
REENCUENTRO DE HERMANOS P2
ESTOS CAPÍTULOS RECIENTEMENTE LOS ESTOY SUBIENDO AQUÍ. ERAN LOS QUE DEJÉ DE PUBLICAR Y QUE COMPLETAN LA HISTORIA.
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO POPP
Con todo y mis dudas, hice lo que me recomendó y luego de dormir unas horas, me despertó para que continuáramos nuestro camino.
El silencio de Skadi me dio la oportunidad de analizar la situación y llegué a la conclusión de que su plan tiene un serio problema que tenemos que resolver antes de cometer un error que nos traerá la muerte a todos los involucrados, así que me puse a su lado para observarla. Como es más alta que yo, me estiré y eso la enfureció.
–¿Qué quieres? –se detuvo y de nuevo se cruzó de brazos.
–Quiero visitar a una amiga que está en un reino bastante lejos de este lugar.
–Cuando salgamos de aquí podrás ir a donde te plazca... ahora sigue caminando.
–Si no me equivoco, ya llevamos un segundo día caminando sin parar y como yo sí me canso, me debes un receso.
–¡Tómalo entonces! –se iba a ir a otro lado, pero se lo impedí colocándome frente a ella –no me saques de quicio, niño.
–¡Tú te estás comportando como una niña! –le sonreí y Skadi endureció la mirada –¡está bien!, ¡perdón! –quiso rodearme, pero de nuevo le corté el paso y su aura fría se liberó –una diosa humana no puede dejarse llevar por su coraje y además, no estoy atacándote, ni tengo un aura maligna en mi interior.
–No, pero eres fastidioso.
–Eso no lo niego –me reí más fuerte –bueno, deja de intentar congelarme y permíteme contarte mi idea.
–¡Habla!, y más te vale ser breve.
–Los humanos podemos usar magia astral y aunque tú eres una diosa y supongo que tu nivel es mil veces mayor que el de nosotros, eso no impide que puedas ayudarme a aprender trucos básicos.
–No se nos permite ayudar a ningún humano. Únicamente podemos servir al que tiene un corazón puro y aunque el tuyo tiene algo de pureza, eres demasiado imprudente como para que me arriesgue a ser castigada por el Dios de los humanos, y tampoco sería útil enseñarte magia astral solamente para que vayas a visitar a tu amiga.
–En realidad no es precisamente para ir con mi amiga. Lo estuve pensando y creo que no estás tomando en cuenta que soy un mago sin fuerza física. El mínimo ataque de ese demonio acabará conmigo y si yo muero rápidamente, no tendrás tiempo de salvar a tu hermana y en consecuencia tampoco salvarás a Dai.
–Mi hermana menor tiene la capacidad de manejar el tiempo como ella quiera y con esa ventaja a nuestro favor, conseguiremos salvarlos a los dos.
–Si está herida mortalmente ¿le será posible invocar su poder? –Skadi no contestó –si logro ejecutar, aunque sea por un breve momento la magia astral, te daré la oportunidad de salvar a tu hermana y si planeamos bien nuestra estrategia, incluso podríamos deshacernos de ese demonio para que la barrera del volcán desaparezca.
–La magia astral que utilizan los humanos es de bajo nivel y aunque es útil en combate, no podría dañar a monstruos o demonios de alto rango... Nuestra magia divina sí puede incluso matarlos porque la vinculación se da con el alma, no con el cuerpo, pero tú eres un humano con una vida mortal, eso te haría perder energía vital más rápido que si usaras magia prohibida.
–Si soy preciso al momento de usarla, mi cuerpo podrá aguantar lo suficiente para no poner en riesgo mi vida y si logramos llegar a la montaña, Eira me ayudará con su magia curativa.
Skadi desvió la mirada hacia la silueta del volcán y tardó mucho en volver a prestarme atención.
–Aprender magia astral divina te tomará al menos una semana.
–Es demasiado. Si aquí el tiempo avanza lento, Maam y Merle, estarán esperándome más de esa semana ¿no?
–Desde que entramos, siento que mi hermana menor está enviando su poder a tu mundo. Ella sabe que estamos buscándola y seguramente te conoce porque lo que hace es para no afectarte a ti y a tus compañeras.
–¿Cómo podría conocerme?
–No tengo idea, pero percibo que el tiempo en tu mundo es mucho más lento que el que transcurre aquí... una semana sería el equivalente a unas horas del tiempo humano.
Sus palabras me llenaron de muchas dudas. Era ilógico que me conozca una diosa humana. Sobre todo, porque sus otras dos hermanas ni siquiera sabían que Dai es el humano de corazón puro al que deben proteger.
–Deja de pensar y mejor concéntrate en lo que deseas aprender –se encaminó hacia una dirección opuesta al volcán –espero no arrepentirme de enseñarle a un ser humano magia que sólo pueden usar los dioses.
–No te arrepentirás, ¡te lo prometo!
Al principio estaba emocionado porque aprendería una magia que ningún humano ha usado antes, pero si mi mentor Matriv fue duro en su entrenamiento, Skadi fue mil veces peor.
Ya sabía que su carácter es más frío que el hielo, pero no sospeché que ni siquiera conoce lo que es la compasión.
Desde el primer momento en que empezó a medio explicarme lo que es la magia astral, se dedicó a arrojarme piedras durante horas, (sin un cuerpo sólido y sin poder invocar sus flechas, usó lo que tenía a la mano).
Estaba impresionado por sus habilidades y es que aunque no puede sujetar las piedras con sus manos, utiliza poderes mentales que siempre dan en el blanco a pesar de que vuelo, corro y me escondo detrás de los árboles.
Mi cuerpo enseguida se llenó de heridas y si no fuera por mi poder curativo, habría muerto, pero curarme sólo acrecentaba sus ataques y entre más rápido me curaba, más aumentaba la velocidad de los lanzamientos.
Para cuando se detuvo, el dolor de mi cuerpo era insoportable y ni mi magia consiguió desaparecer las dolencias de mis músculos.
Los míseros veinte minutos que me permitió descansar, no lograron restablecer mis fuerzas, pero descubrí que también soy perseverante y con todo y mi debilidad, jamás le di el lujo de verme derrotado.
Como solamente existe la noche en este lugar, mi cansancio afectó mi visión y hubo un momento en que ya no pude mantener los ojos abiertos.
El sonido del viento al chocar con las piedras me advirtió que pronto sería golpeado por ellas y en mi desesperación por escapar, liberé mi poder mágico para invocar Ruura, pero sin un sitio conocido a dónde dirigirme, el hechizo falló. El golpe era inminente y como último recurso, expandí mi aura y sin saber bien lo que pasó, dejé de sentir mi cuerpo y al abrir los ojos me sorprendí al ver que las piedras parecían traspasarme, el problema es que me desconcentré y mi cuerpo volvió a sentirse pesado y la última piedra se estrelló en mi cara.
Adolorido en mi nariz, me dejé caer en el suelo.
–Ibas bien, pero te distraes con facilidad.
–¿Qué? –le pregunté gangoso por la sangre acumulada en mi cavidad nasal.
–Jamás pensé que existiera un humano que aprende magia por instinto... Era consciente de que tienes una inteligencia superior, pero lograr que tu cuerpo se vuelva incorpóreo en la primera lección y sin que te explique cómo se hace, me parece increíble.
–¿Cómo que me volví incorpóreo?
–¡No me digas que no sabes lo que hiciste! –negué con la cabeza –eres un humano muy extraño. Cuando aprendí a usar magia astral, me tomó una semana volverme incorpórea y eso que ya tenía cien años de entrenamiento en otros tipos de magia –se hincó junto a mí y puso un dedo en mi frente –si conseguiste hacer eso en unas horas, creo que podrás aprender fácilmente a controlar objetos con la mente. Esa es una habilidad que muy pocos seres logran manejar.
Su mirada se hizo amable y tuve la tonta idea de que había obtenido su empatía, pero enseguida utilizó su poder mental para jalar mi oreja y me llevó a rastras hacia una cascada que congeló con su magia, (en la que me obligó a meterme únicamente con mi ropa interior).
La semana de entrenamiento casi acaba con mi vida.
Sobreviví a ataques con piedras, a hipotermia por pasar horas en agua congelada y a heridas causadas por fuertes ventiscas que arrojaban trozos filosos de la madera de los árboles.
Las ocasiones que me permitió sentarme, eran únicamente para hacer meditación y esto duraba más que el entrenamiento físico.
Tal como dijo, tengo la capacidad de aprender por instinto, o viendo una vez cómo se ejecuta un hechizo.
La magia astral funciona mejor en mentes con un control mental muy fuerte, pues el cuerpo y los órganos internos pierden masa y volumen, (eso evita que los objetos o ataques sólidos lo dañen). Entre más tiempo se logre mantener ese estado incorpóreo, más posibilidades se tiene de derrotar a los enemigos sin sufrir ningún daño.
Volverme incorpóreo no me costó trabajo, pero al trasladarme astralmente no lograba darle solidez a mi alma y así ni siquiera podía sostener ni un mísero vaso.
Como ejercicio para mis desdoblamientos corporales, elegí visitar a Leona.
La primera vez que apareció mi alma en su castillo, no pude materializar el cuerpo y tuve que hablarle desde un muro que estaba en medio del salón del trono para que no notara mi semi transparencia y nuestra conversación se limitó a un rápido saludo, (fue lo mismo en dos ocasiones más).
Para la cuarta visita, al fin pude presentarme con un cuerpo sólido y conversamos en su sala acerca de lo que hemos estado haciendo desde que dejamos de vernos.
–Hyunckel vino hace dos semanas y dijo que aunque ha ubicado seis portales que estaban en el mapa que le entregaste, todos están cerrados por enormes puertas hechas de piedra –mencionó mientras me daba una taza de té.
–Lleva bastantes –enfoqué mi atención sobre la taza para evitar perder solidez en mi mano.
–Él y Larhart casi no descansan. Hyunckel desea encontrar a Dai para sentirse en paz –repentinamente guardo un extraño silencio –Popp, creo que al fin se ha dado cuenta de que a pesar de que se autocastiga con la soledad por sus errores pasados, en su corazón existe un sentimiento que se está haciendo incontrolable.
–Hablas de que al fin está reconociendo que está enamorado de Maam, ¿verdad? –me apresuré a poner la taza en la mesita de centro, por si esta plática se lleva toda mi concentración.
–Si –desvió la mirada de mí –tengo el presentimiento de que ya no podrá ocultar lo que siente por ella cuando la vuelva a ver –como no respondí, volvió a mirarme –¿qué opinas al respecto?
–Si sentiste que es necesario contármelo, es porque él te dijo algo que te hace pensar que pronto le confesará sus sentimientos –bajó la mirada a su taza de té –¿qué te dijo exactamente?
–No me lo dijo a mí, si no al maestro Aván y él me previno en caso de que tuviera contacto contigo, porque al parecer quiere verla y los está buscando para pedirles que vengan aquí, con el pretexto de que es necesario hablar sobre los avances en la búsqueda de Dai... también le dijo que esta lejanía le abrió los ojos y que aunque te aprecia, no quiere perder a su persona más importante.
Ambos nos quedamos en silencio. En mi caso fue porque analicé el trasfondo de las palabras de Hyunckel y las enlacé con las que Maam decía en sus sueños.
–Pues entonces tenemos que regresar para esa junta –mencioné lo más animado que pude –no es justo que dos personas que se aman estén separadas tanto tiempo.
–¿Es que acaso tú no la amas también? –Leona frunció el ceño y se puso de pie –¿no has intentado enamorarla?, cuentas con la ventaja de tenerla a tu lado y pensé que estabas luchando para que Maam se dé cuenta de que siempre le has interesado, y no precisamente como amigo.
–No como amigo, pero sí como un hermano menor –le respondí sonriente y Leona se dejó caer en su silla –¡tranquila!, ya no me lastima porque he comprendido que también la quiero como hermana.
–Estás mintiendo... cualquiera puede notar que la amas por la manera en que te brillan los ojos cada que hablas de ella o la miras.
–No estoy negando mi amor por ella... el amor de hermanos es igual de grande que el amor hacia una pareja. Además, este viaje no sólo le abrió los ojos a Hyunckel... En mi corazón al fin he podido darle el justo lugar a la persona que me hizo descubrir el primer amor, y aunque el resultado no fue el esperado, la hermandad que hemos forjado también es un sentimiento bonito y para mí será una gran alegría verla feliz junto a la persona de la que sí está enamorada.
–Popp... –sus ojos se cristalizaron y eso sí me hizo sentirme realmente mal –yo no lo acepto porque sé que Maam te ama.
–Ella se enamoró de Hyunckel desde el primer día en que lo conoció. Ya es tiempo de que deje de huir de sus sentimientos ¿no crees? –me levanté de la silla y me encaminé a una ventana abierta –debo regresar porque hoy me toca cocinar... Confírmales a todos la junta que te solicitó Hyunckel –voltee a verla y le dediqué una de mis más sinceras sonrisas –asegúrate de crear un ambiente romántico para ellos... los dos son muy penosos y habrá que darles un empujón o jamás aceptarán lo que sienten.
Enseguida subí al marco de la ventana y luego salté para irme volando. Increíblemente pude usar mi poder mágico junto con mi cuerpo astral, (algo que no había intentado hasta ese momento).
Volé todo el camino de regreso porque necesitaba deshacerme del dolor de saber que pronto tendría que ver a Maam al lado de su verdadero amor. Varias lágrimas salieron de mis ojos y no quise detenerlas para no continuar hiriendo más a mi corazón.
Con la aceptación de Hyunckel del amor que le tiene a Maam, tengo que destruir cualquier esperanza que tontamente hubiera albergado en mi interior.
–De todos modos, nunca tuve ninguna oportunidad y aunque me hubiera aceptado, sólo lo haría por lástima.
A unos metros de llegar al punto donde está el campamento, me concentré para disipar mi cuerpo astral y mi alma regresó a mi cuerpo real.
–Tardaste mucho en volver, me imagino que fue porque al fin controlaste el estado corpóreo de tu alma –abrí los ojos y al levantar la vista, encontré a Skadi de pie frente a mi –te tomaste más de una semana en conseguir hacer un desdoblamiento corporal completo, pero ya estás listo para hacer uso de la magia astral –giro para darme la espalda y empezó a caminar –¡ven!, te daré un entrenamiento intensivo de los más poderosos ataques que vas a necesitar contra enemigos como ese demonio de alto nivel.
–Creí que el desdoblamiento astral es todo lo que me enseñarías –me levanté del árbol en donde estuve sentado y corrí para alcanzarla.
–Eso pensaba, pero quiero ver hasta dónde llegan tus habilidades.
–¿No es posible combinar mis ataques normales cuando hago el desdoblamiento corporal?
–Tus ataques actuales únicamente dañan el cuerpo físico de los enemigos. Al contrario de esos, los ataques con magia astral dañan directamente el alma y la mente de cualquier ser vivo hasta el punto de que los puedes matar sin importar que sean inmortales. Recuerda que ningún poder curativo es capaz de sanar aquello que no se puede tocar –se detuvo para voltear a verme –ya te habíamos dicho que ni los dioses y mucho menos los demonios, son capaces de sanar esa clase de heridas.
–Ya que lo mencionas, hay una parte de la conversación que tuvimos en la cabaña que no consigo recordar.
–¿Es importarte recordarla ahora?
–No mucho, pero sin eso no comprendo cómo se curaron las heridas de Maam si acabas de decir que ninguna magia puede hacerlo y lo único que recuerdo a la perfección, es que dijeron que ni la magia celestial las cura por completo.
–En eso sí te daré crédito... tú recomendaste combinar la magia astral con la curativa. A nuestros maestros nunca se les ocurrió hacer algo parecido y cuando te di un poco de mi magia, lograste curar a esa niña en su totalidad, pero consumiste parte de tu vida y por ese motivo tú no pudiste curarte.
–Y eso significa... –los dos nos miramos fijamente.
–Que debes sumarle uno o dos meses más al tiempo que llevas teniendo dieciséis años, así que lo mejor es que jamás vuelvas a tratar de usar esa clase de poder –volvió a girarse para continuar caminando y me apresuré a ponerme a su lado.
–Si hubiera soportado más tiempo, ¿cuánta vida habría consumido?
–Probablemente cinco o siete meses. El tiempo que se consume depende del número y del tipo de heridas que quieres curar... Como humano mortal, no creo que desees envejecer rápidamente ¿o sí?
–Conque también me afecta físicamente –en mi mente me visualicé como un anciano cuando debería tener dieciséis –¡eso sería horrible!
Nos detuvimos en un sitio con árboles pequeños en donde nuevamente Skadi dio inicio al entrenamiento sin tener la amabilidad de avisarme, y fui arrojado por los aires por la poderosa ventisca que invocó.
–Haces buen uso del fuego, pero si quieres aprender a controlar tus emociones, el hielo es lo que te permite mantenerte ecuánime.
–¿Qué tiene que ver el elemento con mis emociones? –le pregunté con dificultad porque no dejaba de girar por la ventisca.
–Por control mental, niño –destruyó unos árboles con su mente para crear flechas de madera –quiero saber si podrás superarme en este tipo de habilidad.
–¡Soy un humano! –grité con fuerza –nunca te superaría en algo así.
–El poder de la mente nada tiene qué ver con que seas humano o tengas poderes divinos... incluso los dioses y demonios, son débiles en sus objetivos porque se dejan dominar por sus emociones.
En eso le di la razón. Vearn perdió precisamente porque la ira lo dominó.
–¿Listo, niño? –apuntó un gran número de flechas en mi dirección –no las esquives, destrúyelas con tu magia de hielo.
Con ese aviso, empezó a lanzar las flechas y aunque pude invocar mi poder mágico de hielo, debido a la ventisca no logré destruirlas todas y varias se incrustaron en mi cuerpo.
En minutos estaba cubierto de sangre, pero Skadi no se detuvo y continuó lanzando flechas sin darme tiempo de curarme.
En un determinado momento me mareé por la pérdida del vital líquido y estaba por rendirme cuando recordé la vez en que Dai invocó Bagí, (mini tornado), durante la pelea contra Flazzard y lancé mi hechizo de hielo a la corriente de la ventisca. El resultado fue el esperado y en segundos el fuerte viento se fusionó con mi poder haciendo que las flechas se destruyeran por los cristales que se formaron.
–Muy listo, pero necesito que hagas algo más que usar tu inteligencia –volvió a destruir varios árboles para hacer más flechas –no me detendré hasta que las destruyas sin usar los hechizos de otros.
Tengo que reconocer que en este punto me di cuenta de mis limitaciones porque no fui capaz de hacer lo que me pidió ese día, ni al siguiente.
Skadi sólo se detenía hasta que me desmayaba, pero luego de despertar y de curarme a mí mismo, continuaba con ese entrenamiento.
En el tercer día estábamos por dirigirnos al lugar de los pequeños árboles, pero los dos sentimos que un aura estaba desapareciendo y volé tras Skadi hacia donde alcanzamos a percibirla.
El cansancio extremo en mi cuerpo y el vacío total de mi poder mágico me indicó que volamos por días, (noches en este sitio), y obviamente llegué sin una gota de energía.
–¡Espérame aquí! –ordenó Skadi –no cedas a la imprudencia... te necesito vivo.
Ella se adentró en un gran agujero que se encontraba en medio del volcán.
La oscuridad apenas permitía que se viera y de no ser porque estuve siguiendo a Skadi, nunca lo hubiera encontrado.
Desde adentro salieron corrientes de aire que poco a poco empezaron a sentirse frías.
Mi habilidad de percibir presencias se neutralizó nuevamente y supuse que es debido al poder del Dios demonio del que habló Skadi. Por este inconveniente, no era capaz de saber cómo estaba ella o su hermana y menos podía sentir al enemigo.
El tiempo en verdad parece no avanzar, sin embargo, mi debilidad es suficiente para darme cuenta de que llevo demasiado esperando, pero la escasa tranquilidad desapareció al ver copos de nieve que provenían de adentro y tuve un mal presentimiento.
Pequeños rayos dorados iluminaron la entrada y la luz del sol al fin tocó la superficie de ese lugar.
Por un momento me alegré porque eso significaba que Skadi y su hermana habían vencido al demonio, pero mis esperanzas murieron al ver salir a Skadi con su cuerpo cubierto de sangre.
–Pero ¿qué pasó? –me hinqué al verla caer en el piso –¡Skadi! –el lograr abrazarla significó que era su cuerpo real y enseguida se quejó lastimeramente –¡perdón!... te voy a curar.
–¡No! –su tono duro me hizo alejar mi mano de la herida más profunda –recuerda que no puedes curar heridas de aura oscura –tosió y varios hilos de sangre mancharon su boca –antes de que los rayos dorados desaparezcan, usa tu hechizo para trasladarnos a la montaña de Eira.
Obedecí inmediatamente y al estar en la entrada de la montaña, corrí adentro cargando a Skadi.
–¡Eira! –grité desesperado y la diosa apareció frente a mí –por favor ¡ayúdala!
Eira vio a su hermana y con rapidez liberó su aura azul en cuanto la puse en el suelo.
Skadi tenía tantas heridas, que la sangre manchó el piso y mis botas.
–Es un demonio... dema... demasiado fuerte... –Skadi susurraba y en su rostro se apreciaba un gran dolor –este maldito cuerpo humano es muy débil.
Mire a Eira desconcertado y ella me respondió sin dejar de curar a su hermana.
–Nuestro cuerpo es inmortal y no envejeceremos nunca, pero tenemos las mismas debilidades que los humanos porque eso es lo que fuimos alguna vez... nuestro creador no quiso que olvidáramos lo frágil que es tu raza y aunque solamente podemos morir con ataques divinos o demoniacos, el dolor que sentimos es igual al que sienten ustedes.
–Pensé que eran resistentes y que no sentían el dolor de la misma forma que nosotros... El Caballero Dragón fue creado con esa resistencia para que pudiera enfrentarse a cualquier enemigo... si sus heridas son igual de dolorosas como lo son en cualquier humano, entonces ustedes...
Eira guardó silencio y se concentró en su hermana.
Yo me levanté para salir a respirar un poco de aire.
Ahora me sentía más idiota que antes.
Estúpidamente pensé que involucrar a las diosas humanas nos darían ventaja para salvar a Dai y derrotar a cualquier enemigo que amenazara a nuestro mundo, pero ver el dolor en el rostro de Skadi, me demostró que es injusto usarlas como si sus vidas no valieran absolutamente nada.
Si las heridas que me han hecho en las batallas me duelen demasiado. En cuerpos más frágiles y delicados que el mío, deben ser terriblemente dolorosas.
–Parece que has aprendido a proteger tu mente –Eira se colocó a mi lado y me dedicó una sonrisa amable –estoy tratando de leer tus pensamientos, pero no he podido escuchar nada.
Me sentía tan avergonzado con ellas, que no me atreví a mirarla a la cara y tampoco pronuncié ninguna palabra.
–No necesito leerte la mente o escuchar tus pensamientos para saber lo que te pasa –estiró su mano para colocarla en mi cabeza –Popp, nada de lo que pasó es culpa tuya... Aunque nunca nos hubieras buscado, nosotras llegaríamos al héroe porque nuestra hermana menor es la única que sabía de su existencia y tenía claro que debía protegerlo desde que regresamos a este mundo.
–¿Qué dices? –esa revelación me hizo mirarla.
–No fue mucho lo que le dijo a Skadi, pero ahora sabemos que nuestra hermana sí logró recuperar su forma original antes de ser atacada por los monstruos y hace más de doce años percibió el nacimiento de tu amigo. Desafortunadamente no pudo ir a su encuentro debido a que un Dios demonio se lo impidió, aunque al menos consiguió salvarlo de una explosión que casi lo mata.
–Entonces ¿Dai está con tu hermana?
–Sí, pero Skadi dice que los dos están demasiado heridos y al parecer tu amigo está muriendo a causa de una herida en el corazón... Mi hermana menor lo mantiene vivo gracias a que ha estado deteniendo el tiempo.
Enterarme de que la vida de Dai está en peligro, me hizo sentir un gran miedo a perderlo definitivamente, sin embargo, no tuve el valor de pedirle que me ayudaran a salvarlo. Con sólo mirarla cualquiera se da cuenta de su fragilidad, (que antes creí que era sólo de apariencia). Si Skadi, viéndose poderosa con su altura que rebasa incluso la de Hyunckel, terminó con heridas mortales, no me quiero imaginar el dolor que sentiría Eira si la lastiman.
–Jamás creí que fueras como los machos que piensan que las mujeres somos inútiles –la miré sorprendido –cuando pierdes la concentración, dejas vulnerable tu mente y pude escuchar claramente lo que estás pensando.
–No pienso que sean inútiles, al contrario, Skadi es muy fuerte mentalmente y tu poder espiritual es incomparable. Estoy seguro de que si peleara contra ti, me ganarías con facilidad.
–Y entonces ¿por qué te preocupa que nos enfrentemos a ese demonio?
–Del grupo que acompañó a Dai en la batalla contra Vearn, yo soy el más débil físicamente... Varias veces me han arrojado al piso, me han golpeado con ataques y las heridas que me provocaron fueron muy dolorosas... Siempre me quejé con cada una, pero mis compañeros nunca lo han hecho a pesar de que también les duelen.
–Es muy tierno que te preocupes por el dolor que podamos sentir, pero nosotras somos diosas y es nuestro deber proteger al humano que lo merece sin importar si morimos en el intento... para eso fuimos creadas.
–Ese es el problema –desvié la mirada y la enfoqué en la puesta de sol que iluminaba la aldea que estaba más allá de la montaña –para mí son humanas, no creaciones.
–El cómo nos veas no cambia nuestra misión en este mundo –tomó mi mano para que dejara de apretarla –viví muy poco con los humanos. Si tengo la habilidad de percibir sus emociones, es porque me enseñaron a hacerlo para usarlas a mi favor, pero no debes sentir empatía por nosotras –giré a verla y ella me observaba seria –somos creaciones y tienes la obligación de entender que tu compasión es innecesaria.
Apreté los puños ante la frustración.
Eira ya me había dicho que el Dios se la llevó cuando tenía cinco años. De Skadi no sé nada, pero es obvio que ella tenía quince.
Eran muy jóvenes cuando dejaron de interactuar con los humanos y por eso tienen la creencia de que solamente son creaciones.
–Regresa con tus compañeras. Llévatelas lejos del volcán para que no se vean involucradas en la batalla en caso de que la zona sea destruida... Esta noche mi hermana menor abrirá un portal en mi montaña para permitirme ir con tu amigo. Skadi y ella intentarán crear una oportunidad para salir, mientras yo curo su herida.
Se disponía a entrar, pero sujeté su mano, (o más bien, su frío brazalete).
–¡Iré con ustedes! –dije con decisión.
–No tienes el poder suficiente como para enfrentarte a ese Dios demonio. ¿Acaso no viste cómo hirió a Skadi?... en algo tienes razón. Ella posee un poder mental muy grande y aprendió a verle el lado bueno a su forma de lobo; con ese cuerpo es increíblemente resistente. Sus ataques astrales son los únicos que podrían lastimar a un ser divino o maligno y aun así, casi muere a manos del enemigo.
–Dijiste que no sintiera empatía por ustedes porque sólo son creaciones. Si ese el caso, entonces tampoco debes preocuparte por mí. Después de todo, no tienes ninguna obligación de protegerme y aunque soy un simple humano, podré darles una oportunidad de salvar a Dai, que es a quién ustedes y yo, queremos proteger a costa de nuestras vidas.
Eira dirigió la mirada hacia la aldea que yo estaba viendo minutos antes y suspiró.
–Si vas, no te puedo asegurar que regreses con vida. Si nos sirves como distracción, no dudaremos en abandonarte para salvar al Caballero Dragón.
–No esperaba menos de ustedes y es lo que realmente quiero que hagan, así que no hay problema.
–Regresa con esa niña a la que tu corazón ama y dile lo que sientes.
–Sabes bien que no soy correspondido.
–Entonces regálate a ti mismo un momento a su lado y procura hacerlo especial. Al menos así guardarás en tu alma un recuerdo hermoso.
Solamente le sonreí porque, aunque su idea era buena, sería imposible tener un momento especial con Maam.
Antes de irme me entregó una pequeña botella de cristal. Me dijo que era una posición del sueño que tenía que darle a Merle para que no viera nada de lo que pasara en el volcán.
Eira había estado neutralizando nuestra conexión, pero como estaría más concentrada en el enfrentamiento, le sería imposible mantener su poder en otro lugar que no sea el volcán. También recomendó no contarles la verdad a ninguna y que inventará lo que quisiera para que no vinieran conmigo.
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