulo. Para la segunda hay una escena para mayores de dieciocho. Indicaré en dónde comienza y dónde termina con unos asteriscos. No es para nada fuerte, pero hay diálogos que no son para niños.

Nos leemos al final de la segunda parte.

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