EL PRINCIPIO DEL FIN P2
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO POPP
Apenas regresé a mi cuerpo y fui lanzado por los aires a causa de un fuerte golpe en mi estómago.
Siendo tan débil, me habría roto varios huesos de no ser porque alcancé a protegerme del impacto contra las gradas, cubriéndome con una barrera, (aunque no evité el golpe al caer en el suelo de rodillas).
–¡Debí imaginar que no sería sencillo ganarle a tu magia! –Maam caminó lentamente hacia mí –pero no pienses que vas a tener la misma suerte la próxima vez.
Conforme se acercaba, su cuerpo empezó a liberar toda su aura maligna. Su atuendo cambió de color, pasando del rosa, al negro. El hermoso color marrón de sus ojos fue reemplazado por un rojo furioso, y lo que más me impresionó fue ver el odio que reflejaban.
Los brazaletes brillaron con fuerza para contener la maldad que hay alrededor, pero no lograrían nada porque quién está emitiéndola es justamente la persona a la que protegen.
Maam se detuvo. Miró con atención el brazalete que tiene el anillo y mi corazón recuperó sus latidos cuando se lo quitó con coraje y luego lo arrojó al piso. En su lugar apareció el guantelete que le diera Lon Beruk para la batalla contra Vearn.
–Serás muy poderoso, hechicero, pero no le vas a ganar a mi poder celestial dominado por el aura maligna –Maam siguió acercándose sin dejar de mirarme con odio.
–¡Ponte de pie! –Koré se materializó a un lado mío y enseguida detuvo el tiempo –esa joven ya no tiene salvación. Ha permitido que su alma sea totalmente corrompida por la oscuridad y no se va a detener hasta verte muerto.
–Dijo que usará su poder celestial a pesar de que su corazón se llenó de maldad –me levanté, pero me doblé al sentir dolor en mi estómago e invoqué mi magia de sanación –¿cómo... cómo podría usar magia divina si se ha convertido en un ser maligno?
–Tienes razón al pensar que es algo imposible. Eira te explicó que para hacer uso de la magia celestial, hay que contener las emociones humanas porque anulan su divinidad, pero son contados los seres que consiguen equilibrar ambas fuerzas –al mirarme con sus ojos azules, extrañamente recuperé por completo mis emociones y sentimientos –el amor aún está presente en el corazón de esa mujer. Úsalo a tu favor.
–Usarlo a mi favor –susurré y miré a Hyunckel que había quedado inmóvil en su esquina, apretando sus puños para no caer en la tentación de ir a ayudar a Maam –¡ya sé que debo hacer!... fue buena idea que dejaras en la arena a Dai y a Hyunckel. Supongo que pueden intervenir si yo se los pido, ¿cierto?, después de todo, soy tu aliado y no estaríamos infringiendo tus reglas.
–¿Planeas usar al Guerrero inmortal para evitar que te lastime?... eres malvado, querido hechicero –su forma de pronunciar la palabra "hechicero", es la misma que la de Maam, y una duda se instaló en mi mente –¡usa a esos dos como mejor te plazca!, pero apresúrate a salvarla de la oscuridad. El sol está por ponerse y si no demuestra la fuerza de su corazón, perderá la prueba.
–Entonces ¡devuelve el tiempo! –Koré lo hizo para luego alejarse de mí con demasiada prisa.
"¿Por qué se fue tan rápido?", estúpidamente me distraje y la respuesta llegó en la forma de un puño que por poco y me rompe la nariz.
–¿Lo único que harás será huir? –yo había usado mi magia de levitación, pero Maam saltó y me alcanzó –¿no se supone que eres el discípulo del valor?, haciendo eso lo único que consigues demostrar, es lo cobarde que siempre has sido –lanzó otro golpe que no llegó a mí gracias a mi barrera –¡pelea en serio!, hace un momento estabas dispuesto a matarme, ¿por qué no lo intentas ahora? –sonrió con malicia –no es lo mismo atacar a una mujer estúpida, que se deja llevar por sus sentimientos, que enfrentarte a una guerrera, ¿verdad?
Quería decirle muchas cosas, (todas referentes al amor que le tengo), pero mejor opté por descender para buscar a quien me ayudaría a calmarla.
–¡Hyunckel! –le grité a unos metros de llegar –¡necesito que... –una patada en mi espalda me aventó lejos y terminé golpeando mi cara en el suelo.
Ese dolor sí lo sentí demasiado fuerte. Mis entrenamientos me habían dado la capacidad de soportar las heridas con mayor eficacia, pero Maam tiene una fuerza demoledora que podría destrozar mi frágil cuerpo.
–¿Qué sucede, hechicero? –Maam aplastó mi espalda, sacándome todo el aire de mis pulmones –¡no debiste despreciar mis sentimientos! –usó su mano para enterrar mi rosto en la arena –¡voy a matarte, lo juro!, y cuando mueras...
–¡Maam, por favor, no lo hagas! –esa fue la voz de Dai –¡Popp es mi mejor amigo y no quiero que muera!... ¡tú también eres una amiga muy querida!, por eso no soporto ver que intenten matarse... ¡diosa! –¿a quién le dijo así? –usted es un ser divino y no puedo creer que esté haciéndonos esto. Mi padre me ha dicho que a quién odia es a las creaciones de los dioses, y los Caballeros Dragón somos justamente eso.
–¿Y qué pretendes obtener al mencionarlo? –Koré fue la que respondió, entonces ¿fue a ella a quién Dai llamó Diosa?
–Puedo sentir su poder y sé que el nivel que tengo no se compara con el suyo. Al ser una diosa humana con esa fuerza descomunal, es usted la más adecuada para continuar en este mundo que necesita ser protegido de los seres malvados. Si quiere un sacrificio, yo puedo serlo.
–¡No, Dai! –gritó la princesa Leona.
Quería ver lo que sucedía, pero Maam seguía sepultando mi cara en la arena y para liberarme sólo había una magia que podía usar, pero un ataque astral ya no era una opción, (con mis emociones de regreso, seré incapaz de hacerle daño).
–¿Un sacrificio? –Maam liberó mi cabeza y sin perder tiempo inhalé grandes cantidades de aire –¿si obtienes un sacrificio, tu primera petición ya no valdría?
Aún no había recuperado el aliento, sin embargo, me forcé a mirar porque nada de lo que estaban diciendo era parte del plan.
–¿Estarías dispuesta a entregarme un sacrificio a cambio de la vida del hechicero?
–Le quitaré la vida a cualquiera si con eso me das la oportunidad de cambiar la prueba.
–¿Qué? –me levanté con rapidez ante semejante giro de acontecimientos –¡Koré, esto no lo mencionaste nunca! –grité alterado.
«Los dioses se ensañaron conmigo cuando me tocó enfrentar estas mismas pruebas, y la última fue la peor», Koré me habló mentalmente, «Me imagino que sabes qué pidieron, y a quién... El sacrificio de ese entonces lo ofreció uno de los dos involucrados, por eso se consideró que se pasó la prueba... El resultado es el que estás viendo, aunque hay una manera de evitar que se repita ese error... "La maldad se consume con la muerte del alma"»
–¿Quieres apurarte? –Maam tenía una expresión más furiosa que antes –no creo ser capaz de contener mis deseos de golpear a este maldito mentiroso si sigues tardándote en decirme el nombre del sacrificio.
"¿Yo soy el maldito mentiroso?", es difícil aceptar que es a mí a quién está odiando, "esa clase de insultos no duelen cuando no tenemos sentimientos, pero recuperé los míos en un mal momento".
–Primero contéstame –Koré la miraba como si le tuviera lástima –¿para qué quieres cambiar la prueba?... de los aquí presentes, el hechicero es más fácil de vencer si combinas tus ataques celestiales con los físicos.
–¿Quién es el sacrificio que deseas? –Maam preguntó de nuevo, en una clara negativa a responderle.
–¡Está bien! –suspiró cansada –quiero que mates a la persona que más odias... uno de ellos es el culpable de que nunca obtuvieras lo que más deseabas –señaló con el dedo a Dai, a Hyunckel, y a Astrid, (que seguía en la arena después de que saltó de las gradas para hablar con Koré, aunque más alejada del centro).
–¡Oye! –Astrid habló nerviosa –¿yo qué tengo qué ver en esto?
–Pregúntale a la joven Maam. Yo únicamente mencioné a las tres personas que ella odia, pero sólo a uno querrá destrozar.
–Es que... –Astrid negaba con la cabeza –así no era la visión del futuro... ¿Qué hiciste para cambiarlo?, yo jamás entré en tus juegos y además, si tenías esa intención, ¿por qué no me dejaste aquí desde el principio?
–Porque permití que todo se desarrollara de manera natural... Cada uno decide lo que hará, y de qué forma... Tú entraste en la arena cuando ordené explícitamente que nadie debía intervenir... Agradece que no diera por perdida la prueba y enfócate en luchar en caso de que te elijan.
Astrid fue la primera en colocarse en posición de ataque e increíblemente, Hyunckel también lo hizo. Dai fue el único que no adoptó ninguna guardia.
–¡Sabía que me traicionarías! –caminé hasta quedar en medio de Maam y Koré –en la visión que me mostraste, Astrid no estaba aquí.
–El futuro no está escrito, hechicero. Todo se crea a partir de las decisiones que tomamos y las tuyas son las que construyeron este momento, así que no me culpes.
–Sí, pero teníamos un acuerdo y ya que has incumplido con él, supongo que no tengo por qué permitirte hacer lo que quieras.
–¿Eres capaz de deshacer nuestro trato, simplemente por qué involucré a Astrid?... se nota que la amas demasiado.
El grito de pelea de Maam me hizo voltear y vi que venía hacia mí a una velocidad increíble.
Tal vez no soy fuerte, ni veloz, pero mi cerebro trabaja rápido y alcancé a cubrirme con una barrera, sin embargo, Maam no trató de destruirla. Simplemente la usó para impulsarse y saltar hacia Hyunckel, al que empezó a atacar con su puño de luz arrollador.
Él se protegía bien con su espada. Al ser un guerrero experimentado, no tuvo dificultad en evadir los ataques físicos de Maam, pero no sucedió lo mismo con los mágicos. El aura maligna es la que la domina, no obstante, tiene a su favor el uso de la magia celestial y es lo que le ayudó a romperle parte de su armadura e hirió peligrosamente su pecho.
Corrí en cuanto Hyunckel cayó de rodillas. Tenía que evitar que lo atacara de nuevo y estaba por lanzar un Iora para frenarla, pero cambió la dirección y su nuevo objetivo fue Dai, (mi pequeño amigo continuó sin moverse a pesar del inminente ataque).
Sabía bien que el noble corazón de Dai le impediría lastimar a Maam, así que me teletransporté para salvarlo.
La poderosa ráfaga que Maam invocó, nos lanzó a Dai y a mí hasta la puerta de piedra. Como había abrazado a mi amigo, él no pudo evitar que mi cuerpo fuera el que se estampara con ella y de mi boca salió expulsada una abundante cantidad de sangre, (ya ni siquiera sentí el golpe en el piso porque el anterior me dejó medio noqueado).
Dai me llamaba con desesperación, pero todo me daba vueltas y el esfuerzo de mantenerme consciente absorbió la poca energía que aún tenía.
–¡Maam, ya basta! –Dai se levantó en cuanto llegó con nosotros –¡no me obligues a decidir!, ¡no quiero lastimarte!
–¿Piensas que me vas a derrotar? –su risa no era la de Maam, estaba seguro –soy mil veces más poderosa que tú. Si quieres tener una mínima oportunidad contra mí, necesitas convertirte en Dragón.
–¿Quién... quién te controla, Maam? –me arrastré por el suelo y Dai se apresuró a sujetarme.
–Nadie lo hace, hechicero –su enojo se reflejó en su mirada.
–Por muy enojada que Maam esté conmigo, jamás me llamaría hechicero... Ella me ha puesto varios apodos, pero nunca haría énfasis en el título que estás usando para referirte a mí.
–Es esa bruja la que insiste en llamarte de ese modo –en esta ocasión habló como la verdadera Maam –su aura maligna es la que tengo dentro de mí. La muy maldita tuvo a bien confesarlo para que le permitiera controlarme.
–¿Estás diciendo que dejaste que obtuviera tu voluntad? –quise soltarme de Dai, pero mi amigo aumentó la presión de su agarre –¿por qué lo hiciste?
–Si no lo hacía, mi alma habría desaparecido por culpa del dolor –fingió sonreír, pero su mirada era triste –era mejor golpearte, a que ella te aniquilara... por cierto, ¿sabías que tú muerte es su verdadero objetivo?
–¿Cómo dices?
–No voy a dejar que gane –su puño empezó a liberar el poder de su golpe –lo único cierto dentro de mi corazón, es el deseo de que vivas a pesar de que no me ames nunca –alzó su brazo –Dai, si no quieres que Popp reciba otro golpe en tu lugar, aléjate de él y pelea contra mí.
Dai me soltó para ponerse en guardia.
–Si tu idea es que Koré no gane, ¿por qué caer en su juego de matar a alguno de ellos tres? –ahora fui yo quien sujetó el brazo de Dai para detenerlo.
–Ella prometió que te dejaría vivir si le entrego el sacrificio que pide... Yo no puedo serlo porque tiene otros planes para mí.
La luz de su puño era tan intensa que no logré mantener mis ojos abiertos.
Esto lo aprovechó Dai para soltarse y voló lejos, siendo seguido por Maam.
Maam, (o Koré), no mintió al decir que Dai no podría vencerla. No sólo en poder le ganaba por mucho, también estaba el hecho de que mi pequeño hermano, se negaba a lanzarle un golpe mortal. Lo único que hacía era esquivarla, pero su cuerpo se llenó rápidamente de heridas que al ser de aura oscura, lo debilitaría al grado de darle más ventaja a su oponente.
–¿Qué rayos estoy haciendo? –me puse de pie e invoqué Behoma –debí hacer esto desde el principio –me erguí al estar completamente sanado, pero inmediatamente me puse a pensar que aunque vaya a salvar a Dai, tendría que atacar a Maam, (que había ganado agilidad a causa de la furia con la que luchaba).
Era consciente de que no tenía opciones, sin embargo, corrí en cuanto Dai cayó fuertemente en el piso.
Aún estaba lejos, pero vi el corte en su estómago que provocó que su sangre saliera a raudales.
Maam saltó y por la gran altura que adquirió, el golpe que planeaba asestarle, seguramente lo mataría si era Koré quien tomaba el control de su cuerpo.
Estaba a punto de llegar a ellos, pero unas llamaradas me cortaron el camino.
No pude preguntarle a Astrid el motivo por el que me detuvo, pues se trasladó rápidamente a atacar a Maam, (que se olvidó por completo de Dai, al ver que la ex diosa se le acercaba).
Ambas mujeres se pusieron a luchar con todas sus fuerzas. En ninguna se apreciaba su delicadeza femenina, debido a la rudeza con la que se asestaban golpe tras golpe, pero en poco tiempo, Maam fue superando a Astrid. Su aura maligna no dejaba de aumentar y era tan grande, que estaba seguro de que ya se sentía en toda la superficie.
Bastó un segundo de distracción en Astrid, para que Maam golpeara su cabeza, provocando que cayera en picada hacia el suelo.
Yo traté de correr hacia ella como lo hice con Dai y Hyunckel, al verlos heridos, sin embargo, el tiempo se detuvo sólo para mí.
–¿Quieres salvarle la vida al amor de tu vida, hechicero? –Koré gritó desde lejos.
El cuerpo de Astrid se impactó violentamente en la arena, aun así, se puso de pie.
Tenía la esperanza de que en el corazón de Maam todavía quedara un poco de su bondad para que al menos la dejara recuperarse, pero descendió con una velocidad inhumana y en posición de ataque.
–¿Es esa mujer a la que en verdad amas? –los ojos de Maam se llenaron rápidamente de lágrimas –si era de esa manera, ¿por qué jugaste con mis sentimientos?... ahora observa lo que tus crueles mentiras provocaron.
El brillo de su puño no era la luz multicolor de su ataque de siempre. Éste era entre negro y plateado, y emanaba tanta aura maligna, que nadie sería capaz de soportar el golpe.
Sin poder moverme, tuve que ser espectador y aterrado vi cómo el puño de Maam se enterró por completo en el pecho de la ex diosa.
En el rostro de Maam no había culpa por lo que acababa de hacer, al contrario, miró a Astrid con tanto odio que empujó más adentro su puño.
Him gritó angustiado e inmediatamente saltó de las gradas para ir con Astrid.
–Yo no quería llegar a esto –Maam sacó su puño del pecho de su rival, pero no había ni rastro de sangre –¿cómo es que...
–¡Eres una estúpida! –Astrid gritó con ira –pronto verás hasta dónde te llevaron tus celos.
Un terrible dolor en mi pecho me hizo caer de rodillas. De nuevo empecé a escupir sangre y al revisar el lugar dónde me dolía, descubrí un hueco del que también salió una gran cantidad de líquido rojo.
Maam gritó mi nombre y trató de correr hacia mí, pero fue detenida por Koré.
–¡Prueba superada! –su tono burlón fue un contraste con la hermosa figura de la mujer que pronunció esas palabras.
Los demás también gritaron mi nombre y saltaron de las gradas para venir a ayudarme, pero de pronto fui encerrado en una cúpula similar a la que Astrid usó en Dai para detener su tiempo.
–¿Por qué Popp fue el herido? –la voz de Maam se entrecortaba debido a su llanto.
–Porque se confió en que su alma nunca se unió a la de Astrid y pensó que tampoco existía la unión de sus cuerpos. Una pequeña travesura mía, debo aclarar –incluso al reírse era elegante –tu alma y la suya están unidas por un pacto de amor, pero el día en que él le regaló la inmortalidad de su alma a Astrid, hechicé sus cuerpos para que uno recibiera el daño del otro, algo que experimentaron pocas veces y después ya no... ¡hasta hoy!
El maestro Aván, la princesa Leona e incluso Merle, pusieron sus manos en la cúpula, con la esperanza de que la energía mágica la traspasara, pero sabía bien que nada me salvaría.
La traición de Koré no se limitó solamente en engañarme con la visión de acontecimientos que al final no sucedieron. Lo peor y lo más rastrero, fue bloquear el uso de cualquier magia tanto para los que estaban afuera de la cúpula, como para los que estuviéramos dentro de ella.
–¡Sácalo de esa cúpula o te juro que te mataré! –el aura maligna de Maam no hacía más que incrementarse y al ver la sonrisa de Koré, me imaginé que otro de sus objetivos es que la maldad consuma lo que resta de su alma pura.
Crocodine, Him, Astrid, Larhart, Hyunckel y Nova, le lanzaron un ataque combinado que ni siquiera impactó en ella, porque se evaporó en su bruma oscura.
–¡Dejen de hacer escándalo! –Koré detuvo el tiempo para los demás y después se encaminó hacia donde yo estaba –todavía no puedo creer que haya logrado engañarte a ti, hechicero... Tu mente es más prodigiosa que la de tu maestro y tu poder mágico está a un nivel que ni el Caballero Dragón ha obtenido todavía –se hincó frente a mí y se puso a acariciar la cúpula.
–¿Fui... fui yo tu objetivo desde el inicio?
–Sí, como recordarás, te dije que tú y yo, somos iguales ante los dioses... Las pruebas únicamente se las imponen a los humanos que consiguen hacer un perfecto uso de cualquier clase de magia porque como dije, "el exceso de poder corrompe". Partiendo de ese dato, es fácil suponer que a quién le impusieron las pruebas, no era a tu amada, si no a ti.
–¡Estás loca!, a mí nunca me martirizaron como a Maam... Si yo era al que estaban probando, ¿por qué ustedes desestabilizaron la mente de alguien que no tenía nada qué ver?
–Porque esa joven es tu punto débil... Si se trata del pequeño Dai, eres increíblemente inteligente, pero un hombre enamorado, casi siempre se vuelve estúpido ante la mujer que ama, así que usé mis pesadillas en ella, para quitarte una de las emociones más importantes del ser humano... La mayoría de las veces en las que lloraba mientras dormía, lo hacía por ti, pero únicamente le permitía hablar en sueños cada que tú estabas a su lado y al escucharla pronunciar el nombre de tu rival de amores, tu corazón se fue llenando de energías negativas... Dos pruebas enfrentaste, sin embargo, sólo una pasaste con facilidad. Me refiero a la del amor, pues sin importar el número de veces que la viste embobada con otro hombre, tu corazón se negó a dejar de amarla, pero la prueba que perdiste una, y otra, y otra vez, fue la de la confianza... Aun ahora sigues diciéndote que no te quiere a pesar de que atravesó el pecho de Astrid sin dudarlo, solamente para cambiar la prueba y salvarte la vida.
–Estaba controlada por ti, es lógico que haría lo que quisieras.
–¡Necio!, esa joven te ama tanto, que a pesar de que los dioses y tu maestro quisieron obligarla a amar a todo el mundo por igual y sin distinciones, rompió las cadenas que ataban su corazón y decidió amarte a ti más que a nadie.
–¿Amarme más que a nadie? –el hueco en mi pecho no me dejaba hablar bien, pero el tiempo detenido evitaba que muriera.
–No lo entiendes porque sigues sin creer que te ama –se sentó con sus piernas flexionadas –esta conversación es importante para que tu alma caiga más rápido en la oscuridad –carraspeo exageradamente –desde el inicio de la búsqueda de tu amigo, me adentré en tus sueños y empecé a liberar energías malignas que irían envenenando tu alma... El hechicero animoso fue desapareciendo, al igual que el joven enamorado, que en otros tiempos hubiera brincado de alegría con cada muestra amorosa de esa mujer. Mientras más te demostrara amor, más aumentaban las energías negativas. Todos tus amigos y mis hermanas intentaron abrirte los ojos. Eira incluso le entregó a esa joven unas semillas que sólo florecen si dos enamorados las plantan juntos, pero el amor de ambos debe ser verdadero y eterno. Si esa joven te hubiera querido únicamente como amigo o hermano, jamás habrían nacido esas hermosas flores plateadas... Otra muestra de su amor fue la creación de las pequeñas flores que cubrieron los claros a las afueras de los reinos. La magia celestial que le otorgó el dios de los humanos, no se libera con pensamientos bondadosos, sino de amor y pasión –la miré confundido –¡no puedo creer que sigas siendo ingenuo en ese sentido!, bueno, te lo voy a explicar... Su amor inocente y puro, se refleja en cosas sencillas; demostrar a través del brillo de su insignia su alegría al verte después de mucho tiempo de estar separados, usar magia celestial curativa si se lo pides, embellecer un bosque para ti, o construir una casa, son algunos ejemplos... Su pasión se refleja si la besas, la tocas, aunque no sea con intenciones lujuriosas, le hablas con amor, o simplemente le sonríes. Con eso provocas que su inocente cuerpo anhele pertenecerte como mujer. Es ese deseo pasional el que la pone en evidencia con el nacimiento de las flores, que si lo analizas, sus colores combinados representan la entrega de los amantes.
Miré a Maam, (que quedó congelada cuando corría hacia mí). Su rostro estaba inundado en lágrimas y recordé todas las ocasiones en las que la vi de esa manera.
"Llora porque la estás lastimando con tu actitud. ¿Acaso no tiene derecho de mostrarle al hombre que ama sus debilidades?", eso fue lo que mi mentor me dijo, pero mi obstinación y desconfianza no me dejaron entender sus palabras.
Maam siempre se veía feliz cuando estuvimos en mi aldea. Tenía una sonrisa tan resplandeciente, que debí aceptar que no la estaba fingiendo, y si eso no me convencía, sus besos dulces y apasionados, eran la mejor prueba de que sus sentimientos eran reales, pero por culpa de mis tonterías, la herí profundamente y lo peor es que la dejé caer en la oscuridad.
"¿Cómo fui capaz de lastimarte tanto?", coloqué mis manos en la cúpula en dirección a Maam, "Todos me lo advirtieron, pero mi necedad fue mayor y te seguí maltratando una y otra vez... Lo que te hice no es diferente a lo que algunos hombres le hacen a quienes dicen amar... No te golpeé con mis puños, pero sí hería tu corazón con golpes en forma de crueles palabras... Te humillaba con mis constantes rechazos... Destruí tus ilusiones con mi negativa a corresponder a tu felicidad cada que me mostrabas cosas que eran importantes para ti" , mis lágrimas se derramaron con rapidez, impidiéndome mantener la mirada en Maam, "Pedirte perdón no va a cambiar el hecho de que me comporté como un maldito... Lo único que me queda, es suplicarles a los dioses que recuperes tu felicidad, enamorándote de alguien que sí valga la pena".
–Me agrada ver esa expresión de derrota en tu rostro. Me imagino que los dioses disfrutaron igual de la mía cuando me traicionó el hombre que amaba... Te tengo un poco de envidia. En este caso, tú perdiste la última prueba, pero fue tu amada la que evitó que se perdiera la apuesta, sacrificándose al ensuciar su alma pura para salvar la tuya.
–¿Con eso la convenciste?, ¿retarla a matar a otros para terminar con la prueba y así mantenerme con vida junto con mi alma pura?
–Su amor es tan grande, que prefirió ser la mala en tu lugar –se levantó para acercarse a Maam –¡es patética!, sacrificar su bondad por un hombre egoísta que siempre se está auto compadeciendo, me parece estúpido, aunque... –de nuevo regresó conmigo –... tus errores pronto darán nacimiento al ser que he esperado desde hace mucho... Lo único que falta es que tu alma se contamine por completo con mis energías negativas.
–Es el verdugo, ¿no? –cerré los ojos por el coraje de corroborar que mi teoría era acertada.
–¡Es lo único que adivinaste! –su carcajada me hizo abrir los ojos y la miré con rencor –usar la apuesta para manipular a mi verdugo fue un magnífico movimiento. Tu error fue eliminar tus emociones humanas a pesar de que te advertí que no era conveniente que lo hicieras. Reconozco que el consejo no era para evitarlo. Eres predecible, querido hechicero, y muy similar a mí. Sabía que insistirías y como ves, no me equivoqué... Pronto obtendré tu voluntad junto con un cuerpo que es capaz de usar las tres magias de los distintos mundos, y también, el único poder que puede herir a muerte a las deidades.
–Quieres mi magia astral, pero hay un problema. Esa magia requiere un control mental muy alto y sin mi voluntad, ¿cómo harás para que pueda usarla?
–Para eso llené tu interior con energías malignas. En el momento en que salgas de esa cúpula, tu alma será absorbida por mi aura maligna. Tu cerebro quedará intacto, pero serás un cuerpo sin vida que se moverá gracias a mi voluntad.
"Esto era malo. Hice todos los preparativos para que fuera sencillo ayudar a mis amigos en caso de que acertara en mi sospecha, pero si mi alma es absorbida por la oscuridad, será imposible salvarlos de Koré".
–Todavía queda una última cosa que quiero que veas –señaló a Maam –esa mujer tiene que desaparecer por completo. No soy tan idiota como Vearn, para dejar cabos sueltos que podrían afectar mis planes. Si la dejo vivir, le estaría dando una esperanza a tu alma para luchar.
–¡Espera, Koré! –grité de miedo ante su amenaza –¡deja a Maam en paz!, ya te divertiste lo suficiente, además, si no la lastimas, te prometo que no me opondré y podrás dominarme sin necesidad de encerrar mi alma en la oscuridad.
–¿Piensas que te voy a creer? –su risa aumentó –te dije que no soy como Vearn. El rey del Inframundo cayó en la trampa de un humano muy listo, pero recuerda que tienes frente a ti a otra humana con una inteligencia sobresaliente y ninguna de tus promesas logrará convencerme.
El tiempo volvió a la normalidad.
Todos mis amigos recuperaron su movilidad y Maam se dejó caer frente a la cúpula.
–¡Perdóname, Popp!, yo... yo te salvaré, ¡lo juro! –su llanto era tan lastimero que a pesar de que tengo perforado el corazón, latió por el dolor de verla así.
Maam también puso su mano en la cúpula para intentar sanarme, pero conforme pasaban los minutos y vio que de nada servían sus esfuerzos, sentí que su aura maligna volvió a emerger.
–Te podrás pasar toda la tarde intentando sanarlo y no conseguirás nada –Koré se elevó sobre el suelo –si no lo sacas de esa cúpula, será imposible que lo ayudes.
–Entonces... –Maam se levantó y volteó a ver a Koré –... lo que necesito es matarte para deshacer tu hechizo.
–¡Exacto! –Koré libero su aura y creo que a todos nos sorprendió que su esencia fuera divina.
Unas preciosas alas de ángel emergieron de su espalda, dándole a su apariencia la de una verdadera diosa celestial.
–¿Cómo puede un ser malvado, transmitir tanta bondad? –el maestro Aván también se levantó para observar a Koré.
–Porque sigue siendo una diosa –Dai le respondió y todos lo miramos desconcertados –no lo deduje yo... mi padre me lo dijo.
–Sea una diosa o un demonio, igualmente tiene que morir –fue la amenaza de Maam y elevó su cuerpo tal como Koré hace un momento.
Si nos había sorprendido ver las hermosas alas de Koré, ver las que le aparecieron a Maam nos dejó perplejos, pues eran iguales a las alas de un murciélago.
–¿Desde cuándo se invirtieron los papeles? –Him exclamó sin salir de su asombro.
–¡Señorita Maam! –Chiu corrió para intentar alcanzarla –no se deje dominar por la maldad.
–¡Deberías hacerle caso a esa rata! –la mirada amable de Koré me confundía, y más la dulzura con la que hablaba.
–¡Tú tienes la culpa de lo que me pasa! –le gritó Maam con furia –me contaminaste con tu aura maligna, pero me voy a asegurar de matarte con tus mismos poderes malignos.
–Si el odio en tu corazón sigue aumentando, ni la magia celestial que te regalaron logrará salvar tu alma de ser destruida por la oscuridad –Koré desvió su mirada hacia mí –tiene un alma inmortal, pero igualmente morirá para siempre si la maldad la consume por completo.
El grito de batalla de Maam dio por terminada la conversación e inició una difícil batalla entre las dos fuerzas.
Maam atacaba con aura maligna y Koré simplemente desviaba sus golpes y hechizos con aura divina.
Esto era para no creerse. Se supone que Maam es la defensora de la justicia y Koré el ser maligno que nos manipuló para conseguir sus malvados objetivos, pero desde el suelo únicamente veíamos a un demonio oscuro, lanzándole golpes a una delicada mujer con un resplandor plateado que la protegía de todos ellos.
–¡No eres muy fuerte, jovencita!... pensé que sería más divertido enfrentarte, pero lo único que sabes hacer es lanzar golpes que no terminas de precisar porque te dejas llevar por tus emociones –Maam recrudeció sus ataques y Koré suspiró de aburrimiento –lo siento, no tengo todo el tiempo del mundo, así que terminaré con esto enseguida –ascendió más alto y Maam la siguió –¡eres tonta!, desde esta altura, no alcanzarás a despedirte de tu amado hechicero.
–¿Qué dijiste? –Maam volteó y la cúpula se rompió –¡Popp!
Con el tiempo avanzando normalmente, el dolor regresó con mayor fuerza. Quería gritar, pero me contuve para no hacer más grande la desesperación de Maam.
Dai fue el que me sostuvo cuando perdí mis fuerzas.
De nuevo, el maestro Aván, Leona, y Merle, usaron su magia curativa en mí.
–Sólo una magia celestial a nivel de resurrección lo podría salvar –dijo Astrid que abrazaba a Him para no verme –si esa tonta no hubiera caído en la trampa de Koré, su magia sería el milagro que necesitamos, pero su alma está contaminada y no podrá invocar poderes divinos.
Mi mirada estaba puesta en Maam, que descendía lo más rápido que podía.
Su apariencia maligna no es lo último que quiero ver, además, si no hago algo, no seré el único que desaparecerá de este mundo.
"Sólo... sólo quiero que vivas y que seas muy feliz", me incorporé como pude. Ya casi no sentía mi cuerpo, sin embargo, todavía mi poder seguía intacto y lo usé para teletransportarme hasta dónde estaba Maam.
–¡No debiste moverte! –me gritó molesta al verme aparecer frente a ella –¡Popp, mi amor, perdóname! –me abrazó y sus lágrimas mojaron mis ropas.
–Yo fui el que cometió el error de creerme más sabio que cualquiera, pero fui un tonto que no quiso ver que sí tuvo la dicha de ser correspondido por la mujer que ama.
La abracé con fuerza y mientras lo hacía, busqué en su interior el brillo de su aura bondadosa y por fortuna lo encontré.
–¡Debí ser más fuerte! –sus sollozos apenas y la dejaban hablar –de haber sospechado lo que esa bruja pretendía, habría permitido que me mataras cuando no tenías sentimientos –esas palabras me dolieron más que la perforación en mi pecho.
–¿Te contó la razón por la que te ataqué al principio? –asintió con la cabeza –¡Maam, lo siento!... hice tantas cosas de las que me arrepiento, pero... –acerqué mi boca a su oído –... esto tenía que pasar, por eso, ¡te lo suplico!, ¡nunca te rindas!, aunque ya no esté a tu lado.
–¿De qué hablas? –se separó un poco para vernos a la cara –¡tienes qué vivir, me oyes!, ¡no te perdonaré nunca si me dejas sola!
–Mi alma no es inmortal y los dioses no me tienen simpatía –le sonreí con mi pobre intento de sonar gracioso –este es el castigo que merezco por herir tu corazón, que es el más puro de todos los humanos –luego de esa afirmación, me quité los guantes y con algo de vergüenza, me atreví a colocar una de mis manos en medio de sus pechos –¡te prometo que voy a reparar mis errores!
–Si absorbes su aura maligna, el alma que morirá será la tuya –Koré me observaba sin intención de detenerme.
–Es lo que en verdad necesitas y no puedes negarlo –le sonreí triunfal –al final, será el hechicero de esta era, el que supere a la poderosa hechicera del pasado.
–¡No vayas a hacer otra tontería! –Maam quiso quitar mi mano, pero ya nada pudo hacer porque usé mi poder astral junto con la magia celestial para absorber la maldad que tiene dentro de ella –¡no sigas! –manoteaba con desesperación mi mano, sin embargo, mis poderes en este momento son más fuertes –¡por favor, Popp!, si es cierto que te arrepientes por lo que hiciste, deja de hacer esto, yo... yo no voy a soportar perderte.
–Si hubiera sabido que este sería el resultado de mis malas decisiones, te habría llenado de recuerdos hermosos, pero en su lugar te estoy dejando los peores –con el dedo de mi mano libre, limpié algunas de sus lágrimas –sólo te hice llorar, cuando debí esforzarme en hacerte sonreír.
–Pues desiste de esta tontería y lucha con todas tus fuerzas para que estemos juntos y me sanes con tu amor y tus besos –sus ojos recuperaron su color marrón y supe que iba por buen camino –¡déjalo ya, por favor! –las alas de murciélago desaparecieron y el aura maligna se fue reduciendo –¡chicos, deténgalo, se los suplico!
No necesité mirar hacia donde estaban los demás. Era obvio que si nadie había venido, fue porque Koré detuvo su tiempo.
El atuendo rosa de Maam regresó y la oscuridad que la rodeaba se desvaneció por completo.
El agujero en mi pecho se fue cerrando conforme el aura maligna se extendió por mi cuerpo, pero mi alma empezó a ser destrozada por las energías malignas y al quedarme sin fuerzas, solté a Maam, (que me sostuvo en sus brazos y se apresuró a bajar al suelo).
–¡Resiste, mi amor! –Maam invocó su magia celestial –gracias a que me liberaste de la maldad, no tardaré nada en curarte y...
–¡Te amo! –acaricié tiernamente su rostro y me entretuve más en sus labios –no... no voy a pedirte que olvides lo que sientes porque ni yo podría dejar de amarte, pero al menos quiero que me prometas, que después de que tu corazón empiece a sanar, le darás otra oportunidad al amor... un amor que nunca te haga llorar.
–¡No te voy a prometer nada porque vas a vivir! –ver sus ojos derramando tantas lágrimas, era el castigo más cruel que pudieron darme al final de mi vida.
–¡Maam!, ¿podrías... podrías darme un último beso?
–Te besaré, pero no será el último.
Maam tuvo que sujetar mi rostro para acercarlo al suyo, pues con mi alma moribunda, ya ni siquiera podía mover mi cuerpo.
Ansiaba tanto sentir la suavidad de sus labios y probar el dulce sabor de su boca, que cuando Koré detuvo el tiempo de Maam, mi alma se dio por vencida porque mi deseo ya no se cumpliría.
–Esa mujer tiene un deber más importante a partir de ahora, y si le permito cumplirte el deseo que pediste, no podrá llevarlo a cabo –la imagen del ángel de luz que tenía Koré se hincó junto a mí –¡gané, hechicero!
–Yo... yo también gané, ¡hechicera!
Mi cuerpo humano cayó en un letargo similar a la muerte, y mi alma fue aplastada por la oscuridad hasta no dejar ni una diminuta luz adentro del caparazón que igualmente le servirá a la traidora de los dioses.
"Dai, lo lamento... tú también tendrás qué sobreponerte a lo que sea por tu cuenta, porque otra cruel batalla comenzará en unos años... ¡Por favor, querido hermano!, ¡ayuda a Maam a resistir el paso del tiempo y protégela en mi lugar!".
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Comentarios finales en la siguiente parte.
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