POR TU FELICIDAD P3
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO POPP
Merle y la madre de Maam habían evacuado a todas las personas que estaban ahí, (mi compañera adivina, tuvo una visión de los monstruos acercándose). Ellas se retrasaron porque buscaban a Maam.
Justo iba a llevarlas a un sitio seguro, cuando el castillo recibió el impacto de una de las explosiones más grandes que he visto en mi vida.
Por fortuna conseguí poner una barrera protectora antes de que nos cayeran los escombros encima y levité para salir.
Nuestra sorpresa fue inmensa al ver a los monstruos que nos rodeaban. Huir era imposible, pues las llamas del Inframundo cubrieron toda el área y ni el cielo se alcanzaba a ver.
-Aún faltan por venir más -les informé para que se prepararan -¡discúlpenme!, no puedo llevarlas lejos de este infierno, pero les prometo que estarán bien -les sonreí en un intento de darles un poco de tranquilidad.
La madre de Maam quiso decirme algo, pero ya no daba tiempo de tener ningún tipo de conversación y salí de la barrera para intentar derrotar algunos monstruos.
El enfrentamiento duró tanto, que hasta mi cuerpo dejó de sentir incluso el dolor. Si aún me estaba moviendo, era más por la adrenalina, que por mis propias fuerzas.
Por un breve instante me pareció ver una luz igual al alma de Maam, pero era imposible que hubiese podido atravesar las llamas, y con esa idea en mente, continué luchando, sin embargo, mi corazón latía muy rápido por el miedo de que estuviera en peligro.
"¿Acaso quieres decirme algo?", la pregunta fue tonta, pero a pesar de todas las energías negativas que tenía a mi alrededor, podía sentir perfectamente el alma de Maam y parecía estar llamando a la mía.
Mi falta de concentración les dio a los monstruos la oportunidad de causarme más heridas de aura oscura.
Soy honesto al decir que pasó por mi mente la idea de rendirme. No soy tan fuerte físicamente y mi cuerpo estaba llegando a su límite, pero recuperé mi fuerza de voluntad, en el instante en que sentí a ese desgraciado de KillVearn, junto al aura de Maam.
Escapar de la horda de monstruos no sería fácil, por eso tuve que despejar el camino usando magia celestial.
No supe cómo es que saqué fuerzas, pero di gracias a cualquiera de los dioses que me permitió llegar a tiempo para evitar que ese maldito demonio matara a Maam.
-¿Para qué me salvaste si de todas maneras vas a destruirme? -su acusación me dolió, (y yo que pensaba que ya había perdido esa emoción).
-¿De qué hablas?... yo jamás te haría daño -respondí con un último atisbo de sinceridad.
El infeliz de KillVearn interrumpió nuestra breve conversación y me forcé a olvidar el asunto para centrar mi atención en deshacerme de los enemigos.
A lo lejos sentí a mi maestro y a Nova. Con ellos aquí, las cosas se me facilitarían.
Mentalmente me comuniqué con mi maestro. Él se sorprendió al escucharme y quiso saber cómo lo hice, pero le pedí que antes me ayudaran a colocar los cetros por todo el reino de Papunika, y para mi buena suerte, me hizo caso. Como usaron Ruura, en minutos ya los tenían en el lugar indicado para formar una estrella mágica de cinco puntas.
Con una señal de su mano, mi maestro me indicó que ya estaban listos y me trasladé a una parte del castillo que permanecía en pie para dejar a Maam junto a los demás, (que estaban ahí sin ningún tipo de heridas y aunque no vi a Eira por ningún lado, era obvio pensar que fue ella la que los ayudó).
Sin perder más tiempo, empecé a liberar toda mi aura mágica e invoqué el hechizo de purificación, junto con el de restauración.
Eira me advirtió que no lo usara porque mis años mortales se reducirían, pero no le veo el caso a cuidarlos si estoy unido a Astrid.
Las palabras en lengua celestial son complicadas y mi velocidad al pronunciarlas no fue lo suficientemente rápida y mi herida se hizo más grande por el exceso de energías negativas que estaban siendo purificadas.
Desafortunadamente, ninguna barrera mágica lograría proteger a mi alma, y ya estaba sintiendo el efecto en la corrupción de mis emociones.
«¡Detente ya!», Eira me suplicó.
Ella es la única que conoce los efectos secundarios de manejar poderes celestiales y sé que le preocupa mi situación.
"Ya falta poco para que Papunika se recupere", expandí mi aura hasta los cultivos, "la gente necesita esa tierra para sobrevivir".
«Espera unos minutos. Astrid ya destruyó a los monstruos que estaban atacando a Dai y estará contigo muy pronto»
"¿Y qué puede hacer ella, si únicamente utiliza magia infernal?", en serio no tenía la intención de burlarme, pero es lo que terminé haciendo.
«¡Te ordeno que te detengas», su enojo volvió a surgir por mi falta de tacto, «en cuanto Astrid regrese a la superficie y quite el hechizo de mis brazaletes, yo misma me encargaré de restaurar ese reino»
"Entonces ¿no fuiste tú la que curó a mis amigos?", mi desconcierto ayudó a que recuperara el control de mis emociones.
«No... sabes bien que se nos tiene prohibido ayudar a cualquier humano que no sea Dai y si Astrid no retira el hechizo de mis brazaletes, tampoco puedo enviar mi poder a otros lugares»
¿Quién más aparte de Eira, tendría el poder de sanar heridas de aura oscura?
Quebrarme la cabeza intentando descubrirlo no era una buena idea, así que dejé de pensar y concentré mis últimas fuerzas en reconstruir los campos de cultivo, (el castillo y las casas de la gente de Papunika, ya estaban en pie nuevamente).
Alcancé a ver el resurgimiento del esplendor del reino y con una sonrisa de satisfacción me abandoné a la oscuridad que me llamaba.
Una luz azul cielo me despertó y al abrir los ojos, encontré a Eira hincada a mi lado; Skadi la envió a mi plano astral y estaba completamente concentrada en curar mi herida, (le habría hecho plática mientras lo hacía, pero ni siquiera tenía fuerzas para hablar).
La paz que emite su alma también tuvo el don de tranquilizar cualquier rastro de energía negativa en mi interior.
Realmente empezaba a sentirme bien, pero el aura maligna volvió a hacerse presente y me puse de pie.
-¿A dónde crees que vas? -Eira se levantó y sujetó mi brazo -estás demasiado débil como para soportar más ataques.
-Sé que puedes sentir a los monstruos reuniéndose en un punto que conoces bien -la miré angustiado -¡Dai está en peligro!, el ejercito que se encuentra ahí, tiene tres monstruos con un poder similar a KillVearn. La cúpula no soportará un ataque combinado y si se rompe, él morirá.
Eira me soltó y con un asentimiento de cabeza, me otorgó su consentimiento para irme.
Cuando llegué, cientos de monstruos lanzaban ataques hacia la cúpula. Las grietas que tenía eran muy largas y no tardarían en romperla, pero eso no era lo peor. Dai no se movía y ni siquiera parecía estar respirando. Lo llamé varias veces sin obtener respuesta.
Intenté volar hacia él, pero mi cuerpo no quiso responder y eso lo aprovecharon los tres monstruos más poderosos y empezaron a acercarse a gran velocidad.
Ante el inminente ataque, cerré los ojos y esperé el golpe que me mataría, sin embargo, el aullido de un lobo me devolvió la esperanza.
Skadi había entrado al Inframundo en su forma lobuna, y usó sus ventiscas para aventar a los monstruos muy lejos de mí.
Inmediatamente después, se puso a atacar con sus flechas a todos los que se encontraban cerca de Dai.
El alivio que sentí al ver que muchos cayeron rápidamente, se desvaneció en el instante en que los tres monstruos volvieron a prepararse para atacarme, pero Astrid los hirió con su espada de fuego.
-¡Gracias a los dioses que te encuentras bien, cariño! -Astrid me abrazó y sus lágrimas mojaron mi cuello -¡lo siento mucho!, todo esto es culpa mía... eres tan noble, que a pesar de que no sientes nada por mí, me has protegido sin dudarlo.
Estaba por negar su idea de mi supuesta nobleza, cuando vi que dos de los tres monstruos fuertes, invocaron una espada cubierta de aura oscura.
Fueron segundos lo que necesitaron para llegar hasta nosotros y si no hubiera aventado a Astrid, ella habría sido atravesada por la espada, pero al final, el que recibió la herida en el pecho, fui yo.
-¡Eres una tonta! -Skadi le gritó a Astrid al verme caer y cambió a su forma humana.
El Inframundo tiene múltiples hoyos con lava. Es un mundo desierto, conformado únicamente de rocas y llamas. Volar es indispensable si no quieres terminar en uno de esos hoyos y quemándote hasta que tu cuerpo se desintegre, por ese motivo, Skadi se lanzó hacia mí, para evitar que cayera en uno.
"¡Hoy no es mí día!", pensé, por todas las heridas que me han hecho, "aunque tal vez soy demasiado idiota y por eso siempre termino así".
«¡Regresa a tu cuerpo real!», esa era la voz de Eira, pero no tenía intención de obedecerla porque no sé lo que le pasa a Dai, «no te preocupes por él, únicamente está inconsciente», olvidé que en mi estado, soy incapaz de proteger mi mente, «Astrid se encargará de los enemigos del Inframundo y Skadi irá contigo para apoyarte»
-¿Por... por qué necesitas que... la dejemos sola? -no sé si la falta de aire era por las heridas o por el cansancio, (a estas alturas ya ni siquiera me siento con vida).
«¿Es que tampoco tienes energía para percibir nada?»
-¿Qué... debería... percibir?
«Lo mejor sería que no lo supieras, pero si no te lo digo, querrás morir de todas maneras»
-¿Por qué querría eso?
«Porque tu amada corre peligro... KillVearn y Koré, están atacando Ringaia. Tus amigos fueron a enfrentarlos, pero en esta ocasión, esa traidora decidió ir para aumentar la fuerza de los monstruos y lo más grave, es que ella también piensa luchar»
-No puede lastimar a Maam, pero... -me callé al recordar que hay alguien a quien sí le haría daño.
Ahora mismo soy un muerto viviente, sin embargo, Maam siempre será lo que más me importé, y sólo por ella es que logré trasladar mi alma al mundo real, aunque sólo fuera para salvar al hombre que ama.
La herida que debió recibir Hyunckel, la obtuve yo. Con este último movimiento, me quedé sin una gota de poder mágico y perdí la capacidad de mantener la solidez de mi cuerpo astral. Si no quería que mi alma muriera, lo mejor que podía hacer, era dejar el mundo real y rogar que Skadi envíe a Eira a sanarme.
El escenario que siempre recreo en mi plano astral es el bosque oscuro. Este sitio siempre será el lugar en el que me siento feliz, pues conocer a Maam cambió mi destino; de un cobarde que abandonaba a sus amigos, pasé a ser un hechicero que incluso ha podido manejar magia divina.
Caminé con dificultad hacia un árbol para sentarme y luego miré hacia el hermoso cielo azul.
Mientras esperaba que Eira viniera, probé mi suerte y traté de curarme yo mismo, sin embargo, ni siquiera fui capaz de emitir una lucecita de mi aura mágica.
Como necesitaba ver la gravedad de las heridas, me quité la ropa que cubre mi torso y descubrí que sólo una de las heridas fue hecha con aura oscura, (la de la espada del monstruo que me atacó en el Inframundo).
Eira estaba tardando demasiado y volví a intentar curarme, pero ni un mísero rayo de luz quedaba en mi cuerpo y maldije mi mala suerte.
-Nadie puede curarte mejor que yo -la voz de Maam hizo saltar a mi corazón.
-¿Maam? -no podía creer que estuviera en este un lugar, Skadi jamás la habría traído -¿qué haces aquí?
-Tus amigas dijeron que necesitabas que te sanaran las heridas de tu cuerpo astral, y como siempre dices que mi magia curativa es la mejor, me pidieron que viniera a ayudarte -estaba sonriente, (demasiado), y me pareció extraño que dijera "amigas", siendo que Astrid la detesta y no se habría descrito de esa manera.
-Dudo mucho que Astrid te lo haya pedido -no fue la mejor respuesta y menos fruncir el ceño para demostrarle que no le creo, pero no tuve tiempo de corregir mis tonterías, porque el aura oscura volvió a rodear su cuerpo -¡espera, Maam!, no quise decir eso.
Mis disculpas no llegaron a tiempo. Maam miró sus brazos y descubrió lo que le estaba pasando.
El miedo la invadió y quiso saber el motivo, pero ¿qué podía decirle?, si ni yo mismo entiendo cómo un alma pura, es capaz de emitir maldad, además, no quiero cometer un error que ocasione que recupere la memoria, sin embargo, me frustré al enterarme que todo mi esfuerzo no sirvió de nada, porque sus recuerdos regresaron, aunque eso no fue lo peor; su conocimiento acerca de los dos futuros sería un problema y lo comprobé cuando quiso que le contara el segundo.
Por una parte, fue bueno que se enfocara en ese. Estoy seguro de que no querrá arriesgarse a perder a Hyunckel y no omití ningún dato de ese terrible futuro.
Maam empezó a llorar y suspiré de alivio porque si se decide a luchar por el primero, no me dirá que me ama para intentar crear el tercer futuro, y yo no tendré que engañarla.
Una bruma oscura apareció para rodearla y de no ser porque prácticamente tengo un trato con el ser que acaba de encerrarla en alguna pesadilla, habría ido a buscarla con todo y mi mal estado para obligarla a que la deje en paz.
"Al menos se tomó la molestia de evitar que se lastimara", me dije mientras recibía el cuerpo inerte de mi amiga, (que la misma bruma depositó cuidadosamente en mis brazos).
Al principio estuvo tranquila, sin embargo, esa demonio debió hacerle ver algo doloroso y se movió bruscamente. Los golpes que sus manos le dieron a mi pecho fueron dolorosos, pero me olvidé de todo cuando se calmó y me abrazó como cuando dormía abrazada a mi cuerpo aquellas noches que compartimos.
El tiempo estaba pasando y fue tan largo que empecé a preocuparme, pues una traición de esa mujer era muy probable, y me maldije por ser tan confiado. Aun así, continué esperando.
Miraba a cualquier otro lado, menos a Maam. Si mis ojos se deleitaban con su imagen, mi decisión de mentirle tambalearía.
-¡Perdóname, Popp! -de pronto la escuché decir con voz quebrada.
"Si está pidiéndome perdón, entonces Koré ya debió convencerla de que el tercer futuro es necesario para salvar a todos nuestros amigos".
Su llanto aumentó y me sujetó más fuerte.
Su cuerpo se puso frío y eso sí me asustó.
-¡Maam, despierta! -la llamé con desesperación.
Milagrosamente fue abriendo lentamente sus ojos, pero mi tranquilidad no duró mucho, porque con su mano recorrió mi pecho desnudo y mi cuerpo reaccionó a sus caricias.
"¿Cómo puedes provocarme tantas sensaciones, con un simple toque?... Ni siquiera Astrid consiguió esto cuando hicimos el pacto".
-¿Qué haces, Maam? -la alejé porque si continuaba, me pondría en una situación demasiado incómoda si se da cuenta del estado en que me dejó su inocente atrevimiento.
-Yo... yo no... -la pobre se puso roja y se hizo hacia atrás, pero se cayó de espaldas en el suelo a causa de la velocidad con la quiso poner distancia y se quejó fuerte por el dolor que debió sentir.
-¡Perdóname, Maam! -me apresuré a ayudarla a sentarse y la recargué en el árbol.
Se negó a mirarme y mantuvo su cara agachada bastante tiempo. Su actitud casi provoca que una de las emociones que creí que ya no tenía, volviera a resurgir; "la humillación del rechazo", sin embargo, al fin me miró para evaluar mis heridas y enseguida se disculpó, (seguramente por olvidar que vino a curarme). Me sobresalté al sentir su mano nuevamente en mi pecho y me obligué a recordar que esto era meramente para sanarme.
Esta situación amenazaba con revivir al Popp inmaduro que debió desaparecer desde que dejé de ser un adolescente, pero la manera en que me tocaba no tenía nada de inocente, (o tal vez yo estaba malinterpretando las cosas).
En un intento de pensar en cualquier cosa, (menos en su suave mano sobre mi pecho), le pregunté si Eira le entregó parte de su poder y respondió que sí, pues su magia es débil y mis heridas fueron hechas con aura oscura. Le aclaré que solamente una lo era y después volvimos a quedarnos en silencio.
Me sentía incómodo y exageradamente nervioso. Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho y mi cuerpo temblaba por toda la emoción que provenía de mi interior.
"¿Por qué contigo siento cosas que nadie más puede generarme?", me pregunté desesperado y apreté los puños en un intento de calmarme, "¡es sólo un maldito toque para curarme!, ¡nada más!, ¡así que deja de latir como loco!", le reclamé varias veces a mi estúpido corazón.
Para mi buena suerte, las heridas se fueron cerrando muy rápido y en poco tiempo ya no quedó ni rastro de ellas.
Sin más, me apresuré a levantarme para ponerme la ropa superior y la capa.
En los breves instantes en que la observé, descubrí uno de los medallones que Eira tiene en la montaña y supuse que Skadi lo imbuyó de magia astral, pero no le dio suficiente para regresarla y aunque yo no tenía intenciones de volver todavía, no podía dejarla más tiempo en este lugar y me volví a sentar a su lado para informarle que la enviaría de vuelta.
Liberé la escasa aura mágica que recuperé y estiré mi brazo para traspasársela, pero me dijo que me detuviera y sujetó mi mano. La miré cuando dijo que necesitaba hablar conmigo.
Este era el momento que no deseaba que llegara. Sé que debo enfrentar esta situación para preparar el verdadero camino que tomarán los acontecimientos, pero no me siento listo, ni con las fuerzas suficientes como para aceptar escucharla decir que me ama, mientras su corazón late por Hyunckel.
Como un último intento de escape, quise soltarme, pero afianzó mi brazo para impedirlo.
-¿Por qué no me contaste que en el segundo futuro, tú y yo... -estaba igual de nerviosa que yo y bastante sonrojada -...que tú y yo, somos esposos?
-¿Queeeeeé? -me alteré ante semejante noticia porque en serio no sabía nada -¿cómo... cómo que esposos? -exigí una respuesta.
-Lo vi todo, así que no intentes negarlo porque incluso conocí a nuestros hijos.
-¿Hijos? -esa palabra está en plural -¿nosotros tenemos hijos en ese futuro?
"¿Qué clase de futuro era el segundo y cómo es que Maam permitió que la tocara tantas veces una persona a la que no quiere?".
Me preguntó que si no lo sabía y tuve que decirle que Astrid sólo me mostró la escena del beso. La mención de mi "verdadera novia", debió molestarla porque entre más intenté justificarla, más pareció elevarse su enojo e incluso dio a entender que el hacerme ver la muerte de mis amigos fue a propósito.
Nos acercábamos al punto culminante del inicio del tercer futuro y nuevamente traté de hacerla desistir de continuar, pero ni la mención de que en el primero tendrá a su lado al hombre que ama y un hijo al que ama también, la convenció de escogerlo, hasta se atrevió a decir que la condenaríamos a sufrir por no tener consigo al hombre que en verdad quiere.
"Si no es por el lado de ella, tal vez entienda si ataco por el lado de que no estábamos destinados a estar juntos".
El decirle que tampoco escogería entre Dai y ella, sumado a que jamás construiría mi felicidad sobre el cadáver de mi amigo, debió obligarla a reconsiderarlo, pero tampoco resultó.
"No puedo seguir. Mi corazón está latiendo como hace mucho no lo hacía y si pensaba engañarla, fue porque confiaba en que mi falta de emociones me ayudaría a no engañarme también".
Me levanté con la intención de enviarla de regreso. Definitivamente no iba a crear esa línea de tiempo y no me importa si con esto perderé una excelente oportunidad de derrotar al Dios demonio, pero esta mujer es más necia que nada y me abrazó con fuerza.
-¿Qué haces Maam?
-¡Yo... -estábamos tan pegados que incluso sentía su cuerpo temblando y lo más triste es que sus lágrimas no la dejaban hablar -...¡yo te... yo te amo! -gritó con todas sus fuerzas.
A pesar de que me imagine la forma en la que se confesaría, no pude evitar que la impresión de oírla pronunciar las palabras que siempre desee escuchar de su boca, se clavaran en mi corazón haciéndolo creerle, pero mi mente es otra cosa.
-¿Por qué eres tan cruel? -cerré los ojos para tranquilizar mi enojo, pero mi molestia se evidenciaba en mi voz -¿me ves tan débil que te sientes con la obligación de quedarte conmigo, o es que te divierte verme destrozado cada que te arrojas a los brazos de Hyunckel en la primera oportunidad?
-Sé que siempre hago tonterías que te lastiman, pero en esta ocasión estoy siendo sincera -se puso a llorar más fuerte.
-¡No seas mentirosa! -mi aura mágica se liberó para alejarla de mí -no hay día en que no me rehúyas, apenas te pongo un dedo encima y tiemblas como una hoja, solamente en las noches venías a mí porque tenías pesadillas que no te dejan dormir y me usabas como una almohada espanta sueños a la que olvidabas en la mañana, y en algunas ocasiones hasta nombrabas a Hyunckel mientras llorabas... ¡dime!, ¿a esas actitudes le llamas amor?
-¿Alguna vez me escuchaste nombrarlo despierta?... no tienes idea de los terribles meses que he pasado por culpa de esas pesadillas, que ahora sé que son un juego entre dos mujeres que se divierten con mi cobardía -su llanto no hacía más que aumentar -si llegué a nombrarlo no fue por amor, sino para obligar a mi corazón a que se decidiera de una buena vez por un hombre que nunca me ha hecho llorar.
-¿Cuándo te he hecho llorar? -le he gritado otras veces, pero este grito supera a cualquiera.
-¡Ahora mismo lo estás haciendo! -también me gritó como jamás lo había hecho -he llorado por ti desde que Dai desapareció y comencé a darme cuenta de que mis celos no se debían a que fueras un pervertido con las mujeres, la realidad es que incluso siento celos de todas las personas a las que tratas mejor que a mí.
-Tus celos son de hermana y me lo dejaste bastante claro antes de la batalla contra Vearn.
-¿Así que por ese error me has condenado?, en ese momento solamente te pedí tiempo porque al no entender la diferencia entre la atracción que sentía por Hyunckel y las emociones tan descontroladas que siempre has despertado en mí, confundí la admiración con el amor, pero se supone que tú si estabas seguro de tus sentimientos, y en la primera oportunidad me sacrificas por Dai -apretó tanto sus puños, que los nudillos se le pusieron blancos -la verdad es que no quieres aceptar que quizás nunca estuviste enamorado de mí y por eso estás haciendo hasta lo imposible para desaparecerme de tu vida.
"Ojalá no te amara con esta fuerza tan grande, pero para mi desgracia, eres la única persona en este mundo, que puede destruirme con sólo unas cuantas palabras".
No podía decirle eso, ya tiene mucha ventaja sobre mí y no le daría más, por eso quise girarme para no verla, pero caminó hacia mí y de sus ropas sacó un cristal en forma de corazón.
-¡Sujétalo y cierra los ojos! -lo extendió para que lo tomara.
-¿Para qué quieres que lo haga?
Mi mente me decía que no le hiciera caso, pero mi maldito corazón es obediente, más cuando dijo que después de que sujete ese cristal, me daría el gusto de escoger el primer futuro.
El saber que en ese es la esposa de Hyunckel y tiene a su hijo, fue un golpe doloroso que incluso me quitó el aliento, y no pude mantener la máscara de indiferencia con la que me estuve protegiendo.
Con manos temblorosas sujeté el cristal y cuando cerré los ojos, éste empezó a emitir un hermoso brillo rojo que enseguida reconocí.
-¿Qué es esto? -reclamé una respuesta al oírla reír.
Pero en lugar de responder, se lanzó a abrazarme. Me encontraba demasiado impactado como para corresponderle y el extraño cristal aumentó la intensidad de su brillo.
-¿Recuerdas en quién has visto esa luz? -sus ojos también brillaban y la manera en que me estaba mirando me hizo sonrojar -es la misma luz de color rojo que emite la insignia que me dio el maestro Aván y eso significa que soy la persona que amas.
-Eso... eso ya te lo había dicho, así que este brillo no es importante -giré el rostro para que no vea lo avergonzado que me encuentro.
-Era importante que vieras que el cristal funciona a la perfección y que muestra claramente el color del alma de la persona de la que estás enamorado -me quitó el cristal y se alejó unos pasos -observa bien el color de la persona a la que yo amo.
En cuanto cerró los ojos, el cristal brilló mostrando una luz verde muy similar a la que emite mi insignia.
-La noche en que empezaste a atacarme para borrar mis recuerdos, viste esta misma luz brillando en mis manos, ¿lo recuerdas?
-Pensé que era alguna magia de sanación que le aplicaste al maestro Aván, y como él no mencionó nada, no le presté atención.
Los dos nos miramos a los ojos, en mi caso, buscaba algún rastro de mentira en sus palabras, pero su mirada transmitía sinceridad y por un momento quise creer que soy la persona que ama, sin embargo, recordé que siempre termino cayendo en el hermoso embrujo de la falsa esperanza.
-Estos artilugios nunca sirven -apreté los puños y bajé la mirada al suelo.
-Eres muy desconfiado, pero en tu corazón sabes que es verdad que te amo y la mayor prueba de eso, es que necesitaste borrarme la memoria para asegurar el primer futuro -intenté decirle que conocía lo de sus pruebas y que de ellas provenían sus dudas, pero alzó su mano para callarme -no vayas a tratar de convencerme de que lo hiciste para que mi supuesta lástima no influyera en mi decisión de quedarme contigo -se acercó de nuevo para volver a abrazarme -ese plan no va a funcionar jamás, porque mis sentimientos por ti son más fuertes y aún sin recuerdos, te sigo amando.
-Esto no es cierto -cerré los ojos con fuerza mientras negaba con la cabeza -si me concentro podré escapar de este sueño.
"¿Acaso nunca me cansaré de humillarme?... conozco bien mi deber, pero cada cosa que dice, lo único que ocasiona es que desee creerle", soy demasiado patético.
-¡Perdóname! -sujetó mi cara entre sus manos y nuestras miradas se encontraron cuando abrí los ojos -si pudiera regresar en el tiempo, me golpearía por haberte herido con las palabras inmaduras que pronuncié. También te pido perdón porque, aunque no aceptes mis sentimientos, no voy a escoger el primer futuro y no me importa si me odias por las desgracias que conlleva el otro.
-No tienes qué pedirme perdón -acaricié su mejilla con el dorso de mi mano -nunca debí tomar una decisión que sólo te corresponde a ti. Mi egoísmo por poco te mata cuando intenté borrar tu memoria y al verte llorar por mi culpa, sólo puedo maldecirme por lastimarte.
-Contéstame sinceramente, ¿crees que no vale la pena pelear por un futuro en el que estemos juntos?
-Tenemos muchas cosas en contra. Yo no puedo prometerte nada porque estoy atado a Astrid a través de nuestras almas. Si le hubiera dicho que intentaría cambiar el segundo futuro, quizás me habría liberado, pero no eres alguien que le agrade y dudo mucho que me permita estar contigo.
-¿Por qué estás atado a ella?
-Es una larga historia que luego te contaré. Ahora lo más importante es que regresemos al mundo real, porque mi resistencia al usar magia astral es cada vez menos.
Cerré los ojos para concentrarme en invocar mi aura mágica y en segundos fuimos rodeados por la luz de mi hechizo, pero Maam hizo algo que jamás esperé.
Sus suaves labios se estamparon en los míos y la sensación fue tan maravillosa, que tomé el control del beso porque ella estaba siendo bastante tímida y en mí nació un fuego intenso, que sólo podía controlarse con el delicioso néctar de su boca.
Este no es mi primer beso, pero en ninguno sentí tanta felicidad como la que me está regalando la única mujer que he amado y amaré en mi única vida.
Todo mi cuerpo empezó a arder y por primera vez supe lo que es dejarse consumir por la pasión y fui tan demandante con el beso, que la pobre casi no podía respirar.
-¡Yo... -me alejé un poco con una gran vergüenza por haber sido un idiota -¡discúlpame Maam!, no debí besarte así... esto no... -iba a decir otra cosa, pero volvió a besarme y nuevamente le correspondí con la misma pasión de hace un momento.
"Se suponía que ya había perdido varias emociones humanas, pero contigo siento que incluso son más grandes que antes y todas están dirigidas a demostrarte lo mucho que te amo".
Para mi alegría, Maam empezó a seguir el ritmo del beso e imité su ternura para poder respirar sin la necesidad de terminar este hermoso momento.
"También tienes el control absoluto de mi cuerpo, porque a diferencia de lo que pasó con Astrid, no tuvimos que llegar a ese punto, para que desee entregarte todo de mí".
-¡No voy a renunciar a ti! -me dijo sin alejarse demasiado de mi boca -¡por favor!, ¡olvídate de los futuros que has visto, y olvida tu unión con esa mujer!, lo único que importa es lo que sentimos... podrás desconfiar de mis palabras que dicen te amo, pero no puedes negar los sentimientos que te trasmití con este beso.
-¡Maam!, esos sentimientos pueden traer desgracias.
-Eres el discípulo del valor, ¿acaso no fuiste tú el que dijo que los humanos luchamos por vivir hasta el final como un destello de luz?, si te conformas con una vida vacía, es lo mismo que dejarte morir -su insignia brilló con intensidad -yo ya elegí pelear por nosotros, ahora tú debes decidir si enterrarás tus sentimientos, o lucharás por ser feliz junto a mí.
"¡Sólo déjame vivir un tiempo este hermoso sueño que ella me ofrece!", le pedí al Dios de los humanos, "no soy su verdadero amor, pero la ayudaré a protegerlo y lo único que te pediré a cambio, es un beso antes de separarnos definitivamente".
-¡Tienes razón! -le dije -no quiero renunciar a ti, por eso luchare junto contigo por nuestra felicidad y buscaré una manera de que nadie muera esta vez -mi insignia también brillo al aceptar nuestro destino y me sorprendí al ver que ambos colores volvieron a fusionarse como en el bosque.
-¡Gracias, mi amor! -abrí los ojos al oír ese mote y me dije que esta clase de cosas me permitirán recordar que nada es verdadero, porque Maam nunca sería cariñosa conmigo -no será fácil esta lucha -continuó -pero te lo suplico, nunca olvides que te amo y que necesito tu valor para no rendirme. Yo a cambio te entregaré mi amor para que tú tampoco te rindas, porque mientras estemos juntos, cualquier milagro es posible.
Su determinación me hizo sonreír y luego volvimos a besarnos.
Esto era lo mejor que me ha pasado en la vida, y ni la falta de aire me obligó a abandonar su boca.
Nuestras insignias y el cristal nos cubrieron con su luz.
He descubierto que Maam tiene el poder de hechizarme de mil maneras y yo con gusto caigo rendido porque lo que siento por ella nunca fue fugaz y mi corazón herido, empezó a curarse por la calidez que me transmite.
"Sólo tendré unos pocos meses para conocer lo que es estar a tu lado como algo más que un simple amigo y cuando tenga que alejarme, al menos conservaré el recuerdo de que una vez estuviste en mis brazos".
Aún falta que Astrid sepa de mi plan, pero confío en que entienda que esto no es una traición hacia ella, por el contrario, la única a la que estoy traicionando es justamente al amor de mi vida, pero sé que me perdonará cuando vea que creamos un futuro en el que será feliz para siempre.
*****
Hola nuevamente!!
Como habrán notado, no subí los capítulos anteriores porque eso lleva tiempo, pero si se acomodan en esta plataforma y desean leerla aquí, me avisan por favor, para publicarlos.
Con este capítulo se cierra la línea temporal del pasado. El siguiente ya es el presente y seguirá de esa forma hasta que finalice la historia.
Posiblemente se reduzca la longitud de los capítulos porque el final se acerca, aunque conmigo nunca se sabe y cuando pienso que escribiré poco, termino haciendo un libro de un capítulo.
Estefania, para ti el cambio no fue drástico porque también la leías aquí y tú misma recomendaste que regresara, por eso muchas gracias por la idea.
Eliz Palomino, espero que te acomodes en esta plataforma, no creo que sea permanente, aunque todo dependerá de cuándo se solucionen los problemas en la otra. También quiero darte las gracias por tus comentarios. Siempre me animan a continuar escribiendo.
En mi perfil de Wattpad se encuentran las ligas a mi página web y redes sociales, (las he tenido abandonadas, pero intentaré dejar anuncios por cualquier cambio que se vaya a hacer y cuando haya capítulo nuevo).
Por último, un agradecimiento a quienes lleguen a leerme. Espero que les guste la lectura.
Me tardaré un poco con el otro capítulo, pero si nada pasa y tengo tiempo suficiente, me dedicaré a escribirlo para no excederme en semanas.
Les deseo un divertido Halloween para los que lo festejen.
Hasta luego!!
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