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LUCHAR POR LO QUE AMAS - PARTE 2

Nota

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

MAAM

-¡Tú también debes quitarte la ropa! -me ordenó enseguida de cerrar la puerta y luego sacó un vestido de una tela elegante que no conozco, (demasiado transparente) -este es el atuendo de las sacerdotisas celestiales.

-¿Por qué habría de obedecerte?, además, si es atuendo de las sacerdotisas, ¿por qué Eira no lo usa? -caminé hacia la puerta con la intención irme -¡déjame salir! -le exigí al ver que no iba a moverse.

-¿Quieres ayudar a tu amado a curarse? -colocó sus manos en su cadera y amplió su sonrisa.

-Hyunckel no es mi amado -me le acerqué más -lo sabes perfectamente.

-Lo único que sé, es que darías tu vida por el guerrero inmortal... Lo amas, pero el sentimiento de lástima que le tienes a Popp, te impide aceptar la verdad que escondes en tu corazón.

-No conoces mi corazón, si pudieras ver mis sentimientos, te darías cuenta de que no es lástima lo que siento por Popp.

-Está bien. Supongamos que descubriste que amas a mi novio. Su unión conmigo es uno de los impedimentos más grandes que hay entre los dos... Él es mío en cuerpo y ninguno de tus juramentos de amor, cambiarán el hecho de que me pertenece.

-Popp dijo que hizo un pacto contigo para revivirte en agradecimiento por haber dado tu vida por Dai... ¿no crees que estás aprovechándote de él?... no fue amor lo que los unió... fue compasión.

-Sea como sea, Popp solamente compartirá contigo unos cuantos abrazos y besos de amigos, porque todo lo que se comparte con una pareja, ya me lo dio a mí -esto lo dijo prácticamente riéndose.

-¡Se más clara! -algo me decía que no se lo preguntara, pero mi estupidez me llevó a buscarme mi propia ruina.

-Entiendes perfectamente de lo que hablo... Popp ya es un adulto y tanto su primer beso, como su primera experiencia en la intimidad, me la entregó a mí, y disfrutó de cada segundo que estuvimos juntos.

-Eso no es cierto -caminé hacia atrás para escapar de su maldita risa -Popp se dedicaba a admirar a las mujeres y hasta les coqueteaba, pero no haría lo que dices, y menos si acababa de conocerte.

-El pacto que tenemos, es un pacto de amor eterno, y se requiere de la unión del alma y el cuerpo... Popp supo eso desde el principio y aun así aceptó llevarlo a cabo.

El dolor en mi cabeza me advirtió que el aura maligna iba a salir, pero esta vez, no tengo la intención de detenerla.

"Si la mato, ese maldito pacto dejará de ser un problema".

No supe en qué momento me lancé contra esa mujer y tampoco supe cómo fue posible que lograra golpear su rostro.

La diosa Astrid no se había preparado para recibir mi furia y por la fuerza que usé, terminó por romper la puerta al chocar con ella.

-¡Eres fuerte, humana! -se levantó del piso y de su labio escurrió un hilo de sangre -¡estúpida! -dijo al darse cuenta de la herida -esto me lo vas a pagar.

En ese momento iniciamos una pelea que demostró que ella será una diosa, pero en cuanto a fuerza y habilidades, las dos estamos a la par.

Las enseñanzas del Gran Maestro me permitieron esquivar varios de sus golpes y patadas.

La diosa empezó a enfurecerse al no poder derribarme, sin embargo, yo tampoco podía hacerlo con ella.

Era tanta nuestra ira hacia la otra, que el pasillo no nos dio suficiente espacio para luchar y corrimos hacia lo que parecía una sala.

Nos atacamos con patadas aéreas, golpes con puños y piernas. Destruimos los escasos objetos de cristal que servían de adorno en la estancia. Los pilares se cuartearon al recibir nuestros golpes y las grietas fueron muy grandes que dos de ellos no resistirían.

-El que me ataques, no va a cambiar el hecho de que Popp siempre estará conmigo -la muy infeliz se veía más lozana que yo, (mi energía humana se estaba debilitando) -nunca podrás compararte con una diosa. Incluso en fuerza y poder, soy mejor que tú.

-¡Maldita! -esa era la voz del aura maligna -no me importa que te jactes de haberlo tenido físicamente... Popp sólo me ama a mí, y sé que lo sabes, por eso me molestas... no puedes hacer que me olvide, ni siquiera usando tu cuerpo para seducirlo.

Eso sí debió dolerle, porque sus ataques se recrudecieron y a pesar de que el aura maligna me permite resistir los embates, los nuevos golpes que lanzó, me dañaron peligrosamente; mi cuerpo, mi boca y mi pómulo, fueron heridos y la sangre que resbaló de mi ojo, no me dejaba ver bien, hecho que aprovechó para invocar su magia de fuego.

Un intenso dolor en las costillas me indicó que estaban rotas. Mis fuerzas me estaban abandonando y en el momento en que me hinqué en el suelo, alcancé a ver que se acercaba a mí una bola de fuego.

Tratar de esquivarla era imposible, así que me preparé para recibir el hechizo, sin embargo, este no llegó debido a que Hyunckel lanzó su ataque de Cruz Magna y la bola de fuego se desintegró.

-¡Te encuentras bien, Maam! -estaba preocupado e intentó ayudarme a ponerme de pie, pero yo no pude ni moverme al observar que los únicos presentes eran él y Eira.

-¿En dónde está Popp? -ni siquiera pensé la pregunta, simplemente la hice porque todo lo que pasó fue por él, y ni siquiera estaba aquí para exigirle una explicación.

-El héroe Aván lo necesita -contestó Eira -escuché la voz de tu maestro y le di el mensaje a Popp... Él se fue antes de las explosiones.

-¿Explosiones? -evalué el lugar y en efecto, casi todas las cosas estaban destrozadas, casi como si hubieran sido por explosiones.

La decepción de saber que no tendría oportunidad de que Popp me explicara su relación íntima con esa mujer, me quitó toda la fuerza y me quedé en el piso sin deseos de levantarme.

-Astrid -la llamó Eira -tengo que pedirte que te retires.

-¿No vas a preguntar el por qué estábamos peleando? -su maldita voz seguía siendo burlona y el aura negativa en mi interior salió de mi cuerpo.

-¡Maam, por favor, tranquilízate! -Eira se hincó junto a mí, pero su petición no iba a lograr nada.

-¿Qué le pasa a Maam? -Hyunckel sonaba sorprendido, (seguramente el aura me cubrió).

-Tu novia está haciendo una rabieta -la muy maldita estaba disfrutando esta situación -tal vez si la abrazas, consigas que el aura maligna desaparezca.

-Lo haría si no fuera por tu manera cínica de pedírmelo -sonreí porque al menos Hyunckel es directo y no se amedrenta ante esa mujer.

-Está bien, te ofrezco una disculpa si te molestó mi tono, pero debes saber, que esa aura maligna no desaparecerá a menos de que consigas calmarla. Si no quieres abrazarla, entonces dime ¿cómo le regresarás el control de su cuerpo?

-No quiero que nadie me controle -me levanté sin esperar la ayuda de Hyunckel -lo único que quiero es aniquilarte -esa era mi voz y tengo qué aceptar que hasta son mis pensamientos, pero es el aura la que me está permitiendo expresarlos.

«¿Tan grande es el odio que sientes al saber que no fuiste la primera en la intimidad de Popp, que estás dándole permiso a la maldad de controlarte para hacerme daño?», habló directamente a mi mente.

"Si te mato, Popp será solamente mío", en esta situación, incluso tengo la habilidad de comunicarme mentalmente.

-¡Maam, detente! -Hyunckel finalmente se decidió a obedecer a la maldita y me abrazó.

-¡No me toques! -pareció que lo dije tranquila, pero la realidad es que sentir su cuerpo unido al mío, me causó incomodidad y elevó la ira que siento -¡te dije que me sueltes!

El aura maligna que salió de mi cuerpo fue tan grande, que mandó a volar a Hyunckel, ocasionando que se golpeara en uno de los pilares. Lo malo es que al estar dañados por la pelea anterior, la grieta se abrió más y el pilar colapsó.

No sé si el aura evita que sienta compasión por las personas, o es mi ineptitud la que me dominó e impidió que intentara protegerlo, pero de no haber sido por Eira, que salvó a Hyunckel trasladándolo hacia ella, el pilar lo habría aplastado.

-¡No te muevas! -le pidió Eira al descubrir una herida en su pierna -voy a usar mi magia y enseguida estarás mejor -le sonrió como siempre lo hace con todos, y luego invocó su aura mágica.

-¡Gracias! -la voz de Hyunckel fue amable y me pareció verlo nervioso.

Una vez curada la herida de mi amigo, Eira usó su magia para curarme y por buena suerte su aura celestial consiguió apaciguar mi aura maligna.

-No puedo ayudarte a contenerla por completo, pero lo que hice deberá bastar hasta que curemos al guerrero inmortal -miré a la culpable de esto para indicarle que si ella seguía aquí, ni sus esfuerzos servirán -¡Astrid, ve a descansar!, en cuanto terminemos el hechizo, tenemos que regresar con los demás para dirigirnos a los portales del Inframundo.

-Será como quieres, hermana -increíblemente la obedeció y hasta le hizo una reverencia antes de marcharse.

-¡Bien!, ya que se solucionaron las cosas, apresurémonos a realizar el hechizo de curación del guerrero inmortal -Eira nunca pierde el buen humor, ni la sonrisa -¿Astrid te explicó lo que debes hacer para ayudarme a ejecutar el hechizo? -me preguntó intentando ser cuidadosa en no hacerme enojar.

-Sólo me mostró un vestido que dudo mucho, sea necesario que utilice.

-En realidad, lo del vestido fue idea de Skadi... mi hermana fue muy inteligente en resolver la incomodidad que habrías sentido si tuvieras que entrar a la fuente completamente desnuda.

-¿Tenía que estar desnuda? -estaba desconcertada... si ese es el procedimiento que hay que llevar a cabo y parece que no le caigo nada bien a la diosa de hielo, ¿por qué recomendó que me pusiera ese vestido que aunque es revelador, disminuye un poco mi desnudez?

-Les mencioné que no deben llevar nada impuro, y aunque parezca ridículo, la ropa se considera impura, pero en este caso en especial, Skadi me pidió que le entregara al guerrero inmortal, una prenda interior que cubrirá su hombría -sus manos brillaron y apareció una calza para hombre -ten -se lo ofreció a Hyunckel y me quedé boquiabierta al verlo ¿sonrojarse? -ponte esto en cuanto te desnudes -finalizó con una sonrisa demasiado normal, (sin burlas, ni doble sentido).

-¿Me voy a desnudar enfrente de una diosa celestial? -me ignoró completamente en su pregunta, pero por su mirada, supe que su intención era incomodarla a ella.

-Siento tus emociones humanas, sin embargo, no consigo entenderlas todas, y si te preocupa que me ruborice al verte desnudo, no lo hagas... he visto millones de machos humanos y de otras razas, que no usan ropa y sinceramente no hay nada en ellos que pueda despertar algo en mí, pero en tu caso, percibo que no estarás tranquilo si no tienes privacidad, así que me retiro.

Eira se desvaneció dejando en el aire la ropa ofrecida.

-Esa mujer me hace sentir que soy un idiota -tomó la ropa con coraje -nada la perturba, pero es capaz de perturbar a los demás.

-Pues creo que sólo te perturba a ti -me miró ofendido -Eira es muy dulce y amable con todos. En ella no existe la vergüenza porque es como si su alma fuera la de una niña que no conoce la malicia.

-Y por eso tiene ventaja sobre nosotros. Es demasiado pura y me cuesta encontrar una manera de tratarla.

Desconozco si el interés que muestra en Eira se debe a que quiere evitar la conversación acerca de lo que ocasionó mi pelea contra la diosa de la fuerza, o lo que pasa es que en verdad le causa extrañeza la manera en que ella le habla, (sin nada de pena, casi como si fuera normal hablar con alguien que siempre tiene mala cara).

-Se ve que es una mujer muy delicada -seguía hablando de Eira -¿en verdad tiene el poder suficiente para curar mis heridas?, porque una cosa es un rasguño como el de mi pierna, pero otra es restablecer huesos rotos.

-Eira es una diosa que utiliza magia celestial. Yo confío en que podrá curarte.

-Esperemos que sí. Necesito dejar de ser una carga para ustedes.

Adoptando una postura orgullosa, se encaminó hacia una de las habitaciones y se encerró.

Yo me quedé un rato más en la sala observando el destrozo que causé.

"Y aun con lo que Eira hizo, siento que mi ira no ha disminuido ni un poco".

Mi cabeza no dejaba de doler, pero quise confiar que nada malo pasaría y me metí a una habitación a cambiarme, sin embargo, no me sentí cómoda después de verme con el vestido puesto y es que es tan idéntico al que usa esa tal Astrid, que me avergüenza que mis pechos se vean en todo su esplendor y me negué a salir.

Eira se apareció en el cuarto una vez que pasó mucho tiempo.

-¿Sucede algo, Maam? -Hyunckel tiene razón... es demasiado pura y no le ve problema a la manera en que se muestra mi cuerpo.

-¿En verdad no existe otra manera de realizar el hechizo?, yo... no me sentiré bien si tengo que pararme frente a mi amigo así.

Un viento helado hizo castañear mis dientes y segundos después, la diosa del hielo también apareció.

-Estamos perdiendo mucho tiempo, niña -estaba molesta, pero ¿por qué? -tus compañeros ya están preparados para ir a colocar los cetros en los portales que abrirán una de las puertas del inframundo. Sólo faltan ustedes.

-No quedamos a una hora o día -le respondí con temblor en mi voz, (es que esa mujer da miedo) -¿por qué decidieron empezar ya?

-Popp fue el que lo decidió y no me preguntes el por qué -se sentó en la cama -ese jovencito hace las cosas sin pedir opinión, aunque hay que reconocer que la mayoría de las veces nos da ventaja sobre los enemigos -se me quedó viendo con insistencia y me sentí más desnuda que antes -¿a qué se debe que prácticamente no tenga nada puesto?

-Es para el hechizo de curación del guerrero inmortal -Eira sonó nerviosa y me causó extrañeza porque se supone que la diosa de hielo ya estaba informada e incluso sugirió lo de las prendas que debemos usar -hermana... es necesario que...

-No me expliques nada, Eira -se levantó para acercarse a mí -de lo que hagas cuando estés en la fuente con tu amado, va a depender muchas cosas.

La diosa de hielo se desvaneció nuevamente dejándome más desconcertada que antes.

-¡Vamos, Maam! -Eira estiró su mano y aunque no quería ser grosera, negué con la cabeza.

-Deja que proteja con mis brazos un poco de mi dignidad -me abracé más fuerte y bajé la cabeza.

-Será como desees, pequeña niña -me dio un abrazo y percibí algo de vergüenza en su interior, pero ¿por qué se siente así una mujer que es más pura que ningún humano sobre la superficie?

Por el momento mis dudas no tendrán respuesta, (el tiempo que perdimos puede complicar el plan de Popp).

En el sitio que Eira llamó "Santuario Sagrado", Hyunckel se encontraba absorto mirando la fuente, la cual no es muy grande, ni profunda, (hasta la fuente que hay en Papunika se ve más impresionante).

-Que no los engañe su forma rudimentaria -Eira entró a la fuente y se agachó para mojarse entera -lo importante es la divinidad que tiene -al levantarse quedé impactada al ver que con lo mojado, su vestido mostraba el hermoso cuerpo que posee, pero al contrario de mí, ella no se ruborizó ni un poco al ser observada por nosotros.

Al acercarme a Hyunckel, quise reírme al verlo más afectado de lo que me encuentro yo, (su cara estaba pálida, su mentón abierto y sus ojos recorrieron lentamente a la diosa).

-¡Qué demonios les pasa! -de pronto él se enfureció -¿acaso no fueron humanas?, ¿qué es necesario que anden mostrándose así frente a todo el mundo?

-¿Es malo lo que hice? -no está mintiendo, en serio no comprende lo que Hyunckel le está reclamando -Popp también me vio desnuda y no me regañó, por eso no entiendo tu molestia.

-¿Ese maldito pervertido te vio así? -esta vez mi ira sí fue dirigida a Eira.

-¡Espera Maam! -alzó los brazos para pedirme calma -no es lo que piensas. Yo adopté mi antigua apariencia infantil en el plano astral, y luego de que Popp curó mi alma, regresé a mi estado normal, pero no tengo poderes astrales como él o mi hermana y tardé en crear ropa de adulta a mi alma y lógicamente me vio desnuda, aunque te juro que no demostró ninguna de esas emociones pervertidas de las que hablas.

"¿Cuánto tendré que soportar con un hombre al que parecen lloverle las mujeres con poco o nada de ropa?".

-Muchachos, por favor, sólo ignoren mi desnudez. Recuerden que soy una diosa humana y no soy afectada por ese tipo de niñerías. El guerrero inmortal es un adulto y tú Maam, también estás casi desnuda.

Sé que Hyunckel me vio de reojo cuando ella y yo entramos a este "Santuario Sagrado", pero no se detuvo demasiado a mirarme, (quizás porque presintió que eso me incomodaría, o tal vez no quedó igual de impactado conmigo que con Eira).

La diosa no esperó a que le diéramos la razón y puso sus brazos a lado de ella al tiempo en que cerró los ojos. Posteriormente, su aura azul la cubrió para después elevarla sobre la fuente.

-Entren juntos y abrácense.

Los dos nos dedicamos una mirada resignada e hicimos lo que nos pidió, pero en cuanto sentí el calor que emana del cuerpo de mi amigo, la incomodidad se acrecentó y en lugar de abrazarlo, coloqué mis brazos entre los dos como defensa.

«No seas cruel con el hombre que te ama», una voz muy conocida resonó en mi mente y en esta ocasión, fui capaz de recordar que ya la había escuchado hasta en mis pesadillas.

"Eres Astrid, ¿no es así?... ¿qué quieres ahora?, ya te jactaste de tu unión con Popp, o ¿es que no fue suficiente atormentarme también durante meses para crear malentendidos entre él y yo?".

«Traté de ayudarte a descubrir si lo amabas o no, y al final, demostraste que únicamente le tienes lástima»

"Es no es cierto... tus intentos de convencerme de que llevas la razón, lo que consiguen es dejar en evidencia que no eres dueña de Popp y tienes miedo de que rompa el pacto que lo encadena a ti".

«No miento y voy a demostrarlo»

"¿Y cómo?", no le daré ninguna oportunidad de manipularme, por eso me preparé mentalmente para su siguiente ataque verbal.

«Hay algo importante que tienes que saber y que tu adorado Hyunckel te ocultó», no le respondí, aunque tampoco detuve su monólogo, «él fue quien realmente te liberó del dominio de Mist en aquella batalla contra Vearn, pero es tan grande el amor que te tiene, que no quería influir en la relación que podrías haber tenido con Popp, y le pidió a tu maestro que fingiera que fue él quien hizo todo por salvarte», ese momento apareció en mi mente y en efecto, Hyunckel ofreció dejarse dominar con tal de que ese monstruo me liberara, «El guerrero inmortal arriesgó su vida para salvaguardar la tuya. Si Mist ganaba la contienda, su alma ya no existiría»

"Entonces, ¿Hyunckel casi muere por mí?", no es fácil disminuir la importancia de ese hecho.

«Exactamente... ¿te parece justo lastimarlo con tu insistencia de estar con alguien que tiene otro compromiso?... el destino de Popp y el tuyo, no es ser pareja... tú corazón ama y desea a Hyunckel, pero te engañas para crear un futuro en el que todos tus amigos vivan y sean felices»

"Yo amo a Popp", esa es mi única verdad y aunque siento agradecimiento hacia Hyunckel, ya no soy capaz de rebajar el amor que siento por Popp.

«No lo amas. Te estás forzando a amarlo, pero es a Hyunckel a quien siempre deseaste como hombre y no puedes negarlo... tu cuerpo buscaba su calor y evitabas el de Popp»

"Si tocaba a Popp, mi cuerpo sentía cosas que no debería sentir una mujer que no es adulta".

«Eso es lo que quieres creer, pero ¿qué puede saber una jovencita inexperta, lo que es el deseo?... me parece tonto que pienses que tu cuerpo ansiaba estar con Popp y para ocultar esa emoción, preferías abrazarte de otro hombre»

"La ventaja de tener un aura maligna, es que me permite descubrir mis verdaderos deseos", apenas pronuncié eso y el aura comenzó a liberarse, "no es Hyunckel el que hace que mi cuerpo vibre... es Popp".

«Y mi cuerpo ya probó el de él... Es lo malo de ser una niña... Como te dije, Popp ya es un adulto y no iba a esperarte por siempre. Si lo rechazaste, era lógico que no le importara entregarse a otra mujer... una verdadera mujer»

-¡Cállate! -grité fuerte y sostuve mi cabeza porque enserio ya no soportaría más el dolor -no me importa que estuvieras en la intimida con él... yo lo amo.

Hyunckel me llamó en el instante en que el aura maligna terminó por liberarse y cubrió todo el lugar.

Poco a poco mi consciencia iba desapareciendo. Ya no tenía fuerzas para luchar contra esa aura y la oscuridad era muy tentadora, sobre todo, porque entre más me dominaba, el dolor de mi corazón se desvanecía.

Los gritos de Hyunckel y Eira sonaban desesperados, sin embargo, no quise escuchar sus súplicas de que no me dejara vencer por el mal.

En mi mente se agolparon imágenes de Popp y esa mujer completamente desnudos y unidos en cuerpo. Él la besaba con mucha pasión y tocaba su cuerpo delicadamente.

"Soy una estúpida", me recriminé en mi mente, "Mamá, no podré compartir con él ese momento tan bello... Popp ya no conocerá por mí, lo que es la dicha de la primera vez".

Cerré los ojos para por fin abandonarme a mis pensamientos negativos, pero cuando pensé que todo había terminado, un intenso frío atacó no sólo mi cuerpo, sino también a mi alma, y abrí los ojos.

Frente a mí se encontraba nuevamente la diosa Skadi, (que me miraba con un sentimiento de pena que no creí que alguien tan fría pudiera tenerle a otro ser vivo).

-Te dije que llegado el momento, reclames de Popp lo que en verdad importa -su voz era conciliadora y amable -no es su cuerpo el que debe ser conquistado... es su alma.

-Esa mujer también es dueña de su alma -respondí con el corazón destrozado y varias lágrimas resbalando de mis ojos -es un pacto de amor indestructible.

-Hay algo que Astrid ignora... ella no ejecutó el pacto de amor, porque Popp ya estaba unido a otra persona en alma.

-¿Cómo es eso?... ¿con quién se unió?

-Cuando lo recuerdes, podrás reclamar lo que siempre ha sido tuyo y el pacto con Astrid, quedará invalidado, sin embargo, será Popp el que tenga la última palabra, por eso, si es verdad que lo amas, destruye la barrera de la desconfianza que colocó en su corazón para que nada vuelva a lastimarlo.

-¿Por qué me ayudas?, si no me equivoco, mis tonterías y el aura maligna que yace dentro de mí son los motivos por el que no me aceptas.

-Es cierto. No me agradas porque eres igual a todos los humanos de corazones egoístas... Tú y tu grupo tienen la creencia de que el sacrificio más importante es el dar la vida por alguien más, pero existen algunos de mayor valor... renunciar a sus miedos, a sus sueños, a su egoísmo y soberbia, son cosas que pocos hacen... también hay ocasiones en que lo que llamas lástima, es más una muestra de maldad que compasión.

No se tiene que ser muy listo para entender que una de mis peores equivocaciones, es el querer evitarle el sufrimiento a Hyunckel, pero como ella dice, en lugar de ayudarlo a superar sus traumas, estoy reflejando que no confío en la fuerza de su alma.

-Ya no volveré a cometer más errores -la miré con determinación -voy a probarle a Popp que lo amo más allá de todo y también te demostraré que no te equivocaste al ayudarme.

-Por Popp, espero que logres encontrar tu valor, pero perdiste de él, algo más que su primera vez... la confianza es la que te hubiera dado la ventaja sobre Astrid.

Una fuerte ventisca me obligó a cerrar los ojos y al abrirlos de nuevo, la diosa ya no estaba.

-¡Recuperaste el control de tu cuerpo! -Hyunckel parecía aliviado -¡gracias a los cielos que estás bien! -iba a abrazarme, pero con mis manos empujé su pecho desnudo.

El tacto de mis manos en su piel caliente era muy diferente al que siento en Popp. Mi cuerpo aún no alcanza la mayoría de edad, pero lo que antes creí que era atracción, había desaparecido. Era como si en aquel tiempo, mi falta de experiencia en esa clase de sensaciones fue la que me llevó a confundirme.

Alcé la mirada para observar los ojos color lila de Hyunckel y me di cuenta de que aunque puedo afirmar con seguridad que me sigue gustando, no despierta en mí ese nerviosismo que me ataca cada que Popp está cerca. Eso podría interpretarse como que no me siento cómoda con él, pero es al contrario. Estoy entrando a la madurez y junto con ella vienen deseos que no he sentido por nadie más que por Popp.

-¡Perdóname, Hyunckel! -ya no había más lágrimas qué derramar por mi amigo porque el sentimiento de lástima desapareció -yo no...

-No necesitas ni siquiera aclarar el motivo de tus palabras -me cortó, aunque sin usar un tono dolido -siempre fuiste la única que quiso negar lo que la mayoría de nosotros sabíamos. La forma de golpear a Popp cada que miraba a una mujer hermosa, o arriesgaba su vida sin detenerse a pensar que eso te causaría dolor, es la prueba de tu amor por él... en parte agradezco que sintieras solamente cariño por mí... ser golpeado constantemente para demostrar tu amor, no es algo que cualquiera puede soportar -me sonrió cálidamente -aunque él también es un necio. Ese absurdo pacto es una carga muy grande que tiene que resolver para que puedan estar juntos, y también, deben dejar de pensar en los demás. Es muy noble que no quieran herir a nadie, pero pierden tiempo valioso que pueden compartir, más cuando hay una guerra en la que cualquiera puede morir.

-Y es justamente por eso, que es difícil ser egoístas -bajé la mirada para que no se diera cuenta de mi miedo a perder a mis amigos.

-Maam, la muerte es algo que no se puede evitar y no necesariamente es cruel... Así como Popp es capaz de arriesgar su vida por ti, cualquiera de nosotros haríamos lo mismo para salvar a nuestros amigos... Yo moriría feliz, sí sé que ustedes siguen vivos y creando un futuro en el que exista la paz para todos, pero sobre todo, para sus descendientes... Si sacrificas a tu amado, por mí, no sólo yo no te perdonaría, tú tampoco lo harías contigo misma y el resto de tu vida sería un infierno.

Su declaración me hizo recordar lo que mi yo futuro le dijo a su amado esposo.

"-¡Maam!, lo que dices es muy bonito, pero ¿si fallamos y no los salvamos? -Popp intentaba convencerla de cambiar el futuro.

-Eso ya no quedará en nosotros porque hicimos todo lo que pudimos -esa Maam lo dijo con la convicción que a mí me falta -mi amor, nadie debe sacrificar su felicidad por los demás. Si morimos luchando es una cosa, pero condenar a una persona a vivir de acuerdo con sus deseos egoístas, es más cruel".

Hyunckel lo entiende a pesar de que él no conoce los dos futuros.

Yo soy la que quiere conseguir todo, pero al mismo tiempo, arriesgo mi felicidad y aunque me dolería perder a mis amigos, perder a Popp sería lo mismo que morir. Sin él, la felicidad no existirá para mí y no quiero ser una mujer triste y amargada por el resto de mi vida.

Hablar con Hyunckel terminó de abrirme los ojos y para agradecerle, me acerqué a abrazarlo.

-Te quiero mucho Hyunckel. Te protegeré lo que pueda, pero te pido perdón porque llegará un momento en el que correré hacia la persona que amo... si lo pierdo, todo dejará de importarme y no quiero que la maldad que hay en mí, me domine... sólo él tiene el poder de desaparecerla de mi corazón.

-No tienes que pedirme perdón, es más, me humillarías si te quedas conmigo por lástima.

Esas palabras son las mismas de Popp. Escuchar que los dos se sienten así, es una prueba de que por mi culpa las cosas se torcieron y ninguno confía plenamente en mí.

-No vayas a llorar -me dijo en un intento de sonar juguetón, (un esfuerzo que hace para demostrar que no herí su corazón) -hay una diosa muy desvergonzada observándonos -me susurró al oído.

Miré con disimulo hacia Eira y para mala suerte de mi amigo, ella sonreía como si lo que estamos haciendo es lo que ella quería que pasara desde el principio.

-¿Será que la turbación que te provoca es en realidad interés por una mujer a la que no intimidas y mucho menos consigues que se enoje con tu carácter agrio?

-No intentes buscarme pareja -me soltó para cruzar sus brazos -además, si yo no soy expresivo con mis emociones, esa diosa es desesperante porque todo le parece divertido y aunque no usa el hielo como arma, su falta de nerviosismo por el cuerpo masculino, indica que lo que menos le interesa son las relaciones de pareja.

-Pero...

-En serio, Maam, deja que sea yo el que piense si deseo buscar una compañera. Con una batalla que pelear, tampoco me interesa tener un problema adicional.

-Como quieras, pero prométeme que buscarás ser feliz con o sin una compañera -extendí mi mano y él la apretó como respuesta a mi petición.

Con una última sonrisa, me levanté para salir de la fuente.

-¿A dónde vas, Maam? -Eira corrió al ver que me iba -necesito tu ayuda con el hechizo.

-Eira, podría decirte que estoy muy decepcionada de ti porque a pesar de ser una diosa celestial, me mentiste.

-¿Te diste cuenta? -al menos ahora si se ve avergonzada -¡lo siento!, sé que no me creerás si te digo que todo que lo hice, fue por tu bien, pero esa es la verdad -moví la cabeza al no entenderla -Astrid te reveló cómo se selló el pacto que tiene con Popp -afirmé sus palabras y ella suspiró -eso le ha dado más fuerza al aura negativa que tienes en tu corazón. De haber permitido que te enteraras cuando Popp estaba aquí, el resultado habría sido una dominación completa... Lo que sientes por él saca lo bueno y lo malo en ti.

-Y para contener mis impulsos de mujer herida, me obligaste a estar en las mismas condiciones en las que estuvo Popp con esa mujer, ¿no es así?

-Sí, y ahora dime, ¿qué sentiste?

-Me sentí violentada... no era mi deseo que Hyunckel me viera en estas condiciones -señalé el vestido que al estar mojado, ya no protegía mi desnudez, (al menos mi amigo tuvo la amabilidad de darnos la espalda para no seguir incomodándome).

Eira le lanzó una pequeña descarga de energía y me dio la impresión de que se puso rígido.

-Es un hechizo paralizador. El que lo recibe, no ve, ni escucha nada.

-¿Por qué...

-Si para ti, estar desnuda frente a tu amigo, fue duro, quiero que te imagines que en lugar de que sea sólo eso, hubieras tenido que intimar con él para salvarle la vida -me miró con melancolía -¿lo habrías soportado?

-Quiero a Hyunckel, pero no soportaría intimar con alguien a quien únicamente veo como amigo.

-Ahora imagina que apenas lo conoces hace menos de dos horas, ¿lo harías?

-¡Por supuesto que no!... es algo que... -me callé al entender por dónde estaba yendo su plática.

-Popp tuvo que hacerlo y aunque lo hizo para salvar una vida, eso no cambia el hecho de que intimar con una mujer a la que no conocía y mucho menos amaba, fue lo más terrible que cualquier persona puede experimentar, y si a eso le agregamos que te amaba, y deseaba tener su primera vez contigo, llegamos al punto en el que su carácter cambió porque fue obligado a crecer. Esa situación hace que las energías malignas que purifica adquieran ventaja... Popp prácticamente perdió sus sueños de joven enamorado y con ellos su esperanza.

Las lágrimas que resbalan por mi cara ya me parecen insignificantes en comparación a las que Popp seguramente derramó en ese momento.

«Reclama de él lo que en verdad importa», las palabras de la diosa de hielo cobraron más sentido, «no es su cuerpo el que debe ser conquistado... es su alma... Tú y tu grupo tienen la creencia de que el sacrificio más importante es el dar la vida por alguien más, pero existen algunos de mayor valor... renunciar a sus miedos, a sus sueños, a su egoísmo y soberbia, son cosas que pocos hacen»

Ni Merle, ni Albinass, renunciaron fácilmente a sus sueños y soberbia, por eso arriesgaron sus vidas por aquellos que aman, pues muy en el fondo, tenían la esperanza de que obtendrían lo que más anhelaban.

Hyunckel aceptó engañarme con un falso noviazgo, porque le contaron que había un futuro en el que tenía una familia, aunque con una esposa eternamente triste, y no intentó cambiar el cruel destino de la persona que dice amar.

Popp al contrario, renunció a sus sueños de estar a mi lado y compartir una vida juntos para que yo fuera feliz con Hyunckel.

Salvar a la diosa no fue sólo un acto de compasión. Él pensó en el bienestar de Dai, porque sin esa mujer, perdería la oportunidad de sacarlo del inframundo y aunque eso podría separarnos, prefirió la paz y la vida de sus amigos, sobre sus deseos egoístas.

El aura maligna quería tomar el control cuando me permití sentir odio hacia mí misma, pero mi fuerza espiritual la superó al pensar en que si la libero, lastimará a quien más amo y eso jamás me lo perdonaría.

Mi insignia brilló y fue tan grande la intensidad que emitió, que abrió un camino hacia una luz verde que conocía a la perfección y me dirigí a ella.

-Nova, ¿qué tan lejos podemos colocar los cetros del punto que te indiqué? -dijo Popp mirando un mapa, y desde el cielo vi a todos atentos a él y a Nova.

-¡Popp! -grité para que volteara a verme, pero el muy tonto miró a todos lados excepto hacia arriba.

-¿Ya imitas a Maam, Chiu? -despeinó unos pelitos de mi compañero de artes marciales.

-¡Serás idiota!, esa es la voz de la señorita Maam y por lo que veo, no le falta mucho para chocar con el suelo -se tapó los rayos del sol con la mano y cubrí mis pechos al recordar la ropa que llevo puesta.

Popp alzó la cara y su rostro se desfiguró de angustia al descubrir que Chiu no estaba bromeando.

-¡Maaaaam! -voló con rapidez y sus brazos me sostuvieron con fuerza -¡por dios, Maam!, ¿qué rayos haces en el cielo sin usar un hechizo de levitación? -su preocupación hizo que me gritara, pero yo le sonreí y lo abracé -Maam, ¿no llevas nada puesto? -tentó tímidamente mi espalda y pasó saliva al darse de cuenta de que aunque llevo un vestido, no me está cubriendo el cuerpo.

-Si continuamos aquí, todos me verán y Chiu será el primero en pedirte que me bajes -me estiré para que mi cara quedara cerca de la suya -no creo que quieras que tu novia sea manoseada por una rata gorda, ¿o sí?

-¡Claro que no! -contesto ofuscado y luego de que liberó su aura mágica, aparecimos en su cuarto -¿quieres que te aparezca tu ropa?

-¿También puedes hacer eso? -meneó la cabeza afirmativamente y me causó gracia que intentaba no bajar la mirada hacia mí.

Su comportamiento nervioso me reveló que a pesar de lo que sucedió con esa mujer, Popp sigue siendo inexperto en las relaciones íntimas.

"Te obligaste a crecer... si no hubiera perdido tu confianza, tal vez me habrías contado tus planes, pero si no lo hiciste ni siquiera con el maestro o nuestros demás amigos, es porque te da miedo que nos pase lo que a Dai".

Popp me bajó de sus brazos, pero no quise soltarlo y lo abracé más fuerte.

-¿Qué tienes, Maam? -preguntó después de escucharme llorar -¿pasó algo durante la curación de Hyunckel?... ¿Eira no consiguió sanarlo?

-¿Siempre vas a pensar que por el único que lloraría es Hyunckel?

Estaba demasiado cansada de luchar contra su desconfianza, que hasta mi cuerpo perdió fuerzas y casi me caigo al piso cuando lo solté. Popp lo evitó al sostenerme más fuerte y como debió pensar que me desmayé, me cargo para llevarme a acostar a su cama.

El vestido ya no está mojado, aunque eso no evita que mis formas se noten y en cuanto me puso sobre el colchón, intentó irse, pero sostuve su mano y lo jalé para obligarlo a sentarse a mi lado, (e hice lo mismo cuando lo tuve cerca).

-Todavía no puedo pedirte que estés conmigo como estuviste con esa mujer -dije con dificultad por culpa de mis lágrimas -sé que esa parte de la relación no es la más importante, pero cree en mi mente la idea romántica de que juntos descubriríamos cada paso que nos llevarían a ese momento, y no fue fácil enterarme de que para ti nada será nuevo y ya nunca sabré si cumpliré tus expectativas... esa mujer es realmente hermosa, su cuerpo es mejor que el mío, es más femenina, más desinhibida, más seductora, y hasta podría jurar que más apasionada.

Decir todo eso me humilló como mujer y escondí mi cara entre mis rodillas para que no me viera derrotada.

-En eso tienes razón -lo dijo sin mucho ánimo -Astrid se sobre esfuerza en demostrar lo seductora que es y antes de conocerte, pensaba que ese tipo de mujeres me gustaba, pero lo que me hizo fijarme en ti, es tu carácter fuerte y decidido. Sin importar el enemigo que enfrentes y tus limitaciones, nunca te rindes, también eres algo desinhibida y no puedes negarlo, ¿quién se subiría la falda para que no le estorbe en los combates, teniendo un amigo pervertido que se deleitaba con tu belleza? -eso lo dijo riéndose -pero esas cosas no son las más importantes -su voz adquirió un tono dulce -lo que terminó de enamorarme, fue tu noble corazón... eres la mujer más compasiva que conozco y siempre piensas en el dolor de los demás antes que en el tuyo... Astrid jamás se podrá comparar contigo porque tiene un poco de egoísmo en su corazón... egoísmo que tú no conoces porque darías tu vida por aquellos que amas.

Su mano alcanzó mi mentón y lo levantó para que lo viera a los ojos.

-Y si de belleza hablamos, para mí, tú eres la mujer más hermosa del mundo, y la prueba es que no puedo ni mirarte porque eres la única a la que he deseado de verdad, pero como aún no es tiempo de pedirte que estemos juntos, tengo que obligarme a pensar en otras cosas para no ceder a la tentación de pasear mis ojos por todo tu cuerpo -se sonrojó y sonrió tímido -contigo me siento un jovencito precoz que no consigue controlar sus impulsos y eso ya no debería sucederle a un hombre adulto.

-¿Me deseas sólo a mí? -necesito esa confirmación para que mi valor y orgullo de mujer resurjan.

-Un hombre puede admirar la belleza de muchas mujeres, pero sólo hay una que despierta un deseo que combina varias emociones en una sola... Mi corazón late feliz con sólo verte y escucharte reír, pero sufre y se angustia si te veo llorar... Eres tú la que consigue darme el valor necesario para enfrentarme a cualquiera... eres la razón de querer ser un hombre digno de ti, y todo lo que he hecho hasta ahora, es para que te sientas orgullosa de mí... no hay sacrificio que no haga para verte bien y a salvo, y por último, Astrid será todo lo que dices, pero la pasión desbordante únicamente la siento contigo, a pesar de que no hemos compartido ese momento íntimo del que hablas... un simple beso tuyo, es suficiente para enloquecerme y soy capaz de esperar por ti años o cien vidas, tan sólo para recibir ese pequeño gesto de tu parte.

-¡Popp! -he llorado de felicidad otras veces, pero es la primera en que la felicidad que siente mi corazón es tan grande, que tengo deseos de gritar y que todos me escuchen.

-¡Te amo, Maam!... siempre lo haré -su sonrisa es deslumbrante y su manera de hablar tan amorosa, que todo mi ser está vibrando.

-Yo tam... -un toquido en la puerta interrumpió mi declaración.

Popp se levantó rápido para abrir.

-La diosa Eira y Hyunckel han llegado -Leona susurró las palabras y me pareció raro que lo hiciera.

-¡Bien!, enseguida voy -su voz volvió a sonar seria y cuando giro a verme, su rostro nuevamente era una máscara de indiferencia -Maam, es importante que te prepares, los enemigos se están reuniendo en el centro del portal que necesitamos abrir. Tenemos que movernos rápido si queremos aprovechar sus energías malignas.

-Pensé que cada grupo llevaba alguien que usa magia curativa o divina para abrir el portal, ¿por qué necesitas energía maligna?

-KillVearn cuenta con una aliada que antes era una diosa humana que se pasó al lado del mal. Esa mujer tiene la capacidad de aumentar energías malignas, por eso los monstruos son más resistentes. Desafortunadamente, la dualidad que existe en ella le permite disminuir las fuerzas de las diosas de nuestro grupo. KillVearn se dará cuenta de lo que queremos hacer si no lo engañamos, por eso usaremos a sus propios aliados para cubrir nuestra presencia.

-¿Desde cuándo te volviste un gran estratega? -quería aligerar el ambiente con una broma, pero Popp no cambió su actitud.

-No es que sea un gran estratega, solamente uso los medios que hay a la mano, además, tengo una fuente de información que me previno de la reunión de los monstruos, por eso adelanté el plan inicial.

-Está bien, voy a cambiarme -me levanté para irme a mi habitación a buscar el guantelete de Lon Beruk.

Popp nunca dejaba pasar la oportunidad de ver el cuerpo de cualquier mujer, pero su sonrojo y el golpe que se dio en la puerta al intentar salir del cuarto me hizo sentir más mujer que nunca porque con la tal Astrid, no se pone así y eso que ella se viste igual.

-¡Es increíble!, ¿el poderoso hechicero y estratega del grupo del héroe, se pone nervioso con su verdadera novia?

-¡No son nervios! -se estaba sobando el pómulo mientras evitaba mirarme -es que la puerta se trabó y por la fuerza que ejercí, terminé estampado en ella -se apresuró a salir -¡te esperamos en el patio!

Popp corrió como si alguien lo estuviera persiguiendo y yo lo miré hasta que dio la vuelta en la esquina.

Mi ánimo había regresado y ni el temor a la próxima batalla que nos toca enfrentar, conseguiría desaparecer mi felicidad.

Como el atuendo que estaba usando se quedó en la montaña de Eira, me puse el que utilicé en la batalla contra Vearn, y en cuanto me coloqué el guantelete, me dirigí al patio.

Antes de llegar con mis amigos, la tal Astrid apreció y luego se colgó del brazo de Popp.

"Eso ya llegó demasiado lejos", me erguí y caminé con seguridad hacia los dos.

-Astrid, ¿en qué habíamos quedado? -de pronto Popp se soltó de ella y cruzó sus brazos.

-El que hayas terminado conmigo, no significa que no pueda luchar por recuperarte -la coqueta sacó más el pecho y en consecuencia sus encantos se alzaron.

"¿Popp terminó la relación?", esa era una gran noticia y como ya estoy harta de que esa mujer lo manoseé, caminé más rápido.

-¡Ya estoy aquí, mi amor! -lo dije tan alto, que todos voltearon a verme.

Popp giró despacio con el desconcierto grabado en el rostro, (me imagino que no esperaba que me atreviera a llamarlo de esa forma y menos con Hyunckel a cinco pasos de dónde está).

-Hace rato no terminé de decirte algo importante - me puse de puntitas y pasé mis manos detrás de su cabeza -¡te amo, Popp!

Lo atraje hacia mí, y de un rápido movimiento, junté nuestras bocas.

Temía que no me correspondiera debido a la presencia de Hyunckel, pero para mi alegría, no solamente me correspondió el beso con amor, también me abrazó y yo hice lo mismo con él.

-¿Qué haces, Maam? -me preguntó en susurro cuando le permití tomar aire.

-Reclamo de ti lo que en verdad importa -acaricie sus labios con la yema de mi dedo -y le demuestro al mundo, quién es el dueño de mi corazón.

-Pero se supone que sigues siendo novia de Hyunckel -intentó mirarlo, pero mantuve bien sujeto su rostro para que no dejara de verme a mí.

-Ni tú, ni yo, tenemos una relación con otras personas, así que puedo besar a mi verdadero novio todo lo que quiera.

Cerré los ojos y sonreí al ser besada nuevamente por el hombre que amo.

"Ya no ocultaré ninguno de mis sentimientos. Menos el de mi amor por ti".

Al fin entendí que también es importante defender nuestros sueños y anhelos. Sacrificarte para que alguien deje de sufrir, no te hace buena persona, (las palabras de la diosa Skadi se referían a esto).

Todos debemos luchar por aquellas cosas que nos darán felicidad, pero cuando logremos obtenerla, la lucha no termina. Esa lucha es eterna porque siempre debemos cuidarla para mantenerla a salvo de quienes intenten arrebatárnosla.

"Yo lucharé para que de nuevo confíes en mí y mantendré esa lucha para nunca vuelva a perderla".

Hola de nuevo!!

Después de varios capítulos desde el punto de vista de Popp, hice uno con el de Maam. Siento que con ella me manejo muy tranquila a pesar de que es guerrera, pero hay cosas pendientes que este personaje debía resolver y siempre trato de no dejar cosas en el aire, (si se quedó algo, por favor, me lo pueden decir).

Ahora voy con los agradecimientos.

@BetheDiaz muchas gracias por dejarme tus comentarios y por haber leído las otras novelas/series que tengo en esta plataforma. Son estos detalles los que me ayudan a seguir creando historias. Una disculpa porque Popp no tiene demasiada participación en este capítulo, pero quise ser igualitaria y esta vez le tocó a Maam, pero el próximo es de él y trataré de que sea más largo, lo prometo.

@EstefaniaMontero9, gracias por tus recomendaciones. El llanto de Maam te lo debemos a ti, así que espero que sea suficiente, (sé que soy dramática, pero no recuerdo que llorara tanto en la serie, ¿o sí?).

Por último, sigo pendiente de la otra plataforma. Desafortunadamente no hay buenas noticias e incluso me atrevo a decir que las cosas han empeorado. No me llegan notificaciones, mensajes privados, estadísticas, nada en absoluto. Lastimosamente tendré que continuar subiendo capítulos aquí, pero como se pueden dar cuenta, la historia es invisible porque no hay muchos lectores que gusten de Dragon Quest. En verdad espero que pronto haya una solución. En la otra sí tenía muchos lectores, (que no se animaban a hacerse presentes), y me imagino que la historia perderá seguidores con este problema.

Gracias de nuevo a mis dos lectoras y recuerden que es por ustedes que la historia de Popp continúa.

Nos leemos en otro momento.

Bonita semana.

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