EL CORAZÓN DEL ALMA
PVO MAAM
–¡Puño de luz arrollador!
Grito al momento de golpear a un monstruo dragón que llegó con otros cinco.
Sonrío al ver que parte de su torso empieza a desvanecerse, sin embargo algo pasa y en segundos vuelve a recuperarse.
Furiosa cargo de nuevo contra él, pero lanza un poderoso ataque de fuego que aún si tocarme, hace que mi piel arda por lo intenso de sus llamas. El humo provoca que no pueda respirar y la falta de aire me marea.
Estoy a punto de perder el conocimiento cuando siento las manos enguantadas de Popp alrededor de mi cintura. Con su mano libre proyecta un Merazoma e increíblemente logra despedazar gran parte del cuerpo del monstruo dragón.
El alivio que siente mi cuerpo y el brillo del Behoma emanado de él me indica que ha vuelto a utilizar dos hechizos diferentes al mismo tiempo y aunque el poder mágico que tiene es muy grande, las heridas infringidas por los cinco dragones deben haberlo dejado muy débil y si no se cura, el dragón maligno podría lastimarlo, así que intento sanarlo con mi magia, pero me exige que no lo haga y con Toberura nos alejamos lo suficientemente lejos del ataque que ha lanzado el dragón.
–¡Déjame curarte! –le pido angustiada al notar un gran corte en su cuello –.
–¡Después!... ahora necesito que protejas a Merle y junto con ella se escondan en el bosque. El ataque que voy a lanzar cubrirá gran parte del lugar y no quisiera que alguna salga herida.
–¡Es que tú...
–¡Maldición Maam!, por una vez en tu vida, ¡hazme caso!
Su tono duro me sorprende porque jamás me había hablado así y en mi desconcierto caigo al suelo cuando me suelta para después regresar hacia donde dejamos al dragón.
Sé que su orden fue que me llevara a Merle, pero la preocupación por sus heridas me hace correr detrás de él.
A pesar de mi velocidad no consigo alcanzarlo y la carrera me está dejando sin aliento, pero sonrió al verlo detenerse, aunque mi alivio no dura demasiado porque la concentración de poder mágico que sale de su cuerpo es increíble y la onda expansiva que causa al impactar contra el cuerpo del dragón me empuja varios metros atrás.
Todo se pone oscuro y el humo es tanto que me hace toser con desesperación.
Luego de varios minutos intentando recuperarme, el humo por fin se dispersa y a lo lejos veo que alguien se acerca.
Mi corazón late con fuerza al descubrir que Popp es quien viene hacia mí y contenta me levanto para ir a su encuentro.
Estoy a unos cuantos pasos de llegar a él, pero unas sombras en forma de cadenas lo jalan y lo alzan hasta una sombra de mayor volumen.
Mi miedo surge en el momento en que la sombra toma la forma de KillVearn, (o debería decir la marioneta) y a su lado está Piroro, (que en realidad es el verdadero KillVearn).
–¡Mucho tiempo sin vernos, pequeño mago! –dice el miserable demonio de un ojo mientras la marioneta se acerca a Popp –sabía desde el principio que debía matarte a ti antes que a cualquier otro, pero tu maestro desvió mi atención y perdí una valiosa oportunidad de acabar con la esperanza del héroe y eso le costó al inútil de Vearn su derrota, pero en esta ocasión no voy a fallar... Mi amo Velzar me ha pedido deshacerme del segundo discípulo más fuerte de Aván y cuando termine con tu vida, habré cumplido con su orden.
–¡Vas a perder el tiempo! –responde entrecortadamente a causa de que una de las cadenas aprieta su cuello –matarme a mí, no hará que Hyunckel se vuelva débil –se ríe y me sorprende la fortaleza que conserva aún con lo cansado y herido que está –¡eres en verdad un idiota, KillVearn!, vienes a perder el tiempo con el discípulo más débil del maestro Aván, pero gracias a este error, podemos poner sobre aviso a Hyunckel.
El ojo del verdadero KillVearn se abre más y me parece ver que está desconcertado, pero luego sonríe y hace que la marioneta aumente la fuerza de las cadenas y aunque Popp evita quejarse, todos sabemos que es más por orgullo que por falta de dolor.
–¿Es lo que piensas pequeño mago? –se ríe escandalosamente –en verdad es muy conveniente que pienses de esa manera... Por cierto, ¿no deseas ver a Dai antes de que te mate?
–¿Dai? –Popp se alza ante KillVearn, dejándonos sorprendidos a los dos por el vigor que ha recuperado ante la mención de Dai –¡dime dónde está mi amigo, maldito engendro!
–Cierra los ojos para que pueda vincularme con tu alma... de esa manera podrás ver lo que yo veo.
–¡No, Popp! – grito con todas mis fuerzas –ese maldito quiere engañarte... seguramente no sabe en dónde está Dai y si le permites vincularse con tu alma, podría matarte o hacerte algo peor.
–¡No seas ridícula, jovencita! –el mini demonio vuela hasta mí –mi deseo es matarlo y para eso no necesito perder el tiempo engañándolo, pero quiero divertirme cuando vea las condiciones en las que se encuentra la persona más importante para él.
–¿Su persona más importante es Dai? –pregunto mientras una punzada ataca mi corazón –.
El mini demonio se me queda mirando algunos segundos y luego lo veo ampliar esa sonrisa asquerosa que siempre tiene en la cara.
–Así es jovencita... Dai es la persona a quien ese mago aprecia más por sobre cualquiera... Tal vez pueda amar románticamente, pero incluso sobre ese amor, siempre va a estar primero Dai y es porque ese joven héroe es el único que ha confiado en él sin importar sus errores pasados y la hermandad que hay entre ellos es única... Lo sé bien porque es lo mismo que he visto en el alma de Dai.
Las palabras del mini demonio me dejan confundida y eso lo aprovecha para regresar con Popp y lo único que alcanzo a ver antes de que todo se cubra de una intensa luz verde, es a mi compañero de aventuras sujetando a Piroro.
En un determinado momento debí perder el conocimiento y cuando por fin abro los ojos, me encuentro recostada en un árbol y a unos pasos de mí está Merle calentando agua en una fogata.
–¡Qué bueno que ya despertaste! –dice la adivina y se hinca frente a mí con una taza de agua con hiervas curativas –Popp ya te curó, pero esto ayudará a calentar tu cuerpo.
–¿En... en dónde está? –formulo la pregunta con dificultad y me doy cuenta de que estoy entumecida –¿qué me pasa?
–El cíclope demonio utiliza llamas del inframundo –me informa Merle –bueno, en realidad usa a la marioneta para liberarlas, por eso Popp tuvo que usar Mahyado.
–¿Mahyado?, pero él no usa ese hechizo.
–Pues ahora sí –contesta con un tono de admiración que me incomoda –Popp se vuelve más y más fuerte cada día. Ambas hemos visto su crecimiento y es lógico que pueda conjurar hechizos más poderos conforme aumenta su poder mágico... A este paso podrá usar todo el repertorio de hechizos.
–Y es por ese aumento de poder que ahora es el objetivo de todos los monstruos del inframundo –digo con enojo –Popp no entendió a KillVearn, pero yo sí... El discípulo más fuerte después de Dai, es él, pero como tiene bajas expectativas respecto a sus habilidades, pensó que venía por Hyunckel.
–No puedes culparlo... tanto tú, como los demás, siempre lo relegan y alaban las habilidades de Hyunckel, ¿así cómo quieres que piense que es poderoso?
–Yo no...
En serio quería negar sus palabras, pero no pude porque tiene razón.
Antes de iniciar con nuestra búsqueda de Dai, pensaba que tenía que venir a acompañar a Popp porque es muy débil y cualquier monstruo podría lastimarlo, sin embargo conforme pasa el tiempo, me he dado cuenta de que incluso yo soy más una carga que un apoyo para mi amigo y al mirar a Merle, tengo que aceptar que hasta ella es quien más lo ayuda porque tienen ese vínculo especial que los conecta y siempre saben lo que le pasa al otro.
Mis puños se cierran ante ese pensamiento y es que últimamente me molesta hasta la mínima mención de ese dichoso vínculo entre ellos.
–Escucha, Maam, no te culpes. Ahora sólo nos resta hacerle ver que no es a Hyunckel a quien KillVearn quiere muerto, sino a él.
–¿Por qué lo dices? –empiezo a buscarlo con la mirada, pero no lo veo en ninguna parte –¿dónde está Popp?
–Está en el lago... Por medio de las ondas de agua está intentando visualizar a Hyunckel.
–¿Para qué?
–Para que podamos ir con él y de esa manera protegerlo de los ataques del enemigo.
–Pero estaba herido y aunque se haya curado así mismo, tarda un día completo en restablecer su poder mágico, por eso debería estar descansando.
Mi cuerpo todavía está entumecido por el hechizo de hielo que debió usar para contrarrestar el poder de las llamas del inframundo, pero necesito ir a buscarlo. Si continúa sobre esforzando su cuerpo, podría lastimarse y cualquier monstruo aprovecharía su debilidad para matarlo.
–¡Espera Maam! –Merle se pone frente a mí –Popp te curó ya te lo dije, pero si no tomas las hiervas, no lograrás calentar tu cuerpo por dentro.
Es cierto, me curó, pero Merle no ha dicho que él hiciera lo mismo con sus heridas, eso significa que no lo hizo.
La angustia de pensar en que usa su poder mágico estando herido, me da la fuerza suficiente para caminar.
Los gritos de Merle no me detienen, aunque sí lo hace la figura de Popp a unos metros de mí y me sorprendo al notar que no viene solo. Hyunckel y Larhart lo acompañan.
La alegría de ver a Hyunckel es grande, pero el alivio de ver a Popp sin ningún rastro de heridas hace que mueva mis piernas para ir a su encuentro, pero antes de que logre alcanzarlo, desaparece y como yo iba muy rápido tropiezo con una roca. Por fortuna no caigo al suelo gracias a que Hyunckel me atrapó.
–¿Estás bien, Maam? –me pregunta sin dejar de sostenerme –.
Sin responder volteo a mirar a Popp y me enfado al verlo demasiado pegado a Merle, y una furia incontrolable aparece cuando la adivina acaricia su rostro y sin pensar me lanzo hacia ellos.
Instintivamente lo golpeo y por la fuerza consigo separarlo de ella. Luego sujeto el cuello de su camisa y lo atraigo hacia mí.
–¿Qué rayos te pasa, Maam? –dice tratando de quitar mis manos de su ropa –.
–¿Por qué siempre haces tonterías? –lo zarandeo mientras le sigo gritando –acabas de sobrevivir a una pelea contra KillVearn y lo primero que haces es irte a un lago para usar un hechizo que aunque no requiere mucho poder mágico, sí lo gasta lo suficiente como para dejarte exhausto.
–Tenía que encontrar a Hyunckel... Maam, KillVearn se dirigía a matarlo y en su estado actual podría conseguirlo.
–No es a Hyunckel a quien busca KillVearn –mi voz tiembla por la angustia de que no me comprenda –¿por qué no te das cuenta?
–Sí es a Hyunckel a quien ese infeliz quiere matar –eso me desconcierta y él lo aprovecha para soltarse y alejarse unos pasos de mí –cuando le permití vincularse con mi alma, descubrí no sólo el paradero de Dai, sino también pude ver unas de sus adivinaciones.
–¿Qué viste? –necesito saberlo, porque la extraña mirada que me está dirigiendo me hace pensar que esa visión me involucra también –.
–No puedo decirlo o cambiaría lo que vi, pero sí puedo asegurarte de que si logramos que esa visión se cumpla, Dai conseguirá vencer a Velzar y toda la humanidad obtendrá la paz que tanto merece.
Todos los demás dejamos un escapar un sonido de sorpresa ante sus palabras y es que no es para menos.
La visión que tuvo debió ser muy buena si quiere que se cumpla, sin embargo no podemos confiarnos porque KillVearn pudo manipularla para que él creyera que era real.
–¿Estás diciendo que el nuevo enemigo es Velzar? –pregunta Hyunckel y Popp asiente con la cabeza –es extraño... dijiste que soy su objetivo, pero por lo que nos platicaste durante el camino hacia aquí, ustedes han sufrido cinco ataques en menos de diez días y nosotros –señala a Larhart –no hemos tenido ninguno.
–Quizás vinieron contra nosotros para poder ubicarte –responde muy seguro –.
–KillVearn puede sentir presencias –insiste Hyunckel –es ilógico que te atacara a ti para encontrarme. Hacer eso es una mala táctica porque nos pone sobre aviso... Tal vez eres tú su objetivo.
–Dijo que matará al segundo discípulo de Aván más fuerte después de Dai –Popp se cruza de brazos y lo mira seriamente –es obvio que habla de ti.
–El poder no necesariamente proviene de la fuerza bruta –Hyunckel se le acerca y al verlos juntos me doy cuenta de que los dos están casi de la misma altura –.
–Eso lo sé –debate Popp –sin embargo es lógico que tú seas el objetivo. De los discípulos del maestro Aván, eres quien recibió al cien por ciento todo su entrenamiento y aunque Dai supera tu poder, en cuanto a conocimiento, los dos están al mismo nivel.
Hyunckel aprieta sus puños ante su necedad y sin querer continuar la discusión se da la vuelta para irse.
Popp se me acerca y sujeta gentilmente mi mano. El calor que emana me pone nerviosa y siento que mis mejillas arden.
–Maam, tienes que convencerlo de que nos acompañe a Papunika... He contactado al maestro Aván para pedirle que nos encuentre en el castillo, y ya puedo sentirlo cerca de la princesa Leona... En cuanto estemos todos reunidos, idearemos un plan para deshacernos de KillVearn.
–¿Quieres que yo convenza a Hyunckel de venir con nosotros?... ¡Por Dios, Popp!, él siempre termina haciendo lo que quiere y si no te ha hecho caso a ti, ¿quién te asegura que a mí sí me hará caso?
–Es que no eres como nosotros –dice sonriente –a ti te ama y hará cualquier cosa que le pidas.
Sus palabras reviven un recuerdo de hace seis meses, el cual sucedió antes de iniciar con nuestro viaje.
«En aquél entonces, Popp estaba bastante deprimido por la desaparición de Dai y su tristeza sepultó al chico alegre y desvergonzado que todos conocimos.
Verlo tan decaído me dolía y trataba de estar siempre a su lado.
Lo seguía a todas partes, le preparaba pequeños platillos que me enseñó mi madre, (los cuales nunca quiso probar porque apenas y conseguíamos que tomara agua). También me convertí en una parlanchina y siempre le decía que deseaba ver nuevamente esa sonrisa suya que tanto me gusta, pero un día en el que enumeraba sus cualidades, me dijo unas palabras que he preferido olvidar porque me lastimaron en cuanto las pronunció.
–Escucha, Maam, en este momento solo puedo pensar en cómo encontrar a Dai –expresó con tristeza y extrañamente mi corazón dolió porque fue consciente de que no era debido a mí, sino por Dai –.
–Yo... –quise hablar, pero levantó su mano para pedirme que lo dejara continuar –.
–Maam, ya no te preocupes. Aquel día en que me pediste una oportunidad para descubrir tus sentimientos, en realidad ya me habías respondido... No hay manera de que te enamores de la persona a quien consideras un hermano –me dijo con una mirada tierna y comprensiva –En ese entonces estábamos arriesgando nuestras vidas luchando contra el Rey Demonio Vearn y por eso no quise darte más problemas diciéndote esto, sin embargo mi mente y corazón aceptaron que nosotros jamás seremos una pareja de enamorados –la sonrisa que me mostró en su rostro me indicó que no estaba mintiendo y el dolor en mi pecho se hizo más grande –.
–¿Eso significa que ahora me ves solamente como a una hermana?
–No es fácil cambiar los sentimientos de un día para otro, pero puedo asegurarte que hoy te veo como una gran amiga –finalizó sonriéndome más y con una suave caricia en mi cabeza se despidió para ir a la junta con Leona –.
Aquella vez fue la última en la que hablamos de nuestros sentimientos, (o por lo menos él dejó de hacerlo).
Con Hyunckel decidió que formaríamos dos grupos para buscar a Dai.
Al principio sugirió que yo fuera con Hyunckel y él iría con Merle, pero mi voz fue más rápida que mis pensamientos y me ofrecí a ser la tercera de su grupo argumentando que necesitaban una luchadora. Él quiso negarse, sin embargo Hyunckel dijo que mi plan era bueno porque de esa manera los dos grupos estarían equilibrados, ya que él era guerrero y aunque Larhart no usa hechizos, es mucho más poderoso que cualquiera de nosotros y podría protegerlo.
Popp usó de pretexto su mala condición física para insistir en que yo sería de mucha ayuda cuando necesitara curarse, pero al final tuvo que rendirse al ver la mirada asesina que le dirigió Larhart y fue así cómo terminé en ese extraño grupo de tres.»
–¡Maam! –Popp mueve sus manos frente a mi cara y logra devolverme al presente –será mejor que te apresures o Hyunckel se nos va a escapar.
Agarra mi mano y corre hacia el camino que está tomando Hyunckel.
A unos pasos de los dos guerreros, me suelta, pero como mis pies se anclan en el piso deja escapar un suspiro de frustración y luego me empuja hacia ellos.
Nuevamente me encuentro entre los brazos de Hyunckel y por unos segundos me quedó mirando los ojos de hombre que despierta un sentimiento de cariño que me desconcierta y él también me mira con intensidad.
No sé cuánto tiempo duramos abrazados y mirándonos, pero el nerviosismo que percibo en su cuerpo me hace sentir incómoda por primera vez y rápidamente me suelto para regresar con Popp, sin embargo descubro que nadie se encuentra ahí.
–¿En dónde están todos? –le pregunto a la nada –.
–Popp se los llevó cuando nos abrazamos.
Escuchar eso hace resurgir la punzada de dolor que últimamente me ataca cuando Popp hace o dice cosas que crean un abismo entre nuestra amistad.
–Maam –la voz de Hyunckel se escucha demasiado cerca y al volver sobre mis pasos, lo encuentro a escasos centímetros de mí –Popp tiene razón... castigarme por la eternidad no cambiará lo que siento por ti.
Me quedo sin habla ante su confesión y me pongo rígida en el momento en que siento que sus manos sujetan mis brazos para acercarme más hacia él.
–Quise negarlo porque pensaba que muy en el fondo lo amabas, pero él me ha dicho que ya hablaron de sus sentimientos y que han descubierto que únicamente pueden ser amigos y me animó para que no te deje ir porque nosotros dos nos necesitamos y estar separados es una horrible tortura.
–¿Una horrible tortura? –mi exaltación me hace separarme bruscamente de Hyunckel –¿qué te dijo Popp exactamente?
–Dijo que te ha notado distraída y a veces tus ojos reflejan tristeza.
–Y él lo atribuyó a que es por ti, ¿no?
–Sí, y yo estoy de acuerdo porque es lo mismo que siento desde que dejé de verte... ¡Maam, yo te amo! –declara nervioso y con un brillo intenso en su mirada –.
Eso me deja sin palabras.
Mi mente repite las suyas constantemente en busca de una posible respuesta de mi parte, pero el vacío que percibo en mi corazón no es por Hyunckel, sino por un tonto mago que se está alejando a toda velocidad y enojada me echo a correr hacia dónde aún puedo percibir su presencia, pero al llegar solamente me encuentro con Larhart y Merle.
–¿En dónde está Popp? –exijo la respuesta con un tono brusco–.
–Dijo que iría a hablar con su maestro Aván y que después regresaría por nosotros para llevarnos a Papunika –responde Larhart con seriedad ante mi falta de educación–.
–¿Y lo dejaste irse solo? –me enfurece su tranquilidad y me altero ante el miedo de saber que Popp no tiene a nadie que lo proteja –.
–No soy su niñero, además, he podido sentir el poder mágico que emana de su cuerpo y con su nivel actual, es más poderoso e inteligente que cualquiera de nosotros, así que le será sencillo deshacerse de los enemigos que se encuentre en el camino.
–No se trata de poder o inteligencia –grito por las tonterías que dice –¿qué no entiendes que KillVearn hará lo que sea para acabar con la mayor amenaza contra su señor Velzar?
–Su mayor amenaza es el señorito Dai –responde igualmente furioso –.
–Te guste o no, Popp es quien más ha ayudado a Dai en todas sus pelas y siempre consigue que nuestro amigo se levante más fuerte que antes... Si él muere, morirá la esperanza de Dai, ¿no lo entiendes?
Larhart medita mis palabras y finalmente se da cuenta de su error y se echa a correr hacia la dirección de Papunika.
Yo lo imito y corro con todas mis fuerzas sin importar que Merle o Hyunckel no puedan seguirnos los pasos.
Una luz nos impide continuar y cuando se disipa veo a mi maestro Aván frente a nosotros.
–¡Hola, Maam! –dice mi maestro con su habitual jovialidad –Popp me pidió que viniera a recogerlos... lamenta haberse ido sin llevarlos, pero al parecer tenía prisa por leer un libro que se encuentra en Karl y se fue hacia allá en cuanto le dije dónde está.
–¿Es que hoy todos van a cometer el mismo error? –estoy tan preocupada que ya no controlo mis nervios –¿acaso no entienden que KillVearn quiere matar a Popp?... dejarlo solo únicamente aumenta la ventaja de ese maldito ventrílocuo.
–Pero... –dice mi maestro con una cara de culpabilidad que me obliga a tratar de calmarme –es que él dijo que a quien quiere matar es a Hyunckel... ¡perdón, Maam!... de haber sabido que era al revés, no lo habría dejado solo.
–¡Lo siento, maestro!... esta situación me ha puesto muy nerviosa –le digo apenada –.
–No te preocupes, Maam. Es lógico que estés así. Cuando ese maldito cíclope se obsesiona con alguien, es difícil que lo deje en paz, por eso es mejor que nos vayamos a Papunika para avisarle a la princesa Leona... Ella siempre sabe qué hacer –me dice sonriente –.
Hyunckel llega junto con Merle y de inmediato mi maestro nos teletransporta hasta el palacio de Papunika.
Leona se encuentra sentada en una enorme mesa y todos nos acomodamos a los lados.
–Popp vino hace poco y me informó la situación –comienza Leona –el problema es que el muy tonto piensa que KillVearn o Piroro, está buscando matar a Hyunckel y creo que todos aquí sabemos que está equivocado.
Todos empiezan a quejarse de la ignorancia de Popp, (salvo nuestro maestro Aván). La junta no avanzó nada en las dos horas en las que estuvimos pensando en una estrategia y es que sin las ideas de nuestro amigo, es casi imposible encontrar una manera adecuada de atrapar a KillVearn.
Al final, Leona pidió aplazar la junta para cuando Popp regresara.
Como todos estábamos cansados, nos asignó habitaciones y por fortuna me dio una bastante alejada de los demás y con vista al bosque.
En la soledad del cuarto me pongo a recordar lo que me dijo Hyunckel e intento de identificar lo que siento, pero no consigo definirlo. Sé que anteriormente me la pasaba preocupada por él y cada que lo veía corría a su lado, sin embargo, después de la batalla contra Vearn y la búsqueda de Dai, pocas veces lo tengo presente en mis pensamientos y es que a pesar de que el viaje que emprendí con Popp y Merle ha sido difícil, he podido sobrellevarlo gracias al carácter amable y divertido de mi compañero. Merle es demasiado formal y casi no habla, pero Popp siempre logra llenar los vacíos con pláticas amenas que nos divierten. Otra de sus cualidades es su excelente dominio en la cocina. Nunca me imaginé que fuera tan bueno en esos menesteres y aunque yo no me quedo atrás, no he logrado superar su sazón. También es quien nos ha salvado de casi todos los enfrentamientos que extrañamente hemos tenido, (bueno, ya no son extraños porque ahora sabemos que eran porque lo quieren muerto). Su poder mágico no ha hecho más que crecer y eso se debe a que se la pasa leyendo cada libro de los lugares que hemos visitado y de ellos aprendió nuevos hechizos. Su resistencia física es impresionante, considerando que su complexión es delgada, aunque ha desarrollado músculos que se notan bastante aún sobre la ropa.
Ante este último pensamiento me sonrojo al recordar las veces que se baña en el lago y es que no he podido evitar que mis ojos viajen por su torso desnudo y mi mente lo ha grabado a fuego.
El latido de mi corazón me asusta y abro la ventana para de un salto salir a tomar aire fresco.
Mientras camino entre los árboles del bosque del castillo de Papunika, recuerdo el día en que conocí a Popp, (que fue precisamente en el bosque oscuro que está cerca de mi aldea). En aquel tiempo era cobarde y sólo pensaba en sí mismo, pero ahora es muy poderoso y valiente, sin embargo, hay días como estos, en los que me gustaría que volviera ese chico miedoso que no arriesgaba su vida para nada y es que siento mucho terror al pensar en que puede estar enfrentándose a KillVearn u otros monstruos y eso no me permite estar tranquila.
–¡Si al menos me hubieras pedido ir contigo! –le grito a la nada y de mis ojos resbalan pequeñas lágrimas que de inmediato intento ocultar –.
De mi garganta salen hipidos que silencio apretando mi boca con mis manos, pero estoy tan preocupada por él, que no puedo evitar que el miedo a que algo malo le suceda me abrume.
–¡Tranquila, Maam, Popp estará bien! –la voz de mi maestro Aván me sobresalta y volteó a verlo limpiando a su vez el rastro de lágrimas que hay en mi mejilla –.
La mirada de mi maestro provoca que me avergüence porque es melancólica y me hace pensar que siente lástima por mí y me obligo a controlarme hasta el punto de desaparecer las molestas gotas de agua que salen de mis ojos.
–Negar lo que sientes no evitará que tu corazón sufra –me dice mientras se sienta debajo de un árbol –en eso te pareces demasiado a tu padre.
–No sé de lo que habla, maestro –le respondo irritada por su comentario –.
–Tu madre me contó que antes de que viajaras con Popp y Merle, estuviste unos días en casa y aunque tú no te animaste a contarle nada, sí notó tu angustia.
Sorprendida me apresuro a sentarme a su lado.
–¿De qué habla, maestro? –de nuevo exigí una respuesta si nada de delicadeza –.
–Maam, tu madre conoce el dilema que tienes con respecto a tus sentimientos.
–¿Cómo? –eso no me lo esperaba –¿Qué es lo que sabe o cree saber mi madre?
–Es tu madre, tiene lógica que sepa lo que te sucede y más si se trata de amor.
Me quedo en silencio y pienso en que debí aceptar la ayuda de mi madre si de todas maneras ella presentía lo que sucedía.
–Maam, todos conocen lo que pasó en la batalla contra Vearn, pero sólo algunos saben lo que sucedió entre Popp y tú, sin embargo Hyunckel ha tenido algunos problemas con respecto a su lío amoroso y vino a verme a Karl hace unos días... Cuando se sintió en confianza me contó sobre la declaración de amor que Popp te hizo y también me dijo que aunque él habló contigo como un hermano mayor, sus verdaderos sentimientos están muy alejados de ese término y en ese momento te aconsejó que fueras a descubrir si amas a Popp o no, a pesar de que él te ama a ti... No me enfocaré en lo que siente Hyunckel porque sé que ya habló de eso contigo, pero sí quisiera decirte que Leyla está muy preocupada y no es para menos. Roka, tu padre, al igual que tú, huyó del amor y si no fuera porque tu madre no se rindió con él, mi amigo no habría sabido nunca lo que es amar y tú tampoco habrías nacido.
Lo que dice mi maestro me deja sin palabras. Todos afirman que me parezco a mi padre, pero pensaba que se referían únicamente a la fuerza y ahora sé que incluso soy idéntica a él en cuanto a no saber lo que siente mi corazón.
–Maam, debes darte prisa en aceptar lo que sientes. Hyunckel finalmente está decidido a no dejar ir el amor y su determinación vino después de que Popp le asegurara que entre ustedes jamás podrá haber una relación de pareja y eso está bien, siempre y cuando tu corazón esté libre de dudas.
–Yo... yo no entiendo por qué Popp dice eso –de nuevo las lágrimas salen de mis ojos, pero esta vez no quiero detenerlas –solamente le pedí tiempo para saber lo que siento, pero él ya cerró todas las puertas sin darme la oportunidad de entender a mi corazón.
–Y es por eso por lo que necesitas aclarar tus sentimientos. Tienes a un hombre dispuesto a luchar por ti y es alguien a quien siempre has amado y créeme que yo estaría feliz si supiera que Hyunckel es tu verdadero amor, pero tus lágrimas y la angustia que refleja tu rostro desde que Popp se fue, me dice que quizás estás perdiendo a la persona a quien en verdad amas.
–Es que no sé si mi preocupación es por amor o por amistad, yo... yo no entiendo este vacío que siento cada que Popp se aleja de mí. Sin darme cuenta siempre busco estar a su lado, ya sea en los combates o en mi vida diaria... Sé que si me hubiera ido con Hyunckel a buscar a Dai, no habría estado tranquila porque si no veo a Popp con bien, me la paso pensando en que alguien puede lastimarlo y si eso sucede sé que no podría soportarlo... Maestro, por favor, ¡ayúdeme!
El temblor en mi cuerpo es grande, al igual que mis lágrimas.
Mi maestro Aván me abraza en un intento por calmarme, pero sé que nada logrará devolverme la paz porque no estoy así sólo por no saber lo que siente mi corazón, sino porque Popp está allá afuera con un enemigo poderoso que quiere matarlo.
Mi llanto fue largo. En todo el tiempo en que mis lágrimas cayeron como cascada, mi maestro pronunciaba palabras de aliento que no sirvieron de nada.
No fue sino hasta que sacó un objeto de sus ropas que pude controlarme un poco y es que el brillo blanco era tan fuerte, que me cegó por unos segundos.
Una vez libre de la ceguera, vi que sostenía un cristal en forma de corazón transparente.
–Esto se llama "El corazón del alma" y sirve para medir el nivel de amor en las personas.
–¿Mide el nivel de amor? –me reí ante semejante broma –maestro, es imposible que un simple objeto mágico logre medir un sentimiento tan complejo como el amor.
–Es cierto, pero aunque no tenga la capacidad de mostrar el verdadero nivel de amor que existe en un corazón, sí muestra el color del alma con la que la tuya está unida a través de ese sentimiento.
–No comprendo.
–Es muy sencillo... Todos mis discípulos tienen asignado un color de alma acorde a su voluntad. Las insignias brillan según su cualidad, pero este cristal de corazón brillará del color del alma de la persona a la que amas, así que si brilla de color morado, quedará demostrado que tu verdadero amor es Hyunckel.
El rostro del maestro Aván deja ver una sonrisa tranquilizadora y confiada. Sinceramente me gustaría tener la misma emoción que él, pero tengo miedo de lo que puede llegar a mostrar ese cristal.
–Es aterrador amar, ¿verdad? –me dice conteniendo una risa –por eso siempre huía de Flora y tu padre huía de tu madre, pero Maam, cuando pasas por una batalla tan terrible como la que enfrentamos contra Vearn, en la que cualquiera puede morir, te das cuenta de que es más doloroso perder a quien amas porque jamás podrás compartir momentos felices a su lado.
–Jamás tendré momentos felices junto a él si le pasa algo –pronuncio esas palabras monótonamente mientras mis manos se extienden para aceptar el cristal de corazón que me ofrece mi maestro –.
Todo mi cuerpo está temblando, sin embargo me obligo a darme valor porque ya no quiero tener esta duda que me mata y no me permite ser feliz.
Cuando mis manos hacen contacto con el cristal, la imagen sonriente de mi verdadero amor se hace presente y el brillo que empieza a surgir del corazón no me sorprende, pero sí provoca que mis lágrimas regresen porque aunque sabía que lo amaba, traté de negarlo hasta el punto de lastimarlo con mis demostraciones de preocupación y alegría hacia otro hombre.
El ruido de una rama me hace alzar la cabeza y me encuentro con el rostro de la persona a la que más amo en este mundo.
La felicidad que siento al verlo a salvo es tan grande, que una sonrisa boba se adueña de mi rostro y emocionada me levanto para correr hacia él.
Quiero mostrarle el cristal de corazón y decirle que tiene el color de su alma porque es a él a quién amo.
Estoy tan contenta que paso por alto la mirada seria que me dedica y tampoco noto el brillo de su palma hasta que siento un fuerte golpe que da directo en mi cabeza.
Una luz aún más cegadora que la de que emana del cristal me envuelve y poco a poco empiezo a ver imágenes en las que estamos juntos, pero me desespero al notar que se están borrando y grito su nombre al tiempo en que le suplico que no me quite los momentos más felices de mi vida.
–¿Por qué lo haces? –caigo en sus brazos y llevo una de mis manos a su rostro para acariciarlo con ternura –yo... yo...
Quiero decirle que lo amo, pero mi lengua se traba y sólo puedo escuchar la terrible confesión que nos separará para siempre.
–Así será más fácil que se cumpla tu destino... La paz del mundo humano depende de ti y de Hyunckel.
¡No!... mi mente no deja de gritar, pero ya no tengo fuerzas para luchar y el hermoso brillo verde que rodea el cristal desaparece cuando cae al piso en el instante en que mi mano lo suelta.
Popp sonríe tiernamente y me sostiene en sus brazos para luego depositarme en los de nuestro maestro.
Ambos hablan, pero mis oídos no logran escuchar lo que dicen.
El sueño finalmente me vence y lo último que consigo decirme, es que mañana cuando despierte, mi mente no recordará el momento en que Popp se me declaró, así como tampoco estarán nuestros recuerdos divertidos que me hicieron enamorarme de él y el dolor de conocer esa realidad, hace llorar a mi alma y destroza mi corazón.
Continuará...
*****
¡Hola!
Este es el primer fanfic que hago de un anime y aunque de niña vi muchos, actualmente no he podido darme la oportunidad de conocer nuevos.
Sé que Dragon Quest salió en los años 90's y en ese entonces pude ver los 40 y tantos capítulos que tuvo antes de su cancelación. Recientemente hicieron su remake, sin embargo no logro darme el tiempo de verlo completo y para escribir este capítulo tuve que saltarme muchos del anime, así que les pido una disculpa en caso de que encuentren errores en algunas descripciones, nombres de hechizos y momentos.
Me animé a intentar escribirlo por la insistencia de una lectora que me ha apoyado con mis otras historias y que es fanática del mundo Dragon Quest, en especial adora la pareja de Maam y Popp.
Estefanía, sé que sufres porque quizás esta pareja nunca llegue a convertirse en lo que llamas Canon, pero al menos aquí podrás verlos juntos, (o más o menos... recuerda que se me da más el drama).
Espero que la historia sea del agrado de todos.
Gracias y feliz lectura.
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