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CORAZÓN PURO P1

Nota

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

PVO MAAM

En mi corazón, Dai siempre había tenido un lugar especial.

Su entereza, valor y bondad, son cualidades que lo convirtieron en un verdadero héroe.

A todos nos dio esperanza cuando nuestras fuerzas mermaban, y por eso sufrimos mucho su pérdida ese terrible día a manos de la marioneta de KillVearn.

En esos días, lo único que quería era encontrarlo.

Junto con los demás, lo busqué durante semanas y lloré por horas cuando no lo hallamos, pero Lon Beruk nos dio un poco de esperanza al decirnos que mientras la joya de su espada siguiera brillando, Dai volvería.

Ese debió ser motivo suficiente para ayudarnos a sobrellevar la espera, sin embargo, Popp empezó a aislarse de nosotros y dejó de ser un chico alegre, para dar paso a una persona solitaria y desconfiada.

Verlo deprimido, me abrió los ojos.

Ahora estaba al nivel de Hyunckel en cuanto a carácter, pero a diferencia del primero, empecé a odiar ese comportamiento en Popp, y traté de mil maneras de regresarle su alegría.

Ansiaba verlo sonreír y escucharlo bromear como antes, y fue ahí que entendí, que esa manera de ser tan risueña que tenía es lo que más me gusta de él.

Desconozco si el aura maligna que yace en mi interior es la culpable de que mis sentimientos por el pequeño Dai estén cambiando, pero hay algo que me hace pensar que no se trata de ella.

Desde que acepté que amo a Popp, mis celos hacia las demás mujeres se han reducido gracias a que una de las ventajas en su cambio de actitud, es que dejó de babear por cuanta mujer hermosa se le pone enfrente.

No obstante, sé perfectamente que no soy su persona más importante... lo es Dai.

Por él ha sido capaz de dar su vida en el pasado, (en una batalla que por fortuna no presencié, o hubiera odiado a Baran), aún ahora sigue arriesgándose únicamente para asegurar el bienestar y la felicidad de su mejor amigo.

Mi corazón está lleno de amor hacia Popp, pero la oscuridad amenaza en corromper mi voluntad, al verlo decidido a morir por Dai, en lugar de pensar en nosotros y en nuestro futuro.

Todo es más importante que yo; Dai, Hyunckel, los chicos, y la paz del mundo humano.

"Si Dai no existiera, ¿yo volvería a ser lo que más amas?", es lo que me pregunto últimamente y me recrimino por ser tan egoísta y envidiosa.

Mis lágrimas cayeron de mis ojos después de revelarle este secreto a Eira, pero ella es tan bondadosa, que no me juzgó, simplemente me abrazó y frotó mis brazos para consolarme.

-¿Cómo es que una celosa y egoísta mujer humana, tiene un poder similar al de los dioses celestiales? -le pregunté sin dejar de llorar.

-Ni siquiera los dioses son perfectos -la miré con incredulidad y sonrió divertida -es la verdad. Te confesaré que no hay un solo dios con un corazón puro. Es más, no tienen sentimientos. Al ser deidades, desconocen cualquier tipo de emoción, aunque a sus creaciones les exigen tener únicamente emociones bondadosas.

-Tú fuiste elegida por ellos porque tienes un alma bondadosa y un corazón increíblemente puro... esa cualidad te hace merecedora de usar magia celestial -me separé de su abrazo y mantuve mi cabeza agachada -un ser egoísta como yo, nunca podría aspirar a un poder divino.

-Quizás mi corazón no perdió toda la pureza porque era una niña cuando dejé este mundo... Ni siquiera tuve tiempo de saber lo que es enamorarse, y por eso soy muy curiosa de aquellos que se aman -su voz se escuchó melancólica y cuando volví a mirarla, Eira tenía una expresión triste -los dioses celestiales me dijeron que tengo que regresar porque mi corazón empieza a reconocer las emociones humanas, y no quieren perder a la creación más obediente que les regaló el dios de los humanos... Antes me era fácil obedecerlos, pero estos meses observando la convivencia que Popp tenía con ustedes, me llenó de deseos egoístas y me gustaría negarme a la orden que me dieron.

-Eira... -coloqué una mano sobre la suya y ella se forzó a sonreírme.

-No te angusties, estoy bien, te lo juro. Si te dije eso es para demostrarte que tienes una idea errónea de lo que es un corazón puro -le dediqué una mirada interrogante y ella pasó su mano por mi frente para que dejara de fruncir el ceño -según recuerdo, hay una leyenda en el Inframundo que habla de un corazón que es el más puro de todo el universo, y se dice que el que lo posea, colocará la balanza en favor de uno de los dos bandos que ha estado en guerra desde el inicio de los tiempos.

-¿Cómo podría darles ventaja un corazón así?, además, me lo dices como si creyeras que mi corazón es el de la leyenda.

-No sé si eres la dueña de ese corazón tan puro, y tampoco creo en esa leyenda. Sólo repetí lo que Koré nos relató mentalmente la noche previa a su traición, pero hasta ahora sigo sin entenderla, y te lo cuento para ver si descubres el secreto... Ella dijo que...

Eira iba a continuar con su relato, pero el fuerte llanto de la señorita Amy nos interrumpió y nos levantamos al verla dejarse caer en el piso.

A últimas fechas, ella se ha mantenido algo fría conmigo, (supongo que por culpa del supuesto noviazgo que tenía con Hyunckel), y aún con el riesgo de que me gritara, me le acerqué para ofrecerle un pañuelo.

La señorita Amy limpió sus lágrimas con coraje, y a regañadientes aceptó el objeto ofrecido.

-¿Sucedió algo? -le pregunté cuidando de modelar mi voz a una amable.

-No entiendo, ¿por qué Hyunckel es capaz de enamorarse de cualquier mujer que está fuera de su alcance, pero yo que le he ofrecido mi amor, ni siquiera me da una mísera oportunidad de conquistarlo?

Me quedé callada ante sus palabras, no porque me afectara lo que Hyunckel siente por Eira, (fue fácil descubrir que es ella de quien la señorita Amy habla, por la manera en que la miraba mientras preguntaba), lo hice porque esperaba que la diosa entendiera la indirecta y dijera algo, no obstante, Eira se mantuvo en silencio.

La señorita Amy nos observó a ambas con desprecio.

-Tú te le declaraste a Popp frente a Hyunckel, y él pareció conforme con eso... hasta podría apostar que ahora que la diosa de la fuerza no va a acompañarlo al portal, permitirá que te vayas con él -me señaló con su dedo, pero no le reclamé su grosería porque mi atención fue para la información de que Popp se irá solo -. No te imaginas lo feliz que estaba porque tal vez podría ocupar el lugar que dejaste en su corazón, pero mis sueños se rompieron al descubrir que está interesado en otra mujer, y lo más humillante, es que apenas la conoció hace dos días -finalizó dedicándole a Eira una mirada más enfurecida que la que me dedicó a mí.

Un largo silencio se instaló en la sala donde estábamos. La señorita Amy, (e incluso yo), mantuvo sus ojos sobre la diosa, pero Eira continuó sin decir nada en un buen rato, aunque luego de unos minutos, cayó en cuenta de que era ella la mujer que estaba siendo mencionada y sus mejillas se tiñeron de rojo.

-No estará sugiriendo que el guerrero inmortal siente algo por mí, ¿verdad? -se rio nerviosa al recibir como respuesta una mueca y un asentimiento de parte de la sabia de Papunika -es imposible que un hombre como él sienta amor por alguien como yo. Lo que realmente sucede es que mi aura celestial captó su atención, porque al sentirse un pecador que espera ser perdonado por sus crímenes pasados, cree que encontró un medio de obtenerlo a través de una emisaria de los dioses.

-Yo lo conozco incluso más que ustedes y le puedo apostar, diosa de la sanación, que no le llamó la atención su divinidad, sino la belleza externa e interna que posee... El sentimiento que despertó en su corazón es diferente al que llegó a tener por Maam... Con ella sintió agradecimiento, pero en su caso, lo cautivó su indiferencia... ¡Qué irónico! -se rio forzadamente -de saber que le interesaban las mujeres que no caen rendidas a sus pies, lo habría ignorado.

La señorita Amy nos dio la espalda y cuando Eira iba a hablarle, se echó a correr.

-¡Perdón! -Eira se veía demasiado avergonzada -no era mi intención ocasionarle dolor a nadie.

-No tienes por qué disculparte -tomé sus manos entre las mías y le sonreí para animarla -no es tu culpa que le gustes a Hyunckel. En el corazón no se manda y es lo que la señorita Amy debe entender.

-No comprendo lo que dices, pero mi corazón está latiendo muy aprisa y no sé si es por culpa, o nerviosismo -su mirada era la de una niña que por primera vez está experimentando la vida, y pensé que los dioses son injustos al exigirles a sus "creaciones", sepultar sus emociones simplemente porque desean guerreros obedientes.

-Creo que es nerviosismo, pero si estás sintiendo eso, probablemente Hyunckel no te es ajeno.

-Lo dudo -se rio aún más nerviosa -mi poca experiencia con las emociones humanas no es tan grande, como para no saber que el enamoramiento se da después de interactuar con la persona, y yo no lo he hecho con el guerrero inmortal.

-Nos conoces a pesar de no haber interactuado con todos y supongo que es porque usaste tu poder para observarnos -Eira volvió a sonrojarse y con eso me confirmó que no estoy equivocada.

-No quería entrometerme en sus asuntos, pero necesitaba información de los compañeros del humano de corazón puro y tuve que adentrarme en la mente de Popp para conocerlos a cada uno de ustedes.

-Y no me negarás que te dio curiosidad el carácter de Hyunckel -sostuve su brazo porque su respuesta me libraría del remordimiento de haber lastimado a mi amigo, pues algo me dice que los dos se gustan.

-Un poco, pero también sentí curiosidad por el semi humano llamado Larhart.

-¿Qué dijiste? -eso no me lo esperaba -¡Ay no, Eira!, no repitas mis errores. Te recomiendo que te apresures a identificar cuál de los dos es el que te hace sentir más emociones humanas, o terminarás hiriendo a la persona que amas -el recuerdo de mis tonterías me deprimió -después de que le rompas el corazón, jamás volverá a confiar en ti.

Nuevamente me vi envuelta en los brazos de Eira, y la amable diosa pellizcó mi nariz para evitar que me pusiera a llorar.

-A diferencia de ti, yo no tengo la libertad de enamorarme de nadie, por eso no le veo el caso descubrir si alguno de esos jovencitos me gusta, aparte, soy muy vieja para ellos -estaba sonriéndome, pero detrás de esa expresión alegre, pude ver su tristeza -respecto a lo que te aflige, tengo que reconocer que la confianza es un sentimiento muy frágil que se rompe con facilidad, pero Popp es un joven bondadoso y además, te ama -esta vez sonrió sinceramente -sé que volverá a confiar en ti, aunque es muy cierto que es tan obstinado, que no será sencillo convencerlo.

-Sólo un milagro me haría recuperar lo que destrocé con mis indecisiones.

-Déjame contarte que en mi antigua vida humana, fui hija de agricultores. Mi madre tenía la habilidad de crear nuevas especies de flores, y aunque yo era muy pequeña cuando me enseñó a hacerlo, recuerdo cada instrucción que me dio -su voz se escuchó temblorosa y sus ojos se cristalizaron, pero Eira se negó a llorar -en Celestia, cultivé una flor muy especial gracias a mi magia divina -su mano brilló y aparecieron unas semillas -su nombre es "True love".

-True love -repetí sus palabras al aceptar el regalo cuando Eira me las ofreció.

-Yo sé que en verdad amas a Popp y ya no tienes duda de eso, sin embargo, él tiene demasiada desconfianza y ninguna de tus palabras va a convencerlo -bajé la cabeza ante esa cruel realidad -¡no te entristezcas!... previniendo que ese necio siga dudando de ti, es por lo que decidí entregarte las semillas... has de saber que las flores únicamente germinarán si dos enamorados las plantan juntos, pero no sólo deben sentir cariño, sino amor verdadero y eterno.

"Entonces fue Eira quien me dio las semillas de las flores que se encuentran en la casa de la familia que formé con Popp, en el segundo futuro, pero, aun teniendo una prueba tan grande de que nos amamos, él nunca creyó en mi amor".

-Será inútil. En cuanto sepa que tú me las diste, pensará que las manipulaste -quise devolvérselas, pero Eira negó con la cabeza.

-Es un hecho que no va a creerte, así que lo mejor es que no le digas nada... al menos por el momento. Quizás esa información te sirva más adelante -de pronto me soltó y puso una mano en su frente -percibo una cantidad enorme de monstruos en cinco territorios de la superficie, y si no me equivoco, son los lugares donde se encuentran los portales a los que tenemos que ir.

-Entonces, la batalla va a comenzar -mi voz apenas fue un susurro.

Eira no intentó animarme esta vez, (probablemente porque esto es algo que ella tampoco quería que pasara).

Ninguna dijo nada mientras nos dirigíamos con mis amigos, pero aunque nos faltaban varios metros para llegar a ellos, pudimos escuchar la voz de Hyunckel y por el tono, parecía estar muy tenso.

Yo quise correr al notar que estaba discutiendo con Popp, sin embargo, Eira se me adelantó y se trasladó con su magia para aparecer entre los dos.

Me sorprendió ver que Hyunckel se alteró más con ella presente, e incluso se puso a decirle que no debía participar en la batalla porque está débil.

Escuchar eso me hizo correr hacia Popp para que me explique lo que le pasa a Eira.

De no ser por la situación en la que estamos, me habría reído al verlo nervioso con mi cercanía, (algo justo por las incontables veces en las que me provocó nervios con su toque), aunque al final, el que me puso más nerviosa fue él al sujetarme con sus manos.

Ambos confesamos el miedo que tenemos de que el otro resulte lastimado y no fuimos conscientes de la manera amorosa en la que nos hablamos, ni mucho menos en las caricias que nos prodigamos.

A pesar de que recientemente comenzamos nuestro noviazgo, me es sencillo expresarle lo mucho que lo quiero y hasta mis manos recorren su cara y cuerpo, sin ninguna restricción.

Esto molestó a la diosa de la fuerza y antes de irse, lo regañó por no detenerse a pensar en lo que ella y Merle sienten.

Eira evitó que Popp soltara mis manos y como recordó mis palabras de hace rato, (sobre que no tiene culpa de que le guste a Hyunckel y la señorita Amy sufra por eso), le dijo algo similar para hacerlo entender que no hay forma en que les evitemos el dolor.

Desafortunadamente tuvimos que interrumpir nuestra plática porque la diosa del hielo nos advirtió que tenemos una batalla pendiente.

Hyunckel volvió a discutir con Eira cuando la vio sujetar la mano de Larhart, (si tenía mis dudas respecto a que le gusta, con esto quedaron descartadas).

Para mi dolor, Popp me preguntó cómo me sentía ante esa muestra de celos... "¿por qué no entiendes que te amo sólo a ti?", quería incluso suplicar, pero al final simplemente le pregunté qué es lo que quiere que le diga, "me sería más fácil saber lo que le gustaría escuchar, aunque es obvio que me creería más que me estoy muriendo de dolor por Hyunckel, que por él".

La señorita Amy fue la que se encargó de devolver nuestra atención a ese drama amoroso y lo más triste fue ver que Eira rechazó los sentimientos del pobre de Hyunckel... "¿Será posible que Larhart sea quien está ganando tu corazón, o también estás confundida como yo lo estuve hace tiempo?".

De nuevo Popp me sacó de quicio, (específicamente al aura maligna en mi interior), y aunque lo amo con el alma, tenía muchas ganas de golpearlo por necio e insensible.

El maestro Aván ayudó a contener mi ira al ofrecerse a ir a hablar con Hyunckel. Popp debió darse cuenta de que el aura casi me domina y quiso abrazarme, pero fui más rápida que él y me aferré a su cuerpo.

-¡Llévame contigo, por favor! -lo miré con sendas lágrimas saliendo de mis ojos -tengo un mal presentimiento y no podré combatir si no te tengo a mi lado.

-Nunca me has necesitado para combatir -retiró una de mis lágrimas con su dedo -eres increíblemente fuerte y mientras tengas el apoyo del maestro y de Hyunckel, todo estará bien.

-Es que tú...

-Sé que soy muy tonto y siempre cometo errores, pero Maam, debes aprender a confiar en mí. Además, ustedes son los que tienen la parte más difícil y aunque también tengo miedo de que algo te pase, confío en tus habilidades.

-Maam -el maestro me llamó -debemos irnos. Los demás ya se encuentran en los puntos, sólo faltamos nosotros.

-¡Buena suerte Maam! -Popp delineó mi rostro con suavidad -cuando nos volvamos a ver, Dai estará conmigo, te lo juro.

Me soltó lentamente, pero cuando iba a usar su hechizo para trasladarse al punto, salté hacia él y lo besé, demostrándole el miedo que me invade a causa de esta batalla. Popp percibió mi temor y comenzó a besarme con mucha ternura.

"Él me tiene en sus manos", una voz parecida a la mía pronunció esas palabras con ira, "no puedo odiarlo y su sola presencia es capaz de desvanecer la maldad en mi interior", con esto descubrí que no se trata de un aura que se apodera de mi voluntad, sino más bien, es una parte de mi corazón que se contaminó a causa de mis dudas y sentimientos egoístas.

En pocos minutos, su maravilloso beso consiguió tranquilizarme.

Aunque ninguno de los dos queríamos separarnos, el tiempo estaba en nuestra contra y lentamente terminamos el beso.

Sabía que nada lo haría cambiar de opinión respecto a su plan, pero hice un último intento de convencerlo de que no arriesgue su vida, y como supuse, Dai siempre será más importante que yo, y lo peor es que volvió a dar a entender que estoy preocupada por él, porque mi amor es de hermana.

-Te amo como una mujer ama a un hombre, y llegará el día en que pueda demostrártelo más allá de simples palabras que no quieres creer -lo solté y le di la espalda -¡en serio, te amo!, y la próxima vez que te lo diga, lo haré mirándote a los ojos.

Caminé con parsimonia hasta el maestro Aván y Hyunckel.

El maestro nos entregó una pluma dorada a ambos y luego de invocar Ruura, los tres aparecimos en el punto que nos tocaba.

Desde que llegamos, una horda de monstruos ya nos esperaba y sin mediar palabra, comenzaron a atacarnos.

El maestro, Hyunckel y yo, nos separamos para dividir sus fuerzas, pero eran tan poderosos, que en minutos nos causaron heridas de aura oscura.

A pesar de mi mal estado, en mi mente únicamente estaba Popp.

Si para nosotros es muy difícil enfrentar este ejército, para él debe ser más complicado luchar porque está solo. Su cuerpo es como el de cualquier humano y si lo lastiman, podría morir.

La cálida aura de Eira cubrió el cielo y noté que los ataques de los monstruos traspasaban mi cuerpo sin causarme ningún tipo de daño.

-La diosa Skadi nos hizo incorpóreos -mi maestro nos informó al ver que Hyunckel y yo teníamos el signo de interrogación grabado en la frente.

-Y Eira está enviando su aura a toda la superficie -Hyunckel exclamó preocupado -¿este era el plan?

-No que yo sepa -el maestro respondió cauteloso -según recuerdo, Popp mencionó que únicamente se abriría el portal en donde se encuentra Dai, y que la diosa de la sanación se encargaría de amplificar nuestros poderes para que al imbuir los cetros con magia, estos activen el que él lleva consigo.

-Entonces ¿por qué esa necia está cubriendo todo el mundo humano? -Hyunckel se veía muy afectado por esto y a duras penas esquivó el ataque de los monstruos -¡maldición! -gritó de repente -Popp nos mintió como siempre... conociéndolo, ideó algo diferente con ayuda de las diosas y como no quiere que nos preocupemos, optó por contarnos el plan a medias.

-¿Por qué te molestas?, tú hiciste lo mismo en la batalla contra Vearn -si el maestro tenía la intensión de calmarlo, fracasó estrepitosamente.

Yo únicamente los veía discutir, porque mis oídos zumbaban por el miedo que tenía al pensar en que Popp está arriesgando nuevamente su vida.

Hyunckel por primera vez estaba perdiendo su concentración en el combate y de no ser por la magia de la diosa de hielo, estaría cubierto de heridas. El maestro Aván intentó muchas veces que regresara su atención a nuestros enemigos, y hasta ese momento pensaba que al único que regañaba era él, pero su último grito también fue para mí.

-¿Qué les pasa? -nuestro maestro estaba realmente molesto -comprendo sus sentimientos. No es fácil mantener la cabeza fría cuando sabemos que las personas que amamos están en peligro, pero entiendan, si no colocamos este cetro en la roca más alta lo más pronto posible, las diosas humanas podrían recibir un ataque mortal... En su condición actual, sus cuerpos son como los de cualquier humano y una simple herida es peligrosa -esto se lo dijo a Hyunckel, y luego me miró a mí -Popp está en las mismas condiciones. Además, no sabemos cuál es su plan real, pero es lógico que sigue necesitando que los cetros estén en el lugar que nos indicó, y sus distracciones lo ponen en riesgo... si no dijo nada, es porque confía en nosotros y le estamos fallando.

Hyunckel y yo bajamos la cabeza ante la vergüenza, y aun siendo difícil concentrarse, intentamos abrirle paso al maestro para que llegara a la punta de la roca en la que clavó el cetro y empezó a recitar el hechizo que lo activaría. Lo siguiente que tuvimos que hacer, fue evitar que los monstruos lo destruyeran.

Estuvimos combatiendo bastante tiempo. El aura de Eira ya había abarcado toda la superficie y a pesar de que ambas diosas estaban perdiendo su energía vital, no dejaron de ayudarnos; Eira aumentó nuestra fuerza y la diosa del hielo combinó su magia astral con nuestros ataques, para acabar rápidamente con aquellos que eran más poderosos, además de que nos brindó la oportunidad de levitar a quienes no podíamos.

De pronto empecé a percibir el aura mágica de Popp. Tenía una energía igual de divina que la que desprenden las diosas, y me preocupé porque era imposible que tuviera semejante poder si es un humano.

-El hechicero no se encuentra ni en el límite humano, ni en el divino -la voz burlona de la mujer que nos atacó hace unos días, fue la que pronunció esas palabras -una cualidad de los humanos es su alma inmortal, y los dioses tienen un aura divina que les brinda poderes ilimitados, pero desafortunadamente, él no cuenta con ninguna de esas dos cosas.

Alcé la mirada y encontré a la maldita mujer volando en el cielo con ayuda de sus alas, (demasiado cerca del maestro y el cetro).

Al observar a mi alrededor, vi que nadie se movía y recordé que esta mujer también usa el poder del tiempo.

-¿Qué significa lo que acabas de decir? -como la magia de la diosa de hielo aun me cubría, levité para estar a su nivel -¡contesta! -le exigí cuando se negó a responder.

-Los dioses no tienen un alma inmortal y si llegan a morir, simplemente desaparecen... Los humanos sí tienen almas inmortales y al morir, el dios supremo les permite renacer... Si en vida fueron buenas personas, les regala un tiempo nuevo y la dicha de disfrutar de lo que antes no pudieron... En el caso de los que se amaron hasta el punto de unir sus almas por amor, les da la oportunidad de reencontrarse en cada una de sus reencarnaciones.

Mi corazón saltó de dicha al escucharla, y en mi mente apareció una imagen en la que estoy besando a Popp, mientras nuestros cuerpos resplandecían con el color de nuestras almas.

Sé que eso sucedió cuando encontramos a la diosa de hielo en aquel lugar invernal, aunque extrañamente no puedo recordar el motivo por el que Popp y yo estamos en el campo de la villa de Nayle, ni lo que estuvimos hablando antes de que él me besara, sin embargo, de algo sí estoy segura, y es que fue gracias a ese beso que descubrí que lo amo.

"¡Es hermoso y cálido!", pensé mientras se me rebelaba la calidez de su alma a través de ese pequeño contacto, "nunca he sentido nada parecido... es una revolución de sentimientos que sólo podría comparar con la felicidad".

En mi mente comenzaron a aparecer todos los instantes vividos a su lado y reafirmé que me negaba a amarlo por miedo al dolor.

"Popp, al fin puedo aceptar que te adueñaste de mi corazón desde hace mucho tiempo, pero te he lastimado tanto, que dudo que me perdones y creas en mis palabras, por eso, quiero ofrecerte lo único que tengo de valor", lo besé con más pasión y mi aura aumentó su potencia, "Te entrego mi alma que te ama más allá de todo y de todos... a partir de hoy, caminemos juntos en esta vida y en las siguientes. Sé que mientras estés conmigo, el miedo y el dolor desaparecerán de mi corazón y sólo existirá la felicidad... esa felicidad que me haces sentir tan sólo con un beso".

-Yo le entregué mi alma a Popp y estoy segura de que él también quiso unir la suya con la mía... eso significa que seguiremos juntos, a pesar de que nuestra vida en este tiempo termine -exclamé en voz alta.

También recordé lo que me dijera la diosa de hielo, y sonreí porque el pacto de amor que Popp hizo, fue conmigo, y aunque los dos lo habíamos olvidado, sigue siendo válido debido a que ambos fuimos sinceros.

Estúpidamente me dejé llevar por la alegría y le revelé mis sentimientos a esa malvada mujer.

-Una hermosa promesa de amor -se rio más fuerte -fuiste la primera en ofrecerle tu alma, a pesar de que desconocías que sí existe un pacto de amor... Habría sido maravilloso reencarnar mil veces, con la bendición de reencontrarte con aquél al que amas. Es una lástima que el lindo y agradable hechicero, solamente tenga una vida, la cual se desvanecerá en el vacío del tiempo, cuando vuelva a morir por su persona más importante.

-¿Qué? -los latidos de mi corazón se descontrolaron y no fui capaz de evitar que el aura maligna emergiera -¿por qué dices que volverá a morir por Dai?

-Veo que eres consciente de que tú no eres la persona más importante para el hechicero -la infeliz fingió sentir pena -para él siempre va a estar primero el pequeño héroe porque ambos son la esperanza del otro. El cariño que se tienen se sustenta en algo que tú perdiste por culpa de tu indecisión, y es la confianza.

Me han repetido esto tantas veces, que mi cabeza dolió, y tuve que cerrar mis ojos ante el incremento de mis energías malignas, que ahora nacían por el odio que siento hacia mí misma.

-Para el hechicero, la supervivencia del caballero dragón es indispensable porque está convencido de que su corazón puro, es el que le brinda esperanza a la humanidad, y dará su vida por él sin dudarlo si lo llega a ver en peligro, pero como has de recordar, le entregó su alma inmortal a la diosa de la fuerza y aunque no tengan una unión porque el pacto en realidad lo hizo contigo, no habrá sangre de dragón, magia celestial, plegarias a los dioses, u objetos divinos, que puedan revivirlo.

-Lo... lo único que tengo que hacer, es evitar que arriesgue su vida -sujeté mi cabeza con mis manos ante el intenso dolor.

-KillVearn preparó este enfrentamiento para deshacerse de sus protectoras -alcé la mirada hacia ella y vi que había dejado de tener esa expresión burlona en el rostro -Eira y Skadi, serán castigadas por los dioses debido a su intervención en esta batalla. El plan de KillVearn era ese y por eso decidió atacar cuando se les advirtió que dejaran de ayudar al hechicero.

-¿Por qué las castigarían si están luchando por Dai, que es su elegido? -mi cuerpo empezó a ponerse frío conforme el aura maligna emergía de mi interior.

-Porque ellas no luchan por obligación, sino por amistad... los dioses no permitirán que sus creaciones sigan contaminándose con las emociones de los humanos, y están tan furiosos, que poco les importa que mueran en combate, y como culpan al hechicero por mal influenciarlas, se las llevarán de inmediato para que KillVearn lo aniquile.

-No voy a dejar que ninguno de ustedes se salga con la suya -el aura maligna continuaba aumentando su tamaño y mi armadura poco a poco iba adoptando un color obscuro -salvaré a Popp de todos los que quieran lastimarlo.

-Me parece curioso que te pongas así por el hechicero -su expresión era neutral y me fue imposible saber si se estaba burlando -aun no debes liberar la maldad de tu interior, por eso tendré que decirte la verdad acerca de tu repentino enamoramiento... Niña, lo que sientes por él es a causa de mis pesadillas -habló con demasiada seriedad y mi aura maligna disminuyó por el desconcierto que me generaron sus palabras -en realidad no lo amas. Tu corazón sigue amando al guerrero inmortal, pero después de haberte manipulado durante más de seis meses, conseguí que creyeras que te enamoraste del hechicero.

-En ninguna de las ocasiones en las que hablaste conmigo en mis sueños, intentaste dirigir mis sentimientos hacia Popp, al contrario, siempre trataste de que dudara de él, y para mi desgracia, conseguiste que se creara un abismo entre los dos a causa de la desconfianza.

-Veo que no estás enterada de que Astrid es mi hija, y fue ella la que me ayudó a crear en tu mente toda la historia romántica que te está convirtiendo en una ridícula jovencita enamorada.

-¿Astrid es tu hija? -quería recordar si Popp me dio ese dato, pero estoy segura de que no lo mencionó.

-Tal como lo oyes... quizás tenemos diferentes opiniones respecto a tu inestabilidad emocional, pero hay algo en lo que coincidimos, y en definitiva, estamos de acuerdo en que el hechicero no es el hombre que amas... Nadie se enamora de la noche a la mañana y menos de la persona a la que siempre quiso como un "hermano".

-No me importan tus suposiciones. Al único que debo convencer de mi amor es a Popp. Lo que tu hija y tú piensen, sale sobrando... Yo sé lo que siento y esta vez no permitiré que me manipules.

-Te lo decía por tu bien... Si continúas mintiéndote, tu corazón se destruirá y será consumido por aquello que nace del dolor.

-¿Aquello que nace del dolor? -entre más habla, menos entiendo lo que dice.

El viento sopló increíblemente fuerte y nos obligó a descender a tierra firme, pero su corriente era tan asfixiante, que permanecimos arrodilladas para retener algo de oxígeno.

Un remolino se alzó sobre nosotras y en el cielo se formó la imagen de una estrella de cinco picos con el color del arcoíris, (el cetro que incrustó el maestro era una de las líneas que estaban formando la estrella).

El suelo se cuarteo y de él empezó a emerger una gigantesca puerta con símbolos extraños.

La voz de Popp se escuchaba en el cielo, recitando algo en una lengua que no reconocí y cada que hacía una pausa, los símbolos brillaban. Cuando todos se iluminaron, la puerta se abrió y miles de monstruos escaparon de su interior.

-Nunca pensé que tuviera tanto poder a pesar de que posee el cuerpo frágil de los humanos -la mujer demonio consiguió pararse erguida y miró hacia el cielo -sin importar lo que tenga qué hacer, conseguiré a mi verdugo -me observó con sus resplandecientes ojos color oro, pero de nuevo no pude identificar lo que estaba pensando porque desde hace mucho dejó las burlas, para dar paso a una mujer llena de determinación -este mundo y el pequeño héroe se llevarán la vida del hechicero de una manera o de otra, y no hay nada que puedas hacer para evitarlo, aunque...

-¿Aunque qué? -me desespera que haga pausas.

-Yo soy quien decide de qué manera se llevará a cabo la tercera prueba y quizás pueda ayudarte a sortearla, si aceptas desde el fondo de tu corazón, que no sientes nada por el hechicero... si eres honesta, lo salvarás a él, a tu verdadero amor, a tus amigos, al pequeño héroe, y a tu mundo.

A pesar de los sonidos de la tierra abriéndose a causa de las puertas que se levantan desde el abismo, entre nosotras se instaló un gran silencio.

La mujer demonio esperaba paciente mi respuesta, y pensé en dársela mirándola a la cara, así que me puse de pie usando toda la fuerza de mi ser.

-Enfrentaré tu prueba y conseguiré destruir cualquier malévolo plan que hayas ideado, por eso te aconsejo que te prepares para perder.

-No digas que no te lo advertí... mi verdugo nacerá cuando tu dolor sea insoportable.

Hola!!

Como ya se me ha hecho costumbre, una disculpa por el largo tiempo que me tomé en actualizar.

Es muy cierto el dicho que versa, "Uno propone, y Dios dispone".

Tenía muy avanzado el capítulo desde enero, pero pasaron muchas cosas y al final lo dejé detenido hasta hace unos días.

Bueno, dejando ese tema, nos leemos en la parte dos, (en el que pondré mi comentario más largo).

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