REENCUENTRO DE HERMANOS P1
ESTOS CAPÍTULOS RECIENTEMENTE LOS ESTOY SUBIENDO AQUÍ. ERAN LOS QUE DEJÉ DE PUBLICAR Y QUE COMPLETAN LA HISTORIA.
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO POPP
Las malditas punzadas en mi pecho se han hecho más intensas conforme nos acercamos a la cima del primer volcán que estamos explorando.
Por culpa de mi mal estado físico, he tenido que soportar la excesiva compasión de Maam y eso es mil veces más doloroso que cualquier herida mortal, pero la contestación que le di cuando me negué a acostarme en sus piernas, no fue nada amable y de nuevo volví a provocar que esa extraña aura oscura la rodeara.
Eira y Skadi hablan de vez en cuando conmigo, (en mi mente, para que mis compañeras no las escuchen). Las dos tienen distintas opiniones respecto a lo que le pasa y sus constantes peleas para que haga lo que ellas quieren es cada vez más desesperante, pero siempre termino haciendo lo que Eira me recomienda; ser amable, disculparme con vehemencia sin importar si cometí un error o no, demostrarle lo mucho que me importa y empezar a hacer contacto físico, (sin los guantes).
Al principio me quejé por tener que hacer semejantes tonterías, sin embargo, tuve que aceptar que son necesarias porque después de que salvé a Merle de caer y usé mi magia para secarla, el aura maligna rodeó a Maam y esta vez mi compañera adivina también pudo sentirla.
Como Merle y yo no necesitamos hablar para entendemos a la perfección, con sólo una mirada me indicó que fuera con Maam y enseguida de acostarla en su manta, me senté al lado de mi otra compañera para disculparme por lo de hace rato.
Afortunadamente recordé la conversación con Hyunckel, (que tuvimos en la villa de Nayle, antes de comenzar el viaje), respecto a que no permitiría que ningún tonto se le acerque y de inmediato sonrió, pero algo pasó porque dejó de hacerlo casi enseguida y en un intento por devolverle el buen ánimo, se me ocurrió poner mi mano en su mejilla. Como ya es costumbre, tembló al sentir mi toque. Rápidamente me disculpé, (otra vez), y me alejé de ella.
El dolor de mi pecho, sumado a lo complicadas que son las mujeres, provocaron que cayera rendido en cuanto me acosté en mi manta.
–¡No... Hyunckel!
En medio de mis sueños, empecé a escuchar la voz de Maam que llamaba con desesperación al hombre que ama.
«¡Despierta, Popp!», Eira me gritó y me incorporé rápidamente un poco desconcertado, pero no tardé mucho en darme cuenta de lo que sucedía y corrí hacia mi compañera al ver que estaba cubierta de aura oscura.
El rostro de Maam reflejaba una gran angustia y sentí cómo si me hubiera golpeado al entender que está sufriendo por estar lejos de su persona más importante.
«¡Sálvala, Popp!», Eira me lo pidió con un tono de preocupación que consiguió preocuparme también.
"Salvarla ¿de qué?".
«No lo sé... esa aura es de ella, pero tengo el presentimiento de que algo o alguien, es el causante de que la libere y sólo tú puedes desaparecer esa maldad que la atormenta»
"¿Y por qué sólo yo?", no es que no quiera ayudarla, pero es imposible que sea el único que pueda hacerlo.
«Porque siente una fuerte emoción por ti», la seguridad con la que Eira lo dijo me enterneció, (se nota que no sabe nada de emociones humanas).
"Hay una persona que supera al afecto de hermano y si necesita que la salven, creo que lo mejor es que lo traiga a él".
Estaba decidido a buscar a Hyunckel, pero antes de que invocara mi hechizo, Maam empezó a moverse como si quisiera golpear a alguien y de su cara ya resbalan varias lágrimas.
«¡Te dije que te olvidaras de tu orgullo de macho herido, así que ahora ve con ella y consuélala!», Eira es muy dulce al hablar, pero cuando se enoja en serio da miedo.
Como un niño al que su madre le dio una orden, me apresuré a hincarme al lado de Maam y moví su hombro para despertarla.
–¡Maam, tranquilízate!
Desconozco si supo que era yo quién está junto a ella, porque se arrojó hacia mí en cuanto abrió los ojos y por instinto la abracé.
«Sé más afectuoso»
"La estoy abrazando, creo que es suficiente", pero la realidad es que no estaba funcionando porque Maam seguía llorando.
«¡Qué tonterías dices!, esa niña necesita que la ayudes a desaparecer el dolor que está sintiendo en su corazón... Popp, debes aprender a ser más cariñoso. Si le frotas la espalda, quizás aminore su llanto»
"¿Queeee?", lo bueno es que el grito fue en mi mente.
«¡Hazlo y verás que tengo razón!»
"¿Cómo voy a tocarla de esa manera?, si Maam se enoja, va a matarme".
El silencio de Eira me indicó que está cansada de pelear con mi terquedad.
Maam no dejaba de llorar y aunque sigo pensando que no es buena idea hacer caso de semejantes consejos, acaricié suavemente la espalda de mi amiga.
Cerré los ojos a la espera de algún reclamo, pero su reacción fue desconcertante, pues en lugar de golpearme, escondió su cara en el hueco entre mi cuello y mi hombro.
"Debió ser terrible lo que vio en ese sueño porque de otra manera no permitiría que la toque".
En el momento en que su llanto disminuyó, encontré la oportunidad que necesitaba para huir de la incómoda situación.
Con cuidado la cargué para llevarla a acostar a su manta. Luego de arroparla, le di un leve coscorrón en la cabeza y le sonreí para finalmente encaminarme hacia la entrada de la cueva.
"¿Qué habrá soñado?... sí llamaba a Hyunckel, lo más seguro es que lo extraña".
Mi análisis fue interrumpido por un resplandor dorado que salió del agujero del volcán y aunque la oscuridad dificultaba mi visión, estoy seguro de que una segunda luz, (plateada), fue tras de la otra y luego ambas desaparecieron.
Poco después, Maam se sentó a mi lado, pero no la miré porque seguía observando el lugar donde vi las luces. Ella preguntó unas cosas a las que sinceramente casi no les presté atención y respondí monótonamente. Pasados unos minutos de silencio, hizo una pregunta que consiguió que dejara de centrarme en esos resplandores, (es que pedir recostarse en mi hombro no es cosa de nada).
Convertirme en un payaso es lo mejor cuando se comporta de ese modo tan extraño y aunque no deseaba tener demasiado contacto físico con ella, acepté porque en verdad se nota bastante cansada. Para ayudarme a no crear escenarios románticos entre los dos, usé la definición de hermano que amablemente me dio hace tiempo y luego de que se recargó en mi hombro, desvié mi atención hacia el volcán y por fortuna pude ignorar el momento que estábamos compartiendo, porque de nuevo vi esas luces en el cielo y esta vez me pareció que se encontraban en una batalla.
El tiempo que duraron estrellándose una contra la otra fue muy largo y finalizó cuando la luz dorada fue arrojada hacia una zona más oscura, en la que se perdió de mi vista por completo.
El nuevo día se anunció con la aparición de una escasa luz en el horizonte y me di cuenta de que las horas en las que permanecí despierto, junto con la pelea de esas luces, se dieron durante toda la noche.
Increíblemente no estaba cansado e incluso el dolor de mi herida había desaparecido, sin embargo, mis ojos se cerraron sin darme cuenta, pero hice un mal movimiento porque no recordé que tenía a Maam recargada en mi hombro y de no ser por mis reflejos, su cuerpo hubiera caído de golpe en mis piernas. Con cuidado la acosté en mi regazo y le rogué al Dios de los humanos que no se enojara cuando se diera cuenta de la posición en la que la dejé.
Dándole una última mirada al cielo, me obligué a descansar al menos una hora.
Desperté justo en el instante en que Maam se alejaba corriendo hacia la fogata y le pregunté a Merle si pasó algo, pero como me dijo que no, preferí ignorar la decepción que me provocó el comportamiento evasivo de la mujer que sigo amando y mantuve toda mi atención en mi otra compañera.
Después de que desayunamos y recogimos nuestras cosas, nos encaminamos hacia la cima del volcán, (en donde decidí ir solo a inspeccionar).
A pesar de que he podido controlar mi miedo, tengo que confesar que entrar en ese lugar tan lúgubre, me dio escalofríos.
La lava parecía haberse evaporado y sólo las rocas incandescentes eran la prueba de que alguna vez existió ese magma de fuego.
Al caminar otro poco, llegué a una escalera que va hacia abajo y presentí que este sí es un portal del inframundo, pero extrañamente no había monstruos cerca.
–¡Eira! –la llamé en voz alta –¿puedes oírme?
«Sí... también te estoy observando por medio de las ondas del agua de una fuente de la montaña»
–¡Bien!... ¿es probable que si bajo las escaleras, me encuentre con la puerta del inframundo?
«Tal como lo indica el mapa, en verdad hay una puerta del Inframundo, pero está sellada y de mi hermana solamente percibo una pequeña fracción de su aura»
–Entonces ¿tu hermana ya no está aquí?
«No, pero baja más... a la mitad del camino deberás encontrar un objeto mágico que estoy segura que dejó como pista»
–¿Ella sabe que la estamos buscando? –le pregunté mientras bajaba las escaleras.
«¿Me creerías si te dijera que últimamente la siento muy cerca de ti?... lo raro es que anoche su presencia era más fuerte y ahora solamente siento esa pequeña aura a la que ya te estás acercando»
Ignoré sus conjeturas porque me distraje con el brillo de una pulsera de oro con piedras preciosas, que estaba oculta en un rincón de la escalera.
En el momento en que la sostuve en mi mano, una luz dorada me envolvió y sentí como si dentro de mi cuerpo hubiera una revolución de energía que después liberó mi aura de color verde sin que yo la hubiera invocado.
La pulsera perdió todo su brillo quedando sólo el mío, e iluminó la escalera. Al fondo pude observar que había una gigantesca puerta con símbolos que jamás había visto.
«Es lengua maligna... ni Skadi, ni yo, somos capaces de entenderla. Únicamente mi hermana menor»
–¿Como es que una Diosa humana tiene la habilidad de comprender lengua maligna?... sé que tu hermana usa poderes del inframundo, pero creí que siendo diosas, estarían separadas de todo lo que tenga que ver con el mal.
«Mi hermana es diferente a nosotras... quisiera poder contarte todos nuestros secretos, pero así como no debes hablar con tus compañeras acerca de que hay diosas humanas, tampoco puedes saber más de lo que se nos permite decirte»
–Comprendo
Iba a continuar bajando, pero de repente sentí un aura mágica increíblemente poderosa y salí corriendo al exterior.
Mi sorpresa fue grande al ver frente a mí, la silueta de otro volcán.
–Estoy seguro de que no estaba antes.
«No estaba, o al menos no podíamos verlo con nuestros ojos, pero sí ahora es visible, seguramente tus compañeras también podrán ver ese volcán»
Unas lágrimas salieron de mis ojos al percibir una presencia que conozco muy bien.
–Siento el aura de Dai –grité con fuerza –¡está vivo y muy cerca de aquí!
Por fin había podido sentir a mi querido amigo Dai y por lo fuerte que es su aura, me doy cuenta de que está a salvo e igual de poderoso que siempre.
Emocionado regresé con mis compañeras.
La felicidad que siento es tan grande que no recuerdo nada de lo que les dije o de sus reacciones, pero me imagino que ambas estaban igual de contentas porque también quieren mucho a Dai.
De inmediato les pedí que pusieran sus manos en mi hombro para trasladarnos al volcán, pero aunque mi hechizo pareció llevarnos al lugar que visualicé, al estar en el piso nos dimos cuenta de que no avanzamos absolutamente nada.
Intenté varias veces acercarnos, sin embargo, no llegábamos ni siquiera a la base. Al comprender que no podríamos depender de Ruura, caminé rápidamente sin esperar a mis compañeras.
Con todo y el nuevo obstáculo, la esperanza de que pronto me reencontraría con Dai, me ayudó a mantener mis energías y caminé sin descanso.
Nada iba a detenerme en mi deseo de recuperar a mi amigo, pero al anochecer, Merle se cayó por culpa de la oscuridad y como el piso está empedrado, se lastimó.
Ver su herida me hizo sentirme un miserable al haber obligado a mis compañeras a caminar sin permitirles recuperar fuerzas y como una forma de remediar mis tonterías, les ofrecí la tela de mi tienda y mi manta, para que las usaran como colchón y así no tuvieran que sufrir por culpa de las piedras del suelo.
Otra cosa que hice como compensación, fue encender la fogata y preparar una sopa de verduras.
En la cena no pude evitar expresar toda la felicidad que sentía.
Maam no dijo nada y como fue la primera en retirarse a dormir, supuse que estaba muy cansada.
Por otro lado, Merle también estaba igual de animada que yo y nos dedicamos a planear las celebraciones que organizaríamos en honor a nuestro pequeño Dai.
A medianoche nos retiramos a dormir, (yo recargado en una roca), sin embargo, la emoción me seguía generando energía y tuve que fingir que estaba durmiendo.
En ese lapso de tranquilidad me di cuenta de que estoy empezando a percibir presencias mágicas y también energía humana, (que cambia de intensidad con respecto a su estado emocional y físico). Esto último lo descubrí porque percibí una elevación en la energía vital de Maam, pero como esto es nuevo para mí, no entendí lo que la está provocando.
–Yo... yo también lo quiero, pero... también quiero a alguien más –escuché que dijo en voz alta.
Me sobresalte con sus palabras porque era obvio que las estaba diciendo por Hyunckel y por mí.
–Pero sufre –finalizó e intenté identificar si está hablando con Merle, pero nadie le respondió, sólo la escuché llorar.
Hubo un breve instante de silencio que terminó cuando oí que corrió lejos del campamento.
Abrí los ojos en el momento en que se perdió entre las sombras de la noche.
La oscuridad es mayor al no haber luz de luna o estrellas y tuve miedo de que algo malo le pasara en esta zona desconocida, así que me levanté para ir tras ella. Debo dar gracias a mi nueva habilidad que me guio a donde estaba y logré evitar que cayera por un barranco.
–¡Por Dios, Maam!, ¿qué te pasa? –mi voz temblaba por el miedo que sentí al pensar que pude perderla.
Maam no contestó. Simplemente me abrazó con todas sus fuerzas.
Yo quería corresponderle, pero noté que la tierra está reblandecida y si nos quedamos más tiempo, podíamos caer y aunque puedo invocar mi hechizo de vuelo, eso significaría un contacto físico que ahora mismo quiero evitar, sin embargo, a mi querida amiga se le ocurrió negarse a caminar y tuve que armarme de valor para cargarla y caminé rápidamente hacia el campamento.
Al llegar a donde duerme con Merle, suspiré de alivio porque necesitaba alejarme de ella o corría el riesgo de convertirme en un idiota que no puede ocultar sus sentimientos y con lo que dijo anteriormente, me estaría humillando inútilmente.
Estaba por acostarla cuando negó con la cabeza.
–Necesitas descansar –susurré para no despertar a Merle.
–¿Me dejas dormir en tu regazo?
"¿Acaso disfruta haciéndome sufrir?", reclamé mentalmente.
«¡Has lo que te pide, por favor!», Eira casi me estaba suplicando y sólo por ella voy a ceder.
Mi silencio debió ser una negativa para Maam e intentó bajar de mis brazos, pero la sostuve más fuerte y luego caminé hacia la roca donde estaba fingiendo dormir.
Aún estaba molesto con su petición egoísta y no reparé en el hecho de que al sentarnos en el suelo, dejé su cuerpo en medio de mis piernas.
La posición era indecente, sin embargo, Maam no dijo nada y me arriesgué a acostarla en mi pecho.
«Sé que te lastiman sus acciones, pero quiero que comprendas que todavía es una niña que no entiende lo que siente. Tú tampoco tienes mucha experiencia en el amor, sin embargo, estás madurando más rápido que ella y si de verdad la amas, tienes que ayudarla a alejar el mal que la asecha»
"No es fácil lo que me pides, Eira... soy un humano al que le están rompiendo el corazón constantemente. Si continúo así, dentro de poco no quedará ni un pedazo intacto".
«Tengo fe en ella y quiero pensar que llegado el momento, sabrá sanar las heridas de tu alma»
"Olvida eso y mejor dime ¿qué quieres que haga?".
«Busca en tu interior al Popp tierno y comprensivo que esa pequeña necesita para mantener bajo control la maldad que intenta destruir su bondad»
Cerré los ojos para hacer lo que me pidió y por increíble que parezca, conseguí olvidar que minutos antes Maam me estaba compadeciendo por no poder amarme, y sentí que se relajó en cuanto me puse a acariciar con ternura su cabeza.
Mientras me comportaba como un buen hermano menor, me pidió perdón por ser una molestia.
La manera en que lo dijo fue tan lastimera, que mi enojo desapareció por completo al entender que he sido muy injusto.
Desde que le confesé que estoy enamorado de ella, Maam tuvo que olvidarse de su deseo de decirle a Hyunckel lo que siente por él. Su alma es demasiado caritativa y quiere evitarme cualquier dolor, por eso vino conmigo y se esfuerza en protegerme.
"¡Perdóname, Maam!... te prometo que voy a sellar para siempre mi amor por ti y me esforzaré por verte como una verdadera hermana".
«No hagas esa promesa. Sé que ella no soportará perder el amor que le tienes»
"Mi amor es lo que la hiere y seguramente es el culpable de que esa aura maligna la esté asechando, por eso tengo que destruirlo, o al menos enterrarlo muy dentro de mi corazón para terminar con su tortura".
Comencé a cumplir mi promesa, al reafirmar nuestro nuevo lazo de hermandad y me esforcé por resaltar las cualidades que los tres tenemos como hermanos del alma.
Me extendí bastante en la conversación, que la pobre se quedó dormida, (seguramente de aburrimiento).
Como empezaba a hacer frío, me quité mi capa para cubrirla y luego me abandoné a mi propio cansancio, (que por mi pelea mental con Eira, fue mucho y dormí como piedra).
Desperté por un toque en mi hombro. En un inicio pensé que se trataba de Maam, pero al descubrir que fue Merle, me volví a decepcionar al entender que escapó de mí y lo más frustrante fue ver que hasta tiró mi capa como si mi gesto la hubiera disgustado.
En esta ocasión no quise que me viera humillado y pasé de largo para no darle ni los buenos días, sin embargo, me arrepentí de mi estupidez al sentir que el aura maligna cobró fuerza al tiempo en que la energía vital de Maam disminuyó peligrosamente.
Rápidamente me hinqué a su lado y por recomendación de Eira, me quité el guante antes de acariciar con mi mano su mejilla.
Suspiré de alivio cuando el aura maligna desapareció y su energía regresó a la normalidad.
Al verla más tranquila quise quitar mi mano, pero me la sujetó con la suya y me preguntó que cómo me di cuenta de que le pasaba algo.
Miré a Merle en busca de ayuda y su respuesta fue pedirme mentalmente que le contestara con amabilidad lo que considerara mejor para calmar sus dudas.
Una parte de lo que le dije fue verdad, (de sentir energías vitales), pero el aura maligna amenazó con regresar por un comentario de Merle que tenía como objetivo recomendarle que regresara a la villa de Nayle, (algo que ya le había dicho anoche), y para calmarla, la llevé a buscar frutos para desayunar.
Los dos caminamos tomados de las manos y aunque esto nos dificultó la búsqueda, al final conseguimos bastantes frutos.
Mi comportamiento risueño ayudó mucho a relajarla. Las bromas que le hacía con las plantas de figuras de monstruos, y las cosquillas que le provocaba cada que se las pasaba por la cara, la hicieron reír.
En un pequeño rosal vimos una flor con pétalos en forma de corazón. Maam quiso tomar una de un color similar a su aura, que tenía en su centro una cresta de color verde, (igual al color de la mía).
–¡Es preciosa! –estiró su mano, pero la jalé hacia mi izquierda.
–¡Esta es más bonita!
Alcé otra flor, pero en lugar de que su cresta fuera verde, era morada, (del color del aura de Hyunckel).
–¿Verdad que es más hermosa? –congelé la mitad del tallo para cortarla y se la ofrecí –¡regresemos!... tenemos tantos frutos, que no será necesario preparar nada más porque nos llenaremos con ellos.
De inmediato me puse en marcha sin esperarla, (hacer este tipo de cosas me lastiman a pesar de que insisto en decir que no).
«¡Tonto!», la voz de Eira detuvo mis pasos, «¡discúlpate por tu falta de tacto!»
Al voltear a ver a Maam, la encontré rodeada de esa aura maligna y corrí hacia ella.
–¿Volví a hacer algo que te lastimó? –le pregunté un poco tímido –¡perdóname!, a veces me aumenta lo idiota y no me doy cuenta de que hago cosas que te hieren.
Caminé hacia la flor que estaba en el suelo para recogerla. Luego regresé a su lado y se la coloqué cuidadosamente al lado de su oreja.
–¡Te ves muy bonita! –le sonreí con sinceridad, pero en vez de alegrarla, el aura maligna aumentó su tamaño –¿por qué no...
Ya no pude seguir hablando por la incredulidad que me producía ver y sentir, esa enorme cantidad de energía negativa.
Maam se quitó la flor con brusquedad y la tiró en el suelo para luego caminar hacia donde dejamos a Merle.
Mis pies se anclaron en el piso. La confusión que tenía era grande porque me negaba a creer que un alma caritativa como la de Maam, fuera capaz de emitir tanta maldad.
«Creo que su inestabilidad emocional está ligada a tu comportamiento»
"¡Explícate, por favor!", necesitaba que Eira me aclarara sus palabras cuanto antes.
«Olvidemos la duda de si te ama como amigo o como hombre y centrémonos en analizar el cómo, cuándo y por qué, libera esa energía... Personalmente he podido identificar que se da más cada que la ignoras, le hablas como un hermano, te comportas lindo con Merle o con cualquier otra chica y tratas de dirigir sus sentimientos hacia otra persona»
"¿Puedes darme solamente explicaciones razonables?... las suposiciones no me sirven".
«¡Grosero!», sonreí porque lo dijo fingiendo enojo, «bueno, mi recomendación es que le lleves la flor que quiso tomar antes de tu grandiosa idea de darle la otra y le digas que con esa se ve más hermosa»
"Ni loco me voy a rebajar a semejante cursilería", me crucé de brazos y me enderecé para mostrarme orgulloso.
«Si no haces lo que te digo, dejaré que Skadi solucione este asunto y sabes bien de qué forma lo hará»
"¡Está bien!, pero si me golpea porque piensa que soy un pervertido, mi muerte estará en tu consciencia por la eternidad".
«Correré el riesgo», me reí por su tono burlón que me indica que aun siendo una diosa que olvidó el trato humano, es capaz de entendernos mucho más que Skadi, (que es igual de fría que su poder de hielo).
Nuevamente su consejo surtió efecto y el aura maligna desapareció del cuerpo de Maam en cuanto le dije que se veía hermosa con esa flor.
El problema es que ahora me sentía un completo idiota. Para mi desgracia, Maam no me permitió olvidar mi bochornosa escena, y se dedicó a hacerme bromas todo el camino; incluso se colgó de mi brazo como si fuéramos una pareja de novios, pero lo peor fueron las ocasiones en las que me hablaba al oído y por lo cerca que la tenía, mis nervios me atacaron hasta el punto de hacerme perder el rumbo varias veces.
El buen ambiente se diluyó cuando nos dimos cuenta de que a pesar de que caminamos por horas, no lográbamos llegar al volcán, es más, parecía como si se alejara de nosotros y esto mismo sucedió en los siguientes días.
Al ver esta situación, decidimos pasar dos noches en vela para descubrir si este inconveniente se debía a un hechizo mágico, pero no hubo ningún evento que nos indicara que nuestras sospechas eran correctas, aunque yo presentía que alguna fuerza poderosa estaba impidiendo que avanzáramos porque perdí toda comunicación con Eira y ni Skadi respondía a mis llamados.
La desesperación amenazaba en consumir mi cordura, sin embargo, me obligué a mantener mi jovialidad por el bien de mis compañeras, sobre todo el de Maam, ya que tenía temor de que esa aura consiguiera poseerla si cometía la estupidez de provocar su ira, así que muy a mi pesar, continué siendo demasiado amable, cariñoso, comprensivo y un excelente amigo, que le ofrecía no sólo una amistad sincera, sino también, refugio en las noches para que sus pesadillas no la atacaran.
Fue difícil separar al adolescente enamorado, del amigo incondicional.
Sin los consejos de Eira, tuve que valerme de mis propias palabras de ánimo y demostraciones afectuosas que jamás había tenido con nadie.
Increíblemente el carácter de Maam se fue suavizando gracias a esos lazos de hermandad que estaba creando entre nosotros y llegamos a un punto en el que podía contarle todo sobre mi vida, mis pensamientos y anhelos, porque le tenía mucha confianza.
Cada noche que compartimos vivirá siempre en mi memoria porque en todas pude sentir, aunque sea un poco, que para ella soy alguien importante y ni el dolor que me produce su indiferencia durante el día, podrá desaparecer la felicidad que me regala en esos breves momentos en que estamos juntos.
Aún con esa dicha, no lograba olvidar que mi amigo seguía perdido en un lugar en el que su vida corre peligro, y después de tres largos meses tratando de alcanzar ese maldito volcán, decidí ir a buscar un flujo mágico que nos muestre el camino hacia nuestro objetivo.
Salí de noche con la idea de adentrarme en el oscuro bosque que resguarda la base del volcán, (esto porque siempre caminamos de día sin obtener buenos resultados y quería ver si habría una diferencia).
Después de horas de caminar sin encontrar nada, una intensa luz blanca apareció frente a mí y al tomar forma, me sorprendí al ver que era Skadi, (en su cuerpo astral).
–Pensé que ninguna de ustedes puede andar por el mundo de los humanos sin la ayuda de su hermana menor.
–Yo sí, o más bien, mi cuerpo astral puede materializarse en cualquier lugar o mundo –la diosa del invierno me hablaba con gran seriedad y me miraba disgustada –tardaste mucho en separarte de esas jovencitas... El poder de un demonio de alto rango está creando una barrera para que no encontremos a mi hermana menor y también desvía la magia de Eira.
–Si esa es la situación, entonces ¿cómo llegaremos con tu hermana?
–Por eso estoy aquí –me dio la espalda y empezó a caminar –iremos juntos hasta la entrada del volcán.
Skadi no amplió la información y como caminó aprisa, tuve que correr para alcanzarla.
Caminamos sin hablar casi toda la noche.
Siempre he sido muy extrovertido y tengo la capacidad de hablar con cualquier persona sin problema, sin embargo, con Skadi me siento cohibido y si me enfrenté a ella en la tierra helada donde la encontré, fue porque estaba intentando salvar a Maam de sus ataques, pero ahora que estamos solos, perdí toda mi voz y mi capacidad de pensar en un tema de conversación.
En mi interior rogaba por llegar pronto a nuestro destino, pero las horas pasaban y la luz del día no daba muestra de aparecer. Mis piernas me dolían como si hubiera estado caminando más de unas cuantas horas y mi boca estaba seca por la falta de agua.
Skadi se notaba bastante lozana, (algo lógico porque me imagino que los cuerpos astrales no sienten cansancio), y su mirada se mantuvo al frente en todo momento.
Habríamos continuado caminando sin detenernos, de no haber sido porque mi estomago rugió de hambre.
Skadi al fin se detuvo y volteó a verme con los ojos entrecerrados.
–¡Lo siento! –mis mejillas se colorearon –comí bien en la tarde, pero creo que hoy tengo más hambre que de costumbre.
–Llevamos un día entero caminando, creo que es justo que te permita buscar alimento –dijo como sin nada –¡ve a comer y duerme un poco!, yo voy a esperarte debajo de ese árbol –señaló uno muy grande.
–¡Oye! –la llamé a lo lejos cuando se sentó –¿no crees que deberías explicarme por qué me pasé todo un día caminando sin darme cuenta?, y lo más importante, ¿por qué sigue siendo de noche?
–Este es el efecto del poder maligno del demonio... Todo ser vivo que entre en sus dominios, se perderá para siempre en este bosque de noches perpetuas y eventualmente morirá de cansancio y hambre.
–¿Y qué pasa con el mundo que está afuera de la barrera?... dejé a Maam y a Merle hace un día y si ese demonio decide atacarlas mientras están solas, no me lo perdonaré nunca –me di la vuelta para regresar con ellas, pero Skadi me ordenó quedarme.
–Dudo mucho que le sea posible atacar a tus compañeras. Puedo sentir su aura maligna desde una dimensión diferente a la nuestra. Usar su poder en esta barrera es todo lo que es capaz de hacer... Lo que me preocupa en realidad es la debilidad en el aura de mi hermana menor.
–Si está débil, quiere decir que...
–Está gravemente herida.
–Entonces debemos apresurarnos –la miré decidido a continuar nuestro camino.
–Eres un humano que necesita descansar para recuperar fuerzas y créeme que las vas a necesitar... Mientras tenga estos brazaletes –alzó sus manos para mostrármelos –no puedo materializar mi cuerpo real ni siquiera en el reino astral donde aprendí a usar mi magia y sin un cuerpo sólido, ninguno de mis ataques servirá porque traspasarán a los enemigos.
–Pero cuando lanzaste tus flechas en la cabaña, nos heriste.
–Debo agradecer al monstruo que me transformó en lobo. A pesar de que en esa forma no controlo mi poder, sí soy más fuerte físicamente. El inconveniente es que cuando me llevaste a la montaña de Eira, también me encadenaron a ese lugar.
"Si en la montaña es un lobo, entonces ¿su alma es la que se encuentra encadenada por los brazaletes?", me perdí en mis pensamientos, pero la mirada enojada que me dirigió me obligó a olvidar ese tema.
–Si estoy entendiendo bien, ¿tu plan es que yo me enfrenté a ese demonio? –no pude evitar preguntarlo nervioso.
–Yo me enfrentaré a él usando tu cuerpo –eso no me regresó la tranquilidad –no tengas miedo. Solamente vamos a escabullirnos en el volcán y lo distraeremos con algo para poder llevarnos a mi hermana.
–Pero...
–Ya fue suficiente plática... te he dicho demasiado y lo hice porque tu deseo es ayudar al Caballero del Dragón y nuestro deber es protegerlo, por lo tanto, tenemos el mismo objetivo, pero no se nos permite revelar más de lo que te conté, así que – se recargó en el árbol y cruzó los brazos –¡ve a comer y a descansar!
Cerró los ojos y esa fue la señal que me indicó que el tema estaba completamente terminado.
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